Queridos hermanos:
Queremos agradecer a la Televisión Alemana por este servicio que está prestando a nuestra Iglesia. Me valgo de esta oportunidad para enviar un saludo, a través de este medio de comunicación, a los hermanos cristianos de aquel país que han comprendido y saben ayudarnos. Que el ejemplo de esta comunidad reunida en la Catedral y, a través de la radio, reunida en toda la Arquidiócesis lleve un mensaje de vida, de fe y esperanza a los otros pueblos que nos visitan y que encuentran siempre en la voz de la Iglesia, aunque sea un humilde ministro el que la pronuncia, el mensaje de la esperanza de los hombres. INTRODUCCIÓN a) Cuaresma, preparación para celebrar la pascua: Muerte y Resurrección del Señor Porque eso es el mensaje de la Cuaresma, a la que estamos dedicando lo principal de su esfuerzo pastoral durante estos domingos. Ya estamos en el Tercer domingo de Cuaresma y no olvidemos la meta hacia la cual camina esta Cuaresma: es una peregrinación que con Cristo, cargando con su cruz o ayunando en el desierto, va en busca de aquel "consumatum est" -todo se ha cumplido- y, más allá, la gloria de la Resurrección. Todas nuestras angustias como cruces a cuestas, como ayunos de Cuaresma, van a florecer, queridos hermanos. Por eso no perdamos la perspectiva de la Cuaresma. La gloria del resucitado es también nuestra gloria, nuestra herencia, en la medida en que nos unamos a su esfuerzo liberador en el dolor y en el sufrimiento. b) El "misterio pascual": plenitud de los tiempos, clave de redención El Misterio Pascual es la meta, la muerte y la resurrección de Cristo. Quiero decirlo con palabras de moda porque, desde el jueves de esta semana, ha salido la Encíclica del Papa Juan Pablo II. La primera encíclica como su programa, como su ideal. El mismo título, que lo dan las dos primeras palabras latinas, ya indica la fe de este hombre en ese Cristo, en el que todos ponemos nuestra ilusión, nuestra esperanza. La encíclica se llama así: Redemptor Hominis, que quiere decir: El Redentor del hombre. El Papa comienza así: "El redentor del hombre, Jesucristo, es el centro del cosmos y de la historia". En la misma introducción desarrolla el pensamiento de su fe en Cristo. "En el acto redentor, la historia del hombre ha alcanzado su cumbre en el designio de amor de Dios. Dios ha entrado en la historia de la humanidad y en cuanto hombre, se ha convertido en sujeto suyo, -de esa historia- uno de los millones y millones, y al mismo tiempo único". Son palabras de la Encíclica. Como ven, ¡qué concepto más bello considerar a Cristo como un peregrino de la historia con nosotros! Unos entre los millones en los cuales nosotros nos confundimos pero, Único entre todos los millones de hombres porque Él es un hombre en el cual Dios lleva a su cumbre, su proyecto de salvación. c) Implicación de mi vida y de la historia de mi pueblo en esa "historia de salvación" La Cuaresma es nada menos que peregrinar al encuentro de ese hecho que le dio el verdadero sentido de la historia de todos los hombres y de cada hombre. Por eso no podemos vivir la Cuaresma y la Semana Santa sin pensar en una implicación de mi vida personal. Como hombre y como pueblo, El Salvador, en su encrucijada actual, no está perdido. Los salvadoreños, cada uno de los salvadoreños entre los millones que ya somos, sabemos que Dios nos ama, como dice el mismo Papa, "Con un amor irrepetible". Es única tu relación con Dios. Dios respeta tu individualidad. Así como te ama como pueblo y no te confundes tú pueblo salvadoreño, con los otros pueblos. Para cada pueblo, como para cada hombre, Dios tiene designios en esta historia de salvación que nos va recordando en forma de una peregrinación hacia la Pascua, la santa Cuaresma. d) Enlace con los domingos anteriores Por eso, he tratado de llevar en mi predicación de estos domingos de Cuaresma, un enlace ideológico en el nombre de la alianza. - La alianza de Dios con Noé... la creación. Signo: Arco Iris El primer domingo recordamos con las lecturas bíblicas, la alianza de Dios con Noé después del diluvio. El signo de esa alianza es el arco-iris. Es como la alianza de Dios con los hombres en el campo inmenso natural, humano, cósmico. Es allí donde el Papa puede decir como la primera línea de su encíclica. "El redentor del hombre, Jesucristo, es el centro del cosmos y de la historia". El arco iris que Dios puso después del diluvio como un signo de la alianza que hacía con los hombres en el campo natural, toda la naturaleza ha vuelto a renacer del diluvio, y la entrega limpia al hombre. Cristo es el verdadero arco-iris porque en su Pascua de Resurrección, la naturaleza nace nueva y se la entrega al hombre para que, purificada del pecado, la sepa manejar mejor que el año pasado. Por eso nos preparamos en Cuaresma para una renovación de la naturaleza, de la humanidad, de la historia, de nosotros mismos, miembros de ese cosmos y de esa historia. - La alianza de Dios con Abraham... nace el pueblo de Dios. Signo: La circuncisión El segundo domingo recién pasado fue la alianza de Dios con Abraham. Ya es una selección en el conjunto cósmico. Dios escoge un pueblo que nacerá de las entrañas estériles del anciano Abraham y de la estéril Sara. Nace Isaac y es el principio de un pueblo en el cual se cumplirán las promesas de salvación, porque de allí nacerá un Redentor: El Redemptor Hominis. Se le anunció a Abraham, ya seleccionado del conjunto de todo el universo, no como una segregación exclusivista. El pueblo judío que nace de Abraham es nada más un misionero de la historia. Va a traernos la bendición de Dios en un descendiente de Abraham que será Jesucristo, pero el destino de ese pueblo y de ese don que traerá como regalo de Dios, el Redentor de los hombres, no es exclusivo del pueblo judío. "Ya no hay distinción entre judío ni griego", dirá San Pablo. Ahora cuando el pueblo judío cumplió su misión de traernos al Redentor, todos los pueblos del mundo tienen derecho a Él y por eso se puso como una característica del Padre del Pueblo de Dios: la fe. Es la fe la que distinguirá a los hombres de aquí en adelante. No en judíos y no judíos, sino en creyentes e incrédulos. "El que creyere se salvará, el que no creyere se condenará". La alianza con Abraham da el origen a un pueblo predilecto como fuente de bendición para todos los otros pueblos. - La alianza de Dios con Moisés... se promulga la ley de Dios. Signo: el Sábado Muchos siglos después, viene una tercera alianza que es la que ocupa nuestra atención en las lecturas bíblicas de hoy. Se trata de Moisés. El libro que hoy marca el estilo de este tercer domingo de Cuaresma es el Éxodo, el segundo libro de la Biblia. Primero es el Génesis, después el Éxodo. El Éxodo es como la dogmática, como el núcleo doctrinal de todo ese pueblo que va naciendo ya de Abraham y de los patriarcas. Fue llevado por el hambre a Egipto y en Egipto han pasado ya cuatro siglos, y es un pueblo esclavizado. ¡Dios no ha olvidado su promesa! La `promesa que le hizo Dios a Abraham va a cumplirse. El Éxodo capta ese momento precioso en que Dios escoge un caudillo para conducir ese pueblo de la esclavitud, a través de cuarenta años por el desierto, a la Tierra de Promisión. CUARESMA, RETORNO A LA LEY DE DIOS 1. El pueblo de Dios tiene una ley. 2. La ley de Dios es necesaria pero no basta. 3. Cristo es la plenitud de la ley y la fuerza de Dios que salva. 1. EL PUEBLO DE DIOS TIENE UNA LEY El Éxodo -elección, liberación, alianza- dogma cardinal de la religión del Viejo Testamento. Moisés..... a) Antecedentes: Llegada al Sinaí Ya hace tres meses que salieron de Egipto y esa liberación marca un rasgo definitivo en el pueblo de Dios. Liberado por los prodigios de Dios, ha caminado ya tres meses por el desierto y se encuentra, en la lectura de hoy, frente a la montaña del Sinaí. Va a suceder allí algo grande. Dios le recuerda a Moisés que hay una promesa con ese pueblo y que la va a renovar, que se purifique porque dentro de tres días Él vendrá misteriosamente presente a platicar con el conductor del pueblo escogido: Moisés. Moisés manda que el pueblo se purifique y que nadie toque esa montaña porque la va a tocar Dios al tercer día. La Biblia nos describe cómo se siente la presencia de Dios. Allí le dice Dios a Moisés: "Ya visteis lo que hice con los egipcios y cómo a vosotros os he llevado sobre alas de águila y os he traído a Mí. Ahora, si de veras este pueblo escucha mi voz y guarda mi alianza, será mi propiedad personal entre todos los pueblos, porque mía es toda la tierra". Fíjense en este detalle, hermanos, por eso les decía: Pueblo de Dios, no es lo mismo que pueblo en general. Pueblo de Dios es: "entre todos los pueblos que son míos -dice Dios- escojo uno con el cual quiero entablar relaciones muy especiales". Este será el Pueblo de Dios y esto es interesante tenerlo muy en cuenta. Cuando llamamos a nuestra Iglesia, pueblo de Dios aquí en El Salvador, no se debe confundir con un sentido democrático como si todos los salvadoreños formaran el Pueblo de Dios. Sólo lo son los bautizados, "sólo los que no han olvidado mis promesas, sólo aquellos que recuerdan cómo los voy llevando sobre alas de águila, sólo aquellos que tienen fe", es lo que caracteriza al verdadero descendiente del Pueblo de Dios. No todos los salvadoreños pertenecen al Pueblo de Dios, como no pertenecían en tiempo de Moisés, todos los pueblos del mundo a esta alianza que Dios ha hecho con un pueblo. Es a esta porción escogida por Dios, no por capricho sino porque encuentra en los hombres una respuesta de fe, de esperanza que se dirige Dios para decirles, ya en la vigilia de la gran alianza con Moisés: "vosotros seréis mi propiedad personal entre todos los pueblos, seréis para mí un reino de sacerdotes y una nación santa". Esto es lo que Dios quiere al escoger un pueblo. Es una selección de humanidad a la cual pueden ingresar todos aquellos que se arrepientan de sus pecados y se incorporen por la fe a este Dios que ya no distingue entre Judíos y no judíos, sino que única puerta para entrar es la fe en el Redemptor Hominis -Redentor de los hombres-. - Preparación a la alianza. Moisés convoca al pueblo y le notifica todo lo que Dios ha dicho y aquel pueblo da esta hermosa respuesta: "Haremos todo cuanto ha dicho Yahvé". Miren cómo se ha preparado psicológicamente el momento en que Dios va a hablar. Ha recordado los orígenes de ese pueblo, ha dicho las condiciones de pertenencia a Él. Pide santidad, ofrece privilegios de santidad: pueblo sacerdotal, pueblo santo, pueblo de mi pertenencia. "Haremos todo cuanto el Señor diga". - La teofanía. Entonces, el libro del Éxodo nos comienza a describir la maravillosa "teofanía". Comenzó a humear; y relámpagos y luces deslumbrantes; la gloria de Dios va bajando al Monte Sinaí. Y Moisés, que ha recibido el encargo de Dios, sube sólo a platicar con el Señor. Y allí le dicta lo que se ha leído en la primera lectura de hoy: los diez mandamientos, el Decálogo. b) El Decálogo, junto con el código de la alianza es la carta magna de la alianza del Sinaí Desde ese momento, el Decálogo será como la esencia del Pueblo de Dios. El Decálogo junto con el código de la alianza que está escrito en los capítulos siguientes del Éxodo, constituye como el alma de todo el Pentateuco. Los cinco primeros libros de la Biblia que Cristo, los profetas, los judíos llaman simplemente la Ley. Acuérdense cuántas veces dice Cristo: "La ley y los profetas". Estamos frente a la ley, es la Ley de Dios constituida en sabiduría de aquel pueblo. La ley de Dios que se dio en el Sinaí, tiene un preámbulo como lo hemos escuchado hoy: "Yo soy el Señor tu Dios". También, un prólogo histórico: "Yo soy el Señor que te ha sacado del país de Egipto, de la esclavitud". No hay que olvidar estos preámbulos. Si queremos encontrar el verdadero sentido de la ley de Dios, de la cual hoy muchos se ríen, pero quisiera recordarles, hermanos, ya que estamos en este primer pensamiento cómo Dios ha dado una ley para todos los tiempos. Esto ya no es sólo para Israel. Allí ha resumido Dios todo el conjunto de las leyes naturales. Las leyes del Viejo Testamento que todavía tienen prevalencia en el Nuevo Testamento. Cuando Cristo en el Sermón de la Montaña recuerde este episodio del Decálogo, dirá: "No he venido a abolir la Ley sino a perfeccionarla". Él recuerda al joven que busca los caminos de salvación: "Guarda los mandamientos" "¿Cuáles?", le pregunta el joven. Y Cristo comienza a enumerar esta página que hemos leído hoy. Preámbulo teológico: "Yo soy el Señor tu Dios". Hay una diferencia entre los códigos, las leyes contemporáneas, al Decálogo. Los estudiosos de la Biblia han encontrado muchos textos de aquel tiempo, peor notan una diferencia enorme. En los otros códigos, las leyes de aquellos pueblos se presentan en forma casuística: Si alguno hace tal cosa... se le señala un castigo o un premio. Pero la ley de Moisés es muy distinta. No dice: si alguna hace... sino: harás esto, dejarás de hacer esto. No es casuística, es ley de un soberano. Por eso se ha presentado ese Soberano al principio: "Yo soy el Señor, tu Dios". Ningún hombre puede alzar la frente en rebeldía contra este Señor que le ha dado la vida y la existencia. Y aunque el hombre se llame ateo, "yo no creo en Dios", el hecho es que está viviendo porque Dios le está dando el ser. Y al más ateo, al más incrédulo, al hombre que se ríe más de la Iglesia, le puede decir el Señor: "Yo soy tu Dios, tu Señor, yo te he impuesto una ley. Hay que cumplirla". Preámbulo histórico: "Yo soy el Señor que te saqué del país de Egipto de la Esclavitud". Porque el Éxodo marca para Israel, el origen como pueblo. La alianza que Moisés está haciendo aquí con su Dios, es una alianza como pueblo, así como la alianza que Dios hizo con Abraham era como individuo, pero como padre de un pueblo futuro. Ahora, ese pueblo ya existe y la alianza es con ese pueblo; tiene un sentido comunitario. Una comunidad que nació de la liberación. ¡Qué hermoso pensar, ahora cuando se discute tanto sobre la liberación, cuál es el sentido de la liberación! Dios es el gran liberador: Yo te he dado la libertad, pero la libertad no se da para libertinaje. La libertad se da para algo. San Pablo dice: "libres para Cristo". Siempre que hay una liberación hay un objetivo para el cual se es libre. Si Dios libera a Israel de Egipto es para someterlo como pueblo suyo. No, naturalmente, con la dureza del Faraón, sino que: su yugo es suave, su ley es ligera, pero no hay un hombre que pueda vivir sin ley. Y el que no obedece a la ley de la libertad de los hijos de Dios, cae en la esclavitud de sus pasiones. Cree que es libre el que no obedece a la ley de Dios. No hay más esclavo que el rebelde a la ley de Dios, porque es esclavo de algo: esclavo de la carne, esclavo del dinero, esclavo de la pasión política, esclavo de la lujuria, de la soberbia. La libertad que Dios ofrece tendrá un camino que llevar siempre: la ley de Dios. Es bueno recordarlo, queridos hermanos, porque ahora que nos ha puesto la Iglesia como página de reflexión los diez mandamientos de la ley de Dios, yo quisiera que entráramos en la intimidad de cada corazón y miráramos de verdad cómo estamos cumpliendo nuestra alianza con Dios. - La ética es interdependencia con el dogma. Pero miren una relación, no es el capricho de mandar. Hay una ética, pero basada sobre un dogma: es decir, sobre una verdad, sobre una revelación. Dios se ha revelado como águila que lleva al pueblo sobre sus alas. Dios se ha revelado como fuerza liberadora del pueblo. Dios se ha revelado como principio de amor a los hombres. No podemos olvidar estas revelaciones que constituyen nuestro dogma, sino queremos que la ley de Dios se convierta en algo odioso. ¿Por qué mucha gente no cumple la ley de Dios? Porque la ha desligado de esta revelación de amor. ¿Quiénes cumplen mejor y con gusto, con alegría, la ley de Dios? Los que no han olvidado la revelación de un Dios que se ha revelado Padre y que impone sus leyes para nuestro bien. Es así cómo teniendo en cuenta esos principios dogmáticos: el pueblo israelita, y nosotros cristianos que tenemos una gran revelación en Cristo, cumpliremos nuestra ley. Pero yo creo que aquí estamos tocando el fondo de nuestra situación salvadoreña. Aquí estamos tocando el fondo de tantos desórdenes en nuestra vida social. Si preguntamos: ¿El porqué de las huelgas, el porqué de los secuestros, por qué las divisiones, por qué la violencia, por qué tanto crimen, tanto desaparecido, por qué torturas? Todo está en una sola respuesta: los hombres se han olvidado de la ley de Dios. Y un día también señalaré, queridos hermanos, la putrefacción de nuestro sistema. Señalaré el abuso de poder que se convierte en ladrón. Podemos describir situaciones bien vergonzosas de hombres que debían darnos el ejemplo de honradez en el puesto de su gobierno, en sus negocios, en su dinero ¿Y para qué aprovechan esos puestos, esas situaciones? ¡Ya no se puede hacer nada por el bien común, se hace por el egoísmo! ¡Ah! Si se revisaran muchas contabilidades ¡Ah! si se pidiera cuenta de muchas obras públicas. No se ha respetado la ley de Dios por aquellos que debían de ser el modelo: los legisladores, los que mandan. Y en el pueblo, naturalmente, al ejemplo de los de arriba, cunde la duda, la incertidumbre y el afán también de aprovechar. Entonces tenemos una nación corrupta desde arriba hasta abajo porque se han olvidado todos de la ley de Dios, nos hemos olvidado de la ley de Dios. Es necesario recordar ahora uno por uno, esos mandamientos y veremos de verdad cómo todo estaría fácil: un retorno a ley de Dios. Les estoy recordando, ya en el primer punto, que el pueblo de Dios tiene una ley que se le dio en solemnidad de un Sinaí y que llega hasta nosotros y que ahora en esta Cuaresma de 1979, nos pide una revisión de la vida: como comunidad, como país, como gobernantes, como gobernados, como pueblo, como cristianos, sólo así la Cuaresma podrá operar su gran tarea renovadora, si tenemos delante el espejo ante el cual aparecerá tan feo nuestro rostro porque no se ha preocupado de copiar en la vida, la Ley del Señor. - Los diez mandamientos que hoy aparecen en la primera lectura, se dividen en dos, como dice nuestro catecismo. Los tres primeros nos presentan las relaciones del hombre con Dios; y los otros siete, las relaciones del hombre con su prójimo. ¡Qué completo tratado de moral! Está en la primera lectura de hoy. Primer mandamiento. Monoteísmo práctico... ninguna imagen. Otros pueblos: imágenes de sus divinidades. El primer mandamiento, que nuestro catecismo lo anuncia sencillamente: "Amar a Dios sobre todas las cosas", la Biblia lo describe un poco más. "Yo soy el Señor tu Dios que te saqué de Egipto, de la esclavitud; no tendrás otros dioses frente a mí, no te harás ídolos, figura alguna de las que hay arriba en el cielo, abajo en la tierra o en el agua debajo de la tierra. No te postrarás ante ellos ni les darás culto, porque yo, el Señor tu Dios, soy un Dios celoso, castigo el pecado de los padres en los hijos, nietos y bisnietos cuando me aborrecen; pero actúo con piedad por mil generaciones". Algunos protestantes, quieren encontrar una acusación a los católicos, de las imágenes. No es el tiempo para dedicarnos a esto, pero de paso les digo que: Dios no nos está prohibiendo el uso de imágenes de santos sino que está prohibiendo el uso de imágenes de Dios. Las imágenes de los santos son retratos de personas que sabemos nosotros que están ya en la otra vida y para tenerlos presentes, como tengo presente a mi mamá, en el retrato que tengo junto a mi cabecera sabiendo que no es ella la que está allí sino su efigie, su retrato. En cambio, la imagen que aquí se prohibe, es la imagen idolátrica, la imagen cúltica. Revisando, esto, las investigaciones modernas han encontrado las distinciones enormes que existen entre el pueblo de Israel y los pueblos vecinos que no tenían esta prohibición. Se han encontrado en las excavaciones de aquellos pueblos: en el judío, ni una sola imagen de su divinidad. En cambio, en los otros pueblos, sí se encuentran divinidades presentadas en formas de serpientes, en forma de animales, etc. Para evitar este peligro de idolatría, Dios manda que no se hagan imágenes de lo divino, que no se trate de representar a Dios con imágenes visibles, porque el día en que un judío estuviera de rodillas ante un ídolo, había traicionado todo el Decálogo: "Yo soy un Dios celoso -dice el Señor-, no quiero que adores a nadie fuera de a Mí". Este es el sentido del primer mandamiento el cual, como ven, tiene un gran sentido en nuestro tiempo. ¿Cuáles son los ídolos de nuestro tiempo? Lo hemos dicho muchas veces y por eso hay mucha gente que está pecando contra el primer mandamiento porque se ha erigido como ídolos: el dinero, el poder, la soberbia, la egolatría. Este primer mandamiento es la oportunidad de la Cuaresma para destronar todo ídolo que no sea el verdadero Dios. Sería el momento de revisar si en tu vida, en tus criterios, aprecias más que a Dios. Segundo mandamiento. Mal uso del nombre Santo: perjurio... apoyo de maldiciones... fórmulas mágicas. El segundo mandamiento, que nuestro catecismo dice "No jurar el nombre de Dios en vano", la Biblia lo presenta más largo: "No pronunciarás el nombre del Señor, tu Dios, en falso. Porque no dejará el Señor impune a quien pronuncie su nombre en falso". Se refiere a tomar el nombre de Dios como juramento de algo falso. Tomar el nombre de Dios como fundamento para una maldición. Llegó a tanto el respeto de este segundo mandamiento que los israelitas no pronunciaban el nombre de Yahvé sino que decían: Adonai que quiere decir "El Señor". La revelación del nombre santo es Yahvé, no es como dicen los testigos de Jehová: Jehová, Jehová una corrupción de la palabra, eso no existe. Yahvé es el nombre. ¡Yahvé! Pero