BLOG DE TEOLOGIA
  • Blog
  • Escritos de Teólogos
    • + Mons. Romero
    • Leonardo Boff
    • David Guadalupe EJ
    • Jose Maria Castillo
    • José Arregui
    • Felix Struik OP
    • José Antonio Pagola
    • Sor Lucia Caram OP
    • Hans Kung
    • Jesus Bastante
  • Poemas
  • Preguntas
  • Envía tu escrito
  • Información
    • Contactenos
    • Centro Humanístico
    • Términos y Condiciones de Uso
    • Política de Privacidad
    • Derechos de Autor
  • Languages
    • Francés
    • Italiano
    • English
  

La buena noticia de quiénes somos por: Enrique Martínez Lozano

1/23/2012

0 Comentarios

 
Con narraciones diferentes –en la forma y en los personajes-, tanto Marcos como Juan (a quien leíamos la semana pasada) inician el relato de la actividad pública de Jesús con el tema del discipulado.

En Juan, se ponía el acento en la búsqueda. Dos hombres se acercan a Jesús porque, a tenor de sus palabras, hay algo en él que les ha cautivado y quieren averiguar dónde “vive”. A quienes se le acercan como buscadores, el maestro de Nazaret les propone: “Venid y lo veréis”, entrad, probad y lo experimentaréis.

En Marcos, el acento está puesto en el seguimiento. Puede sonar diferente, porque el contexto ha cambiado, pero se trata del mismo mensaje, presentado ahora desde otra perspectiva.

         

Para empezar, aquí es Jesús quien toma la iniciativa, mientras que en el cuarto evangelio, son los discípulos quienes dan el primer paso, manifestando su actitud de búsqueda.

El hecho de presentar a Jesús llamando tiene, para un lector que proviniera del judaísmo, un hondo significado teológico. Así como en la Biblia hebrea era Yhwh quien tomaba la iniciativa, llamando a la vida –a todos los seres- o a la misión –en el caso de los profetas-, esa misma función corresponde a Jesús.

De ese modo, Jesús es presentado como nuestro “maestro interior”, la voz de aquel mismo Anhelo que nos constituye y que se halla en el origen de toda nuestra búsqueda, tal como veíamos en el comentario de la semana anterior.

Es cierto que el “venid conmigo” puede leerse desde una perspectiva mítica, dando lugar a una idea del “seguimiento” más o menos heterónoma, como seguir o imitar a “otro”.

Desde una comprensión no-dual, sin embargo, esa misma expresión puede “traducirse” como “venid adonde yo estoy”, es decir, “venid al territorio de la identidad compartida que es también el vuestro”.

Es el “maestro interior” el que nos recuerda la voz del Anhelo y nos reclama para que podamos encontrarnos con quienes realmente somos.

Desde ahí podremos ser “pescadores de hombres”, ayudando a vivir, favoreciendo su “despertar”. El texto juega con la imagen del “mar” (el abismo) como el lugar del “mal”. “Pescar hombres” no significa hacer proselitismo, sino liberarlos de todo aquello que les esclaviza, de todo tipo de mal. En la certeza de que la liberación ocurrirá en la medida en que nos hagamos conscientes de nuestra verdadera identidad.

Ello requiere, dice la narración, dejarlo todo. Ese “todo” no es otra cosa que la identificación con el ego, como condición para abrirnos a nuestra verdad más profunda.

Nos hemos reducido al ego cada vez que hemos pensado que somossolo el yo individual. Al hacer así, nos veremos a nosotros mismos y a toda la realidad a través del “programa” característico del propio ego. Por eso, el primer paso quizás sea comprender cómo funciona ese programa para, así, poder desactivarlo. Subrayo algunos elementos que me parecen decisivos:

  • El ego es el “personaje”, al que nos reducimos cuando nos pensamos que somos solo el cuerpo-mente.

