BLOG DE TEOLOGIA
  • Blog
  • Escritos de Teólogos
    • + Mons. Romero
    • Leonardo Boff
    • David Guadalupe EJ
    • Jose Maria Castillo
    • José Arregui
    • Felix Struik OP
    • José Antonio Pagola
    • Sor Lucia Caram OP
    • Hans Kung
    • Jesus Bastante
  • Poemas
  • Preguntas
  • Envía tu escrito
  • Información
    • Contactenos
    • Centro Humanístico
    • Términos y Condiciones de Uso
    • Política de Privacidad
    • Derechos de Autor
  • Languages
    • Francés
    • Italiano
    • English
  

Qué andamos buscando por: Enrique Martínez Lozano

1/17/2012

0 Comentarios

 
El evangelio de Juan enmarca el inicio de la actividad de Jesús en un relato de búsqueda y de seguimiento. Dos discípulos del Bautista empiezan a seguir al maestro de Nazaret.

El desencadenante es una palabra de Juan que proclama a Jesús como “el cordero de Dios”. Parece claro que tal afirmación procede de la fe de la comunidad joánica, que la pone en boca del asceta del Jordán.

Para la primera comunidad, la imagen del “cordero” contenía reminiscencias profundas: la “Pascua” o “paso del Señor” como liberador, que sacó al pueblo de la esclavitud de Egipto para conducirlo hasta la tierra “que manaba leche y miel”. “Cordero pascual” era, pues, sinónimo de liberación y de vida. Eso es precisamente lo que pone en marcha a aquellos dos discípulos… y lo que sigue moviendo a todos los buscadores del mundo.

El ser humano puede definirse como buscador…, hasta que llegue el momento en el que descubra que no hay nada que buscar. De nuevo, la paradoja nos sale al paso permanentemente. Pero, de entrada, la búsqueda es inevitable.

En un primer nivel, en el origen de la búsqueda podemos detectar unainsatisfacción: creemos que algo nos falta, porque nos sentimos insatisfechos. Y nos lanzamos en su búsqueda.

Generalmente, los primeros pasos los dirigimos hacia fuera, en busca de “objetos” –bienes, posesiones, afectos, imagen, poder, placer…- que reclama nuestro yo. Imaginamos que, fuera de nosotros, debe haber “algo” que nos sacie y nos permita descansar en una sensación de plenitud.

Sin embargo, no tardamos en experimentar que, en lugar del descanso soñado, lo que empezamos a almacenar es frustración creciente: la búsqueda no nos aporta nada estable y pleno.

A partir de esa constatación, con frecuencia dolorosa, si no caemos en el escepticismo, empezamos a intuir dos claves que nos harán resituarnos en la dirección adecuada:

el mundo de los objetos –de las formas- es radicalmente impermanente: no hay nada estable, todo pasa; aferrarse a lo inestable es condenarse a sufrir;

la búsqueda debe orientarse hacia el interior: la Fuente que saciará nuestra sed brota en lo más profundo de nuestro ser.

Con este giro, tal vez hayamos descubierto algo, que dará una hondura nueva a toda la búsqueda. Decía que ésta nace, en un primer nivel, de nuestra insatisfacción. Ahora podemos empezar a reconocer que, en realidad, proviene de otro nivel más profundo: nada menos que delAnhelo que somos. La insatisfacción era sólo el síntoma.

El Anhelo es la voz de nuestro “maestro interior” –o Espíritu- que busca dirigir nuestra atención a lo que realmente somos y hemos olvidado. El anhelo nos hace recordar. Y, cuando eso se produzca, cesará toda búsqueda.

Una antigua leyenda judía cuenta que, cuando nace un niño, un ángel le toca en la boca para que no cuente nada del lugar de donde viene. Este toque del ángel parece ser tan eficaz que el niño, no sólo no contará nada, sino que incluso él mismo olvidará su origen. Pues bien, ese “Origen olvidado” es lo que tenemos que recordar: eso es lo que somos.