era tan santo y respetaban este segundo mandamiento de no tomar sin respeto el nombre de Yahvé, que mejor no lo pronunciaban y lo cambiaban por otros: Adonai: "El Señor". Tercer mandamiento. El sábado tiempo consagrado a Dios. El tercer mandamiento que marca relaciones del hombre con Dios y es el signo de la alianza de Dios con Moisés, el Sábado. El Sábado, el descanso sabático, es como el arco-iris, señal de una alianza; el domingo señal también de la alianza como pueblo. Por eso, venir a Misa el domingo es como si estuviera aquí el pueblo de Dios renovando con Dios la alianza como pueblo. ¡Es bello mirar el domingo, a todos ustedes!. Yo les agradezco que la presencia de ustedes en la Catedral, hermanos, le dé tanta vida al día de precepto. Podrán pregunta: ¿por qué no el sábado, como dice la Biblia? Sábado es una palabra cuya raíz significa descanso. No es propiamente un día de la semana, sino un día de descanso. Para los israelitas fue el sábado, pero cuando Cristo resucitó en domingo ya los primeros cristianos cambiaron ese día de descanso al día de conmemorar la Resurrección que es la base de nuestra esperanza. Por eso dijo el Concilio: "los católicos vienen a misa el domingo, se congregan para renovar su alianza con Dios, para darle gracias por la esperanza de la redención que llevan en su corazón" ¡A eso venimos el domingo, a renovar la alianza! Santificar el día del Señor; venir el domingo es parte de nuestros compromisos de alianza con el Señor. Y vemos en esta Asamblea reunida, lo que hoy he mencionado: la asamblea convocada por Moisés, cuando Dios le iba a hablar. Yo les miro a ustedes, queridos hermanos, y sé que mi humilde ministerio no es más que el de Moisés: transmitirles la palabra: "Esto dice el Señor". Y qué gusto me da cuando en la intimidad de sus corazones, como lo dicen, a veces de palabra o por cartas que me llegan, lo que el pueblo le contestó a Moisés: "haremos todo lo que Yahvé ha ordenado". Es bonito encontrar gente, el otro día un padre me dijo que un señor andaba buscando confesarse -tenía cuarenta años de no confesarse- porque quería convertirse como había oído aquí en la Catedral. Cuando dicen que yo predico política, yo remito a estos testimonios de conversión hacia Dios. Esto es lo que busco: conversión hacia Dios! Y si desde aquí señalo la política, muchas veces es por lo corrupto de esa política, para que se conviertan también a Dios los hombres que Dios ama aún cuando estén enlodados en el pecado. Por eso vienen luego los siete preceptos de las relaciones de los hombres entre sí. Cuarto mandamiento. Obligación con los padres. "Primer mandamiento con una promesa". El cuarto es la relación del hombre con sus padres. Y San Pablo en la carta a los efesios lo llama: "el primer mandamiento con promesa". Es bien interesante saber que el único mandamiento que tiene una promesa de bendición, es aquel en que Dios dice: "Honrarás a tu padre y a tu madre. Así se prolongarán tus días en la tierra que el Señor tu Dios te va a dar". Yo creo que basta apelar a la experiencia de los buenos hijos y de los malos hijos. ¡Qué alegría lleva el hijo bueno!. ¡Qué espina lleva el mal hijo! Qué ternura la de la viejita que dice: mi hijo nunca se olvida de mí. Qué amargura la del hombre que dice: mis hijos, ni se acuerdan de su tata. Si se cumpliera esta ley ¡Cuánta felicidad a muchos hogares, a muchos corazones!. Quinto mandamiento. Homicidio. Sacralidad de la vida humana. El quinto mandamiento, breve pero tremendo: "No matarás". Aquí se proclama la sacralidad de la vida. Acuérdense que todo está bajo el epígrafe: "Yo soy el Señor tu Dios, yo que he dado vida, salud a tu hermano, tú se la vas a quitar" ¡Cuánta sangre está borrando entre nosotros la felicidad y la santidad de este mandato! Se manda a matar, se paga por matar, se gana por matar. Se mata para quitar de enfrente el enemigo político que estorba, se mata por odio. Cuántos crímenes privados habrán en esos cadáveres que aparecen; muchas veces el origen de la captura fue oficial, pero pienso yo el motivo del asesinato: ¿Cuál habrá sido? ¿Quién habrá pagado?, ¿Qué intereses hay detrás de esa muerte? ¡No matarás! ¡Es terrible!. Ojalá me estuvieran escuchando hombres que tiene sus manos manchadas de homicidio. ¡Son muchos por desgracia! Porque también es homicida el que tortura. El que comienza a torturar no sabe a dónde va a terminar. Hemos visto víctimas de torturas, llevados con mil subterfugios mentirosos, a morir en un hospital. Son asesinos también, son homicidas, no respetan lo sagrado de la vida. Nadie puede poner la mano sobre otro hombre porque el hombre es imagen de Dios. ¡No matarás! Yo quisiera llevar también esta palabra breve a ese mar inmenso de ignominia que mata hasta en las entrañas de la madre. El aborto, crimen abominable, también es matar. Y pensar que la que tortura, la que asesina es su propia madre... ¡No matarás!. Cuando Cristo perfeccionaba este mandamiento decía: "ya cuando comienzas a odiar, has comenzado también a matar". Por eso vino a perfeccionar Él, con los consejos evangélicos, los mandamientos: para ponerlos lo más lejos posible de la posibilidad del hombre, para que fueran siempre felices no cometiendo las desobediencias contra la ley del Señor. Podíamos seguir aquí, porque este quinto mandamiento entre nosotros, está muy descuidado, pero ¡trágicamente descuidado!. Ojalá que ante la luz de mis palabras que repiten la palabra de Dios, miráramos con más respeto la vida del hombre. Sobre todo, si ese hombre está bajo el poder de quien lo está haciendo sufrir. ¡Respétalo por favor!. ¡No lo mates!, ¡No lo estés matando!. ¿Dónde están los desaparecidos?. ¿En que cárcel mueren languideciendo o ya murieron, ya los mataron?. Digan siquiera para que las madres sepan siquiera dónde llevarles una corona a sus hijos que lloran en la incertidumbre... ¡No matarás!, aunque manejes tanquetas y fusiles de altos calibres. ¿Por qué murieron los espectadores de la huelga hace apenas unos pocos días? ¿Qué no hay otra manera de apartar una muchedumbre más que tirando balas? Nueve hogares, por lo menos lloran la muerte inesperada tal vez imprudente, pero imprudente de ambas partes. ¡No matarás!. Ojalá se grabara con cincel en la conciencia y en el corazón del que trata con otro hombre sobre todo de autoridad a súbdito: ¡No matarás!, la ley de Dios lo manda. Sexto mandamiento. Santidad del matrimonio. Recto uso. El sexto mandamiento, ¡también hay tanto que decir! ¡No cometerás adulterio!. Cuando miramos a la luz de la ley de Dios el ambiente de nuestro País, nos asombramos cómo Dios todavía nos tenga paciencia y no nos trate peor de lo que nos está tratando por culpa de nosotros mismos. Es la santidad del matrimonio, es que sólo en el matrimonio puede haber la relación sexual de un hombre con una mujer y para salvar la santidad de ese acto que colabora con el Creador de Dios en la fecundidad de la vida, Dios prohibe, terminantemente toda relación fuera del matrimonio, entre hombre y mujer. Y he aquí otro buen negocio en El Salvador: los moteles, los burdeles, las casas de cita. ¡Cuánta podredumbre, cuánta miseria, cuánta explotación de la dignidad de la mujer, de la salud, de la vida del país!. Y son buenos negocios. Y si uno creyera, se asustara cuando dicen: es de Don... Queridos hermanos, puede llover fuego sobre esta Sodoma. Son casa de pecado y que están ocupadas día y noche. Hay tiempo para ofender a Dios. No hay austeridad en la vida. La ley de Dios está sobrando. ¡No adulterarás! ¡No fornicarás!. Séptimo mandamiento. Santidad de la propiedad privada. Incluye libertad. Séptimo en el precepto, en el Decálogo: ¡No robarás!. Qué examen de conciencia podríamos hacer aquí, hermanos cuando el robar como que se va haciendo ambiente. Y al que no roba se le llama tonto, y al que hace un negocio o emprende una obra y no saca su mordida -a veces millones-, no ha sabido aprovechar. ¡No robarás!. Otra cosa sería el país si no se robara tanto... Quiero hacer justicia a muchas personas que tiene dinero y que son muy honradas y se quejan de que se les echa a ellos la culpa en todo. Nos hacen mirar hacia otra parte para decir: no son las catorce familias las culpables solamente, van multiplicándose ya esos apellidos. Van saliendo ex-funcionarios bien provistos para su porvenir. Se van multiplicando propiedades, casas, negocios. ¿Será todo bien habido? ¡Bendito sea Dios!. Pero, si en el fondo está quejándose el séptimo mandamiento, no puede bendecir el Señor. ¡No robarás!, es la verdad y lo que tienes lo has robado, lo has robado al pueblo que perece en la miseria, lo has robado..... Cuántas más cosas podrían decirse de este precepto para el cual parece que ya no hay importancia. Pero, hermanos, robar, siempre será pecado. Y será ley de Dios no robar. Octavo mandamiento. Sigue el octavo precepto: "No darás testimonio falso contra tu prójimo". ¡La ley de la sinceridad! Yo quiero darle gracias a Dios porque la Iglesia tiene el lenguaje de la sinceridad. Quiero darle gracias a Dios porque en medio de un mundo de mentiras, donde nadie cree en nada ya, se le cree todavía a la Iglesia. Gracias a Dios que se conserva el sentido de la credibilidad. La capacidad de dialogar porque saben que la Iglesia no engaña. Es dura, porque no sabe mentir. Pero en este mandamiento de la mentira ¡Cuántas cosas también habría que recortar! ¿Quién cree las noticias de nuestros periódicos, sobre todo cuando las comentan en favor de ciertos intereses? Por suerte que el pueblo -y yo lo felicito- está aprendiendo a leer y está aprendiendo a oír radio y está aprendiendo a ver televisión. No todo lo que sale allí es verdad. Hay mucha mentira. Hay mucho pecado contra el octavo mandamiento. Un escritor moderno dice: "Si amaneciéramos un día con el propósito de cumplir la ley de Dios, al llegar a tu casa y buscar el periódico, encontrarías muchos lugares en blanco". ¡Ah!, es que ahora está prohibido mentir. Cierto que habría más confianza en las relaciones de los hombres, pero ¿A qué hemos llegado en nuestro ambiente?: Queridos hermanos, a una desconfianza tan grande que siempre que vamos a platicar con alguien miramos a todas partes a ver quién está oyendo. Porque el ser oreja, también es pecado contra el octavo mandamiento..... Porque muchas veces la información que se lleva va inspirada por un odio, por una venganza. Así he visto sufrir a muchos hombres porque los mal informaron, dieron falso testimonio de ellos. Lo que está pasando con las comunidades de nuestra Iglesia, es que son víctimas de este pecado: El falso testimonio. Me acuerdo cuando me enseñaron algunos que dicen argumentos para la expulsión de algún sacerdote. Pude darme cuenta de la mentira y del descaro con que se llevan informaciones donde se toman decisiones injustas, inspiradas en el pecado contra el octavo mandamiento. ¡Un poco de conciencia, queridos hermanos!, un poco de conciencia para decir siempre la verdad. Mejor callar, aunque a veces el callar es cobardía cuando tienes que hablar desmintiendo al que está pecando con falso testimonio. Noveno y Décimo mandamientos. Los deseos ilícitos que pueden desembocar en acciones contra el sexto y séptimo mandamientos. Vienen los dos últimos preceptos: "No codiciarás los bienes de tu prójimo", "ni desear la mujer del prójimo", como preceptos previsores para no caer luego en la violación de la santidad de la propiedad o del matrimonio. Como ven, los mandamientos escritos en el Monte Sinaí, como nos continúa diciendo la Biblia, son lo más grandioso de las relaciones con Dios y de nuestras mutuas relaciones. Ojalá que esta Cuaresma sea para volver a una revisión de vida y ver cómo cumplimos. c) Mediación de Moisés Después de esto, terminemos la ceremonia del Sinaí, Moisés mandó a matar animales para sellar la alianza que se había rubricado con Dios y la mitad de la sangre la aspergió sobre el pueblo, como para marcar con sangre de víctima, la promesa que había hecho. Haremos todo lo que dice Yahvé. Los diez mandamientos de la ley de Dios son la respuesta de los hombres a la alianza que Dios quiere hacer con los hombres. Cumplir esos mandamientos es ratificar cada día el convenio firmado con Dios: "Yo seré vuestro Dios y vosotros seréis mi pueblo". No nos gloriaremos ser pueblo de Dios mientras conculcamos tanto los mandamientos contra la ley del Señor. 2. LA LEY ES NECESARIA, PERO NO BASTA Letra sin espíritu: el templo, las fiestas, la institución sacrificial Aquí voy a fijarme ya en el Evangelio de hoy, ¿Qué es el evangelio de hoy? Cristo formando con cordeles un azote para sacar del templo a los que habían hecho de la ley de Moisés un negocio, a los que habían hecho del templo, signo de la unión con Dios, un mercado, una cueva de ladrones. Para fustigar y purificar el signo santo que era el templo y era el sacrificio y era el culto pero con tantas leyes se habían convertido en legalismos y estaban muy lejos del espíritu. El Evangelio de San Juan es muy pintoresco en recoger todos esos signos de los judíos. En el Evangelio de hoy aparece por ejemplo el signo de las fiestas, el signo del templo, el signo de la institución sacrificial. Todo eso no era más que signo, era letra de la ley. Pero el legalismo no es el espíritu. Lo que Dios quiere ante todo es el espíritu. No basta la letra, es necesario el espíritu. (Encíclica Redemptor Hominis) Ya que les anuncié la carta Encíclica de su Santidad Juan Pablo II, no quiero privarles de leer un pensamiento cuando Él habla de la redención y de los hombres de hoy. Dice que no basta la letra, sino que es necesario el espíritu: "Ya desde la primera mitad de este siglo, en el periodo en que se estaban desarrollando varios totalitarismos de Estado, los cuales -como es sabido- llevaron a la horrible catástrofe bélica, la Iglesia había delineado claramente su postura frente a estos regímenes que en apariencia actuaban por un bien superior, como es el bien del Estado, mientras la historia demostraría, en cambio, que se trataba solamente del bien de un partido, identificado con el Estado". Se trata de los regímenes antes de la Guerra Mundial, sobre todo Alemania, Italia, de donde nacieron luego las formulaciones de la "seguridad del Estado", que son ahora las inspiraciones de nuestros regímenes en América Latina. Dice el Papa que, precisamente, por haber visto esa triste historia de las violaciones de los derechos en esos países que se gloriaban de servir al bien común, por eso surgió la Institución de las Naciones Unidas y se hizo la Declaración de los Derechos Humanos. A esto se refiere el Papa cuando dice: "al compartir la alegría de esta conquista con todos los hombres de buena voluntad, con todos los hombres que aman de veras la justicio y la paz, la Iglesia, consciente de que la sola "letra" puede matar, mientras solamente "el espíritu da vida", debe preguntarse continuamente junto con esos hombres de buena voluntad si la declaración de los derechos del hombre y la aceptación de su "letra" significan también por todas partes la realización de su "espíritu". Surgen, en efecto, temores fundados de que muchas veces estamos aún lejos de esta realización y que tal vez el espíritu de la vida social y pública se halla en una dolorosa oposición con la declarada "letra" de los derechos del hombre. Este estado de cosas, gravoso para las respectivas sociedades, haría particularmente responsable, frente a estas sociedades y a la historia del hombre, a aquellos que contribuyen a determinarlos". Entonces nos gloriamos de que los derechos humanos coinciden con la ley de Dios, pero así como el Papa dice: De la declaración de los derechos humanos aceptada por muchos países, como si un nuevo Sinaí hubiera inspirado un nuevo respeto a Dios y al hombre, cabe preguntar: si tanto la ley de Dios como la Declaración de los derechos humanos, solamente está sirviendo para apañar con la "letra", pero su "espíritu" está muy lejos de lo que se esperaba de todo esto. Y aquí es donde cabe una revisión de nuestra semana. Pero antes de mirar desde la Iglesia, yo miro hacia adentro de nuestra Iglesia para hacerla cada día más fiel, más coherente, más inspirada en la verdadera palabra del Señor. HECHOS ECLESIALES La primera noticia, de la cual ya he dicho bastante, es la Encíclica de su santidad: Redemptor Hominis, que comienza a darle la vuelta al mundo. Los tres grandes conceptos que el Papa lleva muy grabados en su corazón: Cristo, la Iglesia, el Hombre; y, sobre todo, los hombres iluminados y servidos por Cristo y por la Iglesia, son como el alma de esta Encíclica que respalda plenamente un servicio de la Iglesia a la palabra de Dios, y a los derechos de Dios y de los hombres. Preparamos una edición que muy pronto se comenzará a difundir. En mi entrevista del próximo miércoles voy a darles más informes sobre este preciosísimo documento. Hoy iniciamos la jornada del Sacrificio Voluntario. El centro Ana Guerra de Jesús que se ha encargado durante años anteriores, se va a encargar también, hoy, de recoger en los templos la ayuda fraternal que ustedes quieran dar para socorrer el hambre en el mundo y ayudar a otras obras de promoción de la Iglesia. Mañana, recuerden todos, es el día de San José. Varias parroquias y congregaciones lo celebran como patrono. Quiero recordar con cariño el Seminario San José de la Montaña que está puesto bajo su protección. Queremos, por eso resucitar la obra de las vocaciones bajo el patrocinio de San José. Entre las parroquias que celebran y tendré el gusto de participar están San José Villanueva, y San José Cortés a donde estaré esta tarde. A San José Villanueva esta misma mañana. También, hablando del Seminario, quiero recordarles aquí con cariño tres reuniones con tres grupos de jóvenes seminaristas de Chalatenango, donde tenemos un seminario menor, en San José de la Montaña con los menores y los mayores. Como obra vocacional, una invitación para que el Sábado próximo 24 de marzo, a las cuatro de la tarde, asistan a la ordenación sacerdotal del Diácono Ezequiel Gámez que tendrá lugar en la Iglesia Parroquial de Santa Lucía en Suchitoto. Quiero avisarles con tiempo que para el Viernes de Dolores, 6 de abril, queremos que en toda la Diócesis se intensifique la oración y la penitencia. Que hagamos mucha oración como dice el Papa en su Encíclica, porque es la puerta que vivifica nuestra Iglesia. Un alerta a las falsas celebraciones que muchas veces gente no autorizada por el párroco, organizan semanas santas, procesiones, vía-crucis. Sepan siempre que el Párroco es el responsable y hay que estar en comunión con él para todas estas acciones. Quiero anunciarles a las diversas comunidades que están escuchando por radio, por si quieren aprovechar los servicios que desde la Catedral va a prestar nuestra Radio, el Domingo de Ramos a las ocho de la mañana comenzará la bendición de palmas en la Iglesia de El Calvario y de allá vendremos a terminar con la misa de campaña frente a Catedral. El Jueves Santo, ya que la procesión del Silencio es una institución en muchos pueblos, les invitamos a unificarla; desde las 10 hasta las 12 de la noche habrá un servicio radiofónico para unificar el mensaje de esa concentración que ojalá sea muy ordenada y muy piadosa, la procesión del silencio el Jueves Santo en la noche. El Viernes Santo, desde las 11 A.M., el vía-crucis de la catedral que se puede también servir para las otras parroquias que hacen a esa hora sus vía-crucis. Y el Santo Entierro si lo quieren unificar también con el de la Catedral que saldrá de El Calvario, a las 6 1/2 de la tarde hasta las 9 de la noche. Lo mismo la Vigilia del Sábado Santo que es la meta de nuestra Cuaresma, será celebrada en Catedral y transmitida por radio el Sábado Santo a las 7 de la noche. Yo pido excusas a las comunidades de san Pedro Perulapán, El Paraíso, Monte San Juan, porque circunstancias especiales no me permitieron acudir a la invitación que me habían hecho. Espero visitarlos en próxima oportunidad. Quiero denunciar el robo sacrílego en la Villa de San Cristóbal, en Cuscatlán. Quiero unirme a la alegría de los PP. Josefinos en el Colegio Cristóbal Colón, donde celebraron una bella semana Josefina, cuya inauguración tuve el gusto de hacérselas el lunes por la mañana en una amistosa Misa de Juventud. Quiero agradecer a la Escuela "Luis de Marillac" de Santa Tecla, el obsequio de víveres, ropa y otros objetos para los necesitados, principalmente para la cárcel de mujeres. Me dio mucho gusto que una escuela de pobres, ayuda a los pobres. HECHOS DE LA REALIDAD NACIONAL Desde la Iglesia que vive estas y otras circunstancias, enfocamos ahora dos acontecimientos principales de los conflictos obrero-patronales y la libertad que se ha concedido a los reos acusados de violar la ley de Garantía y Orden Público. En cuanto al conflicto de la Constancia y Tropical ya es conocido por ustedes el trabajo de nuestra Arquidiócesis. Sin embargo quiero lamentar el poco respeto que las autoridades militares tuvieron para dos sacerdotes pedidos por los obreros como garantía para salir de la huelga. No se les dejó entrar, se les tuvo cerrados en el bus de la Cruz Roja, ni siquiera se les permitió abrir las ventanitas. Esto mismo sucedió cuando la ocupación de la OEA y la ocupación de la Embajada de México. Quiero decir claramente: que los sacerdotes no han ido de metidos han ido porque los pedían aquellas personas que tienen confianza en la Iglesia. Y era deber permitir, así como se permitió a la Cruz Roja y a la Comisión de Derechos Humanos, que ellos también formaban parte de la Comisión, se les tratara con un poco de respeto. Quiero aclarar que los periódicos publicaron parte de alguna declaración que yo hice, pero que mutilaron un poco mi mensaje sobre el conflicto de la Constancia y Tropical. No mencionaron que yo había dicho que la raíz del malestar continúa mientras no haya