BLOG DE TEOLOGIA
  • Blog
  • Escritos de Teólogos
    • + Mons. Romero
    • Leonardo Boff
    • David Guadalupe EJ
    • Jose Maria Castillo
    • José Arregui
    • Felix Struik OP
    • José Antonio Pagola
    • Sor Lucia Caram OP
    • Hans Kung
    • Jesus Bastante
  • Poemas
  • Preguntas
  • Envía tu escrito
  • Información
    • Contactenos
    • Centro Humanístico
    • Términos y Condiciones de Uso
    • Política de Privacidad
    • Derechos de Autor
  • Languages
    • Francés
    • Italiano
    • English
  

El pecado de la indiferencia. Fraternidad en tiempo de virus por: Máximo García Ruiz

4/2/2020

0 Comentarios

 
Una de las afirmaciones de mayor contundencia que han formulado sociólogos contemporáneos para describir nuestro mundo actual es que el mayor pecado de nuestro tiempo no es la maldad, sino la indiferencia.
A la maldad se la ve venir y se pueden crear anticuerpos para combatirla; la indiferencia convierte “al otro” en un ser invisible del que no sólo se ignora todo, sino que se rehúye cualquier conocimiento que pudiera conducir a adquirir algún tipo de compromiso.
Al tiempo que las nuevas generaciones han ido olvidando las consecuencias de las guerras que ni conocieron  ni sufrieron, se ha ido gestando un tipo de egoísmo demoledor que comienza parcelando el espacio geográfico, bien sea por razones étnicas, económicas, culturales, idiomáticas o de cualquier otra índole...
Los efectos de tres guerras devastadoras, dos de alcance mundial y una fraterna en España, en la primera mitad del siglo XX, fueron un acicate para que los líderes occidentales se plantearan crear otro tipo de sociedad mejor que la anterior bajo el paraguas de dos conceptos fundamentales: democracia y derechos humanos. Ambos conceptos impulsaron la creación de una sociedad más solidaria, más inclusiva, fomentando lo que se ha conocido como el Estado de bienestar.  La modernidad dio paso a la posmodernidad y ésta configuró la falacia de la posverdad para disfrazar sus grandes mentiras y, al tiempo que las nuevas generaciones han ido olvidando las consecuencias de las guerras que ni conocieron  ni sufrieron, se ha ido gestando un tipo de egoísmo demoledor que comienza parcelando el espacio geográfico, bien sea por razones étnicas, económicas, culturales, idiomáticas o de cualquier otra índole, para terminar levantando barreras no sólo ideológicas sino físicas, que le aísle “del otro”, que ha dejado de ser hermano para convertirse en enemigo; en el mejor de los casos, se trata de hacer al otro invisible. En cualquier caso, se trata de no permitir que, “el otro”, nos invada con sus problemas.
La configuración de esta sociedad posmoderna tendrá que conjugar conceptos nuevos sin dejar de lado los antiguos que, aunque estén en desuso en buena medida, siguen siendo válidos, como son democracia, solidaridad y derechos humanos, a la par que se despoja de ese virus conocido como individualismo que ha infectado la sociedad contemporánea. Un nuevo concepto, aunque no nuevo, sino en desuso, es espiritualidad, que no es equivalente a religiosidad, aunque en ocasiones puedan ir de la mano. Un nuevo y profundo sentido de espiritualidad que contenga una nueva dosis de misticismo, capaz de crear un nuevo paradigma que transforme la indiferencia hacia el otro en visibilidad y ayude a derribar las barreras que impiden reconocerle como hermano.
Lo nuevo no es bueno por el hecho de ser algo diferente, sino por absorber la verdad recibida y añadirle la esencia de lo nuevo que sea capaz de enriquecerla. La meditación nos ayudará a descubrir las viejas verdades.
En nuestro mundo occidental, especialmente en el entorno protestante, resulta complicado identificar el concepto espiritualidad, mucho más si lo hermanamos con misticismo. Gandhi vinculaba la espiritualidad al silencio. “Nuestra vida, decía Gandhi, es una prolongada y ardua búsqueda de la verdad; y para alcanzar la cima más elevada, el alma requiere reposo interior”. Y en un mundo con tanto ruido, no resulta sencillo optar por el silencio.