El Anhelo o maestro interior nos reclamará todo el tiempo hasta que se produzca el recuerdo. Y es entonces cuando descubrimos que no había nada que buscar, porque somos lo buscado.

Buscamos plenitud, felicidad, quietud, gozo, unidad, luz, verdad, amor, armonía… Pues bien, justo eso es lo que somos. Lo hemos olvidado porque nos hemos reducido al yo, hasta identificarnos con el ego carente e insatisfecho.

Al aquietar el pensamiento y venir al momento presente, caen todas nuestras antiguas identificaciones egoicas y queda, simplemente, lo que somos. La búsqueda ha llegado su fin el día en que descubrimos que el buscador es lo buscado. Eres ya –y siempre lo has sido- aquello que buscas.

Entre tanto, necesitaremos de medios, de personas y de herramientas. El objetivo de todas ellas no habrá de ser otro que aprendamos a escuchar a nuestro “maestro interior”. No hay que seguir a ningún maestro externo, ni hacerse adicto a ningún medio. Hay que oír y seguir al maestro interior.

Pero este maestro habla en el silencio. Por eso necesitamos también familiarizarnos con el silencio –de la mente y del ego-, para permitir que nos muestre la verdad de lo que somos, cuando se retira el velo que lo ocultaba.

 En no pocas ocasiones, tendremos la sensación de quedarnos a oscuras. Pero eso forma parte también de la búsqueda. Nuestra mente necesita pasar por la noche para que podamos abrirnos a una luz nueva, que trasciende los esquemas del pensamiento. Lo expresó de una manera hermosa el poeta Luis Rosales:

“De noche iremos, de noche,

sin luna iremos, sin luna,

que para encontrar la fuente,

sólo la sed nos alumbra”.

“¿Qué buscáis?”, les pregunta Jesús a aquellos dos buscadores. De entrada, no lo saben. Simplemente intuyen que el maestro de Nazaret lo ha visto. Por eso, su respuesta es otra pregunta sabia: “Maestro, ¿dónde vives?”. Han empezado a seguirlo porque les parece que él “sabe”. Pero no le piden palabras ni esperan respuestas mentales. Lo que quieren es entrar al “territorio” donde vive Jesús y poder también ellos transitarlo. Se trata del territorio que todos andamos buscamos: la verdad de quienes somos.

Todo lo demás son “mapas”, explicaciones, creencias, informaciones, opiniones… Mapas que hemos podido necesitar durante algún tiempo, pero que no pueden saciar nuestro anhelo. La búsqueda no se detendrá –a no ser que la ahoguemos- hasta que no pisemos el territorio. “Nadie se emborracha con la palabra «vino»”, decían los místicos sufíes. Nadie puede quedar satisfecho porque posea muchos mapas.

La respuesta de Jesús es la de un verdadero maestro: “Venid y lo veréis”. Experimentadlo por vosotros mismos, recorredlo, caminadlo… No les da explicaciones, ni les pone condiciones ni tampoco les exige ningún tipo de sumisión. Lo que somos, sólo lo podemos “ver” cuando venimos a ello. Nadie nos lo puede enseñar desde fuera; nos puede ofrecer “mapas”, dar ánimos, sostenernos y acompañarnos, pero es cada cual quien debe hacer el camino.

Jesús invita a “venir” donde él ya “vive”. Porque ese “territorio” que somos es compartido: quien accede a él, descubre que “lo que somos” no deja nada ni a nadie fuera. Cuando accedemos a él, “vemos” como Jesús mismo veía.

0 Comentarios



Deja una respuesta.

    Picture
    Ayuda al Blog que publica todos los días diferentes áreas, queremos seguir publicando

    EL BLOG

    El blog es uno dedicado al análisis en general de muchos puntos desde la ópica teológica. La meta es impulsar el estudio amplio y profundo de la fe y de la razón, siendo ambos elementos fundamentales de la vida.

    Picture
    Picture
    Picture
    Picture
    SABES QUE PUEDES HACER COMENTARIOS A LAS REFLEXIONES O ENSAYOS TEOLOGICOS QUE APARECEN EN EL BLOG, SI PUEDES INTENTALO...

