Queridos hermanos:
- Vuelven los domingos del Tiempo Ordinario En este momento del año litúrgico se siente la impresión del que ha caminado por las cumbres y ya después baja otra vez a la llanura para continuar por un camino más ordinario; y así se llaman estos domingos que siguen a la celebración de la Pascua: los domingos del Tiempo Ordinario. Hoy nos encontramos en el domingo 13, porque comenzaron antes de Cuaresma y se interrumpieron para celebrar el misterio de nuestra redención: la Cuaresma, la Semana Santa y la Pascua. Sentido de estos domingos del Tiempo Ordinario Ahora, volvemos a esos domingos ordinarios en que vivimos una vieja tradición que se remonta hasta los tiempos en que la Iglesia primitiva conmemoraba cada ocho días, la redención cristiana: la pasión, la resurrección y la glorificación de Cristo. El misterio pascual, el misterio de la salvación. - Cada domingo "celebra" el misterio de la salvación íntegramente "Cada domingo -dice el Concilio Vaticano II- los fieles se reúnen para alimentarse de la palabra de Dios, para participar en la eucaristía y celebrar así el misterio de su redención, para darle gracias a Dios, que los hizo renacer en la viva esperanza por la resurrección de Jesucristo de entre los muertos". Cada domingo es Pascua, cada domingo debe avivar en nosotros la esperanza de que seguimos a un Cristo vivo que no morirá más y que tiene la fuerza de darnos la salvación. - Cada domingo anuncia la necesidad de encarnar el misterio de Cristo y denunciar lo que se opone a su realización Por eso, el año litúrgico, celebrando estos misterios eternos, trata de aplicarlos a la situación concreta por donde va pasando la historia de cada pueblo. No es lo mismo predicar este domingo 13 en Roma, o en Polonia, o en África, o en Nicaragua, que aquí en El Salvador. La palabra de Dios que hoy se acaba de proclamar es para nosotros los salvadoreños de este domingo 1º de julio de 1979; tenemos que mirarlo desde esta perspectiva: el misterio de nuestra salvación; porque la historia de cada pueblo y de cada hombre, de cada familia, es como el instrumento de Dios para salvar a ese hombre, a ese pueblo, a esa familia. Por eso, puede parecer muchas veces que la predicación toca cosas muy peligrosas y que sea más fácil callar; pero, entonces, no cumpliría la palabra evangélica su misión de iluminar en el misterio de Cristo la realidad del Pueblo. CRISTO, VIDA Y RIQUEZA DEL HOMBRE 1. Cristo, poder divino que da la vida 2. Cristo, justicia y amor que iguala las diferencias sociales 3. Una fe auténtica en Cristo, única solución de nuestros problemas 1. CRISTO, PODER DIVINO QUE DA LA VIDA - Resucitando... curando En primer lugar, miremos a Cristo como un poder que da la vida: el evangelio de hoy presentándonos a Cristo frente a la niña muerta, tomándola de la mano y devolviéndola a la vida. O también dándole la salud a una mujer que padecía una enfermedad incurable desde hacía 12 años. Es la imagen más bella del poder de la vida en medio de la muerte y de la enfermedad. Junto a esa niña muerta miremos a tantos jóvenes y tantas jóvenes, a tantos hombres, niños, muertos. El imperio de la muerte se pasea sobre la tierra y, sobre todo, en nuestro país donde la muerte violenta ya casi se hizo aire que respiramos; los hospitales con heridos a consecuencia de las violencias o enfermedades naturales, los cementerios llenándose cada vez más de muerte, pero en medio de todo este marco negro: la luz del poder que da la vida: Jesucristo. a) Por el Verbo, Dios creó la vida Este Cristo, frente a la niña muerta, la hija de Jairo, es el Dios eterno que se hizo hombre pero antes de hacerse hombre -nos cuenta el evangelio sublime de San Juan- era la palabra que estaba junto a Dios y por esa palabra se hicieron todas las cosas. Esa Palabra es la vida y la vida era la luz de los hombres. Cristo es la plenitud de donde ha derivado toda esta vida que está aquí en Catedral y toda la vida que anima la vida de nuestra patria. No hay vida en el mundo si no viene de Dios, poder que da la vida. - Aspectos positivos La primera lectura nos remonta, en esta meditación al Dios de la vida. Dios no hizo la muerte ni se recrea en la destrucción de los vivientes. Todo lo creó para que subsistiera. Las criaturas del mundo son saludables, no hay en ellas veneno de muerte. Dios creó al hombre incorruptible, lo hizo imagen de su misma naturaleza; el Dios que no muere quiso tener también un hijo en la tierra que no muriera. Queda claro en la palabra de Dios hoy esta proclamación que nos debe llenar de un sublime respeto a la vida. Dios no ha hecho la muerte. Dios hizo la vida y quiere que subsista y no muera. ¡Hijos del Inmortal, tenemos que ser también nosotros inmortales!. Entonces, ¿por qué hay muerte en el mundo?. b) El pecado destruyó la vida - Dios no hizo la muerte La primera lectura de hoy es de la que sin duda tomó San Pablo en su carta a los Romanos el sublime pensamiento de que "por un hombre que pecó, entró la muerte". - La muerte es el fruto del pecado Según el plan primitivo de Dios -según la lectura de hoy- en el mundo no hay veneno de muerte ni imperio del abismo. El abismo que llamaban el "Sool" los hebreos es como una figura de la muerte, del poder del infierno; el "Ades" lo llamaban también los griegos. La muerte que nosotros representamos con una figura huesuda y un instrumento para cortar la vida -la guadaña- ésta aparece en la Sagrada Escritura como un poder extraño. Lo dice hoy la Palabra: "Por envidia del diablo entró la muerte en el mundo y la experimentan los que le pertenecen". Es una triste condición tener que pagar tributo al diablo. La muerte es un tributo al poder que destruye la vida. Dios no quería la muerte; si se implantó la muerte es porque un hombre le abrió la puerta al pecado. Por la desobediencia de Adán -el primer hombre, padre de todos los hombres- entra la muerte y se pasea por toda la humanidad. Es un poder extraño; por eso San Pablo nos habla de una desobediencia, de algo que gime, de algo que no es normal, de algo que es enemigo -"inimica mors"-; la muerte que es enemiga seguirá paseando. - Provocar la muerte es multiplicar la presencia del pecado Sobre todo, la muerte es signo de pecado cuando la produce el pecado tan directamente como entre nosotros: la violencia, el asesinato, la tortura donde se quedan tantos muertos, el machetear y tirar al mar, el botar gente, todo eso es el imperio del infierno. Es el diablo el que hace la muerte. La experimentan los que le pertenecen al diablo. Colaboradores, agentes del demonio; impostores de algo extraño que no cabe en el plan de Dios. Por eso la Iglesia no se cansará de denunciar todo aquello que produce muerte. La muerte, aún la muerte natural, es producto y consecuencia del pecado. HECHOS DE LA REALIDAD NACIONAL DE ESTA SEMANA Es aquí por eso que yo les invito a reflexionar en nuestra realidad, donde hay que ver esta triste situación de pecado. Esto es doloroso: si la muerte es índice de pecado, en El Salvador se nos está denunciando como uno de los países donde se ha entronizado de esta manera más absurda y loca el pecado, los poderes del infierno. Por lo menos 24 personas fueron asesinadas esta semana por motivos políticos. Siguen matando maestros. Continúan apareciendo cadáveres no identificados en distintas partes del país. Son tantos los que han muerto así, que ya se hace difícil hasta mencionar sus nombres o la vertiente política a la que pertenecen. Pero todos denuncian una danza macabra de venganza, de una violencia institucionalizada, pues unos mueren así directamente víctimas de la represión y otros mueren precisamente por servir a esta represión. Podemos decir que nuestro sistema es como aquel dios Moloc, insaciable en cobrarse víctimas, ya sea los que están contra él, ya sea también los que le sirven. Así paga el diablo. Por eso, cuando se me dice que yo sólo me fijo en una clase de muertos y no en otros, yo digo: ¡la muerte me duele tanto en cualquier hombre que sea!. En esta semana han muerto tres policías y quizá quisiera decir que me da más lástima porque mueren precisamente por servir al dios Moloc, porque así mueren precisamente. ¿Será por la fuerza, será porque les han lavado el cerebro y son auténticamente enemigos del pueblo?. O ¿será por ganarse la vida?. Es triste, pero ésta es la verdad, los asesinatos de una y otra vertiente, en esta danza macabra de la muerte por venganza política, son el mejor índice, espantoso índice, de lo injusto de nuestro sistema, que se cobra ya sea por la represión directa, ya sea por la indirecta represión de servir al poder que reprime. Lo más doloroso es que no se está haciendo ningún esfuerzo eficaz por parte del gobierno para frenar estos crímenes injustos que están bañando de sangre a El Salvador. Desde el punto de vista cristiano, no se justifica ninguno de estos crímenes, aunque digan que los hacen para salvar a la patria del terrorismo. El Papa Juan Pablo II acaba de decir una palabra muy luminosa ante las exigencias de un movimiento neo-fascista italiano, que quiere que el gobierno de ese país implemente medidas estrictas antiterroristas, estableciendo entre otras cosas, la pena de muerte. Esta es la voz de la extrema derecha. Como que no tiene otras armas para defenderse que incitar a la represión; y el Papa advirtió que "la Iglesia Católica busca liberar a las buenas almas de la terrible tentación que podría conducir hacia reacciones provocadoras y opresivas". La Iglesia no es partidaria de esas voces de venganza. Insistimos una vez más: el gobierno tiene capacidad para frenar muchos de estos crímenes, ¡por lo que le pedimos formalmente que lo haga! La represión violenta no es el camino eficaz para pacificar el país y restablecer la justicia. Hoy dará su informe presidencial el General Romero; quisiéramos oír una palabra nueva en el mensaje. Una palabra que reconquiste la credibilidad, la confianza perdida. Una palabra que sea la respuesta que hace tiempo espera el pueblo: ¿Dónde están los desaparecidos?... ¿Cuándo vuelven a la patria los exiliados?... ¿Cuándo cesa la tortura y la captura arbitraria?... ¿Cuándo se dará auténtica libertad y confianza a la Iglesia?... En este mismo plano de violencia tenemos que denunciar -y ¿cómo no lo vamos a hacer?