BLOG DE TEOLOGIA
  • Blog
  • Escritos de Teólogos
    • + Mons. Romero
    • Leonardo Boff
    • David Guadalupe EJ
    • Jose Maria Castillo
    • José Arregui
    • Felix Struik OP
    • José Antonio Pagola
    • Sor Lucia Caram OP
    • Hans Kung
    • Jesus Bastante
  • Poemas
  • Preguntas
  • Envía tu escrito
  • Información
    • Contactenos
    • Centro Humanístico
    • Términos y Condiciones de Uso
    • Política de Privacidad
    • Derechos de Autor
  • Languages
    • Francés
    • Italiano
    • English
  

Curas casados: ¿integrados y acompañados? por: Pepe Mallo

5/9/2016

0 Comentarios

 
Francisco abre una brecha en la pastoral tradicional
A finales de octubre de 2013, el Papa sorprendió a las conferencias episcopales de todo el mundo con la presentación de un cuestionario relativo a la familia. Se trataba de 38 preguntas dirigidas no solo a los obispos sino a todas las comunidades cristianas de la Iglesia universal como preparación a un futuro Sínodo sobre la Familia. Ponía en marcha un mecanismo original, valioso y práctico para conocer el sentir y oír la voz de los fieles, rompiendo con la ancestral costumbre de consultar exclusivamente a la jerarquía. La respuesta de las comunidades fue espléndida.


