BLOG DE TEOLOGIA
  • Blog
  • Escritos de Teólogos
    • + Mons. Romero
    • Leonardo Boff
    • David Guadalupe EJ
    • Jose Maria Castillo
    • José Arregui
    • Felix Struik OP
    • José Antonio Pagola
    • Sor Lucia Caram OP
    • Hans Kung
    • Jesus Bastante
  • Poemas
  • Preguntas
  • Envía tu escrito
  • Información
    • Contactenos
    • Centro Humanístico
    • Términos y Condiciones de Uso
    • Política de Privacidad
    • Derechos de Autor
  

Cosas grandes o grandes cosas por: Juan Zapatero

10/15/2018

0 Comentarios

 
“No podemos hacer grandes cosas, pero sí cosas pequeñas con un gran amor”. Es una de esas frases lapidarias que tiene Teresa de Ávila. De nuevo, después de quinientos años, los escritos de la Santa de Ávila siguen siendo de actualidad.
Vivimos inmersos en una sociedad en la que la importancia de una persona le viene dada por las “cosas grandes” que hace. Sí, he cambiado expresamente el orden de las palabras, porque creo que existe una diferencia entre una acepción y la otra, que ahora no voy a explicar evidentemente, porque no es este el cometido que pretendo.
No sé si estaréis o no de acuerdo conmigo, pero cuando hablo de hacer “cosas grandes”, estoy pensando en algo que llama la atención por su enormidad física, por ejemplo, o en acciones que sobrepasan la capacidad normal de las personas en general. Cosas, realidades o logros que, entre otras cosas, provocan en nosotros una admiración inusitada y que muchas de ellas contribuyen, ¿por qué no admitirlo?, a hacernos más llevadera la vida, lo cual siempre es loable y totalmente plausible.
Estaríamos hablando, por citar algún caso, de una obra de arte en cualquiera de sus dimensiones, de un logro científico conseguido, de una gesta espectacular, etc. Dicho esto, está claro que, si nos paramos a pensar cuál es el criterio seguido a la hora de decidir semejante “grandeza”, tendríamos que admitir que no es otro que lo material, lo que produce algún beneficio, al menos a algunos sectores de la población, o de los resultados conseguidos por una persona en un campo concreto.
Me vienen ahora a la mente, por ejemplo, los límites existentes hasta ese momento y que supera un deportista en cualquier tipo de disciplina u otras acciones superadas por alguien y que muchas de ellas entran a formar parte del libro Guinness de los récords.
Si nos atenemos a estos criterios, nos daremos cuenta enseguida que algo grande depende, en primer lugar, del dinero; en este caso, la cantidad y la cualidad, muy subjetiva por cierto esta segunda, dependería del precio más o menos elevado que hubiera costado tal cosa o producto. Sí, mal que nos pese, el dinero continúa siendo, desde que este se convirtió en elemento esencial para conseguir bienes y servicios, en el referencial más claro a la hora de calificar la importancia de personas, cosas y acciones.
En segundo lugar, la grandeza a una persona le vendría dada por el esfuerzo que ha tenido que hacer para conseguir un logro o llegar a una meta. No me refiero solamente al esfuerzo físico, sino a cualquier tipo este, como el intelectual concretamente.
Por último, se me ocurre pensar que otro de los factores que nos influyen a la hora de calificar algo como grande sería el aplauso o la admiración que provoca en los demás lo que alguien ha hecho o realizado. Quien sea aficionado al deporte lo tiene muy claro a la hora de entender este tercer supuesto. Y también todas las personas relacionadas con el mundo de la música, del cine y del espectáculo en general.
Vistas así las cosas, está meridianamente claro que solamente pocas personas pueden hacer “cosas grandes”; quedaría en manos de unos cuantos dotados, privilegiados, o aupados, pero nada más; lo cual sería una lástima. La inmensa mayoría quedaríamos limitados a contemplar o a asentir sin más, sobre todo con nuestro aplauso.
Sin embargo, el poder hacer “grandes cosas” (el epíteto delante), lo que Teresa denomina “cosas pequeñas”, sí que está al alcance de cualquier persona independientemente de su condición social, raza, credo, ideología, etc. Por la sencilla razón que todo hombre y mujer lleva en su corazón el instrumento con el que se hacen “semejantes cosas”, que no es otro que el amor y que está muy por encima del dinero, de la fuerza y del poder y, por supuesto, de la admiración que pueda provocar en los demás.
Solamente me gustaría, para finalizar, añadir una cosa: no estaría de más aderezar este amor con unas cuantas dosis de humildad; lo convertirían en único y lo añadirían un grado de cualidad insuperable. 
0 Comentarios



Deja una respuesta.

