BLOG DE TEOLOGIA
  • Blog
  • Escritos de Teólogos
    • + Mons. Romero
    • Leonardo Boff
    • David Guadalupe EJ
    • Jose Maria Castillo
    • José Arregui
    • Felix Struik OP
    • José Antonio Pagola
    • Sor Lucia Caram OP
    • Hans Kung
    • Jesus Bastante
  • Poemas
  • Preguntas
  • Envía tu escrito
  • Información
    • Contactenos
    • Centro Humanístico
    • Términos y Condiciones de Uso
    • Política de Privacidad
    • Derechos de Autor
  • Languages
    • Francés
    • Italiano
    • English
  

Maestro de vida vs Maestro de la Ley por: Vicente Martínez

1/31/2012

0 Comentarios

 
César Augusto, bajo cuyo reinado nació Jesús, pronunció una frase célebre: «Pude hacer esas cosas porque, aunque tenía el mismo poder que mis iguales, tenía más autoridad». Se refería el emperador a una cualidad de las personas basada en el mérito propio.

De Jesús nos dicen los evangelios que quienes le escuchaban “quedaban asombrados de su doctrina, porque hablaba con autoridad”. Marcos apuntilla: “Y no como los escribas”. Por eso la gente se admiraba, creían en él y le seguían. Hoy vemos cómo la actividad de enseñar fue para Jesús la misión central de su vida pública. Pero la predicación de Jesús era muy distinta a la de los otros maestros y esto hacía que la gente se extrañara y se admirara.

Los verdaderos Maestros no son predicadores de filacterias en la frente, ni birretes doctorales. Son fundamentalmente catequistas de lo cotidiano, docentes que enseñan cosas de la vida con su forma de vida. Y que, a quienes les interrogan sobre su magisterio, les pueden simplemente proponer: “Venid y lo veréis”.

Lo suyo son propuestas, jamás imposiciones esculpidas en pétreas Tablas de la Ley ni dogmas fosilizados que, en lugar de alentar vida, producen estados espirituales de coma. Y, por supuesto, nada de dicasterios curiales para la doctrina de la fe y otras herramientas de inculturación poco respetuosas con el libre albedrío de los creyentes.

La religión –mejor, la espiritualidad- no es nunca una manera de pensar sino una forma de vivir. Por eso los Maestros espirituales de Vida, contrariamente a los de Ley, no imponen concepciones monolíticas de la verdad y entienden que no está hecho el hombre para el sábado sino al revés. Por eso insisten constantemente sobre el pluralismo, la idiosincrasia personal y el hecho de que los itinerarios son múltiples y que todos ellos pueden conducir a Roma, La Medina, Jerusalén o Benarés.

El verdadero Maestro –como propone hoy la más pura psicoterapia humanista- no da consignas ni consejos. No puede ni quiere decir “qué hay que pensar” ni “cómo hay que obrar”. Su postura espiritual más profunda es la de remitir a cada uno a su propia libertad, a su conciencia, a su responsabilidad personal evitando casamientos por poderes o hacer creer por delegación.

En última instancia, lo que hacen es, como proponen hoy grandes pensadores, sustituir la cuestión de “la verdad” por la de “la autenticidad”. Jesús, como Buda, como Gandhi y tantos otros, no es un creador de conceptos ni un teórico especulador. Todos ellos son fundamentalmente hombres de palabra y de acción. O quizás mejor, de palabra en acción: predican con el ejemplo. No proponen modelos teológicos sino de imitación de conducta: “exemplum dedit vobis” y “por sus obras les conoceréis”.

Podríamos decir que la verdadera comunicación es la existencial. La que es un reflejo de cómo vivimos lo que decimos. Expertos en la materia nos señalan que el grado de credibilidad de una persona nos llega en un 2% por lo que decimos (comunicación verbal), en un 27% por el cómo lo decimos (comunicación no verbal) y en un 71% por el cómo vivimos aquello que decimos (Comunicación conductual).

Quien sólo habla desde lo que sabe, llega a sus oyentes en formato de postal. El que comunica existencialmente les introduce en su personal paisaje, repleto de vida que engendra vida, y de fenómenos naturales.

Una conocida anécdota de Gandhi nos evidencia esta eficaz manera de enseñar. Lo hacía a las orillas del Ganges cuando se le acercó una humilde aldeana con un niño de la mano. “Maestro, le dijo, me gustaría que dieras un consejo a mi hijo, que padece diabetes.” Gandhi le respondió: “¿Podrías acercarte dentro de quince días y yo te atenderé?”

Cuando volvió y una vez escuchada su petición, la señora le preguntó sorprendida: “¿Por qué Maestro en esta ocasión has dado el consejo a mi hijo y el otro día no?”

