Queridos hermanos:
La Cuaresma sigue su peregrinación y encuentra un signo durante 40 días en una vida sumamente austera; y también, otro signo muy propio de nuestros pueblos, el Nazareno del Via-Crucis: Cristo con su cruz a cuestas. Vamos en pos de Él sabiendo que ese Cristo, ayunando en el desierto o perseguido con su cruz para el Calvario, no es un ser distinto, separado de nosotros, sino que su amor de Dios y su omnipotencia le inspiró hacer con nosotros una sola vida. La Iglesia es prolongación de la vida de Cristo, y el pueblo cristiano en todas partes siente que en la Cuaresma camina como Cristo con su cruz a cuestas. Así encontramos, entonces, que nuestra historia, nuestro ambiente El Salvador, nuestra manera histórica de vivir, no es separada de Cristo. También el pueblo se siente en Cuaresma, se siente camino de un vía-crucis y, por eso, no podemos prescindir, al explicar la palabra de Dios, de la realidad histórica por donde va pasando este vía-crucis de nuestro pueblo. CELEBRACION DE ANIVERSARIOS MUY TRANSCENDENTES Aquí tenemos que en esta semana estamos llegando a aniversarios muy trascendentes. El martes se celebró en la Iglesia de El Rosario el aniversario del desalojo de la Plaza Libertad, con una misa por los difuntos. Hoy como a las 10.30 a.m. vamos a anticipar el aniversario del asesinato del P. Rutilio Grande y dos campesinos que murieron con él el año pasado. El próximo sábado 11, aquí en la Catedral a las 12, se celebrará una concelebración para sufragio también del Padre Grande y de los que cumplen años de haber muerto. La misa de hoy será en la tumba del Padre allá en El Paisnal, como a las 10.30 a.m. Ante estas celebraciones es necesaria una aclaración, porque los momentos de este pueblo se prestan a muchas confusiones y hay quienes se interesan en aprovechar la confusión para calumniar, para distorsionar la verdadera misión de la Iglesia. Tres cosas quiero decir a propósito de estos aniversarios: Primero, la intención de la Iglesia; segundo, el deber del Gobierno; y tercero, el deber de los cristianos. a) LA INTENCION DE LA IGLESIA La intención de la Iglesia al convocar al pueblo para celebrar los aniversarios de sus muertos, en primer lugar es orar por los difuntos. Nuestros difuntos necesitan mucha oración y la Iglesia tiene organizada su plegaria y uno de los días privilegiados para orar por sus muertos es el aniversario. Por eso, la primera intención nítida de la Iglesia es orar por sus muertos. Pero también otra intención tiene la Iglesia: consolar a los que lloran la separación de esos muertos. Esa es otra finalidad pura de la mente religiosa y evangélica de la Iglesia: consolar a los que lloran a sus muertos. Y tercero, también reflexionar y llamar a la conversión a los que han sido causa de atropellos, de muertes que han dejado en la orfandad y en el dolor a las personas que los lloran. Y en esta reflexión no debemos de olvidar que unas de las finalidades de la Iglesia es ésta en el campo político. La Iglesia no pretende poder político ni basa su acción pastoral sobre el poder político ni entra en el juego de los diferentes partidos políticos ni se identifica con ningún partido político. Pero la Iglesia tiene que decir su palabra autorizada aún en problemas que guardan conexión con el orden público cuando lo exigen los derechos fundamentales de la persona humana o la salvación de las almas. Todo esto es del Concilio. La Iglesia, pues, defiende los derechos humanos de todos los ciudadanos, debe sostener con preferencia a los más pobres, débiles y marginados; promover el desarrollo de la persona humana, ser la conciencia crítica de la sociedad. La Iglesia tiene que ser la conciencia crítica de la sociedad. Formar también la conciencia cristiana de los creyentes y trabajar por la causa de la justicia y de la paz. Una Iglesia que no cumpla estas finalidades con claridad, no es la verdadera Iglesia del Evangelio. Y cumplir estas finalidades no es meterse en política sino, simplemente, cumplir su misión evangélica: de iluminar los deberes morales de la sociedad y de los hombres. De allí, queridos hermanos, que es, creo yo, muy providencial que la Iglesia disfrute de plena libertad en el cumplimiento de esta misión aun para el Gobierno y para el pueblo; encontrar esta libertad donde los hombres puedan respirar, donde los hombres puedan cantar con alegría el himno nacional, donde puedan escuchar en la voz de sus pastores sus legítimas aspiraciones. Y esto es, gracias a Dios, lo que está haciendo nuestra Iglesia. Por eso es peligroso tocar esta libertad de la Iglesia, porque es como cerrar otra válvula de escape y hacer más intenso y fuerte el ambiente de represión donde los pueblos no pueden tolerar mucho tiempo. Por eso quiero yo agradecerle y felicitar al P. Alejandro Peinador que representó este papel de la Iglesia al celebrar la misa en la Iglesia del Rosario y también defendió la incolumidad de las puertas abiertas de la Iglesia. También queremos en este momento pedir justicia para aquellos que han sido presos en estas circunstancias. Desde luego, que no se les torture y que se les someta a un juicio justo si es necesario. Entonces, el papel de la Iglesia, pues, en estos aniversarios, en estas celebraciones -que quede bien claro- es la voz de los derechos humanos, es la voz de la conciencia del pueblo, es la oración que trasciende hacia Dios y que defiende en consuelo para las familias que ponen en ella su esperanza; y, por eso, la libertad de creer, de amar a Dios, de invocarlo como uno quiere, es uno de los derechos más sagrados de la persona humana. b) EL DEBER DEL GOBIERNO En segundo lugar, ante estas circunstancias es un deber de los gobiernos respetar y canalizar el derecho de igualdad y de participación. Las palabras que ahora voy a leer y no son mías sino del Papa Pablo VI en su Carta "Octagésima Adveniens" que fue escrita al cumplirse 80 años de la Encíclica "Rerum Novarum", poniendo al día aquella doctrina social de León XIII. Y entre otras cosas, dice esta bella observación, en el número 22: "Se manifiesta en estos conceptos nuevos sociales y económicos y políticos, una doble aspiración más viva a medida que se desarrolla su información y su educación. Aspiración a la igualdad, aspiración a la participación, dos formas de dignidad del hombre y de su libertad. No pertenece al estado ni tampoco a los partidos políticos que se cerrarían sobre sí mismos al tratar de imponer una ideología por medios que desembocaran en la dictadura de los espíritus, la peor de todas. La verdad no se impone mas que por la fuerza de la verdad misma que penetra el espíritu con tanta dulzura como potencia". Hasta aquí la cita del Papa Pablo VI. Como ven, pues, hay dos como signos de los tiempos y son: la aspiración a la igualdad y la aspiración a la participación de todos los ciudadanos en el bien común. "El derecho y el deber del gobierno es encauzar esas justas aspiraciones no tratando de imponer ideologías que desembocarían -dice el Papa- en una dictadura de los espíritus". De ahí la urgencia de quitar la verdadera raíz de las violencias, de los terrorismos. Mientras no encuentre el pueblo cauces legítimos para vivir estas legítimas aspiraciones, a participar en el bien común, siempre habrá malestares La represión no es el camino sino el encauzar por caminos ilegítimos estas aspiraciones que no se pueden contener en el pueblo y en el hombre. c) EL DEBER DE LOS CRISTIANOS Y por eso, hermanos, una tercera observación: el deber de los cristianos. Los Documentos del Concilio, sobre todo Gaudium et Spes, número 73 y el Derecho sobre la actividad de los Seglares, de ustedes, los que están en el mundo, nº 14, señala "el compromiso político de todos los cristianos como un verdadero campo de apostolado". De tal manera que ningún cristiano debe decir: "yo no me meto, yo no me comprometo porque esto sería ser mal cristiano siendo también mal ciudadano". Por eso, todo cristiano tiene que participar, tiene que sentir como un campo de su apostolado cristiano el colaborar con su voto, con su capacidad política en el bien común. Esto exige lo que dijimos antes: que se canalicen las diversas opciones políticas de los hombres. No se debe de crear un sólo canal para que todos vayan por allí, sino que respetar el pluralismo que es una exigencia de los tiempos nuevos. Eso sí, aquellas personas: sacerdotes, religiosos, religiosas y también laicos que tienen alguna dirigencia en el campo pastoral, no deben de tomar funciones de militancia y de liderazgo. Tienen derecho a expresar sus simpatías políticas pero no a tomar bandera y ser líderes y militar en una forma de liderazgo; porque tienen que ser ante todo, signo de unidad y dé libertad evangélica. Esto es para aquellos cristianos que tienen funciones de dirigencia, que están desde el lado jerárquico orientando al pueblo. Comisión de Laicos, sacerdotes, religiosos, etc.: tenemos que ser en el mundo signos de unidad; no parcializamos en forma de líderes para ningún lado, para conservar también nuestra libertad evangélica y cumplir así lo que decíamos antes sobre el papel de la Iglesia: de ser conciencia crítica y ser severos con las faltas, vengan de donde vinieren. También hermanos, aquí tengan en cuenta la fidelidad a la doctrina de la Iglesia aunque no sea con papel de militancia, de dirigencia, de liderazgo. Pero un cristiano tiene que tener en cuenta su fe cuando se meta a alguna agrupación; ¡no debe traicionar lo que le exige su cristianismo! Vuelvo a leer al Papa Pablo VI. En el mismo documento Octogésima Adveniens en el número 26, dice así: "El cristiano que quiere vivir su fe en una acción política concebida como servicio -eso es la política, un servicio, no una ganga, "la política concebida como servicio"- tampoco puede adherirse sin contradicción a sistemas ideológicos que se oponen radicalmente, o en los puntos sustanciales, a su fe y a su concepción del hombre". Y luego concreta en dos casos. Es el Papa que sigue hablando: "ni a la ideología marxista, a su materialismo ateo, a su dialéctica de violencia, y a la manera como ella entiende la libertad individual dentro de la colectividad, negando al mismo tiempo toda trascendencia al hombre y a su historia personal y colectiva". Aquí está un resumen de la ideología marxista que no puede ser opción de un cristiano, porque un cristiano no puede aceptar el materialismo ateo, la dialéctica de la violencia ni concebir una libertad individual dentro de una colectividad como el marxismo la concibe ni negar la trascendencia del hombre y de la historia personal y colectiva. "Pero por otro lado -fíjense bien-, un cristiano tampoco puede optar por una ideología liberal que cree exaltar la libertad individual sustrayéndola a toda limitación, estimulándola con la búsqueda exclusiva del interés y del poder, y considerando las solidaridades sociales como consecuencias más o menos automáticas de iniciativas individuales y no ya como un fin y un criterio más elevado del valor de la organización social". Aquí quedan, pues, excluidas de la opción política de un cristiano, tanto del marxismo ateo como el liberalismo capitalista y egoísta que solamente tuviera una finalidad de enriquecerse y de poseer el poder para sus propios intereses. Y otra cosa, finalmente hermanos, no tratar de identificar a la Iglesia con sus ideologías. La Iglesia cumple su deber de orientar, como lo estoy haciendo ahora, pero ninguno de los que se sientan orientados por la Iglesia tiene el derecho de decir: soy aquí la Iglesia, mi agrupación y la Iglesia son una sola cosa. Eso es falso. La Iglesia mantiene su autonomía, su independencia sobre todo partido, sobre toda ideología, aunque señala las materias en las cuales no se puede comulgar siendo cristiano y al mismo tiempo respetando las opciones que son legítimas para un cristiano. Creo que es necesario -y en este campo en que ahora está de tanta actualidad-, aclaremos siempre las ideas, hermanos; sobre todo aquellos que tienen inquietudes sociales, sepan orientarlas a la luz del evangelio. NOTICIAS ECLESIALES Ahora comprenden por qué en este marco de la homilía tratamos de ser concretos a las situaciones del país, de la Arquidiócesis. Es allí donde se mueve esta Iglesia de la cual tengo también para ustedes, noticias de familia. En primer lugar, que mañana tendremos la reunión de sacerdotes, especialmente para prepararnos a dar la opinión de la Arquidiócesis en la reunión de Obispos que va a tener lugar en Puebla, en octubre: la Reunión General de los obispos de América Latina. También mañana, aprovechando la reunión del clero, hará su presentación nuestro querido hermano, Obispo Auxiliar, Mons. Marco René Revelo, a quien esperamos con verdadero cariño fraternal. Por las comunidades, quiero alegrarme también e invitarles a ustedes a una alegría cristiana con la comunidad de Zacamil que celebró una convivencia precisamente inspirada en un tema muy espiritual: "Contemplación y Acción". Y hemos visto la conveniencia de que haya mucha oración en nuestras comunidades para que nuestra actividad no sea activismo estéril, sino que sea verdadera acción de Iglesia. También quiero saludar y agradecer a la comunidad del Cantón Tecoluco de San Pedro Perulapán, donde celebramos al patrón San Antonio con mucha alegría de aquella gente. Quiero felicitar a Chalatenango por su curso para catequistas que está ya llegando a su fin. También saludar y felicitar al equipo de pastoral de la parroquia de Lourdes y Colón que ha inaugurado este domingo su trabajo pastoral y su catequesis. Como ven, pues, se está trabajando con verdadero sentido de Evangelio y de pastoral. NOTICIA DE ULTIMA HORA Llega, en este momento, una triste noticia: que se incendió la manzana ubicada sobre la Avenida Cuscatlán y 8ª Calle Oriente. Ya dijimos nuestra queja, nuestra solidaridad con los que sufren, y el reclamo de la moral de la Iglesia: todo aquel que sea culpable de daños graves, como son los incendios, peca gravemente y no encontrará el perdón mientras no restituya el mal que ocasiona con estos actos criminales. LA CUARESMA ES UN CAMINAR HACIA LA PASCUA Ahora, hermanos, habiendo muchas otras cosas, sin embargo, creo que lo dicho es suficiente para que comprendamos el bello mensaje que la Cuaresma nos da en su cuarto domingo. Saben que la Cuaresma es la preparación del pueblo cristiano para celebrar la muerte y la resurrección de Cristo que se llama el misterio Pascual. La Cuaresma, un caminar hacia la Pascua. Por eso, la Pascua no termina el Viernes Santo. Quiero recalcar mucho esto, porque tenemos que derribar una tradición muy negativa entre nosotros. Para muchos católicos toda la Semana Santa es el Viernes Santo, enterrar a Cristo en el Santo entierro. Eso sería tener una religión de fracasados, sería creer en un muerto. Pero Cristo murió por amor, pero resucitó como Dios. Y esto es lo grande, que la muerte de Cristo fue rubricada por la Resurrección y la Resurrección es la garantía de nuestra redención. Por eso, un verdadero cristiano no se contenta a asistir al Santo Entierro sino que debe de llegar hasta el Sábado Santo en la noche, cuando cantamos el triunfo definitivo de nuestra redención. Hacia allá camina la Cuaresma y la Semana Santa, hacia la noche santa del Sábado de la Resurrección. Acompañemos, seamos Iglesia hasta esa noche que trataremos de hacer aquí una noche verdaderamente de victoria, la victoria de la esperanza y de la fe. Para este pueblo, marcado por la cruz y el camino del calvario no le conviene terminar con un Cristo muerto. Por eso, quizás, para muchos la religión es pesimismo, es conformismo, es pérdida de valor. Pero aquel que celebre la Semana Santa aflorando en la Pascua, llena su corazón de esperanza y aunque ahora camine con su cruz a cuestas y sea torturado y martirizado e incomprendido, atropellado como Cristo el Viernes Santo, sabe que la historia no termina allí, que después de tres días, no sabemos cuándo, pero vendrá también para el pueblo salvadoreño la esperanza hecha realidad: la Pascua. Por eso, hermanos salvadoreños, para darle a nuestro esfuerzo por la liberación, para hacer de nuestro pueblo redimido un pueblo de esperanzas cristianas, yo les invito a que celebremos la Semana Santa como debe ser: hasta la Pascua. Desde ahora les anuncio una noche de Sábado Santo verdaderamente victoriosa. Ya hay una juventud que está preparando esta liturgia del Sábado Santo. Y todos los jóvenes que quieren inscribirse en este canto de esperanza de la Iglesia, son llamados a participar lo mismo que todos los adultos y todos los niños; para que vean lo que la Iglesia siembra en Semana Santa: no un dolor que termina en un Santo Entierro. Eso sí, para cantar gratitud al amor que tanto sufrió pero también una esperanza para cantar aleluyas a aquel que vendió y que nos promete a nosotros también vencer en esta lucha por la liberación genuina del pueblo. Así, entonces, las lecturas de hoy nos orientan hacia la Pascua. Es una bella catequesis la que nos ofrecen las tres lecturas de hoy, precisamente para hacemos tomar conciencia del Bautismo, el Bautismo que antiguamente lo recibían el Sábado Santo en la noche, porque Cristo resucitado está viviendo hoy en sus bautizados, en su pueblo sacerdotal, participante de la redención por el Bautismo. Entonces, las lecturas de Cuaresma eran verdaderas catequesis para instruir a los que se iban a bautizar o para recordar la conciencia de los ya bautizados, la grandeza, la esperanza, la alegría de ser cristiano. Así tenemos, hermanos, en las tres lecturas de hoy, estas tres ideas: 1. El Bautismo es una vocación. 