BLOG DE TEOLOGIA
  • Blog
  • Escritos de Teólogos
    • + Mons. Romero
    • Leonardo Boff
    • David Guadalupe EJ
    • Jose Maria Castillo
    • José Arregui
    • Felix Struik OP
    • José Antonio Pagola
    • Sor Lucia Caram OP
    • Hans Kung
    • Jesus Bastante
  • Poemas
  • Preguntas
  • Envía tu escrito
  • Información
    • Contactenos
    • Centro Humanístico
    • Términos y Condiciones de Uso
    • Política de Privacidad
    • Derechos de Autor
  

Jesús, el libertador por: José Enrique Galarreta

1/28/2012

0 Comentarios

 
El Evangelio de Marcos tiene una estructura que revela bien su intención. En el primer capítulo se presenta a Jesús, a partir del testimonio de Juan: pasada la experiencia de oración y ayuno, y la tentación, en la montaña, llama a los primeros discípulos y empieza su ministerio: recorre Galilea enseñando en las sinagogas y curando toda clase de enfermedades.

En esta parte, Marcos va alternando los discursos con las curaciones, en un mensaje claro: "Esta es su autoridad: él viene de parte de Dios".

El texto de hoy presenta como un resumen programático: las palabras y las obras. Y ambas cosas producen admiración. Las palabras, porque son algo nuevo, diferente de la enseñanza de los escribas, en contenido y en autoridad. Los escribas no hacían otra cosa que comentar La Ley y Los Profetas. Jesús "es diferente". Y el pueblo está sorprendido. Y además, Jesús avala sus enseñanzas con curaciones sorprendentes, tenidas por la gente como milagros.

Por tanto, el mensaje de este comienzo del evangelio de Marcos se refiere ante todo a "autentificar a Jesús": "éste es El Profeta anunciado", se nota en sus obras y en sus palabras. Dios está con él, es necesario creerle. Pero es conveniente analizar un poco más la escena, porque tiene significados profundos.

Se trata de la reunión ritual de los judíos, el sábado, en la sinagoga: se lee y explica, por parte de los escribas, la Ley, como enseñanza "autorizada". Jesús y su grupo, como personas piadosas, acuden; pero Jesús, sin ser escriba, pasa a enseñar. Se indica así lo "oficial" de la predicación de Jesús.

En contraposición a los escribas, Jesús muestra "otra autoridad", sin basarse en otros maestros o tradiciones, no como mero repetidor de la Ley, sino con autoridad propia.

Nosotros la Iglesia no hemos subrayado lo suficiente la enorme distancia que hay entre Jesús y el Antiguo Testamento. Haríamos bien en recordar lo del vino nuevo y los odres viejos. Pero me temo que a buena parte de la Iglesia le gusta más vivir en el Antiguo Testamento: por ejemplo, les gusta mucho más el culto esplendoroso que la Cena del Señor, la teología metafísica que las parábolas.

Esta autoridad se ve refrendada por sus curaciones, en este caso de un "poseído por un espíritu impuro". En el NT aparecen con frecuencia personas afectadas de males morales, presiones internas que son superiores a ellos, que les hacen no ser dueños de sí mismos. Se les considera poseídos por "espíritus", y estos espíritus son considerados "inmundos", es decir, opuestos al Señor, alejadores de Dios.

Jesús se muestra como un poder liberador de las personas respecto de esos espíritus, capaz de devolver a la persona su libertad, su capacidad de ser dueño de sí mismo. Su autoridad se manifiesta más aún por cuanto la curación se verifica con la sola fuerza de su Palabra.

Por lo demás, Jesús está curando en sábado. Empieza, ya desde el principio, una costumbre de Jesús que va a llegar a resultar "agresiva". El cumplimiento del descanso sabático era tan estricto que curar en sábado se consideraba como quebrantar la Ley. Jesús pasará una y otra vez sobre esta prohibición, y este será un tema de grave enfrentamiento con las autoridades religiosas.

Todos los textos son un ejemplo bonito de provisionalidad. Está en el fondo la semilla de la Palabra, pero arropada -mal- en las creencias y deficiencias del momento.

En el texto del Deuteronomio:

Yahvé es temible. Hace falta un intermediario, el profeta. Los que no le escuchen serán castigados: el falso profeta morirá.

En el texto de Pablo:

Los últimos tiempos. No merece la pena ni casarse. Se sirve mejor a Dios en el celibato.

En el Evangelio:

"Una doctrina nueva". Prodigios para demostrar poder…

Ninguna de estas afirmaciones son aceptables sin más.