- la represión a nuestros campesinos que llega hasta el asesinato. En el caserío La Pita, del cantón El Puente de San Vicente, un operativo de 300 agentes de seguridad y ORDEN catearon y asesinaron a dos campesinas: Pilar González, de 40 años; Adelina Carranza de Martínez, de 50 años; y a su hijo Pastor Martínez Carranza. Quiero recordar con cariño a la Señora Carranza de Martínez; era madre de un campesino, Carlos Martínez Carranza, quien el 1 de mayo del año pasado fue capturado en Zacatecoluca, y que hace poco me escribió una carta lamentando esa triste situación y ayudando con su pobre ofrenda de 10.00 para nuestra Catedral. ¡Que el Señor tenga en cuenta esa fe y ese amor!. Posteriormente se trasladaron al cantón el Campanario, donde capturaron a otros dos campesinos, cuyos nombres se desconocen. Y en otro cantón Salvador Montano y Jorge López, del cantón San Benito, también fueron capturados. Se captura también a Francisco Laureano Lemus en san Marcos Lempa; a Ricardo Iván Lemus y a José Antonio Rivas y a María Amanda Galán de Rivera, a la que van a sacar a su propia casa. Todos estos han exhibido ya el recurso del habeas corpus que nuestra Constitución garantiza para todo el que es privado de su libertad. Esperamos que la Corte Suprema de Justicia ya no se ría tanto de esta legalización, de la libertad de tanta gente capturada y de la que no se vuelve a saber muchas veces nada. En esta ola de secuestros, hemos de seguir lamentando a los secuestrados. A los banqueros ingleses de los cuales no se ha vuelto a saber, pero quisiéramos que si están con vida se facilite pronto la negociación y su libertad. Fueron liberados ya el Señor William Rocha y el Señor Miguel Armando Miguel. Quiera el Señor que esta voz, que no tiene otra intención que ser la voz de la justicia y del amor, de la verdad y de la fraternidad, encuentre eco en aquellos que pueden traer un poco de felicidad a las familias que están angustiadas. Un gesto muy significativo de los maestros que fueron condecorados por el Ministerio de Educación los llevó a devolver las medallas en protesta por todos los asesinatos y amenazas que están sufriendo sus colegas, los maestros. También en el campo laboral, la violencia sigue paseando su bandera. Continúa sin resolverse la huelga de los médicos residentes e internos que iniciaron el 11 de junio. El Consejo superior Universitario considera que las demandas planteadas por ellos son justas; por lo que ha decidido apoyarlos y excitar a las autoridades del ramo de Salud a dialogar con ellos y solucionar racionalmente el problema. El Sindicato de Trabajadores del Seguro Social decidió también irse al paro a nivel nacional, el 29 de junio. Han denunciado abusos patronales los trabajadores de IMES, La Fabril, en san Miguel, etc. Quiero transmitirles la aflicción de una madre que ha perdido desde el 28 de junio en Quezaltepeque a su niña, Imelda López. Una menorcita de cuatro años y medio. Las señales son: pelito largo, negro, ondulado; gordita. Ellos viven angustiados y suplican a quienes puedan darle razón que si la encuentran, que avisen a la YSAX o a ellos directamente, que viven en la calle del Cementerio de Quezaltepeque nº 46. La mamá se llama María López. También hay una denuncia de una amenaza que me llega a último momento y dice que desde hace como tres semanas en el Liceo Tecleño, donde el Señor Rafael Góchez Sosa trabaja, le pusieron la mano blanca de la UGB. Y anoche le ametrallaron su casa, situada en la 3ª Calle Oriente 4-12, en Santa Tecla, desde las 11:30 p.m. hasta las 2:30 de la mañana de este día, domingo. Él reside con toda su familia en esa casa, y que por la gracia de Dios no les ha pasado nada, aunque pasaban ametrallando a cada rato con un intervalo de media hora. ¡Cómo que vivimos en la selva!. Espero que el Señor nos haga más humanos y que pensemos -como he meditado hoy- que Dios no quiere la muerte, que Dios ha creado a la vida para que seamos vivientes e inmortales. c) Cristo restaura la vida que el pecado mata y enferma Vendrá un día en que Cristo restituirá esa inmortalidad. Ya pagó Cristo el impuesto de la muerte. - Los dos milagros Cristo, ante la hija de Jairo, es la imagen del poder de la vida que restituye la vida ya muerta. ¡Qué amor el de Dios, que pudiendo dejarnos a la consecuencia del pecado, que es la muerte, no tenía La obligación de venir a restituirnos, ha querido hacerse solidario hasta con nuestra muerte y, muriendo en una cruz, destruir la muerte y, resucitando, restaurar la vida!. Cristo restituye la vida, la que Él nos dio sin proyecto de muerte y la que nosotros matamos por el pecado. La restituye del pecado y la hace dos veces don, dos veces vida. La vida que hoy tenemos, la esperanza de una vida eterna, la alegría de vivir redimidos, es una doble vida: es la vida que en su origen nos dio el Verbo; en Él estaba la vida y la vida era la luz de los hombres que mató el pecado y que la redención de Cristo recuperó. - Signos de la redención de la muerte y de la enfermedad. Dice el Concilio: "La fe cristiana enseña que la muerte corporal, que entró en la historia a consecuencia del pecado, será vencida cuando el omnipotente y misericordioso Salvador restituya al hombre en la salvación perdida por el pecado". Aquí Cristo, el Dios que hizo la vida en los orígenes y que no quería la muerte, cuando vio que el imperio de la muerte se implantó en el mundo, viene a recuperar la vida. Si la Iglesia está en el mundo para continuar la misión de Cristo, es decir, arrancar el pecado que es la causa de tanta muerte, podríamos preguntarnos: ¿Y por qué, si Cristo nos redimió del pecado, los hombres, aun los que se arrepienten del pecado, siguen muriendo?. Tiene respuesta muy hermosa cuando San Pablo dice: "Ya Cristo con su muerte y resurrección nos dio el germen de la vida; y si en el cuerpo todavía prevalece el germen de muerte -enfermamos, envejecemos, morimos, se matan los hombres, germen de muerte-, sin embargo, en el espíritu llevamos ya el germen de vida, y aquel espíritu que pudo resucitar a Cristo resucitará también a los muertos de cualquier muerte que hayan sido". Entonces es cuando Pablo dice: "Es asumida en la victoria la muerte. Y desde las alturas de la victoria, la vida le grita a la muerte: ¡Oh muerte!, ¿dónde está tu victoria?". Y dice esa preciosa frase de esperanza: "La última enemiga en ser vencida, será la muerte". Quiere decir, que ya en el mundo de hoy los cristianos, los que por la fe y el vivir en santidad llevan el Espíritu de Dios, llevan el germen de vida aunque los maten. ¡Nada le han hecho al Padre Palacios!. Murió en gracia de Dios. Su cuerpo tiene que pudrirse en una tumba; paga el tributo de la muerte por el pecado de Adán; pero su espíritu, que ya llevaba la unción de la inmortalidad, está en el cielo y está reclamando este cuerpo que un día resucitará. Aquel día de la resurrección universal será el desenlace de la historia. ¡No es la muerte la que ha vencido!. No es matando a los hombres como los hombres pueden triunfar. No son sistemas sólidos y consistentes los que se sustentan sobre muerte. Debían de saberlo los tiranos, los que se aferran al poder como en nuestra vecina Nicaragua, que no es así como se sostiene un poder. ¡Tanto muerto!, si llevan gérmenes de vida, ya están reclamando la inmortalidad y diciendo la denuncia más elocuente contra el que ha provocado tanta muerte. Y lo mismo, trasladémoslo a todas las situaciones de todos los países, de todos los sistemas políticos. Vemos todo esto, hermanos, en el marco de la violencia, de la muerte, en la cual encontramos hoy a Cristo, salvando a una jovencita muerta pero que Él, el autor de la vida, puede devolverle la vida. 2. CRISTO, JUSTICIA Y AMOR QUE IGUALA LAS DIFERENCIAS SOCIALES Explicación de la colecta. Tema de la doctrina social... "no se trata de aliviar..." Miremos entonces con confianza al Señor en otro aspecto del evangelio de hoy. La segunda lectura es de San Pablo a los corintios y a propósito de una colecta, que en Corinto ha promovido el apóstol para ayudar a los cristianos pobres de Jerusalén; les dice la doctrina social de la Iglesia, germen de lo que ha de ser ese tesoro de nuestro tiempo: las encíclicas desde Rerum Novarum de León XIII, hasta Populorum Progressio, Mater et Magistra, Pacem in Terris, el Concilio, Medellín, Puebla; una luz encendida sobre el ambiente injusto de nuestra América y del mundo. San Pablo dice a los de Corinto: "No se trata de aliviar a otros pasando vosotros estrecheces, se trata de nivelar. En el momento actual, vuestra abundancia remedia la falta que ellos tienen; y un día la abundancia de ellos remediará vuestra falta; así habrá nivelación". Es lo que dice la Escritura y recuerda aquí un episodio pintoresco del pueblo de Israel cuando atravesaba el desierto y comía maná, que había de recoger nada más que lo necesario para el día y algunos querían coger más y a otros les quedaba menos, pero dice la Biblia: "Al que recogía mucho, no le sobraba y al que recogía poco no le faltaba". Dios es el que nos da los dones, el que nos da las cosechas, el que hace florecer y colorear el café de nuestras fincas -hoy verdadera mina de oro rojo-, es el Dios que quiere la felicidad de todos sus hijos. San Pablo dice: "Se trata no de que unos den para quedarse sin nada, sino que comparta, que se nivele". b) El gran tema de América Latina A este propósito yo quiero invitarlos hoy a que miremos cómo el documento del episcopado latinoamericano en Puebla enfoca esta pastoral que llama "opción preferencial por los pobres". El documento hace, al ver la realidad de América, un análisis certero de nuestra impresionante injusticia social. - Constataciones Dicen los obispos en Puebla: "Vemos, a la luz de la fe, como un escándalo y una contradicción con el ser cristiano, la creciente brecha entre ricos y pobres. El lujo de unos pocos se convierte en insulto contra la miseria de las grandes masas. Esto es contrario al plan del Creador y al honor que se le debe. En esta angustia y dolor, la Iglesia discierne una situación de pecado social. Así como decíamos de la muerte que es el índice de pecado, podemos decir también: La desigualdad social es índice de pecado". Explícitamente lo dice el episcopado latinoamericano en Puebla -de gravedad tanto mayor por darse en países que se llaman católicos y que tienen la capacidad de cambiar-. Y citando palabras de Juan Pablo II en Oaxaca, en México, dicen: "que se le quiten las barreras de explotación... contra las que se estrellan sus mejores esfuerzos de promoción" (Nº 28). El documento continúa constatando: "Comprobamos, pues, como el más devastador y humillante flagelo, la situación inhumana de pobreza en que viven millones de latinoamericanos expresada, por ejemplo, en mortalidad infantil, falta de vivienda adecuada, problema de salud, salarios de hambre, desempleo y subempleo, desnutrición, inestabilidad laboral, migraciones masivas forzadas y desamparadas, etc." (Nº 29). "Al analizar más a fondo tal situación, descubrimos que esta pobreza no es una etapa casual, sino el producto de situaciones y estructuras económicas, sociales y políticas, aunque haya otras causas de miseria. No vamos a negar que también hay otras causas de la miseria, que hay pobres que lo son por su propia culpa, por su vicio, pero eso no quita que haya unas estructuras brutales, horrorosas, donde es imposible hacer progreso, aún el más bien intencionado. Estado interno de nuestros países que encuentra en muchos casos su origen y apoyo en mecanismos que por encontrarse impregnados, no de auténtico humanismo, sino de materialismo, producen a nivel internacional, ricos cada vez más ricos a costa de pobres cada vez más pobres. Esta realidad exige, pues, conversión personal y cambios profundos de las estructuras que responden a las legítimas aspiraciones del pueblo hacia una verdadera justicia social, cambios que o no se han dado o han sido demasiado lentos en la experiencia de América Latina" (Nº 30). - De Medellín a Puebla: necesidad de conversión Y cuando estas constataciones de Puebla llevan a la reflexión episcopal a tomar medidas pastorales, dicen claramente los obispos: "Volvemos a tomar, con renovada esperanza en la fuerza vivificante del espíritu, la posición de la II Conferencia, de Medellín,... de una opción preferencial y solidaria por los pobres... Afirmamos la necesidad de conversión de toda la Iglesia para una opción preferencial por los pobres, con miras a una liberación integral... (Nº 1134). Y más claro sobre la Iglesia dice: "No todos en la Iglesia de América Latina nos hemos comprometido suficientemente con los pobres; no siempre nos preocupamos por ellos y somos solidarios con ellos. Su servicio exige, en efecto, una conversión y purificación constantes, en todos los cristianos, para el logro de una identificación cada día más plena con Cristo pobre y con los pobres" (Nº 1140). Aquí está un llamamiento, hermanos, que desde el obispo hasta el último fiel, pasando por sacerdotes y religiosas e instituciones católicas, está reclamando una revisión; es un escándalo en nuestro ambiente que refleja la realidad descrita por Puebla, que haya personas o instituciones en la Iglesia que se despreocupen del pobre y que viven a gusto, es necesario pues un esfuerzo de conversión. - Persecución Y ya, en la práctica, Puebla hace una constatación de lo que ha costado estos diez años por haber sido fiel a esa proclama en Medellín. Dice que "la denuncia profética de la Iglesia y sus compromisos concretos con el pobre le han traído, en no pocos casos, persecuciones y vejaciones de diversa índole. Los mismos pobres han sido las primeras víctimas de dichas vejaciones". A este propósito, quiero aprovechar la noticia que se me dio al entrar a Catedral, que precisamente este día está cumpliendo un año de haber sido asesinado en Guatemala el Padre Hermógenes López de San Pedro Pinula, precisamente por haberse solidarizado con los pobres. (También nuestros sacerdotes asesinados en la diócesis son gloria de esta opción preferencial por los pobres). No pudo tolerar su voz el egoísmo de aquéllos que no quieren que se cambie nada, de aquéllos que son capaces de pagar con su dinero manos que asesinen para que se callen las voces que gritan la justicia de los que no tienen justicia para ellos. Esto es, entonces, la conversión que se pide a todos, porque la Iglesia no es una demagogia que pide el cambio solamente de estructuras. Tengámoslo muy en cuenta: lo que la Iglesia pide, ante todo, es la conversión del corazón. Por eso, a las organizaciones políticas populares que luchan por las justas reivindicaciones del pueblo, tenemos que recordarles que mientras no incorporen esa lucha y ese esfuerzo en la santidad y en la amplitud de la liberación en Cristo a partir del pecado y que promueve hasta la santidad, no son más que liberaciones parciales y muchas veces mutiladas por el pecado; mañana se convertirán en estructuras nuevas pero también violentas contra el pobre, serán los nuevos ricos nada más. Solamente se quisiera que los que de veras trabajan por un mundo más justo, al constatar la injusticia en que vivimos, comenzáramos por cambiar en el fondo del corazón. Y decirles, también, a los que Dios ha favorecido con grandes bienes: ¡conviértanse!. - Comunidades eclesiales de base, potencial de los pobres Al recordarnos Puebla, entre las realidades de América Latina, dice que en las comunidades eclesiales de base encontramos tesoros. Son éstas sus palabras: "El compromiso con los pobres y los oprimidos y el resurgimiento de comunidades de base han ayudado a la Iglesia -en América Latina- a descubrir el potencial evangelizador de los pobres, en cuanto la interpelan constantemente, llamándola a la conversión y por cuanto muchos de ellos realizan en su vida los valores evangélicos de solidaridad, servicio, sencillez y disponibilidad para acoger el don de Dios". (1147). Aquí está una receta maravillosa que, gracias a Dios, nuestra diócesis está tratando de poner en práctica: las comunidades eclesiales de base. Estos grupos de reflexión cristiana ¡no son subversivos!; son reflexiones donde el hombre aprende esta virtud evangélica de la pobreza indispensable en el rico y en el pobre. Yo hago aquí un llamamiento a todos los queridos párrocos y a todos los agentes de pastoral, a las religiosas que trabajan en los pueblos: los felicito porque ya contamos con muchas comunidades eclesiales de base. Pero allí donde todavía no se tiene confianza, recuerden que la escuela eficaz para descubrir estos valores de nuestros pobres, de nuestros campesinos, el tesoro escondido en tantos corazones, es en la comunidad eclesial de base. c) Cuál es la verdadera pobreza. Clave: Mensaje de Puebla. Hay una frase en el saludo de Puebla a los pueblos de América Latina que me parece que da la pauta para aquellos que creen que cuando la Iglesia se proclama Iglesia de los pobres, como que se parcializa y desprecia a los ricos. ¡De ninguna manera!. El mensaje es universal. Dios quiere salvar a los ricos también, pero precisamente porque los quiere salvar les dice que no se pueden salvar mientras no se conviertan al Cristo que vive precisamente entre los pobres; y, entonces, el Mensaje de Puebla dice que en esto consiste el ser pobre: "...aceptar y asumir la causa de los pobres, como si estuviesen aceptando y asumiendo su propia causa, la causa misma de Cristo". "Todo lo que hicisteis a uno de estos mis hermanos, por humildes que sean, a mí me lo hicisteis". - Al pobre no le basta una pobreza real si no la anima de verdadero espíritu evangélico El secreto, hermanos, no está, como San Pablo lo ha recordado hoy, en que se desprendan materialmente de las cosas y se queden sin nada. No basta el no tener. Y quiero decirles a los pobres que no tienen, que no basta no tener; si no le ponen espíritu evangélico a esa pobreza, no es la pobreza que Cristo quiere. - Al rico no le basta un falso espíritu si no lo encarna en una pobreza real Y a los ricos les quiero decir también, que no basta una pobreza espiritual, una especie de deseo pero sin eficiencia; a ellos les digo: mientras no encarnen esos deseos de pobreza evangélica en realizaciones que se interesen como en su propia causa por los pobres, como si se tratara de Cristo, seguirán siendo llamados los ricos "los que Dios desprecia"; porque ponen más su confianza en su dinero y se distinguen entre ellos de los otros que creen hombres de segunda clase. Mientras no lleguemos, los pobres y los ricos, a tener espíritu evangélico de pobreza, no en utopía y en teoría sino en realidad que se interese, que haga obras, "que comparta como Cristo -dice Pablo en la segunda lectura de hoy- que siendo rico, se hizo pobre para enriquecer con su pobreza a los hombres", no seremos pobres. Esta es la dialéctica de la pobreza evangélica, por eso Pablo les dice a los Corintios: "Ustedes van a dar a los de Jerusalén que no tienen, pero no crean que con un sentido paternalista; Jerusalén también les dará de lo mucho que tiene. Tiene mucha pobreza evangélica, tiene mucho sentido de santidad." Esto quisiera decir yo: que no debemos de socorrer a nadie con sentido de superioridad, que el que da materialmente, recibe espiritualmente. Hay un intercambio de bienes que solamente lo comprende un verdadero espíritu de pobreza que hace sentirse al rico muy hermano del pobre y al pobre no sentirse inferior al rico, sino en una igualdad de intercambio: dar y dar, "nivelar", como dice San Pablo. ¡Qué hermoso será el día en que comprendamos esta bella doctrina evangélica de la pobreza!. Hombres que, como Cristo, confían solamente en el Padre; hombres que, como la Virgen, sepan ser los pobres de Yahvé con la santa libertad de reclamar contra el pecado dondequiera que se encuentre. La pobreza de la Iglesia será más auténtica y eficaz cuando de veras no dependa ni busque el socorro de los poderosos, "el amparo de los poderes", no haga consistir la evangelización en tener poder, sino en ser evangélica y santa. En apoyarse en el pobre que con su pobreza enriquece, Cristo; por eso lo hemos llamado en nuestra homilía de hoy "el amor y la justicia que iguala las situaciones sociales". HECHOS ECLESIALES DE LA SEMANA Ayer, la Catedral me parecía un congreso de comunidades eclesiales de base. Pocas veces se vive una misa como la que vivimos ayer, la misa única por el Padre Rafael Palacios. Participaban todos, todos no sentíamos hermanos; mutuamente nos comunicábamos una esperanza, un contagio de alegría. ¡Esta es la floración de la pobreza!, en la comunidad eclesial de base. Por eso esta Iglesia que ayer dio ese bello espectáculo es la que ahora quiere informarles también de su vida, invitándoles a que cada día vivamos más la comunión de nuestra comunidad. Esta Iglesia, por tanto, siente agradecimiento a las condolencias y a la solidaridad que han llegado de diversas partes con motivo de la muerte del Padre Palacios. Sin duda que Dios premia a este sacerdote escondido, que trabajó silenciosamente; y ayer la Iglesia le