BLOG DE TEOLOGIA
  • Blog
  • Escritos de Teólogos
    • + Mons. Romero
    • Leonardo Boff
    • David Guadalupe EJ
    • Jose Maria Castillo
    • José Arregui
    • Felix Struik OP
    • José Antonio Pagola
    • Sor Lucia Caram OP
    • Hans Kung
    • Jesus Bastante
  • Poemas
  • Preguntas
  • Envía tu escrito
  • Información
    • Contactenos
    • Centro Humanístico
    • Términos y Condiciones de Uso
    • Política de Privacidad
    • Derechos de Autor
  • Languages
    • Francés
    • Italiano
    • English
  

Misión y confianza por: Enrique Martínez Lozano

5/29/2014

0 Comentarios

 
Con este texto, acaba el evangelio de Mateo. Se recogen en él tres temas muy importantes en las primeras comunidades: la fe en el Resucitado, la misión y la confianza en su presencia permanente. Querría comentar algo sobre cada uno de ellos.

1. A veces, tal como se presentaban los relatos de las apariciones en la catequesis o la predicación, daba la impresión de que los primeros discípulos no tuvieron ningún problema de fe. Según esas presentaciones, ellos habrían visto al resucitado de un modo similar a como lo vieron antes de su muerte.

Sin embargo, no pudo ser así, e incluso hay textos –como este- que no lo ocultan. Al mismo tiempo que presenta la actitud del creyente con el signo de la postración –reconociendo a Jesús como el Señor-, no esconde que "algunos vacilaban".

No; los primeros discípulos no tuvieron más "ventajas" que los que habrían de venir más tarde. Para unos y para otros, la presencia del resucitado no es accesible –por usar un lenguaje clásico- al "ojo de la carne" ni al "ojo de la mente". Se requiere aprender a mirar con el "ojo del espíritu" (o "tercer ojo"), lo cual es posible en la medida en que acallamos la mente y nos abrimos a experimentar el Misterio, en cuanto núcleo íntimo y omnipresente de nuestro propio ser.

2. La misión, tal como se presenta en este relato, adopta una forma que no se remonta al Jesús histórico. De hecho, el envío que hace Jesús –y que relata el propio Mateo- presenta unas características bien distintas: "Id anunciando que está llegando el reino de Dios. Curad a los enfermos, resucitad a los muertos, limpiad a los leprosos, expulsad a los demonios" (Mt 10,7-8).

¿Qué ha ocurrido para se expliquen las diferencias entre ambos? Algo muy simple: el primero recoge más bien el sentido de Jesús –favorecer la vida- y contiene directamente su propio sabor; el segundo –que habla ya incluso del bautismo en el nombre de la Trinidad- nace en el contexto de una comunidad de discípulos bastante desarrollada, que entiende la misión en clave proselitista, como cualquier grupo religioso que se inicia.

3. Y la última frase de todo el evangelio es una promesa, fuente de confianza. Las primeras comunidades debieron vivir la certeza de la presencia de Jesús con notable intensidad. ElApéndice del evangelio de Marcos termina con una frase similar: "Ellos salieron a predicar por todas partes y el Señor cooperaba con ellos" (Mc 16,20).

La confianza brota de la certeza de la unidad: "Yo-con-vosotros". Siempre sucede así, incluso en los niños más pequeños. La confianza psicológica del niño, que podrá constituir una plataforma segura en la que apoyarse a lo largo de toda su existencia, se fraguará, básicamente, en el la experiencia de "apego seguro" con la figura materna, en la "urdimbre afectiva" (J. Rof Carballo) entretejida con la madre y otras figuras significativas para él.

De un modo similar, la confianza existencial se apoya en la vivencia de la unidad con todo. El yo, al percibirse aislado y separado del conjunto, está condenado a la soledad, al miedo y a la ansiedad. Superado ese engaño, al acceder a nuestra verdadera identidad, descubrimos que podemos descansar confiadamente en lo que es (lo que somos).

Pero, además, el autor del evangelio parece hacernos un guiño intencionado y cargado de sentido. El "Yo estoy con vosotros" podemos tomarlo como un nombre propio de Jesús, en cuanto remite al primer capítulo del evangelio mateano, en el que, citando al profeta Isaías, se dice: "Le pondrán por nombre Emmanuel (que significa: Dios con nosotros)" (Mt 1,23).

Es decir, Mateo hace lo que se conoce como una inclusión: Jesús es el Dios-con-nosotros (Emmanuel). Así se nos presenta y así se despide.

Y con este hermoso y acertado nombre, somos conducidos de nuevo a percibir la Unidad del Misterio, en sus dos caras –lo divino y lo humano, lo invisible y lo manifiesto-, abrazadas en la no-dualidad.

