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Quinto Domingo de Cuaresma

3/25/2012

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NOTA: Antes de la homilía del Sr. Arzobispo, los Padres de la Orden Somasca expresaron a la comunidad congregada en torno a su Pastor, su adhesión y fidelidad a Mons. Oscar A. Romero.
 


PALABRAS DE MONS. ROMEROAnte todo, queridos Padres Somascos y queridos jóvenes que se educan bajo ese carisma, mi agradecimiento por traer hoy a la Catedral todo un testimonio. Testimonio que coincide plenamente con los ideales que vamos predicando. Una preferencia sin exclusivismos, pero evangélicamente preferencia por aquellos que sufren, por los pobres, por quienes San Jerónimo Emilliani sintió como verdadero hijo de la Iglesia lo que el corazón de Cristo siente en los verdaderos católicos. Ojalá que este gesto tan bello de los Padres Somascos concelebrando con su Arzobispo esta mañana, sea bien percibido por todos nuestros queridos sacerdotes, religiosos y fieles y que entre todos construyamos la verdadera Iglesia de Cristo que peregrina aquí en la Arquidiócesis. Cabalmente, las voces de la Sagrada Escritura que se acaban de escuchar, nos invitan a eso.

"La Alianza ha dado continuidad a nuestra preparación"

Hemos ido entrelazando en los domingos de Cuaresma, la perspectiva de la alianza. La Alianza de Dios con Noé, después del diluvio, fue el primer domingo de Cuaresma. La alianza con Abraham, para prometerle un pueblo en el cual serían bendecidas todas las naciones, fue el segundo domingo. EL tercero, nos presenta ya ese pueblo a los pies del Sinaí en la alianza con Moisés, a la que responde el pueblo: "Haremos todo lo que el Señor diga". Se trataba del Decálogo. EL domingo pasado, esa alianza en una de sus vicisitudes más peligrosas y difíciles, en el cautiverio de Babilonia, pero del cual resurge nuevamente el resto de Israel para continuarle siendo fiel a Dios... Y así llegamos hoy, al 5º. Domingo de Cuaresma, siempre en la perspectiva de la alianza.

Hoy Jeremías interpreta el sentido de la alianza anunciándonos una "nueva alianza".

Pero hoy es uno de los profetas más delicados el que levanta su voz: Jeremías. EL cual no sólo ha comprendido todo el compromiso que supone la Vieja Alianza, la Alianza de nuestros padres -como decían los profetas- sino que ya lanza una perspectiva hacia un futuro que ya se ve acercarse. Y habla, el primero que habla en la Biblia de la Nueva Alianza, la que va a encontrar precisamente en Cristo la realización, la plenitud de todas esas promesas de Dios.

- Esta ya no se comprende sin Cristo en su misterio Pascual

Es hermoso, hermanos, ya, a ocho días de la Semana Santa, que un profeta nos indique qué significa la Semana Santa. ¿Qué ha significado la Cuaresma? Es como una vieja alianza que ahora se renueva con la promesa de una alianza que va a ser firmada no con sangre de animales, sino con el Cordero Inmaculado que quita los pecados del mundo: Jesucristo. Es la Nueva Alianza que se presagia, la que Cristo viene a rubricar.

El cristianismo no es sólo doctrina moral. Hay que vivirlo como una historia, historia interpersonal... relación de alianza, o sea, comunión de vida del pueblo con Dios...

Yo les invito a todos los que están escuchando esta palabra a tratar de comprender su religión cristiana no como un conjunto de verdades que hay que creer o como un conjunto de mandamientos que hay que cumplir; y peor todavía, un conjunto de prohibiciones: esto no se debe hacer. Cuando se mira así la religión como dogma, como leyes morales, como prohibiciones, yo comprendo que haya gente que sienta hastío, que no le guste la religión, porque no se trata de una teoría. Lo bello, lo atractivo de la religión cristiana es mirarla así como la hemos venido viendo en la Cuaresma: una alianza.

¿Qué cosa es una alianza?. Es una comunión de vida, es una historia que se va desarrollando en comunión de vida con aquel que es la plenitud de la vida. El hombre siente que no adora a un Dios sólo por un mandato teórico que cumple unas leyes, no porque las manda el Decálogo; que deja de hacer cosas porque son inmorales, sino que, todo eso: lo inmoral, lo moral, lo santo, lo verdadero, lo falso, conceptos teóricos, pasan a ser una relación vital, una inter-relación personal. Siento que Dios ha hecho conmigo y yo con Él, una alianza.

Ahora comprendemos por qué la comparación del matrimonio: así como el esposo y la esposa no viven las leyes matrimoniales como precepto, como códigos, sino que las viven como amor, como relación, como diálogo, como compromiso interpersonal. Qué hermoso será el día en que todos los cristianos miremos hacia Dios con el amor con que el esposo o la esposa mira a su cónyuge y trata de agradarlo, de complacerlo; y si ha habido un desagrado, una incomprensión, hasta una infidelidad, se es capaz de perdonar. Es así como nos invita la Cuaresma y la Semana Santa a mirar nuestra religión.
 


CUARESMA, PREPARACION PARA CELEBRAR LA ALIANZA PASCUALAquí ya no somos espectadores de un pueblo que vivió hace siglos. El pueblo de Israel: Abraham, Moisés, celebrando alianza con Dios, parece como que quedan en el horizonte lejano de la historia. Ahora vamos a vernos a nosotros mismos. Nosotros somos el pueblo que ha heredado las promesas de Abraham, los compromisos de Moisés, las renovaciones de los profetas. "Todo eso no tenía sentido –dice San Pablo-, sino como una figura de la gran realidad que es Cristo y su sacrificio redentor".

Acerquémonos a la Semana Santa, no con reminiscencias históricas, acerquémonos a la Semana Santa con un compromiso presente, sintiendo que yo, con mi nombre y apellido, tal como soy: con mis pecados y mis miserias, con mis ilusiones y mis esperanzas, con mis proyectos y fracasos; yo, mi familia, mi pueblo; esta patria de El Salvador con su problemática tan difícil, con sus injusticias y sus atropellos, pero también con su gente que reza y que espera. Esta historia concreta de 1979 se acerca a la Semana Santa del año, para celebrar la alianza con Dios. ¡No nos ha abandonado el Señor! Cada año nos invita a celebrar la Alianza Nueva.

1. La interiorización, característica de la nueva alianza

(Es una alianza que no consiste en leyes exteriores, tablas de piedra, sino que consiste en algo interior al corazón de cada uno. Esta es la nota típica a la que nos llama la Semana Santa: una alianza de vida espiritual, de intimidad.)

2. Cristo, autor de la nueva alianza

3. La nueva alianza se hace nuestra por el bautismo

(Por eso, los invitaré a todos ustedes y a mí mismo, para que renovemos la gracia de nuestro Bautismo.)
 


1. LA INTERIORIZACIÓN, CARACTERÍSTICA DE LA NUEVA ALIANZAa) Figura y misión de Jeremías

Hay que fijarse, en la primera lectura de hoy, quién es el profeta que nos habla. La figura y la misión del profeta Jeremías es de lo más interesante en ese ambiente profético-bíblico;

- Temperamento delicado, expuesto a crueles vicisitudes de la historia de su pueblo.

Es un hombre de temperamento fino. Un hombre que no quiere ofender y que, sin embargo, la trágica situación de las circunstancias le obligan a decir palabras desagradables. Nadie sufre tanto como Jeremías cuando tiene que echar en cara a aquel pueblo las infidelidades de la alianza con su Dios. Nadie sufre tanto como él cuando tiene que anunciar que este pueblo tendrá que sufrir las consecuencias de su pecado con el castigo de un Dios justiciero.

- El que mejor comprendió los compromisos de la alianza.

Pero nadie como Jeremías comprendió que esa alianza que Dios viene haciendo desde Noé, Abraham, Moisés, es una alianza que le pide, ante todo, el corazón al hombre que mira a su alrededor un conjunto de legalismos, de moralismos, de tradiciones que vienen a deshacer todo el espíritu de la alianza. Nadie como Jeremías comprendió la frase de Cristo: "La letra mata, el espíritu vivifica".

- Su carisma (experiencia...) la interiorización.

Por eso, su misión tiene que ser de acuerdo con ese carisma. Carisma es una experiencia que un hombre ha tenido con su Dios. Carisma es una gracia que Dios ha hecho a un hombre valiéndose de su temperamento o de la misión que le confía, dándole una experiencia, una sensación muy única. Y ese carisma de la intimidad que Dios ha conferido a Jeremías, es porque le va a encomendar una misión que se expresa precisamente en las lecturas de hoy.

b) Mensaje

- Recuerdo de la historia de la alianza antigua: -fidelidad y amor a Dios...

Los versículos que hoy se han leído, son como la flor de todo el libro de Jeremías: "'Mirad, que llegan días en que haré con la casa de Israel y de Judá, una Alianza Nueva. No como la que hice con vuestros padres cuando los tomé de la mano para sacarlos de Egipto". Esta es la primera experiencia y el primer pensamiento del mensaje de Jeremías para nosotros esta mañana. Es lo que hemos venido haciendo en la Cuaresma. ¡Recuerden qué historia de amor la de Dios con la humanidad! ¡Siempre fiel! Preciosa comparación: "Los saqué de la mano". Como cuando un papá saca de la mano a su hijo. Como cuando una mamá recoge a su hijo que lo había perdido y lo lleva: ¡Con qué cariño! Este es el amor fiel, incansable de Dios.

- Infidelidad y desamor del pueblo...

"Pero, aunque yo era su Señor, ellos quebrantaron mi alianza". Esta es la respuesta nuestra. Esta es la triste historia, la historia de la Alianza Vieja.

- Cómo debe ser la nueva alianza: interioridad...

Por eso dice: "voy a hacer una Nueva Alianza que consistirá en esto: meteré mi ley en su pecho, la escribiré en sus corazones". Miren, ante todo se trata de una alianza interior. No va a poner Dios ya sobre los hombros pesados, cansados del pueblo de Israel, nuevas piedras con leyes. Así parecen las leyes: piedras. Sobre todo cuando el pueblo está cansado, ¡qué pesadas son las leyes!. "Ya no voy a escribir leyes en piedra, voy a escribirlas en vuestro corazón, voy a meterme dentro de vosotros, voy a transformaros por dentro".

Este es el mensaje de interioridad con que la palabra de Dios hoy, nos invita a vivir una religión no de decálogos y de dogmas, un conjunto de teorías, sino unas opciones personales, íntimas por encima de prácticas interiores y de lugares y de cosas. No hagamos consistir la religión en esas exterioridades sino en la sinceridad, en la búsqueda íntima de Dios, de donde brotarán como fruto: el amor, la justicia, la sinceridad, la verdad.

Y esto lo estamos viendo todos los días hermanos. Cuando tenemos amistad con una persona no nos pagamos de los aparatos externos. No nos fijamos tanto en los signos. Ante todo apreciamos la sinceridad, la estimación, el amor. A esto va llegando la relación de Dios con la humanidad, una relación en la que sí es cierto que habrá una jerarquía, unos aparatos exteriores, pero que no van a ser eso lo substancial, de nada serviría toda la belleza de nuestros templos, toda la magnificencia de nuestros ritos, si no tuviéramos un corazón que le habla con amor, con amistad, al Señor.

Yo así siento cuando veo a ustedes en la Catedral, ante todo vienen por una relación de amor con el Dios en el que hemos puesto nuestra esperanza, y cuando predico, yo quisiera que ante todo se entendiera que mi lenguaje solamente quiere fomentar esa relación de esperanza, de fe, de amor, del pueblo con su Dios. "En ti Señor he esperado. Tú eres el motivo de mi esperanza". Me da verdaderamente placer, ver que las comunidades, los hombres, se convierten a esta relación de intimidad con su Dios.

- Conocimiento vivencial, no sólo una fe teórica, de magisterio...

Dentro de esa intimidad, de esa interioridad, la Palabra de Dios nos dice otra cosa: "No tendrá que enseñar uno a su prójimo, el otro a su hermano diciendo: reconoce al Señor, porque todos me conocerán, desde el pequeño hasta el grande". Miren, ni siquiera el magisterio es suficiente con toda la belleza de nuestra doctrina que nos está orientando desde la palabra del Papa hasta la del humilde catequista, ¿dónde está Dios? ¿Cómo hay que servirlo? ¿Cómo hay que amarlo? Dice Dios en la nueva alianza: "eso será un subsidio, una ayuda, pero lo principal, es que cada hombre ha aprendido a conocer." Y este verbo, en hebreo, en el sentido bíblico, conocer: es algo vivencial. Es conocer sabroso de una cosa que gusta. Es ese conocer que lleva la vida con el conocimiento. Es la fe del que dice: yo creo, yo acepto lo que Dios dice pero no como cosa teórica, sino como entrega de la persona a su Dios. Es actitud de un hombre que ante Dios le dice: "yo creo en Ti Señor, no sólo lo que dices sino que toda mi vida se entrega a Ti".

Eso es lo que será la Nueva Alianza. Una Alianza en la que ya no necesitamos que nos diga lo que hay que hacer ni lo que hay que creer. Siempre será necesario para que sepamos si vamos por la verdadera fe o por la verdadera moral. Por eso el Papa y el Magisterio de la Iglesia siempre serán necesarios. Siempre será como una piedra de toque para ver si nuestro caminar es auténtico. Pero no lo haré por miedo al castigo, que me van a excomulgar; no lo haré por quedar bien con nadie. Lo haré porque siento que Dios me llena, que esa doctrina de la Iglesia verdaderamente es la que llena mis aspiraciones. Que yo trato de vivir la moral cristiana porque en ella encuentro el camino más auténtico para encontrarme con mi Dios. O sea una interioridad de fe.

- Reconciliación y paz con Dios...

Finalmente, una interioridad de perdón. Así termina la lectura de hoy: "me conocerán cuando perdone sus crímenes y no recuerde sus pecados". Hagan la prueba si no la han hecho. En esta semana Santa, ¡confiésense!. Echen al arrepentimiento su conciencia. No les puedo explicar yo, con palabras, ya lo ha dicho aquí la Biblia: no será necesario que lo diga, ni lo podrá decir nadie. Solamente lo experimenta y lo vive el que lo siente, el que lo ha hecho. Por más grande que sea el pecador que me está escuchando, soy yo, quizás. Un arrepentimiento ante el confesor, un acto de dolor: "Señor, he pecado; ya no quiero pecar más. Echa al olvido todas mis hipocresías, todos mis egoísmos, todos mis materialismos, todos mis orgullos, todas mis sensualidades. ¡Límpiame, Señor! ".

Un gesto de esos y un sacerdote que te dice en nombre de Cristo: "Yo te absuelvo de tus pecados", hace sentir esto que dice la Biblia hoy: me conocerán, con un conocimiento sencillo y práctico del amigo que había perdido la amistad del amigo y que se han vuelto a abrazar y eso no lo puede explicar nadie. O del novio que ha roto con la novia y de repente vuelven a establecer sus relaciones; o de los esposos que se habían peleado y luego vuelven a unirse y a hacer feliz a la familia. Eso es lo que está diciendo: que no hay quien lo pueda explicar. ¡Hay que vivirlo! A eso nos invita la Cuaresma y la Semana Santa: a esa alianza de interioridad.
 


2. CRISTO ES EL AUTOR DE LA NUEVA ALIANZA¿En qué se basa la seguridad con que Jeremías promete esa felicidad de la alianza nueva? Ya lo presagia él. Pero nosotros tenemos la dicha de encontrarlo realizado en Cristo Jesús y precisamente las dos lecturas de hoy -la segunda y el Evangelio- nos explican, perfectamente en sintonía con Jeremías, lo que viene a hacer Cristo.

a) Relación: Nueva Alianza - Pascua: Para esto yo quisiera, hermanos, que ya empalmáramos otro concepto que será como el tema de la Semana Santa: la Pascua.

- Pascua es la fiesta de la alianza

Porque la alianza se celebraba con una fiesta anual que se llamaba la Pascua. El misterio Pascual, la Pascua que celebraban los judíos era matar un corderito y comérselo en familia, porque así habla mandado Dios la noche de Egipto, cuando Faraón mataba a los israelitas: Que mataran un corderito y que con esa sangre marcaran las puertas de los judíos y esa señal era la marca donde el ángel exterminador no iba a hacer estragos. Señal de la sangre del cordero que nos va a librar del castigo, que nos va a dar el perdón. Cada Pascua, cuando el mayor de la familia partía el pan ázimo, recordaba: "Esto lo hacemos porque nosotros éramos prisioneros en Egipto y de allá nos sacó el Señor y tenemos compromiso con ÉL". Revivían su Pascua, su alianza.

- En una Pascua, Cristo trasladó la antigua a la nueva.

Por eso, Cristo quiso también aprovechar una Pascua... Era por estos meses de marzo y de abril, según los judíos, cuando se celebraba la Pascua. Cristo se reúne con sus apóstoles en un ambiente de Pascua. En un ambiente de Pascua va a derramar su sangre de la cual va a decir: "Esta es la sangre de la nueva y eterna alianza". Cristo es el que nos da el ejemplo de unir estos dos conceptos que ya son inseparables: alianza nueva, misterio pascual. Cristo derrama esa sangre y al mismo tiempo, después resucita. Muerte y resurrección. Los dos lados del misterio pascual que rubrican la Alianza Nueva de los cristianos.

b) Cristo es autor de la Alianza Nueva porque avala con una muerte sufrida por obediencia.

Cristo es autor de la alianza. Por eso quiero recordarles aquí, una frase genial de Juan Pablo II en esa nueva Encíclica Redemptor Hominis. Cuando habla de este sacrificio de Cristo Redentor del hombre, dice estas palabras: "La redención del mundo es, en su raíz más profunda, la plenitud de la justicia en un corazón humano". Demasiado sublime la frase para comprenderla en toda su grandeza. O sea que, Cristo, ofreciéndose al Padre en el sacrificio de la cruz, está ofreciendo en un corazón de hombre, la plenitud de la justicia. Desde entonces, Dios, a todo pecador que le pide perdón por Cristo, lo tiene que perdonar en justicia. No por los méritos del pecador arrepentido, sino por el Cristo que ofreció la plenitud de la justicia.

¿Por qué? Fíjense bien en este concepto. Porque el pecado es una desobediencia, la redención, en cambio, es una obediencia hasta la muerte. Por eso es redentor Cristo, porque obedeció a su Padre con una obediencia no sólo heroica, sino divina. De llevar su cuerpo y su dolor, para ofrecerlo a pago de las desobediencias de todos los hombres.

Por eso dice el profeta Isaías: "Dios puso sobre sus espaldas todas nuestras iniquidades"; y cargando con nuestras propias miserias sube al Calvario y se entrega en un sacrificio.

- Las lecturas de hoy nos describen este rostro del sufrimiento y de la muerte por obediencia

- No es un Cristo impasible...

Fíjense en la primera lectura. San Pablo dice en la Carta de los Hebreos: "Con gritos y lágrimas presentó oraciones y súplicas al que podía salvarlo de la muerte". Es necesario que ya nos vayamos acostumbrando al protagonista de la Semana Santa, mirarlo como lo presenta la Biblia. Hoy nos lo presenta, la segunda lectura, con súplicas y oraciones, con lágrimas y gritos.

Completemos esta visión con lo del Evangelio, cuando Cristo como en una crisis de su vocación, exclama: "Ahora mi alma está agitada y ¿qué diré?: Padre líbrame de esta hora: pero si por esto he venido, para esta hora". ¡Fíjense qué instinto de conservación! Cristo no es un ser insensible. Cristo es un hombre de carne y hueso, de nervios y músculos como nosotros. Un hombre que siente lo que siente alguien cuando lo lleva la Guardia Nacional y lo lleva a ese lugar de tortura, ¿qué siente? He escuchado testimonios horrorosos, ¿pero qué es eso en comparación de Cristo que ve venir toda una tormenta de torturas que va acabar con Él en la cruz?

- Se anticipa hoy la angustia de Getsemaní...

Este domingo, hermanos, nos está anticipando la noche del Getsemaní. No olvidemos en nuestra reflexión cristiana de hoy, la figura de Cristo, gritando con lágrimas, bañado de lágrimas su rostro, al que lo podía salvar. Y el que exclama como anonadado ante lo que le viene: "Se ha turbado mi alma. Padre, líbrame de esta hora". Pero la reacción de Él es la de la obediencia: "pero si para esto he venido a esta hora". Esto es lo bello del sacrificio de Cristo, ¡que se entrega voluntariamente, por obediencia al Padre!

Esta pasión de Cristo que vamos a contemplar durante el vía-crucis y la Semana Santa, ahondémosla con este pensamiento: De nada hubiera servido todo eso si no lo estuviera animando una obediencia. El alma de la pasión de Cristo es la entrega obediente al Padre. Es el sentido de desagravio con que Él se va ofreciendo: Padre, si es necesario que caigan esos látigos para que perdones tantos pecados del mundo, que caigan esos látigos. Si es necesario que tejan esa corona de espinas y puncen mis sienes, que se clave en mi cabeza para que perdones a todos mis hermanos. Si es necesario el horror de mis músculos atravesados con clavos y de mi costado abierto con la lanza, hágase Señor, porque eso es redención de mis hermanos. Esto es lo bello de Cristo. Lo más hermoso que Él es el sustitutivo del pecador que era yo: Yo debía de sufrir, yo debía de ser castigado, yo debía de ser lanzado al infierno, alejado para siempre del Padre. Pero Cristo quiere cargar toda esa culpa mía para que yo encuentre reconciliación. Ya es mía la obediencia de Cristo para pagar mis muchas desobediencias.

c) Cristo es autor de la alianza porque la resurrección es garantía de su eficacia

Cristo es el autor de nuestra alianza -he dicho- por la muerte obediente. Pero no olvidemos la otra cara de la medalla y es lo que más me interesa que lo tengamos bien presente. Cristo es autor de nuestra alianza y garantía de toda nuestra esperanza, porque ha resucitado. Porque la resurrección es la prueba de que el poder de Dios ha aceptado ese sacrificio y le ha dado una nueva vida que no morirá más: la resurrección.

Por eso aquellos cristianos que celebran la Semana Santa únicamente hasta el Santo Entierro, han mutilado el misterio pascual. No nos presentan, la redención completa. Por eso, les estoy invitando ya, desde ahora, a que nuestra máxima celebración de Semana Santa sea la Pascua. Sobre todo el Sábado Santo por la noche, cuando nuestra fe nos haga ver a Cristo surgiendo de sus dolores, glorioso, tal como nos lo presentan las lecturas de hoy.

Cuando la lectura que habla del Cristo con el rostro bañado de lágrimas, habla del desenlace de esa plegaria, dice esto como una paradoja: "A gritos y con lágrimas presentó oraciones y súplicas al que podía salvarlo de la muerte, cuando en su angustia fue escuchado" ¡Sarcasmo!, no fue escuchado, el Padre permitió que fuera hasta el colmo del dolor. Pero sí fue escuchado porque la lectura continúa diciendo: "y llevado a la consumación, se ha convertido para todos los que le obedecen, en autor de salvación eterna". Y el evangelio, también no se detiene en ese momento crítico de la vocación mesiánica de Jesús porque dice inmediatamente que tiene ese miedo: "Ahora mi alma está agitada pero para esto he venido". Entonces dice la plegaria con que ha comenzado el evangelio de hoy: "Ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo del hombre".

- La consumación. - la glorificación

Dos palabras bíblicas hoy. La primera "la consumación", dice la carta a los Hebreos. Y el evangelio dice "la glorificación" ¿Cómo se entiende que Cristo, horrorizado ante su pasión, está hablando de que ya está siendo glorificado? Es necesario comprender un poquito esto, hermanos, si no, no comprendemos el misterio de la Redención. Cristo se hizo salvación de los hombres, su gloria ahora es enorme: desde el cielo nos manda ahora su vida, su espíritu. En Él ponemos toda nuestra esperanza, gracias a que se sometió a pasar por la muerte, pero de la muerte a pasar a la vida. ¡Esta es la consumación! Cristo puede decir: la glorificación comienza en Getsemaní. La consumación de esta obra comienza ya en los dolores de la pasión. Un Cristo resucitado sin haber pasado por la muerte, no tendría todo el mérito que ahora tiene. Una pasión sin resurrección sería el fracaso. Las dos cosas concluyen el Misterio Pascual, del cual hemos de vivir. De eso vive la Iglesia: del misterio Pascual, la muerte por obediencia de Cristo y la resurrección como firma de Dios de que ha aceptado este desagravio.

