Queridos hermanos:
- Oportunidad de celebrar este homenaje al Cuerpo y a la Sangre del Hijo del Hombre cuando se están haciendo tantos ultrajes a la vida humana. Resulta bien oportuno un homenaje al Cuerpo y a la Sangre del Hijo del hombre mientras hay tantos ultrajes al cuerpo y a la sangre entre nosotros. Yo quisiera reunir en este homenaje de nuestra fe a la presencia del Cuerpo y de la Sangre de Cristo derramada por nosotros, tanta sangre en el amontonamiento de cadáveres masacrados aquí en nuestra Patria, en nuestra hermana república de Nicaragua y en el mundo entero. Sin duda que Cristo la recoge cada vez que se realiza ese misterio: "Este es mi cuerpo, esta es mi sangre de la alianza de los hombres con Dios que se derrama por el perdón del mundo". No toda la sangre derramada es santa como la de Cristo, lamentablemente, pero toda sangre es sagrada; y todo cuerpo inmolado, aunque sea bajo el asesinato, es una vida tronchada y la vida es sagrada. - No celebramos un cuerpo y una sangre muertos, sino resucitado glorioso. Mensaje de esperanza. Por eso, nuestro homenaje del "Corpus", del Cuerpo del Señor, no termina en un hombre matado por la injusticia del mundo, clavado en una cruz, sino que lo recoge tres días después resucitado y glorioso como triunfo del sacrificio de la sangre derramada. Por eso queremos unir en este homenaje del "Corpus", la esperanza de los que murieron con un ideal; la esperanza de los hogares, de las vidas, de los huérfanos que están sufriendo como consecuencia de esos asesinatos y de esas muertes violentas para decirles: El Cuerpo de Cristo que hoy veneramos en el altar -muerto, pero resucitado- está en la gloria de su resurrección marcado con las señales de la tortura, de la injusticia, del asesinato, como un reclamo frente al pecado del mundo, la justicia eterna de Dios. Nada queda oculto, todo será puesto en justicia, todo quedará en su puesto. - Puesto y sentido de la fiesta del Corpus en el año litúrgico. El homenaje al Corpus resulta bien oportuno. Como las fiestas de la Iglesia debemos de llevarla a una aplicación concreta y práctica, presente de nuestra historia. Las fiestas litúrgicas no son memoria de cosas pasadas ni son celebraciones de cosas abstractas; las fiestas litúrgicas, lo mismo que el evangelio, se predican encarnándose en la realidad, a veces vergonzosa, dura, cruel, dolorosa, pero realidad que Cristo levanta para redimir y para santificar. - Resumen del dogma eucarístico: presencia real, viva y vivificante. ¿Qué celebramos en el Corpus?. Celebramos el dogma de los católicos, esa fe que nos ha traído a la Misa del domingo. Ojalá todos avivemos cada día más esa fe que en el momento en que frente a la asamblea cristiana reunida en la Catedral o en la humilde ermita o en el cantón, el sacerdote dice las palabras que hemos oído hoy en el evangelio: "Tomad y comed, esto es mi cuerpo, esta es la sangre de la alianza que se derrama para perdón de los pecados" y la levanta en alto y el pueblo -ya sea de pie como señal de respeto, ya sea de rodillas como señal de adoración- reconoce que ante sus ojos está realmente en el signo del pan y del vino, verdadera, real y substancialmente presente el cuerpo y la sangre del Señor. Y es una presencia viva y vivificante. - Sacrificio... comunión... culto... Tiene dos aspectos la presencia de Cristo en la Eucaristía, el primer aspecto: presencia como víctima, como sacrificio; todo el sacrificio de Cristo en la cruz se hace actual, presente en cada misa que se celebra. El segundo aspecto es: como comunión, el alimento que Cristo nos da es amor, es un mismo pan; como en la familia la mamá parte aunque sea pobre, el mismo pan para repartirlo a los niños, a los hijos y así se siente en torno de la mesa la unidad de la familia; el altar que es lugar de holocausto, es también mesa del hogar. El altar de la Catedral y de cualquier templo que lo homenajeamos tanto, lo adornamos de flores, lo incensamos, lo vestimos de manteles lujosos -cuanto más, mejor- es porque representa a Cristo, pero Cristo se hace presente en el momento de la Misa, en la hostia y en el cáliz. Es víctima recogiendo el sacrificio de todos los hombres para ofrecerlo a Dios; y es comunión, llamando al amor de todos a formar una sola familia: la familia de Dios que se alimenta con la carne y la sangre del Cordero celestial, el pan que bajó del cielo. LA EUCARISTÍA, PRESENCIA VIVA Y VIVIFICANTE DE CRISTO EN LA HISTORIA. Esta es la Eucaristía, una presencia viva y activa, vivificante de Cristo en persona aquí en la historia. El principal presente en la misa es Cristo en el Altar y cada vez que venimos a Misa es a Él a quien venimos a oír, a seguir y a amar. 1. La Eucaristía, plenitud y cumplimiento de las alianzas antiguas. 2. La Eucaristía, principio y signo del Reino de Dios entre los hombres. 3. La Eucaristía, inspiración y fuerza de nuestra esperanza escatológica, esperanza del más allá que ya está presente aquí en nuestro corazón por la esperanza y esa esperanza la anima Cristo presente en nuestra historia. 