dio una respuesta. Yo quiero hacerlo también como un llamamiento a secundar esa iniciativa de los sacerdotes clarividentes de la hora actual. Muchos novenarios, en diversas partes de la república, se hicieron por el Padre Rafael. En El Calvario de San Vicente habrá una misa el martes 3, pasado mañana, a las 9 de la mañana. De allá me encargaron invitar a los amigos del Padre Palacios o simplemente a los cristianos que puedan participar. También quiero reiterar mi condolencia a la parroquia de Jucuapa y a Monseñor Rivera, obispo de Santiago de María, por la muerte de un sacerdote de aquella diócesis, el Padre José Abdón Arce, enterrado hace 15 días. En la comunidad de Chalatenango vivimos la fiesta del patrón San Juan, el domingo pasado, con verdadera alegría cristiana. Solamente sentimos que la sospecha de los cuerpos de seguridad obstaculicen la alegría de estas fiestas. Los retenes en las entradas del pueblo detuvieron, sin duda, a mucha gente que iba con espíritu cristiano. Quiero lamentar, aunque ya lo hubiera hecho antes, que al mismo vicario episcopal, el Padre Fabián Amaya, se le ha ofendido, desconfiando de él, registrándolo, llevándolo al cuartel, etc. En la comunidad de San José Villanueva hubo un atentado contra la iglesita, a la que quisieron quemar. Las religiosas pasionistas, para librar de una desgracia, han sacado las imágenes del templo y las han guardado en su casa. Esta diócesis se alegra con la conmemoración que celebraron los miembros del Opus Dei, en el cuarto aniversario de la muerte de su fundador, Monseñor Escrivá de Balaguer. El espíritu del Opus Dei, que muchos miembros no lo practican, yo creo que lo encontramos en el capítulo cuarto de la Constitución sobre la Iglesia, todo ese capítulo del laico. Es un ejército ya de miembros del Opus Dei, pero dirigentes de ellos me han confesado que muchos no lo entienden bien y se fanatizan, pero si vivieran de verdad ese capítulo cuarto, que es precisamente la espiritualidad del Opus Dei, "el laico en el mundo", contaríamos con muchos cristianos que desde su profesión y su santidad están haciendo mucho bien. Pedimos a Dios, con motivo del cuarto aniversario de la muerte de su fundador, que todos los seguidores comprendan y vivan un auténtico espíritu de Iglesia, tal como está en ese documento del Concilio. Los colegios Salesianos de María Auxiliadora y Santa Inés celebraron el 29 de junio como el día del Papa. El día del Papa, San Pedro, se celebró en la parroquia que lleva su nombre: Pedro Perulapán; y, también, en Ciudad Barrios, donde es patrón. Hasta allá vaya nuestro saludo, nuestra solidaridad. En el Hospital de la Divina Providencia se les invita hoy, primero del mes, para la hora santa, a las 5 de la tarde. Y hablando precisamente de la ayuda de la que habla San Pablo hoy, quiero señalarles ese horizonte de la Divina Providencia donde se está tratando de ensanchar la obra de atención a los enfermos, para todos aquellos niños que quedan huérfanos cuando mueren las enfermitas de ese hospital. Es una obra verdaderamente de evangelio. Se está promoviendo la compra de terreno al precio de 50 la vara, para facilitar así la contribución. Ya son muchas las personas que han comprado varias o una vara para esta obra. Yo les invito para que hoy, día que la piedad dedica a la Divina Providencia, vayan por allá para ayudar a esta obra que, como san Pablo, nos invita a mirar a Cristo para hacerla con más inspiración. Ha habido varias obras de pastoral como la reunión de la vicaría de Mejicanos, la reunión de la comisión pastoral y la próxima reunión del clero, que nos dicen de la actividad que en nuestra Diócesis, gracias a Dios, hay por organizar mejor la vida de nuestra pastoral. Quiero referirme, como una bendición de Dios, a la fe, a la devoción popular en el sagrado Corazón de Jesús. Desde ayer y estos tres días, estaremos oyendo muchos cohetes; son los rezos del Corazón de Jesús. Esta misma mañana yo estaré en un mercado para colaborar a ese movimiento popular que lleva a las masas de nuestra gente humilde sobre todo al santísimo Corazón Redentor de los hombres. Quiero agradecer la visita muy significativa de obreros que regresaron de Arabia Saudita, para agradecer a su vez al Arzobispado el apoyo que les dio en su conflicto. Dejaron un generoso donativo, pidiendo una bendición para ellos y para los que todavía están en aquellas tierras lejanas. Me refiero ahora a este buzón que ya funciona aquí en la Catedral y en el cual se han recogido ya algunas preciosas iniciativas. Todo aquel que tenga algo que proponer para mejorar la vida de nuestra comunidad, siéntase hijo de esta comunidad y ayúdenos a ser mejor. Quiero referirme a una carta que se recibió ayer del Ministerio del Interior, dirigida al gerente de la Radiodifusora YSAX, la Voz Panamericana, en la cual recuerda que esta difusora también debe contribuir al mantenimiento de la paz social de nuestro país y le recuerdan los artículos de la Constitución afectados por la ley del estado de sitio y también el artículo 14 del reglamento, donde entre otras cosas se dice que las radioemisoras "no transmitirán bajo ningún pretexto noticias o mensajes de cualquier naturaleza que sean contrarias a la moral, a las buenas relaciones internacionales, a la paz y al orden público o que causen escándalo o afecten en cualquier forma la vida privada, honrada o intereses de las personas..." Se está preparando la respuesta que se dará al señor ministro, pero yo quiero comunicar con mi comunidad de la Arquidiócesis, dos cosas: 1º) Que si esta carta es una circular del señor Ministro de Interior a todos los medios de comunicación social, estamos plenamente de acuerdo. Es un recordatorio útil, rutinario; y le pediría más aún, que ojalá, de verdad, se hiciera cumplir ese artículo 14, prohibiendo en ciertos periódicos y radios, publicaciones de campos pagados que ofenden a las personas, que afectan a la dignidad... Para muestra de la calumnia, un botón: ustedes recordarán cómo se publicó, casi como un anuncio de Cafiaspirina, el que el Arzobispo había pedido el apoyo de un diputado comunista de Costa Rica. Y por más que hicimos una aclaración, se leyó la aclaración de la calumnia que era aquello y, sin embargo, se siguió leyendo el anuncio. Lo que pasó en verdad está aquí, en un periódico que llega de Costa Rica. Que la Asamblea Legislativa de Costa Rica, entre los considerandos -son como ocho-, el número 4 dice: "Que entre las voces de protesta destaca la de Monseñor Romero, Arzobispo de San Salvador, pidiendo se ejerza presión internacional para forzar el fin de la represión gubernamental en El Salvador". En la parte dispositiva, en los acuerdos, el número 3 dice: "Acuerda solidarizarse en todos sus extremos con la campaña emprendida por Monseñor Romero, a fin de que se establezca en la hermana República de El Salvador un régimen de auténtica democracia". También denuncia otras cosas este decreto de la Asamblea de Costa Rica, pero en ningún momento se menciona la calumnia que aquí mencionaron los medios de comunicación social. Por eso pedimos que ese artículo está bien que nos lo recuerde el señor ministro y que lo haga cumplir a quienes no lo cumplen, quizás con la connivencia misma de los poderes. 2º) Que si se trata de una carta sólo para YSAX, como una advertencia, queremos pedir que se nos compruebe con casos concretos en qué programas nuestra emisora es peligrosa para la paz social o el estado de tranquilidad y paz en el espíritu del auditorio nacional. O ¿de qué paz y orden se habla?... Porque debe quedar bien claro, que si lo que se quiere es colaborar con una pseudo paz, un falso orden, basados en la represión y el miedo, debemos recordar que el único orden y la única paz que Dios quiere es la que se basa en la verdad y en la justicia. Y ante esa disyuntiva, nuestra opción... es clara: No duden, obedeceremos antes al orden de Dios que al orden de los hombres... Preferiríamos -naturalmente que no nos gustaría- que nos suprimieran nuestra emisora... ya es suficiente prueba los días que, por una deficiencia técnica, no pudimos salir al aire. Como que hacía falta el aire mismo, faltaba la verdad, faltaba una luz en medio de tanta tiniebla. Por eso digo, preferiríamos que se nos calle por decir la verdad y defender la justicia... a poder seguir hablando manipulados por la represión... Sólo lamentaremos que el pueblo no tenga siquiera un resquicio por donde le llegue esa voz de la verdad y de la justicia; sentiríamos que el pueblo, sobre todo aquel que no encuentra dónde expresar su voz, no tuviera ni siquiera este pequeño medio que es nuestra humilde YSAX, la Voz Panamericana. 3. UNA FE AUTENTICA EN CRISTO ES LA UNICA SOLUCION DE NUESTROS PROBLEMAS Finalmente, para comprender a Cristo, poder que da la vida, y para aceptar a Cristo desde la vertiente de la riqueza y desde la vertiente de la pobreza, y hacer de Cristo la fuerza que une en la justicia y en el amor, se necesita una cosa, y ésta es la respuesta que Cristo espera este domingo de nosotros: la fe. - Actitud de Jairo Es hermoso el gesto de Jairo, doblando la rodilla ante Cristo: "Mi hija se muere, ven, ponle la mano y curará". Y cuando caminando hacia allá los criados le vienen a decir: "Ya no molestes al Maestro, ya murió". - Respuesta de Jesús Cristo le dice: "No temas, basta que tengas fe". Fue la condición para llegar, aún provocando la risa: no está muerta, sólo duerme. Y tomándole de la mano, le dice una palabra aramea que San Marcos conserva: "Thalita Kumi", que quiere decir: "Muchacha, a ti te lo digo, levántate". Y un gesto muy humano de Cristo, la levanta y la entrega a sus padres y les dice que le den de comer. Se despertó con hambre. - Actitud de la hemorroísa ¡Qué gesto más hermoso también el de la hemorroísa!. Así la llama el evangelio a aquella mujer que tenía años de sufrir flujos de sangre. Y buscando entre la muchedumbre cómo tocar el manto del Maestro, con una fe tan grande que decía: "Si logro tocarlo, me curo". Y logró tocarlo, y se curó. - Respuesta de Jesús Cristo sintió que su poder había salido ante una fe que lo tocaba. Muy distinto de todos los demás que lo tocaban por curiosidad. Entonces se vuelve a ella que timorata, afligida, trataba de explicarle al Señor, y le dice: "No temas, hija, tu fe te ha curado. Vete en paz y con salud". - La fe no es un elemento mágico Terminemos diciendo que la fe de esta comunidad, la fe audaz que la haga