La resurrección no tendría toda la alegría que tuvo si no fuera asumiendo la muerte. La victoria de Cristo no sería tan rotunda, si no hubiera dejado un calvario ensangrentado y una tumba que se quedó abierta para verlo salir glorioso después de haberlo visto entrar humillado. Esta es la mística de la redención cristiana: Morir para resucitar.
 


3. LA NUEVA ALIANZA SE HACE NUESTRA POR EL BAUTISMOa) La alianza nueva para un nuevo pueblo de Dios

El Bautismo de cada uno de nosotros, tu bautismo, mi bautismo, es lo que ha hecho mío, tuyo, esa muerte y esa resurrección. Cuando nos bautizaron, el sacerdote, ministro de Dios, marcó mi vida para siempre con la muerte obediente de Cristo y con la resurrección gloriosa del Señor.

Todo bautizado lleva la marca de la muerte y de la resurrección de Cristo. Por eso también es en Pascua, en Cuaresma, cuando los bautizados debemos de volver a nuestros compromisos. Antiguamente, -ya les dije- los bautismos se realizaban el Sábado Santo en la noche. Toda la Cuaresma se habían preparado los catecúmenos.

Hoy quiere la Iglesia que los bautizados, cristianos renovemos en la Cuaresma la belleza de nuestro bautismo; y que el Sábado Santo en la noche, en una de las ceremonias más bonitas, sea la renovación de nuestros compromisos y de nuestra fe bautismal. Vamos a preguntar desde el altar -ojalá que haya muchos cristianos, sobre todo jóvenes-; "¿Renuncian ustedes a Satanás?" "Sí, renunciamos". -"¿Creen ustedes en Dios?" -"Sí creemos". Es el bautizado que dice: hago mío, me apropio la redención de Cristo. En eso confío, no en las cosas transitorias de la vida, sino en el Cristo el verdaderamente rico, verdaderamente poderoso, el eterno, el joven, el bello, aquel que es todo para todos.

- Su paso "pascua" de muerte a nueva vida, es también el proceso de todo cristiano

El bautismo nos incorpora a la redención pascual.

Este Evangelio de hoy, que ya fue escrito por cristianos, nos lo dice. No olvidemos que si es cierto que aquí nos está narrando San Juan un episodio de la vida de Cristo que ya se acerca a su pasión, esa reflexión la estaba haciendo mucho después de que hubieran sucedido los hechos, como cuando un historiador escribe la historia de hace años. La está escribiendo ya en otra época y rodeado de otra gente. Son los cristianos que le están ayudando a San Juan a reflexionar en los compromisos del bautismo.

Podíamos decir hoy: nosotros cristianos, de este domingo de 1979, reflexionamos este misterio de nuestro bautismo que nos incorpora al Misterio Pascual de Cristo. Y de allí sacamos las conclusiones, de modo que cuando Cristo habla hoy, pueda ser que sus palabras reflejen más bien la reflexión de aquella comunidad que está reflexionando.

Por eso escuchamos esto que viene bien con la apropiación de la redención por medio del bautismo: "Os aseguro que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo. Pero si muere, dará mucho fruto". Y sigue el Evangelio: "El que se ama a sí mismo, se pierde; y el que se aborrece a sí mismo en este mundo, se guardará para la vida eterna. El que quiera servirme, que me siga; y donde esté Yo, allá estará también mi servidor. A quien me sirva, el Padre le premiará". ¡Esto es para nosotros!, ¡esto no es historia de hace veinte siglos! ¡Esto es el Misterio Pascual encarnándose en el Cuerpo de Cristo que somos hoy, nosotros, los bautizados de 1979!

A cada uno de nosotros nos está diciendo Cristo: si quieres que tu vida y tu misión fructifique como la mía, haz como Yo: conviértete en grano que se deja sepultar, déjate matar, no tengas miedo. El que rehuye el sufrimiento, se quedará solo. No hay gente más sola que los egoístas, pero si por amor a los otros das tu vida como yo la voy a dar por todos, cosecharás muchos frutos. Tendrás las satisfacciones más hondas. No le tengas miedo a la muerte, a las amenazas, contigo va el Señor.

El que quiera salvar su alma, es decir, en frase bíblica, el que quiera estar bien, el que no quiera tener compromisos, el que no se quiere meter en líos, el que quiere estar al margen de una situación en que todos tenemos que comprometernos, éste, perderá su vida. Qué cosa más horrorosa haber vivido bien cómodo sin ningún sufrimiento, no metiéndose en problemas, bien tranquilo, bien instalado, bien relacionado políticamente, económicamente, socialmente. Nada le hacía falta, todo lo tenía. ¿De qué sirve? Perderá su alma. Pero el que por amor a Mí se desinstale y acompañe al pueblo, y vaya en el sufrimiento del pobre, y se encarne y sienta suyo el dolor, el atropello; éste ganará su vida, porque mi Padre lo premiará.

Hermanos, a eso nos llama la palabra de Dios en este día y yo quisiera, de veras, tener toda la capacidad de convicción para decirles: ¡vale la pena ser cristiano!
 


HECHOS DE LA SEMANAYa que la Iglesia nos ha dado pautas para vivir el cristianismo en nuestro tiempo, no está el problema en cerrar los ojos, en decir: Medellín, Puebla, Vaticano II, eso no sirve. Sino en ver qué dicen. EL bautizado de hoy tiene que estar dispuesto a estas cosas; y por eso, hagamos aquí una encarnación de nuestra doctrina, de nuestra reflexión. Ustedes mismos van a ser críticos de lo que yo les voy a contar. Por eso les he dicho: aprendan a leer periódicos. ¿Dónde está la verdad?, ¿dónde está la mentira? Lo que es peor, ¿dónde se oculta la maña que se quiere meter en este mensaje?
 


HECHOS ECLESIALESYo presento en este momento la Iglesia que tratamos de construir con su unidad central que es el Papa. Y el Papa ha dicho esta semana cuál es el verdadero sentido de compartir con los demás. No es darles de limosna, sino compartir con ellos y abrirles el corazón. Sobre todo a los más necesitados. Son palabras pues, del Papa que nos está diciendo que muchas veces nosotros como que ya nos sentimos satisfechos de haber tirado una monedita al pobre. No es eso lo que Dios quiere. Quiere compartir, aunque sean tus pobrezas, compártelas con el pobre también.

Nuestro clero se va a reunir esta semana -el martes en San José de la Montaña- para celebrar una ceremonia penitencial, en la que todos los sacerdotes nos vamos a confesar mutuamente y vamos a celebrar, como debe de hacerlo todo "buen cristiano", el sacramento de la reconciliación. Si somos pecadores -sobra quien nos lo diga-, también somos penitentes y pedimos perdón. Y yo ya, desde este momento, y en nombre de todos mis queridos sacerdotes, pido perdón por no haber servido con toda entereza con que el Evangelio nos pide, al pueblo, al que tenemos que conducir: por haberlo confundido a veces, suavizando demasiado el mensaje de la cruz que es duro. Por todo eso vamos a pedir perdón. Yo les pido una oración por sus sacerdotes, sobre todo el próximo martes, para que de veras seamos cristianos de verdad.

También quiero decirles, ya desde ahora, cómo vamos a celebrar nuestra Semana Santa. Nada más unas pequeñas modificaciones. Se refiere la primera al Domingo de Ramos, dentro de ocho días. La bendición de las palmas la vamos a hacer en la Iglesia del Calvario y de allá vamos a venir en procesión. Frente a la Catedral tendremos la misa del Domingo de Ramos. Otra modificación será el Jueves Santo en la famosa procesión del silencio, que muchos no la hacen acto de culto, sino que la profanan. Quisiera invitarles a que si de veras queremos hacerle un homenaje a Cristo en la noche trágica de su tribunal, vayamos con sentido cristiano; por eso, desde la Radio YSAX, vamos a estar animando la procesión desde las diez de la noche hasta las doce de la noche. Por si algún pueblo o cantón quiere incorporarse a esta reflexión, puede realizar a esa hora su procesión del silencio. También, en las parroquias de San Salvador, -y así descongestionaríamos un poco la procesión de Concepción que es excesivamente numerosa y por eso no puede haber orden- se organicen actos de reflexión o procesiones del silencio, para que esas dos horas estemos en meditación del mensaje de la Pasión de Cristo.

Así será también el Santo Entierro, desde las 6 y media de la tarde del viernes, hasta las 9 de la noche, desde la emisora YSAX acompañaremos las procesiones de toda la diócesis que quieran aprovecharse de esta transmisión. A las 11 de la mañana, el Viernes Santo, habrá el Vía Crucis dentro de la Catedral. Y el Sábado Santo, es mi mayor ilusión. El Sábado Santo a las 7 de la noche nos encontremos frente a Catedral, para celebrar el triunfo de Cristo en la solemne Vigilia Pascual. Será también transmitida por radio.

Quiero agradecer a UCA Editores el haber publicado mi Tercera Carta Pastoral, que es la primera de Monseñor Rivera; es un libro que va acompañado de otros estudios muy interesantes. Un librito que se llama "Iglesia de los Pobres y Organizaciones Populares". Yo se los recomiendo mucho porque, gracias a Dios, nuestra Pastoral ha servido de bastante orientación; y porque ahora ya comentada será más comprensible. Aquí mismo, en las puertas de Catedral, podrán encontrarla hoy a la salida. También se ha comenzado a publicar una serie de folletos que se llaman "Serie Cartas Pastorales", en que en forma sencilla, comprensible hasta del más sencillo, se dan los contextos de las pastorales. Agradezco a UCA, los felicito y espero que ese servicio que ha prestado al magisterio del Arzobispado, sea muy bendecido por Nuestro Señor.

En esta semana que acaba de pasar nuestra Arquidiócesis ha reunido dos organismos que son muy vitales: El Senado, que es la representación de los presbíteros, con los cuales consulta el Obispo problemas de la Diócesis; y el otro organismo es el Consejo Pastoral, compuesto por sacerdotes, religiosas y fieles que ayudan al Obispo en el gran trabajo de la pastoral de toda la diócesis. Es un organismo que se está perfeccionando y desde el cual ofrecemos nuestros servicios a la Arquidiócesis.

Hago un agradecimiento muy atento a la Universidad Nacional, cuya facultad de Ciencias y Humanidades me invitó, junto con los PP. Jesús Delgado y Octavio Cruz, a presidir una mesa Redonda sobre el tema: " EL Papel de la Iglesia en América Latina". Con mucha alegría puedo decirles, hermanos, sobre la acogida que se le dio a la Iglesia en ese alto centro de la cultura, la atención de aquel salón abigarrado, rebasando de gente -porque había mucha gente afuera- tributó. Y las preguntas tan interesantes que luego surgieron, indica qué sabio es que estos centros de tanta responsabilidad no marginen a la Iglesia, sino que la oigan, pero que la oigan de primera mano. No que se dejen influenciar de informes mal dados, calumniosos, sino que de veras, como en la Universidad, el miércoles, se la escuche. Después de la Mesa Redonda, con el Señor Rector y otros personeros, hablamos de la inquietud de hacer de veras, de la Universidad, un alto centro de cultura de nuestro pueblo. Eso tiene que ser. Yo les suplico a todos: los profesores, los alumnos, las organizaciones, que no se dejen manipular para echar a perder un centro que es esperanza para nuestra patria. Que sepamos ser allí, verdaderamente patriotas; y que hagamos de la Universidad un centro luminoso para la Patria. La Iglesia, por su parte esta dispuesta a poner su granito de arena en ese trabajo.

Hoy, a las 5 de la tarde, como todo primero de mes, tendremos en el Hospital de la Divina Providencia, una hora de oración. Yo les suplico para que oremos allá por nuestra patria.

Hago una invitación de parte de la familia del Licenciado Jaime Apolonio Baires, que va a cumplir 30 días de muerto el miércoles de esta semana, la Misa será aquí en la Catedral. Yo no quiero privarlos a ustedes de una frase muy bonita escrita en esta carta, de su propia mamá. "Nuestra familia -dice-, tiene la moral en alto, estamos unidos y fortalecidos en el dolor. Nuestro hijo ha muerto horriblemente torturado pero anhelamos fervientemente que su muerte contribuya a conquistar la justicia y la paz para nuestro pueblo, al que Jaime amaba y con el que se solidarizaba en su lucha. Aún, dentro de nuestro dolor, nos consideramos afortunados de haber podido brindar a nuestro hijo cariño y atenciones en sus últimos momentos y acompañarlo a su última morada, ya que innumerables familias, hasta la fecha, ignoran el paradero de sus hijos, su estado de salud, si continúan con vida o dónde reposan sus restos, después de haber sido capturados. Esto hace generar en nosotros comprensión y solidaridad para con esas familias angustiadas".

También me encomiendan oraciones por Oscar Armando Interiano, que apareció muerto en el lago de Güija el 26 de febrero. Encomiendo a todos esta plegaria.
 


HECHOS DE LA VIDA CIVILHay tres aspectos de la vida cívica que, desde la Iglesia, nosotros tenemos que enfocar cristianamente. Esta ha sido una semana de violencia que podríamos llamar ya: violencia selectiva. Por una parte las FPL asesinaron a un mayor retirado que era jefe de ORDEN en Santa Ana. También aparecieron asesinados: un oficial de enlace de ORDEN, en Cabañas; un ex-diputado y un ex-juez de paz en San Miguel; dos agentes de la Policía de Hacienda. A esto tenemos que añadir otros hechos, tal vez, no comprendidos en la violencia selectiva, pero si, también, pueden corresponder a esto, por ejemplo: en Tres Calles, un cantón de la diócesis de Santiago de María, me informaron que un nuevo operativo militar, parecido al del 21 de junio que yo viví allá en 1975, se llevaron torturado con rumbo desconocido, al jovencito Juan Francisco Ostorga de 19 años. Esta historia se une con la que yo acabo de recordar. Juan Francisco era niño, cuando hace cuatro años llegaron a su casa y mataron a su papá o sea a Alberto Ostorga y a sus tres hermanos: Jorge Alberto, José Alfredo y Héctor David. ¿Quién le iba a decir al pobrecito que ahora le iba a tocar a él su turno? Yo, entonces, pedí para esta familia al Gobierno, una indemnización que no llegó, naturalmente. En cambio, sigue llegando la tortura como si se tratara de un pecado de familia.

También fue capturado un estudiante universitario, Fidel Nieto Laínez, por la Policía Nacional.

En Cinquera, un acto cruel: una mujer embarazada que no pudo huir con los demás de su grupo, fue ultimada.

Llegan unas cartas dolorosas de una campesina: "Soy madre de Carlos Martínez Carranza, quien fue capturado el 17 de mayo del 78 y hasta hoy no sé nada de él a pesar de que lo hemos buscado por todas partes".

De Upatoro, dos madres dicen: "Somos madres de Julio Ayala Mejía y Víctor Manuel Rivas, capturados desde el 24 de abril de 1977 por cinco Policías de Hacienda, y hasta el momento no sabemos el paradero de ellos. Pedimos que les den pronto libertad porque nosotros estamos seguros que no tienen delito y si lo tuvieren y lo han encontrado, que sean consignados a los tribunales."

Otra que nos dice: "Soy madre de Miguel Angel Rivas Mendoza capturado el 30 de marzo en Ciudad Arce". No saben tampoco nada de él.

A última hora, aquí en la Catedral, me trajeron nombres de otras personas, siento no tenerlos a la mano.

Todo esto, hermanos, y otros casos que se escapan -porque sólo en asesinatos, en homicidios, yo he contado doce en la prensa de esta semana- nos esta diciendo el exceso de los extremismos. Yo quisiera invitarlos, aún a los mismos extremistas, a reflexionar. Los que están a la derecha y miran a la izquierda, todo lo miran terrorista; y los que están a la izquierda y miran a la derecha, todo lo miran reaccionario. Una perspectiva más fina hace distinguir: no todo lo que está a la izquierda es terrorismo; hay muchas reivindicaciones que se buscan que son justas. No porque se pide justicia social, mejores sueldos, ya se es terrorista. Movimientos sindicales y todo ese legítimo movimiento de organización no se debe reprimir únicamente considerándolo de izquierda como si fuera todo terrorista ¡Tiene que distinguirse! Si es violencia fanática, ya lo hemos dicho, no estamos de acuerdo con nada de eso. Pero si es reivindicación justa, hay que atenderlo. Así como en la derecha no todo es pronunciamiento de "falange", hay también voces honradas, hay también capitales muy buenos, muy honrados que tratan de dialogar y de entenderse, de participar y de poner en práctica la doctrina de la Iglesia. ¡Esa seria la salvación!

Los extremismos, sobre todo con esa miopía de mirarlo todo del color contrario, son muy peligrosos. A unos y otros, yo les quiero decir lo que Medellín, hablando de la paz: "Quisiéramos dirigir nuestro llamado, en primer lugar, a los que tienen una mayor participación en la riqueza, en la cultura o en el poder. Sabemos que hay en América Latina dirigentes que son sensibles a las necesidades y tratan de remediarlas. Estos mismos reconocen que los privilegiados en su conjunto, muchas veces, presionan a los gobernantes por todos los medios que disponen, e impiden con ello, los cambios necesarios. En algunas ocasiones, incluso, esta resistencia adopta formas drásticas con destrucción de vidas y bienes". Y es aquí donde se cita la palabra de Pablo VI, "de los que provocan las revoluciones explosivas de la desesperación".

Otro aspecto de la perspectiva civil de esta semana, es la petición de renovación de reforma del Código de Trabajo. Para solucionar nuestros conflictos hace falta una ley más amplia y comprensiva. El Ministerio del Trabajo, la CUTS y la Cámara de Comercio, ya se han pronunciado por la necesidad de una reforma del Código de Trabajo. Me alegra de la Iglesia, coincidir con esta petición. Y el llamamiento lo vuelvo a repetir a los abogados, a los sindicatos. En una reforma no se debe dejar al margen a los sindicatos, así como también a las partes patronales, porque es en el conjunto de todos los intereses como se va a conjugar una ley que sea verdaderamente justa.

La serie de conflictos continúan. Con laudo arbitral se resolvió la huelga de la Ruta 5 y 28. Se va resolviendo la huelga de La Delicia. Estalló una nueva huelga, la de los mineros de San Cristóbal.

Finalmente en el campo se ha dado la noticia de una nueva legislación de arrendamiento de tierras, cuyo contenido tenemos que estudiarlo. Pero ya abre a unas nuevas esperanzas si se trata de una ley, como ha dicho la Asamblea, de finalidad eminentemente social. Pero nos preocupa que en la misma semana en que se dé esta noticia, no se recibe a los campesinos que quieren exponer sus peticiones al Ministerio de Agricultura y al Banco de Fomento Agropecuario, con respecto a que den facilidades para los créditos y rebajen los precios de la renta de las tierras y de los insumos. Pidieron con anticipación audiencia y ambas instituciones no les contestaron. Han tratado de que se publique su pensamiento en los periódicos y para ellos no hay lugar en los periódicos. Es este un ejemplo claro de lo que llamamos "violencia institucionalizada", que impide a los campesinos expresarse y defender sus intereses. Quisiéramos que unas leyes justas tuvieran en cuenta los anhelos de esa gran parte de nuestro pueblo; así como se oye con verdadera justicia, naturalmente, lo que piden terratenientes y agricultores, y hasta se les provee de subsidios cuando ello es necesario. ¡Que la Justicia sea para todos, es lo que deseamos!

Hay otros rasgos de nuestra vida nacional. Sobre todo quisiera fijarme, hermanos, y esto en el aspecto de una moral sexual y matrimonial, lo que se publicó en esta semana. Hay 14 niños entre 2 y 15 años, abandonados de sus padres en el Tutelar de Menores.

Ya son 737 los trabajadores que han tenido que ir a Arabia Saudita para conseguir trabajo.

Sobre todo, en cuanto a la natalidad, una explosión demográfica tenida, no podrá encontrar solución mientras no haya una educación de la sexualidad, de las costumbres de nuestro pueblo. Yo hago un llamamiento también a revisar la ley de Dios, los deberes matrimoniales, la fidelidad conyugal, la honestidad de la vida de las jóvenes, de los jóvenes. No vivamos un libertinaje cuando está en peligro no solamente un bienestar social, sino sobre todo un bienestar de todo el país.
 


PENSAMIENTO QUE NOS LLEVA AL ALTARAsí tenemos, pues, encarnados en esta realidad tan compleja de nuestra Patria, hechos de violencias y de amor, de oración y de venganzas; es la complejidad de lo que es la vida de nuestro pueblo. La Alianza Nueva tiene mucho que decirnos en la próxima Semana Santa.

Preparémonos queridos hermanos, y vivamos ya esta eucaristía junto al Cristo que da su vida por nosotros y que nos invita desde el ejemplo de su entrega por obediencia y por amor, a que busquemos solución a nuestros problemas; no en caminos de odios, de venganzas, sino en estos caminos del Crucificado ¡El amor nos hará libres!...

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Cuarto Domingo de Cuaresma

3/18/2012

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Queridos hermanos, estimados radioyentes:

Una Cuaresma bien vivida puede ser la salvación de nuestro pueblo. Por eso, este cuarto domingo de Cuaresma lo celebramos con una nueva esperanza. Cuando parece que todo está perdido, está flotando el Espíritu de Dios: su palabra, haciendo llamamientos, dándonos orientaciones que son verdaderamente nuestra salvación.

Año Litúrgico.- Cuaresma nos prepara para la fiesta de Pascua, renovándonos: vida nueva, resucitados...

No olvidemos que la Cuaresma es un caminar hacia la Pascua, la perspectiva de la Cuaresma es Cristo resucitado ofreciéndonos una vida nueva. Cristo, que después de haber pagado con su cruz, con su pasión las miserias del hombre y del pueblo, nos está ofreciendo una vida mejor. ¡No lo despreciemos! En este caminar hacia la Pascua; ¡Obedezcámoslo!

Mediante, no un moralismo frío, sino la incorporación al misterio pascual: individual, social.

En el Concilio Vaticano II, la Iglesia actual dice: "Es la persona del hombre la que hay que salvar; es la sociedad humana la que hay que renovar. Es, por consiguiente el hombre: pero el hombre todo entero, cuerpo y alma, corazón y conciencia, inteligencia y voluntad..." ¿Quién no se siente aquí arropado por una gran esperanza como hombre, como familia, como pueblo? ¡Dios nos está ofreciendo en esta Cuaresma una salvación! No es solamente una ley como lo meditamos el domingo pasado: un moralismo; es, sobre todo, un amor. ¿Quién no se mueve por amor?

El amor a Cristo que dio su vida por mí, es el mejor motivo para vivir santamente, para agradar a Cristo. ¡Ah! si todos los hombres nos dejáramos arrebatar de ese amor que se entregó por nosotros. Pero en las lecturas de hoy el amor a Dios que nos está llamando desde hace cuatro domingos con modalidades nuevas, se nos presenta como un llamamiento a la reconciliación.
 


CUARESMA, LLAMAMIENTO A LA VERDADERA RECONCILIACIÓN1. Babilonia símbolo de la alianza rota y de la reconciliación.

2. La reconciliación con Dios en Cristo. (Teología de la historia).

3. El bautismo y la confesión, caminos de reconciliación. (Pensamiento ricamente contenido en el Evangelio y en San Pablo hoy: los grandes sacramentos de la Cuaresma).
 


1. BABILONIA, SIMBOLO DE LA ALIANZA ROTA Y PROFECIA DE LA RECONCILIACION.a) Empalma con homilías anteriores: historia de la alianza: Noé, Abraham, Moisés (la ley: religión mosaica).