  • Si analizamos con cuidado, veremos que el ego es solo un haz de deseos y de miedos: no hay otra cosa en él.

  • La creencia básica del ego puede formularse de este modo: “Estoy separado”.

  • El objetivo que pretende es solo asegurar su fortalecimiento y pervivencia, frente a lo que considera su mayor enemigo: la anulación y la muerte.

  • La ley que lo mueve es la del deseo/aversión. El ego etiqueta todo lo que sucede de acuerdo a estas categorías: agradable / desagradable. Lo que pertenece al primer grupo suscita en él deseo; lo del segundo, rechazo.

  • Su programa elemental puede resumirse en dos palabras: defensa / ataque.

  • Tal programa ocasiona necesariamente enfrentamiento, miedo, culpa y sufrimiento. 

         

El laberinto del ego se convierte en una pesadilla sin salida…, hasta que no nos hagamos conscientes de la falsedad de su programa. Y la consciencia empieza con la observación de su funcionamiento, con la toma de distancia de la mente.

Es esa consciencia la que nos hace descubrir que el ego es solo una creación (ficción) mental y que su primera creencia es radicalmente errónea: No somos seres separados, sino más bien “formas” diferentes de una misma y única Realidad.

Al dejar de identificarnos con el ego, empezamos a ver: estamos “siguiendo” a Jesús, estamos descubriendo que somos no-separados de él, que compartimos su misma y única Identidad. Nos hemos “convertido” y hemos palpado el “reino de Dios”. Sin ninguna duda, se trata, no de una, sino de la Buena Noticia.

          ¿Quiénes somos?

·         Somos infinitamente más que el ego: somos Conciencia, Comprensión, Amor, Gozo… (aunque nuestra mente no lo “sepa”, del mismo modo que una célula no “sabe” que es cuerpo).

·         Quienes somos no puede ser afectado por nada de lo que nos pueda ocurrir: estamos siempre a salvo.

·         En ese nivel profundo de la identidad compartida, todo ser es absolutamente inocente.

Nos resistimos a vernos así, porque el “programa” grabado intensamente en nuestro inconsciente, fruto del momento evolutivo de la especie y fruto de toda la educación recibida –el programa del ego-, hace que nos hayamos reducido a su propia percepción. Tendemos a mirar y entender la realidad de acuerdo con las pautas del programa.

Y el programa nos dice permanente e insistentemente que todo es imperfecto; que el presente no está bien, y que tenemos que estar “pendientes” del futuro.

Sabemos que el ego es enemigo del presente, porque en él desaparece. Por eso huye constantemente, refugiándose en la “ilusión” del futuro… que nunca llegará. Pase lo que pase, el ego estará siempre insatisfecho, porque la insatisfacción lo define.

Pues bien, frente a los engaños y las trampas en que nos encierra el programa del ego, la palabra de Jesús nos dice que “se ha cumplido el plazo” y que “el reino de Dios está cerca”. Todo está ya aquí y ahora. Basta “salir” de la mente y de sus programas para “venir” a lo que siempre hemos sido, la Identidad que habíamos “olvidado” y hacia la que nos llama, una y otra vez, nuestro maestro interior.

Esa es la Buena Noticia.

0 Comentarios



Deja una respuesta.

    Picture
    Ayuda al Blog que publica todos los días diferentes áreas, queremos seguir publicando

    EL BLOG

    El blog es uno dedicado al análisis en general de muchos puntos desde la ópica teológica. La meta es impulsar el estudio amplio y profundo de la fe y de la razón, siendo ambos elementos fundamentales de la vida.

    Picture
    Picture
    Picture
    Picture
    SABES QUE PUEDES HACER COMENTARIOS A LAS REFLEXIONES O ENSAYOS TEOLOGICOS QUE APARECEN EN EL BLOG, SI PUEDES INTENTALO...