seguir fielmente a Cristo, consiste no en una fe mágica. La fe que arrancó los milagros del evangelio de hoy es una fe que consiste en una disposición de confianza total en Jesús que nos lleva a una libre aceptación del Salvador. Esto deseo para todos ustedes, queridos hermanos y estimados radioyentes: una confianza total en Jesús como la de Jairo, como la de la hemorroísa, porque entonces sí tendremos un pueblo que de veras espera con justicia de Dios. - Testimonios de nuestro pueblo A este propósito como voces del pueblo, súplicas de los humildes, expresiones de fe, dos cartitas. Una de una joven de Ilobasco, Emérita Miranda, que me suplica agradecer ante el público la curación milagrosa de su mamá: "Mi abogada es la Virgencita de los Desamparados y el Corazón de Jesús, a quienes les pedí de rodillas, con toda mi fe cristiana y con lágrimas en los ojos, por la salud de mi madre y ellos me escucharon. Le pido de caridad de hacer llegar a todos los católicos que cuando se ora con fe, se alcanzan los milagros". También el caso de José Ascensio Orellana, llevado con hemorragia, precisamente, al Instituto del Seguro Social. Y me encarga agradecer a Dios, porque con qué fe le pidió al Señor. Publica ahora su testimonio, sin ninguna pena, para decir a todos que la fe no es cosa de hace veinte siglos; la fe es de hoy. ¡Lo que ha podido hacer la fe en la curación de estos nuevos elementos que confían en Cristo!. Digo yo, hermanos, ¿por qué no lo va a hacer Jesucristo con nuestro pueblo?. Pueblo donde se cierne como una bandera de pecado: la muerte, el asesinato, la enfermedad, la pobreza, la injusticia institucionalizada. Vendrá un orden nuevo, vendrán hombres nuevos, los hará la fe, la fe en Jesucristo...
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Queridos hermanos:
- Oportunidad de celebrar este homenaje al Cuerpo y a la Sangre del Hijo del Hombre cuando se están haciendo tantos ultrajes a la vida humana. Resulta bien oportuno un homenaje al Cuerpo y a la Sangre del Hijo del hombre mientras hay tantos ultrajes al cuerpo y a la sangre entre nosotros. Yo quisiera reunir en este homenaje de nuestra fe a la presencia del Cuerpo y de la Sangre de Cristo derramada por nosotros, tanta sangre en el amontonamiento de cadáveres masacrados aquí en nuestra Patria, en nuestra hermana república de Nicaragua y en el mundo entero. Sin duda que Cristo la recoge cada vez que se realiza ese misterio: "Este es mi cuerpo, esta es mi sangre de la alianza de los hombres con Dios que se derrama por el perdón del mundo". No toda la sangre derramada es santa como la de Cristo, lamentablemente, pero toda sangre es sagrada; y todo cuerpo inmolado, aunque sea bajo el asesinato, es una vida tronchada y la vida es sagrada. - No celebramos un cuerpo y una sangre muertos, sino resucitado glorioso. Mensaje de esperanza. Por eso, nuestro homenaje del "Corpus", del Cuerpo del Señor, no termina en un hombre matado por la injusticia del mundo, clavado en una cruz, sino que lo recoge tres días después resucitado y glorioso como triunfo del sacrificio de la sangre derramada. Por eso queremos unir en este homenaje del "Corpus", la esperanza de los que murieron con un ideal; la esperanza de los hogares, de las vidas, de los huérfanos que están sufriendo como consecuencia de esos asesinatos y de esas muertes violentas para decirles: El Cuerpo de Cristo que hoy veneramos en el altar -muerto, pero resucitado- está en la gloria de su resurrección marcado con las señales de la tortura, de la injusticia, del asesinato, como un reclamo frente al pecado del mundo, la justicia eterna de Dios. Nada queda oculto, todo será puesto en justicia, todo quedará en su puesto. - Puesto y sentido de la fiesta del Corpus en el año litúrgico. El homenaje al Corpus resulta bien oportuno. Como las fiestas de la Iglesia debemos de llevarla a una aplicación concreta y práctica, presente de nuestra historia. Las fiestas litúrgicas no son memoria de cosas pasadas ni son celebraciones de cosas abstractas; las fiestas litúrgicas, lo mismo que el evangelio, se predican encarnándose en la realidad, a veces vergonzosa, dura, cruel, dolorosa, pero realidad que Cristo levanta para redimir y para santificar. - Resumen del dogma eucarístico: presencia real, viva y vivificante. ¿Qué celebramos en el Corpus?. Celebramos el dogma de los católicos, esa fe que nos ha traído a la Misa del domingo. Ojalá todos avivemos cada día más esa fe que en el momento en que frente a la asamblea cristiana reunida en la Catedral o en la humilde ermita o en el cantón, el sacerdote dice las palabras que hemos oído hoy en el evangelio: "Tomad y comed, esto es mi cuerpo, esta es la sangre de la alianza que se derrama para perdón de los pecados" y la levanta en alto y el pueblo -ya sea de pie como señal de respeto, ya sea de rodillas como señal de adoración- reconoce que ante sus ojos está realmente en el signo del pan y del vino, verdadera, real y substancialmente presente el cuerpo y la sangre del Señor. Y es una presencia viva y vivificante. - Sacrificio... comunión... culto... Tiene dos aspectos la presencia de Cristo en la Eucaristía, el primer aspecto: presencia como víctima, como sacrificio; todo el sacrificio de Cristo en la cruz se hace actual, presente en cada misa que se celebra. El segundo aspecto es: como comunión, el alimento que Cristo nos da es amor, es un mismo pan; como en la familia la mamá parte aunque sea pobre, el mismo pan para repartirlo a los niños, a los hijos y así se siente en torno de la mesa la unidad de la familia; el altar que es lugar de holocausto, es también mesa del hogar. El altar de la Catedral y de cualquier templo que lo homenajeamos tanto, lo adornamos de flores, lo incensamos, lo vestimos de manteles lujosos -cuanto más, mejor- es porque representa a Cristo, pero Cristo se hace presente en el momento de la Misa, en la hostia y en el cáliz. Es víctima recogiendo el sacrificio de todos los hombres para ofrecerlo a Dios; y es comunión, llamando al amor de todos a formar una sola familia: la familia de Dios que se alimenta con la carne y la sangre del Cordero celestial, el pan que bajó del cielo. LA EUCARISTÍA, PRESENCIA VIVA Y VIVIFICANTE DE CRISTO EN LA HISTORIA. Esta es la Eucaristía, una presencia viva y activa, vivificante de Cristo en persona aquí en la historia. El principal presente en la misa es Cristo en el Altar y cada vez que venimos a Misa es a Él a quien venimos a oír, a seguir y a amar. 1. La Eucaristía, plenitud y cumplimiento de las alianzas antiguas. 2. La Eucaristía, principio y signo del Reino de Dios entre los hombres. 3. La Eucaristía, inspiración y fuerza de nuestra esperanza escatológica, esperanza del más allá que ya está presente aquí en nuestro corazón por la esperanza y esa esperanza la anima Cristo presente en nuestra historia. 1. LA EUCARISTÍA, PLENITUD Y CUMPLIMIENTO DE LAS ALIANZAS ANTIGUAS - Figura de Jesús Sumo Sacerdote... une con su sacrificio las alianzas antiguas y la Nueva Alianza. En primer lugar, las lecturas de hoy nos invitan a un parangón bien interesante. La Eucaristía se presenta entre la primera lectura del Viejo Testamento y las dos lecturas del Nuevo Testamento, como un sacramento que Cristo establece para perfeccionar, para darle plenitud, para darle cumplimiento a todo lo que significaron las viejas alianzas. Es conmovedor mirar hoy en nuestra Catedral, como si fuera un cenáculo, que la figura de Cristo se levanta en el altar para decirnos esa palabra del evangelio: "Tomad, esto es mi cuerpo"; y después, en el cáliz de la Misa que el pueblo le presenta en la procesión de ofrendas con un poco de vino de uvas, Cristo lo transforma por el ministerio de su sacerdote y lo entrega al pueblo: "Tomad, este es el cáliz de la sangre de la alianza, sangre que se derrama para perdón de todos ustedes". ¡Sangre de la Alianza!, ¡cuántos siglos evoca esa palabra del Señor!. a) Las antiguas alianzas: - Son jalones de la historia de la salvación. Durante toda la cuaresma, este año, los que han seguido el pensamiento de nuestra catequesis, recordarán que hemos ido enumerando las diversas alianzas que van marcando como etapas en la historia de la salvación: la prehistoria, Noé bajo el signo del arco iris; la segunda es como el signo del arco iris; la segunda es con Abraham, marca la etapa de los patriarcas; y ahora nos encontramos con la etapa de Moisés, la Alianza sinaítica, la alianza del Sinaí. Esa es la primera lectura: de Moisés a Cristo la gran promesa del pueblo que nació junto al monte Sinaí, va a cumplirse en la otra cumbre del Calvario, la sangre de Cristo que ya no será sangre de animales como la que ofreció Moisés en el altar. - La más importante, la del Sinaí porque dio origen al pueblo de Dios. - Su rito presagia la Eucaristía. ¿Qué fue la alianza de Moisés? Fue la ratificación del amor de Dios que escoge a una nación entre todas las naciones para hacerla su pueblo y el pueblo de aquella nación que le dice a Dios por medio de Moisés: "haremos todo lo que nos dice el Señor". Elementos: Sangre, sede de la vida. Moisés, para ratificar con sangre ese amor de Dios que elige un pueblo y ese pueblo que acepta la elección de Dios -nos dice la lectura de hoy -: "levantó un altar al pie del Monte Sinaí y alrededor puso 12 piedras, las 12 tribus de Israel ". - Rito de comunión (manda matar animales) Lo que va a suceder es algo grandioso, manda a los Jóvenes a matar las víctimas que van a ser ofrecidas a Dios. - Rito de la sangre: la mitad sobre el altar, la mitad sobre el pueblo: comunión vital entre Dios y el pueblo de Dios. Aquella sangre la recoge en un depósito y la divide en dos partes, una alianza de sangre es un pacto entre dos voluntades. El altar representa lo divino y por eso la mitad de la sangre la derrama sobre el altar; el pueblo representa la otra parte de la alianza. El pueblo que ha sido escogido y ha aceptado llamarse y ser pueblo de Dios. Moisés entonces lee la ley de Dios al pueblo y el pueblo dice: "la aceptamos, haremos todo lo que dice el Señor"; y la rúbrica es la sangre. Moisés con la otra parte del depósito de sangre, hace la ceremonia de la aspersión: "Su sangre caiga sobre este pueblo". La sangre de Dios representa en la sangre -para los israelitas y para el sentido bíblico- es la sede de la vida; por eso decía: qué hermoso es recoger en este día de la sangre, tanta sangre derramada, vida desparramada en nuestro suelo, vida botada