Calendarios. Los hay de todo estilo. Y con portadas de lo más variadas. Y no digamos nada en el terreno religioso. Cada parroquia, congregación, colegio… hace el suyo.
Ha caído en mis manos uno que dice así referido a María: “No te merezco, Madre, pero te necesito”. Es algo que me choca mucho en nuestro mundo religioso. Nuestra indignidad. Es cierto que somos débiles. Pero yo me siento digno, no porque sea fuerte sino porque es Dios quien habita en mí y me ha hecho persona, y me ha dado su dignidad de Hijo suyo. Si me creo la encarnación, todas las personas henos quedado transformadas como la luz enciende todas las lámparas. Me cuesta, y lo cambio cuando puedo, eso de “Señor, no soy digno de que entres en mi casa…” Ya lo creo que soy digno. Un hijo entra en la casa familiar porque tiene unos derechos y una sangre que le conceden entrar con plena confianza y con pleno derecho. Suelo decir “sí, soy digno, porque tú me has hecho así y tu palabra me ha hecho Hijo tuyo”. Son contradicciones como cuando decimos en la eucaristía “tomad y comed todos…” y luego seguimos “que se entrega por muchos” ¿En qué quedamos? ¿Se puede entender una eucaristía sin participar en la comunión? El Sacramento del perdón es otra cosa y lo celebraremos como don del perdón que siempre nos da Dios. La teología del gusano no me sirve ni me ayuda. Fallo y tengo mil debilidades pero la Luz es más fuerte que la oscuridad y el gusano se convierte en mariposa. Yo me siento libre porque Dios me ha hecho así y me sigue haciendo en cada momento. Y rezamos el Señor mío Jesucristo donde mezclamos al Padre Creador con Jesucristo. Por eso, no me gusta la postura de rodillas. No me he puesto nunca así ante mis padres y mis amigos. Solamente recuerdo cuando de niño me castigaban mis maestros a estar de rodillas con los brazos en cruz. Difiero de lo que en otra hora dijo el poeta “nunca es más grande el hombre que de rodillas”. Pues, sí, creo que de pie. Y eso no significa soberbia, ni altivez. Significa, para mí, disposición, escucha, caminar con Jesús de Nazaret por los caminos del mundo. En la historia hemos puesto y seguimos poniendo a muchas personas de rodillas. Esas personas que piden en la calle con su cartel expresando sus necesidades. Prefiero que levantados vayamos a su encuentro y podamos dialogar de tú a tú. Nadie es más alto que nadie porque Dios levantó del polvo a los caídos y elevó a los pobres.
0 Comentarios
Conocemos muchas y muchos de nosotros que del 18 al 25 de enero se celebra la semana de oración por la unidad de las Iglesias Cristianas. No es una cuestión, esta de la unidad de las diferentes Iglesias, que me preocupe demasiado, lo cual no quita, sin embargo, para que considere que siempre es bienvenida cualquier ocasión para orar; y, ¿por qué no por la unidad?, como es este caso. Pero no solo de las Iglesias, que también, sino por todo lo que está dividido, truncado, partido y destrozado, en definitiva.
Me parece que es demasiado reduccionista rezar solamente por las Iglesias Cristianas separadas y divididas como es bien sabido, cuando existen otras religiones, confesiones religiosas y también tantas y tantas realidades de la vida que con su rompimiento no hacen sino provocar un profundo dolor a muchas personas. Por ello, creo que sería muy oportuno aprovechar la ocasión, no solo para orar, sino también y de manera especial para hablar, dialogar, debatir, etc. sobre todo aquello que rompe y desgarra, dejando tantas realidades, no solamente las cristianas y las religiosas, abandonadas a su suerte. Y ya que estos ocho días están dedicados de manera específica a la oración por la unidad del cristianismo, ¡hagámoslo!, pues no en vano el mismo Jesús dijo de manera muy clara que la unidad sería un signo de credibilidad para la gente. Pero insisto una vez más: recemos para que todo lo que desune, fruto precisamente de egoísmos, envidias y particularismos, quede superado por el amor que “todo lo disculpa y perdona”. Quisiera hacer una pregunta, antes de decir algo sobre ciertos aspectos concretos: mirado nuestro mundo de hoy de manera global, un mundo que es por encima de todo y principalmente pluricultural y plurireligioso, ¿creéis que interesa a alguien, incluso a una gran mayoría de los cristianos, eso de la unidad entre las diferentes confesiones cristianas? Me temo que no, y menos en la línea en qué tengo la intuición que se había pretendido hacer hasta ahora, y que consistía en rezar para conseguir la unicidad que, por cierto, bien poco o nada tiene que ver con la unidad evangélica. Precisamente para ello, es decir, para hacer todo lo posible de cara a conseguir que sea el amor lo que nos una de verdad a todos los hombres y mujeres, oremos quienes creemos en la fuerza de la oración, pero a la vez unamos fuerzas con quienes tienen otras creencias o, quizás ninguna según dicen ellos mismos, con el fin de conseguir un proyecto de humanidad donde no existan hendiduras que produzcan dolores innecesarios ni alturas o bajuras que conviertan el camino de la vida en una realidad tortuosa y difícil de afrontar. Unamos esfuerzos, cuantos más, mejor, y todos los posibles, para tirar por tierra todas esas fronteras, reales unas, virtuales otras, que convierten este mundo, que debiera ser de todos, en una feria y en un mercado donde solamente los fuertes, poderosos y ricos tiene opción a vivir y a disfrutar a sus anchas, a costa siempre de que una gran mayoría tenga que malvivir y sufrir duras estrecheces. Trabajemos todo lo posible de cara a conseguir que el color de la piel, la cultura, la posición geográfica, el credo, etc., no sean factores que nos enfrenten los unos contra los otros, sino elementos de riqueza que nos ayuden a crecer juntos y a hacer el mismo camino cogidos de la mano, intentando que nunca el más débil quede rezagado, debido a que cada uno mira exclusivamente por su bien propio, sino que empujemos con todas nuestras fuerzas, porque nos hemos convencido de que el bien común es la gran meta a conseguir. Hagamos todo lo posible para que dejemos de degradar a nuestro planeta al ritmo que lo venimos haciendo, intentando más bien lo contrario, es decir, no solo respetarlo, sino también mimarlo con el máximo cariño para que abandone la degradación en la que le hemos introducido, dejando de ser un estercolero para volver a ser casa y jardín para toda criatura. Pensarán muchas y muchos que es demasiado laico rezar así por la unidad, tal y como yo en este escrito la planteo. Pues bien; si así fuere, ya me doy plenamente por satisfecho, pues he conseguido el fin que pretendía que no era otro que hacer de lo humano el motivo más profundo de religiosidad. NeuroQuantology