1. LA EUCARISTÍA, PLENITUD Y CUMPLIMIENTO DE LAS ALIANZAS ANTIGUAS - Figura de Jesús Sumo Sacerdote... une con su sacrificio las alianzas antiguas y la Nueva Alianza. En primer lugar, las lecturas de hoy nos invitan a un parangón bien interesante. La Eucaristía se presenta entre la primera lectura del Viejo Testamento y las dos lecturas del Nuevo Testamento, como un sacramento que Cristo establece para perfeccionar, para darle plenitud, para darle cumplimiento a todo lo que significaron las viejas alianzas. Es conmovedor mirar hoy en nuestra Catedral, como si fuera un cenáculo, que la figura de Cristo se levanta en el altar para decirnos esa palabra del evangelio: "Tomad, esto es mi cuerpo"; y después, en el cáliz de la Misa que el pueblo le presenta en la procesión de ofrendas con un poco de vino de uvas, Cristo lo transforma por el ministerio de su sacerdote y lo entrega al pueblo: "Tomad, este es el cáliz de la sangre de la alianza, sangre que se derrama para perdón de todos ustedes". ¡Sangre de la Alianza!, ¡cuántos siglos evoca esa palabra del Señor!. a) Las antiguas alianzas: - Son jalones de la historia de la salvación. Durante toda la cuaresma, este año, los que han seguido el pensamiento de nuestra catequesis, recordarán que hemos ido enumerando las diversas alianzas que van marcando como etapas en la historia de la salvación: la prehistoria, Noé bajo el signo del arco iris; la segunda es como el signo del arco iris; la segunda es con Abraham, marca la etapa de los patriarcas; y ahora nos encontramos con la etapa de Moisés, la Alianza sinaítica, la alianza del Sinaí. Esa es la primera lectura: de Moisés a Cristo la gran promesa del pueblo que nació junto al monte Sinaí, va a cumplirse en la otra cumbre del Calvario, la sangre de Cristo que ya no será sangre de animales como la que ofreció Moisés en el altar. - La más importante, la del Sinaí porque dio origen al pueblo de Dios. - Su rito presagia la Eucaristía. ¿Qué fue la alianza de Moisés? Fue la ratificación del amor de Dios que escoge a una nación entre todas las naciones para hacerla su pueblo y el pueblo de aquella nación que le dice a Dios por medio de Moisés: "haremos todo lo que nos dice el Señor". Elementos: Sangre, sede de la vida. Moisés, para ratificar con sangre ese amor de Dios que elige un pueblo y ese pueblo que acepta la elección de Dios -nos dice la lectura de hoy -: "levantó un altar al pie del Monte Sinaí y alrededor puso 12 piedras, las 12 tribus de Israel ". - Rito de comunión (manda matar animales) Lo que va a suceder es algo grandioso, manda a los Jóvenes a matar las víctimas que van a ser ofrecidas a Dios. - Rito de la sangre: la mitad sobre el altar, la mitad sobre el pueblo: comunión vital entre Dios y el pueblo de Dios. Aquella sangre la recoge en un depósito y la divide en dos partes, una alianza de sangre es un pacto entre dos voluntades. El altar representa lo divino y por eso la mitad de la sangre la derrama sobre el altar; el pueblo representa la otra parte de la alianza. El pueblo que ha sido escogido y ha aceptado llamarse y ser pueblo de Dios. Moisés entonces lee la ley de Dios al pueblo y el pueblo dice: "la aceptamos, haremos todo lo que dice el Señor"; y la rúbrica es la sangre. Moisés con la otra parte del depósito de sangre, hace la ceremonia de la aspersión: "Su sangre caiga sobre este pueblo". La sangre de Dios representa en la sangre -para los israelitas y para el sentido bíblico- es la sede de la vida; por eso decía: qué hermoso es recoger en este día de la sangre, tanta sangre derramada, vida desparramada en nuestro suelo, vida botada hasta en las cloacas y en los albañales, vida que no se tiene en consideración. Se recoge para firmar una alianza entre Dios y el hombre porque la sangre es sede de la vida. Y al asperjar Moisés el altar y al pueblo, quiere decir que hay una comunión vital que une a Dios con el pueblo. - Efectos: perdón legal, comunión con Dios, origen del Pueblo de Dios. Es el Pueblo de Dios que ha sido reconciliado por el sacrificio de las víctimas; la muerte de los animales representa el holocausto del pueblo; como haciéndose representar por el martirio de unos pobres animales, el pueblo le pide perdón a Dios. El sacrificio de comunión lo llama la Biblia hoy: el sacrificio de reconciliación; así como la aspersión del altar y del pueblo es el sacrificio de comunión de vida con Dios, así como a través de las 12 piedras que representan a la humanidad israelita representa la sangre que los una a todos en un solo amor, en una sola familia, originando el Pueblo de Dios, esto es el gesto simbólico de la Vieja Alianza que culminó en el Sinaí. - Cualidades: alianza limitada..., provisional..., imperfecta... Pero como todo lo antiguo era señal de lo que había de venir, en la alianza del Sinaí, a pesar de su grandiosidad, hay limitación, hay provisionalidad, hay imperfección. Sí, es una alianza limitada, limitada solamente al pueblo de