"Nadie habló jamás como este hombre".
Es el fuego que brota de tus entrañas, de tu corazón, de tu pensamiento. Es la intensidad de tu experiencia de Dios, que se te sale por los poros, por la boca, por las manos, y te hace profeta y sanador, "aguijón y caricia". Dios encarnado, sí, en cada gesto. Vos poniéndole el cuerpo a lo divino que te habita, llenando de eternidad tus instantes. Ocurrió el 24 de marzo. Día de memoria en la Argentina. Día tan fuerte de pueblo, de patria grande, los 30.000 desaparecidos y Mons. Romero. Día de marcha y comunión, de gritos y dolor, de vida resucitada en lo colectivo. En este día de vibrar juntos, de sudar juntos "algo bien sano" que nos hermana. En este día de "nunca más" y "nunca menos", de manipulaciones partidarias, de buenos y malos entendidos, de quebrar y volver a amasar. En este día, confirmar nuestro discipulado. Queremos marchar con vos, Jesús, con y en medio de nuestro pueblo. Algunos entre tantos, y tus discípulos. Llenándonos de tu fuego y del fuego en común, aportando nuestra llama. En este día decir que sí a la marcha y a las voces colectivas, escuchar los gritos, hacernos carne en ellos. En la víspera de la encarnación, llevarte bien metido en nuestros huesos. Provocarte a marchar con nosotros o más bien reconocerte en el codo a codo. Marchar con mi comunidad parroquial, tan comprometida en las luchas y los sueños de los derechos humanos desde hace tantos años y tantos gobiernos... No estás si no te llevamos, y estás siempre en medio nuestro... La Encarnación nos pone de cara a la responsabilidad de seguir gestándote y pariéndote, en estos tiempos que nos tocan, nos duelen, nos entusiasman. El anuncio, "Yo estaré con ustedes", "donde haya dos o tres"... La pregunta, "¿cómo puede ser esto?", si somos barro lanzado a lo infinito, si el límite nos aprieta, si somos tanta pequeñez... La evidencia, el Espíritu se derrama, nos inspira y nos enlaza... no estamos solos en las gestaciones colectivas, hay alguien mayor que nos hace uno, en nombre de la patria o del "nunca más", en nombre de la fraternidad que queremos ir siendo. Fue muy esclarecedor verlo a Alejandro con su bastón blanco, marchando. Conduciendo la bandera y la marcha de la Santa Cruz. Conducido por la comunidad que nos iba dando rumbo. Los que guían son guiados. No importan tanto las supuestas capacidades, el tema es qué tan sensibles podemos ser a la marcha del pueblo y al empuje del espíritu. Es registrar con mil indicadores sutiles, por dónde pasa el andar de nuestros tiempos; y la lucidez para estar ahí, cuerpo a cuerpo con el maestro que nos recuerda a dónde íbamos. No importa tanto el recorrido, sino la meta, y el "cómo", los encuentros genuinos que podamos provocar. Necesitamos sabernos parte de una corriente poderosa, que nos trasciende, nos arrebata, por momentos nos deja atrás... nos mantiene despiertos o nos arrastra, nos sacude, nos suelta a la orilla y nos vuelve a hacer danzar. Es bello y difícil, desafiante, ir siendo en medio del pueblo. La vida es muy densa, cargada de sentido; requiere un proceso cuidadoso de digestión, para no empacharnos y terminar vomitando, excluyendo como tóxico, lo que no pudimos procesar... Necesitamos un trabajo de desmenuzado para las experiencias, las sensaciones y los lazos, las sutilezas de los empujes o las detenciones o los cambios de rumbo. Necesitamos ampliar los registros y las estrategias de interpretación, para ser fieles a los signos de los tiempos, para seguir poniéndole carne y sangre a tu sueño de una mesa para todos.
0 Comentarios
Deja una respuesta. |
Ayuda al Blog que publica todos los días diferentes áreas, queremos seguir publicando
EL BLOGEl blog es uno dedicado al análisis en general de muchos puntos desde la ópica teológica. La meta es impulsar el estudio amplio y profundo de la fe y de la razón, siendo ambos elementos fundamentales de la vida. SABES QUE PUEDES HACER COMENTARIOS A LAS REFLEXIONES O ENSAYOS TEOLOGICOS QUE APARECEN EN EL BLOG, SI PUEDES INTENTALO...
Archivos
Febrero 2023
Categorias |