Este vínculo podría explicar cómo de los procesos cerebrales físicos emerge la consciencia, según una nueva hipótesis ¿Cómo pueden los procesos cerebrales físicos dar lugar a la consciencia, que es inmaterial? En la relación entre la actividad neuronal y la escala cuántica del cosmos podría estar la respuesta, según algunos científicos. Es lo que proponen Dirk K F Meijer y Hans J.H. Geesink, de la Universidad de Groninga, en Holanda, en un artículo publicado en “NeuroQuantology”. Era de esperar que los avances del último siglo en física cuántica y la cosmovisión derivada de ellos llevaran a una variación de la definición de “consciencia” y “mente”. Quizá algún día estos avances ayuden a responder a la inquietante pregunta sobre cómo de los procesos cerebrales (es decir, físicos) puede emerger la consciencia, que es inmaterial. La relación entre la actividad neuronal (la de las células del cerebro) y la escala cuántica (la de las partículas que conforman los átomos) ya fue abordada en los años 90 por los investigadores Roger Penrose y Stuart Hameroff con una sorprendente teoría que, hace poco y a raíz de nuevos hallazgos, ha sido revisada. Se trataba de la hipótesis de la “Reducción Objetiva Orquestada u Orch OR”, que propone que la consciencia se deriva de la actividad de las neuronas a escala cuántica o subatómica, es decir, de procesos cuánticos biológicamente orquestados en los microtúbulos o minúsculas estructuras tubulares situadas dentro de las neuronas del cerebro. Esa actividad cuántica entrañada a un nivel cerebral profundo, además de gobernar la función neuronal y sináptica, conectaría los procesos cerebrales a procesos de autoorganización presentes fuera del cerebro, en la estructura cuántica de la realidad, afirmaban Hameroff y Penrose. Es decir, que nuestro cerebro podría estar conectado a una estructura externa, que de alguna manera sería ‘protoconsciente’. El cerebro habla con los campos Hace unos meses, la revista NeuroQuantology publicaba un artículo sobre la consciencia desde una perpectiva cuántica, que va incluso más allá de la propuesta de Hameroff y Penrose. Firmado por los científicos Dirk K F Meijer y Hans J.H. Geesink de la Universidad de Groninga, en Holanda, teoriza que nuestro cerebro, además de ser un órgano de procesamiento ligado a nuestro organismo, con el que intercambia información continuamente, está vinculado al resto del universo a nivel cuántico. Según Meijer y Geesink, a dicho nivel, nuestro cerebro estaría conectado con campos cósmicos como el de la gravedad, el de la energía oscura, el de la energía punto cero o el de las energías de los campos magnéticos de la Tierra. Esa conexión se daría a través de mecanismos bien establecidos por la teoría cuántica como el entrelazamiento cuántico (que vincula a partículas entrelazadas más allá del espacio-tiempo) o el efecto túnel cuántico (que se da cuando una partícula cuántica viola los principios de la mecánica clásica, al atravesar una barrera de potencial imposible de atravesar para una partícula clásica). La idea nos recuerda a la propuesta en 2008 por un estudio, en el que se relacionaba la capacidad de orientación de las aves migratorias con una posible “conexión cuántica” de estas con el campo magnético terrestre; aunque en aquel caso el campo magnético no “conectaba” con el cerebro de las aves, sino con los electrones presentes en los iones más inestables de sus retinas. Artículos relacionados · Proponen una nueva clasificación de los problemas de la consciencia · La historia real es la suma de todas las historias virtuales · Relatividad y física cuántica sacuden las ciencias sociales · Juan González Blasco: “La vida humana mejoraría si fuéramos más conscientes” · El cerebro que sueña está muy despierto · El idioma es una geometría Meijer y Geesink proponen que el cerebro podría “comunicarse” con esos tipos diversos de campos gracias a una geometría, la conocida como geometría de toro o toroidal, que básicamente está constituida por espirales circunscritas en una esfera (se puede entender imaginando una rosquilla). Al parecer, el toroide es la forma que tienen los átomos, los fotones y toda unidad mínima constitutiva de la realidad. Pero no solo: Según los investigadores holandeses, nuestro cerebro se organizaría también siguiendo esta estructura (aquí hemos hablado antes de las geometrías que forma el cerebro en su actividad). Esa coincidencia geométrica es la que permitiría al cerebro acoplarse a los campos que nos rodean, para recibir de ellos información continuamente en forma de ondas. Gracias a esto, en nuestra mente se actualizaría, de manera continua, un espacio de memoria global simétrica al tiempo. Además, el acoplamiento y ajuste continuos del cerebro a los campos externos, afirman Meijer y Geesink, permitirían guiar la estructura cortical del cerebro hacia una mayor coordinación de la reflexión y de la acción, así como hacia una sincronía en red, que es la necesaria en los estados de consciencia. La mente como campo Pero los investigadores holandeses van más allá de todo esto en sus postulados. También señalan que la consciencia no es exclusiva del cerebro, sino que surgiría en todo el universo a escala invariante, de nuevo a través del acoplamiento anidado toroidal de varias energías de campos. Quizá esto pudiera relacionarse con el concepto de “protoconsciencia” de Hameroff y Penrose del que hemos hablado antes; e incluso con la idea de la matriz de información universal del paradigma holográfico propuesto por el físico David Bohm en el siglo XX. Meijer y Geesink llegan a describir la mente como un campo situado alrededor del cerebro (lo llaman campo estructurado holográfico), que recogería información externa al cerebro y la comunicaría a este órgano, a gran velocidad (no en vano hablamos de procesos cuánticos). Los investigadores aventuran que este hecho podría explicar la rapidez con la que el cerebro registra y procesa información del entorno, a nivel consciente e inconsciente. Ese campo estructurado holográfico estaría, según ellos, en la cuarta dimensión o espacio-tiempo, aunque tenga efectos en nuestro cerebro tridimensional e incluso en la manera en que percibimos el mundo en tres dimensiones. Curiosamente, una idea “parecida” proponía hace unos años el antropólogo Roger Bartran, en su obra Antropología del cerebro: la conciencia y los sistemas simbólicos, aunque en aquel caso la parte de consciencia humana “fuera del cerebro” se ubicaba en los sistemas culturales, con los que algunas regiones cerebrales están estrechamente ligadas. Implicaciones Para los científicos holandeses, su hipótesis tiene profundas implicaciones filosóficas: Sugiere que existe una “profunda conexión de la humanidad con el cosmos” que nos obliga a tener “una gran responsabilidad sobre el futuro de nuestro planeta”, escriben en su artículo. Asimismo, su teoría podría conllevar un atisbo de respuesta para la pregunta con la que iniciamos este artículo: ¿Cómo los procesos cerebrales (es decir, físicos) dan lugar a la consciencia, que es inmaterial? Quizá sea que existe un campo mental situado en la cuarta dimensión, allí conectado a otros campos externos mientras, al mismo tiempo, forma parte física de nuestro cerebro. Pero habrá que esperar a que ese campo mental sea una certeza para poder lanzar conclusiones definitivas. Meijer y Geesink Referencia bibliográfica: Dirk K.F. Meijer, Hans J.H. Geesink. Consciousness in the Universe is Scale Invariant and Implies an Event Horizon of the Human Brain. NeuroQuantology (2017). DOI: 10.14704/nq.2017.15.3.1079. La audiencia de la sinagoga de Cafarnaún debe de estar harta de oír siempre lo mismo. Por eso se sorprende ante la enseñanza de ese día. Jesús enseña otras cosas y de otra manera. Jesús habla del Reinado de Dios y usa una pedagogía activa, enseña haciendo lo que dice, ofreciendo buenos ejemplos. En la misma sesión tiene lugar el primer acto liberador de Jesús. Expulsa un espíritu inmundo con la fuerza de su palabra: “¡Cállate y sal de él”. El evangelista lo expresa con concisión: “Les enseñaba como quien tiene autoridad, no como los letrados” y pone en boca de los que ese día están escuchando a Jesús “¿Qué es esto? ¡Una doctrina nueva, expuesta con autoridad! Manda hasta a los espíritus inmundos y le obedecen”.