Un silencio para poder escucharnos a nosotros mismos, para tomar conciencia del otro y para llegar a escuchar a Dios. Un silencio creativo que nos pone en comunicación con la naturaleza, que ayuda a meditar lo que se dice y lo que se calla, que hace que no se pronuncie nunca una palabra de más. El propio Gandhi decía: “La fe no existe para ser predicada, sino para ser vivida”. Sobra tanto ruido que acompaña a las religiones animadas por el propósito de hacerse oír.
Con frecuencia ciframos nuestro interés en buscar novedades con las que saciar nuestra curiosidad, atender nuestras apetencias u ofrecer nuestra verdad a los demás, sea el que fuere. El profeta invitaba a interesarse por los caminos y las verdades antiguas, aparte de que, frecuentemente, lo que llamamos novedad no es otra cosa que verdades olvidadas. Lo nuevo no es bueno por el hecho de ser algo diferente, sino por absorber la verdad recibida y añadirle la esencia de lo nuevo que sea capaz de enriquecerla. La meditación nos ayudará a descubrir las viejas verdades. Por el contrario, con frecuencia, propuestas novedosas insustanciales ocultan viejos paradigmas con valor inmutable.
El antídoto de la indiferencia es la fraternidad. Algo nada novedoso. Un paradigma antiguo que arranca del inicio de los tiempos. La posmodernidad religiosa rechaza los mitos como algo antiguo y busca otras fórmulas para aproximase y expresar la verdad. De nuevo cabe reformular la pregunta ¿qué cosa es verdad? ¿La que nosotros percibimos de forma individual o la colectiva que ha ido reconfigurándose a lo largo del tiempo? Lo antiguo queda integrado y superado en lo nuevo, no desechado. Lo cierto es que las verdades más profundas únicamente alcanzamos a explicarlas mediante mitos que es la forma de explicar lo inexplicable. Así es que seguimos necesitando los mitos para poder referirnos a ciertas verdades.
La primera de esas verdades es aceptar que no somos sujetos únicos. Olvidar esa verdad, ignorar que los sentimientos y sensaciones del otro son equiparables a los nuestros, conduce a perder la genuina perspectiva de nuestra existencia. Necesitamos superar el sentimiento de que somos sujetos únicos, porque ese sentimiento es el que nos incita a hacer nuestra la propuesta edénica de que podemos ser semejantes a Dios. Ese es el pecado original, creernos únicos. El antídoto, comprender que o nos salvamos todos o no se salva nadie.
Todos los males tienen su inicio en la ruptura de la fraternidad entre Caín y Abel que desemboca en la ruptura de la humanidad tratando de construir una torre que les introduzca en un ámbito prohibido. El camino de regreso está en recomponer las relaciones fraternas, admitiendo y promoviendo la existencia y los derechos del otro a nuestro propio nivel.
Nos toca vivir una experiencia única a nivel mundial con motivo del coronavirus Covid-19. La humanidad entera está implicada. Los hay que no lo entienden o no lo quieren entender y parecen rechazar que forman parte de un todo. Son aquellos que a nivel personal o, incluso, a nivel colectivo, han creído que podrían zafarse de esta situación, pero la realidad es pertinaz y nos ha colocado a unos en situaciones críticas de infección y a otros confinados en sus viviendas o recluidos en recintos especiales, esperando poder librarse de esta pandemia. El mensaje es claro: o ponemos los medios para intentar librarnos todos o nos alcanza a todos. O nos amamos en tiempos de esta cólera especial, recuperando la fraternidad humana, o perecemos todos. O salimos de nuestros pequeños refugios religiosos y montamos una Gran Fraternidad Universal y tratamos de salvarnos todos, o no hay salvación para nadie.
Y una vez salvados, preguntar por las sendas antiguas de la espiritualidad transreligiosa, aquella que supera incluso los límites escasos de las religiosidades pacatas, propiciando una fraternidad universal que abrace a toda la humanidad. Cada uno en su casa, pero todos en una casa común.
0 Comentarios



Deja una respuesta.

    Picture
    Ayuda al Blog que publica todos los días diferentes áreas, queremos seguir publicando

    EL BLOG

    El blog es uno dedicado al análisis en general de muchos puntos desde la ópica teológica. La meta es impulsar el estudio amplio y profundo de la fe y de la razón, siendo ambos elementos fundamentales de la vida.