    Archivos

    Septiembre 2022
    Enero 2022
    Diciembre 2021
    Noviembre 2021
    Octubre 2021
    Septiembre 2021
    Agosto 2021
    Julio 2021
    Junio 2021
    Mayo 2021
    Abril 2021
    Marzo 2021
    Febrero 2021
    Enero 2021
    Diciembre 2020
    Noviembre 2020
    Octubre 2020
    Septiembre 2020
    Agosto 2020
    Julio 2020
    Junio 2020
    Mayo 2020
    Abril 2020
    Marzo 2020
    Febrero 2020
    Enero 2020
    Diciembre 2019
    Noviembre 2019
    Octubre 2019
    Septiembre 2019
    Agosto 2019
    Julio 2019
    Junio 2019
    Mayo 2019
    Abril 2019
    Marzo 2019
    Febrero 2019
    Enero 2019
    Diciembre 2018
    Noviembre 2018
    Octubre 2018
    Septiembre 2018
    Agosto 2018
    Julio 2018
    Junio 2018
    Mayo 2018
    Abril 2018
    Marzo 2018
    Febrero 2018
    Enero 2018
    Diciembre 2017
    Noviembre 2017
    Octubre 2017
    Septiembre 2017
    Agosto 2017
    Julio 2017
    Junio 2017
    Mayo 2017
    Abril 2017
    Marzo 2017
    Febrero 2017
    Enero 2017
    Diciembre 2016
    Noviembre 2016
    Octubre 2016
    Septiembre 2016
    Agosto 2016
    Julio 2016
    Junio 2016
    Mayo 2016
    Abril 2016
    Marzo 2016
    Febrero 2016
    Enero 2016
    Diciembre 2015
    Noviembre 2015
    Octubre 2015
    Septiembre 2015
    Agosto 2015
    Julio 2015
    Junio 2015
    Mayo 2015
    Abril 2015
    Marzo 2015
    Febrero 2015
    Enero 2015
    Diciembre 2014
    Noviembre 2014
    Octubre 2014
    Septiembre 2014
    Agosto 2014
    Julio 2014
    Junio 2014
    Mayo 2014
    Abril 2014
    Marzo 2014
    Febrero 2014
    Enero 2014
    Diciembre 2013
    Noviembre 2013
    Octubre 2013
    Septiembre 2013
    Agosto 2013
    Julio 2013
    Junio 2013
    Mayo 2013
    Abril 2013
    Marzo 2013
    Febrero 2013
    Enero 2013
    Diciembre 2012
    Noviembre 2012
    Octubre 2012
    Septiembre 2012
    Agosto 2012
    Julio 2012
    Junio 2012
    Mayo 2012
    Abril 2012
    Marzo 2012
    Febrero 2012
    Enero 2012
    Diciembre 2011
    Noviembre 2011
    Octubre 2011
    Septiembre 2011
    Agosto 2011
    Julio 2011
    Junio 2011
    Mayo 2011
    Abril 2011
    Marzo 2011
    Febrero 2011
    Enero 2011
    Diciembre 2010
    Noviembre 2010
    Octubre 2010
    Septiembre 2010
    Agosto 2010
    Julio 2010
    Junio 2010
    Mayo 2010
    Abril 2010

    Categorias

    Todo

    Canal RSS

    Picture
Centro Humanístico © Derechos Reservados 2010-2023
  • Blog
  • Escritos de Teólogos
    • + Mons. Romero
    • Leonardo Boff
    • David Guadalupe EJ
    • Jose Maria Castillo
    • José Arregui
    • Felix Struik OP
    • José Antonio Pagola
    • Sor Lucia Caram OP
    • Hans Kung
    • Jesus Bastante
  • Poemas
  • Preguntas
  • Envía tu escrito
  • Información
    • Contactenos
    • Centro Humanístico
    • Términos y Condiciones de Uso
    • Política de Privacidad
    • Derechos de Autor
  • Languages
    • Francés
    • Italiano
    • English