·        Dios no es terrible.

·        El único intermediario es Jesús, pero no porque ver a Dios resulte mortal.

·        No se está acabando la historia: el matrimonio y "las cosas del mundo", y toda nuestra vida, forman parte de nuestra misión y tienen -todas las actividades- el mismo valor: cumplir "mi" misión. 

·        Los milagros no son una manifestación del poder del Amo sino de la voluntad de curar del Libertador.

Puede parecer sorprendente que apliquemos esta noción de "provisionalidad" tanto al Antiguo como al Nuevo Testamento. Sin embargo, así es. "Los testigos" ven y oyen a Jesús, creen en él y nos cuentan lo que han visto y oído, y su fe. Y la Palabra está ahí, una vez más, encarnada. Si los testigos fueran daltónicos, nos describirían a Jesús en blanco y negro. Lo que los testigos nos cuentan es lo que pueden captar.

Pero el Espíritu sigue animando a la Iglesia; el pueblo peregrino avanza en el conocimiento de Dios. No entiende lo mismo Moisés que Isaías, ni Juan Bautista que Pedro, ni Juan Evangelista que nosotros. Y no porque seamos más listos o tengamos más medios, sino porque el Espíritu de Jesús sigue trasformando a la Iglesia.

De aquí sacamos consecuencias importantes para nuestra vida, bien representadas las dos en frase de la gente sobre Jesús: "¿Quién es éste, qué es esto...?". ¿En quién creemos, en qué creemos?

¿Creemos en un taumaturgo que arregla los males del mundo por arte de magia? ¿Por qué hacían milagros los apóstoles y no los hacen los obispos? ¿Sólo porque ellos tenían más fe?

¿Creemos en una Palabra de Dios dictada al oído a los autores sagrados, sin posibilidad de sombra de error o interpretación?

¿Creemos en Jesús Dios con apariencia de hombre, lleno de poder, que simula ser como nosotros?

¿Creemos en un Dios terrible, al que tenemos acceso por intermedio de elegidos que se interponen entre el pueblo y El Amo?

¿Creemos que las cosas corrientes de la vida son inútiles para el Reino de Dios?

Creemos que todo lo que los hombres pueden entender de Dios está dicho en Jesús. Y no entendemos más, aunque tenemos más preguntas.

Creemos que Religión no es lo extraordinario, sino el sentido y valor de lo ordinario.

Creemos que todos los hombres van entendiendo mejor a Dios.

Creemos que en eso consiste nuestra vida: en caminar hacia más conocimiento, fiados en Jesús, la Palabra.

Pero podemos estar confusos: ¿por qué recibimos unas cosas de la Escritura y otras no, o unas más y otras menos­?. ¿No corremos el riesgo de entender la Palabra de Dios a nuestra conveniencia?

En efecto, corremos ese riesgo, e incluso caemos en él, como cayó Pedro y Pablo y todos. El riesgo está en aceptar lo que nos parece razonable. El acierto está en compararlo todo con las líneas claras, profundas, de Jesús:

·        vemos como "provisional" el Dios terrible del Sinaí porque Jesús nos ha mostrado a "Abbá",

·        vemos como insuficiente la fe en Jesús "ser divino de apariencia humana con poderes mágicos", porque le hemos visto nacer de María y morir en la cruz...

·        Y sabemos que nuestra tentación es siempre aceptar lo que nos parece razonable; y sabemos que lo sensato es ir a buscarle a él, a ver cómo es.

Uno de los aspectos del evangelio que más nos molestan hoy son, quizá, los milagros. No estamos dispuestos a aceptar lo maravilloso, probablemente porque nuestro pensamiento tiene mucho de exclusivamente racional, exclusivamente científico. Incluso a algunos nos parecería más aceptable el Evangelio sin milagros, porque nos resulta más verosímil.

Y sin embargo, los milagros están ahí, nos guste o no. No todas las narraciones de milagros que hay en los evangelios son crónicas de sucesos que ocurrieron: algunos son fruto de la exageración legendaria, otros tienen sentido simbólico. Pero muchas sí que son narraciones de sucesos.

Y es histórico que muchas de estas actuaciones de Jesús fueron interpretadas por la gente como milagros. Las personas "poseídas por malos espíritus" eran enfermos, desde luego. Y Jesús las curaba. Y muchas veces sin tratamiento, sin contacto físico. Si estas cosas no nos gustan, es nuestro problema. Se trata de creer en el Jesús que existió, no de que nos guste o no.

0 Comentarios



Deja una respuesta.