justicia social en las relaciones en El Salvador. También omitieron la felicitación que yo dirigí a los obreros de La Constancia por su serenidad, firmeza y valentía, capacidad de diálogo y que también felicité por esta apertura y capacidad a la parte patronal. A ambas partes les agradecí la confianza que manifestaron en la Arquidiócesis y últimamente he recibido el agradecimiento de la parte patronal. Aunque ya este conflicto, gracias a Dios, ha terminado, la Iglesia estará alerta para ver lo que va a seguir, porque la triste experiencia de otra situación que se resolvió fue que, poco a poco, con medidas represivas se fue destruyendo el sindicato, y acabó también hasta con uno o varios asesinatos de dirigentes obreros. Quiera el Señor apartar de la mente, el demonio de la venganza y que todos nos alegremos de la paz que ha vuelto en ese conflicto. Queremos lamentar algunos incidentes, además del que ya dijimos de los sacerdotes, las muertes y los heridos que han quedado. Y un llamamiento de atención para que ojalá no vuelvan a suceder esas cosas. También el pueblo organizado para presionar el retiro del cerco policial en La Constancia y Tropical, se tomó la Catedral y estuvo incendiando buses. Acerca de esto quiero hacer mías estas palabras de un comunicado cuando dice: "Que el movimiento popular encabezado por el FAPU y el BPR y otros, etc., comprendan que si cuentan con simpatías y militantes en el seno del pueblo y en el sector trabajador su radicalismo también detiene su desarrollo y lo único que hace es encender pasiones que causan más daño que unidad en las causas en que todo el pueblo necesita juntarse; pues sus aportes en la lucha también han servido". En otras palabras, el lenguaje de la Iglesia NO a la violencia, NO identificación con ningún grupo concreto. Lamenta que tenga que recurrirse a estos medios para contrarrestar la violencia contra la cual luchan estos organismos. Sería bueno que en momentos difíciles se reflexionara para no hacer más mal que bien. Desde luego quiero decir que yo no estoy de acuerdo con la ocupación de la Catedral, pero que lamento que se recurra a estos medios por no encontrar cauce donde esas voces tienen que oírse. Otros conflictos que se están negociando todavía: PRONAC, STECEL, motoristas de la ruta 5 y 28 y otras fábricas. Hacemos siempre una apelación a la capacidad de diálogo que nuestros salvadoreños tienen, cuando quieren. El Sindicato del Seguro Social denunció que el Consejo Directivo violó el contrato colectivo. El sindicato de la industria del Café denunció el despido de 2836 trabajadores en los beneficios de la Compañía Salvadoreña de Café. Siempre en relación con esta situación laboral, identifican el cadáver del líder sindical Oscar Armando Interiano García, quien había sido capturado el 13 de febrero y se le daba por "desaparecido". El 27 de febrero se encontró su cadáver como ya todos saben. Respecto a estos incidentes, huelgas y demás conflictos declarados ilegales, que provocan agitación, desaliento -dice la Cámara de Comercio-, provocan también desaliento en la inversión, en la desocupación, disminución de ingresos al tesoro del Estado. También, el Señor Presidente ve en la huelga sólo un pretexto de los subversivos por crear agitación, pide a obreros que propongan sus demandas a través de los cauces legales. Yo quisiera recoger estos criterios para decir la voz de la Iglesia: que estaría bien todo eso cuando de verdad hubiera esos cauces legales. Por eso, la declaración del Señor Ministro del Trabajo que anunció la reforma de códigos de trabajo y confesó la carencia de cauces legales, está señalando una contradicción en el gobierno. Que, por tanto, hay que buscar esos cauces legales para que las situaciones violentas tengan escapes legítimos. Por su parte la Iglesia, en mi Tercera Carta Pastoral, he señalado los servicios que está dispuesta siempre a prestar. No son precisamente para fomentar agitaciones, pero sí reclaman para que las válvulas de escape existan y todas estas cosas se organicen, se resuelvan como desean quienes se ven precisamente en el conflicto. Ahora hermanos, nos alegramos con la libertad que se anuncia a 75 procesados por la Ley de Orden Público, es una parte de lo que hemos pedido. Entonces faltaría todavía no dejar en el olvido y desamparadas a las familias de los otros por los cuales la Iglesia y muchas instituciones han estado abogando. También, no basta la abolición de una ley, si no hay espíritu de cumplir un mayor acercamiento al bien del pueblo. ¿Por qué se encontraron los cadáveres de los hermanos Martínez de Chalatenango? Yo he visto llorar personalmente a la mamá y a la esposa de estos cristianos hermanos nuestros. Lo mismo el cadáver del catequista Juan Antonio Fuentes que fue identificado en Sensuntepeque, había sido capturado el 22 de febrero en su casa de habitación y varias personas vieron el hecho. Continuación de cateos, de desaparecidos, indican que la abolición de la Ley de Orden Público no es suficiente. Como ya dijimos antes, no se pone el espíritu a buscar una verdadera tranquilización y una verdadera justicia en nuestro pueblo. Nos preocupan las noticias que en esta semana se dieron acerca de los secuestrados y esperamos que todavía se aproveche el tiempo y la capacidad de negociación para poner a salvo esas vidas. Nos alegramos de que el niño migueleño Carlos Mario Villatoro, haya sido encontrado. Y como notas de heroísmo y felicitación, a propósito del secuestro de este niño, quiero decir en público mi admiración por un hermano Marista, un religioso que se ofreció como rehén a cambio de que se dejara al niño. No fue necesario, pero el gesto del religioso quedó en pie, lo mismo que quedaron en pie aquí en la Arquidiócesis sacerdotes y religiosas. Yo quiero felicitar y agradecer a aquellos sacerdotes y religiosas que cuando en un momento se dijo que se necesitaría algunos voluntarios para ir a proteger del cerco militar a los obreros en huelga, se ofrecieron. Tampoco hubo necesidad, pero el gesto de estos sacerdotes y religiosas queda también como un signo de admiración entre nosotros... 3. CRISTO ES LA PLENITUD DE LA LEY Nos vamos a acercar al altar con el tercer pensamiento, ya solamente lo insinúo: la ley es necesaria pero no basta la letra, sino que es necesario el espíritu de la ley, sólo Cristo es la plenitud de la ley. No lo olvidemos cuando vamos caminando en nuestra Cuaresma hacia el Calvario y hacia la Resurrección. - Cristo, el verdadero templo: muerte y resurrección puerta de salvación. San Pablo nos ha dicho que ni el signo que buscan los judíos con la ostentosidad de su templo, con los milagros, ni la sabiduría de los griegos, salvará a la humanidad, sino la fuerza salvadora está en el Cristo crucificado. Este es el signo, cuando Cristo esta mañana nos recuerda su gesto valiente de sacar del templo, a los que estaban profanando ese signo, se presente Él mismo como el templo, como el campo donde Dios se encuentra con el hombre, como el perfecto adorador de Dios y salvador de los hombres. - Ni los signos de los judíos, ni la sabiduría de los griegos, sino el único signo de Dios: escándalo y necedad para los hombres: Cristo crucificado. Ojalá que todas estas reflexiones de la alianza y de nuestra realidad nacional, nos lleven a comprender como San Pablo ha dicho: "Que no tenemos otra esperanza ni en las leyes, ni en los poderes de los hombres, ni en los signos creados que nuestra confianza y nuestra esperanza. Trabajando, sí las cosas de la tierra, los medios humanos, pero el corazón muy puesto en el gran signo de los cristianos: ¡Cristo crucificado! ¡Cristo resucitado!. Así sea...
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Queridos hermanos, estimados radio-oyentes:
Esperamos que, esta mañana, la Compañía de energía eléctrica nos asegure la continuidad de nuestro mensaje. Quiero decir a todos: que de mi parte no existe ninguna sospecha de que el apagón del domingo pasado, haya sido voluntario: no lo quiero pensar así. Y espero que esta confianza sea respondida, también, con un esfuerzo para darnos un mejor servicio que el del domingo pasado; porque el mensaje de esta mañana es sumamente importante: parte de esa figura de Cristo transfigurado. Podíamos decir que este domingo de Cuaresma, es para la Arquidiócesis de San Salvador como un eco de nuestro 6 de agosto. Es un honor celebrar como patrono de la República al Divino Salvador Transfigurado, que en el evangelio de hoy, nos repite en el ambiente de Cuaresma, frente a la Semana Santa, el gran mensaje de la Transfiguración. CIRCUNSTANCIAS: Cristo transfigurado en el centro. Motivo nacional 1. Un muerto nueva víctima de nuestra situación. El marco circunstancial de esta figura de Cristo, aquí en nuestro ambiente, lo hace todavía más necesario. Acaban de sacar de la Catedral a un joven difunto; matado ayer en el conflicto de las huelgas de la Constancia y la Tropical. Un pobre llevado, por su familia pobre, a Cojutepeque para ser enterrado. La Catedral ha tenido ese gusto maternal de recoger el dolor una vez más. Y como madre que entrega a los brazos de otra madre -ese pobre matado, joven-, nos está diciendo: es una nueva víctima de nuestra situación. 2. La peregrinación de Aguilares: Iglesia que honra sus mártires y recoge sus voces de esperanza y renovación. Otro detalle precioso de esta mañana, en el momento en que estamos iniciando aquí nuestra misa en Catedral: parte de Aguilares para el Paisnal una peregrinación de desagravio, de silencio, de oración; para definir que se trata de una plegaria, de una reflexión; con el objeto de honrar la memoria del P. Rutilio Grande que, precisamente, está cumpliendo dos años de haber sido asesinado. Nos unimos desde aquí, queridos católicos peregrinos de Aguilares a El Paisnal, para acompañarles también a ustedes durante estos momentos de oración, y agradecerle al P. Grande y a todos aquellos sacerdotes, religiosas y catequistas que, sin miedo a la muerte, están proclamando un Evangelio que verdaderamente tiene que levantar conflictos, se trata de despertar conciencia. Gracias a ese mensaje que dejó el P. Grande en Aguilares, allá, también, está marcada la Iglesia con ese sello de autenticidad. "Si a mí me persiguieron -dijo Jesús-, también a vosotros os perseguirán". Yo quiero decirle a las comunidades de Aguilares y a todas las comunidades que en este momento están acompañando esta peregrinación de fe, de esperanza y de amor: ¡que no tengan miedo!, que la persecución es una nota característica de la autenticidad de la Iglesia; que una Iglesia que no sufre persecución, sino que está disfrutando los privilegios y el apoyo de las cosas de la tierra, ¡tenga miedo!; no es la verdadera Iglesia de Jesucristo. Esto no quiere decir que sea normal esa vida de martirio y de sufrimiento, de miedo y de persecución, sino que debe de significar: el espíritu del cristiano. No estar con la Iglesia únicamente cuando las cosas andan bien, sino seguir a Jesucristo con el entusiasmo de aquel apóstol que decía: "si es necesario muramos con Él". 3. Regreso de la peregrinación nacional a San Miguel. El documento de Puebla. Una Iglesia que sigue orientando... También hay otra circunstancia que yo la pongo como marco de nuestra Arquidiócesis, junto con otras que diré de este Cristo transfigurado: y es que estas cosas duras de nuestra Arquidiócesis, junto con otras que diré después están pidiendo a gritos una transfiguración, una renovación, un embellecimiento de la Iglesia y de la Patria. En este sentido yo pienso que nuestra peregrinación nacional, ayer a San Miguel, a los pies de la Virgen de la Paz para llevarle el documento de Puebla: todos los Obispos, el representante del Santo Padre, gran número de sacerdotes, religiosas y fieles, está diciendo -con el sólo gesto de poner a los pies de la Estrella de la Evangelización, a María, unas orientaciones pastorales de América Latina-, que queremos comprometernos con lo que el Magisterio de la Iglesia ha señalado para nuestros pueblos. Para mí es de mucha esperanza ver que todos los obispos, sin diferencias de criterios, decimos que Puebla es un documento que, partiendo ahora de los pies de nuestra Patrona, hay que comprometerse con Él. Por eso hay que comenzar por estudiarlo y no ver allí cosas negativas ni acusarlo por prejuicios, si no que, estudiando, veremos cuántos elementos nos ofrece allí para la liberación, para el embellecimiento, para la libertad, la dignidad, de nuestro pueblo salvadoreño. El mal sería que pase con el documento de Puebla lo mismo que pasó con Medellín: que muchos, llevados por los prejuicios, a veces por la ignorancia, no lo pusieron en práctica. Si nuestra Arquidiócesis se ha convertido en una diócesis conflictiva, no les quepa duda, es por su deseo de fidelidad a esta evangelización nueva; que del Concilio Vaticano II para acá y en las reuniones de Obispos latinoamericanos están exigiendo que tiene que ser una evangelización muy comprometida, sin miedo. Por eso le hemos pedido mucho a la Virgen de la Paz que esa ceremonia de ayer en San Miguel, no sea solamente un momento de romanticismo y de superficialidad, sino el compromiso serio de: obispos y sacerdotes, comunidades religiosas, comunidades parroquiales; de encarnar en nuestra vida pastoral esa evangelización exigente que señala peligros y que renuncia privilegios, y que no le tiene miedo al conflicto cuando ese conflicto lo provoca nada más la fidelidad al Señor. Por eso, en este marco de una Patria, de una Iglesia que siente dentro de ella y a su alrededor cuántas cosas hay que transfigurar, ¡qué hermoso aparece la figura de Cristo transfigurado!. CUARESMA, TRANSFIGURACION DEL PUEBLO DE DIOS 1. La alianza que dio origen al pueblo de Dios: Abraham. 2. Cristo transfigurado, modelo y causa de la transfiguración. 3. El pueblo de Dios que debe transfigurarse, hoy y aquí. Para que nuestro evangelio, que hoy meditamos, sea como he querido inculcarlo siempre: una palabra viva que me está hablando a mí, a tí, a la familia, a la comunidad, que en 1979 siente todo lo duro de esa mordida de nuestra realidad; todo el veneno del mal y toda la esperanza del bien. 1. LA ALIANZA QUE DIO ORIGEN AL PUEBLO DE DIOS: ABRAHAM a) Nexo creación-alianza con Noé y alianza con Abraham La primera lectura nos habla de Abraham en una de las pruebas más tremendas de la fe. Pero como quisiera que esta catequesis de nuestra Cuaresma, sea como nos aconseja el Concilio: un repaso de la historia de nuestra salvación, les quisiera invitar a no olvidar la lección del domingo pasado que tiene mucha conexión con la de hoy. El domingo pasado era Noé saliendo del diluvio, frente al arco iris que Dios toma como señal de una alianza de carácter natural, Dios promete que no habrá otro diluvio que destruya la naturaleza. Me gustó mucho cuando el P. José Luis, en su comentario que hace el lunes a la una de la tarde de esta homilía sacaba una conclusión que yo no saqué: que esa alianza del arco-iris, esa alianza de Dios entregándole al hombre una naturaleza purificada del pecado por el castigo del diluvio, es una alianza que le exige al hombre un respeto a la naturaleza; y el Padre José Luis sacaba una conclusión muy urgente: el gran problema ecológico. Ustedes saben que está contaminado el aire, las aguas; todo cuanto tocamos y vivimos; y a pesar de esa naturaleza que la vamos corrompiendo cada vez más, y la necesitamos, no nos damos cuenta que hay un compromiso con Dios: de que esa naturaleza sea cuidada por el hombre. Talar un árbol, botar el agua cuando hay tanta escasez de agua; no tener cuidado con las chimeneas de los buses, envenenando nuestro ambiente con esos humos mefíticos; no tener cuidado donde se queman las basuras; todo eso es parte de la alianza con Dios. La consecuencia es muy útil, sobre todo cuando en El Salvador tenemos la tasa de población más densa. Cuidemos, queridos hermanos salvadoreños, por un sentido de religiosidad también, que no se siga empobreciendo y muriendo nuestra naturaleza. Es compromiso de Dios que pide al hombre la colaboración. Pero eso queda en el ámbito de la creación de Adán a Noé, de Noé a Abraham; son dos etapas pero de un mundo natural, de un Dios que ha creado una naturaleza para entregársela al hombre. b) Vocación de Abraham. Ahora comienza un tercer capítulo, la alianza con Abraham, es de carácter muy especial, de esta alianza va a nacer el pueblo de Dios, por eso titulo a este pensamiento: la alianza que dio origen al pueblo de Dios. c) Tres pruebas de su fe. La prueba de a fe de Abraham que se nos presenta hoy en la Biblia, es la tercera prueba, para ver cómo ese hombre, a quien Dios va a constituir padre de los creyentes, confía en él y su raza será: los hombres que tienen fe. Cuando San Pablo habla de la redención en Cristo, comparándola con la ley de Moisés, dirá que en Cristo vuelve a reaparecer la fe que Dios exigió a Abraham, y que el hombre no se salva por la ley solamente, sino por la fe. Esto que mucho vale cuando le queremos dar a nuestras relaciones humanas una base de legalismo, como si la ley fuera todo. Y hemos repetido mil veces y no nos cansaremos de repetir: "No es el hombre para la ley sino la ley para el hombre". La ley, dice San Pablo, no hace más que señalar el pecado, pero no da la fuerza para evitar el pecado. En cambio la fe y la redención es la gran obra de Cristo que pide, creer en Él, ésta es la que salva. "Sal de tu tierra..." Dios afianzando a ese hombre que va a ser el modelo de la fe de todos los hombres, lo encuentra ya casi centenario, y con una frase gráfica, la Biblia dice: "ya sus energías generadoras marchitas, y su mujer también estéril..." No han tenido hijos y están en la vejez. Y en ese marco de desierto, de muerte, de ramas marchitas, se presenta Dios para decirle: Sal de tu parentela y vete a la tierra que yo te mostraré y te voy a dar, y allí lo poblará un pueblo descendiente tuyo -era como para reírse- sin embargo, Abraham, que tiene fe y dice, para Dios no hay imposible, y sin saber a donde va, coge su camino junto con su mujer estéril, con la esperanza de ir a formar un pueblo. Mira al cielo... Tu descendencia... Por eso, otro día que Abraham, en esas pruebas de la fe, levanta su plegaria al Señor: que le de una muestra de esa promesa que parece imposible, una burla, un ridículo, Dios lo invita a mirar las estrellas. "Tan numerosas como esas estrellas será tu descendencia y todas las naciones de la tierra serán benditas en ese pueblo que va a nacer de tus entrañas". Y entonces se realiza una alianza al estilo que explicábamos el domingo pasado: Animales partidos por la mitad, Abraham que pasa en medio y luego el Espíritu de Dios que pasa también, así se firmaba una alianza. Un animal partido, matado, era como el reclamo: estos que van a hacer alianza tienen que cumplirla y si no, sean malditos y acaben como estos animales. El sacrificio de su hijo. Y Dios, condescendiente con los hombres, hace la alianza de sangre con Abraham. Y cuando el imposible se cumple y la estéril tiene un hijo, y Abraham está feliz porque ya no morirá sin descendencia porque Isaac es una realidad, entonces Dios le dice: "Toma a tu hijo y vete al monte Moria para sacrificármelo". Piénsenlo padres de familia ¿qué sentirían ustedes si Dios les pide eso, sacrifícame a tu hijo en holocausto? Era la expresión más acabada del sacrificio: quemar a la víctima también, que no quede ni seña. Y Abraham, probado en la fe, se somete a esta tremenda prueba -como nos ha dicho la lectura de hoy-, y aquel Isaac caminando con su leña hacia el Monte Moria, es imagen de Cristo con su cruz a cuestas. Yo tuve la dicha de conocer el Calvario, donde murió Nuestro Señor y, en una de las pinturas está este cuadro: Isaac caminado con su leña para el sacrificio, mientras Cristo también camina con su cruz. Sólo que para Cristo, como nos va a decir hoy San Pablo, Dios no le perdonó la vida; en cambio a Isaac, la voz de Dios se hace oir: "ya probé tu fe, no es necesario que mates a tu hijo". Abraham le ofrece un cordero, para que en su nombre sea ofrecido en holocausto, e Isaac es el Patriarca que se va a mencionar luego en las invocaciones de Dios: "el Dios de nuestros padres, el Dios de Abraham y de Isaac, de Jacob..." porque así sentían a Dios los patriarcas. d) Nace un pueblo. Ha nacido un pueblo, lo ha prometido Dios y ese hijo único, probado hasta en el holocausto, será cabalmente, el riachuelo de donde comienza a crecer esa inmensa raza a la que Dios ha hecho otra promesa tremenda: emigrará a tierra extranjera. pasará cuatrocientos años bajo el yugo de los egipcios, pero luego vendrá -esto queda para el otro domingo- la alianza con Moisés. Cuatro siglos después, de que aquel pueblo ha estado buscando qué comer en Egipto, se ha hecho esclavo, y comienza el libro del Exodo: la preciosa emigración hacia la tierra prometida. Hasta entonces -fíjense, más de cuatrocientos años-, se va a cumplir lo que Dios le prometió a Abraham: "Te daré una tierra. Esta tierra será tuya". Abraham creyó, aunque murió sin ver muchas de las cosas que Dios le prometió. Por eso, cuando Cristo refutaba a sus enemigos, decía: "Abraham deseó ver ese día y no lo vio". Abraham creyó en Cristo sin conocerlo. Abraham creyó que de ese pueblo iba a nacer el Redentor de los hombres por eso ese pueblo es maravilloso. Cuando nos habla el Concilio del Pueblo de Dios, nos remonta hasta esta fuente que estamos meditando ahora y dice así en el capítulo II, sobre el pueblo de Dios: "... fue voluntad de Dios el santificar y salvar a los hombres, no aisladamente, sin conexión alguna de unos con otros, sino constituyendo un pueblo, que le confesara en verdad y le sirviera santamente." Para eso hizo Dios un pueblo, para que lo confesara y le sirviera. "Por ello eligió al pueblo de Israel que comienza a nacer de Abraham como pueblo suyo, pactó con él una