hasta en las cloacas y en los albañales, vida que no se tiene en consideración. Se recoge para firmar una alianza entre Dios y el hombre porque la sangre es sede de la vida. Y al asperjar Moisés el altar y al pueblo, quiere decir que hay una comunión vital que une a Dios con el pueblo. - Efectos: perdón legal, comunión con Dios, origen del Pueblo de Dios. Es el Pueblo de Dios que ha sido reconciliado por el sacrificio de las víctimas; la muerte de los animales representa el holocausto del pueblo; como haciéndose representar por el martirio de unos pobres animales, el pueblo le pide perdón a Dios. El sacrificio de comunión lo llama la Biblia hoy: el sacrificio de reconciliación; así como la aspersión del altar y del pueblo es el sacrificio de comunión de vida con Dios, así como a través de las 12 piedras que representan a la humanidad israelita representa la sangre que los una a todos en un solo amor, en una sola familia, originando el Pueblo de Dios, esto es el gesto simbólico de la Vieja Alianza que culminó en el Sinaí. - Cualidades: alianza limitada..., provisional..., imperfecta... Pero como todo lo antiguo era señal de lo que había de venir, en la alianza del Sinaí, a pesar de su grandiosidad, hay limitación, hay provisionalidad, hay imperfección. Sí, es una alianza limitada, limitada solamente al pueblo de Israel. Provisional, los profetas se encargan de descifra el signo y anunciar una nueva alianza que tendrá carácter universal y profundo. Imperfecta, porque solamente hace una purificación legal, externa, ritual. b) La nueva Alianza: la Eucaristía. - Tema de la epístola a los Hebreos: superioridad de la nueva alianza sobre la vieja alianza. Por eso, la segunda lectura de hoy compara aquella alianza vieja con la nueva, ese es el tema de la epístola a los Hebreos. Carta escrita para animar a los judíos que se convertían al cristianismo, porque en la mente del judío que tenía toda una tradición que venía de Moisés, su templo de Jerusalén, las ceremonias de sus sacerdotes, los holocaustos de su altar, significaban como una nostalgia peligrosa ante un cristianismo que nacía, que era perseguido, que no tenía templos ni sacerdotes lujosamente vestidos como los orientales; entonces, la persecución lograba hacer retroceder a muchos judíos que dejando el cristianismo se volvían a la ley mosaica. A estos les escribe una carta a los Hebreos, carta a los judíos convertidos, para compararles que por más lujoso que aparezca el templo de Jerusalén, por más tradicional que aparezca el rito de Moisés, es bien imperfecto en comparación del sacrificio de Cristo. - La Eucaristía es presencia viva del "Sumo Sacerdote" de los bienes definitivos. La página preciosa de hoy nos ha presentado revestido como Sumo y Eterno Sacerdote penetrando no en un templo hecho por manos de hombres, sino llevando una sangre que no es la que Moisés repartió: sangre de animales, agua con ceniza de becerros, sino que es Cristo llevando su propia sangre, entrando al santuario infinito del cielo. Lo de Moisés no era más que una figura, esto es la realidad. El sacrificio del Sinaí no tenía virtud para perdonar la conciencia y limpiarla de los pecados, este sí es el Cordero inmaculado que quita el pecado del mundo. - Nos da una liberación eterna... limpia la conciencia... no una purificación legal. La liberación que Moisés ofreció no era más que de Egipto, el Exodo es una página bella de una liberación pero era temporal, sólo partía de Egipto para la tierra prometida, en cambio, la gran liberación, la que nos dé Cristo impulsado por el Espíritu Eterno -dice la Biblia hoy- es la liberación eterna; la que nos arranca de las garras del pecado y del infierno; la que quiere apartar del mundo todas las esclavitudes y las injusticias; la que deja una Iglesia que predica con eficacia la redención de los hombres, la que acuerpa -fíjense bien- los movimientos liberadores pero para que sean eficaces. Los quiere apartar también a ellos, del pecado del abuso del poder. No es extraño que la Iglesia, que lleva esta fuerza liberadora para comunicarla también a las reivindicaciones de los grupos humanos, reproche lo malo de esos grupos humanos cuando abusan en sus reivindicaciones, pero Ella también se enfrenta a lo que no les gusta a los que luchan por la injusticia; y del lado de ellos le grita también al abuso del poder, al abuso de la economía, al abuso del pecado, cualquiera que sea, porque es el poder del Cristo que con el Espíritu Eterno, da la verdadera libertad y proclama la autonomía, la independencia de un Reino de Dios en medio del mundo. No le importa quedar bien con nadie, solamente le importa libertad a los hombres y quedar bien con Dios, ofrecerle una humanidad plenamente libre de todo aquello que esclaviza. - Nos lleva al culto del Dios vivo. Esto es lo que dice la epístola a los Hebreos, cuando compara el culto de la Nueva Alianza con el culto de la Antigua Alianza del Sinaí. El Corpus viene precisamente a recoger todo el espíritu de esa carta a los Hebreos; en esta misa de Corpus y esta tarde a las 4, miremos que el principal presidente de esta reunión es Cristo, el Sumo y Eterno Sacerdote, conduciendo un pueblo por estos caminos de la verdadera liberación cristiana. 2. LA EUCARISTÍA, PRINCIPIO Y SIGNO DEL REINO DE DIOS ENTRE LOS HOMBRES Es la presencia viva de Cristo en su misterio pascual. La Eucaristía toma la misma base que tomó Moisés cuando Cristo, en la víspera de la muerte en que va a derramar su sangre, nos deja en el cáliz esa sangre que se va a derramar el Viernes Santo: "Esta es mi sangre, sangre de la alianza". Ahora ya no se trata de un depósito de sangre de animales se trata de sus propias venas de hombre-Dios que va a darse en holocausto por el mundo. Lo llama la epístola de hoy: el Mediador de la Nueva Alianza. ¡Qué hermoso pensamiento esta realidad católica! Cada misa de cada domingo que venimos, es a recoger, en el cáliz de nuestro altar, todo el amor, todo el dolor, todo el mérito, todo el sacrificio de Cristo que evocando los holocaustos inútiles de la antigüedad, le da eficacia de redención a su sacrificio de la cruz: "Haced esto en mi memoria". Qué gusto me da decirle al Señor: Mira Señor, cuántos te recuerdan, mira esta Catedral llena, mira las muchas Iglesias de la diócesis y del mundo, hasta en las humildes ermitas, grupos de gente que van a Misa. Hoy que venía para la Catedral, salían de San José de la Montaña, para todos los caminos, grupitos de gente. Me venía la emoción de pensar esto que estoy diciendo aquí, esta gente ha ido a contactarse con el signo y el principio de un mundo nuevo, un Reino de Dios que sólo lo vive el católico que tiene fe verdadera en el Cristo Redentor. - Contiene a Cristo en persona en el momento de morir y resucitar. La Eucaristía es presencia del misterio pascual de Cristo cuando el sacerdote levanta la hostia y dice: "Este es el sacramento de nuestra fe" ustedes responden porque así lo sienten: "Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección". Esta es la Eucaristía anuncio de la muerte del Señor, proclamación de su vida eterna, optimismo de unos hombres y de unas mujeres que sabe que están siguiendo -aun en medio de la obscuridad y de la confusión de nuestra historia- la luz luminosa de Cristo, vida eterna. - Sólo la Iglesia posee el germen de ese mundo nuevo y definitivo. Cristo una vez resucitado, ha puesto en el mundo, el germen de un mundo nuevo y "Todos aquellos que rodean ese germen que se llama iglesia -dice el Concilio Vaticano II- podrá ser que no sean la mayoría de la humanidad, pero a ese grupito en torno a Cristo, le cabe el honor seguro de ser germen de unidad y de salvación para el mundo entero". - Cristianos... fuerzas de liberación y renovación. En este momento yo siento la conciencia de que ustedes y yo estamos tomando fuerza, energía, de ese núcleo de salvación y de unidad. Cuando salimos de Misa, debemos de salir como bajó Moisés del Sinaí, con su cara luminosa, con su corazón valiente a enfrentarse a las dificultades del mundo. Decía un Santo Padre: "como leones que han comido fuego". ¡Qué hermoso sería una unidad cristiana de leones que han comido fuego y van al mundo alimentados con este fuego de amor que es Cristo!, no para esconder cobardes una fe, sino para exhibirla como la única salvación. Esta es la verdad, lo demás es mentira; esta es la justicia, lo demás es deshonor, es injusticia. El cristiano lleva la seguridad de Cristo y es germen de salvación. Si hay esperanza de un mundo nuevo, de una patria nueva, de un orden más justo, de un reflejo del Reino de Dios en nuestra sociedad, hermanos, ténganlo por seguro, son ustedes los cristianos los que van a hacer esa maravilla del mundo nuevo pero cuando todos seamos de verdad comunicadores de esta vida que venimos a recibir den la Eucaristía de nuestra Misa dominical, este germen que transformará al mundo. HECHOS DE LA SEMANA Por eso es aquí, hermanos, donde yo insisto que una predicación, una vivencia cristiana en San Salvador, en 1979, siendo la eterna vivencia cristiana de Moisés y de Cristo y de los apóstoles tiene que ser como la de ellos, propia de su propio ambiente, es su propio tiempo. Me da lástima pensar que hay gente que no evoluciona. Hay gente que dice: "todo lo que ahora hace la Iglesia está malo porque no es como cuando nosotros lo hacíamos cuando éramos niños"; y recuerdan su colegio y quisieran un cristiano estático como museo de conservación, no es para eso el cristianismo ni el evangelio, es para ser fermento de actualidad y tiene que denunciar no los pecados de los tiempos de Moisés y de Egipto, ni de los tiempos de Cristo y Pilatos y de Herodes y del Imperio Romano; son los pecados de hoy aquí en El Salvador, los que les toca vivir, el marco histórico; este germen de santidad y de unidad, tenemos que vivirlo aquí en la tremenda realidad de nuestro pueblo concreto, cual es nuestra comunión eclesial. HECHOS ECLESIALES LOCALES Y MUNDIALES Recibí un telegrama de Las Flores, Chalatenango. El párroco me dice: "El viernes, Corpus, ayer, concurridísimo. Todo orden, devoción a pesar de tanto revoltijo político. Campesinado conserva antigua fe, arraigadas devociones, gracia a Dios. Saludo atentísimo". Diría yo así como en Las Flores, el jueves en varias poblaciones y hoy que es domingo, cuando se traslada el Corpus aquí en la Catedral a las 4 de la tarde veremos el grupo cristiano reunido en torno de la