2. El Bautismo es una participación en la vida divina 3. El Bautismo provoca una crisis entre el bautizado y la sociedad en que vive. 1. EL BAUTISMO ES UNA VOCACIÓN DIOS SE REVELA Y LLAMA AL HOMBRE ¡Qué bella lección! ¡Qué actualidad tiene esto para nosotros bautizados! En primer lugar es una vocación. Dios se revela y llama al hombre. El hombre va creciendo en su fe hasta descubrir en Cristo a Dios que lo llama y se le entrega. Este es el sentido de la primera lectura, precisamente, cuando Dios rechaza al rey Saúl y le dice a su profeta Samuel "que ha escogido otro rey según su corazón"; que vaya a Belén a la casa de Jesé y que Dios le va a inspirar cuál de los hijos de Jesé ha sido escogido para ser el rey futuro de Israel. Samuel tiene miedo porque la represión de Saúl es terrible: "Me va a matar ese rey si sabe que yo ando buscando otro rey". Y Dios le aconseja cómo tiene que hacer. Y así va simulando que va a celebrar un sacrificio. Le dice a Jesé: "Muéstrame a tus hijos". Y van pasando; y cuando mira al mayor de estatura muy elegante, fuerte, Samuel piensa que aquel es el futuro rey. Y Dios le dice: "No es ése, son las apariencias, pero yo miro el corazón. Ya te lo indicaré". Y fueron pasando los ocho hijos de Jesé y cuando acabaron de pasar y Samuel no encuentra la inspiración de Dios en ninguno de ellos, le dice a Jesé: "¿Ya no hay más muchachos?" "Sí -le dice Jesé- falta el más chiquito, está cuidando el rebaño". "Llámalo, -le dice el profeta- que no comeremos hasta que venga". Y cuando viene David, jovencito, ¡quién iba a pensar! Dios le dice a Samuel: ¡"Ese es el que yo he escogido para rey, según mi corazón!". LA UNCION Y entonces Samuel, delante de su padre y de sus hermanos, unge a David. Descubre su cuerno de aceite -era el signo de la unción- y lo baña en aceite: ungirlo. Y dice la Biblia: "En aquel momento el espíritu de Yahvé descendió sobre David". Ya es rey. Sólo esperan las circunstancias propicias para tomar posesión de su reino. ¿Qué otra cosa es el Bautismo? Una elección de Dios, un Dios que por medio de un sacramento se acerca y me llama y me unge. Vamos ungidos, hermanos. Recuerden cuando el sacerdote -también con aceite en la coronilla de la cabeza del niño- lo unge como sacerdote, profeta y rey. Todos ustedes y yo, somos ungidos, somos como David: nos ha llamado, tenemos una vocación. Por eso San Pablo insistía tanto: ¡Sed fieles a vuestra vocación! Hermanos cristianos, ustedes y yo somos grandes por el Bautismo. Somos ungidos, somos un pueblo de reyes, nos ha llamado el Señor. El hombre descubre a ese Dios poco a poco y eso es el trabajo de nosotros bautizados: ir descubriendo en nuestra fe -que va madurando cada día más- a Dios. UN CAMINAR PROGRESIVO EN CRISTO Y aquí voy a traer el ejemplo precioso del Evangelio: aquel ciego que está consciente de lo que le va a suceder. Pero Jesús, que es Dios, pasa por allí y ante aquel ciego se detiene y hace los gestos que ustedes acaban de escuchar. Cuando le preguntan al ciego ¿quién lo ha curado? la primera respuesta del ciego en el versículo 11 de la lectura de hoy dice: "Ese hombre que se llama Jesús". Todavía es muy vago su conocimiento de Jesús. Después, cuando le pregunta si él cree que ese hombre es un pecador porque lo ha curado en sábado, él dice: "¡No, para mí es un profeta!", versículo 17. Ya avanza la confesión del hombre. En el versículo 33, cuando los enemigos de Cristo ven en Cristo un pecador, el ciego dice: "Si éste no viniera de Dios, no hubiera tenido poder para curarme a mí, ciego de nacimiento". Ya declara una relación entre Cristo y Dios. ¿Ven cómo va progresando la fe de aquel hombre? Y finalmente en el versículo 38, cuando se encuentra con Cristo que le pregunta si quiere creer en el Hijo del Hombre, el pobrecito ciego le dice: "¿Quién es?" ¡Qué hermosa la revelación de Cristo!, como la de la Samaritana el domingo pasado: " ¡Yo soy, el que estoy hablando contigo! "Entonces, cuando el ciego que no solamente ha recobrado los ojos de la cara sino que se ha iluminado la fe de su alma y descubre en aquel hombre al Dios que ha venido a salvar, poderoso para dar vista a los ciegos y para todo lo que él quiera para redimir al mundo, cae de rodillas aclamándole: "¡Señor!". Ha llegado a su cumbre la fe. Queridos hermanos, esto es nuestro Bautismo: un caminar progresando en el conocimiento de Cristo. Ojalá ya todos los que estamos haciendo esta reflexión, pertenezcamos a este grado más alto; y de rodillas adoramos a Cristo porque en Él vimos no a un simple hombre, sino a un Dios que se hizo hombre. Cuando les hablaba de la liberación, no la confundamos con las liberaciones de la tierra. Por eso la Iglesia rechaza una liberación de características materialistas, ateas, de luchas y violencias. No es la de Dios. Así como tampoco una liberación que se apoya en el dinero, en el poder, en el egoísmo, no es tampoco la paz de Dios. Es la paz de Dios ésta del ciego que encuentra a Cristo y le dice: "Señor yo creo, no sé por dónde llevas la historia pero sé que tú eres el dueño de la historia, tú llenas mi corazón de esperanza". Es el cristiano que en Semana Santa, en la noche santa de la Resurrección, celebra al Cristo resucitado y le dice: "Tú, el poderoso, tú, el dueño de la eternidad y de la vida, tú sabes por dónde vas a sacar de este callejón sin salida a nuestra querida Patria y a nuestra Iglesia." 2. EL BAUTISMO ES UNA PARTICIPACIÓN EN LA VIDA DIVINA ELEMENTOS DE UN RITO BAUTISMAL Por eso, hermanos, mi segundo pensamiento: El Bautismo es una participación en la vida divina. Aquí en los gestos del Evangelio de hoy, según los comentaristas, San Juan está reflejando los ritos bautismales. Ustedes saben que el Evangelio se escribió muchos años después de la existencia de Cristo, cuando las comunidades cristianas reflexionaban aquella vida de Cristo a la luz de su liturgia, de su predicación, de sus reflexiones. Y sin duda, en los ritos del Bautismo encontró Juan la manera de describir -bajo el símbolo de un ciego que recibe la luz- la belleza de un bautizado. Un bautizado, porque aquí hay la saliva, la unción, el baño en la piscina de Siloé: elementos de un ritual bautismal. EL SACRAMENTO ¿Qué es un sacramento? Hermanos, un sacramento es un signo visible de una realidad invisible. No se olviden esta definición teológica. En todo sacramento hay un elemento invisible, pero hay también una realidad significada, que no se ve. En el Bautismo, los gestos de Cristo, la mano de Cristo que hace el lodo y que unge los ojos del ciego, el agua de Siloé con que se baña los ojos, son cosas sensibles como el agua de nuestras pilas bautismales y la mano del sacerdote echando el agua sobre la cabeza del niño; signos sensibles como la hostia de trigo que allá en el altar está lista para que en mis manos de sacerdote sea signo de una presencia invisible. Cristo, que se hará presenté aquí en la hora de la consagración, es el que le da gracia también a las aguas bautismales, el que puso potencia curativa a un ciego de nacimiento en el lodo de la tierra y en el agua de Siloé. Cristo es el gran sacramento del Padre, él es visible: "el hombre que me puso lodo en los ojos y me mandó lavar". Para el hombre que no tiene más profundidad, eso es Cristo. Pero cuando aquel hombre tenia fe, cayó de rodillas: "tú no eres un simple hombre, en tu visibilidad de hombre se esconde la potencia de un Dios". También en cada sacramento. PREPARACION PARA RECIBIR LOS SACRAMENTOS Por eso, hermanos, insistimos en que hay que recibir los sacramentos con más conciencia. De nada sirve venir a recibir la hostia consagrada si mi conciencia no ha descubierto que allí en el sabor de trigo se esconde la presencia infinita de Dios Nuestro Señor. ¿De qué sirve llevar un niño al baptisterio -sólo por conveniencia social- si no se tiene en cuenta que aquel niño, hijo de la carne, está ante el signo sensible del agua y de la unción? ¿Qué ha pasado en el alma de aquel niño? ¿Qué ha pasado en nosotros cuando nos han bautizado? Se nos perdona el pecado original, se nos incorpora como miembros vivos de Cristo. Se nos hace miembros del cuerpo vivo que es la Iglesia. Esta es la gracia bautismal. Hermanos, no hemos llegado a comprender todavía -hasta que estemos en el cielo- la grandeza de esta dignidad de ser bautizados. De que en el signo del agua y en las ceremonias del Bautismo, Cristo mismo me ungió como por medio de Samuel a David, para darle su espíritu y ser rey de Israel; al ciego de nacimiento, para darle luz a sus ojos y hacerlo, sobre todo, con una vista muy clara en su alma para descubrir los valores de la fe. Ojalá que esta Cuaresma sirva para irnos purificando y haciendo sentir cada vez en nosotros la vida de Dios de la que participamos por ser cristianos. Y si por desgracia hemos perdido esa vida de Dios por el pecado -porque así se pierde la vida de Dios, cada vez que pecamos- corremos al Espíritu Santo y entronizamos al demonio en nosotros. Dicen que no hay posesos, ¿cómo no va a haber posesos si cada pecador con pecado mortal es un poseído del demonio? Porque ya no es Dios que lo posee, sino el diablo, por el pecado. La Cuaresma es un llamamiento a penitencia para que si un bautizado que tuvo el honor de ser hijo de Dios perdió esa dignidad por preferir el pecado, se arrepienta, se convierta a Dios, y en esta Pascua de 1978 recupere el perdón y la vida que le dieron en el Bautismo. Por eso hemos de ver, hermanos, en los sacramentos, gestos de Cristo. CONFESION DE UN PASTOR PROTESTANTE En el diario íntimo de un pastor protestante se encuentra esta bella confesión: "Yo creía como buen protestante, que la Iglesia era una pantalla que me estorbaba en mis relaciones con Cristo, y por eso rechazaba a la Iglesia con su institución del Romano Pontífice, de sacramentos. Todo eso me parecía algo falso. Pero ahora, que soy católico y he comprendido que la institución Iglesia, los sacramentos de la Iglesia son precisamente los instrumentos de Cristo para darme su verdad y su gracia, comprendo la necesidad de la Iglesia y por eso me he hecho católico para poder contar con esos sacramentos de la Iglesia y saber que en cada sacramento de la Iglesia es la mano de Cristo". Es la mano de Cristo, la del confesor que en el confesionario me dice, haciendo una cruz: "Yo te absuelvo de tus pecados"; la mano del obispo, que imponiéndose sobre el joven hace descender en la confirmación, la fuerza del Espíritu Santo; la mano del sacerdote que unge al moribundo, es la mano de Cristo que está ungiendo para el viaje eterno a aquel peregrino de la eternidad que ya sale de esta historia. ¿Qué es cada sacramento?: una acción de Cristo sobre mi propia vida, participándome vida de Dios. Estimemos los sacramentos, hermanos, y estimemos, sobre todo, el gran sacramento que fue nuestro Bautismo. 3. EL BAUTISMO PROVOCA UNA CRISIS ENTRE EL BAUTIZADO Y LA SOCIEDAD EN QUE VIVE. LA CRISIS QUE PROVOCA TODO BAUTIZADO Y finalmente, hermanos, este otro pensamiento que lleva la mayoría del Evangelio de hoy: todo bautizado provoca una crisis, como al ciego de nacimiento ya hecho vidente; comienza la reacción entre los que lo conocen: "¡No es él, es otro!" Hasta que él tiene que decirles: "¡Soy yo!". Luego sus padres, por temor a la sinagoga, a las autoridades judías que ya decretaron que todo aquel que proclame que Cristo es Mesías, lo van a expulsar, tienen miedo de confesar a Cristo y dicen: "Si, sabemos que es nuestro hijo, pero cómo ha recuperado la vista, no lo sabemos. Pregúntenselo a él que ya tiene edad". Luego viene la crisis sobre todo con los enemigos de Cristo: los fariseos , los que van a ser jueces para juzgar a Cristo porque ha dado vista a un ciego en sábado: "No puede ser de Dios, ese es un pecador". "Si es pecador, yo no lo sé -dice el ciego- lo que yo sé es que me ha dado la vista y sé que Dios no oye a los pecadores". La diatriba entre los fariseos y el cieguito curado es muy interesante. Reflexiónenla mucho, porque allí encontrarán lo que tiene que ser un bautizado frente al mundo: dar testimonio de su Bautismo, no avergonzarse de su gran bienhechor, reconocer que sin él no tuviera vista. Dar fe de que es hijo de Dios, sobre todo; cuando ya lo confiesa no puede negar esa gran verdad, tiene que ser testigo. Eso es todo bautizado: un testigo fiducial, ocular: "Ya lo he visto, yo soy protagonista de eso que tengo que proclamar." Es la audacia del bautizado: no le importa comprometerse. POLEMICA CONTRA CRISTO COMO REO AUSENTE Y finalmente, la diatriba que se ha hecho a Cristo como un reo ausente. Miren, hermanos, en cada bautizado lo que se persigue es Cristo. En el ciego de nacimiento lo que interesaba no era el ciego sino Cristo. Así también cada uno de nosotros lleva una responsabilidad de la cual él no es dueño, uno ya es un representante de Cristo y tiene que dar fe. Un bautizado cobarde que se niega a confesar a Cristo en horas difíciles de la Iglesia, que se vende a una vida más cómoda, que traiciona su catolicismo, no se traiciona a sí solo, traiciona no sólo a la Iglesia de Cristo, traiciona al mismo Cristo. DE REO AUSENTE A JUEZ Por eso, el desenlace de este juicio de reo ausente termina cuando el reo se hace presente; y el reo presente, al final del evangelio de hoy se convierte en juez que les dice a sus enemigos: "He venido trayendo un juicio para que todo aquel que no vea y sinceramente busca la vista, la encuentre; pero también aquellos que autosuficientes creen que ven mejor que los demás y rechazan el humilde gesto del cieguito curado, esos se quedarán ciegos." Aludidos los fariseos le preguntan a Cristo: "¿Entonces quieres decir que nosotros somos ciegos?". Y Cristo sigue con su tremenda dialéctica: "Yo no digo que son ciegos ustedes, al contrario, si fueran ciegos no tuvieran culpa; pero como dicen que ven, que están satisfechos de su ciencia vana, juzgan con sus criterios humanos, son culpables, son ciegos voluntarios porque no hay peor ciego que el que no quiere ver." Esta es la reacción, hermanos, ante el Cristo de nuestro Bautismo, ser humildes y reconocer que la vista la tenemos de Cristo, y tratar de ver siempre, a la luz de sus criterios, la historia del mundo; nuestras relaciones sociales, políticas, económicas, no con autosuficiencia de fariseos, sino con humildad de quien no tenía luz pero que gracias a la fe, Dios le está prestando su luz. Somos pobres, los que tenemos fe somos los más pobres, pero en la medida en que confesemos nuestra pobreza, Dios nos dará luz. Así como el autosuficiente, el orgulloso, el que desprecia a los demás y los considera como ciegos y se siente capaz de juzgar a todos porque él tiene la suprema verdad, ese ya es un ciego. He venido a traer un juicio -dice Cristo- un juicio que no necesito aplicarlo, ustedes mismos se lo están aplicando. El que crea en mi, ya ve y recibe un juicio absolutorio. El que rechaza mi doctrina, el que me rechaza a mí, el que rechaza mi Iglesia, el que rechaza mi predicación, ya se juzga a sí mismo, está ciego. Queridos hermanos, queremos tener vista con Cristo y nuestra fe tiene que ser nuestro mayor orgullo. Preparémonos pues para celebrar una Semana Santa digna. Vamos a confesar ahora, como el cieguito, nuestra fe en Dios. Creemos en un solo Dios. ..
