BLOG DE TEOLOGIA
  • Blog
  • Escritos de Teólogos
    • + Mons. Romero
    • Leonardo Boff
    • David Guadalupe EJ
    • Jose Maria Castillo
    • José Arregui
    • Felix Struik OP
    • José Antonio Pagola
    • Sor Lucia Caram OP
    • Hans Kung
    • Jesus Bastante
  • Poemas
  • Preguntas
  • Envía tu escrito
  • Información
    • Contactenos
    • Centro Humanístico
    • Términos y Condiciones de Uso
    • Política de Privacidad
    • Derechos de Autor
  • Languages
    • Francés
    • Italiano
    • English
  

Hacia la otra orilla por: Enrique Martínez Lozano

6/26/2012

0 Comentarios

 
Jesús, quien ha visto, invita y anima a ir "más allá" de lo conocido y de lo trillado, hacia "la otra orilla".

El ser humano tiende a instalarse, acomodándose a aquello que va consiguiendo. Fácilmente nos acostumbramos a lo conocido y nos dejamos mecer por la rutina que evita sobresaltos y nos otorga una cierta sensación de seguridad.

Y esto suele ocurrir también con nuestras ideas, creencias o cosmovisiones. Acostumbrados a ver la realidad desde una determinada perspectiva, nos cuesta abrirnos a otros ángulos nuevos o desconocidos.

Preferimos, aun sin darnos cuenta, quedarnos instalados en "esta orilla", la conocida, habitual, acostumbrada. Es la preferida de nuestra mente y de nuestra sensibilidad, por la sencilla razón de que les resulta familiar y les aporta tranquilidad.

Es una actitud en principio comprensible, aunque comporta un riesgo importante: quedar reducidos a una visión estrecha y ahogados en una vida mortecina, una vez que nos hemos cerrado a cualquier posible salida..., sobre todo cuando hemos logrado un "bienestar" que se prolonga.

En realidad, cuando todo en la vida nos resulta fácil, es más probable que nos instalemos en nuestras seguridades. En ocasiones, solo cuando estas se conmueven, la persona conecta con otro anhelo más profundo.

Porque, si bien en los niveles mental y emocional, tendemos a instalarnos, en lo más profundo de nosotros, sin embargo, nos habita un Anhelo de "más", que nos empuja desde dentro en un despliegue abierto a horizontes cada vez mayores.

Tal anhelo podemos verlo también como la voz de nuestro "maestro interior" que nos da paz, pero que no nos deja en paz. Si no lo ahogamos con compensaciones ni lo acallamos con nuestro ruido, escucharemos su voz que nos anima a cruzar a "la otra orilla". Por eso, al escuchar estas palabras de Jesús, es probable que reconozcamos el "eco" que producen en nuestro interior, y que la invitación nos resulte conocida.

La "otra orilla" es la novedad del presente, el descubrimiento incesante, la amplitud sin límites. Pero solo podremos empezar a cruzarla si estamos dispuestos a dejar nuestros caminos trillados y nos entregamos con docilidad a la Vida –otro nombre de nuestro "maestro interior"-, en todo lo que tenga que enseñarnos.

Si "esta orilla" es la del yo –al identificarnos con la mente, nos habíamos reducido a él-, la otra es la de nuestra identidad profunda. Por eso, la primera es "cerrada" –tiene los mismos límites que el yo-, mientras que la segunda es ilimitada.

En aquella, pretendemos controlar todo desde la primacía del yo; en esta, nos reconocemos en la Vida misma que fluye y que se expresa en todo, incluido el propio yo, que ha "cedido" su protagonismo anterior.

Pero, aun oyendo la invitación y reconociendo la resonancia que produce en nuestro interior, el tránsito no suele ser fácil. Debido a nuestra identificación con la mente, que nos ha hecho creer que éramos el "yo individual" que ella misma ha plasmado, nos cuesta mirar la realidad desde otra perspectiva que no sea la del yo.

La dificultad del tránsito queda magníficamente expresada en el relato evangélico que estamos comentando. El yo (la barca), aun atreviéndose a salir de su mundo habitual, experimenta un oleaje (mental y emocional) amenazador en el que teme hundirse sin remedio.

Sin embargo, dentro de esa misma tempestad, hay alguien que duerme serenamente. No solo eso: es alguien que impone la calma con su sola palabra. De pronto, ante tal calidad de presencia, el mar (todo aquello que nuestra mente percibe y etiqueta como "mal") se torna apacible, y el miedo angustiante se convierte en confianza admirada y agradecida.

¿Ante quién estamos? Jesús, de quien había partido la invitación a cruzar a "la otra orilla" (nuestro maestro interior), es la expresión de quien "ha visto", conoce y vive su identidad profunda.

No se halla reducido a su "yo individual", sino que se sabe Consciencia y Vida sin límites, Presencia consciente y amorosa, que se nombra como "Yo Soy", sin otros añadidos.

Esa Presencia –otro nombre de nuestra identidad profunda- es paz, ecuanimidad y fuerza. Calma el mar embravecido y nos introduce en la paz que supera todo lo que podemos pensar.

En los niveles mágico o mítico de consciencia, Jesús era visto como alguien "exterior" o separado, cuya fuerza podía liberarnos "milagrosamente" de todos los males. La oración consistía, precisamente, en implorar su poder para sortear las dificultades.

En el nivel transpersonal, de la mano de la perspectiva no-dual, la liberación sigue ocurriendo, pero la explicación es distinta: Jesús es el "espejo" de lo que somos todos; en él nos vemos reflejados y en él podemos percibir y reconocer nuestra misma identidad.

