BLOG DE TEOLOGIA
  • Blog
  • Escritos de Teólogos
    • + Mons. Romero
    • Leonardo Boff
    • David Guadalupe EJ
    • Jose Maria Castillo
    • José Arregui
    • Felix Struik OP
    • José Antonio Pagola
    • Sor Lucia Caram OP
    • Hans Kung
    • Jesus Bastante
  • Poemas
  • Preguntas
  • Envía tu escrito
  • Información
    • Contactenos
    • Centro Humanístico
    • Términos y Condiciones de Uso
    • Política de Privacidad
    • Derechos de Autor
  • Languages
    • Francés
    • Italiano
    • English
  

El Hijo del Hombre por: José Arregi

8/16/2010

0 Comments

 
¿Qué quiso decir Jesús con la expresión “Hijo del hombre”? Hijo del hombre: éste es el título de Jesús más complicado y discutido.

 

[Pablo le llama “hijo de mujer” en Gal 4,4, y podía haber valido igualmente como título de Jesús, y sin discusión, pero a los primeros cristianos no les pareció así, y no se difundió, de modo que seguimos con el Hijo del hombre  a vueltas].

 

Nadie niega que Jesús haya utilizado esa expresión, pero a partir de ahí todo se discute. Se discute si en tiempo de Jesús se le designaba así al personaje celeste de los últimos tiempos, y si Jesús se identificó a sí mismo con ese personaje apocalíptico... Se discute si Jesús lo utilizó como perífrasis para decir “yo” o si lo utilizó para decir “ser humano”. Es decir, se discute todo. El título que Jesús se dio a si mismo es el más oscuro de todos los títulos.

 

 

1. Una expresión utilizada por Jesús

 

Hay tres razones fundamentales por las que cabe afirmar con seguridad que Jesús utilizó la expresión “Hijo del hombre”:

 

1) La frecuencia de la expresión: aparece 84 veces en el Nuevo Testamento y-cosa llamativa- siempre en los evangelios, salvo en algunos casos:

 

·         “Veo los cielos abierto y al Hijo del hombre de pie a la derecha de Dios” (discurso de Esteban: Hch 7,56);

 

·         “¿Qué es el hombre para que te acuerdes de él, el hijo del hombre para que te preocupes de él?” (Heb 2,6);

 

·         ...Vi una especie de hijo de hombre figura (Ap 1,13; 14,14).

 

2) Por otro lado, en los evangelios sólo aparece en boca de Jesús; la expresión tendió, pues, a desaparecer y solamente se recogió en aquellos dichos que se recordaban como dichos de Jesús.

 

3) La expresión griega (ho huiós tou anthropou) resulta gramaticalmente extraña y sin sentido. Siendo una expresión tan rara e incomprensible, difícilmente la pudieron inventar los evangelistas y difícilmente la hubieran utilizado con tanta frecuencia, de no ser porque provenía de Jesús.

 

Con ello no se dice de ningún modo que todas las expresiones Hijo del hombrede los evangelios sean auténticas del Jesús histórico; por ejemplo, en los anuncios de la pasión, en opinión de los exégetas, la expresión es pospascual

 

(Mc 8,31: Jesús empezó a enseñarles que el Hijo del hombre debía padecer mucho...) (9,12.31; 14,41...).

 

 

2. “El hijo del hombre” como “ser humano”

 

Vamos con el significado. El primer significado es sencillamente “ser humano”.

 

Aquí no hay duda. La fórmula “hijo del hombre” es traducción del arameobar[e]nasa o del hebreo ben adam, y su primer sentido es precisamente ese:el ser humano, cualquier ser humano, alguien. Así es como se le dirige casi siempre Dios a Ezequiel

 

(2,1: “Hijo del hombre, levántate...”; hasta 90 veces aparece esa fórmula).