Israel. Provisional, los profetas se encargan de descifra el signo y anunciar una nueva alianza que tendrá carácter universal y profundo. Imperfecta, porque solamente hace una purificación legal, externa, ritual. b) La nueva Alianza: la Eucaristía. - Tema de la epístola a los Hebreos: superioridad de la nueva alianza sobre la vieja alianza. Por eso, la segunda lectura de hoy compara aquella alianza vieja con la nueva, ese es el tema de la epístola a los Hebreos. Carta escrita para animar a los judíos que se convertían al cristianismo, porque en la mente del judío que tenía toda una tradición que venía de Moisés, su templo de Jerusalén, las ceremonias de sus sacerdotes, los holocaustos de su altar, significaban como una nostalgia peligrosa ante un cristianismo que nacía, que era perseguido, que no tenía templos ni sacerdotes lujosamente vestidos como los orientales; entonces, la persecución lograba hacer retroceder a muchos judíos que dejando el cristianismo se volvían a la ley mosaica. A estos les escribe una carta a los Hebreos, carta a los judíos convertidos, para compararles que por más lujoso que aparezca el templo de Jerusalén, por más tradicional que aparezca el rito de Moisés, es bien imperfecto en comparación del sacrificio de Cristo. - La Eucaristía es presencia viva del "Sumo Sacerdote" de los bienes definitivos. La página preciosa de hoy nos ha presentado revestido como Sumo y Eterno Sacerdote penetrando no en un templo hecho por manos de hombres, sino llevando una sangre que no es la que Moisés repartió: sangre de animales, agua con ceniza de becerros, sino que es Cristo llevando su propia sangre, entrando al santuario infinito del cielo. Lo de Moisés no era más que una figura, esto es la realidad. El sacrificio del Sinaí no tenía virtud para perdonar la conciencia y limpiarla de los pecados, este sí es el Cordero inmaculado que quita el pecado del mundo. - Nos da una liberación eterna... limpia la conciencia... no una purificación legal. La liberación que Moisés ofreció no era más que de Egipto, el Exodo es una página bella de una liberación pero era temporal, sólo partía de Egipto para la tierra prometida, en cambio, la gran liberación, la que nos dé Cristo impulsado por el Espíritu Eterno -dice la Biblia hoy- es la liberación eterna; la que nos arranca de las garras del pecado y del infierno; la que quiere apartar del mundo todas las esclavitudes y las injusticias; la que deja una Iglesia que predica con eficacia la redención de los hombres, la que acuerpa -fíjense bien- los movimientos liberadores pero para que sean eficaces. Los quiere apartar también a ellos, del pecado del abuso del poder. No es extraño que la Iglesia, que lleva esta fuerza liberadora para comunicarla también a las reivindicaciones de los grupos humanos, reproche lo malo de esos grupos humanos cuando abusan en sus reivindicaciones, pero Ella también se enfrenta a lo que no les gusta a los que luchan por la injusticia; y del lado de ellos le grita también al abuso del poder, al abuso de la economía, al abuso del pecado, cualquiera que sea, porque es el poder del Cristo que con el Espíritu Eterno, da la verdadera libertad y proclama la autonomía, la independencia de un Reino de Dios en medio del mundo. No le importa quedar bien con nadie, solamente le importa libertad a los hombres y quedar bien con Dios, ofrecerle una humanidad plenamente libre de todo aquello que esclaviza. - Nos lleva al culto del Dios vivo. Esto es lo que dice la epístola a los Hebreos, cuando compara el culto de la Nueva Alianza con el culto de la Antigua Alianza del Sinaí. El Corpus viene precisamente a recoger todo el espíritu de esa carta a los Hebreos; en esta misa de Corpus y esta tarde a las 4, miremos que el principal presidente de esta reunión es Cristo, el Sumo y Eterno Sacerdote, conduciendo un pueblo por estos caminos de la verdadera liberación cristiana. 2. LA EUCARISTÍA, PRINCIPIO Y SIGNO DEL REINO DE DIOS ENTRE LOS HOMBRES Es la presencia viva de Cristo en su misterio pascual. La Eucaristía toma la misma base que tomó Moisés cuando Cristo, en la víspera de la muerte en que va a derramar su sangre, nos deja en el cáliz esa sangre que se va a derramar el Viernes Santo: "Esta es mi sangre, sangre de la alianza". Ahora ya no se trata de un depósito de sangre de animales se trata de sus propias venas de hombre-Dios que va a darse en holocausto por el mundo. Lo llama la epístola de hoy: el Mediador de la Nueva Alianza. ¡Qué hermoso pensamiento esta realidad católica! Cada misa de cada domingo que venimos, es a recoger, en el cáliz de nuestro altar, todo el amor, todo el dolor, todo el mérito, todo el sacrificio de Cristo que evocando los holocaustos inútiles de la antigüedad, le da eficacia de redención a su sacrificio de la cruz: "Haced esto en mi memoria". Qué gusto me da decirle al Señor: Mira Señor, cuántos te recuerdan, mira esta Catedral llena, mira las muchas Iglesias de la diócesis y del mundo, hasta en las humildes ermitas, grupos de gente que