alianza y le instruyó gradualmente, revelándose a si mismo y los designios de su voluntad a través de la historia de este pueblo, y santificándolo para sí". Yo quisiera que distinguiéramos bien, queridos hermanos, entre pueblo y Pueblo de Dios. Esta distinción hoy, es muy necesaria. No todo pueblo es Pueblo de Dios y el Concilio también hace una diferencia entre el Reino de Dios y el progreso humano. Porque si confundimos estos dos conceptos, podemos caer en aquel peligro que el Papa Juan Pablo II observaba a los Obispos en México: de no confundir: con una democracia un sentido únicamente de pueblo, el pueblo que nace de la predilección de Dios; pero nace del pueblo, porque el Papa también dijo: "la Iglesia nace de la respuesta de los hombres de Dios por la fe". Pero no todos los hombres responden por la fe. Por eso en El Salvador, hay muchos que no son Pueblo de Dios, aunque son pueblo salvadoreño. El Pueblo de Dios, nos acaba de decir el Concilio: es una posesión de Dios, una marca que Dios imprime para que lo adore, para que lo confiese, para que le ore, para que le dé gracia. Ese pueblo de Dios, tiene una larga historia: todo el Viejo Testamento. Allí se distingue muy bien, cómo el pueblo de Israel, cultivado por los patriarcas, por los profetas, por los hechos maravillosos de Dios, era como el pueblo predilecto en medio de todos los otros pueblos y Dios mismo le ha dicho a Abraham: "En ese pueblo tuyo, serán bendecidas todas las naciones". Porque Cristo nacerá de ese pueblo; y los otros pueblos, que no son pueblo de Israel, se formarán luego por la fe, que es lo principal: el pueblo que Dios está construyendo en su principio cuando hace alianza con Abraham. e) Moisés y Elías. Síntesis de la historia del Viejo Testamento. Por eso fijémonos en el Evangelio de hoy en el Monte Tabor, que es el monte que la tradición cree que sucedieron estas cosas allí; aparecen Moisés y Elías como las dos cumbres más altas del Pueblo de Dios. Moisés que escribía la ley de ese pueblo, que será el conductor hacia la liberación de ese pueblo, el profeta que Dios anunció y al que hay que oir -dijo Dios, en el Viejo Testamento, hablando de Moisés-. Qué eco más bonito se oye hoy, también, cuando el Padre dice de Cristo transfigurado: "Oidle", lo mismo que dijo hablando de Moisés en el Viejo Testamento: el Nuevo Moisés transfigurado es el Hijo de mis complacencias, oidle. Moisés, pues, es una cumbre del Viejo Testamento y por eso tenía que estar allí donde está desembocando toda la corriente de las promesas que Dios hizo a Abraham. La anunciaron profetas y reyes, y siglos y siglos: "Vendrá el Salvador de las naciones, el Dios de nuestros padres lo ha prometido". Y de esa esperanza vivió todo el Viejo Testamento. Aparece, también, Elías la cumbre del profetismo. Elías en una situación, quizás, parecida a nuestra patria salvadoreña: Crímenes, distorsiones en la verdad, maquinaciones políticas indignas, manejos de soborno a la justicia, abuso de la riqueza y del dinero. Elías huye al desierto "¡Ya basta Señor!" Como nuestro lema de la procesión de los sacerdotes: "¡Basta ya!". Pero Elías, en un tono casi de pesimismo, se arrimó a una matita que apenas da un poquito de sombra en el desierto para morir. Ya quería morir, cuando Dios lo manda despertar: "Levántate que todavía te resta un gran camino que caminar". Y alimentado con un pan misterioso, caminó 40 días y 40 noches, hasta llegar a donde él quería llegar: el Monte Horeb. El Monte Horeb, donde tuvo una nueva "teofanía", Dios se le manifestó, lo llenó de fortaleza y de consuelo, así como a Moisés también después de cuarenta años de atravesar el desierto. En Moisés y en Elías, tenemos las Cuaresmas clásicas con el gran protagonista de la Cuaresma cristiana: Cristo Nuestro Señor. Hay algo de grandioso en la Cuaresma. Por eso decía yo: Cuaresma, renovación del pueblo. Cuando Elías llega pesimista por lo que pasa en su patria, al Monte, para confrontar con esa ley que Dios ha dado en el Sinaí, las traiciones que el pueblo está haciendo a la ley de Dios, Dios lo anima: no tienes que morir, tienes que seguir trabajando. Queridos hermanos, ese es el Pueblo de Dios. Pueblo que cree, como dice la Biblia hablando de Abraham: "creyó contra toda esperanza". Que necesario nos es eso aquí en El Salvador: ¡creer contra toda esperanza!. Aún cuando aparezcan apagadas todas las luces, cerrados todos los caminos. Si la fe de Abraham traducida en su pueblo, como un pueblo creyente, llega hasta nosotros, ¡imitémoslo!. Si el valor de Moisés aun cuando sufría la persecución de su propio pueblo, lo hizo llegar hasta la muerte para ser fiel al designio que Dios tenía sobre su vida, si la fidelidad de Elías lo llevó también aun cuando pesimista pensaba en un suicidio, a levantarse y seguir trabajando, ¿qué nos impide a nosotros, hermanos salvadoreños, Pueblo de Dios de 1979? Nuestro desierto, nuestra Cuaresma, nuestra sangre; todo eso se puede convertir en liberación, en luz, en consuelo y esperanza. 2. CRISTO TRANSFIGURADO, MODELO Y CAUSA DE LA TRANSFIGURACION "El misterio del hombre sólo puede explicarse en el misterio de Cristo". a) En Cristo desemboca el Viejo Pueblo de Dios. En Cristo nace el nuevo Pueblo de Dios. b) Pedro, Santiago y Juan. Junto a Moisés y Elías, personeros del Viejo Testamento, están tres hombres que ya pertenecen a nuestro cristianismo: Pedro, Santiago y Juan. El primer Papa, los primeros obispos, los primeros cristianos. Ellos también gozan de aquella epifanía, hasta el júbilo de Pedro que dice: "Señor, qué bueno es estar aquí, quedémonos: podemos hacer tres chozas: una para tí, otra para Moisés y otra para Elías". Pero Cristo que comprendió que aquel entusiasmo no es para la oportunidad, porque hay que seguir trabajando, lo manda callar: "No digan nada hasta que resucite el Hijo del Hombre". c) El "misterio pascual": Entonces aparece la lectura segunda de hoy, precisamente describiéndonos a ese Cristo que el Padre ha llamado el Hijo de mis complacencias y que Cristo mismo ha llamado el hijo del Hombre. San Pablo, lo llama con una palabra que hoy modernamente diríamos: el misterio pascual. El misterio pascual es la muerte y la resurrección de Cristo. Y yo quisiera subrayar mucho esta palabra, porque la cuaresma renueva al pueblo precisamente porque lo prepara para la celebración del misterio pascual. Queridos hermanos, ya es tiempo de madurar una semana Santa entre nosotros. Ya no es tiempo de estar viviendo semanas santas que sólo consisten en procesiones que dejan el corazón tan incrédulo, tan materialista, tan egoísta, como antes (de la procesión). Ya es tiempo de pensar que una Semana Santa tiene que ser una conversión del pueblo hacia la Pascua, hacia la muerte del Señor para resucitar con nuevas madureces, con nuevos bríos; como Elías, después de su cuaresma; como Moisés, después de atravesar el desierto, sentir que Dios va con el pueblo y, en vez de buscar soluciones de odios y de violencias y otros caminos que no hacen más que entorpecer el progreso de nuestro pueblo, buscarlo aquí, donde Puebla lo acaba de señalar en las palabras de Juan Pablo: Abridle las puertas a Cristo, las puertas de la política, las puertas del comercio, las puertas de la sociología, todas las puertas que los hombres manejan; todos los campos que los hombres cultivan; Cristo tiene derecho, porque es el Hijo del hombre. Y como decían los padres del concilio Vaticano a los Gobernantes: "no lo maten porque sería un "deicidio", es el hijo de Dios. No lo maten porque sería una "homicidio". Él es Hijo del Hombre". -Sacrificio que presagió el de Isaac...Abrámosle las puertas a Nuestro Señor Jesucristo, del cual la segunda lectura de hoy nos dice que el Padre no perdonó a su propio Hijo, sino que lo entregó a la muerte por nosotros y de allá arranca una gran pregunta: Ese padre que, igualmente que Abraham, camina con su hijo Isaac al Calvario, cargado con su cruz y no lo rescata, sino que lo entrega a la muerte dolorosa, ¿cómo no nos dará todo con Él? - Amor del Padre... y del Hijo. Fíjate, hermano, ¿qué cosa hay tan grande que tú desees, que no te la puede dar Dios?. Que se ha dado en lo más grande que puede haber: Cristo, su Hijo: "Este es mi Hijo muy amado", ¿y que lo ha dado para morir en una cruz?. ¿Cómo no nos dará todo con Él?. ¿Cómo no nos va a dar soluciones para nuestro problema salvadoreño? ¿Cómo no va a haber caminos si vale mucho menos, infinitamente menos, que Jesucristo, toda la felicidad de los salvadoreños? ¡No es impotencia de Dios, si nos ha dado pruebas de su amor! "¿Quién acusará a los elegidos de Dios?" Pregunta San Pablo hoy, Dios es el que justifica. O lo que les decía: las leyes que hacen los hombres como que San Pablo las supera con una burla tremenda y dice: "¿Quién acusará, quién podrá dar leyes a los elegidos de Dios? Si Dios es el que justifica aunque te condenen con todas las cárceles, eres libre. ¿Quién condenará? ¿Será acaso Cristo que murió, más aún, resucitó y está a la derecha de Dios -y fíjense en esta última palabra- y que intercede por nosotros? Como que Cristo está siempre orando por nosotros. ¡Qué hermosa fuera la fe de nuestro corazón si se pareciera a la de Abraham y de veras viviéramos estas preguntas de San Pablo como una reacción de optimismo de que no está todo acabado!. Apenas hemos comenzado y Dios es eterno. Si mi Padre todo lo puede, si me entregó a mi hermano mayor que tanto me ama; si me ha justificado, si Él no me ha condenado, ¿por qué me va a condenar nadie?. Por eso, Dios nos aconseja tanto el amor y el perdón, porque así trata Él a los hombres hasta a los más malos. d) El Nuevo Pueblo de Dios -Nace de una nueva alianza. Por eso cuando el Concilio continúa su reflexión sobre el Pueblo de Dios, nos hace ver cómo nació de la Alianza Nueva, ya no la de Abraham para el Viejo Testamento, sino que, después de decirnos que de Abraham procedió ese pueblo, dice: "Pero todo esto sucedió como preparación y figura de la Alianza Nueva y perfecta que había de pactarse en Cristo, y de la revelación completa que había de hacerse por el mismo Verbo de Dios hecho hombre... Ese pacto nuevo, lo estableció Cristo, convocando un pueblo de judíos y gentiles -Ya no será un pueblo geográficamente distinto, como Israel, será un pueblo que tiene características espirituales porque vendrá de judíos, donde quedarán tambien judios que no son cristianos, y gentiles, que se quedarán muchos también siguiendo siendo paganos- que se unificara no según la carne, sino en el espíritu y constituyera el Nuevo Pueblo de Dios". ¿Cuáles son las características de este pueblo, queridos hermanos? Es una Iglesia, como el Viejo Testamento llamó Iglesia de Dios a Israel, peregrino en el desierto, así también el nuevo Israel que caminando en el tiempo presente, busca la ciudad futura y perenne, también es designado como Iglesia de Cristo. 3. EL PUEBLO DE DIOS QUE DEBE TRANSFIGURARSE HOY Y AQUI Y aquí es donde yo quisiera que nos fijáramos bien, ya como punto de cuaresma, renovación de nuestra Iglesia, en una Semana Santa que nos renueve de verdad, una Cuaresma que nos deje la alegría de dejar el hombre viejo sepultado, para resucitar con Cristo nuevo, a una vida nueva. El esposo que era tormento de su familia, sea de aquí en adelante el hombre nuevo que es alegría de su hogar. La mujer que carecía de amor para dar calor al esposo y a los hijos, comience a sentir que su reino es el hogar donde el amor tiene su reino. El joven, la joven, que ponía su alegría en esas cosas tan banales de la tierra, piense que es en Cristo, en esa renovación en Cristo. La familia que vuelva a construirse en el amor; toda la humanidad, la patria, la política de los gobernantes, los que tienen dinero, los que no lo tienen, los obispos, los sacerdotes, las religiosas, todos; Iglesia y mundo. - Condiciones del actual pueblo de Dios. Ya les dije que no es el mundo el Pueblo de Dios, pero en ese mundo, donde hay tantos hombres que van por los caminos hasta pecaminosos, allí quiere ir el pueblo de Dios del cual el Concilio dice esta marca y aquí estaría como el programa de nuestra renovación: "Este pueblo mesiánico tiene por cabeza a Cristo y teniendo ahora un nombre que está sobre todo nombre, reina gloriosamente en los cielos -Ven, es una cabeza- La Iglesia peregrina en la tierra, tiene su cabeza ya fundada en el cielo, y en pos de ella va subiendo, miembro a miembro, todo el cuerpo, hasta constituirse la Iglesia definitiva de la gloria. El jovencito que estaba tendido aquí muerto, si murió fiel a esta alianza del pueblo de Dios, ya es un miembro vivo con la Iglesia triunfante. Por eso, queridos hermanos, en las luchas reivindicativas de nuestro pueblo, queridos obreros, queridos campesinos, queridas organizaciones políticas-populares, la Iglesia no se puede identificar con ustedes, pero les comprende, porque: lo justo lo bueno que ustedes reclaman, la Iglesia también lo reclama como un reflejo del Reino de Dios, que será recogido en toda la eternidad. "Todo lo bueno que hace un hombre, aunque sea en los campos políticos y sociales, lo recogerá -dice el Concilio- como ya purificado, en la eternidad". La Iglesia tiene que predicar esta trascendencia, porque su cabeza es Cristo que ya penetró los cielos y que está reclamando a todo su cuerpo también, en pos de ese cielo, no para hacerse perezoso sino para trabajar en la tierra. El solo mirar al cielo sería falso espiritualismo, sino que hay que llenarse de méritos en la tierra pero con la ilusión de poseer esos méritos por toda la eternidad. No trabajemos únicamente pues, por mejorar las cosas terrenales, sino por mejorar cosas con la gran esperanza de Abraham y del pueblo de Dios ¡Cristo es la cabeza! ¿Qué otra condición? La condición de este pueblo es "la dignidad y la libertad de los hijos de Dios, en cuyos corazones habita el Espíritu Santo como en un templo". Por eso la Iglesia no puede ser conformista. La Iglesia tiene que despertar conciencia de dignidad. A esto lo llaman subversión. Esto no es subversión. La conciencia cristiana que nuestras comunidades van tomando a la luz del Evangelio, ante el pensamiento de que un hombre, aunque sea un jornalero, es imagen de Dios, no es comunismo ni subversión, es palabra de Dios que ilumina al hombre y el hombre tiene que promoverse. Ya no queremos pueblo masa. Por eso les decía que se distingue el pueblo de lo que no es pueblo. Aún más allá del Pueblo de Dios hay pueblos muy promovidos que no son todavía Pueblo de Dios. Pero todavía más al margen, hay un inmenso pueblo que ni siquiera se puede llamar pueblo, si bien se le dice: la masa. No queremos masa, queremos la educación que personifica, queremos el evangelio que hace sentir lo que decía Juan Pablo, el hombre es un prodigio de Dios "irrepetible" no hay dos hombre iguales. Y por eso no tenemos que poner la ilusión en copiar de otro hombre sino en ser yo, lo que Dios quiera que yo sea. Yo soy yo, nada más: tú eres tú. La masificación es espantosa; es cuando se juega con lo pueblos, cuando se juega con las votaciones, cuando se juega, con la dignidad de los hombres porque los hombres no han sabido darse su puesto. Y esto no es provocar a subversión, sino simplemente decirle a todos los que me escuchan, sean dignos, porque la condición del Pueblo de Dios: es la dignidad y la libertad de los hijos de Dios en cuyos corazones habita el Espíritu Santo como en un templo. - Cómo debe ser. ¿Cuál es la ley de este pueblo? dice el Concilio: "Tiene por ley el nuevo mandato de amar como el mismo Cristo nos amó" Hay muchos que han perdido ya esta ley de Cristo, pero el cristianismo no puede cambiar su fuerza por otras fuerzas ambiguas o, que a la larga muestran gran debilidad, porque la violencia, el odio, al fin y al cabo, son debilidades. La verdadera fuerza es el amor y por eso el pueblo de Dios, se distingue por el amor. "Y en último lugar, tiene como fin el dilatar más y más el Reino de Dios que ya comenzó en la tierra, hasta que al final de los tiempos se consuma con Cristo en la eternidad". Entonces, la renovación de la Cuaresma, tiene que ser nuestra Iglesia en El Salvador, la componemos todos los bautizados. Lamentablemente es un bautismo que se recibe inconscientemente. Lamentablemente es un bautismo que lo hemos hecho consistir en una costumbre social, folklórica y quién sabe si también comercial; para que al niño, el padrino le regale, para tener un compadre que me ayude. Estas son las razones del bautismo. El bautismo es eso: incoarse en el Reino de Dios, incorporarse, por eso se están exigiendo hoy en todas las parroquias, -en todas las parroquias, y si alguna parroquia no lo hace, no cumple la ley- las pláticas pre-bautismales bien dadas, para que el que va a bautizar, sepa a qué se va a comprometer ese niño. Y si no se va a comprometer: a ser un cristiano como lo hemos definido hoy, miembro del Pueblo de Dios, sería mejor que no lo bautizara. Tal vez se promueve mejor sin el bautismo. Pero si quiere de verdad ser Pueblo de Dios, aquí tenemos pues que la Cuaresma nos da oportunidades bellísimas para que nosotros, ya bautizados, promovamos nuestro bautismo y nuestro Pueblo de Dios. Este pueblo de Dios, de los bautizados, incorporados a Cristo muerto y resucitado por nosotros, dice el Concilio: "lo ha instituido el mismo Cristo, para valerse de él y unificar a la humanidad, y salvar a la humanidad". Todo lo que Cristo ha venido a hacer, lo está haciendo a través de su pueblo. De allí queridos hermanos, que mi llamamiento esta mañana: Cuaresma, renovación del Pueblo de Dios, es un llamamiento a cada uno de ustedes y a mí mismo, que somos los miembros del pueblo de Dios para no sólo vivir nuestro cristianismo, sino irradiarlo, salvar a otros, ser unidad de otros que andan disgregados, ser arrepentimiento de otros que van por caminos de pecado, ser atracción para aquellos que se han extraviado. ¿COMO ES NUESTRA HISTORIA ESTA SEMANA? Hay tanto que hacer en nuestra Patria y, por eso, cuando estamos hablando de esta renovación aquí y ahora, este enfoque que acostumbramos hacer ya concreto en nuestra semana, vemos que no está fuera de la predicación. Es trayendo toda esa responsabilidad de Pueblo de Dios aquí, a nuestra Arquidiócesis, como hemos construido es esta semana, nuestro Pueblo de Dios. Aquí me gusta recordar la palabra reciente del Papa que elogió la humanidad como virtud de Cuaresma y como método para liberar a la humanidad y expresar su espiritualidad. ¡La humildad! Hay un caso típico. Alguien que tiene problemas con el alcohol, tiene tablas de salvación ¡preciosas!: los grupos de alcohólicos anónimos. No hubieran borrachos si fueran humildes. ¿Quiénes entran al grupo de alcohólicos Anónimos? El que reconoce que no se puede curar solo y busca una terapia de grupo, una amistad, un apoyo. Yo felicito a quienes han hecho ese gesto de humildad y van con la humildad de quien necesita apoyarse en otros. Y los vemos contar la alegría: ¡Ya van tantos años!, de 24 en 24 horas. ¡Ya van años! ¡Qué lejos se va cuando hay humildad! Y lo mismo cualquier otro vicio, cualquiera otra cosa: su hogar se está desarmando, falta de humildad, ¿Por qué le echamos las culpas a la otra parte y no te echas la culpa a tí mismo? Eso es humildad, la que falta. ¿Por qué hay divisiones en la Iglesia?. También, hermanos, con vergüenza tengo que decirlo, nos falta humildad. Humildad es, de veras, la virtud que libera, dice el Papa. Hemos de lamentar en estos días la muerte del Cardenal Villot. De 73 años muere quien desempeñó el alto cargo de Secretario de estado del Vaticano y de Cardenal Camarlengo. Son dos títulos de mucho honor. Secretario de Estado es el que hace como de segundo después del Papa; es como el Primer Secretario o, en nuestro sistema diríamos, el Ministro de la Presidencia. El otro yo del Papa. Esta confidencia se la dio Pablo VI al Cardenal Villot, y los otros dos Papas que han seguido, también. Lo cual indica, pues, un hombre de mucha responsabilidad y de mucha inteligencia. Y el cargo de Camarlengo, es el Cardenal que se encarga de organizar todo lo necesario cuando muere un Papa para la elección de un nuevo Pontífice. Al Cardenal Villot le tocó dos veces este cargo tan delicado cuando podemos decir, el que gobernaba la Iglesia era él al convocar a los Cardenales y todas las demás cosas. Les suplico una oración por su eterno descanso y un agradecimiento por haber servido con tanto honor. EN NUESTRA ARQUIDIOCESIS En la comunidad de Aguilares ya dije, pues, están en estos momentos llevando una peregrinación a la tumba del P. Grande. Espiritualmente los vamos acompañando. Y en nuestra misa haremos también un recuerdo junto con nuestros difuntos, con el querido jovencito que estuvo aquí tendido hace un rato y que lo llevaron ya para Cojutepeque, también encomendémoslo al Señor. Quiero agradecer en lo personal, la acogida tan cariñosa que me brindaron en San Miguel ayer, cuando fuimos con los otros obispos a dar ese tributo de homenaje a Nuestra Señora de la Paz. Que la virgen siga bendiciendo un pueblo que es tan hospitalario y que sea digno de mejor suerte. Los documentos de Puebla han sido el motivo de la reunión del clero la semana que acaba de pasar. Lo mismo que se tuvieron muy en cuenta, en los Ejercicios Espirituales que acabamos de realizar junto con otros sacerdotes, bajo la dirección del P. Redentorista Fermín Aranguren y del P. Fabián Amaya. Yo agradezco tanta iluminación y orientación que se nos dio en estos días, allá en los Planes de Renderos. EN NUESTRAS COMUNIDADES Haciendo una revisión por las comunidades de nuestra Arquidiócesis, donde está creciendo ese Pueblo de Dios. Visité la Parroquia de San Antonio Abad para reafirmar las orientaciones de la Carta Pastoral, sobre todo después de lo que pasó en la casa de "El Despertar". Les hacía ver a ellos -y ahora aprovecho también de decirlo a