En el evangelio de hoy Marcos nos sigue presentando a Jesús, al Jesús de Galilea, el humano. Ya nos ha relatado, en versículos anteriores, la escena del bautismo, por Juan en el Jordán; el retiro en el desierto con las tentaciones y la elección y seguimiento de los primeros discípulos. Hoy nos presenta la primera jornada de la actividad pública de Jesús. Es un sábado en la sinagoga de Cafarnaún. Allí Jesús empieza a enseñar y a curar. Es como el primer día de curso de un buen maestro. Jesús presenta su programa y la audiencia queda asombrada del contenido de su doctrina y de su metodología de enseñanza. Le comparan con otros maestros, los letrados de todos los sábados y constatan la diferencia: Jesús enseña con autoridad (exousía, “de lo que uno es”). ¿Qué vieron los galileos en Jesús para llegar a la conclusión de que enseña con autoridad, no como los letrados? ¿Dónde está la diferencia? ¿Por qué les parece que el enseñar de Jesús es nuevo? Lo que están presenciando es la coherencia en Jesús entre lo que enseña y hace. Enseña curando. Predica y libera del espíritu inmundo. Marcos, al presentar a Jesús, lo primero que dice a sus comunidades es que Jesús es la Buena Noticia de Dios para los hombres: “El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios ha llegado; convertíos y creed la Buena Nueva”. Para Marcos Jesús es una buena noticia y además nos trae a los hombres buenas noticias de parte de Dios. Y eso lo empiezan a comprobar los presentes en la sinagoga de Cafarnaún aquel primer sábado de la vida pública de Jesús. Y quedaron impresionados de su enseñanza y su actuación liberadora, de la autoridad con que hablaba y cura. En otro momento de su evangelio Marcos (11, 27-33) vuelve a hablar de la autoridad con que Jesús actúa. Ahora es en Jerusalén, paseando por el templo; se le acercan a Jesús los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos y le preguntaron ¿Con qué autoridad dices lo que dices y haces lo que haces? ¿Quién te ha dado tal autoridad para hacerlo? Y Jesús, con toda su autoridad, ni les contesta. Aquí observamos la diferencia: La gente sencilla y sufriente de la sinagoga de Cafarnaún está seducida por la autoridad con que Jesús habla y actúa. Para las autoridades religiosas de Jerusalén la “autoritas” de Jesús es sospechosa ¿De dónde le viene? ¿Quién se la ha dado? ¿Quién está detrás? Jesús es un peligro para los líderes religiosos. De nuevo la diferencia entre la enseñanza de Jesús y la enseñanza de los letrados: enseñar con autoridad. Llegados a este punto vamos a examinar la “autoridad” que nosotros reconocemos en las enseñanzas Jesús. ¿Qué razones tenemos para justificarla? Empecemos por contestar a la pregunta: ¿Qué es para nosotros enseñar con autoridad? Pensemos en alguno de nuestros buenos maestros. Los aspectos que más valoramos son: 1. Si conocía en profundidad y tenía experiencia en el área de conocimiento que enseñaba 2. Si hacía fácil lo difícil. Enseñar es facilitar el aprendizaje. Un maestro es bueno si crea buenos aprendices. Si despierta mi necesidad de saber más. Si su enseñanza me hace crecer como aprendiz. 3. Si era feliz al enseñar. Si contagiaba su entusiasmo y motivación. En Jesús se cumplen en grado óptimo estas condiciones. Conoce profunda y vivencialmente lo que nos va a enseñar. Desde la experiencia del Jordán se siente Hijo de Dios y lleno de su espíritu. Habla del Reinado de Dios desde su sentir a Dios como Padre-madre. Se sabe hijo y actúa como tal. Es como el Padre, se parece a Él y se dedica a las cosas de su Padre. Intuye que su tarea es continuar la obra del Padre. En suma, Jesús habla desde lo que es y lo que vive. Enseña desde su ser verdadero. Desde su sabiduría natural descubre que Dios está con él y se siente con la misión de enseñar a los hombres esa presencia de Dios en cada ser, en toda la humanidad, en toda la creación. La Buena Noticia de Jesús para nosotros es que somos hijos de Dios y hemos sido creados por amor, para que seamos felices. Y Jesús es nuestro maestro y modelo al que queremos seguir porque tiene autoridad y nos garantiza el éxito final si seguimos sus pasos. En el catecismo que de pequeños estudiamos nos decían que Jesús había venido a darnos ejemplo de vida. Y en muchos momentos importantes de la vida de Jesús leemos en el Evangelio la recomendación: “Haz tú lo mismo”. Con los ojos puestos en Jesús tenemos fácil descubrir en cada momento qué hacer, cómo comportarnos. ¿Cómo lo haría Jesús en mis circunstancias? En el Evangelio, Jesús nos ofrece muchos ejemplos prácticos, como buen maestro. Y como conclusión, brota desde lo más profundo de nuestro ser la oración: ¡Señor ayúdanos en el aprendizaje para enseñar como tú, con autoridad! En la primera lectura, Moisés, después de convencer a los israelitas de que Dios les hablaba desde la tormenta con voz de trueno, promete que no va a meterles más miedo. Pero eso solo será posible si prometen hacerle caso a él y a los profetas. Les habla de una futura figura profeta que liberaría de verdad al pueblo. Los primeros cristianos vieron en Jesús a ese profeta. Era la figura anunciada y esperada por el pueblo. Esa identificación garantiza que las palabras de Jesús son las palabras de Dios. Esta es la clave para interpretar todo el evangelio de Mc. Hablará con la autoridad propia del mismo Dios. Sus palabras tendrán la fuerza creadora y sus acciones serán liberadoras como las acciones del mismo Dios.
Pablo, con una visión de Dios muy cercana a la del “Júpiter tonante” del Sinaí, llega a la conclusión de que preocuparse del marido, o de la mujer o de los hijos, es alejarse de Dios. El Dios de Jesús es muy distinto. El mensaje de Jesús nos dice que a Dios solo se puede ir a través del hombre. Buscar a Dios prescindiendo del prójimo es idolatría. Creer que el tiempo dedicado a las personas es tiempo negado a Dios es una trampa. No me explico de dónde puedo sacar Pablo una doctrina tan contraria al evangelio. Primer día de actividad de Jesús. Su primer contacto con la gente tiene lugar en la sinagoga. Es un signo de que la primera intención de Jesús fue enderezar la religiosidad del pueblo. Por dos veces en el relato se hace referencia a la enseñanza de Jesús, pero no se dice nada de lo que enseña. Se habla de sus obras. Lo que Jesús hace es liberar a un hombre de un poder opresor. Jesús libera, cuando actúa. La buena noticia que anuncia Mc es la liberación de la fuerza del mal y de la fuerza opresora de la Ley. La intención de Mc es que la gente se haga la pregunta clave: ¿Quién es Jesús? Todo lo que sigue en este evangelio, será la respuesta. Enseñaba como quien tiene autoridad. La palabra clave es “exousia”. No es nada fácil penetrar en el verdadero significado de este término. Debemos distinguirlo de “dynamis”. Esta distinción es relativamente fácil: “Dynamis” sería la fuerza bruta que se impone a otra fuerza física. “Exousía” sería la capacidad de hacer algo en el orden jurídico, político, social o moral, siempre en un ámbito interpersonal. La palabra griega significa, además de autoridad, facultad para hacer algo, libertad para obrar de una manera determinada. Otra característica de la “exousía” es que la persona la puede tener por sí misma o recibirla de otro que se la otorga. Qué quiere decir el evangelista cuando le aplica a Jesús esa “autoridad”. Se trata de una autoridad que no se impone, de una potestad que se manifiesta en la entrega, de una facultad de acción que se pone al servicio de los demás. Sería la misma autoridad de Dios dándose a todas sus criaturas sin necesitar nada de ninguna de ellas. El concepto de Dios “Todopoderoso” que exige un sometimiento absoluto, nos impide entender la exousía de Jesús. Solo desde la experiencia del Dios-Amor de Jesús podremos entenderla. Jesús enseñaba con autoridad, porque no hablaba de oídas, sino de su experiencia interior. Trataba de comunicar a los demás sus descubrimientos sobre Dios y sobre el hombre. Los letrados del tiempo de Jesús, (y los de todo tiempo) enseñaban lo que habían aprendido en la Torá. De ella tenían un conocimiento perfecto, y tenían explicaciones para todo, pero el objetivo de la enseñanza era la misma Ley, no el bien del hombre. Se quería hacer ver que el objetivo de Dios al exigir los preceptos, era que le dieran gloria a Él, no al hombre. Les llamó la atención ver que Jesús hablaba con la mayor sencillez de las cosas de Dios tal como él las vivía. Su experiencia le decía que lo único que Dios quería, era el bien de la persona. Que Dios no pretendía nada del ser humano, sino que se ponía al servicio del hombre sin esperar nada a cambio. Esta manera de ver a Dios y la Ley no tenía nada que ver con lo que los rabinos enseñaban. Todos los problemas que tuvo Jesús con las autoridades religiosas se debieron a esto. Todos los problemas que tienen los místicos y profetas de todos los tiempos con la autoridad jerárquica, responden al mismo planteamiento. Cállate y sal de él. La expulsión del “espíritu inmundo” refleja el planteamiento del evangelio como una lucha entre el bien y el mal. “Mal” es toda clase de esclavitud que impide al hombre ser él mismo. Nadie se asombra del “exorcismo”, que era corriente en aquella época. Lo que les llama la atención es la superioridad que manifiesta Jesús al hacerlo. Jesús no pronuncia fórmulas mágicas ni hace ningún signo estrafalario. Simplemente con su palabra obra la curación. Lo que acaban de ver les suscita la pregunta: ¿Qué es esto? Hablar con autoridad hoy sería hablar desde la experiencia personal y no de oídas. Lo único que hacemos, también hoy, es aprender de memoria una doctrina y unas normas morales, que después trasmitimos como papagayos. Eso no puede funcionar. En religión, la única manera válida de enseñar es la vivencia que se trasmite por ósmosis, no por aprendizaje. Esta es la causa de que nuestra religión sea hoy completamente artificial y vacía, que no nos compromete a nada porque la hemos vaciado de todo contenido vivencial. Espíritu inmundo sería hoy todo lo que impide una auténtica relación con Dios y con los demás. Fijaos hasta qué punto estamos todos poseídos por un espíritu inhumano. Esas fuerzas las encontramos tanto en nuestro interior como en el exterior. Nunca, a través de la historia, ha habido tantas ofertas falsas de salvación. Una de las tareas más acuciantes del ser humano es descubrir sus propios demonios; porque solo cuando se desenmascara esa fuerza maléfica, se estará en condiciones de vencerla. Muchas de las fuerzas que actúan en nombre de Dios también oprimen, reprimen, comprimen y deprimen al ser humano. Una importante tarea en esta liturgia, sería descubrir nuestras ataduras y tratar de desembarazarnos de ellas. Todos estamos poseídos por fuerzas que no nos dejan ser lo que debiéramos ser. Hoy sigue habiendo mucho diablo suelto que trata por todos los medios de que el hombre no alcance su plenitud. La manera de conseguirlo es la manipulación para que no consiga alcanzar libremente su plena humanidad. Nuestra vida debía ser un acopio de autoridad para ayudar al hombre a liberarse de sus demonios. Jesús emplea su autoridad, no contra hombre alguno sino contra las fuerzas que los oprimen. Como individuos, como comunidad y como Iglesia, estamos siempre tratando de aumentar nuestra autoridad, pero no la que desplegó Jesús, sino la que nos permite creernos superiores a los demás. Si utilizamos esa autoridad para someterlos a nuestro capricho, aunque sea bajo pretexto de hacer la voluntad de Dios o de buscar el bien de los demás, estamos en la antípoda del evangelio. Todos los seres humanos necesitamos ayuda para superar nuestros demonios, y todos podemos ayudar a los demás a superarlos. Es verdad que existe mucho dolor que no podemos evitar, pero debíamos distinguir entre el dolor y el sufrimiento que ese dolor puede infligir. Soportar el dolor, antes de que alcance la categoría de sufrimiento, sería la tarea decisiva de cada ser humano. Aquí tenemos un margen increíble para la maduración personal, pero también para desplegar cauces de ayuda a los demás. Estoy seguro que las curaciones de Jesús fueron encaminadas a suprimir el sufrimiento, no el dolor. Meditación Toda autoridad que se ejerce desde el poder viene del diablo. Solo la autoridad que da el servicio viene de Dios Tu tarea primera como ser humano, es liberarte de todo lo que te impide ser tú. La segunda es ayudar a los demás a liberarse de todos los demonios que andan sueltos. Marcos ha presentado a Jesús recorriendo Galilea para anunciar la buena noticia del reinado de Dios. Pero no ha dicho cómo reaccionaba la gente. Sabemos que cuatro muchachos, atraídos por su persona, lo dejan todo para seguirle. ¿Y el resto? ¿Cómo reacciona? Este será el tema del primer relato extenso del evangelio.