Eucaristía. Es consolador saber que el domingo, la Misa llena nuestros templos en todas partes. Alguien me decía que hoy han concurrido más gentes a la Iglesia en estos tiempos, lo cual lo cito para decirles que esta comunidad de la Arquidiócesis va teniendo su fisonomía propia; nuestra Arquidiócesis tiene que tener en el conjunto de las diócesis del mundo, una fisonomía también propia que hemos de cultivar. El jueves de esta semana celebra su onomástica Mons. Luis Chávez y González. Una figura de nuestra fisonomía arquidiocesana; 37 años de arzobispo nos deja una herencia que son ustedes, su fe, su amor a Cristo. Agradezcámosle al Señor y cultivemos esa herencia. Aquí en esta comunidad de la Arquidiócesis, ayer murió un querido sacerdote, párroco de la diócesis de Santiago de María, el Padre José Abdón Arce que va a ser enterrado hoy, esta tarde, en Jucuapa. En las diversas comunidades ha habido también significativas fechas. En San José de la Montaña está habiendo una renovación del gobierno parroquial. Queremos darle a esa parroquia un sentido de seminario y de vocaciones. Queremos que todos nos ayuden a dar un rumbo más diocesano, más eclesial a la parroquia de San José de la Montaña, como lo vamos a decir después. En la parroquia de la Divina Providencia, Colonia Atlacatl, el domingo pasado celebramos la fiesta patronal. La Iglesia estaba repleta y tuve la oportunidad de explicar el sentido providencial de la vida: no pereza ni pasivismo sino colaboración con Dios que es providente y guía al mundo pero contando con los hombres. En Soyapango celebramos la fiesta de San Antonio actualizando el mensaje de un santo de la Edad Media como es San Antonio, lo que sería hoy. Un santo que según los estudiosos supo hablar la verdad difícil de su tiempo. En la Colonia Morazán, una zona pobre, marginada, trabajan las religiosas de la Asunción; allí me dieron el gusto maravilloso de una confirmación de jovencitos. ¡Qué juventud! Después de una preparación catequista y de un retiro espiritual, a recibir el Espíritu Santo con un propósito de ser instrumentos dóciles del Espíritu de Dios en el mundo. Tuve oportunidad de visitar el Asilo Sara donde el noviciado de las Religiosas Oblatas del Sagrado Corazón están haciendo también una gran labor de amor cristiano. En la Basílica del Sagrado Corazón vamos a celebrar este viernes, a las 6 de la tarde, la fiesta del Corazón de Jesús, que es también una devoción que no puede pasar de moda porque es el amor de Cristo a los hombres, solamente hay que procurar actualizarlo y vivirlo con las exigencias del tiempo nuevo. En el mercado, durante el mes de junio, se lleva a cabo, en rezos populares y predicaciones de sacerdotes una verdadera misión del Corazón de Jesús. Yo voy a participar en esa misión el domingo 10 de julio a las 11 de la mañana cuando el Centro Ana Guerra de Jesús -que promueve la vida de las señoras del mercado- celebre su Misa del mes del Corazón de Jesús. Esta Iglesia tuvo la oportunidad de hacer oír el pensamiento de la Iglesia acerca del control, de natalidad, en la Universidad Nacional, en una mesa redonda el lunes de esta semana. Es una pena, hermanos -y yo quisiera llamarlos a reflexionar- si lo que está pasando en El Salvador no será el castigo de Dios a Babilonia o a Sodoma o a Gomorra. Cuando una platica con médicos y gente técnica de hospitales, da vergüenza que esté pasando lo que dijo un estudiante de medicina -y perdónenme la palabra-: "están castrando a nuestro pueblo"; hay esterilizaciones masivas de mujeres y hombres. Los instrumentos anticonceptivos se reparten con descaro, se reparten sin ninguna pena, sin ningún pudor yo les suplico que reflexionemos seriamente que la fuente de la vida es sagrada como la misma vida y que la relación del hombre y de la mujer, santificada en el matrimonio, tiene una doble finalidad: la finalidad de amarse y de compenetrarse en la unidad íntima; pero no sólo eso, la finalidad de procrear. Por tanto, el principio de la Iglesia es que todo acto conyugal tiene que quedar abierto a la vida, y que todo estorbo a la vida, en su misma fuente, es un pecado contra la naturaleza. Conmigo estaba el Padre, que es médico también, Guillermo Gibbons, que lleva una campaña junto con la Organización Mundial de la Salud para investigar los métodos naturales. El Padre asegura -con médicos de otras naciones- que las experiencias que van estudiando, están dando un éxito de por lo menos un 98%. ¿Por qué entonces pecar con un control artificial de la natalidad, cuando la diligencia de los médicos podría encontrar los medios naturales que Dios ha puesto en la misma naturaleza? Y si de allí nos dirigimos al campo más criminal del aborto... un médico decía que no era tan eficaz el medio de los instrumentos y medicinas, como el aborto que se multiplica más entre nosotros. ¿Cómo será? Si lo otro es tan desvergonzado, ¿cuál será la cantidad de abortos que hay en nuestro pueblo? Hermanos, esto es un crimen. Si sentimos la represión porque nos matan a jóvenes y gente que ya es grande, lo mismo es quitar la vida en las entrañas de la mujer: es hombre como el profesor que es asesinado, como el Ministro de Educación que es asesinado; también el niño en las entrañas es un hombre que por el aborto es asesinado. Y si se priva de venir a la vida buscando únicamente los placeres, es también un robo a la naturaleza. Ojalá reflexionáramos más y pusiéramos de nuestra parte todo lo posible para que no haya pecado en el mundo y Dios nos bendiga y nos saque de tanta injusticia y desorden. Mirando hacia el mundo desde esta comunidad y para que reflexionemos en el Corpus de 1979, como alma de esta Iglesia presente en el mundo, me da gusto recoger las palabras de Juan Pablo II al despedirse de Polonia. El Papa le dijo al Presidente: "Esta visita ha consumido todas mis energías" y el Cardenal Wyszynski que estaba junto a ellos, le contestó al Papa: "Pero su visita, Santidad, le ha dado fuerza a nuestra Patria". Esto es ser el pastor en la Iglesia: dar su vida para que el pueblo tenga vida. También, al despedirse, dijo a los periodistas: "Cuando vosotros facilitáis información plena y fielmente adecuada y exacta, hacéis posible que cada hombre y mujer sean partícipes de los asuntos de toda la humanidad. Idealmente vuestras vidas están dedicadas al servicio de la verdad en la medida en que permanezcáis fieles a este ideal seréis merecedores del respeto y de la gratitud de todos". Les recordó el episodio de Cristo ante Poncio Pilato cuando Cristo dijo: "Yo para eso he venido al mundo, para dar testimonio de la verdad". El Papa dijo que los periodistas debían de hacer suyo este tema de Cristo ante Pilato. ¡Ante Pilato! : ante las amenazas de la política, ante el peligro de perder ventajas si dicen la verdad, ante el peligro de ser matado como Cristo si dice la verdad; el periodista debe de ser valiente como Él. Para eso estoy en el mundo, no para distorsionar la noticia, no para se instrumento de la política partidista, interesada, egoísta, sino para decir la verdad. ¿Cuándo tendremos periodistas de esa categoría?. Quiero referirme -porque es una realidad- que desde el Corpus tenemos que mirar a la triste situación de Nicaragua. Más de 10.000 personas se calcula que han muerto ya, se rechaza toda solución pacífica, y los obispos han dirigido un mensaje en el cual citan los principios de la legitimación de la sublevación, cuando dice el documento de los obispos nicaragüenses: "A todos nos duelen y afectan los extremos de las insurrecciones revolucionarias, pero no puede negarse su legitimación moral y jurídica en el caso de tiranía evidente y prolongada, que atente gravemente a los derechos fundamentales de la persona y damnifique el bien común del país". Yo creo que nosotros que hemos sido muy respetuosos del juicio de la Jerarquía en cada pueblo donde le toca juzgar las cosas, nos solidarizamos con el apoyo que los obispos dan a la autonomía y libertad del pueblo; pero así también, reclamando no sólo contra los abusos de una tiranía que son evidentes, sino también contra el peligro de abuso de la reacción contra esa tiranía. La iglesia no se puede parcializar mientras haya peligro de traicionar su mensaje imparcial de justicia entre los hombres. Y a propósito de Nicaragua y por eso lo citaba yo -el mensaje lo pueden leer también en orientación- pedirles, como hermanos de aquellos hermanos que sufren hambre, situaciones sumamente precarias, su ayuda para ellos. Anteayer por la radio oí decir una voz que decía: "yo, desde el domingo no como". ¡Lo que significa de angustia una palabra como esa! Entonces vamos, por medio de Cáritas de la Arquidiócesis en todas las parroquias y comunidades, a hacer una recolección de víveres que se puedan conservar para mandarlos y de otras cosas que puedan ser útiles. Hago un llamamiento a la caridad y al amor comprensivo de todos ustedes para que hagamos llegar esta ayuda a nuestros hermanos. Miren si hay organización de Cáritas en sus comunidades y ellas son las que tienen ya instrucciones concretas, lo mimo que todos lo párrocos, para hacer esta colecta que la haremos llegar por medio seguro a la Iglesia de Nicaragua. HECHOS Y DENUNCIAS DE NUESTRO MUNDO Aunque sea lejos, pero pensemos en la tragedia que significa en Hong Kong, 52.000 refugiados del Vietnam, esperando países que les abran los brazos para ir a encontrar una esperanza en el futuro de su vida. Claro que El Salvador no puede dar acogida, pero El Salvador puede intervenir para que otros países con mejores capacidades territoriales, puedan alojar a los vietnamitas que en número de 52.000, esperan como en una emergencia que no puede esperar mucho, en Hong-Kong. Miremos ahora el campo de la violencia que continúa arrasando: 22 asesinados ya cuentan los maestros; 2 desaparecidos: Juan José Herrera y Roberto Romero; 3 heridos de gravedad; muchas amenazas de la UGB; recuerdo con emoción un maestro de un pueblecito que les dijo a sus alumnos: "Me despido de ustedes porque he recibido una amenaza de muerte y yo no sé si podré volver a darles clases". Y así hay muchas escuelas en el país, cerradas ante la amenaza y el temor. A este propósito, yo he preparado un mensaje para los maestros que se va a publicar el día del maestro, el 22 de junio y en el cual desarrollo estos tres pensamientos: una protesta por la represión que están sufriendo; un apoyo a su auténtica vocación docente; y el ofrecimiento de un