A lo que el gran Maestro de vida le respondió: “Porque hace dos semanas yo era adicto también a las golosinas y me ha llevado una quincena quitarme mi adicción”.

0 Comentarios



Deja una respuesta.

    Picture
    Ayuda al Blog que publica todos los días diferentes áreas, queremos seguir publicando

    EL BLOG

    El blog es uno dedicado al análisis en general de muchos puntos desde la ópica teológica. La meta es impulsar el estudio amplio y profundo de la fe y de la razón, siendo ambos elementos fundamentales de la vida.

    Picture
    Picture
    Picture
    Picture
    SABES QUE PUEDES HACER COMENTARIOS A LAS REFLEXIONES O ENSAYOS TEOLOGICOS QUE APARECEN EN EL BLOG, SI PUEDES INTENTALO...

    Archivos

    Septiembre 2022
    Enero 2022
    Diciembre 2021
    Noviembre 2021
    Octubre 2021
    Septiembre 2021
    Agosto 2021
    Julio 2021
    Junio 2021
    Mayo 2021
    Abril 2021
    Marzo 2021
    Febrero 2021
    Enero 2021
    Diciembre 2020
    Noviembre 2020
    Octubre 2020
    Septiembre 2020
    Agosto 2020
    Julio 2020
    Junio 2020
    Mayo 2020
    Abril 2020
    Marzo 2020
    Febrero 2020
    Enero 2020
    Diciembre 2019
    Noviembre 2019
    Octubre 2019
    Septiembre 2019
    Agosto 2019
    Julio 2019
    Junio 2019
    Mayo 2019
    Abril 2019
    Marzo 2019
    Febrero 2019
    Enero 2019
    Diciembre 2018
    Noviembre 2018
    Octubre 2018
    Septiembre 2018
    Agosto 2018
    Julio 2018
    Junio 2018
    Mayo 2018
    Abril 2018
    Marzo 2018
    Febrero 2018
    Enero 2018
    Diciembre 2017
    Noviembre 2017
    Octubre 2017
    Septiembre 2017
    Agosto 2017
    Julio 2017
    Junio 2017
    Mayo 2017
    Abril 2017
    Marzo 2017
    Febrero 2017
    Enero 2017
    Diciembre 2016
    Noviembre 2016
    Octubre 2016
    Septiembre 2016
    Agosto 2016
    Julio 2016
    Junio 2016
    Mayo 2016
    Abril 2016
    Marzo 2016
    Febrero 2016
    Enero 2016
    Diciembre 2015
    Noviembre 2015
    Octubre 2015
    Septiembre 2015
    Agosto 2015
    Julio 2015
    Junio 2015
    Mayo 2015
    Abril 2015
    Marzo 2015
    Febrero 2015
    Enero 2015
    Diciembre 2014
    Noviembre 2014
    Octubre 2014
    Septiembre 2014
    Agosto 2014
    Julio 2014
    Junio 2014
    Mayo 2014
    Abril 2014
    Marzo 2014
    Febrero 2014
    Enero 2014
    Diciembre 2013
    Noviembre 2013
    Octubre 2013
    Septiembre 2013
    Agosto 2013
    Julio 2013
    Junio 2013
    Mayo 2013
    Abril 2013
    Marzo 2013
    Febrero 2013
    Enero 2013
    Diciembre 2012
    Noviembre 2012
    Octubre 2012
    Septiembre 2012
    Agosto 2012
    Julio 2012
    Junio 2012
    Mayo 2012
    Abril 2012
    Marzo 2012
    Febrero 2012
    Enero 2012
    Diciembre 2011
    Noviembre 2011
    Octubre 2011
    Septiembre 2011
    Agosto 2011
    Julio 2011
    Junio 2011
    Mayo 2011
    Abril 2011
    Marzo 2011
    Febrero 2011
    Enero 2011
    Diciembre 2010
    Noviembre 2010
    Octubre 2010
    Septiembre 2010
    Agosto 2010
    Julio 2010
    Junio 2010
    Mayo 2010
    Abril 2010

    Categorias

    Todo

    Canal RSS

    Picture
Centro Humanístico © Derechos Reservados 2010-2023
  • Blog
  • Escritos de Teólogos
    • + Mons. Romero
    • Leonardo Boff
    • David Guadalupe EJ
    • Jose Maria Castillo
    • José Arregui
    • Felix Struik OP
    • José Antonio Pagola
    • Sor Lucia Caram OP
    • Hans Kung
    • Jesus Bastante
  • Poemas
  • Preguntas
  • Envía tu escrito
  • Información
    • Contactenos
    • Centro Humanístico
    • Términos y Condiciones de Uso
    • Política de Privacidad
    • Derechos de Autor
  • Languages
    • Francés
    • Italiano
    • English