van a Misa. Hoy que venía para la Catedral, salían de San José de la Montaña, para todos los caminos, grupitos de gente. Me venía la emoción de pensar esto que estoy diciendo aquí, esta gente ha ido a contactarse con el signo y el principio de un mundo nuevo, un Reino de Dios que sólo lo vive el católico que tiene fe verdadera en el Cristo Redentor. - Contiene a Cristo en persona en el momento de morir y resucitar. La Eucaristía es presencia del misterio pascual de Cristo cuando el sacerdote levanta la hostia y dice: "Este es el sacramento de nuestra fe" ustedes responden porque así lo sienten: "Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección". Esta es la Eucaristía anuncio de la muerte del Señor, proclamación de su vida eterna, optimismo de unos hombres y de unas mujeres que sabe que están siguiendo -aun en medio de la obscuridad y de la confusión de nuestra historia- la luz luminosa de Cristo, vida eterna. - Sólo la Iglesia posee el germen de ese mundo nuevo y definitivo. Cristo una vez resucitado, ha puesto en el mundo, el germen de un mundo nuevo y "Todos aquellos que rodean ese germen que se llama iglesia -dice el Concilio Vaticano II- podrá ser que no sean la mayoría de la humanidad, pero a ese grupito en torno a Cristo, le cabe el honor seguro de ser germen de unidad y de salvación para el mundo entero". - Cristianos... fuerzas de liberación y renovación. En este momento yo siento la conciencia de que ustedes y yo estamos tomando fuerza, energía, de ese núcleo de salvación y de unidad. Cuando salimos de Misa, debemos de salir como bajó Moisés del Sinaí, con su cara luminosa, con su corazón valiente a enfrentarse a las dificultades del mundo. Decía un Santo Padre: "como leones que han comido fuego". ¡Qué hermoso sería una unidad cristiana de leones que han comido fuego y van al mundo alimentados con este fuego de amor que es Cristo!, no para esconder cobardes una fe, sino para exhibirla como la única salvación. Esta es la verdad, lo demás es mentira; esta es la justicia, lo demás es deshonor, es injusticia. El cristiano lleva la seguridad de Cristo y es germen de salvación. Si hay esperanza de un mundo nuevo, de una patria nueva, de un orden más justo, de un reflejo del Reino de Dios en nuestra sociedad, hermanos, ténganlo por seguro, son ustedes los cristianos los que van a hacer esa maravilla del mundo nuevo pero cuando todos seamos de verdad comunicadores de esta vida que venimos a recibir den la Eucaristía de nuestra Misa dominical, este germen que transformará al mundo. HECHOS DE LA SEMANA Por eso es aquí, hermanos, donde yo insisto que una predicación, una vivencia cristiana en San Salvador, en 1979, siendo la eterna vivencia cristiana de Moisés y de Cristo y de los apóstoles tiene que ser como la de ellos, propia de su propio ambiente, es su propio tiempo. Me da lástima pensar que hay gente que no evoluciona. Hay gente que dice: "todo lo que ahora hace la Iglesia está malo porque no es como cuando nosotros lo hacíamos cuando éramos niños"; y recuerdan su colegio y quisieran un cristiano estático como museo de conservación, no es para eso el cristianismo ni el evangelio, es para ser fermento de actualidad y tiene que denunciar no los pecados de los tiempos de Moisés y de Egipto, ni de los tiempos de Cristo y Pilatos y de Herodes y del Imperio Romano; son los pecados de hoy aquí en El Salvador, los que les toca vivir, el marco histórico; este germen de santidad y de unidad, tenemos que vivirlo aquí en la tremenda realidad de nuestro pueblo concreto, cual es nuestra comunión eclesial. HECHOS ECLESIALES LOCALES Y MUNDIALES Recibí un telegrama de Las Flores, Chalatenango. El párroco me dice: "El viernes, Corpus, ayer, concurridísimo. Todo orden, devoción a pesar de tanto revoltijo político. Campesinado conserva antigua fe, arraigadas devociones, gracia a Dios. Saludo atentísimo". Diría yo así como en Las Flores, el jueves en varias poblaciones y hoy que es domingo, cuando se traslada el Corpus aquí en la Catedral a las 4 de la tarde veremos el grupo cristiano reunido en torno de la Eucaristía. Es consolador saber que el domingo, la Misa llena nuestros templos en todas partes. Alguien me decía que hoy han concurrido más gentes a la Iglesia en estos tiempos, lo cual lo cito para decirles que esta comunidad de la Arquidiócesis va teniendo su fisonomía propia; nuestra Arquidiócesis tiene que tener en el conjunto de las diócesis del mundo, una fisonomía también propia que hemos de cultivar. El jueves de esta semana celebra su onomástica Mons. Luis Chávez y González. Una figura de nuestra fisonomía arquidiocesana; 37 años de arzobispo nos deja una herencia que son ustedes, su fe, su amor a Cristo. Agradezcámosle al Señor y cultivemos esa herencia. Aquí en esta comunidad de la Arquidiócesis, ayer murió un querido sacerdote, párroco de la diócesis de Santiago de María, el Padre José Abdón Arce que va a ser enterrado hoy, esta tarde, en Jucuapa. En las diversas comunidades ha habido también