BLOG DE TEOLOGIA
  • Blog
  • Escritos de Teólogos
    • + Mons. Romero
    • Leonardo Boff
    • David Guadalupe EJ
    • Jose Maria Castillo
    • José Arregui
    • Felix Struik OP
    • José Antonio Pagola
    • Sor Lucia Caram OP
    • Hans Kung
    • Jesus Bastante
  • Poemas
  • Preguntas
  • Envía tu escrito
  • Información
    • Contactenos
    • Centro Humanístico
    • Términos y Condiciones de Uso
    • Política de Privacidad
    • Derechos de Autor
  • Languages
    • Francés
    • Italiano
    • English
  

Ver lo que sobra y no lo que falta por: Xavier Guix

12/16/2015

0 Comentarios

 
Escuchar los avatares de las personas sirve, por lo general, para evidenciar su mundo de faltas, de carencias personales, todo un inventario de lo que creen no tener: “Es que no tengo suficiente autoestima. Lo que me falta es más confianza en mí. Si tuviera más tranquilidad. Si no fuera por esto o por lo otro. A ver si encuentro una pareja. El día que encuentre trabajo…”. Todo son comentarios sobre lo que no se tiene, lo que se perdió o lo que debería haber sido y no fue. Todo se basa en lo que no existe, lo que falta aún o lo que ya no se tendrá nunca.
Que en la vida nos puedan faltar cosas es una perspectiva, incluso motivadora, para ­alcanzar nuestros propósitos. No lo tengo aún, pero lo quiero. No obstante, de lo que aquí se trata es de aquellas creencias que, como sentencias, sostienen el concepto y la imagen que tenemos de nosotros mismos. Para algunas personas se trata de un retrato carencial, basado en la falta de posibilidades, capacidad y merecimiento. Viven creyéndose necesitadas, incapaces y con poca autoestima.
Otras personas, en cambio, utilizan la carencia como eslabón perdido en su ­imagen de perfección. Son autoexigentes, tendentes al enfado por una nimiedad, algo hinchadas de ego, por no decir narcisistas, excesivamente susceptibles a la crítica y amargadas, por supuesto, porque a las cosas siempre les falta ese puntito. Al final, unas y otras escapan del vacío carencial, de la insatisfacción penetrante, a través del espejismo idealista, de la ilusión de que llegará ese día, como la lotería, en que se encontrarán con todo lo que les faltó, con todo lo que algún día soñaron con poseer. Ignoran la trampa: aprenden a vivir en la falta y no en el deseo de lo que tienen.
Los relatos sobre nuestras faltas parten de un supuesto anómalo. Pongamos el caso de la persona eternamente enamoradiza. Quien ama así no conoce al amor. Conoce el buscarlo. Conoce el desearlo. Conoce el vacío de su inexistencia. Conoce el eterno retorno al amor vivido, pasado, perdido. En cambio, no sabe amar. No ha permanecido en el amor. No ha convivido amorosamente. Por eso cree que le falta y que, de encontrarlo, toda su dicha sería completa.
Sin embargo, lo real suele ir por otros derroteros. Aquello que no se conoce es más difícil de reconocer. Hay personas, por ejemplo, que son excelentes guardianas de los demás, son protectoras. No obstante, ¿quién las protege a ellas cuando lo necesitan? ¿Se dejan proteger? Cuando alguien lo intenta, no lo saben ver, no se dejan. Lo rehúyen porque no saben qué es dejarse proteger.
Del mismo modo, el que vive en la falta de amor no sabe reconocerlo más que en sus ensoñaciones. El problema es que el día que lo tenga, por no reconocerlo, lo volverá a perder. Porque de eso sí sabe. Si quiere reconocer el amor, tendrá primero que permitirse conocerlo. Y para que eso sea posible deberá quitarse de encima lo que le sobra, es decir, tanto supuesto desamor, tanta falta, tanta ensoñación, tanto miedo o tanto hedonismo. De eso va sobrado.
Muchas veces somos injustos al tratar a los demás a partir de sus faltas. Metemos el dedo en la carencia y les exigimos que se ocupen de rellenar los huecos que vemos en ellos y sean felices de una vez. Pero no advertimos que nuestro dedo apunta a una montaña inalcanzable, porque acentúa sus faltas. Mostrar el hueco no es suficiente para ocuparlo; lo que hace precisamente es incidir en las carencias. Y ver ese aspecto es un pozo sin fondo. En cambio, saber identificar lo que sobra es el primer paso para aligerarse.