 

También Jesús utiliza a menudo la locución “hijo del hombre” para decir “ser humano” en general. Por ejemplo:

 

“El hijo del hombre [el ser humano] tiene poder en la tierra paraperdonar los pecados” (Mc 2,10);

 

“El hijo del hombre [el ser humano] es señor del sábado (Mc 2,28);

 

“Las zorras tienen madrigueras y los pájaros del cielo nidos; pero el Hijo del hombre [el ser humano] no tiene dónde reclinar la cabeza”(Mt 8,20).

 

“Ser humano”: ése es seguramente el único título que Jesús se dio a sí mismo.

 

 

3. ¿“Hijo del hombre” equivale a “yo”?

 

Se discute si esa expresión era utilizada en tiempo de Jesús para decir “yo” o “un ser humano como yo.

 

Es posible que en algunos pasajes evangélicos, la expresión “Hijo del hombre” signifique simplemente “yo”. Por ejemplo:

“¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?” (Mt 16,13) es equivalente a  “¿Quién dice la gente que soy yo?”.

 

Algunos dichos de Jesús se recogen en los evangelios en dos formas distintas: con la expresión “Hijo del hombre” en un lugar y con el pronombre “yo” en otro lugar. He aquí unos ejemplos:

 

En Lc 19,10: “El Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido”  y en Mt 15,24: “Dios me ha enviado sólo a las ovejas perdidas del pueblo de Israel”;

 

En Lc 6,22: “Dichosos seréis... cuando maldigan vuestro nombre a causa del Hijo del hombre”, y en Mt 5,11: “...Y digan contra vosotros toda clase de calumnias por causa mía”;

 

En Mc 10,45: “Pues tampoco el Hijo del hombre ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida en rescate por todos”, y en Lc 22,27: “Yo estoy en medio de vosotros como el que sirve”;

 

En Lc 12,8: “Si uno se declara a mi favor delante de los hombres, también el Hijo del hombre se declarará a favor suyo delante de los ángeles de Dios”, y en Mt 10,32: “Si alguno se declara a mi favor delante de los hombres, yo también me declararé a su favor delante de mi Padre celestial”.

 

¿Cuál es la fórmula originaria: Hijo del hombre o yo? Parece que hijo del hombre es la fórmula más vieja, la utilizada por Jesús.

 

 

4. ¿“Hijo del hombre” es título del personaje apocalíptico?

 

A menudo se ha dicho que Hijo del hombre es el título del personaje apocalíptico de los últimos tiempos, y se ha aducido el texto de Dn 7,13-14:

Vi a alguien semejante a un hijo de hombre.

 

Pero a ese personaje misterioso del futuro no se le da ahí ningún título; es una mera comparación: Daniel ve a un personaje celeste o un ángel, y dice que essemejante a un ser humano, no que sea el Hijo del hombre. Lo mismo sucede en Henoc Etíope 46,1 (escrito de la apocalíptica judía), etc.

 

En consecuencia, en tiempo de Jesús la apocalíptica judía no conocía ni esperaba a un personaje llamado Hijo del hombre; simplemente esperaban del cielo un ser misterioso semejante a un ser humano.

 

En cambio, en el Nuevo Testamento (sobre todo en los dichos de Jesús) sí que aparece claramente un personaje con el título de Hijo del hombre. ¿Cuándo se convirtió la mera comparación de Dn 7,13 en título o en denominación de un personaje? ¿Fueron los cristianos los que llevaron a cabo ese cambio? ¿O fue un neologismo introducido por Jesús mismo? Así piensan muchos.

 

 

5. ¿Anunció Jesús que el “Hijo del Hombre” iba a venir a juzgar?

 

En opinión de muchos autores, Jesús utilizó la expresión Hijo del hombreúnicamente para decir ser humano, y, por lo tanto, Jesús no anunció la venida del Hijo del hombre como juez de los últimos tiempos.

 

Otros muchos, por el contrario, piensan que sí, que Jesús anunció la venida de un personaje al que él llamó Hijo del hombre como juez de los últimos tiempos. Creo que esta segunda opinión es más probable.

 

Pero aquí se plantea otra pregunta: cuando Jesús habla del Hijo del hombre, ¿habla de sí o habla de otro distinto de sí?