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Queridos hermanos:
INTRODUCCIÓN: PEREGRINACIÓN ESPIRITUAL HACIA LA PASCUA En esta Cuaresma, queridos hermanos, los verdaderos cristianos no olvidan que nos encontramos en una peregrinación espiritual hacia una meta bien definida: la celebración de la Pascua. Y así será de fructuosa la Pascua para nosotros -la muerte y la resurrección de Cristo- en la medida en que esta peregrinación espiritual de la Cuaresma la hayamos hecho con verdadero anhelo de redención y vida eterna. Pero así como toda peregrinación es un caminar en medio de realidades y corremos el peligro de quedamos distraídos en el camino o equivocar el camino hacia la meta, hemos de ver cada domingo la luz de la palabra que nos gula y, al mismo tiempo, las realidades que nos rodean para iluminarlas. Yo, peregrino de la Cuaresma, ¿qué debo pensar de estas realidades a mi alrededor? HECHOS DE LA SEMANA SOLIDARIDAD CANADIENSE CON LA ARQUIDIÓCESIS Hoy, por ejemplo, al saludar con cariño fraternal a este sacerdote canadiense, el P. Guillermo Smith de la diócesis de Prull, Quebec, y recibir de parte de él un saludo fraternal del obispo de aquella diócesis de Prull, quiero sentir con toda la Arquidiócesis un estimulo de solidaridad. Agradezcámosle al Señor estos gestos fraternales que han abundado en estos días de parte de obispos, de comunidades, de cristianos de otras partes. Pero compartir nuestra concelebración de la Misa, es sentir que esta Iglesia no va sola y que vamos peregrinando con todos aquellos que sinceramente quieren sentir con la Iglesia. GESTOS PROFÉTICOS DE NICARAGUA Y FRANCIA Por eso, en este marco, diríamos internacional, quiero evocar aquí dos noticias de la semana: de Nicaragua nos llega la noticia de una multa impuesta a una emisora por haber transmitido parte de la Carta Pastoral de los Obispos que declararon que no podían callarse ante las injusticias y violaciones de los derechos humanos en aquel pueblo. Del Arzobispo Cardenal de París, la noticia también por la prensa, de que no quiso celebrar una misa que le pedía el Gobierno de Argentina, en el centenario del nacimiento del General San Martín, en atención a que dos religiosas francesas han desaparecido y se quiere el esclarecimiento de este crimen. Como ven, hermanos, gestos proféticos que apoyan las actitudes de nuestra Arquidiócesis queriendo ser fiel a su Evangelio. Es hermoso que los hermanos cristianos de Nicaragua estén ayudando a pagar esa multa como solidarios con la voz del Episcopado. INCENDIOS EN SAN SALVADOR En esta semana también hemos visto un reaccionar -esperamos que saludable y eficaz- contra esa ráfaga de incendios. De parte de la Iglesia yo sólo quiero recordar esto: que aquel que causa un daño en los bienes ajenos, está obligado a la restitución. No sabemos, es un misterio el por qué de estos incendios, pero ciertamente si son voluntarios y con ello se pretende hacer daño a una persona, el criminal, el incendiario, está obligado en conciencia a restituir por el fraude o el engaño que quiso hacer con ese incendio. La moral es intransigente en esto, y para dar una absolución sacramental a un pecador que ha cometido un pecado como éste, antes de absolver al pecador, le pide que restituya; y si no, es indigno de la absolución. ANUNCIO DEL SEMINARIO DE REFORMA EDUCATIVA También se anuncia ya para los próximos meses, un seminario sobre reforma educativa. Por las noticias sabemos que han sido invitados a participar: el Presidente de la Cámara de Comercio, el Presidente de ANEP, el Rector de la Universidad. Esperamos que también se tenga en cuenta la capacidad educativa de la Iglesia que tiene gran influencia en nuestro medio. La exclusión de ese sector educativo podría ser fatal, porque haría muy parcial una reforma educativa que tiene que ser de mucha trascendencia para un pueblo mayoritariamente católico. CONFLICTOS LABORALES Llegan a nuestra oficina de Socorro jurídico, siempre muchas anomalías. No se logran arreglar los conflictos laborales en el Centro de la Azucarera Izalco y en el Sindicato de la Unión de Trabajadores de la Construcción. Hay quejas también de campesinos buscando terrenos y quienes puedan facilitarles para subsistir, con la angustia de que ya llegan las lluvias y no tienen dónde sembrar para sus familias. Yo quiero recordar esta palabra de la encíclica de Pablo VI, Populorum Progressio en el número 23: "Si alguno -cita aquí las palabras de la carta de San Juan- tiene bienes de este mundo y viendo a su hermano en necesidad le cierra sus entrañas, ¿cómo es posible que resida en él el amor de Dios?". Y el Papa Pablo VI comenta: "La propiedad privada no constituye para nadie un derecho incondicional y absoluto, no hay ninguna razón para reservarse en uso exclusivo lo que supera a la propia necesidad cuando a los demás les falta lo necesario. El derecho de propiedad no debe jamás ejercitarse con detrimento de la utilidad común". Según la doctrina tradicional de los Padres de la Iglesia y de los grandes teólogos: "Si se llegase al conflicto entre los derechos privados adquiridos y las exigencias comunitarias primordiales, toca a los poderes públicos procurar una solución con la activa participación de las personas y de los grupos sociales". DENUNCIAS DE CAPTURAS Y DE DESAPARECIDOS Llegan también, hermanos, muchas denuncias de capturas, de desaparecidos. Quiero destacar, en una avalancha de correspondencia que llega al Arzobispado acerca de Amnistía Internacional sobre desaparecidos, el caso de la señorita Lil Milagro Ramírez. Y me ha conmovido una carta de una cristiana francesa; esta, sí, dirigida en original a mí y dice: "Monseñor: Es una cristiana la que le escribe y que está por la abolición de la tortura. Nosotros estamos lejos y no podemos hacer otra cosa que escribir y dirigimos a un ministro de Jesucristo. ¿Entiende Ud. mi llamamiento?" ¿Cómo no lo voy a entender? ¡Gracias a Dios ha sido nuestra voz! Y sentimos que este apoyo internacional nos da fuerza para preguntar lo que estamos preguntando hace mucho tiempo: ¿Dónde están los desaparecidos? En reunión con madres de reos o de desaparecidos, hemos sufrido la angustia de quienes ven como una nube de polvo que se tiende sobre ese dolor, cuando se quiere desmentir este atropello tan cruel a tantos hogares. ¡Siquiera se les informe! ¿dónde están? AGRADECIMIENTO POR EL HOMENAJE DEL PRIMER ANIVERSARIO DE MI EPISCOPADO Queridos hermanos, dentro del ámbito nuestro, como hogar de la Iglesia, quiero mencionar también este marco histórico de la semana. Ante todo, agradecer a mi querida Arquidiócesis con sus sacerdotes, religiosos y fieles, el cariñoso homenaje del recién pasado 22 de febrero, para celebrar el primer aniversario de mi episcopado en esta querida Arquidiócesis. La Catedral, ese día de la Cátedra de San Pedro, hizo aquí una manifestación preciosa de solidaridad con su Obispo; y, a través del Obispo, con la sede de Pedro. Esta es la unidad de nuestra Iglesia que yo quiero agradecer. De manera especial el discurso del Padre Jesús Delgado, que algunos naturalmente consideraron como ofensivo, mal intencionado. Ya sabemos, pero queremos decir aquella palabra de Cristo: "Si tu ojo fuera limpio, todo tu ser sería lúcido; pero como tus intenciones tal vez están compradas o son sucias, todo lo ves turbio". De todas maneras, hermanos, yo no quiero -como lo dije en aquella misma ocasión- ser un ídolo; jamás permitiré yo convertirme en un ídolo de muchedumbres y engañar así; porque: "Maldito el hombre que se apoya en la carne", dice la Sagrada Escritura. Lo que dije aquí cuando me hicieron el honor del Doctorado Honoris Causa, sólo quiero ser un signo como Juan Bautista: desaparecer la persona y que crezca la palabra eterna del mensaje de Cristo. Si en este sentido se me tributan homenajes, en lo personal ¡cómo quisiera rehuirlos!, pero cuando los enfoco hacia Cristo, el Buen Pastor, y la fe de ustedes descubre en mi pobre persona el eterno mensaje de El Salvador, tengo que acogerlo y presentarlo como un ramo de rosas frescas al Divino Sacerdote, a Cristo Nuestro Señor. Así, pues, el agradecimiento es de parte de nuestra fe, y para invitarlos a seguir fortificando cada vez más nuestra amistad con el obispo para ofrecerlas juntos a aquel que es el centro de nuestra religión, Nuestro Divino Salvador Jesucristo. ANUNCIO DE LA CELEBRACIÓN DEL PRIMER ANIVERSARIO DEL ASESINATO DEL P. RUTILIO GRANDE En este sentido de fe, también, yo les anuncio que vamos a celebrar el aniversario del asesinato del P. Rutilio Grande y de sus dos campesinos: Manuel Solórzano y Nelson Rutilio Lemus. La fecha propiamente es el 12 de marzo, pero por prudencia y para que no se miren malas intenciones, lo vamos a anticipar. El próximo domingo celebraremos una misa en el Paisnal; y aquí en la Catedral, el sábado 11 al medio día, a las 11, los hermanos sacerdotes del P. Grande concelebrarán una Eucaristía. Tenemos, hermanos, la obligación de recoger el recuerdo de nuestros queridos colaboradores; y si han muerto bajo un signo martirial, recoger también su ejemplo de entereza, de valor, para que esa voz que quisieron acallar con la violencia no se muera, sino que siga siendo el grito de Jesucristo: "No temáis a los que sólo pueden matar el cuerpo, pero dejan vibrando la palabra y el mensaje del eterno Evangelio". CELEBRACIÓN DE LOS CAIDOS EN LA PLAZA LIBERTAD En este mismo sentido, también se ha solicitado la celebración de una Misa en la Iglesia de El Rosario, el 28 de febrero, en sufragio de los caídos en la Plaza Libertad. Que conste, queridos hermanos, la Iglesia no tiene otra intención que orar por los muertos; y cuando se trata de muertos por la violencia, recoger también el mensaje de esa violencia, que lo hemos repetido aquí muchas veces: no habrá paz mientras se quiera construir la paz con la represión. Solamente habrá paz cuando se respeten los derechos del hombre, entre los cuales está el derecho natural a participar en la política y en el gobierno de los pueblos para trabajar, desde los propios dones que Dios nos ha dado, al bien común de la nación. Creerse insustituibles y no querer que otros colaboren, es un atropello del cual resultan -como dijo el Papa- duelos que se lamentan como frutos de la violencia. Quiera el Señor que estas oraciones por el P. Grande y sus compañeros de muerte y también en sufragio de los otros difuntos, sean entendidas como verdaderos mensajes de la Iglesia. Que quede bien claro: que la Iglesia tiene una finalidad religiosa, y sólo de esa religiosidad, de esa unión con Dios, de esa oración, derivan sus reflejos en lo social, en lo político y en lo económico. Pero que todo grupo de liberación, todo partido político, toda agrupación que netamente busque estas finalidades terrenales, no tiene que utilizar a la Iglesia en sus altas finalidades religiosas; y nadie tiene también el derecho de confundir los fines religiosos de la Iglesia cuando ellos coinciden con los fines temporales de otras agrupaciones. La Iglesia tiene una misión de transcendencia, de la cual, cabalmente, nos habla la palabra de hoy. NOTICIAS ECLESIALES Pero antes quiero enviarles un saludo cariñoso a las comunidades que me dieron tan cariñosa acogida en esta semana. Los Llanitos, un simpático cantón de Ayutuxtepeque; la parroquia de Concepción, donde inauguramos una clínica con la asistencia de generosos médicos; San Matías, donde el P. Guardado nos dio una acogida con su pueblo para celebrar al patrón San Matías: Monte San Juan, pintoresca colina donde se erige un templo bellísimo, al cargo del P. Antonio Alfaro. ¡Cómo gozamos en compañía de aquella buena gente! Cursillos de Cristiandad, -que en su Ultrella del lunes recién pasado, manifestaron propósitos de una renovación cristiana puesta al día con las exigencias actuales de la Iglesia. También, hermanos, para pedirles una oración por la salud de nuestro querido hermano el Padre Uberto Calderón, que se encuentra en la Policlínica. Y pedirles mucha oración y también mucha participación en la preparación que toda América Latina está haciendo para celebrar, el próximo octubre, la Tercera Reunión General del Episcopado Latinoamericano en Puebla: Clero, religiosos, religiosas y laicos que aman de veras a la Iglesia en Latinoamérica, tienen que estar muy despiertos y aportar todo lo que puedan para que esta reunión del episcopado sea realmente la voz de las preocupaciones auténticas de la evangelización en América Latina. 1. UN SIGNO DE REDENCIÓN PARA EL PUEBLO DE DIOS EN EL DESIERTO Les decía, pues, hermanos, que la palabra sagrada de hoy, siguiendo un esquema desde hace muchos siglos, es como un directorio, como un esquema de escuela que se ofrece a los catecúmenos. Eran los que se estaban preparando para recibir el bautismo el Sábado Santo en la noche. Nosotros, gracias a Dios, ya somos bautizados, pero el Concilio Vaticano II nos invita a hacer de la Cuaresma una toma de conciencia de lo que es nuestro bautismo. Lo recibimos sin darnos cuenta, pero cada año la Cuaresma tiene que ser una conciencia nueva de lo que significa ser yo un hombre bautizado. Y, entonces, las lecturas entresacadas de la Biblia para los catecúmenos de otros tiempos, sirven para los cristianos de hoy. Y nos hablan del bautismo al mismo tiempo que nos van exponiendo, en una forma atractiva, la historia de la salvación. Recordarán que hace dos domingos, ler. domingo de Cuaresma, la historia de la salvación se inicia con la creación en el Paraíso y Adán y Eva en su primer pecado y la promesa de una redención. Hace ocho días se destacaba la figura de Abraham, el hombre escogido en el pueblo antiguo para formar un Pueblo de Dios del cual va a nacer como una promesa de redención para todos los pueblos, Jesucristo, el Hijo de Abraham, el hijo de David. Y ahora surge un tercer personaje en la Cuaresma: Moisés. MOISÉS, LA FIGURA-INSTRUMENTO DE DIOS PARA LIBERAR A SU PUEBLO Yo les invito, hermanos, a que en esta semana ustedes mismos lean el libro del Exodo. El Exodo viene a ser para el Viejo Testamento -dicen los biblistas- lo que es para el Nuevo Testamento la Encarnación de Cristo: el evangelio de la Encarnación. No tiene sentido el Evangelio sin aquel anuncio del ángel a María de un Dios que se hace hombre. Así, también, toda la vieja historia de la Biblia arranca de aquella iniciativa de Dios: de formarse un pueblo, del cautiverio de Egipto llevarlo a la libertad, hacer con él una alianza. Y el personaje central del Exodo, el personaje-instrumento de Dios para esta alianza, para ésta liberación, para esta forja de un pueblo que se distinga con perfiles, con leyes, con institutos tan propios, es Moisés, figura gigantesca, colina del Viejo Testamento. No podemos pasar esta Cuaresma sin dedicarle a él un pensamiento, ya que la Cuaresma nos prepara para la fiesta de la redención. En la redención aparecen estos personajes presagiando ese redentor, anunciando esa redención. Y Moisés se nos presenta en la lectura de hoy en un breve -diríamos- relámpago, como esas fotografías que se toman a relámpago. Moisés está dando golpes con su vara a la roca de la cual brota un agua prodigiosa. LA ACTITUD DEL PUEBLO DE DIOS MURIÉNDOSE DE SED EN EL DESIERTO Para comprender toda la belleza de esta figura, hay que tener el marco histórico en que sucedió. Fue cuando los israelitas huyendo de Egipto se encuentran en el desierto sedientos y casi blasfeman: "¿Está o no está Dios con nosotros? ¿Nos vas a dejar morir de sed? Mejor no nos hubieras sacado de aquel cautiverio." ¡Qué difíciles son los pueblos ante los que los quieren redimir! Y Moisés se dirige a Dios, -es el escape de todo profeta: orar- "¡Señor! ¿qué hago con este pueblo?, me van a apedrear, me van a matar!". Y Dios, con la serenidad de la omnipotencia, Él que va guiando por pasos difíciles que parecen imposibles a los pueblos, calma a Moisés. Hermanos, la actitud del pueblo en un desierto, muriéndose de sed y que luego se hace historia de Israel, pueblo también de estepas, de arideces, el agua tiene un lenguaje único, el agua que nuestras bocas sedientas toman con avidez. De allí toma su figura este liberador para transmitir a la posteridad cristiana, lo que ha de ser la redención. 