    Picture
    Picture
    Picture
    Picture
    SABES QUE PUEDES HACER COMENTARIOS A LAS REFLEXIONES O ENSAYOS TEOLOGICOS QUE APARECEN EN EL BLOG, SI PUEDES INTENTALO...

    Archivos

    Septiembre 2022
    Enero 2022
    Diciembre 2021
    Noviembre 2021
    Octubre 2021
    Septiembre 2021
    Agosto 2021
    Julio 2021
    Junio 2021
    Mayo 2021
    Abril 2021
    Marzo 2021
    Febrero 2021
    Enero 2021
    Diciembre 2020
    Noviembre 2020
    Octubre 2020
    Septiembre 2020
    Agosto 2020
    Julio 2020
    Junio 2020
    Mayo 2020
    Abril 2020
    Marzo 2020
    Febrero 2020
    Enero 2020
    Diciembre 2019
    Noviembre 2019
    Octubre 2019
    Septiembre 2019
    Agosto 2019
    Julio 2019
    Junio 2019
    Mayo 2019
    Abril 2019
    Marzo 2019
    Febrero 2019
    Enero 2019
    Diciembre 2018
    Noviembre 2018
    Octubre 2018
    Septiembre 2018
    Agosto 2018
    Julio 2018
    Junio 2018
    Mayo 2018
    Abril 2018
    Marzo 2018
    Febrero 2018
    Enero 2018
    Diciembre 2017
    Noviembre 2017
    Octubre 2017
    Septiembre 2017
    Agosto 2017
    Julio 2017
    Junio 2017
    Mayo 2017
    Abril 2017
    Marzo 2017
    Febrero 2017
    Enero 2017
    Diciembre 2016
    Noviembre 2016
    Octubre 2016
    Septiembre 2016
    Agosto 2016
    Julio 2016
    Junio 2016
    Mayo 2016
    Abril 2016
    Marzo 2016
    Febrero 2016
    Enero 2016
    Diciembre 2015
    Noviembre 2015
    Octubre 2015
    Septiembre 2015
    Agosto 2015
    Julio 2015
    Junio 2015
    Mayo 2015
    Abril 2015
    Marzo 2015
    Febrero 2015
    Enero 2015
    Diciembre 2014
    Noviembre 2014
    Octubre 2014
    Septiembre 2014
    Agosto 2014
    Julio 2014
    Junio 2014
    Mayo 2014
    Abril 2014
    Marzo 2014
    Febrero 2014
    Enero 2014
    Diciembre 2013
    Noviembre 2013
    Octubre 2013
    Septiembre 2013
    Agosto 2013
    Julio 2013
    Junio 2013
    Mayo 2013
    Abril 2013
    Marzo 2013
    Febrero 2013
    Enero 2013
    Diciembre 2012
    Noviembre 2012
    Octubre 2012
    Septiembre 2012
    Agosto 2012
    Julio 2012
    Junio 2012
    Mayo 2012
    Abril 2012
    Marzo 2012
    Febrero 2012
    Enero 2012
    Diciembre 2011
    Noviembre 2011
    Octubre 2011
    Septiembre 2011
    Agosto 2011
    Julio 2011
    Junio 2011
    Mayo 2011
    Abril 2011
    Marzo 2011
    Febrero 2011
    Enero 2011
    Diciembre 2010
    Noviembre 2010
    Octubre 2010
    Septiembre 2010
    Agosto 2010
    Julio 2010
    Junio 2010
    Mayo 2010
    Abril 2010

    Categorias

    Todo

    Canal RSS

    Picture
Centro Humanístico © Derechos Reservados 2010-2023
  • Blog
  • Escritos de Teólogos
    • + Mons. Romero
    • Leonardo Boff
    • David Guadalupe EJ
    • Jose Maria Castillo
    • José Arregui
    • Felix Struik OP
    • José Antonio Pagola
    • Sor Lucia Caram OP
    • Hans Kung
    • Jesus Bastante
  • Poemas
  • Preguntas
  • Envía tu escrito
  • Información
    • Contactenos
    • Centro Humanístico
    • Términos y Condiciones de Uso
    • Política de Privacidad
    • Derechos de Autor
  • Languages
    • Francés
    • Italiano
    • English