significativas fechas. En San José de la Montaña está habiendo una renovación del gobierno parroquial. Queremos darle a esa parroquia un sentido de seminario y de vocaciones. Queremos que todos nos ayuden a dar un rumbo más diocesano, más eclesial a la parroquia de San José de la Montaña, como lo vamos a decir después. En la parroquia de la Divina Providencia, Colonia Atlacatl, el domingo pasado celebramos la fiesta patronal. La Iglesia estaba repleta y tuve la oportunidad de explicar el sentido providencial de la vida: no pereza ni pasivismo sino colaboración con Dios que es providente y guía al mundo pero contando con los hombres. En Soyapango celebramos la fiesta de San Antonio actualizando el mensaje de un santo de la Edad Media como es San Antonio, lo que sería hoy. Un santo que según los estudiosos supo hablar la verdad difícil de su tiempo. En la Colonia Morazán, una zona pobre, marginada, trabajan las religiosas de la Asunción; allí me dieron el gusto maravilloso de una confirmación de jovencitos. ¡Qué juventud! Después de una preparación catequista y de un retiro espiritual, a recibir el Espíritu Santo con un propósito de ser instrumentos dóciles del Espíritu de Dios en el mundo. Tuve oportunidad de visitar el Asilo Sara donde el noviciado de las Religiosas Oblatas del Sagrado Corazón están haciendo también una gran labor de amor cristiano. En la Basílica del Sagrado Corazón vamos a celebrar este viernes, a las 6 de la tarde, la fiesta del Corazón de Jesús, que es también una devoción que no puede pasar de moda porque es el amor de Cristo a los hombres, solamente hay que procurar actualizarlo y vivirlo con las exigencias del tiempo nuevo. En el mercado, durante el mes de junio, se lleva a cabo, en rezos populares y predicaciones de sacerdotes una verdadera misión del Corazón de Jesús. Yo voy a participar en esa misión el domingo 10 de julio a las 11 de la mañana cuando el Centro Ana Guerra de Jesús -que promueve la vida de las señoras del mercado- celebre su Misa del mes del Corazón de Jesús. Esta Iglesia tuvo la oportunidad de hacer oír el pensamiento de la Iglesia acerca del control, de natalidad, en la Universidad Nacional, en una mesa redonda el lunes de esta semana. Es una pena, hermanos -y yo quisiera llamarlos a reflexionar- si lo que está pasando en El Salvador no será el castigo de Dios a Babilonia o a Sodoma o a Gomorra. Cuando una platica con médicos y gente técnica de hospitales, da vergüenza que esté pasando lo que dijo un estudiante de medicina -y perdónenme la palabra-: "están castrando a nuestro pueblo"; hay esterilizaciones masivas de mujeres y hombres. Los instrumentos anticonceptivos se reparten con descaro, se reparten sin ninguna pena, sin ningún pudor yo les suplico que reflexionemos seriamente que la fuente de la vida es sagrada como la misma vida y que la relación del hombre y de la mujer, santificada en el matrimonio, tiene una doble finalidad: la finalidad de amarse y de compenetrarse en la unidad íntima; pero no sólo eso, la finalidad de procrear. Por tanto, el principio de la Iglesia es que todo acto conyugal tiene que quedar abierto a la vida, y que todo estorbo a la vida, en su misma fuente, es un pecado contra la naturaleza. Conmigo estaba el Padre, que es médico también, Guillermo Gibbons, que lleva una campaña junto con la Organización Mundial de la Salud para investigar los métodos naturales. El Padre asegura -con médicos de otras naciones- que las experiencias que van estudiando, están dando un éxito de por lo menos un 98%. ¿Por qué entonces pecar con un control artificial de la natalidad, cuando la diligencia de los médicos podría encontrar los medios naturales que Dios ha puesto en la misma naturaleza? Y si de allí nos dirigimos al campo más criminal del aborto... un médico decía que no era tan eficaz el medio de los instrumentos y medicinas, como el aborto que se multiplica más entre nosotros. ¿Cómo será? Si lo otro es tan desvergonzado, ¿cuál será la cantidad de abortos que hay en nuestro pueblo? Hermanos, esto es un crimen. Si sentimos la represión porque nos matan a jóvenes y gente que ya es grande, lo mismo es quitar la vida en las entrañas de la mujer: es hombre como el profesor que es asesinado, como el Ministro de Educación que es asesinado; también el niño en las entrañas es un hombre que por el aborto es asesinado. Y si se priva de venir a la vida buscando únicamente los placeres, es también un robo a la naturaleza. Ojalá reflexionáramos más y pusiéramos de nuestra parte todo lo posible para que no haya pecado en el mundo y Dios nos bendiga y nos saque de tanta injusticia y desorden. Mirando hacia el mundo desde esta comunidad y para que reflexionemos en el Corpus de 1979, como alma de esta Iglesia presente en el mundo, me da gusto recoger las palabras de Juan Pablo II al despedirse de Polonia. El Papa le dijo al Presidente: "Esta visita ha consumido todas mis energías" y el Cardenal Wyszynski que estaba junto a ellos, le contestó al Papa: "Pero su