    Archivos

    Septiembre 2022
    Enero 2022
    Diciembre 2021
    Noviembre 2021
    Octubre 2021
    Septiembre 2021
    Agosto 2021
    Julio 2021
    Junio 2021
    Mayo 2021
    Abril 2021
    Marzo 2021
    Febrero 2021
    Enero 2021
    Diciembre 2020
    Noviembre 2020
    Octubre 2020
    Septiembre 2020
    Agosto 2020
    Julio 2020
    Junio 2020
    Mayo 2020
    Abril 2020
    Marzo 2020
    Febrero 2020
    Enero 2020
    Diciembre 2019
    Noviembre 2019
    Octubre 2019
    Septiembre 2019
    Agosto 2019
    Julio 2019
    Junio 2019
    Mayo 2019
    Abril 2019
    Marzo 2019
    Febrero 2019
    Enero 2019
    Diciembre 2018
    Noviembre 2018
    Octubre 2018
    Septiembre 2018
    Agosto 2018
    Julio 2018
    Junio 2018
    Mayo 2018
    Abril 2018
    Marzo 2018
    Febrero 2018
    Enero 2018
    Diciembre 2017
    Noviembre 2017
    Octubre 2017
    Septiembre 2017
    Agosto 2017
    Julio 2017
    Junio 2017
    Mayo 2017
    Abril 2017
    Marzo 2017
    Febrero 2017
    Enero 2017
    Diciembre 2016
    Noviembre 2016
    Octubre 2016
    Septiembre 2016
    Agosto 2016
    Julio 2016
    Junio 2016
    Mayo 2016
    Abril 2016
    Marzo 2016
    Febrero 2016
    Enero 2016
    Diciembre 2015
    Noviembre 2015
    Octubre 2015
    Septiembre 2015
    Agosto 2015
    Julio 2015
    Junio 2015
    Mayo 2015
    Abril 2015
    Marzo 2015
    Febrero 2015
    Enero 2015
    Diciembre 2014
    Noviembre 2014
    Octubre 2014
    Septiembre 2014
    Agosto 2014
    Julio 2014
    Junio 2014
    Mayo 2014
    Abril 2014
    Marzo 2014
    Febrero 2014
    Enero 2014
    Diciembre 2013
    Noviembre 2013
    Octubre 2013
    Septiembre 2013
    Agosto 2013
    Julio 2013
    Junio 2013
    Mayo 2013
    Abril 2013
    Marzo 2013
    Febrero 2013
    Enero 2013
    Diciembre 2012
    Noviembre 2012
    Octubre 2012
    Septiembre 2012
    Agosto 2012
    Julio 2012
    Junio 2012
    Mayo 2012
    Abril 2012
    Marzo 2012
    Febrero 2012
    Enero 2012
    Diciembre 2011
    Noviembre 2011
    Octubre 2011
    Septiembre 2011
    Agosto 2011
    Julio 2011
    Junio 2011
    Mayo 2011
    Abril 2011
    Marzo 2011
    Febrero 2011
    Enero 2011
    Diciembre 2010
    Noviembre 2010
    Octubre 2010
    Septiembre 2010
    Agosto 2010
    Julio 2010
    Junio 2010
    Mayo 2010
    Abril 2010

    Categorias

    Todo

    Canal RSS

    Picture
Centro Humanístico © Derechos Reservados 2010-2023
  • Blog
  • Escritos de Teólogos
    • + Mons. Romero
    • Leonardo Boff
    • David Guadalupe EJ
    • Jose Maria Castillo
    • José Arregui
    • Felix Struik OP
    • José Antonio Pagola
    • Sor Lucia Caram OP
    • Hans Kung
    • Jesus Bastante
  • Poemas
  • Preguntas
  • Envía tu escrito
  • Información
    • Contactenos
    • Centro Humanístico
    • Términos y Condiciones de Uso
    • Política de Privacidad
    • Derechos de Autor
  • Languages
    • Francés
    • Italiano
    • English