todas las comunidades-, de que me alegro de haber sido muy oportuno en orientar esa relación que existe entre la fe y la política; entre la comunidad cristiana y la organización política, para que no confundan nunca las cosas. Y que cuando tengan dudas, consulten; pero que nunca vayamos a cometer imprudencias que vayan a traernos cosas desagradables. Tengo la satisfacción, pues, de decir que en San Antonio Abad este concepto está muy claro y se está tratando de vivir pastoralmente. En la Vicaría de la Asunción, en la Parroquia del Corazón de María, se inauguró un Centro de Formación de la Fe. También, al ir a inaugurarlo, me valí del documento de Puebla para presentarles como una síntesis de su trabajo de estudio las tres verdades que el Papa nos encomendó en Puebla: la verdad sobre Cristo, la verdad sobre la Iglesia y la verdad sobre el hombre. A San Pedro Perupalán tendremos hoy, a las 10 1/2, una ceremonia de confirmación. En el Seminario Menor de Chalatenango, tendré el gusto de conocer y convivir más con los seminaristas menores que allá se forman. Y a este propósito, quiero alegrarme que la pastoral vocacional ha sido tomada muy en serio por nuestros queridos sacerdotes, los cuales muy pronto darán a conocer un programa para nuestro querido pueblo. En San José de las Flores, Chalatenango, el P. Eduardo Alex Poprawa me escribió un telegrama para decirme que ya son 16 años de servicio en aquella parroquia. Yo aprovecho ahora para felicitarlo y decirle a los fieles que lo encomendemos al Señor. Hay muchas otras cosas que se están trabajando en nuestras comunidades y esto es hacer Iglesia. Yo quiero dejar esta idea bien clara, hermanos, que lo que estoy tratando de hacer -el Señor me lo conceda- es la Iglesia. Y eso es lo que les pido a todos los queridos sacerdotes y comunidades: hacer la Iglesia, Pueblo de Dios, con esas características que ya definimos. Si por cumplir ese encargo del Señor: de hacer la Iglesia en el mundo, de llamar a los hombres a componer esta Iglesia en la forma que hemos dicho, se nos interpreta mal, se nos calumnia, se nos toma por la otra cosa, les digo: no tengamos miedo. Que la intención y el deseo, y la mayor nitidez de nuestro trabaja sea crear, hacer crecer esas comunidades de fe, de esperanza, de amor, que entre todas constituyen la bella esposa de Cristo: la comunidad Iglesia. Entonces, desde la Iglesia nítida y evangélica, miramos hacia el mundo porque la Iglesia no está hecha para construirse y cuidarse en un camarín. La Iglesia esta hecha para ser firme pero para irradiar, para servir, para iluminar al mundo. Por eso, tenemos que iluminar las realidades de nuestro alrededor. No les extrañe entonces, si después de decir la figura de la Iglesia, los perfiles de la Iglesia, dirigimos la mirada para aprobar lo bueno que hay en nuestro alrededor o también para denunciar y rechazar lo malo, lo pecaminoso que se está realizando a nuestro alrededor. HECHOS DE LOS QUE NOS PODEMOS ALEGRAR Nos alegramos con las familias campesinas que han sido favorecidas en el reparto de tierras, allá en San Antonio Silva; esto nos ha hecho reflexionar mucho. Hoy son 356 familias campesinas las que tienen esas 37.561 manzanas que sólo tenían 7 personas. ¿Qué está diciendo esto? Que un simple asomarse a una transformación agraria ya descubre la enorme injusticia del reparto entre nosotros. Este impresionante contraste social es el que predomina en nuestra Patria. Y por eso la Iglesia tiene que señalar como una injusticia institucionalizada con las palabras del Papa: que cada día crece más el número de los muchos que tienen poco o nada y también crece lo mucho de los pocos que tienen mucho. También queremos alegrarnos con lo obreros de las minas de San Sebastián. Ustedes recordarán que por mucho tiempo estuvimos martillando sobre aquellas familias sin trabajo. En vista de que la empresa no cumplió su obligación, un procedimiento judicial los ha hecho colectivamente dueños de la mina. Ahora sólo esperan que el Ministerio de Economía autorice esta sentencia para poder ellos trabajar allá. Es digno de elogio cuando hay un esfuerzo de justicia. También nos alegramos con las obreras de la fábrica de guantes que, según informaciones periodísticas, han resuelto ya su problema laboral. En cambio nos desconciertan ciertas declaraciones o reflexiones de gente que publica campos pagados y que por su inteligencia esperábamos que serían más comprensivas de la labor de la Iglesia, y no confundirla cuando dicen: "Actividad de algunos prelados de la Iglesia", refiriéndose naturalmente a quien habla y poniéndome entre el número de aquellos que fomentan la lucha de clases. HECHOS QUE TENEMOS QUE LAMENTAR Lamentamos que el Lic. Jaime Baires, de quien les hablé el domingo pasado como moribundo, hoy tengamos que llorarlo ya como muerto. Sus padres han declarado que Jaime, antes de morir, dijo que había sido torturado en la Guardia Nacional. La Guardia ha hecho declaraciones de su inocencia, pero yo creo que no bastan declaraciones: si se ha pedido un juicio, hay que llevarlo a los Tribunales; porque esos padres de familia, que se declaran ofendidos, tienen derecho a que se oiga su petición de juicio, y no sólo ellos, creo que todo el pueblo tenemos derecho a saber: ¿qué hacen también los hombres uniformados? Hemos lamentado mucho el secuestro de un niño en San Miguel: Carlos Villatoro Fuentes, y decimos: esto es inhumano y nos solidarizamos con el llamado de la Asociación Nacional Pro-Infancia y con aquel simpático desfile de niños en San Miguel pidiendo que se les devuelva su amigo Carlos. Lamentamos el incendio en la fábrica de calcetines El Fuerte. Lamentamos la muerte de cuatro personas civiles campesinos y tres guardias heridos que según información oficial, tuvo lugar en un enfrentamiento allá por San Vicente. Sentimos como nuestra la incertidumbre que viven las familias de los campesinos: Marciano Meléndez Dueñas y Oscar Jiménez capturados en el mes de Febrero y de quienes no se sabe nada. Sentimos el pesar de la familia de Oscar Armando Interiano, que se presume que sea el dirigente sindical cuyo cadáver fue encontrado esposado, vendado, en el Lago de Guija. Cómo me han impresionado también dos cartas de madres de familia. Una dice que su hijo está prisionero desde agosto allá en Gotera y que no tiene ninguna esperanza de que salga. No lo puede ir a ver porque son muy pobres y está muy lejos. Lo mismo que del Profesor Hipólito Rolando Martínez, cuya familia también pide misericordia para su situación. Conflictos laborales que no acaban de resolverse. De manera especial tengo que referirme al que a todos nos está preocupando en este momento. Ayer en la noche, al regresar de San Miguel, me enteré que durante el día se me había llamado varias veces para medianero en el conflicto laboral y evitar así mayor derramamiento de sangre. Por razones cristianas y humanitarias acepté la petición e invité anoche a ambas partes a dialogar en mi presencia. Ayer mismo en la noche nos reunimos, un representante de la patronal y un comité de sindicatos que representaba a la comisión negociadora que se encuentra adentro de los locales de las Empresas y que es el único que tiene facultad de tomar decisiones. Los trabajadores pedían reiniciar las negociaciones antes de desalojar los locales; la patronal viceversa: pedía el desalojo antes del reinicio de las negociaciones. Ofrecían un salvo-conducto que garantizara las vidas de los que se encuentran en la Tropical y Constancia. Los trabajadores, a pesar de estar fuertemente presionados por el cerco militar, no quisieron abandonar los locales sin antes haber reiniciado las conversaciones con la patronal por medio del trato directo. Las razones que ellos dan para no salir, es que no confían se garantice la realización de las negociaciones y un resultado razonable de ellas. Como no llegaron a ponerse de acuerdo, propuse que en vista de que el comité de sindicatos no tiene facultad legal para decidir, que hoy por la mañana, a la mayor brevedad, se discutieran las condiciones para iniciar las negociaciones directamente con la comisión negociadora. Para ello, he pedido a la patronal, garantizara la salud de esta comisión. Hoy, nuevamente, con el afán de salvar las vidas de los trabajadores y dirigentes patronales que se encuentran en los locales, invito a las partes en conflicto: que se reunan para discutir primeramente las condiciones de la negociación. Espero que pondrán los medios elementales, para asegurar la salida de la comisión negociadora y llegar a un acuerdo positivo que posibilite el reinicio de las negociaciones. Temo que aumente el número de desgracias personales, si no se llega a un acuerdo. Me llega a última hora que Cuerpos de Seguridad quieren penetrar ya a la Constancia y que los trabajadores amenazan con incendiar las sustancias inflamables que hay dentro. Yo quiero hacer un llamamiento. Yo ayer les decía: me parece que aquí hay tres intereses: el de ustedes, los patronos; el de ustedes los obreros y el de la Iglesia. Negocien los de ustedes, combínense; tengan en cuenta el mayor de todos, el de la Iglesia: ¡las vidas humanas! Esto es lo que me mueve: la vida humana, y que no nos apoyemos en legalismos o en otra clase de razones humanas, sino simplemente, veamos que en las circunstancias de emergencia hay que tomar también medidas de emergencia. Desde ayer, esa gente no come nada. Yo no justifico a nadie, sino simplemente yo quisiera, pues, que esta situación verdaderamente difícil, que ya nos dejó un muerto aquí en la Catedral y dicen que hay otros y hay muchos heridos, yo no sé, que ojalá no siga adelante. Y yo agregaría hoy, a esos tres intereses, un llamamiento a los Cuerpos de Seguridad: no provoquen, y si los provocan, sean sabios, no se dejen provocar así. Sepan que vale más la vida que cualquier honor mal entendido, o cualquiera otra cosa. Creo que pueden llegar a una negociación. Todavía es tiempo. Y si me están escuchando, sepan que estoy hablando como delante de ustedes: cuerpos de seguridad, parte patronal, parte de obreros, unido con todo este pueblo que no quiere masacres ni sangre ¡Ya basta!. Cedan lo que puedan y salven lo mejor que es la vida del hombre. PENSAMIENTO FINAL ¡Esta es la transformación que necesita nuestra Patria!. Esta es la transfiguración del Cristo de hoy. Es el Cristo que, desde la altura de una montaña, no para alejarse de los hombres, sino para ponerse como un ejemplo nos dice: lo único que vale es esta felicitación del cielo: "Este es mi Hijo amado", ser un Hijo de Dios. Ser pobre o ser rico, no importa, pero ser Hijo de Dios, sobre todo, el Hijo de sus complacencias. A esto hago un llamamiento a todos, queridos hermanos, a que aprovechemos nuestra Cuaresma para superar todas estas miserias y dolores que nos circundan. Y aunque sea caminando siempre en la pobreza y en la tribulación, no conformista pero sí con la mente muy elevada, hagamos de cada salvadoreño y de toda la sociedad salvadoreña en general, una gran transfiguración. Así sea....... Queridos hermanos:
Lo que Cuaresma es en el año litúrgico En el año litúrgico esta temporada que se inició, ya desde el Miércoles de Ceniza, es la más importante. Yo les quiero suplicar que con ese deseo de seguimiento de Cristo en el espíritu de una Iglesia auténticamente evangélica, vivamos esta temporada. Preparación para celebrar la Pascua Lo esencial de la Cuaresma es una preparación para celebrar la Pascua. Pascua, fiesta del misterio pascual. En Cristo su muerte y resurrección. El misterio pascual es la muerte y la resurrección de Cristo. Muerte: con la que el Redentor pagó todos los pecados de los hombres; y resurrección: nueva vida que Cristo está ofreciendo a todos los hombres para hacernos partícipes de esos méritos de la cruz y de esa vida de la resurrección. Es necesario preparar las disposiciones humanas; convertirse, como ha dicho Cristo en el Evangelio de hoy: "conviértanse y crean en el Evangelio". De allí, que la Cuaresma sea una temporada de conversión y de fe en el Evangelio. La fiesta de la Pascua no es una fiesta de Cristo, sino de Cristo como cabeza de todos nosotros que formamos la humanidad. En la próxima Pascua de 1979, tenemos que ser nosotros el Cuerpo de Cristo: mi carne, mi vida, mi situación concreta. El pueblo de El Salvador bautizado tiene que ser como encarnación de ese Cristo que aparece vivo y glorioso. Hagámosle honor a ese redentor nuestro en el cual creemos y esperamos. Preparémonos para no ser una célula muerta en el organismo viviente de Cristo, sino de hacer honor a todas las células revestidas de una nueva primavera, de una gran esperanza, de una vida divina. Figura central: Cristo en el desierto Y en el centro de todo, naturalmente, está Cristo resucitado, que ahora es el Cristo que nos ha dicho San Marcos: "empujado por el espíritu al desierto". Entremos con El, en el empuje de ese mismo espíritu renovador, al desierto. Dicho figurativamente, el desierto es temporada de oración, temporada de austeridad, temporada de renovación. ¡Si un país necesita de un desierto, de una oración, de una renovación, es el nuestro! Qué hermoso fuera ver todos los salvadoreños aprovechar su Cuaresma para una introspección. Todos somos causantes del mal que está sufriendo el país. Sólo queremos echar las culpas a otros y no nos miramos. La Cuaresma es una invitación a entrar con Cristo, a pensar en sí. Por eso el Papa va a entrar, desde esta tarde, a sus ejercicios espirituales. Va a hacer una semana de reflexión con sus colaboradores más íntimos. Y tratando de imitarlo en nuestra diócesis, también el Arzobispo con un grupo de sacerdotes, comenzaremos nuestros ejercicios espirituales esta semana. Y hacemos un llamamiento a todos, para que de veras revisemos nuestra fidelidad al Señor. Y si por desgracia estamos en el número de los pecadores, ¡hagamos penitencia! Ya somos bautizados pero la Cuaresma tiene valiosos elementos bautismales que nos han de hacer pensar en la gran dignidad del bautismo, para revivir en la Pascua esa hermosa dignidad de ser bautizados. Y a eso va mi homilía de esta mañana. CUARESMA, RENOVACION DE NUESTRA ALIANZA CON DIOS Cuaresma, renovación de nuestra alianza con Dios, y es porque quiero darle especial atención a esa palabra: La Alianza. 1. La Alianza, signo de nuestra salvación. 2. Cristo, clave de la Alianza. 3. El bautismo, inserción de nuestra vida en la alianza cristiana. 1. LA ALIANZA SIGNO DE NUESTRA SALVACION La primera lectura de hoy nos habla de la primera alianza que aparece en la Biblia. Una de las cosas más oportunas en Cuaresma es repasar la historia de la salvación, el proyecto de Dios para salvar la humanidad; un proyecto de amor, de benevolencia. La primera vez en que la Biblia nos habla de esa palabra: La alianza -que es lo mismo que el pacto, que es lo mismo que el testamento, palabras bíblicas con las que Dios como que establece un trato con los hombres-, se puede resumir en aquellas palabras que le dice al pueblo dirigido por Moisés: "Yo seré vuestro Dios y vosotros seréis mi pueblo". El diluvio. En la primera lectura de hoy se nos cuenta el epílogo del diluvio: "Los hombres habían errado los caminos -dice la Biblia-. Y Dios hasta se había arrepentido de haber creado al hombre". Es una expresión bíblica para decir cómo le pesaba a Dios la infidelidad de los hombres. Y, entonces, determinó castigar la tierra con toda la humanidad abriendo las cataratas -lenguaje bíblico, también para decir inundación- en la cual "sólo se salvaron ocho personas -nos ha dicho hoy San Pedro-: Noé con sus hijos y las mujeres de sus hijos y en el arca iba una pareja de cada animal". Esta es la señal del pacto que hago con ustedes. Y cuando pasa este castigo, Dios siempre ama a pesar de que castiga, pronuncia las palabras que han dado tema a la homilía: la alianza. Señalando el arco iris, dice Dios: "Esta es la señal del pacto que hago con ustedes y con todo lo que vive con ustedes, para todas las edades: Pondré mi arco en el cielo, como señal de mi pacto con la tierra. Cuando traiga nubes sobre la tierra, aparecerá en las nubes el arco y recordaré mi pacto con ustedes y con todos los animales, y el diluvio no volverá a destruir los vivientes". - Significa las relaciones recíprocas entre dos partes con todos los deberes y derechos que se siguen de tal reciprocidad. ¿Qué significa el pacto, la alianza? Era un acontecimiento muy frecuente y muy respetado en los pueblos orientales. Hacer alianza significaba las relaciones recíprocas entre dos partes con los deberes y derechos que se siguen de tal reciprocidad. Por ejemplo, el matrimonio es una alianza, son dos partes que convienen en vivir perpetuamente juntos, de allí derivan deberes y derechos entre iguales. En la alianza, también se imponen condiciones. Ese pacto, esa alianza, según las tradiciones antiguas -sobre todo orientales-, se hacía ya entre iguales y, entonces, la reciprocidad era equilibrada; pero algunas veces era un pueblo vencedor que hacía alianza con el pueblo vencido y le imponía condiciones. Y en la Biblia aparece una nueva fórmula que no aparece en otras religiones: es Dios que toma la iniciativa de hacer una alianza con un pueblo. En los otros pueblos, la alianza era considerada como sagrada y en este sentido siempre intervenía un dios, pero no para hacer alianza con los hombres, sino para proteger al pueblo que hacía alianza. De allí que toda la ruptura de la alianza tenía un carácter pecaminoso, una ofensa al Dios que había sido testigo de esa alianza. - Cuando se celebra con Dios, éste toma la iniciativa... es gracia. La Biblia, que nos revela al único Dios verdadero, nos habla también de ese Dios que ha creado al hombre y que escoge un pueblo para hacer alianza con El. Entonces la alianza no es propiamente un conjunto de deberes y de derechos recíprocos. En el lenguaje de los profetas, la alianza de Dios con los hombres, aparece como una gracia, un don, una promesa de salvación y esto es lo original de la alianza que ya va presagiando al Cristo que va a venir. Es un Dios bondadoso que marca las etapas de la historia con alianzas de bendiciones y de promesas. Por eso era fácil el cambio de alianza a testamento, es el don de padres a hijos; el Viejo Testamento, la alianza del Viejo Testamento se completa en el Nuevo Testamento: la Nueva Alianza. Ritos: sangre. Pero esta figura sagrada se desarrollaba en un rito también impresionante y por eso le llamaban alianza de sangre, porque sangre de las dos partes se mezclaba. La sangre para los antiguos, era el símbolo de la vida y una alianza se firmaba con las dos vidas. Recuerdan cuando Moisés derrama sangre sobre el pueblo para significar que Dios ha hecho alianza y la ha rubricado con esa sangre de víctimas, que no era más que un presagio de la sangre que se iba a derramar un día en el Calvario: Sangre de Dios, pero que en el Antiguo Testamento era sangre de corderos, sangre de pichones, sangre de animales, la vida se expresaba de parte de los hombres para firmar con Dios su compromiso de adoración, de culto, de deber. Dos líneas de víctimas. Otra fórmula que aparece también en la Biblia, era matar animales, partirlos en dos y poner a los dos lados las víctimas de la alianza y pasar por en medio los que hacían alianza. Era un signo de que el pacto que habían hecho, era tan sagrado que el que no lo cumplía tenía que acabar como esas víctimas: partido en dos. Esta era la seriedad de la alianza, del pacto, del testamento. Por eso, esta palabra tomada de las costumbres de aquellos pueblos, la utiliza la revelación de Dios, la Biblia, para expresar su benevolencia con los hombres: su compromiso de salvar a la humanidad. Cuando he dicho hoy, pues Cuaresma: renovación de nuestra alianza con Dios, es porque quiero hacer un llamamiento a todos a que recordemos que tenemos un compromiso como pueblo de Dios, pueblo de bautizados. Explicación teológica ¿Cuál es la explicación teológica de la alianza, sobre todo, de la alianza que aparece en la Biblia, de la que nosotros estamos renovando hoy en Cuaresma? - Aspecto negativo de la salvación: ruptura con Dios. La explicación es muy sencilla. Según la revelación de Dios, todo pecado es ruptura. El que peca, desobedece una ley. Esa ruptura con el Legislador Supremo -nuestro Dios-, la desobediencia a sus diez mandamientos, trae consigo consecuencias de rupturas, de consecuencias bien trágicas. - Ruptura dentro de uno mismo. El que comete un pecado, dice la teología, rompe con el principio de su existencia y de su vida, y, entonces, también rompe íntimamente, de modo que un pecado lleva en sí el desorden. La triste experiencia nos dice qué amargo es el pecado; qué desorden sentimos dentro de nosotros; qué sinsabor, que asco de nosotros mismos; y el que no lo siente, tiene lo peor, ya está desahuciado. Ojalá que en Cuaresma sintiéramos todos que algo se ha roto por dentro de nosotros mismos, porque hemos roto con Dios. - Ruptura con los hombres - mundo. De esa ruptura íntima, de esa falta de paz en el corazón del pecador, surge otra ruptura: ruptura con los hombres. Y en la Biblia aparece Caín, matando a Abel y aparecen las diversidades que se van multiplicando y así también en nuestro tiempo si hay divisiones, si hay tantas cosas que nos separan y han sembrado el odio, la violencia, es porque hay pecado. Es la ruptura consecuencia de la ruptura con Dios. Cuando se ama a Dios y se está bien con Dios, también se ama al prójimo, aunque sea mi enemigo. Hay, todavía, otra ruptura fatal: la ruptura contra la naturaleza. El hombre que ha desobedecido a su Creador inmediatamente recibe la respuesta del Creador. Recuerden cuando Adán, antes del pecado -nos dice la Biblia- dominaba la creación, pero cuando cometió pecado, el desorden de sí mismo, le hace sentir miedo y siente miedo también a las fieras que ya no le obedecen. Toda