El asombro del auditorio Marcos nos sitúa en uno de los pueblos más importantes de Galilea, Cafarnaúm, nudo de comunicaciones con Damasco. Un sábado, Jesús entra en la sinagoga y enseña. Pero Marcos no se detiene a concretar su enseñanza. Lo que le interesa es la reacción del auditorio: “se quedaron asombrados de su doctrina, porque no enseñaba como los escribas, sino con autoridad.” La idea es curiosa, porque los escribas no eran gente impreparada e ignorante que decían cualquier tontería para salir del paso. Tenían una larga y profunda formación. Pero, en opinión de la gente, enseñaban sin autoridad, incapaces de tener una idea propia, de aportar algo nuevo. Jesús, en cambio, los asombra por esa autoridad. ¿Qué dijo para suscitar esa impresión? Marcos no lo concreta, porque su táctica consiste en despertar la curiosidad del lector y animarle a seguir leyendo el evangelio con interés. El rechazo de un pobre diablo Sin embargo, no todos están de acuerdo con lo escuchado. Hay uno que reacciona en contra: un endemoniado. En realidad, se trata de un pobre diablo. No opone resistencia. Sólo puede protestar, reconocer que los suyos están derrotados y abandonar, retorciéndose y huyendo, el campo de batalla. Las palabras que Marcos pone en su boca son esenciales: «¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios.» En ellas se condensa el misterio de Jesús y de su actividad. El que aparentemente es sólo un hombre natural de Nazaret llamado Jesús, es en realidad “el Santo de Dios”. Este título es muy raro. Sólo se encuentra aquí, en el texto paralelo de Lucas, y en el evangelio de Juan, cuando Pedro, después de que muchos abandonen a Jesús, afirma: “Nosotros hemos creído y reconocemos que tú eres el Santo de Dios.” (Juan 6,69). Lo que Pedro y los demás discípulos han terminado creyendo, superando una gran prueba de fe, el endemoniado lo sabe de entrada. Descubrir el misterio de Jesús será una de las misiones del lector del evangelio. En cuanto a su actividad, la pregunta del endemoniado la deja claro: ha venido a acabar con los demonios y el poder de Satanás. Al lector moderno, puede resultarle un lenguaje extraño. Prefiere hablar de lucha contra el mal, de victoria del bien sobre las fuerzas del mal. Pero Marcos se mueve en otras coordenadas culturales y religiosas. La guerra contra Satanás y los espíritus inmundos Marcos concibe su evangelio como una guerra entre el bien y el mal. Inmediatamente después del bautismo, Jesús es impulsado por el Espíritu al desierto, y allí es tentado por Satanás, mientras los ángeles le sirven. Marcos no cuenta ninguna de las famosas tentaciones. Se limita a presentar a los dos adversarios en lucha: Jesús y Satanás. Y esa guerra continúa con una batalla, vencida fácilmente por Jesús, contra un soldado de Satanás. Ya que nuestra idea del demonio está muy marcada por ideas posteriores, recuerdo que en el evangelio de Marcos los espíritus inmundos aparecen con dos rasgos principales: a) sirven para explicar casos muy complicados para la medicina de la época. En Mc hay dos episodios especialmente famosos: el del endemoniado gadareno (Mc 1,23.26; 5,2.8.13) y el del niño sordomudo que padece epilepsia (9,14-29), al que se presenta como poseído por un espíritu mudo (v.17), mudo y sordo (v. 25). En el caso de la hija de la cananea (7,25) no sabemos en qué consiste la enfermedad. b) expresan la oposición radical al plan de Dios. Lo esencial no es que hagan daño a las personas, sino que protestan de la actividad de Jesús. El endemoniado reconoce su poder, sabe quién es y la misión que tiene: destruirlo. Con este mismo aspecto se menciona a los espíritus inmundos en 3,11. Un aspecto esencial de la actividad de Jesús es expulsar demonios (1,34.39). Los discípulos reciben de Jesús ese poder contra ellos (6,7), aunque algunos son muy difíciles de echar, hace falta oración (9,28-29). Pero Marcos dejará claro a lo largo de su evangelio que los enemigos más peligrosos de Jesús no son los demonios sino los hombres. Serán ellos quienes terminen matándolo. La admiración final Tras la huida del demonio, el protagonismo pasa a los presentes en la sinagoga. Antes se admiraron de la autoridad con la que enseña Jesús. Ahora se quedan estupefactos al ver que, además, tiene también poder sobre los espíritus inmundos. Y se preguntan: “¿Qué es esto?” ¿Qué está ocurriendo aquí? ¿Cuál será nuestra reacción? Marcos ha presentado dos reacciones muy opuestas ante la persona y la actividad de Jesús: admiración y rechazo. Con ello queda claro lo que espera de cada uno de sus lectores. Decía un pensador griego que “el asombro llevó a los hombres a filosofar”. Marcos, de forma parecida, sugiere que la admiración es el punto de partida para creer en Jesús. Poco a poco, la pregunta de la gente “¿qué es esto?” se convertirá en “¿quién es éste?”. Nota sobre la primera lectura Dios promete que, tras la muerte de Moisés, suscitará a un profeta, más bien a una serie de profetas, que transmitirán al pueblo su palabra. Al situar este texto del Deuteronomio como primera lectura, la liturgia nos recuerda que ese profeta prometido es Jesús. De todos modos, el evangelio no pretende presentar a Jesús como profeta ni dice que la respuesta a su palabra sea la obediencia, sino el asombro. La lectura está bastante traída por los pelos. Entrevista de Lluís Amiguet a Javier Melloni, en La Contra, de La Vanguardia
Xavier Melloni, antropólogo, teólogo y eremita en la Cova de Sant Ignasi de Manresa. Tengo 53 años: sin la experiencia de Dios no tendrían sentido. Nací en Barcelona. Casado con la vida. ¿Hijos? Hay muchas maneras de engendrar. La política debe conjugar lo imposible. Un poco de ciencia te hace ateo; mucha ciencia te hace creyente. El místico experimenta lo que la ciencia demostrará. Antes que la ciencia. Los lamas y los místicos trascendieron la religión al experimentar en su conciencia la energía del universo que Einstein describiría siglos después en fórmula y que hoy podemos verificar en el GPS. El jesuita Melloni, coautor con Josep Cobo de “Dios sin Dios” (Fragmenta), se dispone a recorrer en la Cova de Sant Ignasi la vía mística para trascender las religiones y anticipar su síntesis, porque cree, con Teilhard de Chardin, que la humanidad evoluciona hacia un estadio de conciencia armónico, que superará su división en naciones e iglesias. Algunos se empeñan en retroceder hacia el Dios tribal y terrible de las ejecuciones, pero acabarán uniéndose –anuncia– a quienes avanzamos hacia la luz. ¿Le molestó la blasfemia de aquella poetisa en el Ayuntamiento de Barcelona? Mucho, pero no por Dios, porque a Dios la blasfemia no le llega, sino por lo que tenía de agresión contra las personas creyentes. Me sorprendió su rabia y me gustaría que me explicara la razón y el sentido de esa rabia. ¿De dónde cree usted que viene? Es la reacción contra el residuo de la imposición del antiguo Dios autoritario. Hoy se blasfema menos, porque ese Dios impuesto está desapareciendo de nuestro imaginario. La blasfemia en una sociedad libre sale barata, gracias a Dios. En Irán la hubieran lapidado. Cierto. ¿Por qué en nuestra era postreligiosa cada vez hay menos curas y más artistas? Porque ese ateísmo infantil bloquea la irrenunciable aspiración a trascender y muchos la buscan en el arte. Ese ateísmo del Dios autoritario es la fase purificadora en el proceso de la fe hacia el encuentro interreligioso. Otros regresan hacia el Dios medieval. Tras el ateísmo de ese Dios arcaico hay una forma progresiva de recuperar a Dios y otra regresiva: el fundamentalismo reaccionario. ¿Cuál es nuestro fundamentalismo? Un narcisismo paradójicamente adicto a todo. Su expresión más ridícula son las redes sociales y las selfies: ya sólo nos interesa vernos y fotografiarnos a nosotros mismos. Y nos enganchamos a cualquier cosa: drogas, el móvil, las series televisivas… Por eso necesitamos ejercicio espiritual para superarlo. Y ahora… ¡Silencio! ¡…! … ¿…? El silencio no es la ausencia de ruido, sino la ausencia de ego. En los colegios laicos más avanzados del planeta se practica la meditación. Es un indicio esperanzador de que todos convergemos hacia un nuevo estadio. Deme un consejo para Semana Santa. Póngase una alarma y deténgase cada hora en ese silencio del ego. Deje que irrumpa el momento en toda su densidad en su conciencia. Pase así de ser mero okupa del espacio y el tiempo a integrarse en ellos. Y vivirá más. Cada instante es irrepetible: repítalo cada hora. ¡Magnífico! ¿Alguna otra sugerencia? Renuncie a algo. La renuncia no quita; la renuncia da. Da libertad. Experiméntela. Libérese de algo de lo que cree depender. ¿Librarme de algo que necesito? Progresará: el narcisismo y la adicción son estancamientos, fijaciones. Cuando