BLOG DE TEOLOGIA
  • Blog
  • Escritos de Teólogos
    • + Mons. Romero
    • Leonardo Boff
    • David Guadalupe EJ
    • Jose Maria Castillo
    • José Arregui
    • Felix Struik OP
    • José Antonio Pagola
    • Sor Lucia Caram OP
    • Hans Kung
    • Jesus Bastante
  • Poemas
  • Preguntas
  • Envía tu escrito
  • Información
    • Contactenos
    • Centro Humanístico
    • Términos y Condiciones de Uso
    • Política de Privacidad
    • Derechos de Autor
  • Languages
    • Francés
    • Italiano
    • English
  

Somos el único hijo de Dios por: Enrique Martínez Lozano

6/13/2014

0 Comentarios

 
Es característico del lenguaje religioso que únicamente tenga sentido para quienes comparten esa religión. Porque se trata de un "idioma particular", que utiliza las claves propias del mismo.

Por eso, cuando se toma en su literalidad, solo será captado por aquellas personas que comparten ese mismo credo y, además, se hallan situadas en el mismo nivel de consciencia en que el texto fue escrito.

Eso es lo que puede ocurrirnos en la lectura de este texto. Da por supuesta la existencia de Dios, como un ser separado, y quiere mostrarlo como amor hacia la humanidad. Y la "prueba" de ese amor es que entrega a su propio Hijo.

Mientras lo lee una persona cristiana que se halla en un nivel de consciencia mítico y en una perspectiva dual (mental, teísta), el texto no ofrece dificultad, porque está escrito precisamente en esas mismas claves.

Para un cristiano que se encuentra en ese estadio, se trata sencillamente de la adhesión mental a una creencia: Dios ha enviado a su Hijo, para salvarnos, y eso constituye la mayorprueba de su amor por nosotros.

Sin embargo, en cuanto se modifica la perspectiva del lector –porque ha superado el estadio mítico o empieza a moverse en una perspectiva no dual-, las dificultades surgen inmediatamente. Porque se han modificado las "claves" de lectura y, con ellas, las imágenes empleadas.

Si, por otro lado, se acerca al texto una persona no religiosa, no podrá entrar en sintonía con él, ya que su propio "idioma particular" constituirá un obstáculo prácticamente insalvable.

Con todo ello, parece que será necesario un doble cuidado en su "traducción": por un lado, habrá que utilizar un lenguaje "universal", en el que todos puedan reconocerse; por otro, habrá que trascender la literalidad y desentrañar el contenido que se percibe desde la perspectiva no-dual.

Si el término "Dios" hace referencia al Misterio de lo que es, su "Hijo" es, sencillamente, todo lo que percibimos. La tradición cristiana lo ha personalizado en Jesús de Nazaret. Pero, desde la no-dualidad, Jesús es sencillamente expresión de lo que somos todos.

Hablar de un Dios personal que "entrega" a su Hijo para salvarnos, y que eso se presente como prueba de amor hacia nosotros, se parece demasiado a una proyección de nuestros modos humanos de hacer. Sin embargo, la intuición es acertada: el Misterio de lo que es, se nos está "entregando" permanentemente en el despliegue de todo lo que se manifiesta. Por eso, en cualquier persona, en cualquier objeto, en toda circunstancia, podemos apreciar su "rostro". Y, más allá de las "peripecias" existenciales que nuestra mente toma por "reales", ese Misterio es amor desbordante.

Porque el amor no tiene que ver con lo emocional ni, mucho menos, con los apegos característicos del yo apropiador.

Amor es la consciencia clara de no-separación de nada. Por eso, es la primera constatación: no existe nada separado de nada; todo se halla admirablemente interrelacionado, es decir, todo es amor. Más allá de lo que ocurra, más allá de cómo se sientan los yoes, todo constituye una única red, de la que nunca podremos separarnos.

Quizás sea este hecho el que ha llevado a las religiones a proclamar que el "primer mandamiento" había de ser el de "amar a Dios sobre todas las cosas". Con el cambio de perspectiva, lo que pudo parecernos una exigencia de un Dios celoso, lo percibimos como una declaración de sabiduría: amar a Dios sobre todas las cosas significa reconocer la unidad de todo, y vivir en coherencia con ello.

Quien percibe esto, ya está "salvado". Quien no lo percibe –añade el texto- "ya está condenado". Pero no porque no tenga una adhesión mental a la persona de Jesús –como entendía la lectura mítica, que condenaba a quienes no profesaran, mentalmente, la "fe verdadera"-, sino porque permanece en la confusión de creer que somos como islotes separados, y que el pequeño yo o ego constituye nuestra identidad última.