Yo quisiera, hermanos, que no se desligaran los domingos de Cuaresma que vamos meditando. La Iglesia nos ha ido proponiendo como los hitos, los mojones de la historia de nuestra salvación. Recordarán el primer domingo: Noé. La alianza de Dios con Noé, el arco-iris, es un llamamiento de Dios para usar bien la naturaleza, para conservarla, para no abusar de ella, para que los bienes que Dios nos ha dado en la creación, lleguen a la felicidad de todos; es una reconciliación cósmica, una alianza del hombre con el universo, como el arco-iris que abarca de un lado a otro de nuestra tierra.

El segundo domingo ya no es la naturaleza entera, es un pueblo selecto: alianza de Dios con Abraham. De ese hombre anciano y sin hijos, Dios saca milagrosamente un pueblo tan numeroso como las estrellas del cielo y las arenas del mar. La fe de Abraham es modelo de todo el que quiera hacer alianza con Dios, la fe que se entrega y cree contra toda esperanza. ¡Cuánto necesitamos ese segundo capítulo de nuestra Cuaresma de 1979: una fe como la de Abraham!

El tercer capítulo de nuestra historia en esta Cuaresma, ha sido Moisés. El domingo pasado, Moisés en el Sinaí ya no es simplemente Abraham como una promesa de un gran pueblo, ya es la realidad. Han pasado cuatro siglos y Abraham está representado en aquella muchedumbre que ya camina hacia la tierra de promisión; como pueblo, tiene que hacer alianza con Dios, tiene que responder a tantos privilegios que Dios hizo con él en el desierto y a través de toda su historia la respuesta tiene que ser el cumplimiento de este decálogo, en diez palabras, en diez preceptos, Dios ha encauzado todas las relaciones de los hombres con Dios y de los hombres entre sí. La alianza tiene una ley y desde ese momento comienza una nueva fase en la historia de la salvación que se llama la Era Mosaica o sea, Moisés. Le da características, le da orientación a un pueblo del cual San Pablo va a decir: "La ley no basta, la ley puede ser letra muerta, esa ley vale porque lleva la promesa de un hombre redentor. Es Cristo el que le da sentido a la ley".

b) El pecado que rompe la alianza.

Pero en ese tiempo Mosaico, en ese tiempo de la ley que abarca varios siglos, suceden cosas muy buenas pero también muy malas. Así la Sagrada Escritura nos coloca hoy en otro hito de la historia: Babilonia. ¿Qué es Babilonia? Es la ruptura de la alianza, es un pueblo que ha merecido el castigo del destierro por no haber sido fiel a Dios, es un pueblo agobiado, casi desesperado, un pueblo para el cual parece que ya no existe Dios. Y sin embargo, a ese pueblo amilanado, quebrantado, los profetas anuncian esperanza y salvación. Por eso, Babilonia, a pesar de ser la figura del pueblo que ha abandonado a su Dios y que está castigado, es también la figura de un pueblo que se va a recuperar. Para nosotros este lenguaje es sumamente interesante. Hay muchos que en El Salvador dicen: "¡ya no hay remedio!, ¿quién va a creer en el amor?", ¡Caminos de violencia: secuestros, odios, crímenes, represiones!. Como que nos ha hecho el Señor para entendernos a garrotazos. Dios nos ha hecho como imagen de su amor y aunque el ambiente se ha tornado de garrote, no es eso lo que Dios quiere.

- "... multiplicaron sus infidelidades..."

Sobre esta Babilonia brilla el amor y brilla la esperanza. Pero es necesario reconocer como lo hace la primera lectura: "El pecado que rompe la alianza". ¡Que tremendo el autor del libro de las Crónicas!. Las Crónicas es un libro que se escribió como para suplir ciertos vacíos en los libros históricos, donde se narran cosas o se amplifican cosas que no están o están muy pequeñas en otros lugares. Con qué franqueza describe la situación de esa hora mosaica en que los dirigentes civiles y espirituales del pueblo han hecho de la religión un legalismo, hasta una hipocresía, la que va a fustigar Jesucristo cuando venga. Dice así en la primera lectura: "Todos los jefes de los sacerdotes y el pueblo multiplicaron sus infidelidades... mancharon la casa del Señor. El Señor, Dios de sus padres, les envió profetas lleno de compasión. Pero ellos se burlaron de los mensajeros de Dios, despreciaron sus palabras..." Esto hizo el pueblo predilecto de Dios así respondió a la alianza del amor: con el desprecio, el pecado.

- "... Los hombres prefirieron las tinieblas a la luz para no verse acusados por sus obras".

En las otras lecturas de hoy, aparece también esta triste situación del hombre con Dios. Dice el Evangelio, en labios de Cristo: "Los hombres, prefirieron las tinieblas a la luz para no verse acusados por sus obras".

- "... estando muertos por los pecados".

San Pablo, en la segunda lectura, una figura más trágica: ".....estábamos muertos por los pecados". Son pinceladas negras de la historia de los hombres, Dios dándonos una ley para salvarnos, dándonos profetas para orientarnos, dándonos amor, creándonos por amor, haciendo alianzas de salvación: y los hombres, volviéndole la espalda, rompiendo la alianza, desobedeciendo a Dios, creyendo más en las tinieblas, en la represión, en los ídolos dinero, en el ídolo política, todo menos Dios. ¡Aquí Dios no cabe! Este es el pecado: prefirieron buscar por sus propios caminos la felicidad que Dios les señalaba por el único camino.

¿Cuándo vamos a comprender, queridos hermanos -yo el primero entre todos ustedes, pecador-, que no son nuestros caprichos los que van a dar la solución de la verdadera felicidad? ¿Cuándo vamos a comprender que sólo Tú, Señor, tienes palabras de vida eterna? Nunca es tarde para el amor de Dios, pero Dios, dice la primera lectura: "...hasta que ya no hubo remedio".

c) El castigo

- Destrucción de Jerusalén... destierro. Hombres que son azotes de Dios.

Entonces viene la revancha de Dios: Qué cosa tremenda cuando Dios se vale de ciertos hombres, no para ser bendición del pueblo sino para ser azotes del pueblo.

Nabucodonosor es la figura del hombre instrumento de Dios para humillar, para pasear su bota sanguinaria sobre el pueblo. No pensemos que la represión, la tortura, el atropello por el dinero, la explotación del hombre por el hombre la están haciendo sólo los hombres. Dios coge como azotes de la humanidad a esos hombres. ¡Pobrecitos!, porque los parece que están triunfando, como el azote le parece que está triunfando cuando está castigando pero llega la hora en que el azote -dice la Biblia- es también echado al fuego. ¡Pero, que triste papel en la historia ser hombre-azote!

¿Qué hicieron estos hombres-azotes bajo el comando de Nabucodonosor en la tierra pecadora de Dios?. Oigan bien esta página de hoy: "... incendiaron la casa de Dios, derribaron las murallas de Jerusalén, pegaron fuego a todos sus palacios, destruyeron todos sus objetos preciosos y a los que escaparon de la espada, los llevaron cautivos a Babilonia -figura del castigo- donde fueron esclavos del rey y de sus hijos, hasta la llegada de un salvador".

Fijémonos en esta hora tremenda del castigo, es la hora que está viviendo El Salvador. Es la hora de los capataces y de los que imponen sus caprichos, de los que dan leyes, de los que se sienten dueños de la vida y de las haciendas. ¡Pobrecitos, no saben que son azotes de Dios!. Es la hora en que Dios está abatiéndonos y casi surge, del corazón del hombre abatido, la queja: "¿Acaso existe Dios?". Porque para colmo vemos cómo los que están felices, no adoran a Dios sino que están de hinojos ante sus falsos ídolos. Y creemos que puede más el dinero que el Dios verdadero, que puede más el poder de los déspotas que el hombre que salva, que el Dios verdadero que nos ama. Viene la tentación de la desesperación, como dijo el Papa hablando de la violencia: "La tentación de la violencia". Hay muchos caídos también en esta tentación: los que creen que van a encontrar la salida al país por caminos de sangre y de odio. Por allí no hay salida mientras se ensangrienta más mientras hay más miembros doloridos por la tortura, mientras hay familias que lloran el atropello de los poderes. Es Dios que está valiéndose de esas cosas para castigar como con un azote, pero no es la última palabra.

d) En el segundo éxodo alborea la reconciliación. Ciro rey de Persia... el resto de Israel...

Entonces llega la última palabra, es Dios que vuelve a hablar. Ya alborea en las palabras de la primera lectura una redención que en la segunda lectura y en el Evangelio, se presenta como el sol en su cenit. ¡Cosa prodigiosa! Un rey pagano de Persia -se llama Ciro- Ciro II, a donde llegaron las crueldades de Babilonia. Él -lo llama la Biblia-, instrumento de Dios; lo llama también: Ungido de Dios. ¡Cómo debió escandalizar a los hipócritas judíos que no obedecieron a Dios que un hombre no judío, un pagano, fuera llamado por el espíritu de Dios: el Ungido de Dios. Es un ser misterioso y dice la primera lectura sobre este Ciro, Rey de Persia: "En cumplimiento de la Palabra del Señor, por boca de Jeremías, movió el Señor, el espíritu de Ciro, Rey de Persia, que mandó publicar de palabra y por escrito en todo su reino: " Así habla Ciro, Rey de Persia: El Señor, el Dios de los cielos, me ha dado todos los reinos de la tierra. Él me ha encargado que le edifique una Casa en Jerusalén, en Judá -Se dirige ahora a los desterrados de Babilonia-. ¡Quién de entre vosotros pertenezca a ese pueblo, sea su Dios con él y suba!" Qué palabra liberadora más bella cuando un pagano tiene más misericordia muchas veces más que los mismos correligionarios.

En el salmo responsorial que todos hemos respondido hoy a la Palabra de Dios, se mencionó el Salmo 136: el salmo de los israelitas cautivos en Babilonia. Nuestro 15 de septiembre podía tener en nuestro himno nacional, este salmo de libertad. De una libertad parecida a la del quetzal guatemalteco que dicen que no puede vivir prisionero porque si está preso se muere. Los judíos, encadenados junto a las orillas de los ríos de Babilonia, oían a sus enemigos, a sus capataces: "cántennos un cantar de aquellos de su religión en Judea". Y los judíos decían: "¡Cómo vamos a cantar en tierra ajena!, que se me pegue la lengua al paladar, si yo cantara con alegría en el destierro". Suspiraban por su patria, anhelaban la hora del retorno, lloraban sus pecados por los cuales habían sido llevados. Y la hora llegó cuando un rey pagano, inspirado por Dios, da ese edicto: "Queda terminado el cautiverio, si alguien se siente súbdito de ese Dios, suba a Jerusalén, quedan libres las fronteras, váyanse". Hasta los acompañaban para ir a reconstruir el templo que destruyeron los azotes del Señor.

Miren como Dios ocupa a los hombres para castigar y ocupa a los hombres para liberar. El Dios de la historia, juega con la historia. No somos los hombres los que hacemos nuestro capricho, es Dios el que se vale de las malas conciencias para castigar horriblemente con castigos de infierno a los pueblos. Es Dios el que se vale de los hombres aunque sean paganos, aunque sean paganos, aunque no tengan fe cristiana. Estos hombres son instrumento de Dios para salvar, para dar amor, para dar aliento, ¡para dar esperanza!.

¿Qué quisiéramos ser nosotros, hermanos, en esta hora del pueblo salvadoreño, azotes o esperanzas? La Iglesia se alegra de ser esperanza del pueblo, así como lamenta y reprocha esos actos de azote de los déspotas de nuestro pueblo. La Iglesia es la voz de la profecía en medio del destierro y de Babilonia. Babilonia fue la figura de todos los pueblos. ¿Qué pueblo no ha pecado? Seamos humildes y reconozcamos lo que dice la primera lectura: "Los jefes de los sacerdotes y el pueblo, multiplicaron sus infidelidades". Allí está la explicación. Por eso les decía que en Cuaresma, comenzando por nosotros los sacerdotes y todos ustedes, el pueblo, nos convirtiéramos de verdad, oyéramos como se oye en un destierro el llamamiento de la patria querida; entonces, encontraríamos esa salvación que anhelamos.
 


2. LA RECONCILIACIÓN CON DIOS EN CRISTOa) Todo arranca del amor del Padre. "Movió el Señor el espíritu de Ciro".

Es como un drama en tres actos. Todo comienza en el amor de Dios. Todo tiene su realización en el sacrificio de Cristo y todo se hace mío, en mi fe. Dios, Cristo, cada uno de nosotros, es el camino de la verdadera reconciliación. Todo arranca del amor de Dios. Ya vimos cómo, en la primera lectura, se menciona cómo fue el Señor el que movió el espíritu de Ciro. Dios es el que inspira brazos de amor aún en los corazones que no tienen fe. Cuántas veces, hermanos cristianos, los no cristianos tienen más misericordia que nosotros porque Dios les ha inspirado ese sentido de salvación y de amor. Pero esa inspiración que en forma misteriosa y profética le dio el Señor a Ciro, rey de Persia, se presenta ya sin figuras. Se presenta, diríamos, cara a cara en la Revelación del Nuevo Testamento.

Con qué ternura debemos de recibir hoy estas palabras de San Pablo a los Efesios: "Dios, rico en misericordia por el gran amor con que nos amó...", de allá arranca todo, no somos nosotros los que hemos atraído la redención de los hombres. Es que dice San Pablo: "..... estando muertos por nuestros pecados, nos ha hecho vivir con Cristo".

Cristo se acerca a un muerto para resucitarlo, no es porque el muerto lo llama; el muerto ya no vive, ya no siente, pero la misericordia del Redentor le devuelve la vida. Así es Dios, a una humanidad muerta, insensible, injusta, pecadora, la humanidad ya ni piensa en Él, pero Él sí piensa como cuando dice en Isaías: "puede una madre olvidarse de su hijo". Parece imposible, sin embargo dice: "aún cuando una madre se olvidara de su hijo, yo no me olvidaré de ustedes". ¿Quién no siente toda su vida, por más complicada que se sienta, como arropada de una gran ternura?; no voy solo, hay alguien que piensa en mí más íntimamente que yo mismo. ¡Dios me ama!.

En el Evangelio, el mismo Cristo que ha aprendido en el seno de la eternidad los sentimientos de Dios, nos dice hoy una palabra que debía de estar vibrando durante toda nuestra Semana Santa: "Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Hijo único para que no perezcan ninguno de los que creen en Él, sino que tengan vida eterna". Todo arranca del amor de Dios. Si Cristo vino a ser salvador de los hombres, fue iniciativa del Padre. Tanto amó al mundo que le envió a su propio Hijo. Vete hijo, hazte hombre, hazte compañero de su historia, introdúcete en sus mismas miserias, carga sobre tus espaldas los pecados de todos los hombres, sube con ellos al calvario, y en tu crucifixión yo miraré la reparación de todos los pecados.

b) Cristo realiza en proyecto ese su "misterio pascual".

- El signo de la serpiente levantada en alto... Cristo Salvador y Juez...

Hubo una figura bellísima mientras Moisés conducía al pueblo por el desierto y esa figura la recuerda Cristo en el Evangelio de hoy. Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del Hombre para que todo el que cree en Él, tenga vida eterna.

¿Qué fue esto de la serpiente? Dicen que cuando los israelitas conducidos por Moisés se adentraban ya en el camino pesado del desierto, murmuraron contra él. ¡Qué difícil es conducir un pueblo! prefieren muchas veces la esclavitud de Egipto: "allá estábamos mejor, las ollas, los amos, las serpientes; todo aquello de Egipto, era más bonito que este desierto donde nos estás matando de hambre y de sed". ¡Qué cuesta que el pueblo comprenda el camino de la liberación! Muchas veces son aquellos por quienes se trabaja más, los que menos comprenden ese esfuerzo de amor que inspira ese sacrificio, que pide sacrificio de colaboración.

La fe de los hombres.

Esta murmuración fue castigada en el desierto. Aparecieron unas serpientes venenosas que mordían y el que era mordido de la serpiente, moría. Ante esta calamidad corrieron a Moisés a contarle lo que estaba pasando. Moisés, como de costumbre, ora al Señor y el Señor le da la respuesta: "Construye una serpiente de bronce, levántala en un palo, todo aquel que mire con fe la serpiente, quedará libre de la ponzoña de esas serpientes venenosas". Esta es la imagen de Cristo crucificado que Cristo recuerda ya, realizándose en Él; así como Moisés levantó la serpiente y todo el que miraba se libraba de aquellas mordeduras, así el que ve al Cristo crucificado con fe, será libre también, porque el Hijo del Hombre ha venido a dar su vida para la salvación del mundo.

Yo quisiera recoger en esta mañana, ese misterio que se llama el Misterio Pascual, o sea, el misterio de la muerte y de la resurrección de Jesucristo; porque para allá caminamos en la Cuaresma, para celebrar el misterio de la muerte y resurrección del Señor. El Sábado Santo en la noche, es la gran noche del misterio pascual: yo quisiera que todos los que hemos seguido esta Cuaresma, este peregrinar espiritual de la historia de Dios con su pueblo, la fuéramos a terminar en esa noche luminosa. Hago un llamamiento especialmente a los jóvenes, para que esa noche miremos con fe al Cristo resucitado, levantado en alto más que la serpiente en el desierto, con todo el mérito de su cruz para dar salvación vida nueva a cada uno de los salvadoreños y a todo El Salvador en general.

c) En qué consiste la reconciliación de Cristo

Este es el misterio de la reconciliación, no importa el pasado, no importa cómo estemos de hundidos en nuestra situación económica, social o política, no importa lo que hayamos odiado, no importa lo violentos que hayamos sido: ni siquiera importa tener las manos manchadas de secuestros, de sangre, de torturas. Ojalá esta voz estuviera llegando a esos lugares donde Dios está usando su azote, valiéndose de hombres sin corazón y sin conciencia, para que el Señor tenga misericordia de ellos y anhelen en esta Pascua no ser el triste papel de azote de Dios sino convertirse en palabra de esperanza...

Sí, queridos hermanos, desde el Señor Presidente hasta los policías -todos los que constituyen ese orden bajo el cual nuestro pueblo se siente tan miedoso, tan tímido-, no sean azote de Dios; sean gobierno de esperanza, sean cuerpo de seguridad, sean hombres del orden, sean verdaderamente instrumentos de Dios para la liberación de nuestro pueblo.

No usemos, queridos capitalistas, la idolatría del dinero, el poder del dinero para explotar al hombre más pobre. Ustedes pueden hacer tan felices a nuestro pueblo si hubiera un poquito de amor en sus corazones. ¡Qué instrumentos de Dios serían ustedes con sus arcas llenas de dinero, con sus cuentas bancarias, con sus fincas, con sus terrenos, si no los usaran para el egoísmo, sino para hacer feliz a este pueblo tan hambriento, tan necesitado, tan desnutrido...! Y esto no es demagogia para arrancar aplausos, es que el pueblo siente y ama, ama también a los que lo azotan, ama también a los que lo explotan. Nuestro pueblo salvadoreño no está hecho para el odio, está hecho para la colaboración, para el amor y quiere encontrar fraternidad en todos los sectores que constituimos un pueblo tan bendecido de Dios, que ha recibido de Dios bienes abundantes pero que se hacen causa de tanta tristeza por la mala distribución, por el pecado de los hombres.
 


3. BAUTISMO Y PENITENCIA, CAMINOS DE RECONCILIACIÓNEn este ambiente y antes de terminar esta homilía con el tercer pensamiento que habla del Bautismo y de la Penitencia como dos sacramentos cuaresmales, yo quiero hacer un llamamiento a los bautizados y a todos los que necesitamos el sacramento del perdón; para que en esta Cuaresma nos reconciliemos con Dios.

Para que se vea la gran necesidad de esto, es aquí donde yo hago un paréntesis que es más bien como la encarnación de la palabra de Dios en nuestra semana.

Esta Iglesia, instituida por Jesucristo para ser la presencia de Dios -más que Ciro para los desterrados de Babilonia, más que Moisés con los peregrinos del desierto- es Cristo mismo dándonos perdón y esperanza. Esta Iglesia es a la que yo trato de servir, queridos hermanos, cuando doy aquí noticias de carácter eclesial que son las primeras que me preocupan porque son mi Iglesia, mi pueblo de Dios al que yo pertenezco y al que sirvo como Pastor. Yo no soy político, yo no soy sociólogo, yo no soy economista, yo no soy responsable para dar solución a la economía y a la política del país. Ya hay otros laicos que tienen esa tremenda responsabilidad.

Desde mi puesto de Pastor yo sólo hago un llamamiento para que sepan usar esos talentos que Dios les ha dado; pero como Pastor, sí me toca -y esto es lo que trato de hacer- construir la verdadera Iglesia de Nuestro Señor Jesucristo. Por eso siento la alegría de toda esta Catedral llena de fieles y también yo quisiera que todos los que a través de la radio que me oyen no como políticos, ni curiosos, ni perseguidores, sino como católicos que están tratando de aprender el mensaje de su Pastor para orientarse en la construcción de la verdadera Iglesia, nos decidiéramos, queridos católicos, a hacer de nuestra Iglesia el verdadero Pueblo de Dios, antorcha luminosa que ilumine los caminos de la Patria, fuerza de salvación para todo nuestro pueblo ¡Seamos Iglesia!.
 


HECHOS ECLESIALESMi primera mirada en esta perspectiva eclesial siempre se dirige al Papa, centro de la unidad de este pueblo de Dios. Qué gusto me da ver todas las semanas un gesto, una palabra de orientación a la Iglesia que yo trato de seguir. Yo soy el más necesitado del Papa, yo no puedo prescindir del Papa. Y le doy gracias a Dios que toda mi vida sacerdotal la ha querido caracterizar por una solidaridad y fidelidad al Santo Padre, al representante de Cristo. Mis ojos están fijos en él, jamás pienso en traicionarlo.

El Papa ha hecho un gesto precioso para América Latina: esta semana ha aprobado el Documento de Puebla...

En su carta que él escribe a los obispos de América Latina, dice que se trata de un documento que sin duda estimulará la evangelización auténtica en el presente y en el futuro. "... que fortalece -dice- la vigorosa unidad de la Iglesia latinoamericana en su identidad específica y en la voluntad de responder a las necesidades y a los retos del Continente". Es precioso ver cómo el Papa, desde su magisterio universal, cuando se dirige a una región como que está pensando sólo en esa región. Dice de la identidad específica de América Latina como para decir: ustedes tienen un modo muy latinoamericano, ustedes son muy especiales, la Iglesia de ustedes tiene un modo de ser que no es la Iglesia de Europa, ni de Africa, ni de otra parte. Traten de descubrir cada vez mejor esa su identidad latinoamericana de su Iglesia y vívanla con sus problemas, con sus necesidades, con sus retos.

"Toca a los obispos -dice el Papa-, trasladar su contenido -del Documento de Puebla-, a sus comunidades locales que ojalá muy pronto estén infundidas del espíritu de Puebla". Quiera Dios, hermanos, que con el Documento de Puebla no vaya a pasar lo de los Documentos de Medellín: que todavía hay gente que sospecha si se trata de unos documentos comunistas. Puebla no es otra cosa que un paso adelante de Medellín. Quienes no habían dado el paso de Medellín, quienes todavía están pensando que Medellín va a ser quitado del puesto, tienen que avanzar sobre Medellín y caminar por Puebla; porque no hay otro camino para encontrar la identidad, la problemática de la Iglesia que peregrina aquí en América Latina, con estos problemas nuestros. Es natural que todos aquellos que se sienten azote de Dios y quisieran siempre estar azotando a nuestro pobre pueblo, no quisieran que existiera un Dios que ya les comienza a anunciar: "¡Cuidado!", porque el azote será echado al fuego cuando el pueblo busque también unas soluciones más justas de sus problemáticas.