Se trata de una identidad "compartida" (no-dual) que, sin negar las diferencias, reconoce que su fondo y nuestro fondo es uno y el mismo. En realidad, todo lo que existe "comparte" o participa de ese mismo Núcleo que constituye la Mismidad de todo lo que es.

Desde esta nueva perspectiva, por tanto, Jesús no aparece como un salvador "externo", sino como la referencia que, al abrirnos los ojos, nos hace tomar consciencia de que estamos ya salvados, en la Identidad que somos. El engaño consistía en nuestra propia ceguera, que nos había reducido a las dimensiones del yo mental.

De modo que las palabras del relato –"¿por qué sois tan cobardes?; ¿aún no tenéis fe?"- podrían "traducirse" por estas otras: ¿por qué estáis tan ciegos?, ¿todavía no veis? Despertad a vuestra verdadera identidad... Todo lo demás –la calma, la fuerza, el coraje...- se os dará por añadidura.

Necesitamos, para ello, activar nuestra "inteligencia espiritual", como la capacidad que nos permite acceder y conectar con esa dimensión profunda de lo real, a la que nos referimos con el término "espiritualidad".

0 Comentarios



Deja una respuesta.

    Picture
    Ayuda al Blog que publica todos los días diferentes áreas, queremos seguir publicando

    EL BLOG

    El blog es uno dedicado al análisis en general de muchos puntos desde la ópica teológica. La meta es impulsar el estudio amplio y profundo de la fe y de la razón, siendo ambos elementos fundamentales de la vida.

    Picture
    Picture
    Picture
    Picture
    SABES QUE PUEDES HACER COMENTARIOS A LAS REFLEXIONES O ENSAYOS TEOLOGICOS QUE APARECEN EN EL BLOG, SI PUEDES INTENTALO...

    Archivos

    Septiembre 2022
    Enero 2022
    Diciembre 2021
    Noviembre 2021
    Octubre 2021
    Septiembre 2021
    Agosto 2021
    Julio 2021
    Junio 2021
    Mayo 2021
    Abril 2021
    Marzo 2021
    Febrero 2021
    Enero 2021
    Diciembre 2020
    Noviembre 2020
    Octubre 2020
    Septiembre 2020
    Agosto 2020
    Julio 2020
    Junio 2020
    Mayo 2020
    Abril 2020
    Marzo 2020
    Febrero 2020
    Enero 2020
    Diciembre 2019
    Noviembre 2019
    Octubre 2019
    Septiembre 2019
    Agosto 2019
    Julio 2019
    Junio 2019
    Mayo 2019
    Abril 2019
    Marzo 2019
    Febrero 2019
    Enero 2019
    Diciembre 2018
    Noviembre 2018
    Octubre 2018
    Septiembre 2018
    Agosto 2018
    Julio 2018
    Junio 2018
    Mayo 2018
    Abril 2018
    Marzo 2018
    Febrero 2018
    Enero 2018
    Diciembre 2017
    Noviembre 2017
    Octubre 2017
    Septiembre 2017
    Agosto 2017
    Julio 2017
    Junio 2017
    Mayo 2017
    Abril 2017
    Marzo 2017
    Febrero 2017
    Enero 2017
    Diciembre 2016
    Noviembre 2016
    Octubre 2016
    Septiembre 2016
    Agosto 2016
    Julio 2016
    Junio 2016
    Mayo 2016
    Abril 2016
    Marzo 2016
    Febrero 2016
    Enero 2016
    Diciembre 2015
    Noviembre 2015
    Octubre 2015
    Septiembre 2015
    Agosto 2015
    Julio 2015
    Junio 2015
    Mayo 2015
    Abril 2015
    Marzo 2015
    Febrero 2015
    Enero 2015
    Diciembre 2014
    Noviembre 2014
    Octubre 2014
    Septiembre 2014
    Agosto 2014
    Julio 2014
    Junio 2014
    Mayo 2014
    Abril 2014
    Marzo 2014
    Febrero 2014
    Enero 2014
    Diciembre 2013
    Noviembre 2013
    Octubre 2013
    Septiembre 2013
    Agosto 2013
    Julio 2013
    Junio 2013
    Mayo 2013
    Abril 2013
    Marzo 2013
    Febrero 2013
    Enero 2013
    Diciembre 2012
    Noviembre 2012
    Octubre 2012
    Septiembre 2012
    Agosto 2012
    Julio 2012
    Junio 2012
    Mayo 2012
    Abril 2012
    Marzo 2012
    Febrero 2012
    Enero 2012
    Diciembre 2011
    Noviembre 2011
    Octubre 2011
    Septiembre 2011
    Agosto 2011
    Julio 2011
    Junio 2011
    Mayo 2011
    Abril 2011
    Marzo 2011
    Febrero 2011
    Enero 2011
    Diciembre 2010
    Noviembre 2010
    Octubre 2010
    Septiembre 2010
    Agosto 2010
    Julio 2010
    Junio 2010
    Mayo 2010
    Abril 2010

    Categorias

    Todo

    Canal RSS

    Picture
Centro Humanístico © Derechos Reservados 2010-2023
  • Blog
  • Escritos de Teólogos
    • + Mons. Romero
    • Leonardo Boff
    • David Guadalupe EJ
    • Jose Maria Castillo
    • José Arregui
    • Felix Struik OP
    • José Antonio Pagola
    • Sor Lucia Caram OP
    • Hans Kung
    • Jesus Bastante
  • Poemas
  • Preguntas
  • Envía tu escrito
  • Información
    • Contactenos
    • Centro Humanístico
    • Términos y Condiciones de Uso
    • Política de Privacidad
    • Derechos de Autor
  • Languages
    • Francés
    • Italiano
    • English