Creo que ya que desde el inicio muchos que lean este texto, en particular los teólogos, me marcarán como hereje. Bueno sepan que no es la primera, ni la última vez que lo harán. De hecho quizás muchos obispos y religiosos se sentirán identificados con el título de mi ensayo. No pretendo marcar una pauta diferente, ni crear un escándalo, pero creo que fue justo preguntarme, después de tener un diálogo con una persona brillante, que pertenece a la comunidad LGBTT, el cuestionarme la visión homosexual de Dios. Recuerdo escuchar debates de bandos feministas plantearse si Dios era mujer o ¿por que tenia que ser hombre.? Así que definitivamente me imaginé por unos instantes a Dios homosexual o mas allá LGBTT, para que le pueda aplicar todo.
Aún en el siglo 21 muchos creen que la sexualidad de Dios es un debate real y mas allá el ver a Dios como un Dios meramente vengador de su palabra. Ya creo que hemos evolucionado lo suficiente para poder entender y ver que Dios va mas allá de eso. Ya no estamos en el medioevo donde tenemos que juzgar. Quizás todos estarán de acuerdo conmigo que nuestro rol no es juzgar, sino amar. Yo como teólogo, aunque si puedo entrar en los méritos de ver la naturaleza creada por Dios como una perfecta y propio que no espera tener puntos flacos que vean una alteración considerable, tengo y debo exigir ver que Dios mas allá de insistir en crear elementos físicos, concentrando su plan de salvación y redención en el elemento espiritual. Todas las religiones tienen en común que no pueden levantar violencia por que sencillamente sus manos no tiene la capacidad ni el derecho de juzgar sobre ese particular, pero no es correcto decir o afirmar que vemos a Dios en los homosexuales. No será momento de ver dentro de la teología, que la materia de estudio en este momento es como Dios permite que dos seres del mismo sexo se amen. Y podrán decir lo que sea pero yo he sido testigo de personas que se entregan en el mismo amor que cualquier pareja heterosexual. Además de ello no vemos como la realidad de nuestro entorno es compulsorio buscar amor en alguna parte. Pues si , es así, Dios se ha manifestado permitiendo que la descripción que da Pablo en su carta a los Corintios pueda ser vista en su expresión máxima en cualquier tipo de persona. Mi rol no es hacer el ejercicio de concluir sobre el tema, mi rol es dar lineamientos para que demos un debate de altura sobre la teología y la homosexualidad. Ya es hora de que nos movamos a una visión nueva sobre como podemos transformar la teología y llevarla a otro nivel desde la perspectiva de la inclusión. Si Dios los ama ¿quienes somos para juzgarlos? ¿tenemos el poder de juzgar si vemos, ahí en algunas parejas, tanto homosexuales como heterosexuales el milagro del amor? Cuanta falta nos hace ver el milagro del amor en nuestras tierras. Y mas aun iniciar una reflexión teológica para descubrir entre todos la esencia de la vida y el amor.
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