 

 

6. ¿El “Hijo del hombre” es Jesús mismo u otro?

 

Jesús habla del Hijo del hombre siempre en tercera persona y, según la opinión mayoritaria, no se refiere a sí mismo, sino a otro. Es decir, Jesús esperaba seguramente que fuera otro el que viniera como Hijo del hombre a llevar a cabo el juicio definitivo.

 

El hecho de que Jesús no pensara en sí, sino en otro como Hijo del hombrejuez de los últimos tiempos, no debe extrañarnos demasiado: Jesús no se ocupó de sí mismo, no se anunció a sí mismo, no se dio títulos a sí mismo.

 

Y eso no le hace a Jesús más pequeño, sino más grande: dedicó su palabra y su vida al anuncio y al servicio del reino de Dios, y ésa es la única grandeza que cuenta. Ésa es la auténtica divinidad. Y en eso consiste la auténticahumanidad. “Cuanto más humano, más divino” (L Boff); cuanto más humilde, más digno.

 

Jesús está pensando en esa nueva humanidad cuando anuncia al Hijo del hombre (y de mujer):

 

·         el juicio y la medida de la historia humana y de la humanidad no los dará un ángel celeste, sino el nuevo ser humano que viene de la tierra y del cielo,

 

·         el nuevo ser humano que encarna al mundo y a Dios,

 

·         el ser humano libre, dueño del sábado y de la ley,

 

·         el ser humano pobre y rico que no tiene dónde reclinar la cabeza y es heredero de todos los bienes de Dios,

 

·         el ser humano peregrino que tiene a Dios como origen y meta,

 

·         el ser humano filial, hermano y hermana de todos los otros seres humanos y de todos los seres,

 

·         el ser humano herido y bendito que tiene el reino de Dios como don y promesa.

 

¿Y quién ha dado la talla del ser humano mejor que el mismo Jesús? Por lo tanto, ¿qué importa que, al hablar del Hijo del hombre (y de mujer), la “conciencia” de Jesús estuviese pensando en sí mismo o en otro?

 

Empujado por la esperanza de Dios, él habló y actuó a favor del ser humano, y así se convirtió en representante, imagen y mensajero del futuro Hijo del hombre y de la mujer.

 

Jesús pensaba probablemente que él era el representante terreno de ese futuro Hijo del hombre y de la mujer:

 

Si uno se avergüenza de mí y de mi mensaje en medo de esta generación  infiel y pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles” (Mc 8,38).

 

La humanidad -para los cristianos, la humanidad plena de Jesús- será el criterio del juicio del Hijo del hombre y de la mujer. De modo que es igual que Jesús se identifique o no con el personaje llamado Hijo del hombre.

 

Jesús espera al ser humano para el fin, y él también espera ser ese nuevo ser humano en el reino de Dios, y espera que lo sean también sus discípulos con él: 

 

“Os aseguro que vosotros, los que me habéis seguido, cuando todo se haga nuevo y el Hijo del hombre se siente en su trono de gloria, os sentaréis también en doce tribus, para juzgar a las doce tribus de Israel” (Mt 19,28).

 

Así, aunque al hablar del Hijo del hombre se esté refiriendo a otro, puede decirse también que se refiere a sí mismo: de aquello que espera ser.

 

En cualquier caso, el título más alto de Jesús es el de ser humano, y los cristianos no dudaron en creer que Jesús mismo era el Hijo del hombreanunciado por Jesús como “juez final”.

 

También nosotros confesamos a Jesús como plenitud humana, como medida y cima de la humanidad.

 

Dando la plena medida del hombre, Jesús nos manifestó al ser humano, y al Dios lleno de humanidad, y al ser humano lleno de divinidad.

 

Y por eso lo confesamos Mesías e Hijo de Dios.

0 Comments



Leave a Reply.

    Picture
    Ayuda al Blog que publica todos los días diferentes áreas, queremos seguir publicando

    EL BLOG

    El blog es uno dedicado al análisis en general de muchos puntos desde la ópica teológica. La meta es impulsar el estudio amplio y profundo de la fe y de la razón, siendo ambos elementos fundamentales de la vida.