Otro rasgo bonito del Papa Juan Pablo II, es el discurso que le dirigió al Embajador de Bolivia. Ratificó el Papa la predilección de la Iglesia "Por los más necesitados, suscitando en ellos esperanzas fundadas de promoción de sus condiciones de vida religiosa, social y cultural..." Y deseó "... que este compromiso evangélico sea apreciado y sostenido por quienes sientan los imperativos de una sociedad cada vez mejor". Ven, la Iglesia de los pobres no es una Iglesia de demagogia, es una Iglesia que desde el Papa y desde el Evangelio encuentra sus preferencias y su trabajo por los más necesitados, porque desde allí tiene más fuerza para reclamar la conversión de todos los hombres que no se salvarán mientras no se conviertan a aquella palabra de Cristo en el juicio final: "Todo lo que hagas con uno de estos necesitados conmigo lo haces". Y el que no lo haga así oirá la tremenda palabra: "apártate maldito al fuego eterno, porque tuve hambre y no me diste de comer", y te marginaste tú mismo de esta Iglesia que llamó desde los pobres a la conversión de todos los hombres.

Otra noticia de carácter continental y por la cual yo quiero pedirles a todos ustedes mucha oración es que esta semana están reunidos en Caracas, Venezuela, dos representantes por cada país del Episcopado, junto con la directiva actual del CELAM, para tratar los programas de los próximos cuatro años y para elegir la nueva presidencia. El CELAM, palabra que quiere decir Consejo Latino-Americano, es un organismo de servicio de coordinación que los obispos latinoamericanos instituyeron para dar eso que el Papa dice: "la vigorosa unidad de la Iglesia Latinoamericana". Gracias a ese organismo, los obispos de toda América Latina nos sentimos más enlazados y preocupados de la gran problemática de estos veinte países tan parecidos y tan diferentes al mismo tiempo. Entonces, para que salgan programas muy eficaces y sobre todo para que tengamos una presidencia de obispos muy de acuerdo con la preocupación de América Latina, tenemos que pedir mucho al Espíritu Santo para que los electores saquen una buena presidencia de ese cuerpo colegiado del episcopado.

A nivel latinoamericano tenemos también otra noticia que nos va a honrar mucho aquí en El Salvador. La CLARC, otra abreviatura que quiere decir Conferencia Latino-Americana de Religiosos y Religiosas. -Miles y miles de religiosos y religiosas que trabajan en los diversos países de América tienen un organismo que se llama la CLARC- se reunió esta semana pasada en la República Dominicana para cambiar también su directiva, para evaluar y para lanzar nuevos programas. El honor para El Salvador es éste: que una religiosa del pueblo salvadoreño: la Madre Juana Vanegas, Oblata del Sagrado Corazón, ha sido la elegida Vice-Presidente de ese Consejo Latinoamericano de Religiosos y Religiosas..... Mientras celebraban su reunión en Santo Domingo escribieron una carta que ustedes pueden leer hoy en primera página de Orientación, en la que en nombre de los miles de religiosos y religiosas de América Latina, han expresado un sentido de solidaridad con la Arquidiócesis y con el Arzobispo de San Salvador. Yo quiero agradecerles cordialmente...

Otra noticia por la cual yo también pido una oración de acción de gracias al Señor: que hoy se está celebrando el 25 aniversario del Seminario Menor de Santa Ana. Monseñor Barrera ha tenido la bondad de invitarme y voy a tener el gusto de acompañarlo en esta fiesta jubilar, por la cual vamos a pedir mucho al Señor, para que ese Seminario sea siempre forjador de sacerdotes tal como los quiere nuestro mundo actual.

Quiero unir aquí la oración de todos ustedes al nuevo sacerdote de nuestra Arquidiócesis. Ayer por la tarde, en una pintoresca celebración al aire libre, en Suchitoto, impusimos las manos para ordenar sacerdote a Ezequiel de Jesús Gámez, quien en este momento estará celebrando su primera misa en la Iglesia parroquial de Suchitoto. Le deseamos que tenga un sacerdocio muy santo y muy útil para nuestro pueblo salvadoreño.

Saludo a los dos nuevos Párrocos de la Arquidiócesis: uno en Monte San Juan, Cuzcatlán, el P. Benjamín Rodríguez y otro en la parroquia de San Francisco, Mejicanos, el P. Rafael Palacios. Que este cambio sea para mayor fructificación de ambas parroquias.

Quiero saludar con agradecimiento, por la cordial acogida que me brindaron, las parroquias de San José Villanueva, a la Comunidad de San José Cortés, a la de San Francisco Mejicanos y a la de Suchitoto.

Si no he estado esta semana, hermanos, no ha sido por huir a las dificultades. Fue por atender una invitación del Instituto Internacional del Corazón de Jesús, que organizó un seminario de teología y Pastoral sobre el culto del Sagrado Corazón en la bella ciudad de Santo Domingo, República Dominicana. Yo traigo de allá mucha riqueza teológica y pastoral para nuestra comunidad. Y quiero decirles, ya que nuestro pueblo es tan devoto del Corazón de Jesús, que se trata de un culto que renovándolo de acuerdo con las exigencias actuales de la Iglesia, no hay por que arrinconarlo; al contrario, tratemos de darle, sí a nuestra devoción al Sagrado Corazón, todo el sentido teológico actual que tiene nuestra devoción popular. Ya habrá ocasión de tratar este tema más ampliamente. Pero, sí, les digo que mi semana en Santo Domingo ha sido de provecho para este trabajo pastoral que trato de llevar entre ustedes.

Desde aquí quiero enviar un saludo a esta región de Honduras donde escuchan todas nuestras homilías; al P. Luis Alonso Díaz, que estuvo también allá y a su parroquia de Cucuyagua, Copán, Honduras, Que el Señor bendiga esta comunión que mantienen ustedes queridos hermanos hondureños, con nuestra comunidad arquidiocesana de San Salvador.

Quiero agradecer la invitación y la atenta acogida que se ha dispensado a la Mesa Redonda, que, junto con otros dos sacerdotes: el P. Jesús Delgado y el P. Octavio Cruz, vamos a ir a dar a la Universidad Nacional el martes de esta semana a las 5 de la tarde, sobre: "El Papel de la Iglesia en América Latina".
 


HECHOS DE NUESTRA REALIDAD NACIONALDesde esta perspectiva de nuestra comunidad Iglesia la cual yo invito a vivirla cada vez más intensa, más en comunión con el Obispo y con el Papa somos la luz que Cristo ha encendido en el mundo para iluminar las realidades de nuestro ambiente. En mi ausencia de esta semana por el mencionado viaje a la República Dominicana, han sucedido aquí cosas muy graves. Principalmente quiero invitarles a reflexionar, yo no lo hago sólo por hablar, invitarles a reflexionar sobre estos tres hechos: 1º) Los conflictos laborales; 2º) El asesinato de don Ernesto Liebes y 3º) La toma de la Catedral.

Primeramente quiero referirme a los conflictos laborales que han provocado una serie de huelgas de las cuales sin duda, la que ha tenido mayor repercusión para el país ha sido la huelga de la CEL, que llevó a los trabajadores a suspender la energía 23 horas. No cabe duda que esta medida trajo como consecuencia grandes pérdidas al país; afectó a todos los ciudadanos que gozamos de los beneficios de la luz eléctrica y ha obligado a todos a vivir durante 23 horas la manera como viven todos nuestros campesinos, pobladores de tugurios que nunca disfrutan de la energía..... Lo primero que creo es que debemos preguntarnos todos, esto: ¿Por qué hemos tenido que llegar en las relaciones obrero-patronales a una situación tan tensa como la que estamos viviendo? Yo no creo que la tensión sea fruto sólo de los sucesos de estos días, ni que haya sido provocada sólo por deseos irresponsables de causar intranquilidad en el país, mucho menos creo que sea el Arzobispo el que cause todas las huelgas.

Existe en El Salvador, fijémonos bien, una estructura social injusta. Esta sí debe intranquilizarnos a todos. Esta es la causa radical de todos estos problemas. Los cauces legales actuales no permiten canalizar los intereses de los trabajadores, porque el Código de Trabajo y otras leyes laborales protegen predominantemente los derechos patronales. El mismo Ministerio del Trabajo ha confesado la incompetencia de estas leyes para la situación actual. Las condiciones para que los obreros puedan realizar una huelga legal son tales, que la hacen prácticamente imposible estas leyes actuales. El recurso a una inspección del Ministerio de Trabajo para que se impida que se cometan injusticias laborales contra los obreros en los centros de trabajo, es una inspección que, en la mayoría de los casos, resulta ineficaz. Es vergonzoso cómo hay enviados del Ministerio que no sientan más cordialmente con los trabajadores y que muchas veces se dejen hasta sobornar por la parte patronal...

El que se haya llegado a un corte de energía de 23 horas nos debe hacer caer en la cuenta que: no sólo las leyes laborales sino también la situación de los obreros, las dos cosas, son insostenibles. Por tanto, requieren ser urgentemente revisadas y sustancialmente mejoradas. Las 23 horas sin energía eléctrica ha hecho que la iniciativa privada descubra, hasta ahora, "los cuadros de indescriptible dolor y verdadera angustia que se vivieron a lo largo y ancho del país por consecuencia de la falta de fluido eléctrico". Hasta aquí las palabras de ANEP. Ojalá, comento yo, que esta solidaridad sea sincera y los lleve a preocuparse efectivamente por solucionar la grave situación permanente de tantas personas que, día a día, carecen del beneficio de la electricidad y de otros medios más vitales. De lo contrario, esos pronunciamientos de estos días no serán más que un querer utilizar el dolor de los pobres para proteger sus propios intereses y conservar su situación de dominio y privilegio con respecto a los trabajadores.....

Acerca de las muertes que según dicen se produjeron como consecuencia del apagón, lamento profundamente el que nuevas vidas inocentes se tengan que añadir a la larga serie de víctimas por causa de la situación actual. El que se hayan producido situaciones graves en los hospitales a consecuencia de esta huelga, está revelando también otra cosa: la ausencia de equipos adecuados para situaciones de emergencia como la presente. Por eso, yo me adhiero al Colegio Médico de El Salvador que oportunamente señaló el incumplimiento de funciones del Consejo Superior de Salud Pública y Junta de Vigilancia de la profesión médica.

Los protagonistas del conflicto laboral de la CEL deben reflexionar cuál fue el grado de responsabilidad que tuvieron al no resolver el conflicto pacífica y justamente antes de que se tuviera que llegar a medidas tan graves como el corte de energía eléctrica por 23 horas. Los directivos de la institución autónoma CEL, de acuerdo a la resolución conciliatoria del conflicto, no deben tomar represalias en contra del Sindicato y sus dirigentes; y los trabajadores, ahora que son más conscientes de la fuerza que tienen si se organizan y se apoyan unos con otros, no deben abusar de ese poder, sino usarlo en beneficio del bien común que no puede estar ajeno a los intereses de las mayorías trabajadoras, así como también, deben tomar en cuenta proporcionalmente las necesidades de los patronos. Con esto no quiero decir que por temor al abuso de los trabajadores se les deba impedir su legítimo derecho de organizarse o se les deba perseguir o reprimir brutalmente. El hacer eso es también abuso de poder ya sea de la parte patronal, ya sea del Gobierno.

Lo que hay que hacer es encauzar ambos poderes con leyes justas. Por eso, yo invito en esta ocasión a los abogados, a todos los competentes en la materia, también a los sindicatos, a los patronos, a que colaboren con el país proponiendo una legislación laboral que tome en cuenta los diversos intereses y los defienda imparcialmente. Debo reconocer que, gracias a Dios, el gobierno en este conflicto de la CEL no ha reaccionado brutalmente como en otras ocasiones, espero que siga siendo superior a esas fuertes presiones que lo quieren obligar a tomar medidas represivas injustas, en contra de los sindicatos. Considero que su función debe ser propiciar un diálogo abierto entre las distintas partes y crear canales efectivos y justos.....

Ha habido en la empresa Delicia conflicto, también, muy grave. Yo quiero suplicar a ambas partes que tomen actitudes constructivas y agilicen la negociación con el fin de llegar a una solución justa. Tengo aquí para ustedes, queridos obreros, que están en la huelga de la Fábrica Delicia, una súplica. ¡Ojalá me la escuchen! El Lic. Napoleón Mina, empleado de la Fábrica Delicia en huelga, se encuentra como rehén de los huelguistas y no lo dejan salir pese a que ayer se murió su mamá y se encuentra inconsolable porque no podrá verla por última vez. Mi súplica a los huelguistas es que vean cómo arreglan para que el Lic. Mina vaya a dar este tributo de cariño filial a su querida madre. "No hagas a otro lo que no quieras que te hagan a ti". Por mi parte, quiero decir al Lic. Mina que en esta Misa de Catedral vamos a pedir una oración especial por el eterno descanso de su mamá y si me queda tiempo, iré a verla en su nombre por si él no puede ir.

Ahora hablemos un poco de los otros casos. Otro de los sucesos es el desenlace trágico que están teniendo los cuatro secuestrados. Tengo que lamentar que las FARN hayan asesinado al Señor Ernesto Liebes. Me duele que en El Salvador haya una familia más que sea víctima de la violencia. A todos los parientes del Señor Liebes les expreso mis condolencias y ofrezco mis oraciones por el difunto.

Toda muerte violenta me ha conmovido siempre, también la de los policías de las bombas. Como lo dije desde Puebla por medio del diálogo telefónico que publicamos en YSAX -porque yo sigo creyendo lo que dije en el entierro del Ing. Borgonovo y del P. Navarro- toda vida es sagrada, sea de rico o sea de pobre. Repito una vez más: que no se puede endiosar la violencia convirtiéndola en fuente única de justicia. El Papa Juan Pablo II, esta semana dijo que: "ninguna persona puede ser sacrificada en aras de intereses políticos, aunque éstos sean justos". Espero que no corran la misma suerte los demás secuestrados. Para ello me uno a las peticiones de sus familiares, la Cruz Roja Internacional, de Amnistía Internacional, de la Comisión de Derechos Humanos. Y hago un nuevo llamamiento a los de la FARN para que busquen una solución que no implique sacrificio de vidas humanas. ¡Ya basta!.

Creo que también es deber solidarizarme con el dolor de las madres y familiares de 113 desaparecidos, y pedir nuevamente al Gobierno que deponga su actitud de hermetismo. Aquí tuviera yo muchos nombres que agregar de madres y esposas que siguen llegando con lágrimas en sus rostros denunciando atropellos de los Cuerpos de Seguridad; allá en los cantones, sobre todo. Yo pido al gobierno que libere a todos los desaparecidos que tiene en su poder o que informe qué ha hecho con ellos. Esto me parece que debe hacerlo por honradez, no por debilidad; por justicia, no por transigir con terroristas..... El gobierno ya no puede seguir negando que ha capturado a estas personas cuando hay pruebas evidentes de ello. Pruebas que han sido reconocidas por organismos internacionales como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, Amnistía Internacional, etc.

Me consta que la mayoría de los familiares de esos desaparecidos, han agotado todos los medios posibles para saber el paradero de sus seres queridos: han acudido infructuosamente al recurso de exhibición personal -la Corte Suprema de Justicia cada vez más sorda-, han escrito cartas al Presidente, han pedido apoyo internacional, han hecho manifestaciones, huelgas de hambre, etc. Ya es hora de que se les oiga y así se evite de raíz que se quiera seguir utilizando la violencia para lograr la libertad o la información de los desaparecidos. Desgraciadamente, hasta ahora, el gobierno no sólo no ha depuesto su actitud de hermetismo, sino que continúa desapareciendo capturados. Entre el 15 de febrero y el 11 de marzo, en menos de un mes han desaparecido 5 personas más, cuyos nombres pueden leerse en "Orientación".

Por último, un breve comentario sobre la toma de la Catedral. Diferentes organizaciones en estos últimos días han estado utilizando esta medida para lograr hacer oír su voz o protesta en contra de algún hecho. ¿No se dan cuenta que con ello están impidiendo, estorbando, la labor pastoral-profética de la Arquidiócesis? Que ya esta Iglesia, gracias a Dios, está cumpliendo la misión que el Papa dijo: "¿llamar las injusticias por su propio nombre?" No suceda lo que dicen del que rompe la sombrilla que lo está defendiendo de la lluvia. Por ello pido a los cristianos y hombres de buena voluntad, que se abstengan de participar en este tipo de acciones. La toma de la Catedral, no es un recurso eficaz. Espero que en adelante no tengan que haber cortes de energía eléctrica de 23 horas, asesinatos de los secuestrados, para que caigamos en la cuenta de los males estructurales que afligen a nuestro país. Un sólo camino es el más eficaz y es la palabra de Dios en este Domingo: un llamamiento a la reconciliación.
 


PENSAMIENTO QUE NOS LLEVA AL ALTARLes decía al comenzar la cuaresma, que en la Cuaresma caminaban juntos tres grupos de cristianos: los que ya iban a recibir el Bautismo se llamaban catecúmenos, se preparaban en el Bautismo. Los que habían sido infieles al bautismo se llamaban penitentes, cubiertos de ceniza iban peregrinando pidiendo misericordia. Y los fieles, que gracias a Dios, no tenían que lamentar traiciones a la ley de Dios. Pero los tres se sentían un solo pueblo necesitado de la única misericordia y, por eso, el Concilio nos invita a que la Cuaresma sea una especie de hermandad, de todos los hombres, justos y pecadores. Bautizados, penitentes, pecadores, todos hermanos, todos somos pecadores. Como en el destierro de Babilonia sintamos la voz del Señor que ya se acerca para liberarnos; pero, tomemos de nuestra parte el papel que nos toca: ¡Mucha fe!.

"De tal manera amó Dios al mundo -dice le Evangelio de hoy- que le dio a su propio Hijo, para que el mundo sea salvado y para que todo aquel que crea en Él tenga vida eterna". Esta es la condición: creer, tener fe, poner en Él la esperanza. Ojalá que todo el pueblo salvadoreño sea hoy la peregrinación de la Cuaresma que con su fe puesta en Cristo espera que el domingo de Resurrección nos ha de traer no sólo el recuerdo de un resucitado de hace veinte siglos, sino la resurrección verdadera de un pueblo tan postrado pero llamado tan eficazmente a la resurrección por la misma voz del Señor. Así sea...

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Tercer Domingo de Cuaresma

3/11/2012

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Queridos hermanos:

Queremos agradecer a la Televisión Alemana por este servicio que está prestando a nuestra Iglesia. Me valgo de esta oportunidad para enviar un saludo, a través de este medio de comunicación, a los hermanos cristianos de aquel país que han comprendido y saben ayudarnos. Que el ejemplo de esta comunidad reunida en la Catedral y, a través de la radio, reunida en toda la Arquidiócesis lleve un mensaje de vida, de fe y esperanza a los otros pueblos que nos visitan y que encuentran siempre en la voz de la Iglesia, aunque sea un humilde ministro el que la pronuncia, el mensaje de la esperanza de los hombres. 
 


INTRODUCCIÓNa) Cuaresma, preparación para celebrar la pascua: Muerte y Resurrección del Señor

Porque eso es el mensaje de la Cuaresma, a la que estamos dedicando lo principal de su esfuerzo pastoral durante estos domingos. Ya estamos en el Tercer domingo de Cuaresma y no olvidemos la meta hacia la cual camina esta Cuaresma: es una peregrinación que con Cristo, cargando con su cruz o ayunando en el desierto, va en busca de aquel "consumatum est" -todo se ha cumplido- y, más allá, la gloria de la Resurrección. Todas nuestras angustias como cruces a cuestas, como ayunos de Cuaresma, van a florecer, queridos hermanos. Por eso no perdamos la perspectiva de la Cuaresma. La gloria del resucitado es también nuestra gloria, nuestra herencia, en la medida en que nos unamos a su esfuerzo liberador en el dolor y en el sufrimiento.

b) El "misterio pascual": plenitud de los tiempos, clave de redención

El Misterio Pascual es la meta, la muerte y la resurrección de Cristo. Quiero decirlo con palabras de moda porque, desde el jueves de esta semana, ha salido la Encíclica del Papa Juan Pablo II. La primera encíclica como su programa, como su ideal. El mismo título, que lo dan las dos primeras palabras latinas, ya indica la fe de este hombre en ese Cristo, en el que todos ponemos nuestra ilusión, nuestra esperanza. La encíclica se llama así: Redemptor Hominis, que quiere decir: El Redentor del hombre. El Papa comienza así: "El redentor del hombre, Jesucristo, es el centro del cosmos y de la historia". En la misma introducción desarrolla el pensamiento de su fe en Cristo. "En el acto redentor, la historia del hombre ha alcanzado su cumbre en el designio de amor de Dios. Dios ha entrado en la historia de la humanidad y en cuanto hombre, se ha convertido en sujeto suyo, -de esa historia- uno de los millones y millones, y al mismo tiempo único". Son palabras de la Encíclica. Como ven, ¡qué concepto más bello considerar a Cristo como un peregrino de la historia con nosotros! Unos entre los millones en los cuales nosotros nos confundimos pero, Único entre todos los millones de hombres porque Él es un hombre en el cual Dios lleva a su cumbre, su proyecto de salvación.

c) Implicación de mi vida y de la historia de mi pueblo en esa "historia de salvación"

La Cuaresma es nada menos que peregrinar al encuentro de ese hecho que le dio el verdadero sentido de la historia de todos los hombres y de cada hombre. Por eso no podemos vivir la Cuaresma y la Semana Santa sin pensar en una implicación de mi vida personal. Como hombre y como pueblo, El Salvador, en su encrucijada actual, no está perdido. Los salvadoreños, cada uno de los salvadoreños entre los millones que ya somos, sabemos que Dios nos ama, como dice el mismo Papa, "Con un amor irrepetible". Es única tu relación con Dios. Dios respeta tu individualidad. Así como te ama como pueblo y no te confundes tú pueblo salvadoreño, con los otros pueblos. Para cada pueblo, como para cada hombre, Dios tiene designios en esta historia de salvación que nos va recordando en forma de una peregrinación hacia la Pascua, la santa Cuaresma.

d) Enlace con los domingos anteriores

Por eso, he tratado de llevar en mi predicación de estos domingos de Cuaresma, un enlace ideológico en el nombre de la alianza.

- La alianza de Dios con Noé... la creación. Signo: Arco Iris

El primer domingo recordamos con las lecturas bíblicas, la alianza de Dios con Noé después del diluvio. El signo de esa alianza es el arco-iris. Es como la alianza de Dios con los hombres en el campo inmenso natural, humano, cósmico. Es allí donde el Papa puede decir como la primera línea de su encíclica. "El redentor del hombre, Jesucristo, es el centro del cosmos y de la historia". El arco iris que Dios puso después del diluvio como un signo de la alianza que hacía con los hombres en el campo natural, toda la naturaleza ha vuelto a renacer del diluvio, y la entrega limpia al hombre. Cristo es el verdadero arco-iris porque en su Pascua de Resurrección, la naturaleza nace nueva y se la entrega al hombre para que, purificada del pecado, la sepa manejar mejor que el año pasado. Por eso nos preparamos en Cuaresma para una renovación de la naturaleza, de la humanidad, de la historia, de nosotros mismos, miembros de ese cosmos y de esa historia.

- La alianza de Dios con Abraham... nace el pueblo de Dios. Signo: La circuncisión

El segundo domingo recién pasado fue la alianza de Dios con Abraham. Ya es una selección en el conjunto cósmico. Dios escoge un pueblo que nacerá de las entrañas estériles del anciano Abraham y de la estéril Sara. Nace Isaac y es el principio de un pueblo en el cual se cumplirán las promesas de salvación, porque de allí nacerá un Redentor: El Redemptor Hominis. Se le anunció a Abraham, ya seleccionado del conjunto de todo el universo, no como una segregación exclusivista. El pueblo judío que nace de Abraham es nada más un misionero de la historia. Va a traernos la bendición de Dios en un descendiente de Abraham que será Jesucristo, pero el destino de ese pueblo y de ese don que traerá como regalo de Dios, el Redentor de los hombres, no es exclusivo del pueblo judío. "Ya no hay distinción entre judío ni griego", dirá San Pablo. Ahora cuando el pueblo judío cumplió su misión de traernos al Redentor, todos los pueblos del mundo tienen derecho a Él y por eso se puso como una característica del Padre del Pueblo de Dios: la fe. Es la fe la que distinguirá a los hombres de aquí en adelante. No en judíos y no judíos, sino en creyentes e incrédulos. "El que creyere se salvará, el que no creyere se condenará". La alianza con Abraham da el origen a un pueblo predilecto como fuente de bendición para todos los otros pueblos.