esta trágica relación del cosmos es consecuencia del pecado. - Aspecto positivo, restauración de la ruptura: rehacer la armonía, integridad, etc. Ahora bien, la alianza es recoger todas esas cosas rotas. El hombre que renueva su alianza con Dios debe renovar también su alianza con la naturaleza, con los otros hombres, consigo mismo. La alianza señala etapas de la historia: Así tenemos -lo vamos a ver en estos tres primeros domingos de Cuaresma- las tres alianzas que la Biblia nos refiere. Noé, la alianza cósmica: arco iris. La de hoy, después del diluvio, nos habla de ese Dios que nos ha dicho que va a conservar la naturaleza, que va a tener las cosas: "Esta es la señal del pacto que hago con ustedes y con todo lo que vive con ustedes". Es una alianza cósmica. El arco-iris es un fenómeno del cosmos. No quiere decir que entonces se inventó el arco-iris. El arco-iris se puede explicar científicamente, Dios no lo inventó pero le dio un sentido religioso. Es como si uno de nosotros señala: Ese arco-iris sea testigo de lo que voy a prometer y siempre que lo mires, acuérdate de esta promesa. Esta es la alianza, el signo de la alianza. El arco-iris es signo de Dios que dice: no volverá a haber más diluvio en la tierra, conservaré la naturaleza pero es necesario trabajar para que haya más justicia; para que los bienes que yo he creado, se organicen según mi pensamiento. Esto es lo que San Pablo recuerda más allá en la plenitud de los tiempos, que la naturaleza creada por Dios, gime bajo el pecado. La alianza de la que nos recuerda el arco-iris, es un reclamo de que esa naturaleza que Dios conserva para la felicidad de todos los hombres, no la tienen que acaparar unos cuantos, ni tiene que ser objeto de envidias y discordias, sino que tiene que ser, así como Dios la conserva: con amor, que con amor la utilicemos para la felicidad de todos. Este domingo, pues, el recuerdo del arco-iris, como señal de la alianza cósmica de Dios con la humanidad, nos está llevando a revisar cómo utilizamos los bienes de la tierra. Cómo los idolatramos, o bien, los ponemos al servicio de la felicidad de esa alianza que debe romper las mismas rupturas, las luchas de clases, las violencias. Los odios no existieran si existiera un respeto a la alianza cósmica, al sentir que Dios, Creador de todo, quiere tener alianza con sus hijos y por eso quiere que todos sus hijos sean hermanos entre sí, la fraternidad que predicamos desde la revelación de Dios. Por eso no puedo predicar nunca la violencia, ni el odio, ni la guerrilla. Quienes dicen lo contrario, calumnian, porque lo que estoy diciendo ahora, es el reclamo que en nombre de Dios tengo que hacer: la alianza cósmica. Abraham -su descendencia- circuncisión. El próximo domingo se nos hablará de la alianza que Dios hace con Abraham. Es otra clase de ruptura que Dios quiere cancelar. Es un pueblo escogido por Dios que va a descender de Abraham, y no será el arco-iris, allí será otro signo: la circuncisión. La señal de pertenecer al pueblo judío; la circuncisión, tiene que reclamar a todos los descendientes de Abraham, a todo el pueblo escogido por Dios, que son hermanos y que tienen que formar una unidad en torno de las promesas que Dios va dando a ese pueblo. - Moisés -con el pueblo- el sábado. Dentro de tres domingos se nos hablará de Moisés. La alianza que Dios pacta con Moisés es una alianza, también, para sentirse unidos los hombres en el sentido: con Dios, el respeto a Dios y por eso. la señal de esa alianza será el sábado; el respeto del sábado que ahora los católicos llamamos el domingo el día del Señor. Venir a misa el domingo es venir a realizar la alianza con Dios. Cada misa de domingo es vivir la alianza que me hace respetar a Dios y sentir a Dios como el único Dios verdadero; frente al cual tengo que derrumbar todos los ídolos que le quieran quitar el puesto -a Dios- en mi propio corazón o en mi pueblo : ídolo del poder, ídolo del dinero, ídolo de la lujuria, ídolo de todas esas cosas que apartan a los hombres de Dios. El domingo tiene que ser para nosotros la alianza que se renueva con el Señor. Cuaresma... todo el espíritu de un pueblo comprometido por una alianza con Dios... Pero la Cuaresma, esta larga temporada, es como un largo domingo en que todos debemos de pensar: Dios ha querido hacer alianza para que los hombres seamos más unidos, para que la naturaleza cósmica se use según la voluntad de Dios. Para que nos sintamos hermanos. Esto significa, hermanos, la alianza. Y la Cuaresma es la temporada en que se nos recuerdan esas viejas alianzas de Dios para que las vivamos con la actualidad de los problemas actuales, pero con el espíritu de un Dios que nos vigila, que espera el cumplimiento de nuestros compromisos. 2. CRISTO CLAVE DE LA ALIANZA ¿Qué hace Cristo en todo este conjunto de Dios que quiere tener alianza con los hombres? La Sagrada Escritura, nos presenta hoy: "El Espíritu empujó a Jesús al desierto, 40 días, dejándose tentar por Satanás. Vivía entre alimañas y los ángeles le servían..." ¡Qué sublime imagen de Cristo! Empujado por el Espíritu. Por eso la segunda lectura ensancha un poco más este concepto del Cristo empujado por el Espíritu, porque San Pedro nos habla: "Cristo murió por los pecados una vez para siempre: el inocente por los culpables para conducirnos a Dios. Como era hombre lo mataron, pero como poseía el Espíritu, fue devuelto a la vida. Con este espíritu fue a proclamar su mensaje a los espíritus encarcelados que en un tiempo habían sido rebeldes, cuando la paciencia de Dios aguardaba en los tiempos de Noé, mientras se construía el arca, en la que unos pocos salvaron su vida cruzando las aguas". Cristo aparece en las dos lecturas del Nuevo testamento, hoy en su punto culminante. Todas esas alianzas que Dios venía haciendo con el viejo pueblo de Israel no eran más que figuras, promesas, que iban a tener su cumplimiento, su realización en la redención que Cristo iba a hacer. El verdadero arco-iris es aquellos brazos abiertos de Cristo en la cruz. La verdadera circuncisión -dice San Pablo- es la fe de los cristianos en Cristo. El verdadero día del Señor será el culto que el hombre le tribute a su Dios. Los signos de la alianza: el arco-iris, la circuncisión, el sábado; no tienen sentido, si no en Cristo que les da cumplimiento, y Cristo es la realización de todas las promesas de Dios para salvar al mundo. Por eso, Cristo, entrando al desierto de la Cuaresma para habitar entre los chacales y las fieras del desierto pero, al mismo tiempo, contando con los ángeles que le sirven, es la imagen de una redención cósmica, de un Cristo que maneja a las fieras y que se hace servir de ángeles, y que es dueño de todas las cosas, y que va a devolver las cosas al verdadero imperio de Dios. Entrar con Cristo a Cuaresma quiere decir, también apropiarse toda la riqueza de esa alianza de Cristo para salvar al mundo, para colaborar con Cristo en la salvación de la historia. - Su sangre es la alianza nueva anunciada: Muerte y Resurrección. Cuando Cristo en la última noche de su vida va a tomar el pan y el cáliz para dejarnos el recuerdo de su vida y de su pasión, nos va a decir "Este es el cáliz de mi sangre, sangre de la alianza". ¡Cómo se recoge en ese cáliz, todo el amor de Dios; toda su reconciliación con los hombres! Se derramará para perdón de todos los pecadores que quieran arrepentirse. La Cuaresma es una actualización de las alianzas eternas de Dios, pero en Cristo Jesús. La Cuaresma es un llamamiento a la reconciliación. Entrar a Cuaresma solamente para ayunar y guardar materialmente las leyes eclesiásticas de la Cuaresma, no tiene sentido. La misma Iglesia puede ser un estorbo cuando sólo cumplimos como los fariseos: con apariencia. Recuerdan el domingo pasado cuando los discípulos de Juan y los fariseos que caían en estos legalismos, criticaban a los discípulos de Cristo: "Nosotros ayunamos y ustedes, ¿por qué no ayunan?. Y Cristo les responde: Es el espíritu lo que vivifica, no la letra. Mientras el novio está en casa con la novia, los amigos del novio no ayunan. Es la hora de la felicidad, es la presencia de la salvación, es la alegría. Por más austeros que sean los hombres, y se disciplinen, y se castiguen y ayunen, y caminen de rodillas a los santuarios, pero llevan odio en el corazón, llevan rencillas, de nada sirve todo esto. La renovación de Cristo parte del amor de la fidelidad al Señor. ¡Esta es la verdadera religión, este es el Cristo de la alianza: el Cristo del amor, el Cristo de la reconciliación, el Cristo de la Bondad!. 3. EL BAUTISMO, INSERCION DE NUESTRA VIDA EN LA ALIANZA CRISTIANA ¿Cómo se hace nuestra esa alianza de Dios que se nos da en Cristo? Si Cristo murió y resucitó hace 20 siglos, ¿cómo participo yo, pobre hombre del siglo XX, en esa redención de hace veinte siglo? El arco iris y el diluvio, símbolo del bautismo que actualmente nos salva. San Pedro nos ha dado la respuesta esta mañana en la segunda lectura cuando, evocando el arco-iris y el diluvio, dice que aquello no era más que un signo. La realidad es ésta, dice San Pedro: "Aquello fue un símbolo del bautismo que actualmente los salva a ustedes: que no consiste en limpiar una suciedad corporal, sino en impetrar de Dios una conciencia pura por la resurrección de Cristo Jesús Señor Nuestro, que está a la derecha de Dios". El Bautismo es un elemento insustituible en la Cuaresma. ¿Por qué la Cuaresma de Cristo se hace mi Cuaresma? Porque por el bautismo mío, yo me he incorporado a Cristo y todo lo que Cristo hizo, es mérito mío, se traspasa a través del bautismo. ¿Por qué yo tengo esperanza de que mis pecados, por más grandes que sean, me serán perdonados? Porque Cristo murió en una cruz pagando esos pecados y ese mérito de la cruz se ha hecho tuyo o mío por el bautismo. Todo lo de Cristo es mío porque soy bautizado. ¡Qué gloria la nuestra, queridos hermanos!: por eso, la Cuaresma quiere despertar en el corazón de cada cristiano su conciencia de bautizado. El misterio pascual. Para que el Sábado Santo en la noche sintamos que todo el mérito de la cruz y toda la alegría de la resurrección se hacen mérito y alegría de esta vida pobre de un marginado, de un hombre sin trabajo, de un trabajador robado y engañado o, también, de un patrono que es justo, y que trata de vivir su cristianismo como verdadero bautizado haciendo honor a que todos los miembros de la Iglesia, aunque sean los trabajadores de su hacienda, son miembros de su propia vida, porque Cristo es la cabeza y todo lo demás, no cabe allí categorías sociales: "Ya no hay griego, ni judío; ya no hay esclavo, ni libre; ya no hay más que hermanos en Cristo". Es hermosa la igualdad que siembra el bautismo. Por el bautismo todos somos iguales por estar insertos en Cristo. Por el bautismo todos somos de igual categoría, miembros vivos de los méritos de Cristo; y si algo valemos, no es por tener más dinero, o por tener más talento, o por tener más cualidades humanas. Si algo valgo y en la medida que valgo, es porque estoy inserto, metido, en la vida de Cristo, en su cruz, en su resurrección. ¡Esta es la medida del hombre!. Por eso decía bien Pablo VI, hablando de la promoción humana: "El hombre no vale por lo que tiene, sino por lo que es. Y el hombre es, en la medida en que se apropia la vida divina que Cristo trajo al mundo. Ni siquiera los valores naturales cuentan cuando esta redención en Cristo nos está hablando que los valores humanos solamente tienen valor divino cuando los bautiza Cristo y los incorpora a sus méritos divinos". Nuevo pueblo de Dios. Esta es la Cuaresma que hemos de vivir, queridos hermanos, por eso vale la pena de ver como está este Cristo en Cuaresma. Porque el Cristo en Cuaresma en el desierto no es un personaje aislado de mi realidad. El Cristo de la Cuaresma de 1979, para mí, pueblo de Dios aquí en El Salvador, es mi Iglesia, la situación de mi pueblo. Eso es la Cuaresma de 1979. HECHOS DE LA SEMANA Quiero recordarles, ya en este afán de concretar el mensaje, cómo el Papa ha dibujado preciosamente el espíritu de la Cuaresma 1979. Dice que: "la Cuaresma tiene que tener un significado. Debe manifestar a los ojos del mundo que todo el pueblo de Dios, porque es pecador, se prepara en la penitencia: a la pasión, muerte y resurrección de Cristo. Y las privaciones de Cuaresma, ¿qué sentido tienen? -dice el Papa. Y esto tengámoslo muy en cuenta-. Privarse de algo es no sólo dar de lo superfluo, no sólo dar lo que sobra, sino, también muchas veces dar de lo necesario- como la viuda del Evangelio que sabía que su limosnita era un don recibido de Dios-. Privarse de algo es liberarse de las servidumbres de una civilización que nos incita cada vez más a la comodidad y al consumo sin siquiera preocuparse de la conservación de nuestro ambiente, patrimonio común de la humanidad. ¡Fíjense qué palabras!, que aún hacen el bien en el campo material!-. Somos víctimas de una sociedad de consumo, de lujo". Y estamos sacando cosas de consumo porque la propaganda es tremenda y tomamos cosas aún superiores a nuestro sueldo. Queremos vivir el lujo, queremos consumir como consumen todos y nos estamos haciendo víctimas, esclavos. ¿Ven como la Cuaresma rompe cadenas con su austeridad? Y el Papa decía: "Las privaciones de Cuaresma es hacer partícipes de mi hambre a los otros que tienen hambre. No esperéis -decía el Papa- a que sea muy tarde para socorrer a Cristo que está en la cárcel o sin vestidos, a Cristo que es perseguido o es refugiado, a Cristo que tiene hambre o está sin vivienda. Ayuda a nuestros hermanos y hermanas que no tienen el mínimo necesario para poder llegar a una auténtica promoción humana". Ver la Cuaresma, pues, es abrir los ojos a la miseria de los demás. Y cuando hablamos de Iglesia de los Pobres, simplemente estamos diciendo a los ricos también: vuelvan los ojos a esta Iglesia y preocúpense de los pobres como de un asunto propio. Más, aún, decíamos en Puebla: así como de un problema de Cristo que dirá en el final de la vida: "Todo lo que hiciste con uno de estos pobrecitos, conmigo lo hiciste". La Cuaresma de 1979, pues, la dibuja el Papa con esos rostros de encarcelados, de gentes sin vivienda, sin vestidos, de perseguidos, de torturados; todo esto es la Cuaresma de 1979. Y por otro lado, el Papa, hablando a un grupo de jóvenes, también les decía: la vuestra es la edad de la pregunta suprema: ¿Qué sentido tiene la vida?; Y sabemos cómo infortunadamente, gran parte del pensamiento moderno, ateo, agnóstico, secularizado, insiste en afirmar y enseñar que la interrogante: ¿Qué sentido tiene mi vida? es una enfermedad del hombre de la que es necesario curarse, afrontando con valor lo absurdo, la muerte, la nada. De allí -decía el Papa-, tenemos esas turbas de jóvenes que solamente buscan en la evasión del vicio o en la violencia sin sentido, cruel, un sentido de la vida que no podrán encontrar por allí. La Cuaresma, pues, es también una reflexión principalmente de la juventud, para darle un sentido a la vida. EN NUESTRA ARQUIDIOCESIS Esta comunidad que está en Cuaresma en nuestra Arquidiócesis, como ya les dije, va a entrar en Ejercicios espirituales esta semana. Quiero pedirles a todos muchas oraciones para que, los que vamos a hacer ejercicios junto con la temporada del Papa, nos santifiquemos y podamos servir mejor a nuestro pueblo. El martes de esta semana tendremos la reunión del clero para conocer el documento de Puebla y poder irlo poniendo en vida en nuestra diócesis. Quiero invitarles -el sábado próximo 10 de marzo, a las diez de la mañana, estaremos en la catedral, Basílica de San Miguel, junto con todos los Obispos y con todos los sacerdotes y todo el pueblo de Dios que quiera participar para entregar a la Virgen de la Paz el documento de Puebla y confiarlo a Ella para que se encarne en la realidad de la evangelización en nuestro país. ¡Ojalá, yo les quisiera suplicar, que hiciéramos una presencia muy viva de nuestra Arquidiócesis!. POR DESPERFECTOS ELECTRICOS FUE INTERRUMPIDA AQUI LA HOMILIA Al final de la misa: "Voy a dar la bendición y a continuación voy a continuar lo que no pude terminar en la homilía". Continúa... Había algunos avisos que creo conveniente que los tomen en cuenta. Era la peregrinación de la Arquidiócesis a la Reina de la Paz el próximo sábado 10, a las 10 de la mañana. Los sacerdotes planearán en la próxima reunión del clero, su participación; y esperamos que religiosas y fieles, también se aúnen a esta visita espiritual a la Virgen para llevarle los documentos de la reunión de Puebla. También, en esta Cuaresma, siguiendo el espíritu que nos ha dicho el Papa, celebramos la jornada de Sacrificio Voluntario. Campaña mundial contra el hambre a cargo del Centro Ana Guerra de Jesús, que se encargará de realizarlo y de anunciarlo oportunamente. En la parroquia de Aguilares y el Paisnal, el próximo domingo 11, se va a celebrar el segundo aniversario de la muerte trágica del P. Rutilio Grande y de los dos campesinos que cayeron con él. Se ha estado preparando esta celebración con un novenario desde el viernes de la semana que acaba de pasar; en todas las parroquias se tendrán triduos de misas y celebraciones de la palabra para reflexionar en el mensaje evangélico que dejó el P. Grande en su parroquia. El propio domingo 11, de hoy en ocho, desde las 8 de la mañana, comenzarán a concentrarse los fieles en la Parroquia de Aguilares para salir en peregrinación a la Iglesia de el Paisnal, donde están sepultados este sacerdote con sus dos cristianos. Quiero decirles que el espíritu de esta peregrinación lo ha descrito así el párroco y la comunidad dirigente de aquella Parroquia: "Es una peregrinación de carácter penitencial y reparador. Esta vez, dicen, la haremos en silencio: un silencio que no es pasividad, sino un silencio que indica la actitud de un pueblo que escucha, respetuoso de la palabra de Dios. Un Pueblo que no grita palabras de odio ni de venganza, pero que así se compromete a caminar junto a Jesús y con Jesús por este mundo: construyendo el Reino de Dios". Esta peregrinación es una celebración de Iglesia y, por tanto, ningún grupo -aunque se diga cristiano -trate de apropiársela. De la Iglesia, iremos como Iglesia. Están todos los cristianos invitados el próximo domingo, a las 8 A.M. en Aguilares. En San Pedro Perupalán se celebra, el viernes de esta semana que viene, la fiesta de su patrona: Santa Francisca. El estimado párroco, el P. Solórzano me invitó, pero por mis ejercicios espirituales y mi peregrinación a San Miguel, no podré ir, sino hasta el domingo. De modo que el próximo domingo, a las 10 1/2 estaremos en San Pedro Perupalán para saludar a aquella parroquia, y celebrar allí la liturgia de confirmación de jóvenes que ha sido preparada por el P. Solórzano y sus catequistas. La Fiesta de comunidades eclesiales de base, que se celebró en el Externado de San José, de parte de la Parroquia de Zacamil, resultó una verdadera fiesta de comunidades que me hace llevar un llamamiento a todas las parroquias para interesarse en crear, en todos los barrios y cantones, estas comunidades pequeñas que Puebla elogió y recomendó grandemente. La Vicaría de la Asunción, celebró el Miércoles de Ceniza en la Parroquia del Corazón de María la inauguración de la Cuaresma, y se le dio carácter de Arquidiócesis. Tuve la dicha de presidirla. Y quiero agradecer la presencia de muchas comunidades que participaron. Quiero felicitar, también al equipo de párrocos el cual está llevando una obra de conjunto muy útil. Por ejemplo, el martes de esta semana que viene va a inaugurar un nuevo curso del centro de Promoción de la Fe. También los felicito porque han tomado muy en serio la preparación de los sacramentos; aunque tengo que lamentar, que en este sector: de San Benito, de Colonia Escalón, etc., hay algunos agentes de pastoral, muchas veces no de nuestra diócesis, que no respetan las disposiciones pastorales de la Arquidiócesis. Yo quisiera que nos ayudaran a realizar una verdadera pastoral sacramental tal como pide la Iglesia de nuestro tiempo. El viernes que acaba de pasar, celebramos, en el centro "El Despertar" de San Antonio Abad, los 40 días de la muerte del P. Octavio Ortíz y los cuatro jóvenes que fueron asesinados con él. Fue impresionante el momento en que la comunidad entregó cinco ramos de flores rojas a las madres de los cinco matados. Hubieron lágrimas y hubo mucho sentido de solidaridad en ese momento. Quiero prevenir contra ciertos grupos de ORDEN, que contra la voluntad de los párrocos sacan Vía-Crucis, organizan procesiones y hasta hacen colectas. Deben saber que el párroco es la autoridad en cada parroquia y en los cantones respectivos, y que nadie puede arrogarse esa autoridad. De manera especial quiero denunciar que en la Parroquia de San Martín, en el cantón San José Primero, se han querido apropiar las llaves de la ermita y quieren hacer una fiesta patronal de San José; que no será católica porque está en contra de la voluntad del párroco. Un sacerdote que van a llevar, sepan que está excomulgado y que no tiene autorización para administrar ni la misa ni los sacramentos. Tengan mucho cuidado, pues, con estas celebraciones que quieren hacer verdadero cisma en nuestra Iglesia. SOBRE LA VIDA CIVICA Quiero aprovechar ahora para decir que esta comunidad que acabo de describir en esta semana, tiene también sus comentarios a la vida cívica. Creo que uno de los acontecimientos más importantes de la semana fue la derogatoria de la Ley de Defensa y Garantía del Orden Público. Queremos reconocer que ha sido atinada la medida del gobierno. Y será, quizá, un gesto y un paso de buena voluntad si a eso se juntan otros gestos y otros pasos que vayan creando confianza, que es la que hemos pedido. No queremos ser ingenuos, y esperamos el procedimiento de aquí en adelante. Estaremos muy lejos de dar credibilidad a un sincero