2. LA REDENCIÓN QUE CRISTO TRAE AL MUNDO: "EL QUE TENGA SED, VENGA A MÍ Y BEBA" Por eso, cuando Cristo Nuestro Señor quiere explicar en qué consiste la redención que Él trae al mundo, usa esa palabra: "El que tenga sed, venga a mí y beba". Pero creo que entre las explicaciones de Cristo -valiéndose de esta comparación, el agua- no hay un pasaje más bello que el que se ha leído hoy en el Evangelio de la Samaritana. LA RESPONSABILIDAD DE RECIBIR EL BAUTISMO Es una bonita catequesis del bautismo. Si queremos comprender qué ha hecho Cristo conmigo cuando mi padre y mi madre me llevaron al bautismo, leamos el pasaje de la Samaritana y tendremos una idea en esta Cuaresma, para darle gracias a Dios por ser un pueblo de bautizados. Es una lástima, hermanos, que vivimos una dignidad, una grandeza tan excelsa: ser bautizados y no haber comprendido lo que significa ese momento que tal vez se ha quedado allá entre los recuerdos de la infancia, pero que no es para nosotros un motivo de gratitud a Dios, un compromiso con Nuestro Señor. Gracias a Dios que las comunidades actuales están estudiando y reflejando muy a fondo la responsabilidad del bautismo. Por eso, insistimos, hermanos, escúchennos bien, que, hoy, para bautizar a un niño es necesario que reciba unas explicaciones pre-bautismales. No hagamos del Bautismo un acontecimiento social, solamente para hacer una fiesta en la casa, para entrar en parentesco de compadres con un personaje que tal vez nos conviene socialmente, políticamente. ¡No es eso el Bautismo! Es que va a crear una nueva relación con Dios el que nació hijo de sangre y de la carne. Oigamos cómo Cristo va instruyendo a esta mujer, hasta convertirla a la fe. CRISTO NOS ENSEÑA A TRASCENDER LA REALIDAD INMANENTE La primera escena parte de una necesidad fisiológica: tener sed. Una mujer que llega con su cántaro al pozo y un judío que le pide: "¡Dame de beber porque tengo sed!" Es mediodía. De verdad Cristo tenía sed. Y le pedía de verdad agua del pozo a la Samaritana. Pero el primer impulso de aquella mujer -las relaciones humanas, políticas- es "¿Cómo me pides de beber tú, que eres un judío, a mí, que soy una samaritana? ¿Que no ves que no nos podemos entender?". Y Cristo parte de esta realidad mezquina, pequeña de los hombres para orientarla a la transcendencia: "¡Ah si supieras quién es el que te pide, tú le pedirías y Él te daría un agua viva que salta hasta la vida eterna!" La mujer todavía entiende las cosas materialmente: "¿Cómo me vas a dar agua tú si no tienes con qué sacarla de este pozo? ¿Que acaso eres más grande tú que nuestro padre Jacob que nos dio este pozo?" ¡Qué pequeñas son las miradas del hombre cuando sólo mira la inmanencia, las cosas de la tierra! Por eso les decía antes: no confundan la perspectiva de Cristo con la perspectiva del hombre; no confundan nunca la liberación del cristianismo con las liberaciones temporales, económicas, sociales, políticas. Lamentablemente este es un grito de calumnia contra la Iglesia, queriendo confundir sus rectas intenciones trascendentes. Como la Samaritana, se parecen los necios de hoy: la Iglesia se mete en política, la Iglesia es subversiva, la Iglesia predica a los pobres. Hermanos, es la visión miope de las liberaciones de la tierra. Cuando un grupo liberador quiere manipular la Iglesia para sus fines temporales, está abusando de la Iglesia y la Iglesia no se deja. También cuando un grupo de prepotencia o de política, de dominio, quiere utilizar a la Iglesia para sus fines, se quiere manipular la Iglesia y la Iglesia no se puede dejar. Es Cristo que no quiere perder su perspectiva de eternidad que le está ofreciendo a la Samaritana por una visión de sed. Prefiere sacrificar la sed de su garganta pero no traicionar la finalidad de esta sed eterna que Él está queriendo saciar en aquella mujer que tiene sed de cosas mucho más graves que la sed de su garganta. CRISTO NOS ELEVA A UNA RELACIÓN DE FE El hecho es que viene la segunda escena donde Cristo eleva a esta mujer, la invita a una relación de fe. Y la mujer, cuando le dice Cristo: "Vete a llamar a tu marido". La mujer es franca y le dice: "No tengo marido". Cristo es franco también: "Has dicho verdad, cinco hombres has tenido y el que tienes hoy no es tu marido". ¡Qué triste es la realidad de la gente que cree que no tiene sed de cosas espirituales cuando se está muriendo en la miseria moral! Por eso, hermanos, la Iglesia se asocia a las liberaciones de la tierra, pero para darles un sentido trascendente, para decirles: no se contenten únicamente con las cosas temporales; miren más allá. Entonces, cuando la mujer se ve sorprendida en su vida Íntima, hace esta confesión: "Señor, veo que eres profeta". Y quizás, como quien quiere rehuir la conversación, lo lleva a un tema profético y le dice: "Ya que tú eres profeta, ¿qué piensas tú de esta controversia entre judíos y samaritanos? Ustedes los judíos dicen que a Dios hay que adorarlo en Jerusalén, en el templo, y nosotros decimos que aquí". Y estaba el pozo de Jacob al pie del monte Garizim, donde según la tradición samaritana, se erigieron los primeros altares del pueblo de Dios. Y Cristo le responde con la libertad de los verdaderos hijos de Dios: "No te fijes en controversias religiosas, ya llega la hora, ya está aquí el que es redentor, sabe que va llegando esa hora en que Dios, es adorado no en esta montaña ni en Jerusalén, Dios es adorado en espíritu y en verdad". Dios es espíritu, no necesita templos. El templo de Jerusalén tuvo un sentido relativo como todos los templos de la tierra. ¡Que se roben los templos de Quezaltepeque, que importa! No es eso la religión. Que nos roben los templos materiales, de esto está llena la historia de la Iglesia. No es por eso que está la Iglesia en la tierra. La Iglesia es otra cosa, le dice Cristo, la Iglesia busca adoradores de Dios en espíritu y en verdad; y esto se puede hacer bajo un árbol, en una montaña, junto al mar. Donde haya un corazón sincero que busca sinceramente a Dios, allí está la verdadera religión. Esto, hermanos, escandaliza a muchos, porque muchos han querido amarrar a la Iglesia a estas cosas materiales; y a esto llaman prestigio, a esto llaman fidelidad: a sus tradiciones. Esto, a veces son traiciones a la verdad de la Iglesia. Dios es espíritu y no necesita los poderes y las cosas de la tierra, busca sinceridad en el corazón. Un llamamiento a la Samaritana que se convierta por encima de todas sus tradiciones y de todas las controversias. Ya está llegando la pecadora al punto en que Cristo la quiere encontrar. CRISTO SE REVELA AL QUE SE CONVIERTE Por eso, aquel diálogo tan interesante junto al pozo termina con una inquietud de la Samaritana: "Señor -le dice- yo sé que vendrá un Mesías. Cuando ese Mesías venga, Él nos va a enseñar todo". Y entonces aflora la belleza del diálogo cuando Cristo, brevemente le dice en el versículo 26: "Yo soy, el que estoy hablando contigo." ¡Qué hermosa revelación! Un hombre llega a ver a través de sus miserias, a través de sus miopías, a través de sus cosas de la tierra, que se ha dejado elevar poco a poco por Cristo y ese Cristo se le descubre en la satisfacción profunda de la conciencia: "Yo soy, el que estoy hablando contigo". Hoy mismo, queridos hermanos, cada uno de ustedes, yo mismo, sentimos, si de veras hemos venido a nuestra misa con fe, que nos encontramos con Cristo. Por eso les digo: No es mi persona ni mi palabra de hombre la que interesa en mi mensaje de ministro de Cristo, como me dice la francesa: "yo no soy más que una voz de aquel ser oculto que se quiere encontrar contigo". Ojalá mi pobre palabra despertara esa inquietud de tantos y tantas que como la Samaritana ansían redención pero la buscan en un cántaro de agua, en un pozo bajo tierra y no se elevan con Cristo a encontrarse en la belleza de aquella verdadera redención: "Yo soy, el que hablo contigo". EL HOMBRE QUE ENCUENTRA A CRISTO SE CONVIERTE EN SU APOSTOL Y cuando la mujer se siente que ha encontrado al que ha esperado todo su pueblo durante tantos siglos, deja su cántaro olvidado. Ahora sí sobra el cántaro y sale corriendo a la ciudad de Siquém y anunciando a todos: "¡Vengan a ver! ¿Será este el Mesías? Me ha dicho todo lo que he hecho". No le avergüenzan ya sus pecados. Hermanos, la Iglesia no se avergüenza de sus pecados, sabe que es humana, sabe que está compuesta por nosotros, miserables, frágiles. Cuando los enemigos nos echan en cara los pecados de la Iglesia, no se dan cuenta que nos están elogiando en la autenticidad. Si somos una Iglesia de hombres, una Iglesia de frágiles, una Iglesia de pecadores, la Iglesia de la Samaritana que va diciendo a los samaritanos, sus paisanos: "Me ha dicho que tuve cuatro hombres y no tengo marido. Me han dicho la verdad, vengan a ver". Cuando ese descubrimiento de nuestras miserias se recibe con humildad y se ilumina con fe, cuando hay buena voluntad, hermanos, hasta en las deficiencias de la Iglesia se encuentra a Cristo. Pero cuando el ojo está sucio, cuando hay intenciones tan viles en los calumniadores, cuando las plumas están bien pagadas para calumniar y los locutores de radio lo mismo les da vender su voz a la verdad que a la mentira, entonces no hay sinceridad y el mismo Cristo puede hablarles y no convertirlos. Porque Cristo dice: "No todos reciben con buena voluntad este mensaje y esta palabra". ES LA HORA DE LA IGLESIA Entonces la Samaritana se ha convertido en apóstol y como apóstol atrae muchedumbres a Cristo. Y esta es la última escena de este diálogo precioso de Cristo con la Samaritana. Podíamos llamar esta última escena: la Hora de la Iglesia. Ya no será Cristo el que predica personalmente, será Él a través de la Samaritana, será Él a través de todos los pueblos que vayan creyendo en Él. Y venía la muchedumbre de samaritanos a convencerse y a creer. Y le decían a la Samaritana: "Ya no creemos por lo que tú nos has dicho sino que lo hemos visto y lo hemos oído y ya Él nos ha dicho: Yo soy!"Esta es, hermanos, la resolución de todo acto de fe. Puede comenzar por el consejo de una mamá, de una esposa, de una novia, de un amigo, de un libro; a través de esa lectura, a veces sin sentido, nos inquieta algo y lo vamos buscando; y llega un momento en que ya no es el libro, ni la mamá, ni la novia, ni la esposa sino que la voz se presenta clara: "yo soy el que estoy hablando contigo en el silencio de esta oración, en el secreto de esta Iglesia, en la sinceridad de tu corazón. Nos hemos encontrado, ya eres cristiano". Esta es la Cuaresma. Por eso, cuando Cristo terminaba su relato les dice a los apóstoles: "Levanten la mirada, miren los campos, las faldas del Garizim, los campos regados por las aguas de este pozo. ¿No dicen ustedes que hay cuatro meses entre la siembra y la cosecha? Pero yo les digo: esta siembra de Dios, estos trigales de la Iglesia, no necesitan tiempo para sembrarse y madurar, porque el mismo segador está recibiendo la paga del sembrador". Es obra de Dios la hora de la Iglesia. Hermanos, ahora también en la Arquidiócesis, Cristo nos invita a levantar la mirada. Miren cómo blanquean las mieses para la cosecha, miren mientras las abonan, a aquellos que la persiguen, cómo el abono que es estiércol se convierte en cosecha, en las almas buenas perseguidas, en las incomprendidas y están dando cosechas abundantes. Es la hora de la Iglesia. 3. LA SALVACIÓN ES INICIATIVA DE DIOS Por eso, hermanos, termino con la segunda lectura donde San Pablo nos describe el secreto de esta cosecha de Iglesia. ¿Por qué se convirtió la Samaritana? ¿Por qué se convirtieron los samaritanos? ¿Por qué se convierten los hombres que hace algunos meses se habían alejado de la Iglesia y ahora están volviendo? ¿Por qué hay una conversión, una penitencia en el corazón del pecador, del hombre frívolo, de la juventud? Hermanos, ¡qué encantador es ver que ahora jóvenes que antes dilapidaban su amor y su juventud, están encontrando algo serio en aquel que los llama de la sed de las cosas de la tierra, de la sed de pasiones, de la sed de inmoralidades, a esta fe nobilísima del Reino de Dios! Son comunidades de jóvenes, son comunidades de matrimonios, son cosechas de almas por todas partes que de veras están exigiendo brazos para recoger esta cosecha ¿Por qué? San Pablo nos dice hoy: "La iniciativa es de Dios". EL AMOR INFINITO DE DIOS En esto conocemos el amor infinito de Dios y meditémoslo mucho hoy que se acerca la Semana Santa cuando miremos pasar al dulce "Nazareno de la túnica morada" como dijo el poeta. No lo miremos como una poesía, como algo folklórico de nuestras tierras, las bellas celebraciones de Semana Santa, Recordemos en la imagen del Nazareno, en la imagen del crucificado, en el Cristo resucitado, el infinito amor de Dios que San Pablo nos describe hoy con un rasgo incomparable. Dice: "En esto conocemos el amor de Dios, en que siendo todavía enemigos de Dios y siendo miserables pecadores, nos mandó a su Hijo a salvarnos". ¿Quién da su vida por otro hombre? Si acaso, por un hombre de bien habrá quien la de, dice San Pablo, pero dar su vida, y vida de Dios, por un pecador, eso es una locura de amor, la locura del amor de Dios. El que no siente asco por nosotros, los primeros pecadores, y por aquellos que nos quieren sacar los trapos al sol, siendo los más pecadores porque no mirán la viga que llevan en su propio ojo, queriendo sacar la basura del ojo ajeno. Todos somos pecadores y todos tenemos que volvemos hacia Dios. Y este es el llamamiento de la Iglesia a todos, a sus hijos, aún a los más santos y a sus hijos pecadores y a los que no son de su reino, a todos los hombres. Por todos ellos quiere la Iglesia imitar en algo al Señor que da su vida aún por aquellos que son sus enemigos y que se conviertan: el amor de Cristo. LA CONVERSION Y queda la conversión. Y San Pablo en la segunda lectura de hoy como que