- La alianza de Dios con Moisés... se promulga la ley de Dios. Signo: el Sábado

Muchos siglos después, viene una tercera alianza que es la que ocupa nuestra atención en las lecturas bíblicas de hoy. Se trata de Moisés. El libro que hoy marca el estilo de este tercer domingo de Cuaresma es el Éxodo, el segundo libro de la Biblia. Primero es el Génesis, después el Éxodo. El Éxodo es como la dogmática, como el núcleo doctrinal de todo ese pueblo que va naciendo ya de Abraham y de los patriarcas. Fue llevado por el hambre a Egipto y en Egipto han pasado ya cuatro siglos, y es un pueblo esclavizado. ¡Dios no ha olvidado su promesa! La `promesa que le hizo Dios a Abraham va a cumplirse. El Éxodo capta ese momento precioso en que Dios escoge un caudillo para conducir ese pueblo de la esclavitud, a través de cuarenta años por el desierto, a la Tierra de Promisión. 
 


CUARESMA, RETORNO A LA LEY DE DIOS1. El pueblo de Dios tiene una ley.

2. La ley de Dios es necesaria pero no basta.

3. Cristo es la plenitud de la ley y la fuerza de Dios que salva.
 


1. EL PUEBLO DE DIOS TIENE UNA LEYEl Éxodo -elección, liberación, alianza- dogma cardinal de la religión del Viejo Testamento. Moisés.....

a) Antecedentes: Llegada al Sinaí

Ya hace tres meses que salieron de Egipto y esa liberación marca un rasgo definitivo en el pueblo de Dios. Liberado por los prodigios de Dios, ha caminado ya tres meses por el desierto y se encuentra, en la lectura de hoy, frente a la montaña del Sinaí. Va a suceder allí algo grande. Dios le recuerda a Moisés que hay una promesa con ese pueblo y que la va a renovar, que se purifique porque dentro de tres días Él vendrá misteriosamente presente a platicar con el conductor del pueblo escogido: Moisés. Moisés manda que el pueblo se purifique y que nadie toque esa montaña porque la va a tocar Dios al tercer día. La Biblia nos describe cómo se siente la presencia de Dios. Allí le dice Dios a Moisés: "Ya visteis lo que hice con los egipcios y cómo a vosotros os he llevado sobre alas de águila y os he traído a Mí. Ahora, si de veras este pueblo escucha mi voz y guarda mi alianza, será mi propiedad personal entre todos los pueblos, porque mía es toda la tierra".

Fíjense en este detalle, hermanos, por eso les decía: Pueblo de Dios, no es lo mismo que pueblo en general. Pueblo de Dios es: "entre todos los pueblos que son míos -dice Dios- escojo uno con el cual quiero entablar relaciones muy especiales". Este será el Pueblo de Dios y esto es interesante tenerlo muy en cuenta. Cuando llamamos a nuestra Iglesia, pueblo de Dios aquí en El Salvador, no se debe confundir con un sentido democrático como si todos los salvadoreños formaran el Pueblo de Dios. Sólo lo son los bautizados, "sólo los que no han olvidado mis promesas, sólo aquellos que recuerdan cómo los voy llevando sobre alas de águila, sólo aquellos que tienen fe", es lo que caracteriza al verdadero descendiente del Pueblo de Dios. No todos los salvadoreños pertenecen al Pueblo de Dios, como no pertenecían en tiempo de Moisés, todos los pueblos del mundo a esta alianza que Dios ha hecho con un pueblo.

Es a esta porción escogida por Dios, no por capricho sino porque encuentra en los hombres una respuesta de fe, de esperanza que se dirige Dios para decirles, ya en la vigilia de la gran alianza con Moisés: "vosotros seréis mi propiedad personal entre todos los pueblos, seréis para mí un reino de sacerdotes y una nación santa". Esto es lo que Dios quiere al escoger un pueblo. Es una selección de humanidad a la cual pueden ingresar todos aquellos que se arrepientan de sus pecados y se incorporen por la fe a este Dios que ya no distingue entre Judíos y no judíos, sino que única puerta para entrar es la fe en el Redemptor Hominis -Redentor de los hombres-.

- Preparación a la alianza. Moisés convoca al pueblo y le notifica todo lo que Dios ha dicho y aquel pueblo da esta hermosa respuesta: "Haremos todo cuanto ha dicho Yahvé". Miren cómo se ha preparado psicológicamente el momento en que Dios va a hablar. Ha recordado los orígenes de ese pueblo, ha dicho las condiciones de pertenencia a Él. Pide santidad, ofrece privilegios de santidad: pueblo sacerdotal, pueblo santo, pueblo de mi pertenencia. "Haremos todo cuanto el Señor diga".

- La teofanía. Entonces, el libro del Éxodo nos comienza a describir la maravillosa "teofanía". Comenzó a humear; y relámpagos y luces deslumbrantes; la gloria de Dios va bajando al Monte Sinaí. Y Moisés, que ha recibido el encargo de Dios, sube sólo a platicar con el Señor. Y allí le dicta lo que se ha leído en la primera lectura de hoy: los diez mandamientos, el Decálogo.

b) El Decálogo, junto con el código de la alianza es la carta magna de la alianza del Sinaí

Desde ese momento, el Decálogo será como la esencia del Pueblo de Dios. El Decálogo junto con el código de la alianza que está escrito en los capítulos siguientes del Éxodo, constituye como el alma de todo el Pentateuco. Los cinco primeros libros de la Biblia que Cristo, los profetas, los judíos llaman simplemente la Ley. Acuérdense cuántas veces dice Cristo: "La ley y los profetas". Estamos frente a la ley, es la Ley de Dios constituida en sabiduría de aquel pueblo.

La ley de Dios que se dio en el Sinaí, tiene un preámbulo como lo hemos escuchado hoy: "Yo soy el Señor tu Dios". También, un prólogo histórico: "Yo soy el Señor que te ha sacado del país de Egipto, de la esclavitud". No hay que olvidar estos preámbulos. Si queremos encontrar el verdadero sentido de la ley de Dios, de la cual hoy muchos se ríen, pero quisiera recordarles, hermanos, ya que estamos en este primer pensamiento cómo Dios ha dado una ley para todos los tiempos. Esto ya no es sólo para Israel. Allí ha resumido Dios todo el conjunto de las leyes naturales. Las leyes del Viejo Testamento que todavía tienen prevalencia en el Nuevo Testamento.

Cuando Cristo en el Sermón de la Montaña recuerde este episodio del Decálogo, dirá: "No he venido a abolir la Ley sino a perfeccionarla". Él recuerda al joven que busca los caminos de salvación: "Guarda los mandamientos" "¿Cuáles?", le pregunta el joven. Y Cristo comienza a enumerar esta página que hemos leído hoy.

Preámbulo teológico: "Yo soy el Señor tu Dios". Hay una diferencia entre los códigos, las leyes contemporáneas, al Decálogo. Los estudiosos de la Biblia han encontrado muchos textos de aquel tiempo, peor notan una diferencia enorme. En los otros códigos, las leyes de aquellos pueblos se presentan en forma casuística: Si alguno hace tal cosa... se le señala un castigo o un premio. Pero la ley de Moisés es muy distinta. No dice: si alguna hace... sino: harás esto, dejarás de hacer esto. No es casuística, es ley de un soberano. Por eso se ha presentado ese Soberano al principio: "Yo soy el Señor, tu Dios". Ningún hombre puede alzar la frente en rebeldía contra este Señor que le ha dado la vida y la existencia. Y aunque el hombre se llame ateo, "yo no creo en Dios", el hecho es que está viviendo porque Dios le está dando el ser. Y al más ateo, al más incrédulo, al hombre que se ríe más de la Iglesia, le puede decir el Señor: "Yo soy tu Dios, tu Señor, yo te he impuesto una ley. Hay que cumplirla".

Preámbulo histórico: "Yo soy el Señor que te saqué del país de Egipto de la Esclavitud". Porque el Éxodo marca para Israel, el origen como pueblo. La alianza que Moisés está haciendo aquí con su Dios, es una alianza como pueblo, así como la alianza que Dios hizo con Abraham era como individuo, pero como padre de un pueblo futuro. Ahora, ese pueblo ya existe y la alianza es con ese pueblo; tiene un sentido comunitario. Una comunidad que nació de la liberación. ¡Qué hermoso pensar, ahora cuando se discute tanto sobre la liberación, cuál es el sentido de la liberación! Dios es el gran liberador: Yo te he dado la libertad, pero la libertad no se da para libertinaje.

La libertad se da para algo. San Pablo dice: "libres para Cristo". Siempre que hay una liberación hay un objetivo para el cual se es libre. Si Dios libera a Israel de Egipto es para someterlo como pueblo suyo. No, naturalmente, con la dureza del Faraón, sino que: su yugo es suave, su ley es ligera, pero no hay un hombre que pueda vivir sin ley. Y el que no obedece a la ley de la libertad de los hijos de Dios, cae en la esclavitud de sus pasiones.

Cree que es libre el que no obedece a la ley de Dios. No hay más esclavo que el rebelde a la ley de Dios, porque es esclavo de algo: esclavo de la carne, esclavo del dinero, esclavo de la pasión política, esclavo de la lujuria, de la soberbia. La libertad que Dios ofrece tendrá un camino que llevar siempre: la ley de Dios. Es bueno recordarlo, queridos hermanos, porque ahora que nos ha puesto la Iglesia como página de reflexión los diez mandamientos de la ley de Dios, yo quisiera que entráramos en la intimidad de cada corazón y miráramos de verdad cómo estamos cumpliendo nuestra alianza con Dios.

- La ética es interdependencia con el dogma. Pero miren una relación, no es el capricho de mandar. Hay una ética, pero basada sobre un dogma: es decir, sobre una verdad, sobre una revelación. Dios se ha revelado como águila que lleva al pueblo sobre sus alas. Dios se ha revelado como fuerza liberadora del pueblo. Dios se ha revelado como principio de amor a los hombres. No podemos olvidar estas revelaciones que constituyen nuestro dogma, sino queremos que la ley de Dios se convierta en algo odioso. ¿Por qué mucha gente no cumple la ley de Dios? Porque la ha desligado de esta revelación de amor. ¿Quiénes cumplen mejor y con gusto, con alegría, la ley de Dios? Los que no han olvidado la revelación de un Dios que se ha revelado Padre y que impone sus leyes para nuestro bien. Es así cómo teniendo en cuenta esos principios dogmáticos: el pueblo israelita, y nosotros cristianos que tenemos una gran revelación en Cristo, cumpliremos nuestra ley.

Pero yo creo que aquí estamos tocando el fondo de nuestra situación salvadoreña. Aquí estamos tocando el fondo de tantos desórdenes en nuestra vida social. Si preguntamos: ¿El porqué de las huelgas, el porqué de los secuestros, por qué las divisiones, por qué la violencia, por qué tanto crimen, tanto desaparecido, por qué torturas? Todo está en una sola respuesta: los hombres se han olvidado de la ley de Dios. Y un día también señalaré, queridos hermanos, la putrefacción de nuestro sistema. Señalaré el abuso de poder que se convierte en ladrón. Podemos describir situaciones bien vergonzosas de hombres que debían darnos el ejemplo de honradez en el puesto de su gobierno, en sus negocios, en su dinero ¿Y para qué aprovechan esos puestos, esas situaciones? ¡Ya no se puede hacer nada por el bien común, se hace por el egoísmo!

¡Ah! Si se revisaran muchas contabilidades ¡Ah! si se pidiera cuenta de muchas obras públicas. No se ha respetado la ley de Dios por aquellos que debían de ser el modelo: los legisladores, los que mandan. Y en el pueblo, naturalmente, al ejemplo de los de arriba, cunde la duda, la incertidumbre y el afán también de aprovechar. Entonces tenemos una nación corrupta desde arriba hasta abajo porque se han olvidado todos de la ley de Dios, nos hemos olvidado de la ley de Dios.

Es necesario recordar ahora uno por uno, esos mandamientos y veremos de verdad cómo todo estaría fácil: un retorno a ley de Dios. Les estoy recordando, ya en el primer punto, que el pueblo de Dios tiene una ley que se le dio en solemnidad de un Sinaí y que llega hasta nosotros y que ahora en esta Cuaresma de 1979, nos pide una revisión de la vida: como comunidad, como país, como gobernantes, como gobernados, como pueblo, como cristianos, sólo así la Cuaresma podrá operar su gran tarea renovadora, si tenemos delante el espejo ante el cual aparecerá tan feo nuestro rostro porque no se ha preocupado de copiar en la vida, la Ley del Señor.

- Los diez mandamientos que hoy aparecen en la primera lectura, se dividen en dos, como dice nuestro catecismo. Los tres primeros nos presentan las relaciones del hombre con Dios; y los otros siete, las relaciones del hombre con su prójimo. ¡Qué completo tratado de moral! Está en la primera lectura de hoy.

Primer mandamiento. Monoteísmo práctico... ninguna imagen. Otros pueblos: imágenes de sus divinidades.

El primer mandamiento, que nuestro catecismo lo anuncia sencillamente: "Amar a Dios sobre todas las cosas", la Biblia lo describe un poco más. "Yo soy el Señor tu Dios que te saqué de Egipto, de la esclavitud; no tendrás otros dioses frente a mí, no te harás ídolos, figura alguna de las que hay arriba en el cielo, abajo en la tierra o en el agua debajo de la tierra. No te postrarás ante ellos ni les darás culto, porque yo, el Señor tu Dios, soy un Dios celoso, castigo el pecado de los padres en los hijos, nietos y bisnietos cuando me aborrecen; pero actúo con piedad por mil generaciones".

Algunos protestantes, quieren encontrar una acusación a los católicos, de las imágenes. No es el tiempo para dedicarnos a esto, pero de paso les digo que: Dios no nos está prohibiendo el uso de imágenes de santos sino que está prohibiendo el uso de imágenes de Dios. Las imágenes de los santos son retratos de personas que sabemos nosotros que están ya en la otra vida y para tenerlos presentes, como tengo presente a mi mamá, en el retrato que tengo junto a mi cabecera sabiendo que no es ella la que está allí sino su efigie, su retrato.

En cambio, la imagen que aquí se prohibe, es la imagen idolátrica, la imagen cúltica. Revisando, esto, las investigaciones modernas han encontrado las distinciones enormes que existen entre el pueblo de Israel y los pueblos vecinos que no tenían esta prohibición. Se han encontrado en las excavaciones de aquellos pueblos: en el judío, ni una sola imagen de su divinidad. En cambio, en los otros pueblos, sí se encuentran divinidades presentadas en formas de serpientes, en forma de animales, etc. Para evitar este peligro de idolatría, Dios manda que no se hagan imágenes de lo divino, que no se trate de representar a Dios con imágenes visibles, porque el día en que un judío estuviera de rodillas ante un ídolo, había traicionado todo el Decálogo: "Yo soy un Dios celoso -dice el Señor-, no quiero que adores a nadie fuera de a Mí".

Este es el sentido del primer mandamiento el cual, como ven, tiene un gran sentido en nuestro tiempo. ¿Cuáles son los ídolos de nuestro tiempo? Lo hemos dicho muchas veces y por eso hay mucha gente que está pecando contra el primer mandamiento porque se ha erigido como ídolos: el dinero, el poder, la soberbia, la egolatría. Este primer mandamiento es la oportunidad de la Cuaresma para destronar todo ídolo que no sea el verdadero Dios. Sería el momento de revisar si en tu vida, en tus criterios, aprecias más que a Dios.

Segundo mandamiento. Mal uso del nombre Santo: perjurio... apoyo de maldiciones... fórmulas mágicas.

El segundo mandamiento, que nuestro catecismo dice "No jurar el nombre de Dios en vano", la Biblia lo presenta más largo: "No pronunciarás el nombre del Señor, tu Dios, en falso. Porque no dejará el Señor impune a quien pronuncie su nombre en falso". Se refiere a tomar el nombre de Dios como juramento de algo falso. Tomar el nombre de Dios como fundamento para una maldición. Llegó a tanto el respeto de este segundo mandamiento que los israelitas no pronunciaban el nombre de Yahvé sino que decían: Adonai que quiere decir "El Señor". La revelación del nombre santo es Yahvé, no es como dicen los testigos de Jehová: Jehová, Jehová una corrupción de la palabra, eso no existe. Yahvé es el nombre.

¡Yahvé! Pero era tan santo y respetaban este segundo mandamiento de no tomar sin respeto el nombre de Yahvé, que mejor no lo pronunciaban y lo cambiaban por otros: Adonai: "El Señor".

Tercer mandamiento. El sábado tiempo consagrado a Dios.

El tercer mandamiento que marca relaciones del hombre con Dios y es el signo de la alianza de Dios con Moisés, el Sábado. El Sábado, el descanso sabático, es como el arco-iris, señal de una alianza; el domingo señal también de la alianza como pueblo. Por eso, venir a Misa el domingo es como si estuviera aquí el pueblo de Dios renovando con Dios la alianza como pueblo. ¡Es bello mirar el domingo, a todos ustedes!.

Yo les agradezco que la presencia de ustedes en la Catedral, hermanos, le dé tanta vida al día de precepto. Podrán pregunta: ¿por qué no el sábado, como dice la Biblia? Sábado es una palabra cuya raíz significa descanso. No es propiamente un día de la semana, sino un día de descanso. Para los israelitas fue el sábado, pero cuando Cristo resucitó en domingo ya los primeros cristianos cambiaron ese día de descanso al día de conmemorar la Resurrección que es la base de nuestra esperanza. Por eso dijo el Concilio: "los católicos vienen a misa el domingo, se congregan para renovar su alianza con Dios, para darle gracias por la esperanza de la redención que llevan en su corazón" ¡A eso venimos el domingo, a renovar la alianza! Santificar el día del Señor; venir el domingo es parte de nuestros compromisos de alianza con el Señor. Y vemos en esta Asamblea reunida, lo que hoy he mencionado: la asamblea convocada por Moisés, cuando Dios le iba a hablar.

Yo les miro a ustedes, queridos hermanos, y sé que mi humilde ministerio no es más que el de Moisés: transmitirles la palabra: "Esto dice el Señor". Y qué gusto me da cuando en la intimidad de sus corazones, como lo dicen, a veces de palabra o por cartas que me llegan, lo que el pueblo le contestó a Moisés: "haremos todo lo que Yahvé ha ordenado".

Es bonito encontrar gente, el otro día un padre me dijo que un señor andaba buscando confesarse -tenía cuarenta años de no confesarse- porque quería convertirse como había oído aquí en la Catedral.

Cuando dicen que yo predico política, yo remito a estos testimonios de conversión hacia Dios. Esto es lo que busco: conversión hacia Dios! Y si desde aquí señalo la política, muchas veces es por lo corrupto de esa política, para que se conviertan también a Dios los hombres que Dios ama aún cuando estén enlodados en el pecado.

Por eso vienen luego los siete preceptos de las relaciones de los hombres entre sí.

Cuarto mandamiento. Obligación con los padres. "Primer mandamiento con una promesa".

El cuarto es la relación del hombre con sus padres. Y San Pablo en la carta a los efesios lo llama: "el primer mandamiento con promesa". Es bien interesante saber que el único mandamiento que tiene una promesa de bendición, es aquel en que Dios dice: "Honrarás a tu padre y a tu madre. Así se prolongarán tus días en la tierra que el Señor tu Dios te va a dar". Yo creo que basta apelar a la experiencia de los buenos hijos y de los malos hijos. ¡Qué alegría lleva el hijo bueno!. ¡Qué espina lleva el mal hijo! Qué ternura la de la viejita que dice: mi hijo nunca se olvida de mí. Qué amargura la del hombre que dice: mis hijos, ni se acuerdan de su tata. Si se cumpliera esta ley ¡Cuánta felicidad a muchos hogares, a muchos corazones!.

Quinto mandamiento. Homicidio. Sacralidad de la vida humana.

El quinto mandamiento, breve pero tremendo: "No matarás". Aquí se proclama la sacralidad de la vida. Acuérdense que todo está bajo el epígrafe: "Yo soy el Señor tu Dios, yo que he dado vida, salud a tu hermano, tú se la vas a quitar" ¡Cuánta sangre está borrando entre nosotros la felicidad y la santidad de este mandato! Se manda a matar, se paga por matar, se gana por matar. Se mata para quitar de enfrente el enemigo político que estorba, se mata por odio. Cuántos crímenes privados habrán en esos cadáveres que aparecen; muchas veces el origen de la captura fue oficial, pero pienso yo el motivo del asesinato: ¿Cuál habrá sido? ¿Quién habrá pagado?, ¿Qué intereses hay detrás de esa muerte? ¡No matarás! ¡Es terrible!.

Ojalá me estuvieran escuchando hombres que tiene sus manos manchadas de homicidio. ¡Son muchos por desgracia! Porque también es homicida el que tortura. El que comienza a torturar no sabe a dónde va a terminar. Hemos visto víctimas de torturas, llevados con mil subterfugios mentirosos, a morir en un hospital. Son asesinos también, son homicidas, no respetan lo sagrado de la vida. Nadie puede poner la mano sobre otro hombre porque el hombre es imagen de Dios. ¡No matarás! Yo quisiera llevar también esta palabra breve a ese mar inmenso de ignominia que mata hasta en las entrañas de la madre. El aborto, crimen abominable, también es matar. Y pensar que la que tortura, la que asesina es su propia madre... ¡No matarás!. Cuando Cristo perfeccionaba este mandamiento decía: "ya cuando comienzas a odiar, has comenzado también a matar". Por eso vino a perfeccionar Él, con los consejos evangélicos, los mandamientos: para ponerlos lo más lejos posible de la posibilidad del hombre, para que fueran siempre felices no cometiendo las desobediencias contra la ley del Señor.

Podíamos seguir aquí, porque este quinto mandamiento entre nosotros, está muy descuidado, pero ¡trágicamente descuidado!. Ojalá que ante la luz de mis palabras que repiten la palabra de Dios, miráramos con más respeto la vida del hombre. Sobre todo, si ese hombre está bajo el poder de quien lo está haciendo sufrir. ¡Respétalo por favor!. ¡No lo mates!, ¡No lo estés matando!. ¿Dónde están los desaparecidos?. ¿En que cárcel mueren languideciendo o ya murieron, ya los mataron?. Digan siquiera para que las madres sepan siquiera dónde llevarles una corona a sus hijos que lloran en la incertidumbre...

¡No matarás!, aunque manejes tanquetas y fusiles de altos calibres. ¿Por qué murieron los espectadores de la huelga hace apenas unos pocos días? ¿Qué no hay otra manera de apartar una muchedumbre más que tirando balas? Nueve hogares, por lo menos lloran la muerte inesperada tal vez imprudente, pero imprudente de ambas partes. ¡No matarás!. Ojalá se grabara con cincel en la conciencia y en el corazón del que trata con otro hombre sobre todo de autoridad a súbdito: ¡No matarás!, la ley de Dios lo manda.

Sexto mandamiento. Santidad del matrimonio. Recto uso.

El sexto mandamiento, ¡también hay tanto que decir! ¡No cometerás adulterio!. Cuando miramos a la luz de la ley de Dios el ambiente de nuestro País, nos asombramos cómo Dios todavía nos tenga paciencia y no nos trate peor de lo que nos está tratando por culpa de nosotros mismos. Es la santidad del matrimonio, es que sólo en el matrimonio puede haber la relación sexual de un hombre con una mujer y para salvar la santidad de ese acto que colabora con el Creador de Dios en la fecundidad de la vida, Dios prohibe, terminantemente toda relación fuera del matrimonio, entre hombre y mujer. Y he aquí otro buen negocio en El Salvador: los moteles, los burdeles, las casas de cita. ¡Cuánta podredumbre, cuánta miseria, cuánta explotación de la dignidad de la mujer, de la salud, de la vida del país!. Y son buenos negocios. Y si uno creyera, se asustara cuando dicen: es de Don...