    Picture
    Ayuda al Blog que publica todos los días diferentes áreas, queremos seguir publicando

    EL BLOG

    El blog es uno dedicado al análisis en general de muchos puntos desde la ópica teológica. La meta es impulsar el estudio amplio y profundo de la fe y de la razón, siendo ambos elementos fundamentales de la vida.

    Picture
    Picture
    Picture
    Picture
    SABES QUE PUEDES HACER COMENTARIOS A LAS REFLEXIONES O ENSAYOS TEOLOGICOS QUE APARECEN EN EL BLOG, SI PUEDES INTENTALO...

    Archivos

    Febrero 2023
    Enero 2023
    Septiembre 2022
    Enero 2022
    Diciembre 2021
    Noviembre 2021
    Octubre 2021
    Septiembre 2021
    Agosto 2021
    Julio 2021
    Junio 2021
    Mayo 2021
    Abril 2021
    Marzo 2021
    Febrero 2021
    Enero 2021
    Diciembre 2020
    Noviembre 2020
    Octubre 2020
    Septiembre 2020
    Agosto 2020
    Julio 2020
    Junio 2020
    Mayo 2020
    Abril 2020
    Marzo 2020
    Febrero 2020
    Enero 2020
    Diciembre 2019
    Noviembre 2019
    Octubre 2019
    Septiembre 2019
    Agosto 2019
    Julio 2019
    Junio 2019
    Mayo 2019
    Abril 2019
    Marzo 2019
    Febrero 2019
    Enero 2019
    Diciembre 2018
    Noviembre 2018
    Octubre 2018
    Septiembre 2018
    Agosto 2018
    Julio 2018
    Junio 2018
    Mayo 2018
    Abril 2018
    Marzo 2018
    Febrero 2018
    Enero 2018
    Diciembre 2017
    Noviembre 2017
    Octubre 2017
    Septiembre 2017
    Agosto 2017
    Julio 2017
    Junio 2017
    Mayo 2017
    Abril 2017
    Marzo 2017
    Febrero 2017
    Enero 2017
    Diciembre 2016
    Noviembre 2016
    Octubre 2016
    Septiembre 2016
    Agosto 2016
    Julio 2016
    Junio 2016
    Mayo 2016
    Abril 2016
    Marzo 2016
    Febrero 2016
    Enero 2016
    Diciembre 2015
    Noviembre 2015
    Octubre 2015
    Septiembre 2015
    Agosto 2015
    Julio 2015
    Junio 2015
    Mayo 2015
    Abril 2015
    Marzo 2015
    Febrero 2015
    Enero 2015
    Diciembre 2014
    Noviembre 2014
    Octubre 2014
    Septiembre 2014
    Agosto 2014
    Julio 2014
    Junio 2014
    Mayo 2014
    Abril 2014
    Marzo 2014
    Febrero 2014
    Enero 2014
    Diciembre 2013
    Noviembre 2013
    Octubre 2013
    Septiembre 2013
    Agosto 2013
    Julio 2013
    Junio 2013
    Mayo 2013
    Abril 2013
    Marzo 2013
    Febrero 2013
    Enero 2013
    Diciembre 2012
    Noviembre 2012
    Octubre 2012
    Septiembre 2012
    Agosto 2012
    Julio 2012
    Junio 2012
    Mayo 2012
    Abril 2012
    Marzo 2012
    Febrero 2012
    Enero 2012
    Diciembre 2011
    Noviembre 2011
    Octubre 2011
    Septiembre 2011
    Agosto 2011
    Julio 2011
    Junio 2011
    Mayo 2011
    Abril 2011
    Marzo 2011
    Febrero 2011
    Enero 2011
    Diciembre 2010
    Noviembre 2010
    Octubre 2010
    Septiembre 2010
    Agosto 2010
    Julio 2010
    Junio 2010
    Mayo 2010
    Abril 2010

    Categorias

    Todo

    Canal RSS

    Picture
Centro Humanístico © Derechos Reservados 2010-2023
  • Blog
  • Escritos de Teólogos
    • + Mons. Romero
    • Leonardo Boff
    • David Guadalupe EJ
    • Jose Maria Castillo
    • José Arregui
    • Felix Struik OP
    • José Antonio Pagola
    • Sor Lucia Caram OP
    • Hans Kung
    • Jesus Bastante
  • Poemas
  • Preguntas
  • Envía tu escrito
  • Información
    • Contactenos
    • Centro Humanístico
    • Términos y Condiciones de Uso
    • Política de Privacidad
    • Derechos de Autor