deseo de paz y justicia si, junto con la abolición de la ley, seguimos lamentando hechos como los que esta semana tenemos que señalar. Pero sí tenemos que decir lo más positivo de esta medida: ha sido la capacidad del Gobierno de reconocer su error y empezar a corregirlo. A la Iglesia le cabe la satisfacción de haber señalado a tiempo ese error cuando contrastamos la pseudo Ley con la definición de Santo Tomás de Aquino: "Ley es la Ordenación de la razón para el bien común, promulgada por aquel que tiene responsabilidad de la comunidad". Sólo entonces puede decirse que una ley tiene el respaldo de Dios; de lo contrario, el legislador pierde su autoridad y se hace déspota, cuyo principio es la anti-ley que dice "sic volo, sic iubeo, sit pro ratione voluntas", quiere decir: así lo quiero, así lo mando, la razón es mi capricho. Quiera Dios, pues, que este vislumbre de racionalidad siga creciendo e iluminando la irracionalidad de nuestra situación. ¡Eduquémonos en pasos y gestos de paz!. Se conmemoró el 28 de febrero el segundo aniversario de los acontecimientos de Plaza Libertad en los que perdieron su vida muchos ciudadanos que denunciaban el fallo de una parcialización en las elecciones. En esta ocasión lo que más resaltó fue la ocupación militar de la ciudad: calles, plazas, terminales, etc. Un respeto sincero al Hombre y a sus derechos políticos evitaría este feo espectáculo de la represión en nuestra propia ciudad. Tenemos que lamentar la tragedia nacional del incendio de las bodegas del Hospital Rosales. Queremos hacer un llamamiento a la ayuda fraternal de acuerdo con los pensamientos del Papa que hemos leído esta mañana. Lamentamos el incendio de la Cooperativa Algodonera en Usulután el 2 de marzo. Lamentamos la muerte de un ex-regidor municipal en Aguilares, Nicolás Alas, ocurrida el 28 de febrero. Lamentamos el aparecimiento de otro cadáver: de un hombre joven, en la Laguna de Güija. El Diario de Hoy escribió esto. Fíjense que sólo leo la noticia del diario, no estoy insinuando nada, yo. "El joven - dice el diario - estaba vendado con un pedazo de tela blanca, atado de los pulgares con un cordel y con las manos hacia atrás, y en las muñecas tenía colocadas unas esposas con la llave colocada en la cerradura". También lamentamos nuevas capturas: Eleuterio Hernández. el 23 de febrero; y Marciano Meléndez Dueñas, el 24 de febrero. Dos campesinos más que no son consignados ni puesto en libertad. Están prácticamente secuestrados. Lloramos el rapto de cuatro niños pobres en Apopa. Cuando sus padres trabajan se quedan solo, llegan varios hombres en carro y los raptan. Ojalá los devuelvan como un gesto humano. Lamentamos el asesinato del Señor Carlos Borromeo Mata, el sábado 3, jefe del personal de ADOC, que fue ametrallado cuando se despedía de su hijo al salir de su casa. No tenemos noticias sobre la situación de los secuestrados desde hace muchas semanas. Como miembro de la Comisión Mediadora a petición de los mismos responsables del secuestro, quiero expresar la preocupación y el deseo de que se busque una solución humanitaria a este problema que ya envejece demasiado. Tampoco han sido liberados los obreros Macario Miranda Mejía, Oscar Armando Interiano, Santos Martínez González; un campesino y dos obreros capturados desde hace varias semanas. Quisiéramos, también, que se pusiera un esfuerzo en arreglar los conflictos laborales de: Pronac, Sindicato de Pezca, La Constancia,. Queremos aclarar, contra algunos falsos rumores, que el Socorro Jurídico de la Iglesia no ha tenido ninguna participación en estos casos. Quiero denunciar el caso del Señor Jaime Baires. Lo visité en su lecho de moribundo en el Hospital Rosales. El se encuentra en la sección de quemados, con heridas y quemaduras graves en todo el cuerpo. El es licenciado en Ciencias Sociales y Económicas, en Francia. Se encontraba alejado de toda actividad, únicamente recibiendo tratamiento médico. El 23 de febrero salió de su casa, y cuando pasaba frente al Cuartel San Carlos, fue capturado. Posiblemente fue confundido con su hermano Federico, quien hace unos años fue presidente de AGEUS y hoy se encuentra en Costa Rica. Hemos encontrado a Jaime en el Hospital, con un pronóstico reservado a consecuencia de las torturas que le fueron infligidas. Ayer estaba en estado agónico. Yo quiero pedir, a propósito de todos estos casos, el respeto a la dignidad del hombre, sin ese concepto es demás que se promulguen leyes o se deroguen leyes, porque las leyes son para los hombres.... la frase de Jesucristo queda en pie: "No son hombres para las leyes, sino leyes para los hombres." PENSAMIENTO FINAL Hermanos, este es el Cristo de nuestra Cuaresma de 1979: la situación de nuestro pueblo. Preparémonos para celebrar la Pascua. La historia de la Cuaresma es rica en estas preparaciones. Tenemos el ejemplo de las comunidades cristianas que se fueron formando. - Catecúmenos, penitentes, fieles... Había tres grupos de cristianos que se preparaban para la Pascua: los catecúmenos, o sea los que ya dispuestos durante un largo curso de conocimientos cristianos se sentían capaces de recibir en la próxima Pascua, el Sábado Santo en la noche, el Bautismo. Durante toda la Cuaresma se les preparaba ya con una preparación próxima para ese gran sacramento que incorpora al hombre en la muerte y en la resurrección de Cristo. El otro grupo era el de penitentes: todos los que habían cometido por fragilidad, por debilidad o por malicia, pecados que los segregaban del Cuerpo de la Iglesia: pasaban su Cuaresma disponiéndose para recibir la absolución que se les daba el Jueves Santo -Era la Misa de la Reconciliación- para estar listos ya, a la noche de la Pascua, como muertos que habían revivido, como hijos pródigos que habían retornado. Eran estos dos grupos: los catecúmenos y los penitentes, como el objeto del cariño especial de la Iglesia misericordiosa, Madre Fecunda, que en cada bautismo da un nuevo hijo a la vida eterna y que, en cada absolución sacramental, resucita a un muerto del pecado de la vida eterna. El tercer grupo -era hermoso ese título que se nos da a los cristianos-: los fieles, reconocían sus tibiezas, sus debilidades, sus tentaciones: pero, gracias a Dios, eran fieles a su bautismo, no habían traicionado su fidelidad al Señor; sin embargo, era un grupo que se preparaba para que en la nueva Pascua como que se reverdeciera esa fe. Y así teníamos que con nuevos bautizados, los catecúmenos se preparaban, con penitentes que volvían del pecado a la reconciliación y con fieles que caminaban al Señor, una Iglesia resucitada, una Pascua desde Cristo la cabeza hasta el último que se acababa de bautizar. Meta: la Pascua. Hermanos, les digo todo este panorama litúrgico de Cuaresma y de Pascua, anunciándoles ya, desde ahora, que el Sábado Santo en la noche tiene que ser el momento culminante de toda esta temporada. Ya los jóvenes, desde que se confirmaron en Pentecostés el año pasado, anunciaron una Pascua de jóvenes para este año y la han estado preparando. Otros jóvenes y catequistas, comunidades, también se preparan para hacer una noche Santa de Pascua. Tenemos que conjurar una tentación que nos destruye la Semana Santa: es la fuga hacia el mar, haca las haciendas. Es tiempo de descanso y comprendo que muchos no lo hacen por maldad, ni por mala voluntad; pero sí sería bueno que, al menos el Sábado Santo en la noche, si en verdad hamos seguido a Cristo en la Cuaresma y con su cruz, lo acompañemos como miembros de su Iglesia cantando la gloria de la resurrección en nuestra propia vida. Organicemos nuestra vacación de Semana Santa de modo que, el Sábado Santo en la noche, sea como un punto culminante también de la vacación: una participación en la gracia de la pascua. ¡Preparémonos, queridos hermanos de todas las comunidades y de todas las parroquias, una noche Santa! ¡Que de veras sea como el broche final de esta temporada que estamos iniciando: la Cuaresma!..... NOTA: Antes de la homilía del Sr. Arzobispo de San Salvador, Mons. Romero, el Dr. Jorge Lara Braud representante del Consejo Mundial de Iglesias en Ginebra y representante del Consejo de Iglesias de Estados Unidos, dio el pésame al pueblo salvadoreño. Entre otras cosas dijo: "Puedo escuchar al sacerdote Octavio Ortíz Luna ya desde la eternidad, donde no hay más muerte ni llanto, diciéndonos a cada uno de nosotros sus hermanos sobrevivientes: 'ahora me gozo en lo que padezco por ustedes y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo para bien de su cuerpo: La Iglesia'... en representación de mi país adoptivo los Estados Unidos de Norte América, en representación de estos cristianos de mi país adoptivo, pido perdón a ustedes, mis hermanos salvadoreños, en la medida en que este mi país apoya un orden social que fabrica pobres y que premia a opresores. El Consejo Mundial de Iglesias y el Consejo Nacional de Iglesias, se une a todos ustedes en el luto de este día, pero también se unen a ustedes en esta alegría subversiva que puede decir que a Octavio Ortíz Luna y a sus hermanos no los han matado, no los han asesinado, les han dado vida eterna."
A continuación pronunció su homilía el Sr. Arzobispo de San Salvador. Queridos hermanos sacerdotes: ¡Gracias por haber venido a expresar, aun sacrificando sus propios horarios dominicales, su solidaridad que en momentos tan solemnes nos hace sentirnos tan hermanos! Gracias también a esa voz ecuménica de nuestro hermano Pastor Jorge Lara Braud quien, en su breve mensaje, nos da un gran aliento en nuestro peregrinar que une profundamente a todos aquellos: sean protestantes, ortodoxos o católicos, pero que tratan ser fieles intérpretes de un evangelio tan difícil en esta hora de tantas susceptibilidades. Y, así resulta que el pueblo católico, rodeando hoy los cadáveres de un sacerdote muy querido, el P. Octavio Ortíz, y de los cadáveres de cuatro jovencitos que murieron acribillados con él: Ángel Morales, Jorge Alberto Gómez, Roberto Orellana y David Alberto Caballero, es un pueblo con perspectivas ecuménicas y escatológicas. Esa multitud que llena la Catedral y el parque, que es una multitud que no se circunscribe a este local -a través de la radio se extiende a casi toda la República y más allá de la diócesis y de la Patria- se extiende unida en fe y esperanza con todo el pueblo de Dios que peregrina en todos los países de la tierra. Creo, hermanos, que pocas veces como hoy se siente lo que es misa dominical, que el Concilio Vaticano II definió como una: "tradición apostólica que se remonta hasta el mismo día de la Resurrección. La Iglesia celebra el misterio pascual -muerte y resurrección- cada ocho días en el día que por eso se llama Día del Señor o día domingo. Este día los fieles deben reunirse para oír la palabra de Dios y participar en la Eucaristía, acordándose de la pasión, resurrección y gloria del Señor Jesús y dar gracias a Dios que los ha regenerado en la esperanza viva por la resurrección de Jesucristo de entre los muertos". Y esta esperanza y esta participación en la muerte y en la resurrección de Cristo, se hacen hoy vivencia dolorosa en torno de esos cadáveres que nos predican precisamente el lenguaje de las tres lecturas que hoy acabamos de escuchar. Las comunidades reunidas... liturgia de la tierra que ya pregunta la del cielo... Antes de reflexionar en esas lecturas, quiero pensar en ustedes que forman esa muchedumbre. Son comunidades que han venido desde diversos horizontes de la diócesis y de la patria. Y sentimos también cómo la liturgia de la tierra, esta misa de la Catedral -de la Catedral que se sintió pequeña ante la invasión de amor y de fe en todos ustedes y por eso ha tenido que salir a la calle- esta comunión que nos une, ésa sea con la liturgia del cielo. Nos está haciendo preguntar casi sensible, en la presencia de esos cadáveres que no están muertos sino que son peregrinos que ya van llegando a la vida verdadera, para que nosotros, comunidad que todavía peregrina, afiancemos todavía más esa esperanza que ya es grande en el corazón de todos ustedes. Es una comunidad eclesial que en esta semana puede contar acontecimientos como todas las semanas los vamos contando. HECHOS ECLESIALES La gran expectativa que nuestro Continente está sintiendo ante el viaje del Papa a México y a la reunión de Puebla. Mi corazón se divide ante esta expectativa: el anhelo sincero de ir al encuentro con el Papa y con mis hermanos Obispos del Continente no en viaje de paseo, ni de descanso, sino en una búsqueda de un mejor servicio a la diócesis; y en un deseo de aportar la riqueza insondable de nuestra Arquidiócesis que es grande: son ustedes, son sus comunidades, es su fe, es su sufrimiento, es su persecución. Y siento entonces aquello de Pablo: "Quisiera quedarme con ustedes en una hora tan dolorosa y tan peligrosa de nuestra Iglesia; pero por otra parte, siento la necesidad de llevar esta voz para hacerla sentir en Puebla a las amplitudes del Continente y del mundo. Y débil, porque aunque Pastor soy un pobre cristiano, sin embargo, siento que mi fe se robustece en el contacto con el Romano Pontífice". Por eso, hermanos, yo les pido permiso de dejarlos un momentito en la orfandad para ir a llevar la riqueza de ustedes y traer la fortaleza del Papa, y de mis hermanos obispos, que se van a reunir en Puebla. Y quiero suplicarles sus oraciones. Yo quiero ser la presencia de una Arquidiócesis en oración. ¡Que nadie deje de rezar mucho! Hoy tenemos cinco nuevos intercesores en el cielo que aman esta diócesis; y para servirla, precisamente mejor, estaban preparándose en ese convivio donde encontraron la muerte. Oremos, entonces, para que Puebla sea lo que espera América y el mundo de ella. ¡Es hermoso esto! Yo quiero recoger como voz de todos ustedes, queridos hermanos, el telegrama del P. Alex Poprawa, de las Flores, de Chalatenango, me envía con un cariño fraternal, diciéndome: "Viejita pobre paga misa favor buen viaje Monseñor México. Alégrome profunda fe. Saludos." Como esta viejita en oración, yo quiero contar con todas las plegarias de todos los que formamos la Iglesia de la Arquidiócesis. Quiero dejar también una recomendación: ¡Mucho cuidado con la manipulación de las noticias! ¡Mucho cuidado!, porque Puebla está siendo como una presa sabrosa para todos aquellos que distorsionan la verdad de las cosas, y después de haber visto la brutal desfiguración de los hechos que estamos lamentando en esta mañana, hay razones también, para temer que un hecho tan sagrado y de tanta esperanza lo echen a perder los intereses mezquinos de nuestra política, de nuestra potencia económica, de nuestros medios de comunicación social. Seamos superiores a todo eso y tratemos de vivir el verdadero mensaje de Puebla que tendrán el cuidado de estar transmitiendo nuestros medios de comunicación social. Esta comunidad que está reunida aquí, junto a la Catedral, es la comunidad del Octavario por la Unidad de las Iglesias como nos lo acaba de recordar nuestro estimado hermano Jorge Lara Braud. Una esperanza de unión que está orando en todos los templos católicos y protestantes, que no se dejan manipular su evangelio sino que saben que el evangelio no es un juguete ni de la política, ni de las conveniencias, sino que tiene que ser muy superior y ser capaz de renunciar a todo aquello que empaña el mensaje auténtico del evangelio. Seguiremos buscando con nuestros hermanos protestantes un evangelio que sea verdaderamente de servicio a nuestro pueblo tan sufrido. Quiero expresar también, en este momento de dolor nuestro pésame a dos hermanos sacerdotes: el P. Gabriel Rodríguez, que llora la muerte de su papá. Y al P. Porfirio Martínez, de la diócesis de San Vicente, por el asesinato de su hermano Gilberto, vecino de San Francisco, Chinameca. Quiero complacerme con ustedes en esta comunidad por el espíritu de compartición que todos tratan de cultivar, y que lo expresa desde New York un cristiano de nuestras comunidades: Marcos Luis Maldonado, que al enviar $ 100.00 me dice: "es una pequeña ayuda para la gente que esté más necesitada en estos momentos de mi país... con todo cariño y ganado con mi esfuerzo; pues para poder sobrevivir he tenido que alejarme de mis seres queridos y de mi patria que es lo que menos quisiera en esta Navidad". Es la Iglesia que está aquí reunida, la que recibe también un espaldarazo de un gran prelado de América del Sur. Me escribió y ayer recibía su carta: P. Mons. Leonidas Proaño, de Río Bamba, Ecuador, para decirme: "Seguimos con interés los dolorosos acontecimientos de El Salvador. Estamos junto a usted y a todos los cristianos que están sufriendo por causa del evangelio. Espero que nos podremos ver con ocasión de la Conferencia de Puebla y reconfortarnos mutuamente en nuestra lucha por hacer nacer un pueblo que se convierta en el pueblo de Dios y que marche hacia su liberación integral". No puedo omitir -las noticias que se han omitido las podrán seguir escuchando en nuestros medios de comunicación social-, un hecho que nos congrega aquí, de la plenitud de la vida de nuestra Arquidiócesis: El caso sangriento y doloroso de Octavio Ortíz Luna. Acerca de esto, la diócesis declara: que el comunicado oficial que publicaron los medios de comunicación social es mentiroso del principio al fin. Nuestros medios de comunicación social están señalando ya, una a una, todas esas calumnias que teje, en tan pocas líneas, un comunicado que debía de guardar la fe de la patria. Gracias a Dios, contamos para reconstruir la verdad con el testimonio de muchos que sobreviven a la tragedia, llevados a la prisión de Guardia Nacional. Y gracias a Dios, entonces, que no sucedió aquí con Octavio Ortíz lo que sucedió con nuestro pobre hermano Ernesto Barrera, cuyo único testigo que hubiera podido aclararnos la verdad, fue asesinado por los mismos agentes de seguridad para dejar sin testigos aquel crimen oficial. Este es el primer testimonio que tenemos a la mano: "... este día, a las seis horas de la mañana, cuando me encontraba durmiendo..." Durmiendo, tengan en cuenta todos estos detalles, era una convivencia de jóvenes de iniciación cristiana, no eran hombres armados para defenderse, estaban durmiendo. "... en el local que ocupa la casa de retiros para grupos cristianos denominada 'El Despertar'..." El que no conozca esta casa, lo invito a conocerla para que vea que no tiene el aspecto de un cuartel, ni tiene las intenciones de fomentar allí guerrilleros, sino que desde hace muchos años viene sirviendo para promover grupos de cristianos con criterios de evangelio, que naturalmente son criterios muy peligrosos en nuestro tiempo. "...propiedad del Arzobispo de San Salvador, situada en San Antonio Abad, de este departamento..." Sigue el testigo diciendo "...se introdujeron de forma violenta muchos miembros uniformados de la Guardia y Policía Nacional, quienes ingresaron al local referido disparando sus armas. En ese acto un vehículo grande de color verde, de los que denominan tanquetas militares junto a un vehículo jeep militar entraron violentamente al centro de retiros cristianos, ubicándose en el patio central. En este centro me encontraba -dice el testigo- dirigiendo, junto con el P. Octavio Ortíz Luna, sacerdote católico y diez jóvenes más un encuentro de iniciación cristiana para veintiocho jóvenes varones, cuyas edades oscilan entre los doce y veinte años. Que este lugar se destina para formación cristiana exclusivamente, y no se han propiciado en ese lugar otro tipo de reuniones en las que se conspire contra el Estado, como tampoco que en estas reuniones se sustenten doctrinas anárquicas contrarias al orden público. Que en este cursillo denominado 'Encuentro de Iniciación Cristiana para jóvenes', y el cual había sido iniciado el día viernes diecinueve de los corrientes a las diecisiete horas, se utilizaron libros de cancioneros católicos, y los instrumentos que ahí se encontraban eran de tipo musical, como guitarras, no existiendo en poder de ninguno de los participantes en dicho encuentro cristiano armas de ninguna clase. Antes de ser capturado por miembros uniformados de la Policía Nacional, pude ver que exactamente enfrente de las oficinas, a la entrada de éstas y casi en la entrada principal se encontraba en el suelo, encima de un 'charco' de sangre el sacerdote Octavio Ortíz, que sangraba de la cabeza. Los Agentes de la Policía me trasladaron juntamente con una dirigente del equipo de formación cristiana, en un radio-patrulla hacia el cuartel central de la Guardia Nacional, en donde nos interrogaron y donde manifesté todo lo dicho hasta este momento en el presente documento. Entre los interrogatorios, había también cuestiones acerca del Obispo, si era verdad que llegaba a sembrar la subversión en aquellos centros". Este comunicado de nuestra Arquidiócesis, al que se irán sumando otros testimonios, gracias a Dios, quiere hacer ver el contraste de la versión de la mentira del Gobierno y la realidad vivida por los testigos. Cabe sacar algunas conclusiones: a) Que nuestros Cuerpos de Seguridad no son capaces de reconocer sus errores sino que los hacen más graves falsificando la verdad con la calumnia. Y así van echando a perder cada día más la credibilidad de nuestro Gobierno y de nuestros medios de comunicación social, obligándonos a acudir a los organismos y publicaciones internacionales porque ya no creemos en la justicia y en la verdad de nuestro propio ambiente. b) Que, por tanto, es urgente una purificación del sistema corrupto de la seguridad de nuestro país. El sentido de frustración de nuestro pueblo se agrava cuando aparecía un rayito de esperanza en el cambio de la dirección de cierto cuerpo de seguridad, que ahora parece apagarse ante la realidad brutal que estamos aquí denunciando. c) Que se compruebe una vez más la maldad y el peligro de la Ley de Garantía y Orden Público al legalizar las posibles