visita, Santidad, le ha dado fuerza a nuestra Patria". Esto es ser el pastor en la Iglesia: dar su vida para que el pueblo tenga vida. También, al despedirse, dijo a los periodistas: "Cuando vosotros facilitáis información plena y fielmente adecuada y exacta, hacéis posible que cada hombre y mujer sean partícipes de los asuntos de toda la humanidad. Idealmente vuestras vidas están dedicadas al servicio de la verdad en la medida en que permanezcáis fieles a este ideal seréis merecedores del respeto y de la gratitud de todos". Les recordó el episodio de Cristo ante Poncio Pilato cuando Cristo dijo: "Yo para eso he venido al mundo, para dar testimonio de la verdad". El Papa dijo que los periodistas debían de hacer suyo este tema de Cristo ante Pilato. ¡Ante Pilato! : ante las amenazas de la política, ante el peligro de perder ventajas si dicen la verdad, ante el peligro de ser matado como Cristo si dice la verdad; el periodista debe de ser valiente como Él. Para eso estoy en el mundo, no para distorsionar la noticia, no para se instrumento de la política partidista, interesada, egoísta, sino para decir la verdad. ¿Cuándo tendremos periodistas de esa categoría?. Quiero referirme -porque es una realidad- que desde el Corpus tenemos que mirar a la triste situación de Nicaragua. Más de 10.000 personas se calcula que han muerto ya, se rechaza toda solución pacífica, y los obispos han dirigido un mensaje en el cual citan los principios de la legitimación de la sublevación, cuando dice el documento de los obispos nicaragüenses: "A todos nos duelen y afectan los extremos de las insurrecciones revolucionarias, pero no puede negarse su legitimación moral y jurídica en el caso de tiranía evidente y prolongada, que atente gravemente a los derechos fundamentales de la persona y damnifique el bien común del país". Yo creo que nosotros que hemos sido muy respetuosos del juicio de la Jerarquía en cada pueblo donde le toca juzgar las cosas, nos solidarizamos con el apoyo que los obispos dan a la autonomía y libertad del pueblo; pero así también, reclamando no sólo contra los abusos de una tiranía que son evidentes, sino también contra el peligro de abuso de la reacción contra esa tiranía. La iglesia no se puede parcializar mientras haya peligro de traicionar su mensaje imparcial de justicia entre los hombres. Y a propósito de Nicaragua y por eso lo citaba yo -el mensaje lo pueden leer también en orientación- pedirles, como hermanos de aquellos hermanos que sufren hambre, situaciones sumamente precarias, su ayuda para ellos. Anteayer por la radio oí decir una voz que decía: "yo, desde el domingo no como". ¡Lo que significa de angustia una palabra como esa! Entonces vamos, por medio de Cáritas de la Arquidiócesis en todas las parroquias y comunidades, a hacer una recolección de víveres que se puedan conservar para mandarlos y de otras cosas que puedan ser útiles. Hago un llamamiento a la caridad y al amor comprensivo de todos ustedes para que hagamos llegar esta ayuda a nuestros hermanos. Miren si hay organización de Cáritas en sus comunidades y ellas son las que tienen ya instrucciones concretas, lo mimo que todos lo párrocos, para hacer esta colecta que la haremos llegar por medio seguro a la Iglesia de Nicaragua. HECHOS Y DENUNCIAS DE NUESTRO MUNDO Aunque sea lejos, pero pensemos en la tragedia que significa en Hong Kong, 52.000 refugiados del Vietnam, esperando países que les abran los brazos para ir a encontrar una esperanza en el futuro de su vida. Claro que El Salvador no puede dar acogida, pero El Salvador puede intervenir para que otros países con mejores capacidades territoriales, puedan alojar a los vietnamitas que en número de 52.000, esperan como en una emergencia que no puede esperar mucho, en Hong-Kong. Miremos ahora el campo de la violencia que continúa arrasando: 22 asesinados ya cuentan los maestros; 2 desaparecidos: Juan José Herrera y Roberto Romero; 3 heridos de gravedad; muchas amenazas de la UGB; recuerdo con emoción un maestro de un pueblecito que les dijo a sus alumnos: "Me despido de ustedes porque he recibido una amenaza de muerte y yo no sé si podré volver a darles clases". Y así hay muchas escuelas en el país, cerradas ante la amenaza y el temor. A este propósito, yo he preparado un mensaje para los maestros que se va a publicar el día del maestro, el 22 de junio y en el cual desarrollo estos tres pensamientos: una protesta por la represión que están sufriendo; un apoyo a su auténtica vocación docente; y el ofrecimiento de un modelo para su vida y su labor magisterial: el Divino Maestro. Quiero avanzarles, como idea central será el apoyo a su vocación magisterial. "En estas circunstancias tan difíciles para ustedes, me interesa también apoyarlos para que realicen con fidelidad su vocación de docentes, siguiendo las recomendaciones del último Seminario Nacional sobre Reforma Educativa, es decir, concebir la educación como un proceso por el cual se incorpora el individuo en forma crítica y como agente de