Aunque parezca que los relatos de posguerra han pasado a mejor vida, lo cierto es que la idea del trabajo sufrido y el miedo a la nada siguen instalados en la memoria de muchas personas. Sea por haberlo escuchado repetidamente en casa, sea porque está en el árbol genealógico, la vida se plantea como una lucha, un esfuerzo continuado: ¡hay que ganarse la vida! Son, sin duda, los relatos de la carencia pura y dura. No sobraba nada porque faltaba de todo.
La idea de que hay que ganarse la vida, no el sueldo, reproduce una visión de la realidad carencial. Vivir es un sobreesfuerzo, y salir adelante es lograr todo lo que no tenemos. La dignidad se demuestra viviendo sin grandes faltas. El reconocimiento social llega por presumir de lo que se ha logrado (títulos, propiedades, éxito…). Todo aquello que, en realidad, es prescindible para lograr una auténtica felicidad. La vida no hay que ganarla, porque ya lo hicimos al nacer. Ya estamos ahí. Con mejores o peores condiciones, pero estamos ahí. La vida, entonces, hay que merecerla. Hay que aprender a tener una vida buena, más que echar en falta una buena vida.
Cuando la atención la ponemos en las carencias, no hay más que una comparación tramposa. Miramos al que más tiene y no al que menos. En la comparativa social preferimos parecernos a los más opulentos. Y eso nos mete de lleno en la necesidad. No se nos ocurre, por ejemplo, gozar del privilegio de abrir un grifo y disponer de agua caliente, aspecto del que carecen millones de personas del planeta. ¿De qué nos sirve la comparativa? ¿Es para valorar y merecer más lo que tenemos o, por lo contrario, para desmerecernos por lo que no poseemos?
El tener y el no tener están en realidad en nuestra mente. Dependen exclusivamente de la dialéctica mental, de los discursos o debates que tenemos con nosotros mismos. Hay algunas cosas que ya sabemos. Hay gente privada de muchas cosas y no por ello pierde la alegría de vivir. En el otro extremo, aquellos que más tienen no serán más felices por tener aún más. Al final, todo es una cuestión de actitud. Por eso hay que estar alerta de nuestros diálogos internos, de lo que nos decimos en nuestras dialécticas mentales, por la sencilla razón de que están construyendo nuestra realidad.
Aunque el diálogo es con nosotros mismos, gran parte de lo que pensamos viene de fuera. Ha sido elaborado por paradigmas dominantes como la política, la religión, la ciencia o la economía. Muchas veces ocurre que lo que creemos que necesitamos, tiene su origen en dialécticas creadas por tales paradigmas: lo que podemos o no podemos (política); lo que debemos o no debemos (religión); lo que sabemos o no sabemos (ciencia), o lo que tenemos o no tenemos (economía). Vale la pena escucharnos repetir una y otra vez “no puedo”, “no debo”, “no sé”, “no tengo”. Es la manera más sutil de organizar la vida alrededor de lo ajeno, de lo inalcanzable, de lo desposeído o del peor de los escenarios: la desesperación por tener que convivir con ese yo atrapado por todo lo que todavía no hemos alcanzado.
Si sumamos carencias individuales, paradigmas dominantes y la necesidad de consumo “tecnomediático”, acabamos viviendo en la falsa idea de que o bien no tenemos lo que nos merecemos, o bien no nos merecemos lo que tenemos. Extraña paradoja, que solo puede ser resuelta a lo epicúreo, es decir, entendiendo que libertad quiere decir desarraigo de todos aquellos mundos ideológicos, mitos o paradigmas, ritos religiosos, prejuicios culturales, interpretaciones tradicionales, aposentadas sin crítica en el lenguaje y transmitidas en los usos sociales. ¡Feliz tú que huyes a velas desplegadas de toda clase de cultura! Y eso empieza por dejarse en paz, liberarse de tanta dialéctica mental y apropiarse de uno mismo. Dicho de otro modo, amar lo que es propio y no desear lo ajeno. Ver lo que nos sobra y no lo que nos falta.
0 Comentarios



Deja una respuesta.

    Picture
    Ayuda al Blog que publica todos los días diferentes áreas, queremos seguir publicando

    EL BLOG

    El blog es uno dedicado al análisis en general de muchos puntos desde la ópica teológica. La meta es impulsar el estudio amplio y profundo de la fe y de la razón, siendo ambos elementos fundamentales de la vida.