define el panorama psicológico de la Samaritana. Fíjense, comparen, hermanos, con qué ánimo venía la Samaritana cuando venía al pozo y compárenla su espíritu con que va ahora de vuelta a su pueblo. Está convertida y siente lo que San Pablo nos ha dicho en la carta de hoy: "Hermanos, estamos en paz con Dios. Por Él hemos obtenido con la fe el acceso a esta gracia en la esperanza, nos gloriamos apoyados en la esperanza de la gloria de los hijos de Dios". ¡Qué bella es la vida, hermanos, cuando nos hemos encontrado con aquel que viene a salvarnos! ¡Qué bella es la vida cuando se lleva paz en la conciencia y esperanza de los bienes futuros! ¡Qué valiente es la situación de un cristiano!. No le tiene miedo a las armas ni a las torturas ni a los atropellos cuando lleva la paz de decir la verdad y la esperanza de recoger un premio por la fidelidad en esta tierra. Esto es lo que tenía la Samaritana, es lo que van recibiendo todos los que se convierten. PENSAMIENTO QUE NOS LLEVA AL ALTAR Y mi homilía de hoy, pues, hermanos, a los bautizados y tal vez a los no bautizados, a los que han sido fieles o traidores a su Bautismo, es para hacerles un llamamiento: acerquémonos a nuestra Semana Santa, tal vez distraídos como la Samaritana buscando agua de esta tierra pero con un ansia de encontrar el agua que salta hasta la vida eterna. Recordemos en este Sábado Santo, que el Bautismo que nos dieron hace muchos años, hizo brotar en nuestro interior, en nuestra intimidad, una fuente de aguas vivas. Allí la llevas, ¿por qué te estás muriendo de sed? Siéntela, vívela, hazla florecer. Esta es la Semana Santa que queremos... De esta liturgia de la palabra es un personaje muy querido de todo este pueblo de Dios: ¡es Cristo transfigurado! Primitivamente la fiesta de la Transfiguración era este domingo, el 2º domingo de Cuaresma. Nosotros en San Salvador nos hemos acostumbrado a celebrarlo con el título del Divino Salvador, el 6 de agosto, fiesta que conmemora también el origen de nuestra ciudad. Y así encontramos, pues, entre nuestra historia más íntima y el Cristo transfigurado del evangelio de hoy, una relación profunda de fe que nos invita a hacer de la homilía de hoy, una convivencia de amor, de esperanza, de fe con el Divino Salvador y patrono de nuestra República, el que le dio nombre a El Salvador.
ILUMINACIÓN DE LA REALIDAD DESDE LA PALABRA DE DIOS El Cristo transfigurado, Él es el que siempre nos habla porque el Padre nos dio esa recomendación: "¡A Él debéis de escuchar!" Y el que predica en esta cátedra, como en todos los púlpitos de las iglesias, no hace otra cosa que ser un eco humilde de esa voz divina y orientadora: Cristo, el Maestro. El que predica no hace otra cosa que tomar esa palabra eterna e iluminar con ella nuestras realidades por donde va peregrinando nuestra historia. Por eso mi preocupación de traer como marco a la palabra de cada domingo, la historia de cada semana. Es una historia tan densa la de El Salvador, queridos hermanos, que nunca se agota. Cada domingo encontramos hechos que están pidiendo la luz de la palabra del Señor. Y el verdadero cristiano en El Salvador no puede prescindir de estas realidades, a no ser que quiera profesar un cristianismo aéreo, sin realidades en la tierra; un cristianismo sin compromisos, espiritualista y así es muy fácil ser cristiano, desencarnado, desentendido de las realidades que viven. Pero vivir ese evangelio que por orden del Padre Eterno tenemos que escuchar de Cristo, ¡a Él escuchadle!, vivirlo en el marco real de nuestra existencia, eso es lo difícil, eso es lo que crea conflictos, pero es lo que hace auténtica la predicación del Evangelio y la vida de cada cristiano. Cada uno de ustedes, queridos hermanos, tiene su propia historia, la historia de su propia familia, de su propia comunidad. Sería imposible señalar aquí esas historias concretas; pero eso es trabajo íntimo de cada uno. Que el Evangelio ilumine sus esperanzas, sus proyectos, sus desilusiones. Sus fracasos, ilumínelos con la palabra de Dios para que viva siempre de fe y de esperanza. HECHOS DE LA SEMANA AGRADECIMIENTO POR LA MANIFESTACIÓN DE SOLIDARIDAD CON CRISTO DEL DOCTORADO HONORIS CAUSA Más bien como un ejemplo, yo cito aquí casos que nos interesan a todos, por ejemplo, aunque ésto me interesa más bien a mí, pero gracias al cariño, a la amistad de ustedes, puedo sentirlo como algo de familia con todos, es mi agradecimiento por la manifestación de solidaridad y de comunión que vivimos el martes de esta semana que pasa. Es algo inolvidable en mi vida, no por el honor de un Doctorado Honoris Causa, que francamente enaltece sobre todo cuando se origina en un centro universitario de tanto prestigio donde escasean estos honores. Pero lo recibí junto con ustedes y así he sentido que ha sido más bien un homenaje de comunión con mi querido pueblo, con mis queridos sacerdotes, por eso mi agradecimiento que ya lo he dicho, lo quiero repetir en este marco solemne de la homilía, a todas las personas que me manifestaron de una u otra forma sus sentimientos de solidaridad. De manera especial al querido Señor Arzobispo, Monseñor Chávez, a Mons. Rivera, a Mons. Revelo, que tuvieron la bondad de compartir su presencia conmigo esta noche; al Clero no sólo de la Arquidiócesis sino que en manifestaciones muy elocuentes he recibido testimonios de solidaridad, principalmente del Clero de Santa Ana y de San Vicente; a los queridos jóvenes del Seminario Mayor y Menor; me han dado mucho consuelo sus palabras; una carta muy significativa del Menor en que expresan sus ideales sacerdotales en comunión con su Obispo, congregaciones religiosas, federaciones de colegios, comunidades parroquiales de base y muchas demostraciones individuales de diversas categorías humanas. El Señor les sabrá recompensar. A los medios de comunicación social que se hicieron eco, principalmente a La Crónica, La Prensa Gráfica, El Mundo, radios KL, YSU, Radio Internacional, el Canal 2. Sé lo que les cuesta a los medios de comunicación condicionados por circunstancias tan difíciles. Por tanto, comprendo el silencio de los que no pudieron decir nada y admiro a quienes me dedicaron siquiera una pequeña gacetilla. El Señor bendiga a eso que significa un heroísmo en nuestro ambiente tan vendido a intereses. INVITACIÓN AL PRIMER ANIVERSARIO DE SERVICIO EN LA ARQUIDIÓCESIS Desde ahora también, hermanos, quiero invitarlos a la oración para el próximo 22 de febrero, en que voy a celebrar un año de servicio a esta Arquidiócesis. Celebraré la Misa aquí, en Catedral el 22, a las 12 del día. DECLARACIONES DEL PRESIDENTE ROMERO EN ESTADOS UNIDOS En este marco de la semana, también hermanos, con una visión de nuestra historia, no puede pasar desapercibido el discurso de nuestro Señor Presidente en Estados Unidos. Yo quiero destacar algunas frases, porque son precisamente el pensamiento de la Iglesia y por eso me extraña que muchas veces por expresarse así, la Iglesia sea tildada de comunista y de subversiva. Cuando dice por ejemplo: "La paz social es posible cuando existe un clima de armonía entre el sector laboral y el sector empresarial. La comprensión mutua de las justas aspiraciones de uno y de las reales posibilidades de otro, constituye el punto de equilibrio de ambas fuerzas, propicio para el trabajo que da riqueza y bienestar para todos". Parece muy genial y acertada la frase, las posibilidades de un sector y las aspiraciones del otro sector. Si se equilibraran con justicia, no habría que lamentar terrorismos ni violencias, represiones y otras cosas que han ensangrentado tanto nuestra Patria. También cuando dice: "Queremos una nación saludable, en donde la libertad del hombre siga siendo el sustento de la democracia. Alcanzar mejores niveles de vida para los grandes núcleos de población de menores recursos económicos". Y sobre todo cuando dice: "Un nuevo modo de vivir, en donde el régimen económico responda ampliamente a principios de justicia social que tiendan a asegurar a todos los habitantes, una existencia digna del ser humano. Modernización del sistema de explotación y tenencia de la tierra mediante una participación más amplia de la propiedad." Es lo que la Iglesia ha dicho. Y también este otro pensamiento: "Debemos satisfacer las aspiraciones del ser humano de participar en el gobierno, de exponer libremente su pensamiento, de tener igual de oportunidad de estudio y de trabajo, así como de fortalecer permanentemente sus facultades creadoras. El hombre, además de la libertad de querer gozar, también tiene el derecho a vivir con decoro y dignidad". Lo que me da un temor, es escuchar en su discurso esta palabra: "Alcanzar una mejor distribución de la población, disminuir las tasas del crecimiento demográfico". ¿Qué se encierra bajo este disminuir el crecimiento? ¿Será una aceptación como condición para las ayudas, el mutilar las fuentes de la vida? Quiera el Señor que no subordinemos a un bienestar económico, las leyes morales de la naturaleza y de la creación, pero sí, en cuanto a un orden más justo, un nuevo modo de vivir, nuevas estructuras y una participación en las legítimas aspiraciones de todos para colaborar en el bien común sin miedos, sin represiones. Bendito sea Dios que la Iglesia siempre lo ha dicho. Y digo: precisamente es aquí donde están los grandes conflictos de nuestra Iglesia. MAGISTERIO DE LA IGLESIA SOBRE DIÁLOGO IGLESIA-GOBIERNO Cuando se habla de un diálogo entre Iglesia y Gobierno, es esto lo que la Iglesia busca, como dijo el Papa a nuestro Embajador: "Un diálogo constructivo, desde unas perspectivas pastorales en que busca la Iglesia no sus bienestares sino el servicio auténtico a un pueblo que clama libertad, dignidad, igualdad". Por eso, contrasta la noticia que publicaba La Prensa Gráfica, de que el Departamento de Estado de Estados Unidos entregó al Congreso un documento sobre la forma en que se respetan los derechos humanos en América Latina y al hablar sobre El Salvador, afirma que hay una creciente presión de los insatisfechos y oposición a hacer cambios por parte de los privilegiados, lo cual ha engendrado mayor violencia. He aquí lo que precisamente la Iglesia señala en todo nuestro continente: los terrorismos, los brotes de violencia, la Iglesia no los puede aprobar, pero sí, no puede tampoco reprobarlos sin un análisis profundo de dónde proceden. Mientras una violencia institucionalizada, privilegiada, trate de reprimir las aspiraciones justas de un sector, siempre estarán las semillas de la violencia entre nosotros. Por eso, mientras no se haga efectivo un nuevo modo de vivir, no tendremos paz, ni unidad, ni comunión entre los salvadoreños. SOBRE EL SINDICATO DE TRABAJADORES DE LA CENTRAL AZUCARERA IZALCO También con la esperanza de esas palabras quiero informarles sobre una carta del Sindicato de Trabajadores de Empresa Central Azucarera de Izalco, en que informan que ya son 17 días de huelga demandando la celebración de un contrato colectivo y el cese de atropellos contra trabajadores y leyes laborales. Acusan de complicidad y entreguismo al Ministerio de Trabajo al negarse a citar a la patronal para discutir el problema y la parcialidad de no querer que la patronal cumpla con los acuerdos ya tomados con el Sindicato. Termina la carta solicitando la mediación del Arzobispado en favor de sus objetivos y de la libertad de varios compañeros que dicen que están presos. Como siempre nuestra respuesta es aceptar todo servicio mientras se le solicite y se acepte. GESTIÓN DE LIBERTAD DE UN UNIVERSITARIO También tuvimos en el Arzobispado la visita de una delegación de la Federación de Estudiantes Universitarios de Honduras, nos pide apoyo en su gestión de libertad del compañero hondureño Luis Alberto Bonilla Contreras, detenido según ellos por la Policía Nacional el 18 de diciembre de 1976. No les ha sido posible visitar los cuerpos de seguridad. OPERATIVO MILITAR EN EL CANTÓN CHILICUYO También quiero participar del temor que la carta de la Comunidad del Cantón Chilicuyo denuncia, cuando dice que un operativo militar destacó un contingente para inspección en la hacienda Formosa. Temen ellos consecuencias desagradables. Quiera el Señor que no. AVISOS Finalmente, hermanos, y en forma de familia, quiero anunciarles que hoy se va a bendecir una clínica en la iglesia de Concepción, felicitar a los P.P. Franciscanos y a los colaboradores médicos, enfermeros que van a trabajar allí junto a la Parroquia de Concepción. Alegrarme también, con la peregrinación a Tierra Santa que nos ha anunciado don Juan Francisco Rivas Canjura y pedirle que nos encomiende allá en la tierra que fue escenario de la redención de los hombres. También una oración por el eterno descanso de Hipólito Morales y Daysi Guadalupe Aguilares de Marroquín. Y como aviso, hermanos, para este domingo, les dije que el tercer domingo de cada mes les pediría una ayuda económica para el Seminario. Sostener nuestra obra máxima es trabajo de todos, sin olvidar que este domingo se clausura la semana del Sacrificio Voluntario que iniciamos el domingo pasado. Hoy la colecta que se va a hacer tendrá estos dos objetivos: la ayuda al Seminario y una ayuda contra el hambre. Hambre de Dios, hambre de cultura y hambre de pan. Para llenar el vacío que dejan estas tres hambres, necesitamos la ayuda de todo el pueblo de Dios. Y, hermanos, ya nos encontramos con este marco histórico real, con la liturgia de la palabra de hoy. Podíamos llamar esta homilía: La Iglesia, Israel espiritual. Y propondría estos tres pensamientos: 1º) Dios salva a los hombres constituyendo un pueblo de Dios. 2º) Cristo transfigurado, es el heredero de todas las promesas salvadoras de Dios. (No hay salvación fuera de Él). 3º) La epístola de San Pablo que nos recomienda traducir en solidaridad con Abraham y con Cristo, nuestra vida cristiana. (Somos el Israel espiritual). 