los supere tendrá una autoestima sana. El siguiente paso es convertirla en realización y después en trascendencia. Es un proceso de superación personal –ontogénesis– que luego se repite –filogénesis– en toda la especie. ¿De verdad cree que progresamos? Como las personas, los pueblos y las religiones también se estancan en el narcisismo. Para superarlo, deben morir en ese estadio primario y reaparecer en uno superior. ¿Cómo? Las palabras condensan significado y energía: designan el mundo, pero también capturan cuanto designan, lo encierran. Por eso, hasta que sustituyes una palabra por otra, no puedes percibir el mundo de otro modo: no progresas. Para llegar al mar de la nueva conciencia, tal vez el río de cada religión deba perder su nombre. Y adoptar el nuevo. ¿Qué nueva fase? Hoy los humanos entre fases de progreso estamos entre el miedo a esa evolución espiritual y la audacia de la ciencia. En ciencia sí hemos sido audaces hasta trascender la materia y llegar a la energía. Usted dice que ya lo hacían los místicos. Los místicos experimentaban por vía espiritual lo que después la ciencia recorrería con la razón empírica en el laboratorio. Sentían la energía que luego demostraría la física. Visionarios de la energía del universo. La mística solo anticipaba el camino de la ciencia. Por eso, un poco de ciencia te hace ateo, mucha ciencia te hace creyente. Las religiones orientales son la aceptación del ya es, y las occidentales añaden su rebeldía profética: la ascensión hacia lo que todavía no es. ¿Y hacia dónde vamos? Vamos a la síntesis de las religiones. Y digo síntesis, porque es la superación de lo anterior con una unión armónica, y no sincretismo, que es su degradación en la mezcla. ¿Cómo y por qué ahora? La densidad de conocimiento nos lleva a un cambio cualitativo de conciencia. El esfuerzo místico debe lograr que la experiencia mística vuelva a ser de nuevo anticipación del camino que recorrerá la ciencia. ¿Y usted va a intentarlo: ser místico? Quiero dar un paso más allá del estudio al que he dedicado 15 años. ¿Cilicios, ayuno, mortificación? Para nada. Solo vida normal y concentración. Está usted muy delgado. Porque estoy muy ocupado. La mística no es una experiencia religiosa, sino que intenta trascender lo religioso. ¿Cómo? La globalización está aquí, pero debemos evitar que provoque traumas y violencia. Yo intentaré modestamente hacer lo posible para que haya lucidez hacia la síntesis. Los inmigrantes se han convertido en tema de conversación y pasto de comentarios y sensaciones mayoritariamente negativas; del corazón y sus miedos habla la boca. Cada vez vienen en mayor número, a pesar de que el gobierno español no llega ni de lejos a la cuota de acogida que le ha fijado la UE. Y los católicos no somos ajenos a muchas descalificaciones.
Es fácil captar una actitud generalizada de miedo ante la llegada de los inmigrantes: turismo médico, delincuencia, menores oportunidades de trabajo para nuestros hijos, falta de integración social, costes suplementarios en ayudas básicas... y miedo también a la colonización islamista. Rechazo al diferente, en suma, por lo que pueda perjudicarme, sin pensar en mayores consideraciones. Pero la realidad no es tan simple ni tan negativa porque tiene su lado luminoso. Trabajo. La mayoría viene a trabajar, con ganas de aportar a la sociedad lo que en sus países no les deja la miseria o las injusticias estructurales. Los inmigrantes suelen coger los trabajos que no queremos el resto. Si se comparan las estadísticas del tipo de ocupación, es evidente que en el reparto de empleos entre los trabajadores autóctonos y extranjeros, los inmigrantes copan las tareas no cualificadas. Legalidad. Los que huyen de las guerras deberían tener estatus de refugiado según la Carta de Naciones Unidas que obliga a los Estados a acogerlos. La Unión Europea comete una injusticia además de una ilegalidad flagrante. No pueden ser tratados como apestados, como ocurre en las vallas de Ceuta y Melilla y a espaldas de todos en pleno mar Mediterráneo. Pero aparte de que no se cumple la ley con los exiliados, (qué vergüenza el “centro de acogida” de Archidona), basta reflexionar sobre la cantidad de organizaciones solidarias que existen para atender sus necesidades más primarias, para entender que el colectivo se caracteriza porque sus miembros necesitan urgentemente un contexto humanitario básico como seres humanos que son. Ayudas públicas. Las ayudas instauradas en Euskadi las disfrutan foráneos y autóctonos. Y el fraude en las prestaciones, es mayor en los de casa (Seguridad Social, IVA, IRPF, autónomos...). Un ejemplo más: a finales de 2015, los extranjeros empadronados en Euskadi aportaban más ingresos a las arcas públicas vascas que el gasto que suponen para el sistema de bienestar social: 631 frente a 593. Y sin la llegada de los inmigrantes, hubiésemos perdido 50.000 habitantes en los últimos años. Delitos violentos. Es una realidad que no es exclusiva de los foráneos: un informe realizado por la Fundación Aspacia alerta de los obstáculos a los que las mujeres en situación irregular se enfrentan a la hora de denunciar una agresión sexual, como son el miedo a ser expulsadas y la desatención sanitaria. Mujeres sin tarjeta sanitaria que no tienen nada y que son presa fácil para las mafias. Hay estudios que demuestran que no hay una correlación causal entre migración y criminalidad. Como ha denunciado la Cruz Roja, en algunos conjuntos de datos sobre criminalidad se mezclan delitos con simples faltas administrativas como carecer de documentación o entrada al país de manera irregular. Tratamiento informativo. Cualquier noticia negativa de este colectivo, tiene una repercusión exponencialmente peor que la de uno de los nuestros. Problema político. Algunos opinan que se les dé ayuda en sus países de origen y así no tendrían que emigrar. No es precisamente lo que hemos hecho los refinados europeos con el colonialismo, ni seguimos haciendo al disminuirles la ayuda a la cooperación internacional cuando más la necesitan. Fuimos a sus países a robarles de mala manera sus recursos naturales y ahora que el mundo está como está, con tantos millones de desplazados huyendo de la miseria y la guerra, se encuentran con las puertas del bienestar cerradas o con muchas dificultades para traspasarlas. Lo peor es que el problema alcanza unas magnitudes colosales. No son pocos los que quisieran volver a sus países en el momento en que la situación que motivó su salida desapareciese. No vienen por gusto. Si han dejado todo -su casa, su familia-, y ponen en riesgo su vida y la de sus hijos, lo hacen porque el resto de opciones han fracasado estrepitosamente. ¿Qué son las 600.000 peticiones de asilo en Europa si se comparan con los 60 millones desplazados internos en Asia y África? El caso de Líbano es tremendo: 1.200.000 refugiados a los que añadir medio millón de palestinos, en una población que tiene unos cuatro millones de habitantes. Es como si a España llegasen 12 millones de refugiados. Efecto llamada. Lo de justificar el endurecimiento de normas y fronteras para evitar el "efecto llamada", se desmonta recordando que a las personas desesperadas no les las puede parar ni con vallas, ni con riesgo mortal para sus vidas, ni con la militarización de las fronteras. Lo curioso es que el comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, dijo que la llegada de tres millones de inmigrantes no sería un caos para la UE; por el contrario, es un factor que elevaría el PIB de la economía europea. Europa perderá su identidad y su cultura cristiana. Muchos piensan como el ultraderechista húngaro Viktor Orbán, cuando alerta de que podemos ser minoría en nuestro propio continente ante el riesgo de llegada masiva de refugiados musulmanes. La decadencia no nos deja ver que los pretendidos valores están desvalorizados hace tiempo, la ética expulsada de las aulas y la religión cristiana puesta en cuestión sine die, además del poco ejemplo de quienes nos decimos creyentes. Lo fundamental es preservar los valores de tolerancia, de respeto por la diversidad, de solidaridad, que es lo que nos va a propiciar las actitudes necesarias ante los retos a los que nos tendremos que enfrentar pronto. Discursos intolerantes como los de Orbán son la mejor propaganda para que grupos radicales capten a más gente. Saturan la sanidad pública, que no la financian. Como explica Amnistía Internacional, el impacto fiscal de la inmigración en España, arroja un resultado positivo que representa medio punto del PIB, es decir, más de 5.000 millones de euros. En otras palabras, las personas migrantes obtienen menos de lo que aportan, y disfrutan de menos beneficios sociales que los autóctonos. En cuanto a la financiación, desde 1999 la Sanidad se paga a través de impuestos indirectos, como el IVA o el IRPF, y no mediante las cotizaciones a la Seguridad Social. Por lo tanto, los migrantes que consumen y pagan este tipo de impuestos, contribuyen a financiar los servicios sanitarios. Acabo con una realidad que no puede soslayarse: no nos olvidemos que el exilio sigue siendo exilio aun estando en la ciudad más bonita del mundo. Suena siniestro leer que tras la ideología de género se encuentra el marxismo cultural y el feminismo radical, amén de otros agentes, empeñados en acabar con la familia tradicional y el mundo occidental tal como lo conocemos.