Queridos hermanos, puede llover fuego sobre esta Sodoma. Son casa de pecado y que están ocupadas día y noche. Hay tiempo para ofender a Dios. No hay austeridad en la vida. La ley de Dios está sobrando.

¡No adulterarás! ¡No fornicarás!.

Séptimo mandamiento. Santidad de la propiedad privada. Incluye libertad.

Séptimo en el precepto, en el Decálogo: ¡No robarás!. Qué examen de conciencia podríamos hacer aquí, hermanos cuando el robar como que se va haciendo ambiente. Y al que no roba se le llama tonto, y al que hace un negocio o emprende una obra y no saca su mordida -a veces millones-, no ha sabido aprovechar. ¡No robarás!. Otra cosa sería el país si no se robara tanto...

Quiero hacer justicia a muchas personas que tiene dinero y que son muy honradas y se quejan de que se les echa a ellos la culpa en todo. Nos hacen mirar hacia otra parte para decir: no son las catorce familias las culpables solamente, van multiplicándose ya esos apellidos. Van saliendo ex-funcionarios bien provistos para su porvenir. Se van multiplicando propiedades, casas, negocios. ¿Será todo bien habido? ¡Bendito sea Dios!. Pero, si en el fondo está quejándose el séptimo mandamiento, no puede bendecir el Señor. ¡No robarás!, es la verdad y lo que tienes lo has robado, lo has robado al pueblo que perece en la miseria, lo has robado..... Cuántas más cosas podrían decirse de este precepto para el cual parece que ya no hay importancia. Pero, hermanos, robar, siempre será pecado. Y será ley de Dios no robar.

Octavo mandamiento.

Sigue el octavo precepto: "No darás testimonio falso contra tu prójimo". ¡La ley de la sinceridad! Yo quiero darle gracias a Dios porque la Iglesia tiene el lenguaje de la sinceridad. Quiero darle gracias a Dios porque en medio de un mundo de mentiras, donde nadie cree en nada ya, se le cree todavía a la Iglesia. Gracias a Dios que se conserva el sentido de la credibilidad. La capacidad de dialogar porque saben que la Iglesia no engaña. Es dura, porque no sabe mentir. Pero en este mandamiento de la mentira ¡Cuántas cosas también habría que recortar! ¿Quién cree las noticias de nuestros periódicos, sobre todo cuando las comentan en favor de ciertos intereses? Por suerte que el pueblo -y yo lo felicito- está aprendiendo a leer y está aprendiendo a oír radio y está aprendiendo a ver televisión. No todo lo que sale allí es verdad. Hay mucha mentira. Hay mucho pecado contra el octavo mandamiento.

Un escritor moderno dice: "Si amaneciéramos un día con el propósito de cumplir la ley de Dios, al llegar a tu casa y buscar el periódico, encontrarías muchos lugares en blanco". ¡Ah!, es que ahora está prohibido mentir. Cierto que habría más confianza en las relaciones de los hombres, pero ¿A qué hemos llegado en nuestro ambiente?: Queridos hermanos, a una desconfianza tan grande que siempre que vamos a platicar con alguien miramos a todas partes a ver quién está oyendo. Porque el ser oreja, también es pecado contra el octavo mandamiento..... Porque muchas veces la información que se lleva va inspirada por un odio, por una venganza. Así he visto sufrir a muchos hombres porque los mal informaron, dieron falso testimonio de ellos. Lo que está pasando con las comunidades de nuestra Iglesia, es que son víctimas de este pecado: El falso testimonio.

Me acuerdo cuando me enseñaron algunos que dicen argumentos para la expulsión de algún sacerdote. Pude darme cuenta de la mentira y del descaro con que se llevan informaciones donde se toman decisiones injustas, inspiradas en el pecado contra el octavo mandamiento. ¡Un poco de conciencia, queridos hermanos!, un poco de conciencia para decir siempre la verdad. Mejor callar, aunque a veces el callar es cobardía cuando tienes que hablar desmintiendo al que está pecando con falso testimonio.

Noveno y Décimo mandamientos. Los deseos ilícitos que pueden desembocar en acciones contra el sexto y séptimo mandamientos.

Vienen los dos últimos preceptos: "No codiciarás los bienes de tu prójimo", "ni desear la mujer del prójimo", como preceptos previsores para no caer luego en la violación de la santidad de la propiedad o del matrimonio.

Como ven, los mandamientos escritos en el Monte Sinaí, como nos continúa diciendo la Biblia, son lo más grandioso de las relaciones con Dios y de nuestras mutuas relaciones. Ojalá que esta Cuaresma sea para volver a una revisión de vida y ver cómo cumplimos.

c) Mediación de Moisés

Después de esto, terminemos la ceremonia del Sinaí, Moisés mandó a matar animales para sellar la alianza que se había rubricado con Dios y la mitad de la sangre la aspergió sobre el pueblo, como para marcar con sangre de víctima, la promesa que había hecho. Haremos todo lo que dice Yahvé. Los diez mandamientos de la ley de Dios son la respuesta de los hombres a la alianza que Dios quiere hacer con los hombres. Cumplir esos mandamientos es ratificar cada día el convenio firmado con Dios: "Yo seré vuestro Dios y vosotros seréis mi pueblo". No nos gloriaremos ser pueblo de Dios mientras conculcamos tanto los mandamientos contra la ley del Señor.
 


2. LA LEY ES NECESARIA, PERO NO BASTALetra sin espíritu: el templo, las fiestas, la institución sacrificial

Aquí voy a fijarme ya en el Evangelio de hoy, ¿Qué es el evangelio de hoy? Cristo formando con cordeles un azote para sacar del templo a los que habían hecho de la ley de Moisés un negocio, a los que habían hecho del templo, signo de la unión con Dios, un mercado, una cueva de ladrones. Para fustigar y purificar el signo santo que era el templo y era el sacrificio y era el culto pero con tantas leyes se habían convertido en legalismos y estaban muy lejos del espíritu.

El Evangelio de San Juan es muy pintoresco en recoger todos esos signos de los judíos. En el Evangelio de hoy aparece por ejemplo el signo de las fiestas, el signo del templo, el signo de la institución sacrificial. Todo eso no era más que signo, era letra de la ley. Pero el legalismo no es el espíritu. Lo que Dios quiere ante todo es el espíritu.

No basta la letra, es necesario el espíritu. (Encíclica Redemptor Hominis)

Ya que les anuncié la carta Encíclica de su Santidad Juan Pablo II, no quiero privarles de leer un pensamiento cuando Él habla de la redención y de los hombres de hoy. Dice que no basta la letra, sino que es necesario el espíritu: "Ya desde la primera mitad de este siglo, en el periodo en que se estaban desarrollando varios totalitarismos de Estado, los cuales -como es sabido- llevaron a la horrible catástrofe bélica, la Iglesia había delineado claramente su postura frente a estos regímenes que en apariencia actuaban por un bien superior, como es el bien del Estado, mientras la historia demostraría, en cambio, que se trataba solamente del bien de un partido, identificado con el Estado". Se trata de los regímenes antes de la Guerra Mundial, sobre todo Alemania, Italia, de donde nacieron luego las formulaciones de la "seguridad del Estado", que son ahora las inspiraciones de nuestros regímenes en América Latina. Dice el Papa que, precisamente, por haber visto esa triste historia de las violaciones de los derechos en esos países que se gloriaban de servir al bien común, por eso surgió la Institución de las Naciones Unidas y se hizo la Declaración de los Derechos Humanos.

A esto se refiere el Papa cuando dice: "al compartir la alegría de esta conquista con todos los hombres de buena voluntad, con todos los hombres que aman de veras la justicio y la paz, la Iglesia, consciente de que la sola "letra" puede matar, mientras solamente "el espíritu da vida", debe preguntarse continuamente junto con esos hombres de buena voluntad si la declaración de los derechos del hombre y la aceptación de su "letra" significan también por todas partes la realización de su "espíritu". Surgen, en efecto, temores fundados de que muchas veces estamos aún lejos de esta realización y que tal vez el espíritu de la vida social y pública se halla en una dolorosa oposición con la declarada "letra" de los derechos del hombre. Este estado de cosas, gravoso para las respectivas sociedades, haría particularmente responsable, frente a estas sociedades y a la historia del hombre, a aquellos que contribuyen a determinarlos".

Entonces nos gloriamos de que los derechos humanos coinciden con la ley de Dios, pero así como el Papa dice: De la declaración de los derechos humanos aceptada por muchos países, como si un nuevo Sinaí hubiera inspirado un nuevo respeto a Dios y al hombre, cabe preguntar: si tanto la ley de Dios como la Declaración de los derechos humanos, solamente está sirviendo para apañar con la "letra", pero su "espíritu" está muy lejos de lo que se esperaba de todo esto.

Y aquí es donde cabe una revisión de nuestra semana. Pero antes de mirar desde la Iglesia, yo miro hacia adentro de nuestra Iglesia para hacerla cada día más fiel, más coherente, más inspirada en la verdadera palabra del Señor.
 


HECHOS ECLESIALESLa primera noticia, de la cual ya he dicho bastante, es la Encíclica de su santidad:Redemptor Hominis, que comienza a darle la vuelta al mundo. Los tres grandes conceptos que el Papa lleva muy grabados en su corazón: Cristo, la Iglesia, el Hombre; y, sobre todo, los hombres iluminados y servidos por Cristo y por la Iglesia, son como el alma de esta Encíclica que respalda plenamente un servicio de la Iglesia a la palabra de Dios, y a los derechos de Dios y de los hombres. Preparamos una edición que muy pronto se comenzará a difundir. En mi entrevista del próximo miércoles voy a darles más informes sobre este preciosísimo documento.

Hoy iniciamos la jornada del Sacrificio Voluntario. El centro Ana Guerra de Jesús que se ha encargado durante años anteriores, se va a encargar también, hoy, de recoger en los templos la ayuda fraternal que ustedes quieran dar para socorrer el hambre en el mundo y ayudar a otras obras de promoción de la Iglesia.

Mañana, recuerden todos, es el día de San José. Varias parroquias y congregaciones lo celebran como patrono. Quiero recordar con cariño el Seminario San José de la Montaña que está puesto bajo su protección. Queremos, por eso resucitar la obra de las vocaciones bajo el patrocinio de San José. Entre las parroquias que celebran y tendré el gusto de participar están San José Villanueva, y San José Cortés a donde estaré esta tarde. A San José Villanueva esta misma mañana.

También, hablando del Seminario, quiero recordarles aquí con cariño tres reuniones con tres grupos de jóvenes seminaristas de Chalatenango, donde tenemos un seminario menor, en San José de la Montaña con los menores y los mayores.

Como obra vocacional, una invitación para que el Sábado próximo 24 de marzo, a las cuatro de la tarde, asistan a la ordenación sacerdotal del Diácono Ezequiel Gámez que tendrá lugar en la Iglesia Parroquial de Santa Lucía en Suchitoto.

Quiero avisarles con tiempo que para el Viernes de Dolores, 6 de abril, queremos que en toda la Diócesis se intensifique la oración y la penitencia. Que hagamos mucha oración como dice el Papa en su Encíclica, porque es la puerta que vivifica nuestra Iglesia.

Un alerta a las falsas celebraciones que muchas veces gente no autorizada por el párroco, organizan semanas santas, procesiones, vía-crucis. Sepan siempre que el Párroco es el responsable y hay que estar en comunión con él para todas estas acciones.

Quiero anunciarles a las diversas comunidades que están escuchando por radio, por si quieren aprovechar los servicios que desde la Catedral va a prestar nuestra Radio, el Domingo de Ramos a las ocho de la mañana comenzará la bendición de palmas en la Iglesia de El Calvario y de allá vendremos a terminar con la misa de campaña frente a Catedral. El Jueves Santo, ya que la procesión del Silencio es una institución en muchos pueblos, les invitamos a unificarla; desde las 10 hasta las 12 de la noche habrá un servicio radiofónico para unificar el mensaje de esa concentración que ojalá sea muy ordenada y muy piadosa, la procesión del silencio el Jueves Santo en la noche. El Viernes Santo, desde las 11 A.M., el vía-crucis de la catedral que se puede también servir para las otras parroquias que hacen a esa hora sus vía-crucis. Y el Santo Entierro si lo quieren unificar también con el de la Catedral que saldrá de El Calvario, a las 6 1/2 de la tarde hasta las 9 de la noche. Lo mismo la Vigilia del Sábado Santo que es la meta de nuestra Cuaresma, será celebrada en Catedral y transmitida por radio el Sábado Santo a las 7 de la noche.

Yo pido excusas a las comunidades de san Pedro Perulapán, El Paraíso, Monte San Juan, porque circunstancias especiales no me permitieron acudir a la invitación que me habían hecho. Espero visitarlos en próxima oportunidad.

Quiero denunciar el robo sacrílego en la Villa de San Cristóbal, en Cuscatlán.

Quiero unirme a la alegría de los PP. Josefinos en el Colegio Cristóbal Colón, donde celebraron una bella semana Josefina, cuya inauguración tuve el gusto de hacérselas el lunes por la mañana en una amistosa Misa de Juventud.

Quiero agradecer a la Escuela "Luis de Marillac" de Santa Tecla, el obsequio de víveres, ropa y otros objetos para los necesitados, principalmente para la cárcel de mujeres. Me dio mucho gusto que una escuela de pobres, ayuda a los pobres.
 


HECHOS DE LA REALIDAD NACIONALDesde la Iglesia que vive estas y otras circunstancias, enfocamos ahora dos acontecimientos principales de los conflictos obrero-patronales y la libertad que se ha concedido a los reos acusados de violar la ley de Garantía y Orden Público.

En cuanto al conflicto de la Constancia y Tropical ya es conocido por ustedes el trabajo de nuestra Arquidiócesis. Sin embargo quiero lamentar el poco respeto que las autoridades militares tuvieron para dos sacerdotes pedidos por los obreros como garantía para salir de la huelga. No se les dejó entrar, se les tuvo cerrados en el bus de la Cruz Roja, ni siquiera se les permitió abrir las ventanitas. Esto mismo sucedió cuando la ocupación de la OEA y la ocupación de la Embajada de México. Quiero decir claramente: que los sacerdotes no han ido de metidos han ido porque los pedían aquellas personas que tienen confianza en la Iglesia. Y era deber permitir, así como se permitió a la Cruz Roja y a la Comisión de Derechos Humanos, que ellos también formaban parte de la Comisión, se les tratara con un poco de respeto.

Quiero aclarar que los periódicos publicaron parte de alguna declaración que yo hice, pero que mutilaron un poco mi mensaje sobre el conflicto de la Constancia y Tropical. No mencionaron que yo había dicho que la raíz del malestar continúa mientras no haya justicia social en las relaciones en El Salvador. También omitieron la felicitación que yo dirigí a los obreros de La Constancia por su serenidad, firmeza y valentía, capacidad de diálogo y que también felicité por esta apertura y capacidad a la parte patronal. A ambas partes les agradecí la confianza que manifestaron en la Arquidiócesis y últimamente he recibido el agradecimiento de la parte patronal.

Aunque ya este conflicto, gracias a Dios, ha terminado, la Iglesia estará alerta para ver lo que va a seguir, porque la triste experiencia de otra situación que se resolvió fue que, poco a poco, con medidas represivas se fue destruyendo el sindicato, y acabó también hasta con uno o varios asesinatos de dirigentes obreros. Quiera el Señor apartar de la mente, el demonio de la venganza y que todos nos alegremos de la paz que ha vuelto en ese conflicto.

Queremos lamentar algunos incidentes, además del que ya dijimos de los sacerdotes, las muertes y los heridos que han quedado. Y un llamamiento de atención para que ojalá no vuelvan a suceder esas cosas. También el pueblo organizado para presionar el retiro del cerco policial en La Constancia y Tropical, se tomó la Catedral y estuvo incendiando buses. Acerca de esto quiero hacer mías estas palabras de un comunicado cuando dice: "Que el movimiento popular encabezado por el FAPU y el BPR y otros, etc., comprendan que si cuentan con simpatías y militantes en el seno del pueblo y en el sector trabajador su radicalismo también detiene su desarrollo y lo único que hace es encender pasiones que causan más daño que unidad en las causas en que todo el pueblo necesita juntarse; pues sus aportes en la lucha también han servido". En otras palabras, el lenguaje de la Iglesia NO a la violencia, NO identificación con ningún grupo concreto. Lamenta que tenga que recurrirse a estos medios para contrarrestar la violencia contra la cual luchan estos organismos. Sería bueno que en momentos difíciles se reflexionara para no hacer más mal que bien.

Desde luego quiero decir que yo no estoy de acuerdo con la ocupación de la Catedral, pero que lamento que se recurra a estos medios por no encontrar cauce donde esas voces tienen que oírse.

Otros conflictos que se están negociando todavía: PRONAC, STECEL, motoristas de la ruta 5 y 28 y otras fábricas. Hacemos siempre una apelación a la capacidad de diálogo que nuestros salvadoreños tienen, cuando quieren.

El Sindicato del Seguro Social denunció que el Consejo Directivo violó el contrato colectivo. El sindicato de la industria del Café denunció el despido de 2836 trabajadores en los beneficios de la Compañía Salvadoreña de Café.

Siempre en relación con esta situación laboral, identifican el cadáver del líder sindical Oscar Armando Interiano García, quien había sido capturado el 13 de febrero y se le daba por "desaparecido". El 27 de febrero se encontró su cadáver como ya todos saben.

Respecto a estos incidentes, huelgas y demás conflictos declarados ilegales, que provocan agitación, desaliento -dice la Cámara de Comercio-, provocan también desaliento en la inversión, en la desocupación, disminución de ingresos al tesoro del Estado. También, el Señor Presidente ve en la huelga sólo un pretexto de los subversivos por crear agitación, pide a obreros que propongan sus demandas a través de los cauces legales. Yo quisiera recoger estos criterios para decir la voz de la Iglesia: que estaría bien todo eso cuando de verdad hubiera esos cauces legales. Por eso, la declaración del Señor Ministro del Trabajo que anunció la reforma de códigos de trabajo y confesó la carencia de cauces legales, está señalando una contradicción en el gobierno. Que, por tanto, hay que buscar esos cauces legales para que las situaciones violentas tengan escapes legítimos. Por su parte la Iglesia, en mi Tercera Carta Pastoral, he señalado los servicios que está dispuesta siempre a prestar. No son precisamente para fomentar agitaciones, pero sí reclaman para que las válvulas de escape existan y todas estas cosas se organicen, se resuelvan como desean quienes se ven precisamente en el conflicto.

Ahora hermanos, nos alegramos con la libertad que se anuncia a 75 procesados por la Ley de Orden Público, es una parte de lo que hemos pedido. Entonces faltaría todavía no dejar en el olvido y desamparadas a las familias de los otros por los cuales la Iglesia y muchas instituciones han estado abogando. También, no basta la abolición de una ley, si no hay espíritu de cumplir un mayor acercamiento al bien del pueblo. ¿Por qué se encontraron los cadáveres de los hermanos Martínez de Chalatenango? Yo he visto llorar personalmente a la mamá y a la esposa de estos cristianos hermanos nuestros. Lo mismo el cadáver del catequista Juan Antonio Fuentes que fue identificado en Sensuntepeque, había sido capturado el 22 de febrero en su casa de habitación y varias personas vieron el hecho.

Continuación de cateos, de desaparecidos, indican que la abolición de la Ley de Orden Público no es suficiente. Como ya dijimos antes, no se pone el espíritu a buscar una verdadera tranquilización y una verdadera justicia en nuestro pueblo.

Nos preocupan las noticias que en esta semana se dieron acerca de los secuestrados y esperamos que todavía se aproveche el tiempo y la capacidad de negociación para poner a salvo esas vidas.

Nos alegramos de que el niño migueleño Carlos Mario Villatoro, haya sido encontrado. Y como notas de heroísmo y felicitación, a propósito del secuestro de este niño, quiero decir en público mi admiración por un hermano Marista, un religioso que se ofreció como rehén a cambio de que se dejara al niño. No fue necesario, pero el gesto del religioso quedó en pie, lo mismo que quedaron en pie aquí en la Arquidiócesis sacerdotes y religiosas. Yo quiero felicitar y agradecer a aquellos sacerdotes y religiosas que cuando en un momento se dijo que se necesitaría algunos voluntarios para ir a proteger del cerco militar a los obreros en huelga, se ofrecieron. Tampoco hubo necesidad, pero el gesto de estos sacerdotes y religiosas queda también como un signo de admiración entre nosotros...
 


3. CRISTO ES LA PLENITUD DE LA LEYNos vamos a acercar al altar con el tercer pensamiento, ya solamente lo insinúo: la ley es necesaria pero no basta la letra, sino que es necesario el espíritu de la ley, sólo Cristo es la plenitud de la ley. No lo olvidemos cuando vamos caminando en nuestra Cuaresma hacia el Calvario y hacia la Resurrección.

- Cristo, el verdadero templo: muerte y resurrección puerta de salvación. San Pablo nos ha dicho que ni el signo que buscan los judíos con la ostentosidad de su templo, con los milagros, ni la sabiduría de los griegos, salvará a la humanidad, sino la fuerza salvadora está en el Cristo crucificado. Este es el signo, cuando Cristo esta mañana nos recuerda su gesto valiente de sacar del templo, a los que estaban profanando ese signo, se presente Él mismo como el templo, como el campo donde Dios se encuentra con el hombre, como el perfecto adorador de Dios y salvador de los hombres.

- Ni los signos de los judíos, ni la sabiduría de los griegos, sino el único signo de Dios: escándalo y necedad para los hombres: Cristo crucificado. Ojalá que todas estas reflexiones de la alianza y de nuestra realidad nacional, nos lleven a comprender como San Pablo ha dicho: "Que no tenemos otra esperanza ni en las leyes, ni en los poderes de los hombres, ni en los signos creados que nuestra confianza y nuestra esperanza. Trabajando, sí las cosas de la tierra, los medios humanos, pero el corazón muy puesto en el gran signo de los cristianos: ¡Cristo crucificado! ¡Cristo resucitado!. Así sea...

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Segundo Domingo de Cuaresma

3/4/2012

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Queridos hermanos, estimados radio-oyentes:

Esperamos que, esta mañana, la Compañía de energía eléctrica nos asegure la continuidad de nuestro mensaje. Quiero decir a todos: que de mi parte no existe ninguna sospecha de que el apagón del domingo pasado, haya sido voluntario: no lo quiero pensar así. Y espero que esta confianza sea respondida, también, con un esfuerzo para darnos un mejor servicio que el del domingo pasado; porque el mensaje de esta mañana es sumamente importante: parte de esa figura de Cristo transfigurado. Podíamos decir que este domingo de Cuaresma, es para la Arquidiócesis de San Salvador como un eco de nuestro 6 de agosto. Es un honor celebrar como patrono de la República al Divino Salvador Transfigurado, que en el evangelio de hoy, nos repite en el ambiente de Cuaresma, frente a la Semana Santa, el gran mensaje de la Transfiguración.
 


CIRCUNSTANCIAS: Cristo transfigurado en el centro. Motivo nacional1. Un muerto nueva víctima de nuestra situación. El marco circunstancial de esta figura de Cristo, aquí en nuestro ambiente, lo hace todavía más necesario. Acaban de sacar de la Catedral a un joven difunto; matado ayer en el conflicto de las huelgas de la Constancia y la Tropical. Un pobre llevado, por su familia pobre, a Cojutepeque para ser enterrado. La Catedral ha tenido ese gusto maternal de recoger el dolor una vez más. Y como madre que entrega a los brazos de otra madre -ese pobre matado, joven-, nos está diciendo: es una nueva víctima de nuestra situación.