1º DIOS SALVA A LOS HOMBRES CONSTITUYENDO UN PUEBLO DE DIOS. LA NATURALEZA CAIDA El domingo pasado, primer domingo de Cuaresma, les decía que el primer capítulo de la historia de la salvación, es la creación: Adán. Y que toda la vida humana que existe en la historia, es solidaria con ese primer capítulo, todos somos descendientes de Adán. Y el soplo de vida que Dios le dio a nuestro primer padre es la chispa de inteligencia, de amor, de capacidades humanas que todo hombre lleva, pero que el primer hombre cayó de su dignidad de hijo de Dios porque quiso alcanzar la plenitud divina sin obedecer a su Señor, engañado por el diablo. Y comenzó a vivir el capítulo de la historia humana, la naturaleza caída. Si desde Adán hasta Abraham vemos la Biblia, verdaderamente encontramos la definición del pecado. "A versío a Deo". Apartarse de Dios. ADÁN A LA LUZ DE LA REVELACIÓN Uno de estos días, un joven de Santa Tecla me hizo una observación muy interesante. Me dice: "¿cómo puede ser que Adán haya sido tan perfecto y que la humanidad después de él haya comenzado como a subir desde un abismo muy hondo? ¿No será más bien que la humanidad fuera creada tan imperfecta que vamos caminando hacia arriba?. Le dije yo: "Eso es lo que el criterio humano nos dicta, pero a la luz de la revelación, Adán era el hombre perfecto, Adán era el ideal de Dios. El segundo Adán que iba a venir: Cristo, ya se prefiguraba en esa figura maravillosa del primer hombre. Pero ese hombre maravilloso perdió toda su grandeza sobrenatural, su amistad con Dios, y cuando un hombre ha perdido sus relaciones con Dios, aunque conserve sus cualidades humanas va decayendo cada vez más." Y la historia nos lo prueba: que todo hombre por más inteligente, por más capaz que sea pero que no busca la amistad con Dios, no ora, no es digno de confianza. Alguien le preguntaba a un muchacho una vez: "Si tú tuvieras C/ 100.oo para dejarlos depositados ¿a quien se los depositarías: a un profesional que no tiene fe, que es un hombre falto de honradez o a un iletrado, a un pobre campesino sin saber leer pero que es honrado, que reza?". "Pues naturalmente, dice, se los dejaba al campesino". Claro, no bastan las cualidades humanas, no basta ser un profesional, ser un empresario, tener grandes cosas humanas, el hombre degenera cuando se aparta de sus relaciones con Dios. Y estos son los primeros capítulos de la historia de la humanidad. "A versio a Deo", se iba apartando más y más de Dios. Recuerden los capítulos del diluvio universal, recuerden el incendio de Sodoma y de Gomorra, recuerden el crimen de Caín contra su hermano Abel. Ese es el hombre sin Dios. DIOS ESCOGE EN ABRAHAM UN PUEBLO Y LE DA ESPERANZAS Y PROMESAS Pero desde el capítulo 12 del Génesis, el Génesis cambia de aspecto. Léanlo con atención. De allí hemos tomado la primera lectura de hoy. Es un Dios que toma una iniciativa de formar un pueblo y darle a ese pueblo las promesas, las esperanzas. Esta es la gran misión de Abraham y de Israel: "Formaré de ti un gran pueblo, del cual nacerá el Redentor". Sin embargo, en Abraham, de 75 años, hombre diríamos ya quemado, Dios va a hacer una nueva creación. Nace un pueblo, un pueblo que le pide a Abraham unas grandes renuncias: "Sal de tu tierra y de la casa de tu padre, hacia la tierra que te mostraré. Haré de ti un gran pueblo, te bendeciré, haré famoso tu nombre; bendeciré a los que te bendigan, maldeciré a los que te maldigan; con tu nombre se bendecirán todas las familias de la tierra." ¡Qué anciano más formidable! Es un hombre, diríamos, un anónimo, un hombre de aquellas tribus semi-nómadas de Ur de Caldea. A éste escoge Dios, desconocido de la historia y toda su vida la pasó como un desconocido. Qué curioso, Abraham marchó como le había dicho el Señor. ¿A dónde? Sin rumbo, "a la tierra que te mostraré". Y pasó toda su vida peregrinando en Canaán, donde iba a ser la tierra prometida pero después de muchas generaciones. Abraham fue peregrino en su propia tierra prometida, no la conoció podíamos decir. Dios estaba probando la fe. Y estéril, casado con una mujer estéril, le anuncia que va a nacer de sus entrañas un gran pueblo. Hasta la misma Sara se ríe. Pero el milagro llega cuando las entrañas fecundas de Sara dan a luz a Isaac. Pero Dios le hace otra prueba: sacrifícamelo, mátamelo; y Abraham obediente a la única esperanza de su descendencia, lo lleva, imagen de Jesús con su cruz a cuestas. Por eso, allá en el calvario de Jerusalén la figura más bella es la de Isaac con su tercio de leña camino del monte donde va a ser sacrificado. Solo que a Abraham lo detuvo el ángel: "¡No lo mates, ya está probada tu fe!" Por eso, hermanos, este desprenderse de Abraham, este entregarse a lo imposible, esta locura de la fe es la que Dios pide. La fe es lanzarse a los brazos de Dios, la fe es creer lo que Dios dice aunque me parezca imposible, la fe es María cuando un ángel le dice que sin perder su virginidad va a ser madre. "No lo comprendo pero hágase como tú lo has dicho". La fe pide esa entrega y por eso a Abraham se le llama no sólo el padre de Israel sino el padre de la fe. Es el modelo de la fe. 2º CRISTO TRANSFIGURADO ES EL HEREDERO DE TODAS LAS PROMESAS SALVADORAS DE DIOS Veamos ya, cuando esa historia de Israel culmina con la plenitud de los tiempos. Es la lectura del evangelio de hoy, es mi segundo pensamiento. CRISTO Y EL ISRAEL CREYENTE Allí en la montaña de la transfiguración aparecen personajes del Viejo Testamento descendientes de Abraham, Moisés, Elías; todo el Israel creyente, todo el Israel que espera. Moisés es el signo de la ley; Elías es el signo de los profetas. La ley y los profetas era como la constitución de Israel. Lo que se había escrito como alianza entre Dios y los hombres, lo que se había escrito como voluntad de Dios siempre activa a través de los profetas: "'esto dice el Señor, conserven mis esperanzas, conserven mis promesas". Y de esas esperanzas y de esas promesas vivieron todos los siglos anteriores a Cristo. Y un día, ya Cristo está presente, ya está fundando el Nuevo Testamento, la alianza nueva y eterna; ya ha escogido a unos hombres que son el Israel de Abraham pero que ya van entrando al Israel del cristianismo. Pedro, Santiago y Juan ya no pertenecen al Viejo Testamento aunque son hijos de Abraham. Con Jesús y con personajes del Viejo Testamento: Moisés y Elías, aparecen en el monte de la transfiguración y Cristo en medio, resplandeciente su rostro como el sol, blancas sus vestiduras como la nieve. Es la figura de Dios hecho hombre, lo testifica el Padre: ¡Éste es mi hijo, el amado. Éste es el prometido, éste es el que yo dije que iba a ser fuente de bendición, descendiente de Abraham, en Él serán bendecidas todas las naciones! No se ha dado a los hombres otro nombre en el cual puedan ser salvos fuera del nombre de Jesús. Y Jesús aparece allí como en una Pascua anticipada, como un resucitado que no tendrá ya nada que ver con la muerte y las miserias de la tierra. CAMINANDO HACIA LA CRUZ Y HACIA LA RESURRECCIÓN Pedro se enardece y le dice: "Señor, ¡qué bueno es estar aquí, quedémonos aquí, esto ya es el paraíso, esto ya es el destino, la aspiración del hombre!" Y Cristo le dice: "Todavía no, no digan nada de esto porque tienen que venir todavía los días amargos de la pasión hasta que resucite de entre los muertos. Entonces sí, anúncienlo, que Cristo vive, que Cristo murió para salvar a los hombres y que sin esa muerte no hay redención". Pero no es una muerte fracaso, es una muerte condición para resucitar, es una muerte donde quedaron pagadas todas las desobediencias en el dolor de una cruz, es una muerte necesaria, amarga y difícil para que todos los pecados de los hombres puedan ser perdonados. Lo glorioso es que de esa muerte, de esa tumba, salga resucitado. Eso es lo que se llama el misterio pascual, la Pascua que es muerte y resurrección. Hacia una Pascua camina la Cuaresma, camina el cristianismo toda su vida, toda su historia, caminando hacia la cruz y hacia la resurrección. Por eso, hermanos, no nos debe extrañar que una Iglesia tenga mucho de cruz porque si no, no tendrá mucho de resurrección. Una Iglesia acomodaticia, una Iglesia que busca el prestigio sin el dolor de la cruz, no es la Iglesia auténtica de Jesucristo. Cristo en la plenitud de su gloria en el Tabor, el Cristo nuestro, el Divino Salvador patrono de nuestra Patria, "es el sí de las promesas", dice San Pablo. Hermosa expresión. Cristo es el sí, el que dice sí al Padre, en el que se cumplieron las promesas de perdón, de salvación. Cristo es el camino por donde los hombres caídos se convierten a Dios. Desde Abraham, pues, ha comenzado el capítulo de la conversión: "conversio ad Deum", conversión hacia Dios. Y Cristo con su cruz y su Pascua no hace otra cosa que llamar a los hombres a su verdadera grandeza como hombres y como sociedad. No puede haber sociedad, un nuevo modo de vivir no puede haber sin Cristo, un nuevo modo de vivir, un bienestar para todos, no lo puede haber sin la justicia de Cristo Redentor. Sólo Él es el que puede inspirar a los egoístas el arrepentimiento, a los resentidos el trabajo honrado y honesto, a todos, el verdadero sentido de la liberación cristiana, el redimirnos del pecado y de la muerte para ser participantes de su gloria. 3º LA EPÍSTOLA DE SAN PABLO NOS RECOMIENDA TRADUCIR, EN SOLIDARIDAD CON ABRAHAM Y CON CRISTO, NUESTRA VIDA CRISTIANA. Y así viene, queridos hermanos, en la lectura de San Pablo a Timoteo, un discípulo de Pablo. Dicen que era muy enfermizo, tímido, sin embargo de mucha fe. EL LLAMAMIENTO DE DIOS AL HOMBRE Lo puso Pablo a cuidar la comunidad de Efeso y le escribe esta hermosa carta: "Toma parte en los duros trabajos del Evangelio según las fuerzas que Dios te dé. No importa no tener mucha salud, lo que importa es confiar en Dios. El que predica, el que hace Iglesia, el que proclama la palabra de Dios, el que convoca al santón para hacer una comunidad cristiana, el que educa en un colegio cristiano con verdadero sentido de Evangelio, todo aquel que quiere vivir en su familia el verdadero cristianismo, no confíe en él, confíe en Dios. Con la fuerza que Dios te dé. Él nos salvó y nos llamó a una vida santa". ¡Miren que hermoso eco: En el cristianismo de Pablo a Timoteo, el eco de Dios a Abraham. Una vocación: deja tu parentela y busca la tierra que yo te mostraré! Esto hace Dios con cada hombre. Dichoso el que escucha ese llamado de Dios: ven, deja tu vida de pecado, deja esa situación comodona de tu dinero, de tus haciendas, de tus cosas en las cuales te quieres instalar, deja las cosas que solamente dan felicidad en la tierra y sigue el derrotero que te voy a mostrar; entrégate a la fe, entrégate al amor, vive el amor porque sin amor de nada sirve tener. El amor es lo que le da al hombre su verdadero desarrollo. La avaricia, ha dicho Pablo VI, que es la señal más evidente del subdesarrollo moral. El egoísmo es un subdesarrollo. Por eso el llamamiento a todos los cristianos en esta hora de Iglesia es el mismo llamamiento de Dios a Abraham: "¡Ven hacia la tierra que te mostraré!" LA SANTIFICACIÓN ES INICIATIVA DE DIOS Y yo me alegro, hermanos, de que ese Israel que creó Abraham con su acto de fe y que se prolonga en el pueblo de Dios y que llega hasta 1978 en estos cristianos auténticos, que son ustedes, los que están reflexionando esta palabra, sea siempre la misma voluntad salvífica de Dios. "Quiero salvar a todos, le dice Pablo a Timoteo. Él nos quiere santificar, es iniciativa suya". Queridos hermanos, la religión no es invento de hombre, nadie se puede forjar un cristianismo a su gusto, nadie le puede poner pautas al predicador del Evangelio según sus caprichos. Es Dios el que nos manda predicar, es palabra de Evangelio la que tenemos que decir. Es Dios el que toma la iniciativa de salvar al hombre. En esto está la gran diferencia entre las falsas religiones y la religión verdadera. Las falsas religiones brotan de la voluntad de los hombres, ellos inventan cómo adorar a su Dios, cómo creer su fe, cómo organizar su vida religiosa, pero es una religión de hombres. La religión verdadera es la de Abraham a la escucha. Ojos y oídos atentos: ¿qué dice el Señor? De allá viene la iniciativa, y hemos de creer una fe no a nuestro gusto sino según la voluntad del Señor, y hemos de vivir una moral no inventada por nosotros sino como Dios la quiere con sus Mandamientos. Por eso dice Dios mostrándose a Cristo, su mensajero, su palabra, la plenitud de su revelación, su tono: Ese es mi hijo amado, en El os he mandado decir todo, escuchadlo, el que lo sigue se salvará, el que quiera inventarse un cristianismo a su gusto, acomodaticio, sin conflictos, sin dificultades, perezoso, egoísta, no es mi cristianismo, no es la palabra de mi Hijo amado en quien tengo mis complacencias. Por eso, queridos hermanos, la Cuaresma -y de esto se trata en la liturgia de la palabra- es una revisión sincera. A propósito, en esta semana, precisamente el Papa y sus colaboradores en Roma han hecho sus ejercicios espirituales. Tenemos necesidad de revisarnos comenzando por el Papa, los obispos, los sacerdotes, las religiosas, las instituciones y comunidades católicas. La Cuaresma es para revisarnos, porque muy fácilmente las tentaciones de Cristo en la Cuaresma son nuestras tentaciones eclesiásticas y podemos buscar un Reino de Dios sugerido por Satanás y no el Reino de Dios anunciado por el plan figurado, el Hijo de Dios. Cuidemos mucho en esta Cuaresma a ver cómo anda nuestro cristianismo, nuestras relaciones de familia, nuestro respeto a la ley de Dios, nuestra obediencia al Evangelio. PENSAMIENTO QUE NOS LLEVA AL ALTAR Queridos hermanos, ésta es la liturgia de la palabra que Cristo transfigurado ha presidido hoy desde nuestra Catedral. Ahora Cristo no es sólo palabra, se hace hostia, se hace cáliz, se hace comunión, se hace vida. Tratemos de comulgar ahora identificándonos en el pensamiento con Él, vivamos nuestra Eucaristía. Y ya que hoy este llamamiento del sacrificio voluntario y de la ayuda al Seminario nos pone un objetivo concreto a nuestra fe, vamos a celebrar ya la ofrenda, el Ofertorio. Seamos generosos, compartamos nuestra pobreza con los pobres, compartamos nuestro pan con el hambriento, compartamos nuestro amor si no tenemos más que dar que nuestra buena voluntad, amemos. No nos cerremos en egoísmos ni en odios. La Cuaresma transfigura, la Cuaresma renueva al hombre. Ojalá que todo el pueblo santo de Dios al celebrar después de la Cuaresma, la Pascua de la muerte y la resurrección de Cristo, sintamos que todo aquel amor que lo llevó al Calvario y toda aquella vida que exhala de todos sus poros, no como un transfigurado de la tierra sino como quien posee la plenitud de la vida eterna para darlo a los hombres, sea nuestro amor, sea nuestra vida la de Cristo Nuestro Señor, que en esto consiste ser bautizado, ser cristiano. Y la Cuaresma no es otra cosa que revivir nuestro compromiso bautismal que nos identificó con el Cristo que por nosotros murió y que para nosotros resucitó. Proclamemos así nuestra fe. Creemos en un solo Dios. ...desde el miércoles de esta semana nos encontramos en el año litúrgico, una temporada densa que se llama la Cuaresma. Para comprenderla, remontémonos un poco a aquellas celebraciones cuaresmales de la era de oro de la liturgia. Allá en Roma se organizaba la gran procesión cuaresmal compuesta por tres grandes grupos de cristianos, el principal era el de los catecúmenos, o sea, de los que se estaban presentado para recibir el bautismo en la solemne noche del Sábado Santo para resucitar con Cristo a la vida cristiana, y la Cuaresma se aprovechaba para intensificar esa preparación. El segundo grupo lo formaban los penitentes, gente que tomaba conciencia de su pecado público grave y buscaba el perdón de Dios y la reconciliación con la Iglesia, y durante la Cuaresma estaban cumpliendo la penitencia para recibir en Semana Santa la absolución e incorporarse otra vez al pueblo santo de Dios. Y el tercer grupo, los fieles, los que gracias a Dios, a pesar de las deficiencias ordinarias humanas, no lamentaban ninguna traición a la ley de Dios en sentido grave y le pedían al señor la gracia de la perseverancia.