cambio en la construcción de una sociedad más justa, lo cual supone formar salvadoreños no conformistas, trabajadores, realistas, responsables y creativos de los procesos sociales y económicos..." Y con este propósito me refiero también, a defender la educación que se da en nuestros colegios católicos y que mentes mal intencionadas tratan de difamar diciendo que en nuestros colegios católicos se indoctrina de marxismo a alumnos y alumnas. Esto es falso, solamente reclamamos esto que acabo de leer: una formación crítica. Ya no es tiempo de ser pueblo, masa adormecida y que hagan con él lo que quieran; queremos hombres, queremos formar en nuestros colegios hombres y mujeres que sepan criticar lo injusto y discernir también lo justo, que no vayan siguiendo sólo por seguir una tradición que nos ha dado por resultado esa situación en que estamos viviendo. Hay más víctimas de la violencia. Dirigentes de sindicatos, miembros de la unión de tugurios (UPT) y de otros organismos como FECCAS, UTC, FAPU; campesinos: Manuel Barahona Chávez, Domingo Murcia, Rubén Quezada que fueron capturados y después aparecieron muertos con balazos; tres cadáveres no identificados en Tierra Blanca. Amenazas sangrientas, por ejemplo: de la UGB al poeta Rafael Góchez Sosa, al Dr. Luis Alonso Posadas, a un sacerdote ayer o en estos días, a varios cristianos. Secuestros: Sigue en pie nuestra preocupación por los dos ingleses, y luego mencionamos y pedimos también comprensión para los otros tres secuestrados: Adolfo Antonio Ríos, Miguel Armando Miguel, Carlos Rafael Nieto Alvarez. Capturados, no consignados a los tribunales a pesar de haber recibido el recurso del Habeas Corpus que es constitucional y al cual no se le hace caso. Tengo la lista de por lo menos 12 capturados en esas condiciones y porque mencionar su nombre supone una defensa de parte de la Iglesia, por eso los menciono, por ser voz de esas familias angustiadas: Cruz Flores, Manuel Antonio Mejía, María Reina Mejía, Carlos Mejía, Hernán Delgado Renderos, Mercedes Palacios, Pedro Juan Alvarado, José Mario Palacios, Cristóbal López, Benjamín Gavidia. No puedo detallar por falta de tiempo, pero se trata de campesinos humildes o de obreros; de trabajadores que salieron tal vez de su trabajo, a un paseo, a una visita y no volvieron más a su casa. Ojalá no sea definitivo ese desaparecimiento. Gracias a Dios cuando se levanta una punta del velo y se ve un misterio de iniquidad, tal vez puede haber una esperanza; por ejemplo, cuando se descubrió el abuso de la Policía. En estos días fueron descubiertos los verdaderos autores de un crimen que en un primer momento se creyó ajusticiamiento de las FPL, pues junto a ellos se encontró una bandera de esa organización. El verdadero autor intelectual del crimen fue un inspector de la Policía Nacional, que lleva trabajando en ese Cuerpo de Seguridad más de 18 años. Los autores materiales fueron dos ex agentes de la Policía quienes cometieron el crimen por una gratificación de ¢50.00. El motivo parece ser una mezcla de celos y de ambición. ¡Cuántos crímenes habrá por motivos inconfesados y luego se involucran en esta forma en esta ola de terrorismo! También hemos de mencionar las huelgas de los estudiantes de 7º año de medicina y las exigencias y opresiones de médicos residente del Instituto Social, de Estudiantes de Odontología y de otros hospitales. Apoyo ya de varias organizaciones en estos reclamos. De parte de la Iglesia, sólo pediría que se tenga en cuenta que lo primero es el enfermo, que no vaya a sufrir; pero que al mismo tiempo se resuelvan en forma racional estos conflictos y no vayan a ser orígenes de nuevas violencias. COMENTARIOS - Síntomas de profunda crisis e injusticia estructural del país. Así en general, yo quisiera decirles que todo esto ¿quién no lo ve?, son síntomas de una crisis y de una injusticia estructural en nuestro país. Las cosas no se pueden arreglar con represiones, con violencias. Es necesario profundizar en un diálogo que verdaderamente sea diálogo, no monólogo en defensa de un solo modo de pensar, sino diálogo en el cual se va dispuesto a buscar la verdad y a deponer actitudes por más queridas que parezcan. Si no es así, no podremos salir de esas raíces de donde brotan tantas cosas desagradables. - Peligro de insensibilidad Quiero decirles también, hermanos, con todo el corazón, porque yo corro también ese peligro, el peligro de hacernos insensibles, insensibles al ver que suceden tantas y tantas cosas. "Oír -como decimos- como quien oye llover"; pero, ¡pensar que cada muerto es una tragedia que involucra tantas vidas! Que sintamos que en cada muerto es una vida humana, un atropello a la dignidad y al derecho de los hombres. Nunca nos insensibilicemos, siempre tengamos y pidámosle a Dios esa sensibilidad, para no hacer con nuestro silencio pecaminoso, tal vez una complicidad del ambiente en que vivimos. Quienes puedan hablar, hablen; quienes pueden reclamar desde sus profesiones, reclamen. - Llamamiento a la