¿En relación a qué es "radical" el feminismo así calificado? Según sus críticos es "radical" en relación al feminismo moderado o tradicional de las primeras feministas, las cuales fueron buenas chicas que portaron el estandarte de la liberación femenina con justas reivindicaciones sociales como un salario digno o acceso a profesiones consideradas exclusivamente de hombres. Un feminismo al cual nada se puede objetar, sino todo lo contrario. Pero a finales de los años sesenta surge en Estados Unidos un grupo de feministas radicales que empieza a desmarcarse de lo que hasta ese momento había sido el movimiento feminista reivindicativo en todo el mundo, dando lugar al feminismo agresivo contra el hombre y toda su cultura patriarcal, cuyo germen debe buscarse en la nueva izquierda surgida después de mayo del 68. "El corpus de esta ideología totalitaria incluye el sexo libre, el aborto, y la desaparición del matrimonio, la familia y la religión por ser instituciones opresoras". A juzgar por lo extremado de las afirmaciones de algunas de sus representados es fácil satanizar el feminismo radical, sin pararse a pensar en sus causas y razones reivindicativas, tras las que se esconden muchas experiencias de dolor, como la de, por ejemplo, la escritora estadounidense y activista Andrea Dworkin, cuya vida es todo un rosario de abusos. Para empezar, abusos por parte de su padre, abusos de su primer marido. A los 18 años fue arrestada durante una protesta contra la guerra del Vietnam y estuvo en la cárcel de mujeres del Village, donde sufrió abusos de dos médicos. Todos estos factores dominaron sus batallas subsiguientes contra toda forma de violencia contra la mujer. Tras licenciarse en Literatura en 1968 por el Bennington College, dedicó todas sus fuerzas a la lucha feminista. Básicamente, fueron batallas contra la pornografía, la pedofilia, la violencia contra la mujer y la conducta sexual del hombre como referente de la desigualdad imperante, ahondando en la utilización del sexo por el hombre como vehículo del poder patriarcal. En 1999, a los 53 años, fue drogada y violada en un hotel de París, un suceso que le hizo un daño enorme, agravado, además, porque hubo quien no creyó su historia. Es evidente que muchas mujeres no han llegado al feminismo radical por pura teoría ni por promover caprichosamente una ideología de género, sino sencillamente como consecuencia de su propia experiencia de vejación y dolor. Se entiende perfectamente que sea una mujer, monja y teóloga católica, Ivone Gebara, la que pueda escribir una teodicea teológica hasta aquí no tratada por ningún teólogo o filósofo masculino, me refiero a El rostro oculto del mal. Una teología desde la experiencia de las mujeres (Trotta, Madrid, 2002). Ciertamente, la experiencia de violencia sexual o machista no justifica necesariamente las posiciones extremas o radicales, pero ayuda a comprenderlas y obliga a buscar otras perspectivas y hermenéuticas más comprensivas, según el principio cristiano destacado por San Ignacio, de que antes de condenar la posición contraria, hay que intentar salvarla. Así es como se es fiel a aquel que dijo, "no he venido a condenar al mundo, sino a salvarlo" (Jn 12, 47). Cuando cada día somos testigos del abuso de la mujer, que en estos últimos meses ha tenido por protagonista a la industria del espectáculo de Hollywood, pero que es una realidad cotidiana que muchas niñas -y niños- llevan sufriendo desde la más tierna infancia en el seno mismo de su familia. Es triste comprobar que la violencia contra la mujer está presente en tanto en ámbitos privados como públicos; en el hogar y en trabajo; en la economía canalla de la prostitución, la pornografía y la trata de blancas; en la violencia física directa; en los feminicidios, que muchas veces quedan impunes. Los que señalan los años 60 como génesis de la ideología de género, deben recordar que aquellos fueron marcados no solo por el movimiento feminista radical, sino también por protestas internacionales contra la guerra en Vietnam y contra la aceptación y hasta el apoyo de brutales dictaduras en Latinoamérica. Parte de aquella juventud se radicalizó al no ver posibilidades de eliminar esta violencia institucional. Protestaba por igual contra la violencia política y todo tipo de violencias, entre ellas la violencia de género. Dicho esto, hay que aclarar que este tipo feminismo radical de los años 60-70 ya apenas si existe, excepto en Estados Unidos, donde siempre ha contado con grandes representantes, cuyo pensamiento fluctuó entre lo radical y lo moderado. Hoy muchas feministas abogan más por la cooperación que por la confrontación. En la actualidad, se puede decir con María Blanco, que "nadie tiene el monopolio de lo que piensan las mujeres, ni del feminismo auténtico, ni de la feminidad" (Afrodita desenmascarada. Una defensa del feminismo liberal, Deusto Ediciones, Barcelona, 2017). Cathy Young, escribiendo a mediados del 2016 para The Washington Post, afirmaba que casi nadie niega la realidad histórica de la dominación masculina, pero la solución al problema, que ha creado un gran fractura en nuestra cultura, pasa no sólo por la guerra entre sexos. "Para formar parte de la curación, el feminismo debe incluir a los hombres, no sólo como aliados sino como socios, con una misma voz y una misma humanidad". Después de una década complicada, la Conferencia Episcopal Española reconocía que el tiempo transcurrido desde la publicación Directorio de la Pastoral Familiar en España (2003), donde los obispos llamaban la atención sobre las nuevas circunstancias en las que se desarrollaba la vida familiar, y la presencia en la legislación española de presupuestos que devaluaban el matrimonio, en la actualidad "permite advertir que, desde entonces, no son pocos los motivos para la esperanza. Junto a otros factores se advierte, cada vez más extendida en amplios sectores de la sociedad, la valoración positiva del bien de la vida y de la familia; abundan los testimonios de entrega y santidad de muchos matrimonios y se constata el papel fundamental que están suponiendo las familias para el sostenimiento de tantas personas, y de la sociedad misma, en estos tiempos de crisis". Los múltiples desafíos al concepto cristiano de la sexualidad y la familia están ahí, pero para responder a esta problemática, amplia y compleja, a la Iglesia no le queda otra vía que volver a reflexionar las viejas creencias a la luz de las nuevas realidades. Su labor es la búsqueda de la paz y el bien en cada nuevo contexto y en cada nuevo momento de la historia, sanar el egoísmo visceral que nos lleva a preferir siempre nuestros intereses en detrimento de los demás. El ser humano, debido a lo arraigado de su pecado, ha construido una sociedad injusta y discriminadora, donde las esclavitudes antiguas da lugar a nuevos tipos de esclavitud, donde en última instancia todo se reduzca a mantener la diferencia entre los de arriba y los de abajo, entre la élite y la no-élite; entre los nuestros y los otros. "Establecemos", como dice Ivone Gebara, "colores y etnias superiores unas a otras, sexos superiores a otros, orientaciones sexuales más normales que otras. Y quien está del lado del poder y de la normalidad no duda en mantener relaciones excluyentes y culpabilizar a 'los diferentes' por muchos males del mundo". La Iglesia no es inmune a estos combates históricos entre la igualdad y la desigualdad, lo que en la Biblia se describe como "acepción de personas", intolerable para el creyente. La Iglesia tiene miedo de las feministas radicales y la feministas tienen miedo de la Iglesia. "Las feministas", escribía Alicia Miyares, "sabemos que los valores, tanto morales como políticos, de la igualdad y la libertad son falazmente cuestionados por discursos religiosos que pretenden interrumpir de continuo la marcha de la humanidad hacia modelos de democracia más perfectos". Los últimos papas, comenzando por Juan Pablo II, pasando por Benedicto XVI y llegando a Francisco, se han pronunciado inequívocamente contra la "ideología de género"; esto no se puede negar. En la exhortación