Y encabezando esta procesión de catecúmenos, de penitentes y de fieles, el Papa y el Clero que también forman parte de esa humanidad pecadora, vestidos de ceniza y de penitencia todos, recorrían los diversos lugares donde se inspiraba más esta renovación cristiana del pueblo de Dios. Por eso, el Concilio Vaticano II nos dice que aprovechemos este tiempo cuaresmal y explotemos esos ricos elementos de la liturgia de estos cuarenta días, sobre todo esos elementos bautismales y penitenciales. Sintámonos, pues, en esa procesión de quienes se preparan para el bautismo, aunque gracias a Dios ya somos bautizados, pero el Sábado Santo vamos a renovar en una nueva liturgia, nuestros compromisos bautismales. En la Cuaresma debemos aprovechar para estudiar e incorporamos más en este cristianismo al cual entramos por nuestro bautismo. Y si tenemos algo que lamentar de pecados, de desobediencias a la ley de Dios, de traiciones a nuestra moral cristiana, aprovechemos la cuaresma para purificamos y para ser miembros vivos de este pueblo de Dios que quiere ser un reflejo de la santidad infinita de Dios. De esto vamos a profundizar un poco más a través de las lecturas que nos ofrece hoy la Palabra de Dios. HECHOS DE LA SEMANA Pero antes, como de costumbre, quiero enmarcar en hechos concretos de la semana este momento precioso de la Cuaresma, del año litúrgico. HECHOS DE LA VIDA CIVIL En este sentido, hermanos, tengo que referirme a dos actos que sucedieron aquí en nuestra capital. HUELGUISTAS DEL INGENIO IZALCO El martes, al mediodía, un grupo de obreros y campesinos, familiares la mayor parte de huelguistas del Ingenio Izalco, entraron a la Catedral y la cerraron y la ocuparon. Al día siguiente, miércoles por la tarde, otro grupo con la misma motivación entró a la iglesia del Calvario y también la cerró para estar allí. Querían los dos grupos un diálogo también con el Arzobispo, a lo cual les di oportunidad, y conocí que los objetivos de esa acción era el apoyo a esa huelga y pedir libertad para sus parientes presos que, según ellos, también habían sido ultrajados por las autoridades. En el diálogo expresé lo que ahora quiero expresarles a Uds. en público. Por una parte, critiqué la improvisación de estos actos y que no se jugara con acciones tan graves como es ir a ocupar una iglesia, que es un signo que en esta forma pierde mucha eficacia y que ellos se exponían a una frustración. De hecho, les insinué que más oportuno era dejar los templos ocupados y por mi parte me comprometía, como ya lo estoy haciendo, a ser solidario con los reclamos justos que nuestro pueblo hace a veces, en voces y en formas, en signos desproporcionados. Y así fue. Los dos grupos salieron pacíficamente. Soy testigo de la desocupación de los dos templos, y también del respeto que manifestaron a esos lugares. MANIFESTACIÓN DEL BLOQUE POPULAR REVOLUCIONARIO Pero yo hago también esta otra reflexión, y es también a propósito de otro acontecimiento que les quiero anunciar. Ayer, cuando fui a Arcatao a dejar a las religiosas Guadalupanas que va a tener esta pastoral de aquella población sin sacerdote, hubo al final, mejor dicho, después de nuestra ceremonia religiosa, una manifestación de parte del Bloque Popular Revolucionario. A propósito de estos acontecimientos yo quiero simplemente repetir lo que ya he dicho muchas veces: que la Iglesia es independiente de cualquier grupo humano político, que se asocia para fines a veces muy bíblicos y que la Iglesia puede apoyar no haciéndose solidaria con los objetivos e ideales de esas agrupaciones sino porque es justo lo que allí a veces se reclama. Quiero decirles que esas agrupaciones que toman iniciativas, no son propiamente la Iglesia y que la Iglesia exhorta a los cristianos que se incorporan a esos grupos a ser fieles a lo que la Iglesia enseña. La Iglesia enseña que el legítimo deseo de liberación de los pueblos trae muchas veces consigo la tentación de la violencia, la desesperación, pero que la Iglesia no puede aprobar ni justificar mucho menos los actos violentos, aunque tampoco la Iglesia puede condenarlos sin hacer un análisis muy serio de las causas que provocan esas acciones. Y es aquí donde el mismo Papa Pablo VI cuando vino a Bogotá, dijo esta frase que inspira la acción de la Iglesia: "Que muchas crisis de la historia pudieran haber sido superadas si las reformas necesarias hubiesen prevenido oportunamente con sacrificios valientes, las revoluciones explosivas de la desesperación." Es lo que siempre hemos dicho, queridos hermanos, que la Iglesia cuando denuncia las violencias revolucionarias, no puede olvidar que existe una violencia institucionalizada, y que la violencia desesperada de los hombres oprimidos no se reprime con leyes parciales, con armas ni con la prepotencia; solamente hay que prevenirlas, como dice el Papa, con sacrificios valientes, renunciando a muchas comodidades y que mientras no haya entre nosotros más justicia siempre habrá brotes de revolución. Aunque la Iglesia no aprueba ni justifica las revoluciones sangrientas, los gritos de odios, sin embargo, tampoco los puede condenar mientras no vea un esfuerzo por quitar las causas que producen ese malestar en nuestra sociedad. Esta es la postura de la Iglesia, por lo cual tiene que sufrir tremendos conflictos pero por lo cual se siente fiel a la justicia de Dios, al evangelio de Nuestro Señor Jesucristo. PROPAGACION DE UNA FALSA ESPECIE DEL ARZOBISPO También, hermanos, quiero hacer una aclaración muy necesaria; el Señor Embajador de El Salvador ante la Santa Sede me ha autorizado para decirles que en la Cancillería se ha propagado una falsa especie del Arzobispo, como si hubiera puesto como condición para dialogar con el Señor Presidente el ir a hacer este diálogo afuera del país. Yo quiero decir, hermanos, que es completamente falso. Sería una estupidez para mí, sabiendo que aquí podría tener acceso a platicar directamente con el Señor Presidente, poner como condición salir los dos del país. ¿Qué objeto tiene? y ¿qué intentan con esta falsa especie?. Ya se ven las intenciones de calumniar, de distorsionar las actitudes de la Iglesia. Lo que la Iglesia espera es un ambiente de confianza garantizado por hechos en servicio, en respeto de nuestro querido pueblo. HECHO DE LA VIDA ECLESIAL. REUNIÓN CON EL CLERO Ahora hermanos, refiriéndome a esta Cuaresma a hechos eclesiales, quiero agradecer al Señor, con ustedes, la reunión del Clero que tuvimos el martes, en la cual se analizó el trabajo de Comunidades Eclesiales de Base. Son grupos cristianos que se reúnen a reflexionar en torno de la Biblia y que van haciendo entre nosotros una Iglesia más consciente, más humana, más de diálogo íntimo con el pueblo. Y hemos propuesto, los sacerdotes, celebrar este año, si Dios quiere, al final, un congreso de Comunidades de Base. Desde ahora, pues, felicito a todos los que están trabajando en esta forma. y hay muchas... del evangelio para crear en nosotros una cultura de inspiración... donde esta tarde a las 6 le daremos posesión. (Esta homilía fue interferida por medios ilegales haciendo ininteligible esta parte de la transmisión radial). NOTICIAS DE LA VIDA RELIGIOSA Tuve también el gusto de saludar al Padre Superior General de los Josefinos que administran la Parroquia de la Sagrada Familia en la Colonia Centro América. Quiero aprovechar para agradecer y felicitar a los PP. Josefinos que tanto bien están haciendo en nuestra Arquidiócesis. Las religiosas de la Asunción cumplieron 15 años esta semana de estar dirigiendo la Escuela del Barrio de Lourdes. Participé en su Eucaristía para darle gracias al Señor y ver el cambio enorme que esta presencia de la Iglesia, a través de las Hermanas de la Asunción y de sus colaboradores, maestros y bienhechores han hecho en ese importante sector de nuestro pueblo. Como ya les dije, ayer fuimos a dejar a las Hermanas Guadalupanas a Arcatao. Y quiero dejar constancia a través de la radio, mi saludo cariñoso y mi agradecimiento por aquella acogida. Hermanos, yo hubiera querido que todos fueran testigos de un verdadero domingo de ramos; era todo el pueblo y gente campesina venida de hasta tres horas de camino para estar con nosotros en un momento tan bello de Arcatao. La pintoresca población que expresó su pensamiento de adhesión al obispo y a la presencia de la Iglesia allá a través de un valiente discurso de un intérprete del pueblo don Ernesto, (no recuerdo el apellido). También quiero felicitar y saludar a las Madres que allá están haciendo acto de presencia ya en nombre de la Iglesia. Ha habido cambio de Superiora en la comunidad de la obra del Buen Pastor. Ayer las Carmelitas Misioneras celebraron el acto con que se adhieren a la celebración del 75 aniversario de su fundación que va a ser el 8 de marzo. Con la participación de sus ex - alumnas del Colegio de la Gruta y de otros colaboradores, se tuvo una procesión en honor de la Virgen de Lourdes y hubo una ceremonia preciosa al terminar la procesión: una concentración de enfermos que recibieron la santa unción y el mensaje del cristianismo, de lo que vale el dolor de un enfermo. Al terminar la ceremonia oía personas que no eran enfermas, agradecer esa voz de esperanza que la Iglesia tiene para el que sufre y le sabe decir al enfermo, al que parece un inútil para la sociedad: que su dolor y su sufrimiento ofrecido con Cristo en la cruz, es precisamente la salvación del mundo. A los laicos quiero felicitarlos por su participación que tuvieron en la reunión laical de Costa Rica para preparar la participación de los laicos en la Tercera Reunión del Episcopado Latinoamericano que va a ser en octubre, en Puebla de México. También anuncio al departamento de Cuscatlán, que allá está trabajando, autorizada por el Arzobispo, la Comisión Departamental de Laicos, para promover la vida laical en todas las parroquias de aquella Vicaría. Y en este ambiente también laical, me he alegrado mucho al pasar por Chalatenango ayer, de la floreciente vida de las comunidades que se está impulsando principalmente a través de nuestros queridos laicos. Precisamente del 15 de febrero al 15 de marzo, van a tener un curso más de catequesis para preparar laicos a llevar el mensaje cristiano a todas las comunidades. Y ahora para terminar estos avisos, quiero referirme a algo muy importante que es la Jornada del Sacrificio Voluntario. Aquí junto al altar mayor están unos carteles que van a usarse durante toda esta semana para llamar a nuestro pueblo a acuerpar la campaña contra el hambre en el mundo, privándose voluntariamente de algo. Aportemos aunque sea de nuestras pobrezas, algo al hambre de nuestros hermanos. El hambre, queridos hermanos, es una tremenda realidad aún en nuestro ambiente. Y ya que el amor a Cristo nos debe de hacer sentir a nuestros miembros sufrientes como propias las necesidades de ellos, el próximo domingo se hará una colecta especial para pedir en socorro de tanta gente que sufre hambre en el mundo. INVITACIÓN A LA INVESTIDURA DEL DOCTORADO HONORIS CAUSA DE LA UNIVERSIDAD DE GEORGETOWN. Y finalmente, hermanos, quiero hacer una atenta y cariñosa invitación a todos ustedes que considero mis hermanos, mis amigos, para acompañarme el martes próximo a las 7 de la noche, aquí en Catedral, donde voy a recibir el honor del Doctorado Honoris Causa de la Universidad de Georgetown, pero que como he manifestado no lo quiero recibir solo, quiero sentir en ese honor, el estímulo, la felicitación, no a un hombre, sino a una Iglesia Particular que son todos mis queridos sacerdotes, religiosas y fieles que comparten la preocupación del magisterio actual de la Iglesia, un evangelio que como se me dijo ayer en Arcatao, quiere estar bien encarnado viviendo en las necesidades del pueblo. Así es como la condecoración que me van a honrar, quiero decir que es de todos ustedes y que es el estímulo a todos los que trabajan por un orden más justo en el mundo. Y este es, hermanos, ya el pensamiento de nuestra homilía de hoy. La Cuaresma ha cambiado el rostro del año litúrgico, interrumpe el tiempo Ordinario para invitar como en una gran universidad, a todo el pueblo de Dios a hacer un curso de historia de la salvación, pero no en teoría sino vivencial, que lo participemos. Esta historia de la salvación encuentra su culminación en Cristo pero tuvo su origen en Adán y tiene su prolongación de Adán y de Cristo en nosotros. Estos son los tres pensamientos de la homilía de hoy. Dos protagonistas de la historia de la salvación: Adán, Cristo. Y un objetivo, el pueblo, nosotros, toda la humanidad. lº. ADAN, PROTAGONISTA DE LA HISTORIA DE LA SALVACIÓN. PRIMER CAPÍTULO DE LA HISTORIA DE SALVACION: LA CREACIÓN, LA NATURALEZA. La primera lectura de hoy nos remonta a los orígenes de la historia, el primer hombre, la primera mujer, de donde procede todo el género humano. Es interesante ver aquí cómo la creación, la naturaleza, es el primer capítulo de la historia de la salvación: es decir, la redención que después va a hacer Cristo es un segundo capítulo y nosotros somos la materia de toda esa historia. En el Génesis se ha leído hoy el amor con que Dios creó el mundo para entregarlo al hombre, el hombre es la razón de ser de la creación. El hombre hecho a imagen de Dios, es dueño de la creación; todas las cosas creadas son para el hombre. Este es el origen primigenio del proyecto de Dios; el hombre llamado a ser colaborador con Dios. En una forma gráfica nos presenta la Biblia a un Dios que sopla el espíritu de vida en el hombre que brota del barro, es un ser creado pero con un soplo de Dios, es imagen de Dios porque lo ha hecho inteligente, capaz de amar y le ha dicho extendiendo su mano creadora sobre todas las cosas: "todo es vuestro". No hay que olvidar este gesto de la creación, toda la creación ha sido para el hombre y el hombre es creado por amor de Dios para ser dueño, príncipe, de todas las cosas que existen. LA RESPUESTA DEL HOMBRE Lástima que la segunda parte de la lectura del Génesis nos cuenta la triste respuesta del hombre. Eva quiso encontrar el camino de la felicidad no por la obediencia a Dios y sedujo a Adán en ese camino de desobediencia. Y entonces comienza la historia de la humanidad bajo otro aspecto: la humanidad caída, el género humano caído, pecador. Pero Adán con su desobediencia ha sido el padre de una familia, es protagonista de toda una humanidad. No hemos de olvidar este origen para comprender luego lo que vamos a decir. Pero antes, fijémonos en el otro protagonista, es el segundo pensamiento de esta homilía. 