    Picture
    Picture
    Picture
    Picture
    SABES QUE PUEDES HACER COMENTARIOS A LAS REFLEXIONES O ENSAYOS TEOLOGICOS QUE APARECEN EN EL BLOG, SI PUEDES INTENTALO...

    Archivos

    Enero 2022
    Diciembre 2021
    noviembre 2021
    octubre 2021
    septiembre 2021
    agosto 2021
    julio 2021
    junio 2021
    mayo 2021
    abril 2021
    marzo 2021
    febrero 2021
    Enero 2021
    Diciembre 2020
    noviembre 2020
    octubre 2020
    septiembre 2020
    agosto 2020
    julio 2020
    junio 2020
    mayo 2020
    abril 2020
    marzo 2020
    febrero 2020
    Enero 2020
    Diciembre 2019
    noviembre 2019
    octubre 2019
    septiembre 2019
    agosto 2019
    julio 2019
    junio 2019
    mayo 2019
    abril 2019
    marzo 2019
    febrero 2019
    Enero 2019
    Diciembre 2018
    noviembre 2018
    octubre 2018
    septiembre 2018
    agosto 2018
    julio 2018
    junio 2018
    mayo 2018
    abril 2018
    marzo 2018
    febrero 2018
    Enero 2018
    Diciembre 2017
    noviembre 2017
    octubre 2017
    septiembre 2017
    agosto 2017
    julio 2017
    junio 2017
    mayo 2017
    abril 2017
    marzo 2017
    febrero 2017
    Enero 2017
    Diciembre 2016
    noviembre 2016
    octubre 2016
    septiembre 2016
    agosto 2016
    julio 2016
    junio 2016
    mayo 2016
    abril 2016
    marzo 2016
    febrero 2016
    Enero 2016
    Diciembre 2015
    noviembre 2015
    octubre 2015
    septiembre 2015
    agosto 2015
    julio 2015
    junio 2015
    mayo 2015
    abril 2015
    marzo 2015
    febrero 2015
    Enero 2015
    Diciembre 2014
    noviembre 2014
    octubre 2014
    septiembre 2014
    agosto 2014
    julio 2014
    junio 2014
    mayo 2014
    abril 2014
    marzo 2014
    febrero 2014
    Enero 2014
    Diciembre 2013
    noviembre 2013
    octubre 2013
    septiembre 2013
    agosto 2013
    julio 2013
    junio 2013
    mayo 2013
    abril 2013
    marzo 2013
    febrero 2013
    Enero 2013
    Diciembre 2012
    noviembre 2012
    octubre 2012
    septiembre 2012
    agosto 2012
    julio 2012
    junio 2012
    mayo 2012
    abril 2012
    marzo 2012
    febrero 2012
    Enero 2012
    Diciembre 2011
    noviembre 2011
    octubre 2011
    septiembre 2011
    agosto 2011
    julio 2011
    junio 2011
    mayo 2011
    abril 2011
    marzo 2011
    febrero 2011
    Enero 2011
    Diciembre 2010
    noviembre 2010
    octubre 2010
    septiembre 2010
    agosto 2010
    julio 2010
    junio 2010
    mayo 2010
    abril 2010

    Categorias

    Todos

    Fuente RSS

    Dirigido por:
    Picture
    Centro Humanistico
Centro Humanístico © Derechos Reservados 2010-2022
  • Blog
  • Escritos de Teólogos
    • + Mons. Romero
    • Leonardo Boff
    • David Guadalupe EJ
    • Jose Maria Castillo
    • José Arregui
    • Felix Struik OP
    • José Antonio Pagola
    • Sor Lucia Caram OP
    • Hans Kung
    • Jesus Bastante
  • Poemas
  • Preguntas
  • Envía tu escrito
  • Información
    • Contactenos
    • Centro Humanístico
    • Términos y Condiciones de Uso
    • Política de Privacidad
    • Derechos de Autor
  • Languages
    • Francés
    • Italiano
    • English