    Picture
    Picture
    Picture
    Picture
    SABES QUE PUEDES HACER COMENTARIOS A LAS REFLEXIONES O ENSAYOS TEOLOGICOS QUE APARECEN EN EL BLOG, SI PUEDES INTENTALO...

    Archivos

    Septiembre 2022
    Enero 2022
    Diciembre 2021
    Noviembre 2021
    Octubre 2021
    Septiembre 2021
    Agosto 2021
    Julio 2021
    Junio 2021
    Mayo 2021
    Abril 2021
    Marzo 2021
    Febrero 2021
    Enero 2021
    Diciembre 2020
    Noviembre 2020
    Octubre 2020
    Septiembre 2020
    Agosto 2020
    Julio 2020
    Junio 2020
    Mayo 2020
    Abril 2020
    Marzo 2020
    Febrero 2020
    Enero 2020
    Diciembre 2019
    Noviembre 2019
    Octubre 2019
    Septiembre 2019
    Agosto 2019
    Julio 2019
    Junio 2019
    Mayo 2019
    Abril 2019
    Marzo 2019
    Febrero 2019
    Enero 2019
    Diciembre 2018
    Noviembre 2018
    Octubre 2018
    Septiembre 2018
    Agosto 2018
    Julio 2018
    Junio 2018
    Mayo 2018
    Abril 2018
    Marzo 2018
    Febrero 2018
    Enero 2018
    Diciembre 2017
    Noviembre 2017
    Octubre 2017
    Septiembre 2017
    Agosto 2017
    Julio 2017
    Junio 2017
    Mayo 2017
    Abril 2017
    Marzo 2017
    Febrero 2017
    Enero 2017
    Diciembre 2016
    Noviembre 2016
    Octubre 2016
    Septiembre 2016
    Agosto 2016
    Julio 2016
    Junio 2016
    Mayo 2016
    Abril 2016
    Marzo 2016
    Febrero 2016
    Enero 2016
    Diciembre 2015
    Noviembre 2015
    Octubre 2015
    Septiembre 2015
    Agosto 2015
    Julio 2015
    Junio 2015
    Mayo 2015
    Abril 2015
    Marzo 2015
    Febrero 2015
    Enero 2015
    Diciembre 2014
    Noviembre 2014
    Octubre 2014
    Septiembre 2014
    Agosto 2014
    Julio 2014
    Junio 2014
    Mayo 2014
    Abril 2014
    Marzo 2014
    Febrero 2014
    Enero 2014
    Diciembre 2013
    Noviembre 2013
    Octubre 2013
    Septiembre 2013
    Agosto 2013
    Julio 2013
    Junio 2013
    Mayo 2013
    Abril 2013
    Marzo 2013
    Febrero 2013
    Enero 2013
    Diciembre 2012
    Noviembre 2012
    Octubre 2012
    Septiembre 2012
    Agosto 2012
    Julio 2012
    Junio 2012
    Mayo 2012
    Abril 2012
    Marzo 2012
    Febrero 2012
    Enero 2012
    Diciembre 2011
    Noviembre 2011
    Octubre 2011
    Septiembre 2011
    Agosto 2011
    Julio 2011
    Junio 2011
    Mayo 2011
    Abril 2011
    Marzo 2011
    Febrero 2011
    Enero 2011
    Diciembre 2010
    Noviembre 2010
    Octubre 2010
    Septiembre 2010
    Agosto 2010
    Julio 2010
    Junio 2010
    Mayo 2010
    Abril 2010

    Categorias

    Todo

    Canal RSS

    Picture
Centro Humanístico © Derechos Reservados 2010-2023
  • Blog
  • Escritos de Teólogos
    • + Mons. Romero
    • Leonardo Boff
    • David Guadalupe EJ
    • Jose Maria Castillo
    • José Arregui
    • Felix Struik OP
    • José Antonio Pagola
    • Sor Lucia Caram OP
    • Hans Kung
    • Jesus Bastante
  • Poemas
  • Preguntas
  • Envía tu escrito
  • Información
    • Contactenos
    • Centro Humanístico
    • Términos y Condiciones de Uso
    • Política de Privacidad
    • Derechos de Autor
  • Languages
    • Francés
    • Italiano
    • English