2º. CRISTO, OTRO PROTAGONISTA DE LA HISTORIA DE LA SALVACIÓN. CRISTO, EL SEGUNDO ADÁN, REDENTOR DE LOS HOMBRES. Cristo, segundo Adán, hijo de Dios encarnado en las entrañas de María, quiere asumir toda la responsabilidad del género humano, desobediencia a Dios, comenzando por la desobediencia del paraíso; y la redención que Cristo viene a hacer no será otra cosa que un acto heroico, divino, de obediencia. Por obediencia se encarna, por obediencia va a tomar su cruz y por obediencia lo vemos hoy en el desierto. Al principio de la Cuaresma los ojos de un cristiano deben de clavarse en ese Cristo, ayunando 40 días con sus 40 noches. Llevado por el Espíritu, nos ha dicho el evangelio, el Espíritu de una obediencia. El Hijo del Hombre, el representante de toda la humanidad sabe que los hombres están en un estado de naturaleza caída y que es necesario levantarla. Viene como un gran reparador. Cristo es el gran reparador; eso quiere decir redentor, salvador. Y para salvar al mundo, para reparar, para redimir a esta raza caída, es necesario que se cumpla la voluntad del Señor. CRISTO TENTADO POR EL DEMONIO Por eso nos presenta el evangelio de hoy, a Cristo tentado por el demonio, ya que la tentación fue la causa por la cual los hombres primero cayeron para dejar en la desgracia a toda la humanidad. La tentación es necesaria para que el Hijo del Hombre nos de ejemplo, que no siguiendo las voces engañosas del demonio es como vamos a ser felices sino siguiendo la obediencia a la voluntad del Señor. LA PRIMERA TENTACIÓN ¡Qué fácil era el poder de Cristo: convertir las piedras en pan!. El que tenía hambre, era fácil llenar el estómago, haciendo que esas piedras se convirtieran en pan. Pero sabe Jesús que su papel, su mesianismo, no es abusar del poder de hacer milagros para satisfacer una necesidad suya. Fijémonos bien en esto, que las tres tentaciones del desierto son como las tentaciones del poder contra la voluntad de Dios. Y el poder de Cristo se somete cuando dice: "Está escrito que no sólo de pan vive el hombre." Que es preferible morirse de hambre antes que despreciar el alimento que viene de Dios, la palabra del Señor. Esta es la verdadera alimentación del pueblo cristiano: la palabra de Dios. He aquí, pues, ya en el desierto y al principio del ministerio de Cristo, un homenaje a la palabra de Dios, un aplauso del mismo Cristo para ustedes y para mí que en este momento estamos reflexionando la palabra de Dios. De esto vive el hombre, principalmente de esto, no que se descuide del pan sino que no prefiera el pan a la palabra de Dios; que no sea idólatra de su estómago, que no vaya a traicionar por un puesto en la sociedad o en la política, sus convicciones de fe, que no las traicione. ¡Esto nos enseña el Señor!. LA SEGUNDA TENTACIÓN Y el diablo lo lleva a una segunda seducción. Fijémonos que es Adán reparando a la humanidad, no buscando el camino fácil, espectacular, sino el camino de la humildad, de la reparación. Lo coloca en el pináculo del templo. Desde allá se mira hormiguear el atrio del templo magnífico de Jerusalén y le dice el diablo con una tentación de vanidad: "!Mira, tírate de aquí y está escrito que mandará sus ángeles para que tu pie no tropiece y te van a aclamar por Hijo de Dios!. !Mira esa muchedumbre que ya se mira aplaudiéndote cuando hagas ese gesto!." Y Cristo, con la serenidad de quien es más obediente a Dios que al diablo, le dice: "También está escrito en el Deuteronomio: no tentarás al Señor tu Dios". Hermanos, los engañados por los mesianismos fáciles, los devotos de revoluciones que quieren ya establecer un orden nuevo violentando las cosas, los que tienen afanes de aplausos y espectacularidades, traicionan a Dios; miren aquí a Jesucristo en su gran respuesta: "¡No hay que tentar a Dios. Más vale el camino humilde, sencillo, del deber, del amor, de la justicia! ¡El camino de la oración, el camino de la esperanza, el camino del Evangelio, no la espectacularidad!". Y aquí Cristo denuncia y vence otra tentación del poder. El poder que quiere aprovecharse para las grandes espectacularidades: ganar votos, ganar aplausos aunque sea engañando. No es así como se redime a un pueblo, se redime no tentando a Dios, no provocando a Dios que está presente a veces en el pueblo, muchas veces y siempre. LA TERCERA TENTACIÓN Y finalmente, la tercera tentación de este segundo Adán, no en un paraíso sino en el ambiente austero de un desierto, donde debe de pagar los libertinajes, las licencias que los hombres nos damos ofendiendo a Dios. Dice el evangelio, la tercera tentación lo hace ver en un momento como una visión cinematográfica, pasar ante él los reinos del mundo; y el diablo, le dice: " ¡Mira, todo eso es mío, todo eso te lo puedo dar con tal que te hinques y me adores!". ¡Que tremenda tentación en que han caído aquellos que dicen que hacen pacto con el diablo!. La tentación del poder, la tentación de ver brillar los desfiles con cañones y armas, la tentación de ver las grandes muchedumbres no por convicciones sino por conveniencias, por llenar de pan el estómago muchas veces; los aplausos baratos. Cristo los desprecia y le dice al demonio: " ¡Apártate que también está escrito : sólo a Dios tendrás que servir y a El has de adorar!". Esta es la gran respuesta para un cristiano que quiere ser redimido contra las tentaciones fáciles del mundo: adorar al Señor. Sólo tenemos un Señor, nuestro Señor, nuestro Dios, y a él sólo tenemos que servir y adorar; su ley es la pauta de mi vida, su voluntad es el designio de mi existencia. Yo no puedo correr por otros caminos que no sean la voluntad, el servicio del Señor. EL SENTIDO SIMBÓLICO DE LAS TENTACIONES. Este es el segundo protagonista y el principal de la historia de la salvación. Los comentaristas dicen que San Mateo escribió esta página mirando sobre todo el sentido simbólico para su Iglesia de Cristo a lo largo de los siglos. No es propiamente la persona divina de Cristo que va a ser tentada en esa forma tan descarada por el demonio, pero si va a ser la prolongación de Cristo en la historia que es la Iglesia; ella sí va a sufrir estas tentaciones; y obispos, sacerdotes, religiosos, instituciones católicas, vamos a tener que sufrir estas tremendas tentaciones del poder; vamos a querer convertir nuestra misión mesiánica salvadora en la humildad, en la austeridad, en el sacrificio y quererla apoyar en el poder, en el dinero, en el bienestar. ¡Cuántas veces ha caído la pobre Iglesia en estas tentaciones!. De esa queremos salvar a la Iglesia auténtica, que no haga consistir su prestigio en ser aplaudida, en ser apoyada por los triunfos fáciles. Queremos un cristianismo que de veras se apoye como el de Cristo, en la palabra de Dios; que no traicione por más que le ofrezcan ventajas, la verdad de la palabra divina; que sepa apoyar su propia hambre, su propia debilidad, su propio ocultamiento; no lo considere como un fracaso, como estar esperando días mejores. Ya los tenemos esos días, son los que se apoyan en Cristo en la medida en que hacemos nuestra fe consistir en la palabra de Dios, y nuestro poder no en hacer milagros ni en apoyarnos en triunfalismos y espectacularidad, sino en el sencillo cumplimiento del deber, en la fe sencilla a la palabra de Dios. ¡Esa es la redención que Cristo nos ofrece! 3º. EL PUEBLO, NOSOTROS, TODA LA HUMANIDAD, OBJETIVOS DE LA HISTORIA DE LA SALVACIÓN. EL HOMBRE ES UNA SOLIDARIDAD CON CRISTO. Y por eso, hermanos, el último pensamiento, la tercera idea de esta homilía: entre estos dos protagonistas, Adán y Cristo, todos nosotros. San Pablo nos ha dicho en la segunda lectura, la solidaridad, que es todo hombre, cada hombre es una doble solidaridad. Todos los que estamos aquí, capaces de entender lo que estamos reflexionando, inteligentes, libres, capaces de amar, con muchas capacidades humanas para organizar una empresa, para ser profesionales, para ser hombres de la política o del comercio, de la empresa, todos somos hombres y estas capacidades de inteligencia, de organización, de prestigio a lo mundano, nos vienen de Adán. El hombre es descendiente de Adán y sus cualidades humanas son una herencia de aquel soplo de Dios que es la vida del hombre. Por eso, hermanos, en este sentido muchas veces el hombre se siente demasiado orgulloso para estar solamente satisfecho de su solidaridad con Adán, con el soplo natural de Dios. Pero hay una segunda solidaridad que pocos la comprenden: el hombre es una solidaridad con Cristo. Pablo nos ha dicho hoy: la solidaridad con Adán nos hace a todos pecadores, raza caída, raza fracasada, aunque no nos quitó la chispa de inteligencia y la capacidad de nuestros dones naturales, pero somos una naturaleza caída si no es por Cristo que se constituye cabeza de la redención. Y solamente los descendientes de Adán que se hagan también solidarios con Cristo, realizan la humanidad que hoy quiere Dios: el cristianismo. Cristo es el segundo Adán y nadie puede pertenecer a la raza de Dios si no es incorporándose con este segundo Adán. LA CUARESMA ES ANTE TODO UNA TEOLOGÍA Ahora comprendemos el sentido de la Cuaresma de la Iglesia. La Cuaresma de la Iglesia más que una rectificación de costumbres, más que una ascética, es ante todo, una teología. Es la teología del hombre que quiere descubrir qué significa mi bautismo, y la Cuaresma me va a servir para que mi bautismo sea la solidaridad de mi vida con aquel que en el bautismo me participó su muerte y su resurrección. Por eso queremos que el bautismo se confiera con un poco más de conciencia. Ya no es tiempo, hermanos, de hacer del bautismo un acontecimiento social: que lo bautice el Padre tal, el Obispo tal, que sean sus padrinos don fulano de tal. Eso es social y está bueno, pero lo principal es que antes de esa ceremonia asista al humilde párroco que le explicará qué significa ser bautizado. Ese niño no vale por su padrino ni por su descendencia de Adán, vale porque el bautismo lo va a incorporar a ese Cristo que murió y el bautismo es participación con esa muerte; y resucitó, y mi bautismo es participación de vida eterna con esa resurrección. La Cuaresma debe servir para recordar esta gran dignidad del cristiano, del bautizado, que llevo en mi vida desde que era niño gracias a mis padres que me bautizaron niño. No lo comprendí, pero ahora que cada año la Iglesia va celebrando una Cuaresma para que yo tome conciencia de mi bautismo, ya no soy un niño, ya soy un hombre en la alta política, ya soy un empresario. ¿Qué significa para mí ese bautismo? ¡Ah!, que no puedo vivir únicamente con mis cualidades que me solidarizan con Adán sino que debo de vivir con las exigencias de pertenecer a Cristo v si no, no me salvo, por más brillante que aparezca en el mundo. Esta es la Cuaresma, el recuerdo teológico de esa realidad que me incorpora, me solidariza con el Redentor, con Cristo, con el Hijo de Dios que trajo vida de Dios para que todo el que crea en Él sea salvo. No basta, pues, ser descendiente de Adán aunque sintamos muy fuerte el soplo de la vida natural. Es necesario que ese soplo se solidarice, se haga una sola cosa con Cristo por el bautismo. Y si por desgracia nos hemos desprendido de esa solidaridad con Cristo, allí está la segunda realidad de la Cuaresma: la Penitencia. En el grupo de los peregrinos de la Cuaresma estamos no los que nos vamos a preparar para ser bautizados, estamos los que ya bautizados no hemos sido fieles a esta incorporación con Cristo y queremos lavar esta traición con penitencia, con arrepentimiento, con ayunos, con demostraciones de que no es la felicidad, la de Adán y Eva o los caminos que no son los de Dios, sino los de Cristo venciendo las tentaciones del mundo. Celebremos entonces, queridos hermanos, esta Eucaristía del Primer Domingo de Cuaresma con toda nuestra buena voluntad de revivir en nuestra vida, la vida que Cristo nos ha dado y, que en la próxima Pascua, la Semana Santa, muerte y resurrección de Cristo, vamos a revivir con todo nuestro entusiasmo cristiano. Nos ponemos de pie y proclamamos nuestra fe. "Creemos en un solo Dios, Padre Todopoderoso...". |
Monseñor Óscar Arnulfo Romero y Galdámez Ciudad Barrios, El Salvador; 15 de agosto de 1917 – † San Salvador, (Id.), 24 de marzo de 1980) conocido como Monseñor Romero,[1] fue un sacerdote católico salvadoreño y el cuarto arzobispo metropolitano de San Salvador (1977-1980). Se volvió célebre por su predicación en defensa de los derechos humanos y murió asesinado en el ejercicio de su ministerio pastoral. Archivos
Agosto 2021
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