2. La peregrinación de Aguilares: Iglesia que honra sus mártires y recoge sus voces de esperanza y renovación. Otro detalle precioso de esta mañana, en el momento en que estamos iniciando aquí nuestra misa en Catedral: parte de Aguilares para el Paisnal una peregrinación de desagravio, de silencio, de oración; para definir que se trata de una plegaria, de una reflexión; con el objeto de honrar la memoria del P. Rutilio Grande que, precisamente, está cumpliendo dos años de haber sido asesinado. Nos unimos desde aquí, queridos católicos peregrinos de Aguilares a El Paisnal, para acompañarles también a ustedes durante estos momentos de oración, y agradecerle al P. Grande y a todos aquellos sacerdotes, religiosas y catequistas que, sin miedo a la muerte, están proclamando un Evangelio que verdaderamente tiene que levantar conflictos, se trata de despertar conciencia.

Gracias a ese mensaje que dejó el P. Grande en Aguilares, allá, también, está marcada la Iglesia con ese sello de autenticidad. "Si a mí me persiguieron -dijo Jesús-, también a vosotros os perseguirán". Yo quiero decirle a las comunidades de Aguilares y a todas las comunidades que en este momento están acompañando esta peregrinación de fe, de esperanza y de amor: ¡que no tengan miedo!, que la persecución es una nota característica de la autenticidad de la Iglesia; que una Iglesia que no sufre persecución, sino que está disfrutando los privilegios y el apoyo de las cosas de la tierra, ¡tenga miedo!; no es la verdadera Iglesia de Jesucristo. Esto no quiere decir que sea normal esa vida de martirio y de sufrimiento, de miedo y de persecución, sino que debe de significar: el espíritu del cristiano. No estar con la Iglesia únicamente cuando las cosas andan bien, sino seguir a Jesucristo con el entusiasmo de aquel apóstol que decía: "si es necesario muramos con Él".

3. Regreso de la peregrinación nacional a San Miguel. El documento de Puebla. Una Iglesia que sigue orientando... También hay otra circunstancia que yo la pongo como marco de nuestra Arquidiócesis, junto con otras que diré de este Cristo transfigurado: y es que estas cosas duras de nuestra Arquidiócesis, junto con otras que diré después están pidiendo a gritos una transfiguración, una renovación, un embellecimiento de la Iglesia y de la Patria. En este sentido yo pienso que nuestra peregrinación nacional, ayer a San Miguel, a los pies de la Virgen de la Paz para llevarle el documento de Puebla: todos los Obispos, el representante del Santo Padre, gran número de sacerdotes, religiosas y fieles, está diciendo -con el sólo gesto de poner a los pies de la Estrella de la Evangelización, a María, unas orientaciones pastorales de América Latina-, que queremos comprometernos con lo que el Magisterio de la Iglesia ha señalado para nuestros pueblos. Para mí es de mucha esperanza ver que todos los obispos, sin diferencias de criterios, decimos que Puebla es un documento que, partiendo ahora de los pies de nuestra Patrona, hay que comprometerse con Él. Por eso hay que comenzar por estudiarlo y no ver allí cosas negativas ni acusarlo por prejuicios, si no que, estudiando, veremos cuántos elementos nos ofrece allí para la liberación, para el embellecimiento, para la libertad, la dignidad, de nuestro pueblo salvadoreño.

El mal sería que pase con el documento de Puebla lo mismo que pasó con Medellín: que muchos, llevados por los prejuicios, a veces por la ignorancia, no lo pusieron en práctica. Si nuestra Arquidiócesis se ha convertido en una diócesis conflictiva, no les quepa duda, es por su deseo de fidelidad a esta evangelización nueva; que del Concilio Vaticano II para acá y en las reuniones de Obispos latinoamericanos están exigiendo que tiene que ser una evangelización muy comprometida, sin miedo. Por eso le hemos pedido mucho a la Virgen de la Paz que esa ceremonia de ayer en San Miguel, no sea solamente un momento de romanticismo y de superficialidad, sino el compromiso serio de: obispos y sacerdotes, comunidades religiosas, comunidades parroquiales; de encarnar en nuestra vida pastoral esa evangelización exigente que señala peligros y que renuncia privilegios, y que no le tiene miedo al conflicto cuando ese conflicto lo provoca nada más la fidelidad al Señor.

Por eso, en este marco de una Patria, de una Iglesia que siente dentro de ella y a su alrededor cuántas cosas hay que transfigurar, ¡qué hermoso aparece la figura de Cristo transfigurado!.
 


CUARESMA, TRANSFIGURACION DEL PUEBLO DE DIOS1. La alianza que dio origen al pueblo de Dios: Abraham.

2. Cristo transfigurado, modelo y causa de la transfiguración.

3. El pueblo de Dios que debe transfigurarse, hoy y aquí.

Para que nuestro evangelio, que hoy meditamos, sea como he querido inculcarlo siempre: una palabra viva que me está hablando a mí, a tí, a la familia, a la comunidad, que en 1979 siente todo lo duro de esa mordida de nuestra realidad; todo el veneno del mal y toda la esperanza del bien.
 


1. LA ALIANZA QUE DIO ORIGEN AL PUEBLO DE DIOS: ABRAHAM 
a) Nexo creación-alianza con Noé y alianza con Abraham

La primera lectura nos habla de Abraham en una de las pruebas más tremendas de la fe. Pero como quisiera que esta catequesis de nuestra Cuaresma, sea como nos aconseja el Concilio: un repaso de la historia de nuestra salvación, les quisiera invitar a no olvidar la lección del domingo pasado que tiene mucha conexión con la de hoy. El domingo pasado era Noé saliendo del diluvio, frente al arco iris que Dios toma como señal de una alianza de carácter natural, Dios promete que no habrá otro diluvio que destruya la naturaleza.
Me gustó mucho cuando el P. José Luis, en su comentario que hace el lunes a la una de la tarde de esta homilía sacaba una conclusión que yo no saqué: que esa alianza del arco-iris, esa alianza de Dios entregándole al hombre una naturaleza purificada del pecado por el castigo del diluvio, es una alianza que le exige al hombre un respeto a la naturaleza; y el Padre José Luis sacaba una conclusión muy urgente: el gran problema ecológico. Ustedes saben que está contaminado el aire, las aguas; todo cuanto tocamos y vivimos; y a pesar de esa naturaleza que la vamos corrompiendo cada vez más, y la necesitamos, no nos damos cuenta que hay un compromiso con Dios: de que esa naturaleza sea cuidada por el hombre. Talar un árbol, botar el agua cuando hay tanta escasez de agua; no tener cuidado con las chimeneas de los buses, envenenando nuestro ambiente con esos humos mefíticos; no tener cuidado donde se queman las basuras; todo eso es parte de la alianza con Dios. La consecuencia es muy útil, sobre todo cuando en El Salvador tenemos la tasa de población más densa. Cuidemos, queridos hermanos salvadoreños, por un sentido de religiosidad también, que no se siga empobreciendo y muriendo nuestra naturaleza. Es compromiso de Dios que pide al hombre la colaboración. Pero eso queda en el ámbito de la creación de Adán a Noé, de Noé a Abraham; son dos etapas pero de un mundo natural, de un Dios que ha creado una naturaleza para entregársela al hombre.

b) Vocación de Abraham. Ahora comienza un tercer capítulo, la alianza con Abraham, es de carácter muy especial, de esta alianza va a nacer el pueblo de Dios, por eso titulo a este pensamiento: la alianza que dio origen al pueblo de Dios.

c) Tres pruebas de su fe. La prueba de a fe de Abraham que se nos presenta hoy en la Biblia, es la tercera prueba, para ver cómo ese hombre, a quien Dios va a constituir padre de los creyentes, confía en él y su raza será: los hombres que tienen fe.

Cuando San Pablo habla de la redención en Cristo, comparándola con la ley de Moisés, dirá que en Cristo vuelve a reaparecer la fe que Dios exigió a Abraham, y que el hombre no se salva por la ley solamente, sino por la fe. Esto que mucho vale cuando le queremos dar a nuestras relaciones humanas una base de legalismo, como si la ley fuera todo. Y hemos repetido mil veces y no nos cansaremos de repetir: "No es el hombre para la ley sino la ley para el hombre". La ley, dice San Pablo, no hace más que señalar el pecado, pero no da la fuerza para evitar el pecado. En cambio la fe y la redención es la gran obra de Cristo que pide, creer en Él, ésta es la que salva.

"Sal de tu tierra..." Dios afianzando a ese hombre que va a ser el modelo de la fe de todos los hombres, lo encuentra ya casi centenario, y con una frase gráfica, la Biblia dice: "ya sus energías generadoras marchitas, y su mujer también estéril..." No han tenido hijos y están en la vejez. Y en ese marco de desierto, de muerte, de ramas marchitas, se presenta Dios para decirle: Sal de tu parentela y vete a la tierra que yo te mostraré y te voy a dar, y allí lo poblará un pueblo descendiente tuyo -era como para reírse- sin embargo, Abraham, que tiene fe y dice, para Dios no hay imposible, y sin saber a donde va, coge su camino junto con su mujer estéril, con la esperanza de ir a formar un pueblo.

Mira al cielo... Tu descendencia... Por eso, otro día que Abraham, en esas pruebas de la fe, levanta su plegaria al Señor: que le de una muestra de esa promesa que parece imposible, una burla, un ridículo, Dios lo invita a mirar las estrellas. "Tan numerosas como esas estrellas será tu descendencia y todas las naciones de la tierra serán benditas en ese pueblo que va a nacer de tus entrañas". Y entonces se realiza una alianza al estilo que explicábamos el domingo pasado: Animales partidos por la mitad, Abraham que pasa en medio y luego el Espíritu de Dios que pasa también, así se firmaba una alianza. Un animal partido, matado, era como el reclamo: estos que van a hacer alianza tienen que cumplirla y si no, sean malditos y acaben como estos animales.

El sacrificio de su hijo. Y Dios, condescendiente con los hombres, hace la alianza de sangre con Abraham. Y cuando el imposible se cumple y la estéril tiene un hijo, y Abraham está feliz porque ya no morirá sin descendencia porque Isaac es una realidad, entonces Dios le dice: "Toma a tu hijo y vete al monte Moria para sacrificármelo". Piénsenlo padres de familia ¿qué sentirían ustedes si Dios les pide eso, sacrifícame a tu hijo en holocausto? Era la expresión más acabada del sacrificio: quemar a la víctima también, que no quede ni seña. Y Abraham, probado en la fe, se somete a esta tremenda prueba -como nos ha dicho la lectura de hoy-, y aquel Isaac caminando con su leña hacia el Monte Moria, es imagen de Cristo con su cruz a cuestas.

Yo tuve la dicha de conocer el Calvario, donde murió Nuestro Señor y, en una de las pinturas está este cuadro: Isaac caminado con su leña para el sacrificio, mientras Cristo también camina con su cruz. Sólo que para Cristo, como nos va a decir hoy San Pablo, Dios no le perdonó la vida; en cambio a Isaac, la voz de Dios se hace oir: "ya probé tu fe, no es necesario que mates a tu hijo". Abraham le ofrece un cordero, para que en su nombre sea ofrecido en holocausto, e Isaac es el Patriarca que se va a mencionar luego en las invocaciones de Dios: "el Dios de nuestros padres, el Dios de Abraham y de Isaac, de Jacob..." porque así sentían a Dios los patriarcas.

d) Nace un pueblo. Ha nacido un pueblo, lo ha prometido Dios y ese hijo único, probado hasta en el holocausto, será cabalmente, el riachuelo de donde comienza a crecer esa inmensa raza a la que Dios ha hecho otra promesa tremenda: emigrará a tierra extranjera. pasará cuatrocientos años bajo el yugo de los egipcios, pero luego vendrá -esto queda para el otro domingo- la alianza con Moisés.

Cuatro siglos después, de que aquel pueblo ha estado buscando qué comer en Egipto, se ha hecho esclavo, y comienza el libro del Exodo: la preciosa emigración hacia la tierra prometida. Hasta entonces -fíjense, más de cuatrocientos años-, se va a cumplir lo que Dios le prometió a Abraham: "Te daré una tierra. Esta tierra será tuya". Abraham creyó, aunque murió sin ver muchas de las cosas que Dios le prometió. Por eso, cuando Cristo refutaba a sus enemigos, decía: "Abraham deseó ver ese día y no lo vio". Abraham creyó en Cristo sin conocerlo. Abraham creyó que de ese pueblo iba a nacer el Redentor de los hombres por eso ese pueblo es maravilloso. Cuando nos habla el Concilio del Pueblo de Dios, nos remonta hasta esta fuente que estamos meditando ahora y dice así en el capítulo II, sobre el pueblo de Dios: "... fue voluntad de Dios el santificar y salvar a los hombres, no aisladamente, sin conexión alguna de unos con otros, sino constituyendo un pueblo, que le confesara en verdad y le sirviera santamente."

Para eso hizo Dios un pueblo, para que lo confesara y le sirviera. "Por ello eligió al pueblo de Israel que comienza a nacer de Abraham como pueblo suyo, pactó con él una alianza y le instruyó gradualmente, revelándose a si mismo y los designios de su voluntad a través de la historia de este pueblo, y santificándolo para sí".

Yo quisiera que distinguiéramos bien, queridos hermanos, entre pueblo y Pueblo de Dios. Esta distinción hoy, es muy necesaria. No todo pueblo es Pueblo de Dios y el Concilio también hace una diferencia entre el Reino de Dios y el progreso humano. Porque si confundimos estos dos conceptos, podemos caer en aquel peligro que el Papa Juan Pablo II observaba a los Obispos en México: de no confundir: con una democracia un sentido únicamente de pueblo, el pueblo que nace de la predilección de Dios; pero nace del pueblo, porque el Papa también dijo: "la Iglesia nace de la respuesta de los hombres de Dios por la fe". Pero no todos los hombres responden por la fe.

Por eso en El Salvador, hay muchos que no son Pueblo de Dios, aunque son pueblo salvadoreño. El Pueblo de Dios, nos acaba de decir el Concilio: es una posesión de Dios, una marca que Dios imprime para que lo adore, para que lo confiese, para que le ore, para que le dé gracia. Ese pueblo de Dios, tiene una larga historia: todo el Viejo Testamento. Allí se distingue muy bien, cómo el pueblo de Israel, cultivado por los patriarcas, por los profetas, por los hechos maravillosos de Dios, era como el pueblo predilecto en medio de todos los otros pueblos y Dios mismo le ha dicho a Abraham: "En ese pueblo tuyo, serán bendecidas todas las naciones". Porque Cristo nacerá de ese pueblo; y los otros pueblos, que no son pueblo de Israel, se formarán luego por la fe, que es lo principal: el pueblo que Dios está construyendo en su principio cuando hace alianza con Abraham.

e) Moisés y Elías. Síntesis de la historia del Viejo Testamento. Por eso fijémonos en el Evangelio de hoy en el Monte Tabor, que es el monte que la tradición cree que sucedieron estas cosas allí; aparecen Moisés y Elías como las dos cumbres más altas del Pueblo de Dios.

Moisés que escribía la ley de ese pueblo, que será el conductor hacia la liberación de ese pueblo, el profeta que Dios anunció y al que hay que oir -dijo Dios, en el Viejo Testamento, hablando de Moisés-. Qué eco más bonito se oye hoy, también, cuando el Padre dice de Cristo transfigurado: "Oidle", lo mismo que dijo hablando de Moisés en el Viejo Testamento: el Nuevo Moisés transfigurado es el Hijo de mis complacencias, oidle. Moisés, pues, es una cumbre del Viejo Testamento y por eso tenía que estar allí donde está desembocando toda la corriente de las promesas que Dios hizo a Abraham. La anunciaron profetas y reyes, y siglos y siglos: "Vendrá el Salvador de las naciones, el Dios de nuestros padres lo ha prometido". Y de esa esperanza vivió todo el Viejo Testamento.

Aparece, también, Elías la cumbre del profetismo. Elías en una situación, quizás, parecida a nuestra patria salvadoreña: Crímenes, distorsiones en la verdad, maquinaciones políticas indignas, manejos de soborno a la justicia, abuso de la riqueza y del dinero. Elías huye al desierto "¡Ya basta Señor!" Como nuestro lema de la procesión de los sacerdotes: "¡Basta ya!". Pero Elías, en un tono casi de pesimismo, se arrimó a una matita que apenas da un poquito de sombra en el desierto para morir. Ya quería morir, cuando Dios lo manda despertar: "Levántate que todavía te resta un gran camino que caminar". Y alimentado con un pan misterioso, caminó 40 días y 40 noches, hasta llegar a donde él quería llegar: el Monte Horeb. El Monte Horeb, donde tuvo una nueva "teofanía", Dios se le manifestó, lo llenó de fortaleza y de consuelo, así como a Moisés también después de cuarenta años de atravesar el desierto. En Moisés y en Elías, tenemos las Cuaresmas clásicas con el gran protagonista de la Cuaresma cristiana: Cristo Nuestro Señor. Hay algo de grandioso en la Cuaresma. Por eso decía yo: Cuaresma, renovación del pueblo.

Cuando Elías llega pesimista por lo que pasa en su patria, al Monte, para confrontar con esa ley que Dios ha dado en el Sinaí, las traiciones que el pueblo está haciendo a la ley de Dios, Dios lo anima: no tienes que morir, tienes que seguir trabajando.

Queridos hermanos, ese es el Pueblo de Dios. Pueblo que cree, como dice la Biblia hablando de Abraham: "creyó contra toda esperanza". Que necesario nos es eso aquí en El Salvador: ¡creer contra toda esperanza!. Aún cuando aparezcan apagadas todas las luces, cerrados todos los caminos. Si la fe de Abraham traducida en su pueblo, como un pueblo creyente, llega hasta nosotros, ¡imitémoslo!. Si el valor de Moisés aun cuando sufría la persecución de su propio pueblo, lo hizo llegar hasta la muerte para ser fiel al designio que Dios tenía sobre su vida, si la fidelidad de Elías lo llevó también aun cuando pesimista pensaba en un suicidio, a levantarse y seguir trabajando, ¿qué nos impide a nosotros, hermanos salvadoreños, Pueblo de Dios de 1979? Nuestro desierto, nuestra Cuaresma, nuestra sangre; todo eso se puede convertir en liberación, en luz, en consuelo y esperanza.
  


2. CRISTO TRANSFIGURADO, MODELO Y CAUSA DE LA TRANSFIGURACION"El misterio del hombre sólo puede explicarse en el misterio de Cristo".

a) En Cristo desemboca el Viejo Pueblo de Dios. En Cristo nace el nuevo Pueblo de Dios.

b) Pedro, Santiago y Juan. Junto a Moisés y Elías, personeros del Viejo Testamento, están tres hombres que ya pertenecen a nuestro cristianismo: Pedro, Santiago y Juan. El primer Papa, los primeros obispos, los primeros cristianos. Ellos también gozan de aquella epifanía, hasta el júbilo de Pedro que dice: "Señor, qué bueno es estar aquí, quedémonos: podemos hacer tres chozas: una para tí, otra para Moisés y otra para Elías". Pero Cristo que comprendió que aquel entusiasmo no es para la oportunidad, porque hay que seguir trabajando, lo manda callar: "No digan nada hasta que resucite el Hijo del Hombre".

c) El "misterio pascual": Entonces aparece la lectura segunda de hoy, precisamente describiéndonos a ese Cristo que el Padre ha llamado el Hijo de mis complacencias y que Cristo mismo ha llamado el hijo del Hombre.

San Pablo, lo llama con una palabra que hoy modernamente diríamos: el misterio pascual. El misterio pascual es la muerte y la resurrección de Cristo. Y yo quisiera subrayar mucho esta palabra, porque la cuaresma renueva al pueblo precisamente porque lo prepara para la celebración del misterio pascual.

Queridos hermanos, ya es tiempo de madurar una semana Santa entre nosotros. Ya no es tiempo de estar viviendo semanas santas que sólo consisten en procesiones que dejan el corazón tan incrédulo, tan materialista, tan egoísta, como antes (de la procesión). Ya es tiempo de pensar que una Semana Santa tiene que ser una conversión del pueblo hacia la Pascua, hacia la muerte del Señor para resucitar con nuevas madureces, con nuevos bríos; como Elías, después de su cuaresma; como Moisés, después de atravesar el desierto, sentir que Dios va con el pueblo y, en vez de buscar soluciones de odios y de violencias y otros caminos que no hacen más que entorpecer el progreso de nuestro pueblo, buscarlo aquí, donde Puebla lo acaba de señalar en las palabras de Juan Pablo: Abridle las puertas a Cristo, las puertas de la política, las puertas del comercio, las puertas de la sociología, todas las puertas que los hombres manejan; todos los campos que los hombres cultivan; Cristo tiene derecho, porque es el Hijo del hombre. Y como decían los padres del concilio Vaticano a los Gobernantes: "no lo maten porque sería un "deicidio", es el hijo de Dios. No lo maten porque sería una "homicidio". Él es Hijo del Hombre".

-Sacrificio que presagió el de Isaac...Abrámosle las puertas a Nuestro Señor Jesucristo, del cual la segunda lectura de hoy nos dice que el Padre no perdonó a su propio Hijo, sino que lo entregó a la muerte por nosotros y de allá arranca una gran pregunta: Ese padre que, igualmente que Abraham, camina con su hijo Isaac al Calvario, cargado con su cruz y no lo rescata, sino que lo entrega a la muerte dolorosa, ¿cómo no nos dará todo con Él?

- Amor del Padre... y del Hijo. Fíjate, hermano, ¿qué cosa hay tan grande que tú desees, que no te la puede dar Dios?. Que se ha dado en lo más grande que puede haber: Cristo, su Hijo: "Este es mi Hijo muy amado", ¿y que lo ha dado para morir en una cruz?. ¿Cómo no nos dará todo con Él?. ¿Cómo no nos va a dar soluciones para nuestro problema salvadoreño? ¿Cómo no va a haber caminos si vale mucho menos, infinitamente menos, que Jesucristo, toda la felicidad de los salvadoreños? ¡No es impotencia de Dios, si nos ha dado pruebas de su amor! "¿Quién acusará a los elegidos de Dios?" Pregunta San Pablo hoy, Dios es el que justifica.

O lo que les decía: las leyes que hacen los hombres como que San Pablo las supera con una burla tremenda y dice: "¿Quién acusará, quién podrá dar leyes a los elegidos de Dios? Si Dios es el que justifica aunque te condenen con todas las cárceles, eres libre. ¿Quién condenará? ¿Será acaso Cristo que murió, más aún, resucitó y está a la derecha de Dios -y fíjense en esta última palabra- y que intercede por nosotros? Como que Cristo está siempre orando por nosotros.

¡Qué hermosa fuera la fe de nuestro corazón si se pareciera a la de Abraham y de veras viviéramos estas preguntas de San Pablo como una reacción de optimismo de que no está todo acabado!. Apenas hemos comenzado y Dios es eterno. Si mi Padre todo lo puede, si me entregó a mi hermano mayor que tanto me ama; si me ha justificado, si Él no me ha condenado, ¿por qué me va a condenar nadie?. Por eso, Dios nos aconseja tanto el amor y el perdón, porque así trata Él a los hombres hasta a los más malos.

d) El Nuevo Pueblo de Dios -Nace de una nueva alianza. Por eso cuando el Concilio continúa su reflexión sobre el Pueblo de Dios, nos hace ver cómo nació de la Alianza Nueva, ya no la de Abraham para el Viejo Testamento, sino que, después de decirnos que de Abraham procedió ese pueblo, dice: "Pero todo esto sucedió como preparación y figura de la Alianza Nueva y perfecta que había de pactarse en Cristo, y de la revelación completa que había de hacerse por el mismo Verbo de Dios hecho hombre... Ese pacto nuevo, lo estableció Cristo, convocando un pueblo de judíos y gentiles -Ya no será un pueblo geográficamente distinto, como Israel, será un pueblo que tiene características espirituales porque vendrá de judíos, donde quedarán tambien judios que no son cristianos, y gentiles, que se quedarán muchos también siguiendo siendo paganos- que se unificara no según la carne, sino en el espíritu y constituyera el Nuevo Pueblo de Dios".

¿Cuáles son las características de este pueblo, queridos hermanos? Es una Iglesia, como el Viejo Testamento llamó Iglesia de Dios a Israel, peregrino en el desierto, así también el nuevo Israel que caminando en el tiempo presente, busca la ciudad futura y perenne, también es designado como Iglesia de Cristo.
  