Tras dos dinámicas y laboriosas asambleas sinodales, Francisco ha publicado la exhortación “Amoris laetitia” (AL), alabada y ponderada por todos los sectores eclesiales. Todo el mundo ha quedado contento, según el color de sus lentillas. Unos, porque aseguran que nada ha cambiado respecto a la doctrina de la Iglesia. Otros, porque Francisco ha abierto una brecha en la inflexible pastoral tradicional. Ofrece un nuevo planteamiento, un nuevo lenguaje, una nueva manera de abordar todas las cuestiones, un eje nuevo y diferente que hace cambiar todo sin imponer nada.
Francisco invita a hacer autocrítica
Y a esa oferta me acojo. En los documentos de la Iglesia abundan las exposiciones puramente doctrinales en las que se establecen rotundamente la tradición y las normas. Se diseña un marco teórico que generalmente no incide ni coincide con los problemas reales de las personas ni aborda situaciones específicas. La palabra va por un lado, la práctica por otro. Los hechos contradicen la palabra. Y lógicamente esta postura más bien consigue producir indiferencia o rechazo. Se trata, pues, fundamentalmente, de que las alocuciones, documentos, encíclicas o exhortaciones no queden en mera palabrería (que es lo que suele suceder), sino que se lleven a la práctica, aún a riesgo de capitular o que salten por los aires trasnochados preceptos y ventajosos privilegios. Hago este preámbulo a raíz de la reciente exhortación papal “Amoris laetitia” . Entremos en tema.
“Acompañar, discernir e integrar”
El título del capítulo octavo de la Exhortación recoge estas tres palabras, claves en la pastoral de Francisco. Y en el desarrollo doctrinal leemos esta afirmación:
“Se trata de integrar a todos, se debe ayudar a cada uno a encontrar su propia manera de participar en la comunidad eclesial… Nadie puede ser condenado para siempre, porque esa no es la lógica del Evangelio. No me refiero sólo a los divorciados en nueva unión sino a todos, en cualquier situación en que se encuentren” (AL. 297).
¿De veras, hermano Francisco?
¿Integrar a “todos” en cualquier situación en que se encuentren? Bien sabemos, y la exhortación lo ratifica, que existen miembros de la Iglesia marginados o no integrados plenamente a causa de leyes canónicas arbitrarias, cuando no injustas. Entre estos miembros se encuentra el colectivo de los curas casados. Y no sería desacertado asegurar que ellos sí que “han sido condenados para siempre”, a pesar de las misericordiosas palabras de Francisco. Oficialmente se habla muy poco de ellos, y la mitad de lo que se dice es para denigrarlos y desacreditarlos. Esta es la triste realidad. Y mientras unos disfrutan de “paraísos eclesiales” (perdón por la analogía), los “des-integrados” quedan atrapados en “infiernos canónicos”. Mientras se ampara, se avala y se concede “amnistía eclesial” a ciertas asociaciones que han demostrado ser antievangélicas, sectarias, intransigentes e intolerantes (legionarios, lefevrianos, opusinos, kikos…), se desahucia y se excluye a quienes han optado responsablemente por un proyecto de vida en el amor matrimonial. ¿La expresión “la Iglesia somos todos” no se quedará, como la de Hacienda, en frase publicitaria, adecuada y propicia sólo para marcar la “X por tantos”?
Restitución de derechos: “dar dignidad a cuantos han sido privados de ella” (MV 16)
No solo igualdad de oportunidades sino restitución de derechos. En este colectivo subsiste desde hace muchos años una mezcla de indignación, vergüenza y esperanza. La indignación y la vergüenza permanecen porque no se perciben gestos propicios. Y la esperanza se ha tornado en melancolía, en nostalgia, por lo que puede ser y no es. Hay ilusión. Pero no la ilusión por alcanzar alguna utopía irrealizable; tan solo se pide restituir la dignidad y el legítimo ejercicio de un derecho.
La “Amoris laetitia” recoge un título sobre el “discernimiento de las situaciones llamadas irregulares”. Podríamos afirmar que en el colectivo de curas casados se da una persistente “situación irregular”; pero no por parte de las personas que han tomado una seria y responsable opción de vida, sino de la Iglesia que dicta e impone leyes antievangélicas. El discernimiento es esencial para esclarecer la verdad, no desde cualquier perspectiva, sino desde el Evangelio.
“Esta Exhortación adquiere un sentido especial en el contexto de este Año Jubilar de la Misericordia.” (AL. 5). El Jubileo de la Misericordia exige “volver a dar dignidad a cuantos han sido privados de ella” (Misercodiae Vultus 16). Una vez más nos topamos con que los hechos se enfrentan a las palabras. Una cosa es la teoría (yo ni siquiera la llamo doctrina) y otra los comportamientos. Mientras la mentalidad de la Iglesia (y su Derecho Canónico, fruto de esa mentalidad) no cambie, no modifique sus injustas exigencias, no existirá la misericordia para el colectivo de curas casados, y se quedará solo en “miseria”, “sin corazón”, “iglesia inmisericorde”.
“La alegría de amar”, podría titularse la reflexión sobre el celibato sacerdotal
En la exhortación, Francisco ensalza el amor matrimonial confrontándolo con la virginidad:
“Mientras la virginidad es un signo «escatológico» de Cristo resucitado, el matrimonio es un signo «histórico» para los que caminamos en la tierra, un signo del Cristo terreno que aceptó unirse a nosotros y se entregó hasta darnos su sangre. La virginidad y el matrimonio son, y deben ser, formas diferentes de amar, porque «el hombre no puede vivir sin amor. Él permanece para sí mismo un ser incomprensible, su vida está privada de sentido, si no se le revela el amor» [Juan Pablo II: Carta enc. Redemptor hominis (4 marzo 1979), 10: AAS 71 (1979), 274]” (AL. 161).
Y de forma velada insinúa que el celibato no es por sí mismo tan “divino” como se preconiza:
“El celibato corre el peligro de ser una cómoda soledad, que da libertad para moverse con autonomía, para cambiar de lugares, de tareas y de opciones, para disponer del propio dinero, para frecuentar personas diversas según la atracción del momento. En ese caso, resplandece el testimonio de las personas casadas” (AL 162).
En esta última afirmación, ¿se referirá Francisco, proféticamente, a los curas casados? Podría, sin duda, referirse. Su amor matrimonial es signo de su amor a la comunidad. “Quien no gobierna bien su casa, ¿cómo va a cuidar de una iglesia del Señor?” (1Tim 3, 5).
Abre horizontes, deja vías de salida
La iglesia, con Francisco, cambia de actitud y de postura. De entrada, ya no dice a todo que no. Abre horizontes, deja vías de salida. Se pone en marcha un proceso. El proceso de la integración en la comunidad eclesial de todos los hasta ahora considerados irregulares. A partir de esta insólita perspectiva, y a pesar de los intentos para frenar las consecuencias de esta nueva pastoral, afortunadamente siguen abiertos unos horizontes esperanzadores de cara al futuro. Ojalá, que el tema del próximo Sínodo sea uno de los “gestos sorprendentes que esperamos de la Iglesia”, como nos viene sugiriendo Rufo en su actual serie de artículos, donde se experimente de verdad que los curas casados son “integrados y acompañados” en la Iglesia y en las comunidades parroquiales.
0 Comentarios



Deja una respuesta.