apostólica postsinodal Amoris laetitia sobre el amor a la familia, publicada en marzo de 2016, el Papa Francisco advierte: "Otro desafío surge de diversas formas de una ideología, genéricamente llamada gender, que niega la diferencia y la reciprocidad natural de hombre y de mujer. Esta presenta una sociedad sin diferencias de sexo, y vacía el fundamento antropológico de la familia. Esta ideología lleva a proyectos educativos y directrices legislativas que promueven una identidad personal y una intimidad afectiva radicalmente desvinculadas de la diversidad biológica entre hombre y mujer. La identidad humana viene determinada por una opción individualista, que también cambia con el tiempo" (n. 86). Con ello no hace sino defender la enseñanza sustentada en la Escritura y la Tradición sobre las relaciones hombre-mujer y el matrimonio. Pero, téngase en cuenta una nota importante. Para Francisco, denunciar la ideología de género no implica negar ayuda o compañía a los homosexuales; no cierra los ojos a la urgencia de una teología pastoral adecuada, sensible y atenta a la realidad. En la habitual conferencia de prensa que concede en el retorno de sus viajes internacionales, específicamente en el vuelo de Azerbaiyán a Roma, el Papa señaló que "las personas se deben acompañar como las acompaña Jesús. Cuando una persona que tiene esta condición llega hasta Jesús, Jesús no le dirá seguramente vete porque eres homosexual. No. Lo que yo he dicho, es esa maldad que hoy se hace en el adoctrinamiento de la teoría del género". "Antes que nada, yo he acompañado en mi vida como sacerdote, obispo y también como Papa, he acompañado personas con tendencia homosexual y también con prácticas homosexuales. He acompañado, los he acercado al Señor, algunos no podían, pero yo he acompañado y nunca he abandonado a nadie, esto que quede claro". Anteriormente, el 26 junio 2016, Francisco se había atrevido a decir que la Iglesia católica debería disculparse con las personas gays por la forma en que las ha tratado. Fue durante el vuelo de regreso al Vaticano tras su visita a Armenia. El Papa hizo estas declaraciones cuando le preguntaron si estaba de acuerdo con los comentarios del cardenal alemán Reinhard Marx, quien dijo que la Iglesia debía disculparse con los homosexuales por haberlos "marginado". Francisco respondió literalmente: "Creo que la Iglesia no sólo debe pedir disculpas a una persona homosexual que ofendió, sino que hay que pedir perdón a los pobres, a las mujeres que han sido explotadas, a los niños obligados a trabajar, pedir perdón por haber bendecido tantas armas". Por si fuera poco, el 3 de octubre de 2016, de nuevo a bordo de un avión, de regreso de su viaje a Georgia y Azerbaiyán, Francisco aseguró que Jesús no abandonaría a un homosexual o un transexual. Fue en respuesta a la pregunta sobre qué opinaba de las personas transexuales, de aquellas con disfunciones hormonales o aquellas que cambiaban de sexo porque no aceptaban su cuerpo de hombre o mujer. "Cuando una persona con esta condición llega delante de Jesús, nunca le dirá vete porque eres homosexual", dijo y agregó: "A las personas hay que acompañarlas cómo hace Jesús siempre". A la luz de estas declaraciones "en vuelo", no es de extrañar que el Papa Francisco haya sido reconocido por la comunidad gay como el papa más "clemente" de los últimos años. El escritor colombiano Giuseppe Caputo, aunque no cree que es para echar las campanas al vuelo, reconoce que "ha habido un cambio, dentro del estrecho margen de cambio que un discurso de derecha como el católico puede tener: el suyo es un gesto sutil, muy sutil, pero ha demostrado ser simbólico y, sobre todo, beneficioso. Definitivamente no es lo mismo que una institución con tanto poder de influencia hable de hogueras y penalización a que pida abiertamente que los gays no sean marginados. Que la extrema derecha rechace las declaraciones de Francisco, evidencia que ha habido un giro: las personas homosexuales, señores creyentes, no pueden ser discriminadas ni tratadas con violencia, lo pide el Papa". Esta es lo diferencia de la crítica papal de la "ideología de género" de la crítica de los que la instrumentalizan para sus intereses particulares, principalmente políticos. En todos los países latinoamericanos, con nula educación política en general, muchos políticos debeladores de la "ideología de género" la utilizan interesadamente como un instrumento muy importante para ganarse la voluntad que pueblo, siempre dispuesto a defender la moral tradicional y sus creencias religiosas, al tiempo que también, cómo no, excitan los prejuicios, odios y fobias populares, con el fin de conseguir su voto, o al menos, el rechazo de aquellos partidos zurdos señalados como defensores de la subversiva "ideología de género". Muchos pastores, principalmente de las iglesias evangélicas fundamentalistas, pentecostales y carismáticas, se suman a con tal fervor a este discurso que arrastran tras de sí a toda su congregación, llegando a traspasar el límite del rechazo a la homosexualidad por causas doctrinales, para caer en el odio más visceral al que es tildado de abominable y digno de la pena de muerte, según la ley de Moisés. Imagino que aderezado con amor por la salvación del alma. En estos casos, la "ideología de género" se convierte en una nube de humo que no solo oculta los problemas del pueblo de carácter social y económico, y desvía la atención del subdesarrollo y la corrupción política, sino lo que es mucho más grave, oculta por completo el mensaje evangélico de gracia y misericordia. El humo generado por muchos críticos de la "ideología de género" impide ver el sentido cristiano de la gracia y la reconciliación. En lugar de ser portadores de esperanza, se convierten en mensajeros de odio y miedo. Han pisado el umbral de la gracia, sí, pero se han quedado en la antesala de ley; pertenecen más en la escuela del Juan Bautista tronante que del apacible Jesús de Nazaret. Para Amelia Valcárcel, desde su posición de observadora, estos predicadores evangélicos pentecostistas son más veterotestamentarios que neotestamentarios; son capaces de sacar enseñanzas de los versículos más abstrusos del Antiguo Testamento, por el que tienen especial predilección. Los Evangelios se escuchan poco, pero Josué, Jueces, Esdras, Reyes, o Ezequiel son citados de continuo. Lamentablemente, los rigoristas e integristas, "convierten la defensa de la moral, de la vida y familia en una ideología e ideologización que les lleva a despreocuparse o legitimar, al mismo tiempo, otros males e injusticias sociales-globales. Como son el hambre y la pobreza, la precariedad (explotación) laboral, el trabajo basura e indecente y el paro, la pena de muerte, las guerras, armas e industria militar, las violencias y destrucción ecológica. "Es la parcialización e ideologización de la fe y la moral que cae en la moralina burguesa e individualista, obsesionada por las cuestiones personales como la familia o la sexualidad. Sin enmarcarlas y responsabilizarse por las otras cuestiones sociales y éticas, que o bien no les preocupan o quieren justificar dichas injusticias sociales. Para ser una moral coherente, hay que defender la vida en todas sus fases, dimensiones y aspectos, desde el inicio con la concepción-fecundación, durante toda la existencia humana con el bien común, la dignidad y derechos de las personas hasta el final de la misma". En la Carta a los obispos de la Iglesia católica sobre la atención pastoral a las personas homosexuales, publicada en 1986 durante el papado de Juan Pablo II y que estuvo a cargo del cardenal Joseph Ratzinger, entonces prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, se afirma con rotundidad que los actos homosexuales son "intrínsecamente desordenados" y que en ningún caso pueden recibir aprobación -enseñanza que recogía la anterior declaración sobre la "Persona humana" y la ética sexual, del 29 de diciembre de 1975-, sin embargo en dicha carta el cardenal Ratzinger, advierte con no menos énfasis, que "es de deplorar con firmeza que las personas homosexuales hayan sido y sean todavía objeto de expresiones malévolas y de acciones violentas. Tales comportamientos merecen la condena de los pastores de la Iglesia, dondequiera que se verifiquen" (n. 10). Importante nota pastoral que muchos parecen ignorar. Lo grave es que aquí no están en juego ciertas doctrinas o ideas, sino las personas, las mismas que estamos llamados a servir con amor y diligencia. Consultados por La Tercera coinciden en señalar que en sus casi cinco años como Papa, Francisco "ha cambiado la imagen de la Iglesia Católica". Pese a enfrentar críticas de algunos sectores, los expertos creen que con Bergoglio se ha iniciado una "nueva época".
