Cuidando la salud, previniendo la enfermedad y acompañando a los enfermos-enfermas y siendo acompañados-acompañadas por ellas.
Introducción: Queridas hermanas y hermanos: Algo muy propio del actuar de Jesús es el cuidado de las y los enfermos y el procurar su salud, y esto es una de las señales de que en medio de nosotros está el Reino de Dios con su amor, su bondad y su Misericordia. Y con esta misión envía también a los 72 discípulos y discípulas. Hace años tuvimos 4 Consultorios de Medicina Natural y de ellos pervive el de la Urss que hoy no acoge y donde estamos hoy reunidos. Se tenían los Consultorios y se daban talleres en torno a la salud preventiva, masajes relajantes, tinturas, microdisis etc… Elia sigue practicando lo que entonces aprendió. Es una alegría palpar que con nuevos bríos se ha retomado la Medicina Natural tan necesaria para la salud en si misma por su bondad y sus buenos frutos, y por estar económicamente al alcance del pueblo. Platicando con Leonor y las otras compañeras de la Mesa, pensamos que hoy junto con el compartir de lo que están aprendiendo y realizando, era bueno también compartir unos puntos clave del enfoque de este cuido fraterno de la salud siguiendo a Jesús. 1.- El punto de partida es escuchar el clamor de las enfermas y enfermos. Sentir vivamente su dolor, su aislamiento, la falta de medicinas, el crimen de las grandes y riquísimas empresas farmacéuticas que venden tan caras las medicinas. Y junto con ese sentir ese clamor, pedir la gracia de que se nos conmuevan las entrañas como a Jesús y que actuemos como El. 2,.El punto de partida también incluye el estar abiertos-as a aprender de estos enfermos y enfermas lo que nos enseñan sobre la vida, el amor a la vida, el enfrentar tanto dolor, soledad y discriminación. Y así dejarnos también acompañar por ellos para servir más fielmente a Jesús en esta pastoral por la salud y con estas hermanas y hermanos enfermos, especialmente los ancianos y los más pobres. 3.- Lo central en nuestro acompañamiento, es acompañar como Jesús lo hizo, y lo quiere seguir haciendo a través de nosotras-os. Un dato innegable del Evangelio es la relación que Jesús hace entre el anuncio del Evangelio, de la Buena Noticia del Reino y la curación de los enfermos. Estos son dos pilares de sus palabras y de su actuar, y eso mismo lo da como Misión a los discípulos-discípulas que de dos en dos llevan su Buena Noticia. 4- Y algo muy importante en el actuar de Jesús es que de cara a los enfermos y enfermas, se le estremecen las entrañas. O sea es algo que brota de lo más íntimo de su corazón y que es señal y manifestación de la Ternura, de la Misericordia de Dios para con sus hijas e hijos enfermos. 5.- Las curaciones que realiza Jesús no solo ven por la salud física del enfermo-a, sino también y con igual importancia por su integración en la familia y la sociedad. En la sociedad de su tiempo, como podemos ver por leyes del Antiguo Testamento y por prácticas en tiempo de Jesús, los enfermos y las enfermas eran considerados impuros. Y para cojos, ciegos y no se diga leprosos aun el acceso al Templo estaba prohibido. La Mujer que llamamos hemorroisa, no solo tenía su sangrado que le llevó a gastar todo su dinero con los médicos, sino que era considerada impura, y no debía haberse atrevido a tocar a Jesús.. Cuando Jesús cura a las enfermas y enfermos, los invita a volver a su familia, a presentarse en el Templo y en todo caso, se pueden ya integrar de nuevo a la sociedad.- Muchas veces la enfermedad aísla, encierra, desintegra 5.- Jesús se acerca las excluidas y excluidos, y los invita a su mesa, come con ellas y con ellos. Un caso especial –y que tiene que ver con nuestra reunión-es la actitud de Jesús con las y los leprosos. Ellas y ellos ( Leprosos y/o enfermos de psoriasis y otras enfermedades de la piel que los hacía repugnantes ante los “limpios”) eran alejados, eran discriminados. En el caso de los 10 leprosos, Lucas nos dice que le gritan de lejos que los sane. Jesús les dice que se presenten en el templo, como los demás podían hacerlo, y el camino quedan curados( Lc 17,14). Al inicio de su Evangelio, Marcos nos dice: “Se le acercó un leproso (notemos se le acercó o sea Jesús con su actitud facilitaba se le acercara) y le suplica: Si quieres puedes sanarme. Jesús se compadeció, extendió la mano, lo tocó y le dijo: lo quiero queda sano” (Mc.1,40-41) Notemos Jesús se compadece y lo toca… Y luego lo envía a presentarse al templo, rompiendo la discriminación que había padecido. Con toda razón podemos pensar que un equivalente a los llamados leprosos de aquel tiempo son las y los enfermos del VIH-Sida, los que tienen psoriasis y otros problemas de la piel, hace que se les discrimine más en la vida social, en las escuelas, etc…y podemos revisar nosotros mismos cómo los vemos, cómo actuamos con ellos y con ellas. Actuar. Qué conclusiones bien concretas pastorales sacamos de esta reunión para nuestra pastoral de la salud, para apoyar esta nueva experiencia y también para nuestro acercamiento con Jesús y como Jesús con las enfermas y enfermos. Y no solo para acompañarlos, sino también abrirnos a aprender de ellas y ellos, y en nuestro mismo servicio pastoral ser acompañado por ellas y ellos. Y terminemos con una oración pidiendo ser fieles al llamado que Jesús nos hace desde el clamor de estas enfermas y enfermos y su búsqueda de la salud. Fraternalmente, Leonor y Arnaldo
1 Comentario
Graciela Hernández
7/23/2018 11:02:15 pm
Saludo desde México al Padre Arnaldo, su escrito interesante y lo hemos comentado en la comunidad eclesial , deseo me envíe su correo, para comunicarme.
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