legalidad y al desenmascaramiento del abuso de autoridad. Por eso también, el llamamiento que me parece más urgente a quienes son responsables de la conducción del País, o dirigentes en las clases sociales: Un retorno urgente a la constitucionalidad. Si es que si de veras se apela a lo legal, cuántas ocasiones para atropellar impunemente, pero si se tiene en cuenta, que más atrás de la Ley del Estado de Sitio está la Constitución y está la Organización Democrática del País, no dejemos sin funcionar ese organismo democrático y dejemos también irrisorias las leyes del la constitución. Creo que quienes son garantes, porque lo han jurado –esa constitución-, son los más obligados a dar el buen ejemplo del respeto a las leyes, a las que todos tenemos que volver, desenmascarando abusos de autoridad, sometiendo a la justicia toda acción que toque la ley y sabiendo sancionar al que es culpable. Yo tengo fe, hermanos, que un día saldrán a la luz todas esas tinieblas y que tantos desaparecidos, y tantos asesinados, y tantos cadáveres sin identificar, y tantos secuestros que no se supo quien lo hizo, tendrán que salir a la luz, y entonces tal vez nos quedemos atónitos sabiendo quiénes fueron sus autores. Pero ya es tiempo de regresar a ese respeto a las leyes del país. Finalmente un consuelo a todas las familias que sufren en esta orfandad de tanto crimen. 3. LA EUCARISTÍA, INSPIRACIÓN Y FUERZA A NUESTRA ESPERANZA ESCATOLÓGICA ¿Qué quiere decir? Ya la he explicado varias veces la palabra escatológica: lo último, lo que está más allá de la historia, lo definitivo, la meta hacia donde camina toda vida de hombre y toda historia y todo pueblo. Cuando Cristo termina el evangelio de hoy, después de instituir la Eucaristía, se despide de los discípulos diciéndoles: "En verdad os digo, ya no beberé del fruto de la vid hasta el día que beba el vino en el Reino de Dios". La Eucaristía, el Corpus, así como nos ha hecho remontarnos al Calvario hace veinte siglos, y a Moisés todavía más atrás y a las viejas alianzas; desde la Eucaristía, un horizonte de historia incomparable, pero también hacia delante, hacia el futuro, el horizonte eterno, el horizonte escatológico, el horizonte definitivo que va exigiendo como una utopía a todos los sistemas políticos, a todas las luchas sociales, a todos los hombres que se preocupan de la tierra. La Iglesia no se despreocupa de la tierra, pero desde su Eucaristía dice a todos los trabajadores de la tierra: más allá. Y cada vez que se levanta la hostia en la Misa, se oye el llamamiento de Cristo "hasta que lo volvamos a tomar en el Reino de mi Padre" y el pueblo se repite: "Ven. Señor Jesús". Hay una esperanza, es un pueblo que camina al encuentro del Señor. La muerte no es fin, la muerte es abrirse a esa puerta de la eternidad. - Un mensaje de optimismo, consuelo y esperanza. Por eso decía y termino diciendo: que toda la sangre, todos los cadáveres, todos los misterios de iniquidad y de pecado, todas las torturas, todos esos antros de nuestros cuerpos de seguridad, donde lamentablemente mueren lentamente muchos hombres, no están para siempre perdidos, hay un horizonte escatológico que iluminará toda esa tiniebla y hará entonces cantar la victoria a la verdad y a la justicia; y será el triunfo definitivo de todos los que lucharon por la justicia y por el amor. La Eucaristía alimenta todo lo reivindicativo de la tierra porque le da su verdadero horizonte y cuando un hombre o un grupo quieren trabajar sólo por la tierra y no tiene horizonte de eternidad y no le importan esos horizontes religiosos, no es un liberador completo, no se puede fiar de él. Hoy luchan por el poder y mañana desde el poder serán los peores represores si no se tiene un horizonte más allá de la historia que sancione lo bueno y lo malo de lo que hacemos los hombres en la tierra, no puede haber justicia verdadera ni reivindicaciones eficaces. Démosle gracias a Dios que en esta fiesta del Corpus, enmarcada en tanta tragedia, también animada por tanta fuerza reivindicadora, tanta fuerza política del pueblo, Cristo, no se siente extraño, Cristo, también es torturado; Cristo, también es ajusticiado en injusticias; Cristo, un inocente muerto en crimen; Cristo, el gran liberador, le está dando sentido a tanta muerte, a tanto cadáver, a tanta sangre y sin duda que santifica con esa perspectiva de vida eterna y de esperanza: "tomad y comed esto es mi Cuerpo, esta es la sangre de la alianza eterna". Así sea...
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Monseñor Óscar Arnulfo Romero y Galdámez Ciudad Barrios, El Salvador; 15 de agosto de 1917 – † San Salvador, (Id.), 24 de marzo de 1980) conocido como Monseñor Romero,[1] fue un sacerdote católico salvadoreño y el cuarto arzobispo metropolitano de San Salvador (1977-1980). Se volvió célebre por su predicación en defensa de los derechos humanos y murió asesinado en el ejercicio de su ministerio pastoral. Archivos
Agosto 2021
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