"Luego del estallido del escándalo de abusos sexuales de menores por parte del clero, la Iglesia Católica se encontraba de capa caída y el Vaticano, marcado a fuego por escándalos e intrigas al mejor estilo Dan Brown". Así resume Elisabetta Piqué, corresponsal en Roma del diario argentino La Nación y autora del libro Francisco, Vida y revolución, el panorama que Jorge Bergoglio encontró en marzo de 2013, cuando se convirtió en sucesor de Benedicto XVI. Una descripción que es compartida por varios vaticanistas, en especial en lo relativo a la imagen de la Iglesia Católica. "Estaba triste, desilusionada, enrocada en sí misma, desprestigiada y en pérdida constante de credibilidad social", apunta José Manuel Vidal, director del portal español Religión Digital. "Toda la atención, desafortunadamente, no estaba en el mensaje del Papa Benedicto. Toda la atención estaba en los escándalos", comenta a La Tercera Andrea Tornielli, director de Vatican Insider, portal dependiente del diario italiano La Stampa. Para el periodista británico Austen Ivereigh, fundador de Voces Católicas y autor de la biografía El gran reformador: Francisco, retrato de un Papa Radical, en esta "grave crisis" de credibilidad en la Iglesia universal hubo una mezcla de tres factores: "Uno institucional, manifiesto sobre todo en el Vaticano, que parecía sin gobierno; una serie de escándalos -financieros y sexuales- de encubrimiento; y una cultura defensiva, en la que se reaccionaba ante las amenazas del secularismo y del relativismo enfatizando la moral, el dogma, la doctrina". "Esta combinación hacía imposible la evangelización, y hacía que los cardenales reunidos luego de la renuncia de Benedicto tuvieran el convencimiento de que las cosas no podían seguir así. Estoy convencido de que Benedicto veía todo esto muy claramente, sabía que él era incapaz -por su debilidad física, pero también porque le faltaban los dotes de gobernador- y preparaba el camino. Él veía en Latinoamérica el futuro de la Iglesia universal, y abrió el camino a Bergoglio", explica Ivereigh a La Tercera. Y a casi cinco años de su elección, las opiniones de los vaticanistas al momento de evaluar la gestión del sucesor de Benedicto XVI son bastante coincidentes. A juicio del sacerdote jesuita Thomas J. Reese, analista del portal estadounidense Religion News Service, el Papa Francisco "ha cambiado la imagen de la Iglesia Católica". "En el pasado, la gente veía a la Iglesia como una institución conservadora con reglas estrictas solo preocupada por cuestiones de moralidad sexual. Hoy en día, se ve a la Iglesia de Francisco predicando un evangelio de compasión y misericordia, con una gran preocupación por los pobres y marginados. También es una Iglesia abierta a la discusión, el debate y nuevas ideas", dice a La Tercera. "Cinco años después, los católicos se sienten orgullosos de ser católicos. Aunque hay sectores minoritarios que quizás no están contentos con sus aperturas, la Iglesia Católica se encuentra revitalizada por Francisco, un Papa reformista y moderno que ha hecho soplar nuevos vientos", comenta Piqué. Vidal, por su parte, considera que en estos pocos años "Francisco ha conseguido el milagro de convertir a la Iglesia, de hacerla atractiva y seductora, de colocarla como referente mundial de autoridad moral y de hacerla volver a sus orígenes evangélicos". Para Ivereigh, los logros del Papa pueden resumirse en la frase "re-enfocar en Cristo". "Poner a Cristo nuevamente en el centro significa no obsesionarse por preservar lo perdido, significa no depender del poder, la riqueza, el estatus, y significa una nueva proclamación centrada en el encuentro personal con Jesucristo", explica. "Claro que hay también logros en las reformas de la Curia, pero creo que las reformas estructurales son una consecuencia de una reforma más importante, que es la de los corazones", coincide Tornielli. "En mi opinión la reforma solo se ha empezado", agrega. Pero no todas son alabanzas para Bergoglio. Uno de sus principales críticos, Sandro Magister, vaticanista del semanario italiano L'Espresso, no duda en lanzar sus dardos contra Francisco. "Yo excluiría que este Pontificado pueda ser definido como revolucionario, porque ha sido más importante el método que los resultados que ha concretado Bergoglio. Los resultados son bastante modestos. Son eficaces desde el punto de vista de la imagen, en el sentido que es un Pontificado que ha recuperado rápidamente una imagen positiva en la opinión pública mundial fuera de la Iglesia Católica", dijo Magister en una reciente entrevista con La Tercera. Respecto a las declaraciones del cardenal alemán Gerhard L. Muller, quien habló de un peligro de cisma en la Iglesia Católica, Magister reconoce que "están relativamente aislados los grupos que se manifiestan contra el Papa sobre este punto". Sin embargo, advierte que "son el indicio de una molestia que es mucho más amplia y que de nuevo tiene que ver con el método con el que él introduce una novedad". "Una novedad como la comunión a los divorciados vueltos a casar, la introdujo con el sistema de pequeños pasos ambiguos, que es su estilo", grafica. Es precisamente la exhortación apostólica Amoris Laetitia, donde el Papa se abrió a los divorciados vueltos a casar, la que ha generado mayor polémica. En septiembre pasado, un grupo de historiadores, teólogos y sacerdotes divulgaron un documento en el que señalaban siete posibles "herejías" contenidas en Amoris Laetitia y pedían al Papa su revisión. Pero la respuesta de Francisco fue categórica: "Son comentarios respetables, pero equivocados". Pese a estos cuestionamientos, los expertos no dudan en realizar una primera aproximación sobre lo que podría ser el legado de Francisco. Así, Piqué habla del sello de "un Papa outsider, latinoamericano, que nunca estudió en Roma, libre, ‘revolucionario', en el sentido de la revolución copernicana del amor que significó Jesús. Un Papa valiente, que no teme involucrarse en conflictos, que busca la paz y el cuidado del ambiente". "Creo verdaderamente que Francisco es el Papa de la misericordia y que nos está dando un testimonio evangélico de cercanía", opina Tornielli, mientras Reese destaca que "Francisco quiere que la Iglesia sea una ‘Iglesia pobre para los pobres', un hospital de campaña". A juicio de Ivereigh, "bajo Francisco, la Iglesia latinoamericana se ha convertido en la fuente de la Iglesia universal, y muchos se sienten desconcertados por ese nuevo re-enfoque". "Pero es un cambio de época en la Iglesia: el pontificado de Francisco es el primero de esa nueva época", asegura. Igual de categórico, Vidal concluye: "Tras él, la Iglesia nunca volverá a ser como antes. El Vaticano II vuelve a florecer y está vez no hay invierno involutivo que pueda congelarlo". |
Ayuda al Blog que publica todos los días diferentes áreas, queremos seguir publicando
EL BLOGEl blog es uno dedicado al análisis en general de muchos puntos desde la ópica teológica. La meta es impulsar el estudio amplio y profundo de la fe y de la razón, siendo ambos elementos fundamentales de la vida. SABES QUE PUEDES HACER COMENTARIOS A LAS REFLEXIONES O ENSAYOS TEOLOGICOS QUE APARECEN EN EL BLOG, SI PUEDES INTENTALO...
Archivos
Febrero 2023
Categorias |