3. EL PUEBLO DE DIOS QUE DEBE TRANSFIGURARSE HOY Y AQUIY aquí es donde yo quisiera que nos fijáramos bien, ya como punto de cuaresma, renovación de nuestra Iglesia, en una Semana Santa que nos renueve de verdad, una Cuaresma que nos deje la alegría de dejar el hombre viejo sepultado, para resucitar con Cristo nuevo, a una vida nueva. El esposo que era tormento de su familia, sea de aquí en adelante el hombre nuevo que es alegría de su hogar. La mujer que carecía de amor para dar calor al esposo y a los hijos, comience a sentir que su reino es el hogar donde el amor tiene su reino. El joven, la joven, que ponía su alegría en esas cosas tan banales de la tierra, piense que es en Cristo, en esa renovación en Cristo. La familia que vuelva a construirse en el amor; toda la humanidad, la patria, la política de los gobernantes, los que tienen dinero, los que no lo tienen, los obispos, los sacerdotes, las religiosas, todos; Iglesia y mundo.

- Condiciones del actual pueblo de Dios. Ya les dije que no es el mundo el Pueblo de Dios, pero en ese mundo, donde hay tantos hombres que van por los caminos hasta pecaminosos, allí quiere ir el pueblo de Dios del cual el Concilio dice esta marca y aquí estaría como el programa de nuestra renovación: "Este pueblo mesiánico tiene por cabeza a Cristo y teniendo ahora un nombre que está sobre todo nombre, reina gloriosamente en los cielos -Ven, es una cabeza- La Iglesia peregrina en la tierra, tiene su cabeza ya fundada en el cielo, y en pos de ella va subiendo, miembro a miembro, todo el cuerpo, hasta constituirse la Iglesia definitiva de la gloria. El jovencito que estaba tendido aquí muerto, si murió fiel a esta alianza del pueblo de Dios, ya es un miembro vivo con la Iglesia triunfante.

Por eso, queridos hermanos, en las luchas reivindicativas de nuestro pueblo, queridos obreros, queridos campesinos, queridas organizaciones políticas-populares, la Iglesia no se puede identificar con ustedes, pero les comprende, porque: lo justo lo bueno que ustedes reclaman, la Iglesia también lo reclama como un reflejo del Reino de Dios, que será recogido en toda la eternidad. "Todo lo bueno que hace un hombre, aunque sea en los campos políticos y sociales, lo recogerá -dice el Concilio- como ya purificado, en la eternidad". La Iglesia tiene que predicar esta trascendencia, porque su cabeza es Cristo que ya penetró los cielos y que está reclamando a todo su cuerpo también, en pos de ese cielo, no para hacerse perezoso sino para trabajar en la tierra. El solo mirar al cielo sería falso espiritualismo, sino que hay que llenarse de méritos en la tierra pero con la ilusión de poseer esos méritos por toda la eternidad. No trabajemos únicamente pues, por mejorar las cosas terrenales, sino por mejorar cosas con la gran esperanza de Abraham y del pueblo de Dios ¡Cristo es la cabeza!

¿Qué otra condición? La condición de este pueblo es "la dignidad y la libertad de los hijos de Dios, en cuyos corazones habita el Espíritu Santo como en un templo".

Por eso la Iglesia no puede ser conformista. La Iglesia tiene que despertar conciencia de dignidad. A esto lo llaman subversión. Esto no es subversión. La conciencia cristiana que nuestras comunidades van tomando a la luz del Evangelio, ante el pensamiento de que un hombre, aunque sea un jornalero, es imagen de Dios, no es comunismo ni subversión, es palabra de Dios que ilumina al hombre y el hombre tiene que promoverse. Ya no queremos pueblo masa. Por eso les decía que se distingue el pueblo de lo que no es pueblo. Aún más allá del Pueblo de Dios hay pueblos muy promovidos que no son todavía Pueblo de Dios. Pero todavía más al margen, hay un inmenso pueblo que ni siquiera se puede llamar pueblo, si bien se le dice: la masa.

No queremos masa, queremos la educación que personifica, queremos el evangelio que hace sentir lo que decía Juan Pablo, el hombre es un prodigio de Dios "irrepetible" no hay dos hombre iguales. Y por eso no tenemos que poner la ilusión en copiar de otro hombre sino en ser yo, lo que Dios quiera que yo sea. Yo soy yo, nada más: tú eres tú. La masificación es espantosa; es cuando se juega con lo pueblos, cuando se juega con las votaciones, cuando se juega, con la dignidad de los hombres porque los hombres no han sabido darse su puesto. Y esto no es provocar a subversión, sino simplemente decirle a todos los que me escuchan, sean dignos, porque la condición del Pueblo de Dios: es la dignidad y la libertad de los hijos de Dios en cuyos corazones habita el Espíritu Santo como en un templo.

- Cómo debe ser. ¿Cuál es la ley de este pueblo? dice el Concilio: "Tiene por ley el nuevo mandato de amar como el mismo Cristo nos amó" Hay muchos que han perdido ya esta ley de Cristo, pero el cristianismo no puede cambiar su fuerza por otras fuerzas ambiguas o, que a la larga muestran gran debilidad, porque la violencia, el odio, al fin y al cabo, son debilidades. La verdadera fuerza es el amor y por eso el pueblo de Dios, se distingue por el amor.

"Y en último lugar, tiene como fin el dilatar más y más el Reino de Dios que ya comenzó en la tierra, hasta que al final de los tiempos se consuma con Cristo en la eternidad". Entonces, la renovación de la Cuaresma, tiene que ser nuestra Iglesia en El Salvador, la componemos todos los bautizados. Lamentablemente es un bautismo que se recibe inconscientemente. Lamentablemente es un bautismo que lo hemos hecho consistir en una costumbre social, folklórica y quién sabe si también comercial; para que al niño, el padrino le regale, para tener un compadre que me ayude. Estas son las razones del bautismo. El bautismo es eso: incoarse en el Reino de Dios, incorporarse, por eso se están exigiendo hoy en todas las parroquias, -en todas las parroquias, y si alguna parroquia no lo hace, no cumple la ley- las pláticas pre-bautismales bien dadas, para que el que va a bautizar, sepa a qué se va a comprometer ese niño. Y si no se va a comprometer: a ser un cristiano como lo hemos definido hoy, miembro del Pueblo de Dios, sería mejor que no lo bautizara. Tal vez se promueve mejor sin el bautismo.

Pero si quiere de verdad ser Pueblo de Dios, aquí tenemos pues que la Cuaresma nos da oportunidades bellísimas para que nosotros, ya bautizados, promovamos nuestro bautismo y nuestro Pueblo de Dios. Este pueblo de Dios, de los bautizados, incorporados a Cristo muerto y resucitado por nosotros, dice el Concilio: "lo ha instituido el mismo Cristo, para valerse de él y unificar a la humanidad, y salvar a la humanidad". Todo lo que Cristo ha venido a hacer, lo está haciendo a través de su pueblo. De allí queridos hermanos, que mi llamamiento esta mañana: Cuaresma, renovación del Pueblo de Dios, es un llamamiento a cada uno de ustedes y a mí mismo, que somos los miembros del pueblo de Dios para no sólo vivir nuestro cristianismo, sino irradiarlo, salvar a otros, ser unidad de otros que andan disgregados, ser arrepentimiento de otros que van por caminos de pecado, ser atracción para aquellos que se han extraviado.
  


¿COMO ES NUESTRA HISTORIA ESTA SEMANA?Hay tanto que hacer en nuestra Patria y, por eso, cuando estamos hablando de esta renovación aquí y ahora, este enfoque que acostumbramos hacer ya concreto en nuestra semana, vemos que no está fuera de la predicación. Es trayendo toda esa responsabilidad de Pueblo de Dios aquí, a nuestra Arquidiócesis, como hemos construido es esta semana, nuestro Pueblo de Dios.

Aquí me gusta recordar la palabra reciente del Papa que elogió la humanidad como virtud de Cuaresma y como método para liberar a la humanidad y expresar su espiritualidad. ¡La humildad! Hay un caso típico. Alguien que tiene problemas con el alcohol, tiene tablas de salvación ¡preciosas!: los grupos de alcohólicos anónimos. No hubieran borrachos si fueran humildes. ¿Quiénes entran al grupo de alcohólicos Anónimos? El que reconoce que no se puede curar solo y busca una terapia de grupo, una amistad, un apoyo. Yo felicito a quienes han hecho ese gesto de humildad y van con la humildad de quien necesita apoyarse en otros. Y los vemos contar la alegría: ¡Ya van tantos años!, de 24 en 24 horas. ¡Ya van años! ¡Qué lejos se va cuando hay humildad! Y lo mismo cualquier otro vicio, cualquiera otra cosa: su hogar se está desarmando, falta de humildad, ¿Por qué le echamos las culpas a la otra parte y no te echas la culpa a tí mismo? Eso es humildad, la que falta. ¿Por qué hay divisiones en la Iglesia?. También, hermanos, con vergüenza tengo que decirlo, nos falta humildad. Humildad es, de veras, la virtud que libera, dice el Papa.

Hemos de lamentar en estos días la muerte del Cardenal Villot. De 73 años muere quien desempeñó el alto cargo de Secretario de estado del Vaticano y de Cardenal Camarlengo. Son dos títulos de mucho honor. Secretario de Estado es el que hace como de segundo después del Papa; es como el Primer Secretario o, en nuestro sistema diríamos, el Ministro de la Presidencia. El otro yo del Papa. Esta confidencia se la dio Pablo VI al Cardenal Villot, y los otros dos Papas que han seguido, también. Lo cual indica, pues, un hombre de mucha responsabilidad y de mucha inteligencia. Y el cargo de Camarlengo, es el Cardenal que se encarga de organizar todo lo necesario cuando muere un Papa para la elección de un nuevo Pontífice. Al Cardenal Villot le tocó dos veces este cargo tan delicado cuando podemos decir, el que gobernaba la Iglesia era él al convocar a los Cardenales y todas las demás cosas. Les suplico una oración por su eterno descanso y un agradecimiento por haber servido con tanto honor.
 


EN NUESTRA ARQUIDIOCESISEn la comunidad de Aguilares ya dije, pues, están en estos momentos llevando una peregrinación a la tumba del P. Grande. Espiritualmente los vamos acompañando. Y en nuestra misa haremos también un recuerdo junto con nuestros difuntos, con el querido jovencito que estuvo aquí tendido hace un rato y que lo llevaron ya para Cojutepeque, también encomendémoslo al Señor.

Quiero agradecer en lo personal, la acogida tan cariñosa que me brindaron en San Miguel ayer, cuando fuimos con los otros obispos a dar ese tributo de homenaje a Nuestra Señora de la Paz. Que la virgen siga bendiciendo un pueblo que es tan hospitalario y que sea digno de mejor suerte.

Los documentos de Puebla han sido el motivo de la reunión del clero la semana que acaba de pasar. Lo mismo que se tuvieron muy en cuenta, en los Ejercicios Espirituales que acabamos de realizar junto con otros sacerdotes, bajo la dirección del P. Redentorista Fermín Aranguren y del P. Fabián Amaya. Yo agradezco tanta iluminación y orientación que se nos dio en estos días, allá en los Planes de Renderos.
 


EN NUESTRAS COMUNIDADESHaciendo una revisión por las comunidades de nuestra Arquidiócesis, donde está creciendo ese Pueblo de Dios.

Visité la Parroquia de San Antonio Abad para reafirmar las orientaciones de la Carta Pastoral, sobre todo después de lo que pasó en la casa de "El Despertar". Les hacía ver a ellos -y ahora aprovecho también de decirlo a todas las comunidades-, de que me alegro de haber sido muy oportuno en orientar esa relación que existe entre la fe y la política; entre la comunidad cristiana y la organización política, para que no confundan nunca las cosas. Y que cuando tengan dudas, consulten; pero que nunca vayamos a cometer imprudencias que vayan a traernos cosas desagradables. Tengo la satisfacción, pues, de decir que en San Antonio Abad este concepto está muy claro y se está tratando de vivir pastoralmente.

En la Vicaría de la Asunción, en la Parroquia del Corazón de María, se inauguró un Centro de Formación de la Fe. También, al ir a inaugurarlo, me valí del documento de Puebla para presentarles como una síntesis de su trabajo de estudio las tres verdades que el Papa nos encomendó en Puebla: la verdad sobre Cristo, la verdad sobre la Iglesia y la verdad sobre el hombre.

A San Pedro Perupalán tendremos hoy, a las 10 1/2, una ceremonia de confirmación.

En el Seminario Menor de Chalatenango, tendré el gusto de conocer y convivir más con los seminaristas menores que allá se forman. Y a este propósito, quiero alegrarme que la pastoral vocacional ha sido tomada muy en serio por nuestros queridos sacerdotes, los cuales muy pronto darán a conocer un programa para nuestro querido pueblo.

En San José de las Flores, Chalatenango, el P. Eduardo Alex Poprawa me escribió un telegrama para decirme que ya son 16 años de servicio en aquella parroquia. Yo aprovecho ahora para felicitarlo y decirle a los fieles que lo encomendemos al Señor.

Hay muchas otras cosas que se están trabajando en nuestras comunidades y esto es hacer Iglesia. Yo quiero dejar esta idea bien clara, hermanos, que lo que estoy tratando de hacer -el Señor me lo conceda- es la Iglesia. Y eso es lo que les pido a todos los queridos sacerdotes y comunidades: hacer la Iglesia, Pueblo de Dios, con esas características que ya definimos. Si por cumplir ese encargo del Señor: de hacer la Iglesia en el mundo, de llamar a los hombres a componer esta Iglesia en la forma que hemos dicho, se nos interpreta mal, se nos calumnia, se nos toma por la otra cosa, les digo: no tengamos miedo. Que la intención y el deseo, y la mayor nitidez de nuestro trabaja sea crear, hacer crecer esas comunidades de fe, de esperanza, de amor, que entre todas constituyen la bella esposa de Cristo: la comunidad Iglesia.

Entonces, desde la Iglesia nítida y evangélica, miramos hacia el mundo porque la Iglesia no está hecha para construirse y cuidarse en un camarín. La Iglesia esta hecha para ser firme pero para irradiar, para servir, para iluminar al mundo. Por eso, tenemos que iluminar las realidades de nuestro alrededor. No les extrañe entonces, si después de decir la figura de la Iglesia, los perfiles de la Iglesia, dirigimos la mirada para aprobar lo bueno que hay en nuestro alrededor o también para denunciar y rechazar lo malo, lo pecaminoso que se está realizando a nuestro alrededor.
 


HECHOS DE LOS QUE NOS PODEMOS ALEGRARNos alegramos con las familias campesinas que han sido favorecidas en el reparto de tierras, allá en San Antonio Silva; esto nos ha hecho reflexionar mucho. Hoy son 356 familias campesinas las que tienen esas 37.561 manzanas que sólo tenían 7 personas. ¿Qué está diciendo esto? Que un simple asomarse a una transformación agraria ya descubre la enorme injusticia del reparto entre nosotros. Este impresionante contraste social es el que predomina en nuestra Patria. Y por eso la Iglesia tiene que señalar como una injusticia institucionalizada con las palabras del Papa: que cada día crece más el número de los muchos que tienen poco o nada y también crece lo mucho de los pocos que tienen mucho.

También queremos alegrarnos con lo obreros de las minas de San Sebastián. Ustedes recordarán que por mucho tiempo estuvimos martillando sobre aquellas familias sin trabajo. En vista de que la empresa no cumplió su obligación, un procedimiento judicial los ha hecho colectivamente dueños de la mina. Ahora sólo esperan que el Ministerio de Economía autorice esta sentencia para poder ellos trabajar allá. Es digno de elogio cuando hay un esfuerzo de justicia.

También nos alegramos con las obreras de la fábrica de guantes que, según informaciones periodísticas, han resuelto ya su problema laboral.

En cambio nos desconciertan ciertas declaraciones o reflexiones de gente que publica campos pagados y que por su inteligencia esperábamos que serían más comprensivas de la labor de la Iglesia, y no confundirla cuando dicen: "Actividad de algunos prelados de la Iglesia", refiriéndose naturalmente a quien habla y poniéndome entre el número de aquellos que fomentan la lucha de clases.
 


HECHOS QUE TENEMOS QUE LAMENTARLamentamos que el Lic. Jaime Baires, de quien les hablé el domingo pasado como moribundo, hoy tengamos que llorarlo ya como muerto. Sus padres han declarado que Jaime, antes de morir, dijo que había sido torturado en la Guardia Nacional. La Guardia ha hecho declaraciones de su inocencia, pero yo creo que no bastan declaraciones: si se ha pedido un juicio, hay que llevarlo a los Tribunales; porque esos padres de familia, que se declaran ofendidos, tienen derecho a que se oiga su petición de juicio, y no sólo ellos, creo que todo el pueblo tenemos derecho a saber: ¿qué hacen también los hombres uniformados?

Hemos lamentado mucho el secuestro de un niño en San Miguel: Carlos Villatoro Fuentes, y decimos: esto es inhumano y nos solidarizamos con el llamado de la Asociación Nacional Pro-Infancia y con aquel simpático desfile de niños en San Miguel pidiendo que se les devuelva su amigo Carlos.

Lamentamos el incendio en la fábrica de calcetines El Fuerte.

Lamentamos la muerte de cuatro personas civiles campesinos y tres guardias heridos que según información oficial, tuvo lugar en un enfrentamiento allá por San Vicente.

Sentimos como nuestra la incertidumbre que viven las familias de los campesinos: Marciano Meléndez Dueñas y Oscar Jiménez capturados en el mes de Febrero y de quienes no se sabe nada.

Sentimos el pesar de la familia de Oscar Armando Interiano, que se presume que sea el dirigente sindical cuyo cadáver fue encontrado esposado, vendado, en el Lago de Guija.

Cómo me han impresionado también dos cartas de madres de familia. Una dice que su hijo está prisionero desde agosto allá en Gotera y que no tiene ninguna esperanza de que salga. No lo puede ir a ver porque son muy pobres y está muy lejos. Lo mismo que del Profesor Hipólito Rolando Martínez, cuya familia también pide misericordia para su situación.

Conflictos laborales que no acaban de resolverse. De manera especial tengo que referirme al que a todos nos está preocupando en este momento. Ayer en la noche, al regresar de San Miguel, me enteré que durante el día se me había llamado varias veces para medianero en el conflicto laboral y evitar así mayor derramamiento de sangre. Por razones cristianas y humanitarias acepté la petición e invité anoche a ambas partes a dialogar en mi presencia. Ayer mismo en la noche nos reunimos, un representante de la patronal y un comité de sindicatos que representaba a la comisión negociadora que se encuentra adentro de los locales de las Empresas y que es el único que tiene facultad de tomar decisiones. Los trabajadores pedían reiniciar las negociaciones antes de desalojar los locales; la patronal viceversa: pedía el desalojo antes del reinicio de las negociaciones. Ofrecían un salvo-conducto que garantizara las vidas de los que se encuentran en la Tropical y Constancia. Los trabajadores, a pesar de estar fuertemente presionados por el cerco militar, no quisieron abandonar los locales sin antes haber reiniciado las conversaciones con la patronal por medio del trato directo. Las razones que ellos dan para no salir, es que no confían se garantice la realización de las negociaciones y un resultado razonable de ellas.

Como no llegaron a ponerse de acuerdo, propuse que en vista de que el comité de sindicatos no tiene facultad legal para decidir, que hoy por la mañana, a la mayor brevedad, se discutieran las condiciones para iniciar las negociaciones directamente con la comisión negociadora. Para ello, he pedido a la patronal, garantizara la salud de esta comisión. Hoy, nuevamente, con el afán de salvar las vidas de los trabajadores y dirigentes patronales que se encuentran en los locales, invito a las partes en conflicto: que se reunan para discutir primeramente las condiciones de la negociación. Espero que pondrán los medios elementales, para asegurar la salida de la comisión negociadora y llegar a un acuerdo positivo que posibilite el reinicio de las negociaciones. Temo que aumente el número de desgracias personales, si no se llega a un acuerdo.

Me llega a última hora que Cuerpos de Seguridad quieren penetrar ya a la Constancia y que los trabajadores amenazan con incendiar las sustancias inflamables que hay dentro. Yo quiero hacer un llamamiento. Yo ayer les decía: me parece que aquí hay tres intereses: el de ustedes, los patronos; el de ustedes los obreros y el de la Iglesia. Negocien los de ustedes, combínense; tengan en cuenta el mayor de todos, el de la Iglesia: ¡las vidas humanas! Esto es lo que me mueve: la vida humana, y que no nos apoyemos en legalismos o en otra clase de razones humanas, sino simplemente, veamos que en las circunstancias de emergencia hay que tomar también medidas de emergencia. Desde ayer, esa gente no come nada. Yo no justifico a nadie, sino simplemente yo quisiera, pues, que esta situación verdaderamente difícil, que ya nos dejó un muerto aquí en la Catedral y dicen que hay otros y hay muchos heridos, yo no sé, que ojalá no siga adelante.

Y yo agregaría hoy, a esos tres intereses, un llamamiento a los Cuerpos de Seguridad: no provoquen, y si los provocan, sean sabios, no se dejen provocar así. Sepan que vale más la vida que cualquier honor mal entendido, o cualquiera otra cosa. Creo que pueden llegar a una negociación. Todavía es tiempo. Y si me están escuchando, sepan que estoy hablando como delante de ustedes: cuerpos de seguridad, parte patronal, parte de obreros, unido con todo este pueblo que no quiere masacres ni sangre ¡Ya basta!. Cedan lo que puedan y salven lo mejor que es la vida del hombre.
 


PENSAMIENTO FINAL¡Esta es la transformación que necesita nuestra Patria!. Esta es la transfiguración del Cristo de hoy. Es el Cristo que, desde la altura de una montaña, no para alejarse de los hombres, sino para ponerse como un ejemplo nos dice: lo único que vale es esta felicitación del cielo: "Este es mi Hijo amado", ser un Hijo de Dios. Ser pobre o ser rico, no importa, pero ser Hijo de Dios, sobre todo, el Hijo de sus complacencias.

A esto hago un llamamiento a todos, queridos hermanos, a que aprovechemos nuestra Cuaresma para superar todas estas miserias y dolores que nos circundan. Y aunque sea caminando siempre en la pobreza y en la tribulación, no conformista pero sí con la mente muy elevada, hagamos de cada salvadoreño y de toda la sociedad salvadoreña en general, una gran transfiguración.

Así sea.......

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    Monseñor Óscar Arnulfo Romero y Galdámez

     Ciudad Barrios, El Salvador; 15 de agosto de 1917 – † San Salvador, (Id.), 24 de marzo de 1980) conocido como Monseñor Romero,[1] fue un sacerdote católico salvadoreño y el cuarto arzobispo metropolitano de San Salvador (1977-1980). Se volvió célebre por su predicación en defensa de los derechos humanos y murió asesinado en el ejercicio de su ministerio pastoral.

    Como arzobispo, denunció en sus homilías dominicales numerosas violaciones de los derechos humanos y manifestó públicamente su solidaridad hacia las víctimas de la violencia política de su país.[2] Su asesinato provocó la protesta internacional en demanda del respeto a los derechos humanos en El Salvador. Dentro de la Iglesia Católica se le consideró un obispo que defendía la "opción preferencial por los pobres". En una de sus homilías, Monseñor Romero afirmó: "La misión de la Iglesia es identificarse con los pobres, así la Iglesia encuentra su salvación." (11 de noviembre de 1977)

    En 1994, una causa para su canonización fue abierta por su sucesor Arturo Rivera y Damas. A partir de este proceso, Monseñor Romero ha recibido el título de Siervo de Dios.[3] En Latinoamérica muchos se refieren a él como San Romero de América.[4] Fuera de la Iglesia Católica, Romero es honrado por otras denominaciones religiosas de la cristiandad,[5] incluyendo a la Comunión Anglicana.[6] [7] Él es uno de los diez mártires del siglo XX representados en las estatuas de la Abadía de Westminster, en Londres,[8] y fue nominado al Premio Nobel de la Paz en 1979.

     

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