    Picture
    Ayuda al Blog que publica todos los días diferentes áreas, queremos seguir publicando

    EL BLOG

    El blog es uno dedicado al análisis en general de muchos puntos desde la ópica teológica. La meta es impulsar el estudio amplio y profundo de la fe y de la razón, siendo ambos elementos fundamentales de la vida.

    Picture
    Picture
    Picture
    Picture
    SABES QUE PUEDES HACER COMENTARIOS A LAS REFLEXIONES O ENSAYOS TEOLOGICOS QUE APARECEN EN EL BLOG, SI PUEDES INTENTALO...

    Archivos

    Febrero 2021
    Enero 2021
    Diciembre 2020
    Noviembre 2020
    Octubre 2020
    Septiembre 2020
    Agosto 2020
    Julio 2020
    Junio 2020
    Mayo 2020
    Abril 2020
    Marzo 2020
    Febrero 2020
    Enero 2020
    Diciembre 2019
    Noviembre 2019
    Octubre 2019
    Septiembre 2019
    Agosto 2019
    Julio 2019
    Junio 2019
    Mayo 2019
    Abril 2019
    Marzo 2019
    Febrero 2019
    Enero 2019
    Diciembre 2018
    Noviembre 2018
    Octubre 2018
    Septiembre 2018
    Agosto 2018
    Julio 2018
    Junio 2018
    Mayo 2018
    Abril 2018
    Marzo 2018
    Febrero 2018
    Enero 2018
    Diciembre 2017
    Noviembre 2017
    Octubre 2017
    Septiembre 2017
    Agosto 2017
    Julio 2017
    Junio 2017
    Mayo 2017
    Abril 2017
    Marzo 2017
    Febrero 2017
    Enero 2017
    Diciembre 2016
    Noviembre 2016
    Octubre 2016
    Septiembre 2016
    Agosto 2016
    Julio 2016
    Junio 2016
    Mayo 2016
    Abril 2016
    Marzo 2016
    Febrero 2016
    Enero 2016
    Diciembre 2015
    Noviembre 2015
    Octubre 2015
    Septiembre 2015
    Agosto 2015
    Julio 2015
    Junio 2015
    Mayo 2015
    Abril 2015
    Marzo 2015
    Febrero 2015
    Enero 2015
    Diciembre 2014
    Noviembre 2014
    Octubre 2014
    Septiembre 2014
    Agosto 2014
    Julio 2014
    Junio 2014
    Mayo 2014
    Abril 2014
    Marzo 2014
    Febrero 2014
    Enero 2014
    Diciembre 2013
    Noviembre 2013
    Octubre 2013
    Septiembre 2013
    Agosto 2013
    Julio 2013
    Junio 2013
    Mayo 2013
    Abril 2013
    Marzo 2013
    Febrero 2013
    Enero 2013
    Diciembre 2012
    Noviembre 2012
    Octubre 2012
    Septiembre 2012
    Agosto 2012
    Julio 2012
    Junio 2012
    Mayo 2012
    Abril 2012
    Marzo 2012
    Febrero 2012
    Enero 2012
    Diciembre 2011
    Noviembre 2011
    Octubre 2011
    Septiembre 2011
    Agosto 2011
    Julio 2011
    Junio 2011
    Mayo 2011
    Abril 2011
    Marzo 2011
    Febrero 2011
    Enero 2011
    Diciembre 2010
    Noviembre 2010
    Octubre 2010
    Septiembre 2010
    Agosto 2010
    Julio 2010
    Junio 2010
    Mayo 2010
    Abril 2010

    Categorias

    Todos

    Fuente RSS

    Dirigido por:
    Picture
    Centro Humanistico
Centro Humanístico © Derechos Reservados 2010-2021
  • Blog
  • Escritos de Teólogos
    • + Mons. Romero
    • Leonardo Boff
    • David Guadalupe EJ
    • Jose Maria Castillo
    • José Arregui
    • Felix Struik OP
    • José Antonio Pagola
    • Sor Lucia Caram OP
    • Hans Kung
    • Jesus Bastante
  • Poemas
  • Preguntas
  • Envía tu escrito
  • Información
    • Contactenos
    • Centro Humanístico
    • Términos y Condiciones de Uso
    • Política de Privacidad
    • Derechos de Autor
  • Languages
    • Francés
    • Italiano
    • English