Como Jesús, todo lo que es, contiene ese "doble rostro": somos la forma concreta en que se manifiesta la Consciencia una. Esa es la fuente de toda confianza.

0 Comentarios



Deja una respuesta.

    Picture
    Ayuda al Blog que publica todos los días diferentes áreas, queremos seguir publicando

    EL BLOG

    El blog es uno dedicado al análisis en general de muchos puntos desde la ópica teológica. La meta es impulsar el estudio amplio y profundo de la fe y de la razón, siendo ambos elementos fundamentales de la vida.

    Picture
    Picture
    Picture
    Picture
    SABES QUE PUEDES HACER COMENTARIOS A LAS REFLEXIONES O ENSAYOS TEOLOGICOS QUE APARECEN EN EL BLOG, SI PUEDES INTENTALO...

    Archivos

    Septiembre 2022
    Enero 2022
    Diciembre 2021
    Noviembre 2021
    Octubre 2021
    Septiembre 2021
    Agosto 2021
    Julio 2021
    Junio 2021
    Mayo 2021
    Abril 2021
    Marzo 2021
    Febrero 2021
    Enero 2021
    Diciembre 2020
    Noviembre 2020
    Octubre 2020
    Septiembre 2020
    Agosto 2020
    Julio 2020
    Junio 2020
    Mayo 2020
    Abril 2020
    Marzo 2020
    Febrero 2020
    Enero 2020
    Diciembre 2019
    Noviembre 2019
    Octubre 2019
    Septiembre 2019
    Agosto 2019
    Julio 2019
    Junio 2019
    Mayo 2019
    Abril 2019
    Marzo 2019
    Febrero 2019
    Enero 2019
    Diciembre 2018
    Noviembre 2018
    Octubre 2018
    Septiembre 2018
    Agosto 2018
    Julio 2018
    Junio 2018
    Mayo 2018
    Abril 2018
    Marzo 2018
    Febrero 2018
    Enero 2018
    Diciembre 2017
    Noviembre 2017
    Octubre 2017
    Septiembre 2017
    Agosto 2017
    Julio 2017
    Junio 2017
    Mayo 2017
    Abril 2017
    Marzo 2017
    Febrero 2017
    Enero 2017
    Diciembre 2016
    Noviembre 2016
    Octubre 2016
    Septiembre 2016
    Agosto 2016
    Julio 2016
    Junio 2016
    Mayo 2016
    Abril 2016
    Marzo 2016
    Febrero 2016
    Enero 2016
    Diciembre 2015
    Noviembre 2015
    Octubre 2015
    Septiembre 2015
    Agosto 2015
    Julio 2015
    Junio 2015
    Mayo 2015
    Abril 2015
    Marzo 2015
    Febrero 2015
    Enero 2015
    Diciembre 2014
    Noviembre 2014
    Octubre 2014
    Septiembre 2014
    Agosto 2014
    Julio 2014
    Junio 2014
    Mayo 2014
    Abril 2014
    Marzo 2014
    Febrero 2014
    Enero 2014
    Diciembre 2013
    Noviembre 2013
    Octubre 2013
    Septiembre 2013
    Agosto 2013
    Julio 2013
    Junio 2013
    Mayo 2013
    Abril 2013
    Marzo 2013
    Febrero 2013
    Enero 2013
    Diciembre 2012
    Noviembre 2012
    Octubre 2012
    Septiembre 2012
    Agosto 2012
    Julio 2012
    Junio 2012
    Mayo 2012
    Abril 2012
    Marzo 2012
    Febrero 2012
    Enero 2012
    Diciembre 2011
    Noviembre 2011
    Octubre 2011
    Septiembre 2011
    Agosto 2011
    Julio 2011
    Junio 2011
    Mayo 2011
    Abril 2011
    Marzo 2011
    Febrero 2011
    Enero 2011
    Diciembre 2010
    Noviembre 2010
    Octubre 2010
    Septiembre 2010
    Agosto 2010
    Julio 2010
    Junio 2010
    Mayo 2010
    Abril 2010

    Categorias

    Todo

    Canal RSS

    Picture
Centro Humanístico © Derechos Reservados 2010-2023
  • Blog
  • Escritos de Teólogos
    • + Mons. Romero
    • Leonardo Boff
    • David Guadalupe EJ
    • Jose Maria Castillo
    • José Arregui
    • Felix Struik OP
    • José Antonio Pagola
    • Sor Lucia Caram OP
    • Hans Kung
    • Jesus Bastante
  • Poemas
  • Preguntas
  • Envía tu escrito
  • Información
    • Contactenos
    • Centro Humanístico
    • Términos y Condiciones de Uso
    • Política de Privacidad
    • Derechos de Autor
  • Languages
    • Francés
    • Italiano
    • English