modelo para su vida y su labor magisterial: el Divino Maestro. Quiero avanzarles, como idea central será el apoyo a su vocación magisterial. "En estas circunstancias tan difíciles para ustedes, me interesa también apoyarlos para que realicen con fidelidad su vocación de docentes, siguiendo las recomendaciones del último Seminario Nacional sobre Reforma Educativa, es decir, concebir la educación como un proceso por el cual se incorpora el individuo en forma crítica y como agente de cambio en la construcción de una sociedad más justa, lo cual supone formar salvadoreños no conformistas, trabajadores, realistas, responsables y creativos de los procesos sociales y económicos..." Y con este propósito me refiero también, a defender la educación que se da en nuestros colegios católicos y que mentes mal intencionadas tratan de difamar diciendo que en nuestros colegios católicos se indoctrina de marxismo a alumnos y alumnas. Esto es falso, solamente reclamamos esto que acabo de leer: una formación crítica. Ya no es tiempo de ser pueblo, masa adormecida y que hagan con él lo que quieran; queremos hombres, queremos formar en nuestros colegios hombres y mujeres que sepan criticar lo injusto y discernir también lo justo, que no vayan siguiendo sólo por seguir una tradición que nos ha dado por resultado esa situación en que estamos viviendo. Hay más víctimas de la violencia. Dirigentes de sindicatos, miembros de la unión de tugurios (UPT) y de otros organismos como FECCAS, UTC, FAPU; campesinos: Manuel Barahona Chávez, Domingo Murcia, Rubén Quezada que fueron capturados y después aparecieron muertos con balazos; tres cadáveres no identificados en Tierra Blanca. Amenazas sangrientas, por ejemplo: de la UGB al poeta Rafael Góchez Sosa, al Dr. Luis Alonso Posadas, a un sacerdote ayer o en estos días, a varios cristianos. Secuestros: Sigue en pie nuestra preocupación por los dos ingleses, y luego mencionamos y pedimos también comprensión para los otros tres secuestrados: Adolfo Antonio Ríos, Miguel Armando Miguel, Carlos Rafael Nieto Alvarez. Capturados, no consignados a los tribunales a pesar de haber recibido el recurso del Habeas Corpus que es constitucional y al cual no se le hace caso. Tengo la lista de por lo menos 12 capturados en esas condiciones y porque mencionar su nombre supone una defensa de parte de la Iglesia, por eso los menciono, por ser voz de esas familias angustiadas: Cruz Flores, Manuel Antonio Mejía, María Reina Mejía, Carlos Mejía, Hernán Delgado Renderos, Mercedes Palacios, Pedro Juan Alvarado, José Mario Palacios, Cristóbal López, Benjamín Gavidia. No puedo detallar por falta de tiempo, pero se trata de campesinos humildes o de obreros; de trabajadores que salieron tal vez de su trabajo, a un paseo, a una visita y no volvieron más a su casa. Ojalá no sea definitivo ese desaparecimiento. Gracias a Dios cuando se levanta una punta del velo y se ve un misterio de iniquidad, tal vez puede haber una esperanza; por ejemplo, cuando se descubrió el abuso de la Policía. En estos días fueron descubiertos los verdaderos autores de un crimen que en un primer momento se creyó ajusticiamiento de las FPL, pues junto a ellos se encontró una bandera de esa organización. El verdadero autor intelectual del crimen fue un inspector de la Policía Nacional, que lleva trabajando en ese Cuerpo de Seguridad más de 18 años. Los autores materiales fueron dos ex agentes de la Policía quienes cometieron el crimen por una gratificación de ¢50.00. El motivo parece ser una mezcla de celos y de ambición. ¡Cuántos crímenes habrá por motivos inconfesados y luego se involucran en esta forma en esta ola de terrorismo! También hemos de mencionar las huelgas de los estudiantes de 7º año de medicina y las exigencias y opresiones de médicos residente del Instituto Social, de Estudiantes de Odontología y de otros hospitales. Apoyo ya de varias organizaciones en estos reclamos. De parte de la Iglesia, sólo pediría que se tenga en cuenta que lo primero es el enfermo, que no vaya a sufrir; pero que al mismo tiempo se resuelvan en forma racional estos conflictos y no vayan a ser orígenes de nuevas violencias. COMENTARIOS - Síntomas de profunda crisis e injusticia estructural del país. Así en general, yo quisiera decirles que todo esto ¿quién no lo ve?, son síntomas de una crisis y de una injusticia estructural en nuestro país. Las cosas no se pueden arreglar con represiones, con violencias. Es necesario profundizar en un diálogo que verdaderamente sea diálogo, no monólogo en defensa de un solo modo de pensar, sino diálogo en el cual se va dispuesto a buscar la verdad y a deponer actitudes por más queridas que parezcan. Si no es así, no podremos salir de esas raíces de donde brotan tantas cosas desagradables. - Peligro de insensibilidad Quiero decirles también, hermanos, con todo el corazón, porque yo corro también ese peligro, el peligro de hacernos insensibles, insensibles al ver que suceden tantas y tantas cosas. "Oír -como decimos- como quien oye llover"; pero, ¡pensar que cada muerto es una tragedia que involucra tantas vidas! Que sintamos que en cada muerto es una vida humana, un atropello a la dignidad y al derecho de los hombres. Nunca nos insensibilicemos, siempre tengamos y pidámosle a Dios esa sensibilidad, para no hacer con nuestro silencio pecaminoso, tal vez una complicidad del ambiente en que vivimos. Quienes puedan hablar, hablen; quienes pueden reclamar desde sus profesiones, reclamen. - Llamamiento a la legalidad y al desenmascaramiento del abuso de autoridad. Por eso también, el llamamiento que me parece más urgente a quienes son responsables de la conducción del País, o dirigentes en las clases sociales: Un retorno urgente a la constitucionalidad. Si es que si de veras se apela a lo legal, cuántas ocasiones para atropellar impunemente, pero si se tiene en cuenta, que más atrás de la Ley del Estado de Sitio está la Constitución y está la Organización Democrática del País, no dejemos sin funcionar ese organismo democrático y dejemos también irrisorias las leyes del la constitución. Creo que quienes son garantes, porque lo han jurado –esa constitución-, son los más obligados a dar el buen ejemplo del respeto a las leyes, a las que todos tenemos que volver, desenmascarando abusos de autoridad, sometiendo a la justicia toda acción que toque la ley y sabiendo sancionar al que es culpable. Yo tengo fe, hermanos, que un día saldrán a la luz todas esas tinieblas y que tantos desaparecidos, y tantos asesinados, y tantos cadáveres sin identificar, y tantos secuestros que no se supo quien lo hizo, tendrán que salir a la luz, y entonces tal vez nos quedemos atónitos sabiendo quiénes fueron sus autores. Pero ya es tiempo de regresar a ese respeto a las leyes del país. Finalmente un consuelo a todas las familias que sufren en esta orfandad de tanto crimen. 3. LA EUCARISTÍA, INSPIRACIÓN Y FUERZA A NUESTRA ESPERANZA ESCATOLÓGICA ¿Qué quiere decir? Ya la he explicado varias veces la palabra escatológica: lo último, lo que está más allá de la historia, lo definitivo, la meta hacia donde camina toda vida de hombre y toda historia y todo pueblo. Cuando Cristo termina el evangelio de hoy, después de instituir la Eucaristía, se despide de los discípulos diciéndoles: "En verdad os digo, ya no beberé del fruto de la vid hasta el día que beba el vino en el Reino de Dios". La Eucaristía, el Corpus, así como nos ha hecho remontarnos al Calvario hace veinte siglos, y a Moisés todavía más atrás y a las viejas alianzas; desde la Eucaristía, un horizonte de historia incomparable, pero también hacia delante, hacia el futuro, el horizonte eterno, el horizonte escatológico, el horizonte definitivo que va exigiendo como una utopía a todos los sistemas políticos, a todas las luchas sociales, a todos los hombres que se preocupan de la tierra. La Iglesia no se despreocupa de la tierra, pero desde su Eucaristía dice a todos los trabajadores de la tierra: más allá. Y cada vez que se levanta la hostia en la Misa, se oye el llamamiento de Cristo "hasta que lo volvamos a tomar en el Reino de mi Padre" y el pueblo se repite: "Ven. Señor Jesús". Hay una esperanza, es un pueblo que camina al encuentro del Señor. La muerte no es fin, la muerte es abrirse a esa puerta de la eternidad. - Un mensaje de optimismo, consuelo y esperanza. Por eso decía y termino diciendo: que toda la sangre, todos los cadáveres, todos los misterios de iniquidad y de pecado, todas las torturas, todos esos antros de nuestros cuerpos de seguridad, donde lamentablemente mueren lentamente muchos hombres, no están para siempre perdidos, hay un horizonte escatológico que iluminará toda esa tiniebla y hará entonces cantar la victoria a la verdad y a la justicia; y será el triunfo definitivo de todos los que lucharon por la justicia y por el amor. La Eucaristía alimenta todo lo reivindicativo de la tierra porque le da su verdadero horizonte y cuando un hombre o un grupo quieren trabajar sólo por la tierra y no tiene horizonte de eternidad y no le importan esos horizontes religiosos, no es un liberador completo, no se puede fiar de él. Hoy luchan por el poder y mañana desde el poder serán los peores represores si no se tiene un horizonte más allá de la historia que sancione lo bueno y lo malo de lo que hacemos los hombres en la tierra, no puede haber justicia verdadera ni reivindicaciones eficaces. Démosle gracias a Dios que en esta fiesta del Corpus, enmarcada en tanta tragedia, también animada por tanta fuerza reivindicadora, tanta fuerza política del pueblo, Cristo, no se siente extraño, Cristo, también es torturado; Cristo, también es ajusticiado en injusticias; Cristo, un inocente muerto en crimen; Cristo, el gran liberador, le está dando sentido a tanta muerte, a tanto cadáver, a tanta sangre y sin duda que santifica con esa perspectiva de vida eterna y de esperanza: "tomad y comed esto es mi Cuerpo, esta es la sangre de la alianza eterna". Así sea... |
Monseñor Óscar Arnulfo Romero y Galdámez Ciudad Barrios, El Salvador; 15 de agosto de 1917 – † San Salvador, (Id.), 24 de marzo de 1980) conocido como Monseñor Romero,[1] fue un sacerdote católico salvadoreño y el cuarto arzobispo metropolitano de San Salvador (1977-1980). Se volvió célebre por su predicación en defensa de los derechos humanos y murió asesinado en el ejercicio de su ministerio pastoral. Archivos
Agosto 2021
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