Creer en el "Hijo único de Dios" es abrir nuestro corazón y nuestra mirada a reconocer que todo es Uno: todos –todo- somos el Hijo único de Dios, la expresión que toma el Misterio en tantas formas cambiantes.

0 Comentarios



Deja una respuesta.

    Picture
    Ayuda al Blog que publica todos los días diferentes áreas, queremos seguir publicando

    EL BLOG

    El blog es uno dedicado al análisis en general de muchos puntos desde la ópica teológica. La meta es impulsar el estudio amplio y profundo de la fe y de la razón, siendo ambos elementos fundamentales de la vida.

    Picture
    Picture
    Picture
    Picture
    SABES QUE PUEDES HACER COMENTARIOS A LAS REFLEXIONES O ENSAYOS TEOLOGICOS QUE APARECEN EN EL BLOG, SI PUEDES INTENTALO...

    Archivos

    Septiembre 2022
    Enero 2022
    Diciembre 2021
    Noviembre 2021
    Octubre 2021
    Septiembre 2021
    Agosto 2021
    Julio 2021
    Junio 2021
    Mayo 2021
    Abril 2021
    Marzo 2021
    Febrero 2021
    Enero 2021
    Diciembre 2020
    Noviembre 2020
    Octubre 2020
    Septiembre 2020
    Agosto 2020
    Julio 2020
    Junio 2020
    Mayo 2020
    Abril 2020
    Marzo 2020
    Febrero 2020
    Enero 2020
    Diciembre 2019
    Noviembre 2019
    Octubre 2019
    Septiembre 2019
    Agosto 2019
    Julio 2019
    Junio 2019
    Mayo 2019
    Abril 2019
    Marzo 2019
    Febrero 2019
    Enero 2019
    Diciembre 2018
    Noviembre 2018
    Octubre 2018
    Septiembre 2018
    Agosto 2018
    Julio 2018
    Junio 2018
    Mayo 2018
    Abril 2018
    Marzo 2018
    Febrero 2018
    Enero 2018
    Diciembre 2017
    Noviembre 2017
    Octubre 2017
    Septiembre 2017
    Agosto 2017
    Julio 2017
    Junio 2017
    Mayo 2017
    Abril 2017
    Marzo 2017
    Febrero 2017
    Enero 2017
    Diciembre 2016
    Noviembre 2016
    Octubre 2016
    Septiembre 2016
    Agosto 2016
    Julio 2016
    Junio 2016
    Mayo 2016
    Abril 2016
    Marzo 2016
    Febrero 2016
    Enero 2016
    Diciembre 2015
    Noviembre 2015
    Octubre 2015
    Septiembre 2015
    Agosto 2015
    Julio 2015
    Junio 2015
    Mayo 2015
    Abril 2015
    Marzo 2015
    Febrero 2015
    Enero 2015
    Diciembre 2014
    Noviembre 2014
    Octubre 2014
    Septiembre 2014
    Agosto 2014
    Julio 2014
    Junio 2014
    Mayo 2014
    Abril 2014
    Marzo 2014
    Febrero 2014
    Enero 2014
    Diciembre 2013
    Noviembre 2013
    Octubre 2013
    Septiembre 2013
    Agosto 2013
    Julio 2013
    Junio 2013
    Mayo 2013
    Abril 2013
    Marzo 2013
    Febrero 2013
    Enero 2013
    Diciembre 2012
    Noviembre 2012
    Octubre 2012
    Septiembre 2012
    Agosto 2012
    Julio 2012
    Junio 2012
    Mayo 2012
    Abril 2012
    Marzo 2012
    Febrero 2012
    Enero 2012
    Diciembre 2011
    Noviembre 2011
    Octubre 2011
    Septiembre 2011
    Agosto 2011
    Julio 2011
    Junio 2011
    Mayo 2011
    Abril 2011
    Marzo 2011
    Febrero 2011
    Enero 2011
    Diciembre 2010
    Noviembre 2010
    Octubre 2010
    Septiembre 2010
    Agosto 2010
    Julio 2010
    Junio 2010
    Mayo 2010
    Abril 2010

    Categorias

    Todo

    Canal RSS

    Picture
Centro Humanístico © Derechos Reservados 2010-2023
  • Blog
  • Escritos de Teólogos
    • + Mons. Romero
    • Leonardo Boff
    • David Guadalupe EJ
    • Jose Maria Castillo
    • José Arregui
    • Felix Struik OP
    • José Antonio Pagola
    • Sor Lucia Caram OP
    • Hans Kung
    • Jesus Bastante
  • Poemas
  • Preguntas
  • Envía tu escrito
  • Información
    • Contactenos
    • Centro Humanístico
    • Términos y Condiciones de Uso
    • Política de Privacidad
    • Derechos de Autor
  • Languages
    • Francés
    • Italiano
    • English