    Picture
    Ayuda al Blog que publica todos los días diferentes áreas, queremos seguir publicando

    EL BLOG

    El blog es uno dedicado al análisis en general de muchos puntos desde la ópica teológica. La meta es impulsar el estudio amplio y profundo de la fe y de la razón, siendo ambos elementos fundamentales de la vida.

    Picture
    Picture
    Picture
    Picture
    SABES QUE PUEDES HACER COMENTARIOS A LAS REFLEXIONES O ENSAYOS TEOLOGICOS QUE APARECEN EN EL BLOG, SI PUEDES INTENTALO...

    Archivos

    Febrero 2023
    Enero 2023
    Septiembre 2022
    Enero 2022
    Diciembre 2021
    Noviembre 2021
    Octubre 2021
    Septiembre 2021
    Agosto 2021
    Julio 2021
    Junio 2021
    Mayo 2021
    Abril 2021
    Marzo 2021
    Febrero 2021
    Enero 2021
    Diciembre 2020
    Noviembre 2020
    Octubre 2020
    Septiembre 2020
    Agosto 2020
    Julio 2020
    Junio 2020
    Mayo 2020
    Abril 2020
    Marzo 2020
    Febrero 2020
    Enero 2020
    Diciembre 2019
    Noviembre 2019
    Octubre 2019
    Septiembre 2019
    Agosto 2019
    Julio 2019
    Junio 2019
    Mayo 2019
    Abril 2019
    Marzo 2019
    Febrero 2019
    Enero 2019
    Diciembre 2018
    Noviembre 2018
    Octubre 2018
    Septiembre 2018
    Agosto 2018
    Julio 2018
    Junio 2018
    Mayo 2018
    Abril 2018
    Marzo 2018
    Febrero 2018
    Enero 2018
    Diciembre 2017
    Noviembre 2017
    Octubre 2017
    Septiembre 2017
    Agosto 2017
    Julio 2017
    Junio 2017
    Mayo 2017
    Abril 2017
    Marzo 2017
    Febrero 2017
    Enero 2017
    Diciembre 2016
    Noviembre 2016
    Octubre 2016
    Septiembre 2016
    Agosto 2016
    Julio 2016
    Junio 2016
    Mayo 2016
    Abril 2016
    Marzo 2016
    Febrero 2016
    Enero 2016
    Diciembre 2015
    Noviembre 2015
    Octubre 2015
    Septiembre 2015
    Agosto 2015
    Julio 2015
    Junio 2015
    Mayo 2015
    Abril 2015
    Marzo 2015
    Febrero 2015
    Enero 2015
    Diciembre 2014
    Noviembre 2014
    Octubre 2014
    Septiembre 2014
    Agosto 2014
    Julio 2014
    Junio 2014
    Mayo 2014
    Abril 2014
    Marzo 2014
    Febrero 2014
    Enero 2014
    Diciembre 2013
    Noviembre 2013
    Octubre 2013
    Septiembre 2013
    Agosto 2013
    Julio 2013
    Junio 2013
    Mayo 2013
    Abril 2013
    Marzo 2013
    Febrero 2013
    Enero 2013
    Diciembre 2012
    Noviembre 2012
    Octubre 2012
    Septiembre 2012
    Agosto 2012
    Julio 2012
    Junio 2012
    Mayo 2012
    Abril 2012
    Marzo 2012
    Febrero 2012
    Enero 2012
    Diciembre 2011
    Noviembre 2011
    Octubre 2011
    Septiembre 2011
    Agosto 2011
    Julio 2011
    Junio 2011
    Mayo 2011
    Abril 2011
    Marzo 2011
    Febrero 2011
    Enero 2011
    Diciembre 2010
    Noviembre 2010
    Octubre 2010
    Septiembre 2010
    Agosto 2010
    Julio 2010
    Junio 2010
    Mayo 2010
    Abril 2010

    Categorias

    Todo

    Canal RSS

    Picture
Centro Humanístico © Derechos Reservados 2010-2023
  • Blog
  • Escritos de Teólogos
    • + Mons. Romero
    • Leonardo Boff
    • David Guadalupe EJ
    • Jose Maria Castillo
    • José Arregui
    • Felix Struik OP
    • José Antonio Pagola
    • Sor Lucia Caram OP
    • Hans Kung
    • Jesus Bastante
  • Poemas
  • Preguntas
  • Envía tu escrito
  • Información
    • Contactenos
    • Centro Humanístico
    • Términos y Condiciones de Uso
    • Política de Privacidad
    • Derechos de Autor