sospechas como justificaciones de actividades violatorias de la libertad y de la vida de los salvadoreños. d) Que ¡ya basta! -Y lo decimos no con pesimismo sino con un gran optimismo en las fuerzas de nuestro noble pueblo-. El ambiente se ha saturado de brutalidad y es necesario un retorno a la reflexión que haga sentirnos seres racionales capaces de buscar las raíces de nuestros males y realizar sin miedo los cambios audaces y urgentes que necesita nuestra sociedad. e) Finalmente -quiero recordar- que los autores materiales e intelectuales del asesinato del sacerdote Octavio Ortíz han incurrido en la excomunión canónica, que en este caso -no es otra cosa la excomunión de la Iglesia, ¡bendito sea Dios!, de la que muchos se ríen. Tal vez les hace pensar en esta Iglesia identificada con el pueblo- ratifica la excomunión o sea el repudio del mismo pueblo. Pero que la Iglesia, como madre que en su severidad no olvida la misericordia, así como ora por el descanso eterno de las víctimas y el consuelo de sus familias que lloran, pide también y espera, la conversión de los asesinos. El cadáver de Octavio Ortíz Luna, sacerdote... y los cuatro jóvenes matados ayer con él... nos predican en lenguaje pascual... ¡Ésta es nuestra Iglesia! Diríamos que junto a nuestro pueblo, como trayéndonos un mensaje transcendente, los cuatro cadáveres de los jovencitos que se reunían bajo la dirección del P. Ortíz y sobre todo el P. Ortíz, son a los que tenemos que escuchar en el silencio de la muerte. Breve historia del P. Octavio Ortíz ¡P. Ortíz!, un joven sacerdote, nacido apenas el 22 de marzo de 1944, en un cantón de Cacaopera, Departamento de Morazarán. Conservó su sencillez de campesino, sabía que la grandeza del hombre no es de apariencias sino la verdad. A sus padres: don Alejandro Ortíz y dona Exaltación Luna, ambos también gloriosos de su estilo campesino, están aquí entre nosotros. A ellos, lo mismo que a los parientes de los cuatro difuntos, nuestra condolencia. Vino a estudiar el P. Ortíz, en nuestro Seminario San José de la Montaña y yo tuve la dicha de ser el Obispo que lo consagré sacerdote. ¡Es la primicia de mi episcopado! Estrenó su sacerdocio en la comunidad de Zacamil, a la que amó siempre. Al momento de ser asesinado el P. Octavio Ortíz Luna, estaba en plena actividad. Si se me pidiera cómo fue su ultimo día, lo puedo describir perfectamente: por la mañana, trabajando con los organizadores de la Semana de Identidad Sacerdotal para hacer una síntesis del rico mensaje que nos dejó esa semana; y por la tarde, en una reunión pro-Seminario que yo presidí. Octavio fue el que llevaba la coordinación; con una gracia muy especial sabía él llevar estas juntas y resultaban muy fructuosas. De ahí salió para San Antonio Abad a celebrar la misa del Patronato y, a continuación por la noche, a inaugurar o a dar puntos de reflexión a los treinta y tantos jóvenes, a los cuales la Madre Chepita después concretaba con dos preguntas la reflexión espiritual a la que se tenían que levantar el día en que "El Despertar" fue un despertar horrible, de muerte, para darnos este mensaje doloroso de hoy. Este pueblo que está reflexionando aquí junto a la Catedral. Quiero reflexionar sobre las lecturas bíblicas -perdonen, no me voy a prolongar tanto- solamente para enfocar desde el Evangelio, desde la teología, desde la pastoral, nuestra realidad. Quiero ratificar que mis predicaciones no son políticas, son predicaciones que naturalmente tocan la política, tocan la realidad del pueblo pero para iluminarlas y decirles qué es lo que Dios quiere y qué es lo que Dios no quiere. La palabra que ahora ilumina este hecho sangriento la hemos escuchado, aunque con dificultades por el mal sistema de sonido, pero podíamos decir que todo el mensaje en esta circunstancia podía llevar este título: UN MENSAJE QUE NOS HABLA DE RESURRECCION 1º.) Presencia de un mundo nuevo. 2º.) Se acepta por la conversión. 3º.) Se vive por la fe. 1. PRESENCIA DE UN MUNDO NUEVO Nínive... prototipo del mundo frívolo de la grandeza humana... Nínive, en la primera lectura aparece como el prototipo de las grandes ciudades frívolas, egoístas, pecadoras. Y a este mundo frívolo, Dios le manda el mensaje de Jonás que dice: "Dentro de 40 días, si esta ciudad no se convierte, Dios la va a arrasar". Pero nos cuenta la lectura de hoy que aquel momento fue aprovechado por Nínive y todos hicieron penitencia y Dios perdonó a la ciudad. Cristo, el máximo maestro de este domingo, nos dice: "Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios". Este plazo que se ha cumplido, es precisamente el Cristo resucitado. El ha abierto una nueva etapa en el mundo y dichosos aquellos que encuentran ese secreto de resurrección, porque entonces, la vida, a pesar de los crímenes, de las maldades, es un mundo que para los cristianos es fuerza y marco de la salvación. "El momento es apremiante... la figura de este mundo pasa". Dios salva en la historia concreta de cada pueblo y de cada hombre, y " hay que vivir, dice San Pablo, los que están casados, como si no lo estuvieran; los que sufren como si no sufrieran; los que gozan como si no existiera el placer, sabiendo que la figura de este mundo pasa". Octavio encontró un tesoro... lo estaba dando a estos jóvenes... Este es el gran mensaje de Octavio y los muertos: la figura de este mundo pasa y sólo queda la alegría de haber usado este mundo para haber impulsado allí el reino de Dios. Pasarán por la figura del mundo todos los boatos, todos los triunfos, todos los capitalismos egoístas, todos los falsos éxitos de la vida. Todo eso pasa, lo que no pasa es el amor, el haber convertido en servicio de los demás el dinero, los haberes, el servicio de la profesión, el haber tenido la dicha de compartir y de sentir hermanos a todos los hombres. En la tarde de la vida te juzgarán por el amor. A Octavio y los jóvencitos muertos con él, en eso los ha juzgado Dios el Señor: en el amor. 2. SE ACEPTA (ESE MUNDO) POR LA CONVERSIÓN Qué hermoso podrá presentarse un sacerdote pobre, renunciador de todo con la sencillez de un campesino que se gloría de esa categoría, para saberse hacer más accesible a todo aquel que quiere encontrar en ese evangelio que lleva características de pobre, de necesitado, el gran mensaje que Dios trae para salvar al mundo: el uso de los bienes de la tierra, en un convertido, San Pablo nos lo ha enseñado en las lecturas de hoy. La razón de esa conversión es porque no se puede servir a dos señores. Sólo hay un Dios y ese Dios o será el verdadero que nos pide la renuncia de las cosas cuando se convierten en pecado; o es el dios dinero que nos obliga también a estar de espaldas al Dios del cristianismo. Y porque quisieran un Dios de espaldas al verdadero Dios, muchos critican esta Iglesia y matan a Octavio y matan todo movimiento que está tratando de derrotar los ídolos de los falsos dioses y está tratando de darnos el Dios verdadero. 3. (EN ESE MUNDO NUEVO) SE VIVE POR LA FE Por eso, hermanos, Cristo dice: "Se acerca el reino de Dios, conviértanse y crean a la buena noticia: la fe". El Evangelio sigue contándonos hoy las primeras cuatro vocaciones de la jerarquía eclesiástica: Pedro, hermano de Andrés; Juan, hermano de Santiago, lo dejan todo cuando el Señor los invita a que su conversión no sea simplemente un dejar de hacer el pecado, sino un cumplir la voluntad de Dios. Yo quiero decirles a mis queridos hermanos sacerdotes -y gracias por estar atentos a esta palabra- que este centenar de sacerdotes significando su presencia con la estola sacerdotal, en torno al altar, son los sucesores de Pedro, de Andrés, de Santiago, de Juan y que lo que Dios nos pide, es precisamente lo que les pidió a aquellos y le pidió a Octavio y hoy esa sucesión nos deja un ejemplo con estola de sangre, con casulla de dolor, con su cara desfigurada. El pobre Octavio murió con la cara apachada. ¿Qué le pasó encima? No lo sabemos, pero el médico dice: "Murió de un aplastamiento". Para arreglarlo en la funeraria Auxiliadora tuvieron que hacer grandes esfuerzos, no pudieron dejarlo como era. Octavio ya se transformó, porque dio su cara por Cristo. Esto nos pide el Señor. Y me alegro de decirles, queridos hermanos cristianos, que hoy, cuando es más peligroso ser sacerdote, es cuando estamos recibiendo más vocaciones en el seminario. Este año va a batir el récord, 27 jóvenes bachilleres están ya a las puertas del nuevo curso del Seminario, porque este reino de Dios que está en el mundo es un reino de Dios que a los nobles, a los jóvenes, verdaderamente les hace decir como aquel del evangelio: "Vayamos con Él y muramos con Él". Todo estado es vocación... la misma situación social es el marco de la santidad de cada uno. En la segunda lectura cuando Pablo, hablando a las situaciones concretas en que viven los hombres: unos casados, otros sin compromisos matrimoniales, unos esclavos, otros señores, les dice que ese marco concreto en el cual viven, es donde Dios los quiere santificar, con tal que ese marco histórico lo purifiquen de todo pecado. Toda situación en el mundo es buena para ser santo con tal que el hombre muestre en esa situación que no está de acuerdo con el pecado. De ahí que la lucha de los cristianos es por convertirse ellos y convertir al mundo del pecado al reino de Dios que ya está cerca. Toda vocación es un agente de cambio en un mundo donde el pecado está entronizado. Esta comunidad que ha hecho esta reflexión bajo la luz de la palabra de Dios, vive en un mundo donde el pecado está entronizado y es la lucha del reino de Dios. Una lucha para la que no se necesitan tanquetas ni metralletas. Una lucha para la que no se necesita espada o fusil. La lucha se bate con guitarras y canciones de Iglesia; se siembra en el corazón y se reforma un mundo, porque "la violencia aun cuando tiene motivaciones justas, es siempre violencia y no es eficaz y no es digna", decía el Papa. Ojalá los que ante hechos como éste, sienten el natural instinto de la venganza y de la violencia, se sepan dominar y sepan que hay una violencia muy superior a la de las tanquetas y también a la de las guerrillas, es la violencia de Cristo: ¡Padre perdónalos porque no saben, son ignorantes, pobrecitos! El reconocimiento de esa superioridad es más fuerte que la misma violencia de las armas, que no hace más que hacer más brutos a los hombres, porque el animal no tiene armas. Por eso ha sido ésta una semana en la que tenemos que llorar. HECHOS DE LA SEMANA La presencia de esos cadáveres viene a ser como la síntesis del secuestro del Señor Ernesto Liebes, que no se sabe dónde está y su mala salud hace presagiar desenlaces trágicos. ¡Ténganlo en cuenta violentos del secuestro! El secuestro no es civilización como no es civilización los desaparecidos, ni los encarcelados sin juicio. Eso es salvajismo, todo eso. Quiero decir que los secuestrados: dos ingleses y un japonés, siguen secuestrados y que no se les libera mientras no se dé libertad a los cinco desaparecidos. Ojalá el Señor conmueva los corazones y se lleve a cabo esta libertad de estos hermanos nuestros. Es una semana en que hemos de recordar cómo el F.A.P.U. se tomó la Cruz Roja, la embajada de México y las oficinas de la O.E.A. Intentó además tomarse la hacienda Chanmico. Pedían con eso una publicidad para derogar la Ley del Orden Público y pedir la Amnistía general. El fruto ha sido: 30 asilados, 86 detenidos y 19 consignados ante Cámaras. Se evidenció internacionalmente la falta de libertad de expresión que existe en nuestro país, por la cual se ven obligados a tomar estas medidas de presión a las cuales reaccionan inflexible y brutalmente los cuerpos de seguridad. Quiero hacer constar también que yo no puedo hacer nada en este conflicto, porque a pesar de pedírseme de la misma O.E.A. de Washington que interviniera, le tuve que decir que cuando envié la misión de sacerdotes, se les quitaron los pasaportes y cédulas y se les desconoció. Aquí no se reconoce a la Iglesia como una fuerza que ama los derechos de los hombres. El Señor Presidente, a pesar de todo esto, ha dicho en México que no hay persecución a la Iglesia. Y compromete a nuestros periódicos poniendo en titulares de primera página un hecho que aquí la Catedral lo está evidenciando, lo mentiroso que es. El Señor Presidente acusó en México crisis en la Iglesia a causa de clérigos tercer-mundistas. Denunció la predicación del Arzobispo como una predicación política y que no tiene la espiritualidad que otros sacerdotes sí siguen predicando. Que me estoy aprovechando de mi predicación para promover mi candidatura del Premio Nobel. ¡Qué tan vanidoso me creen! A la pregunta sobre si ¿existen en El Salvador los catorce?. El Señor Presidente negó, que no existe nada de eso; como también negó que existieran desaparecidos y reos políticos. Anoche mismo, un periodista de México me llamaba por teléfono y me preguntaba qué pensaba yo de las declaraciones, le digo: -no las conozco todavía. Y él me las leyó por teléfono. Le digo: - Pues la mejor respuesta es que usted publique en su diario lo que estamos viviendo en este momento aquí: Un sacerdote asesinado por la Guardia Nacional y cuatro jovencitos más murieron con él. Y se interesó mucho por la noticia. Y al preguntarme cómo me explico la campaña calumniosa y difamatoria contra el Arzobispo y el Clero le dije: - Esa es precisamente la razón por qué decimos que hay persecución en la Iglesia: la campaña de psicosis entre las comunidades cristianas, ¿no es persecución?. ¿No es también persecución el atropello de los derechos humanos y del pueblo?, porque la Iglesia siente que ese es su ministerio: defender la imagen de Dios en el hombre. Y le decía yo para terminar: Fíjese que el conflicto no es entre la Iglesia y el Gobierno, es entre Gobierno y pueblo, la Iglesia está con el pueblo y el pueblo está con la Iglesia, ¡gracias a Dios!... PENSAMIENTO QUE NOS LLEVA AL ALTAR Hermanos, a la luz de la palabra de Dios, estos acontecimientos, estas realidades nuestras, nos dicen que sólo hay una salvación: Cristo Señor. Por eso el evangelio de Marcos que nos va a llevar ya al altar, nos dice: el reino de Dios está cerca, ya se cumplió el tiempo, conviértanse y crean. Señor, hoy nuestra conversión y nuestra fe se apoya en esos personajes que están allí en los ataúdes. Son los mensajeros de la realidad de nuestro pueblo y de las aspiraciones nobles de la Iglesia que no quiere otra cosa más que la salvación del pueblo. Y mira Señor, esta muchedumbre reunida en tu Catedral, es la plegaria de un pueblo que gime, que llora, pero no desespera, porque sabe que Cristo no ha mentido. El Reino está cerca y sólo nos pide que nos convirtamos y que creamos en Él. Vamos a responder a este Credo. Creemos en un sólo Dios.... Nota. Antes de la homilía del Sr. Arzobispo, los sacerdotes Plácido Erdozaín y Rutilio Sánchez hablaron al pueblo salvadoreño en nombre de los sacerdotes de la Arquidiócesis, para denunciar la continuación de la campaña difamatoria contra el clero, aparecida esta vez en una hoja volante en la que se presenta la lista de diez sacerdotes "que de manera maliciosa se les quiere involucrar como parte del movimiento guerrillero de El Salvador". También se solidarizaron con el Sr. Arzobispo de San Salvador, Mons. Oscar A. Romero por las amenazas a muerte hechas a su persona.
Queridos hermanos, estimados radio-oyentes: Quiero sentirme con mis queridos sacerdotes aquí presentes, que representan a todo un numeroso presbiterio donde se piensa con toda libertad dentro de ese pluralismo de ideas que la Iglesia admite mientras están en comunión con la doctrina y con la disciplina de la Iglesia, orgulloso y compactado por esos sentimientos de fidelidad al evangelio. Desde ahí prestan un servicio fiel al pueblo, a pesar de todas las amenazas y dificultades. Éste ha sido el fruto de una semana que titulamos de "Identidad Sacerdotal". Fue sobre la base de una encuesta que el Senado Presbiterial levantó entre todos los presbíteros en forma anónima para que fueran libres de expresar su pensamiento, su juicio, acerca del Obispo y acerca de la línea pastoral que se está llevando en la Arquidiócesis. Después se analizó. Expertos en sociología nos dieron la interpretación sociológica de esa encuesta. Expertos en teología estudiaron el aspecto teológico de esas respuestas y expertos en pastoral sacaron también las deducciones pastorales de esa multiplicidad de opiniones. Y les digo: ahora al terminar, de nuevo me siento orgulloso de mi clero, porque con toda libertad ha aparecido allí una inmensa mayoría de acuerdo en todo. Y aún la minoría que no está plenamente de acuerdo, me da la confianza de que ha sido una encuesta plenamente sincera. Yo les decía al terminar: si hubiera sido el 100% positiva, no creyera en ustedes, pero porque ha salido un porcentaje reducido, de oposición no diríamos, sino simplemente de divergencia en algunos aspectos, creo en la sinceridad de esa encuesta que avalora y me da como un espaldarazo a este proceder de parte del clero y del pueblo que ellos representan. Les digo con confianza, queridos hermanos, sigamos adelante por donde creo que el Señor va inspirando el caminar de esta Iglesia particular que es la Arquidiócesis de San Salvador, y donde florecen cosas tan bellas. ¡Yo felicito a los sacerdotes! El gesto práctico de venir hoy a concelebrar conmigo, los que a pesar de sus deberes parroquiales han podido venir, está indicando que no fue simplemente una semana de sentimentalismo o de superficialidades, sino que ha bajado a un fondo práctico de comunión y solidaridad con el Arzobispo. Y ahora puedo repetir lo que ya otras veces he dicho y lo diré siempre: El que toca a un sacerdote, toca al Arzobispo. Tenemos, entonces, otro documento que viene a dar respaldo a un sentir del pueblo, a un clamor del pueblo. Al terminar la reunión de sacerdotes, teniendo en cuenta que varias entidades han pedido la Amnistía, la abrogación de la Ley de Garantía y de Orden Público -es decir, más libertad- y teniendo en cuenta también la situación angustiosa de capturas arbitrarias, desaparecidos, secuestrados, no podíamos ser ajenos a este clamor. Por eso me alegro también de otro hecho de esta semana, la celebración del día de la Paz, aquí, el viernes en la Catedral a las 7 de la noche. Me alegra que Mons. Rivera, Obispo de Santiago de María, que es Presidente de la Comisión Nacional de Justicia y Paz, interpretando los sentimientos de esa Comisión que estuvo aquí presente con todos los seglares que la componen, haya hecho hincapié al concluir su mensaje sobre la paz en estas peticiones que el pueblo está solicitando. Y ese aplauso con que a cada una de esas peticiones, al pronunciarlas aquí Mons. Rivera, el pueblo subrayó, es indicio de que no se trata de unos sacerdotes metidos en política sino de unos sacerdotes y obispos que quieren vivir e interpretar el sentir de la angustia, el sufrimiento de este pueblo. Sumando todo eso, pues, los sacerdotes al terminar la semana de Identidad Sacerdotal, han dirigido esta carta al Señor Presidente de la Asamblea Legislativa. "El Sr. Arzobispo de San Salvador, Monseñor Oscar A. Romero junto con su Vicario General Monseñor Ricardo Urioste y el clero de la Arquidiócesis, después de haber estado reunidos durante una semana analizando la grave crisis actual por la que atraviesa el país y la forma cómo desde nuestra labor pastoral debemos colaborar a resolverla, hemos llegado a la conclusión de pedirle escuche el clamor de los familiares de los 108 desaparecidos y de 72 presos políticos y acepte la petición de Amnistía General, libertad para los desaparecidos y derogación de la Ley de Orden Público que han hecho: el Sr. Arzobispo, innumerables instituciones y organizaciones populares nacionales e internacionales en solidaridad con estas familias y en representación del sentir de nuestro pueblo. Creemos que aceptar estas peticiones en lugar de ser un síntoma de debilidad del presente gobierno es una muestra de su actitud de querer escuchar y encauzar legal y pacíficamente la voluntad popular. Además sería una medida necesaria para favorecer un ambiente de mayor confianza y menor tensión que posibilite dialogar y colaborar a todos los sectores populares hasta lograr pacíficamente transformaciones audaces y radicales en la actual estructura económica, política y social de nuestro país que posibiliten una mayor justicia e igualdad entre nosotros: condiciones indispensables para que haya un auténtico desarrollo y una verdadera Paz. Nos hemos decidido acudir a Ud. porque creemos que le compete como Presidente de la Asamblea Legislativa propiciar la ejecución de esas peticiones y porque su actuación ante el problema de la Universidad nos ha dado pie para esperar de usted una respuesta positiva, que traerá sin duda una gran alegría a los familiares de los presos políticos y desaparecidos y será para el país un buen paso para lograr la paz y el orden. Por nuestra parte, apreciaremos todo lo que usted haga por dar la amnistía, la libertad a los desaparecidos y derogar la Ley de Defensa y Garantía del Orden Público y trataremos de seguir fomentando una conciencia clara en los cristianos de que Todos somos hijos de Dios y como tales gozamos de los mismos derechos y obligaciones, somos hermanos, y tenemos que ayudarnos unos a otros para construir una nación digna de llevar como nombre "El Salvador". Atentamente." Siguen firmas del Arzobispo y de 84 Párrocos y Sacerdotes de la Arquidiócesis. Estos gestos de nuestro presbiterio, queridos hermanos, coinciden plenamente con el mensaje de este domingo en que estamos celebrando el bautismo de Nuestro Señor Jesucristo. Es un eco todavía de la Epifanía. Dios ha venido y quiere darse a conocer y está presentando ante el mundo, su amor salvador ofrecido a todos. Y así como una estrella lo reveló a las primicias de los pueblos gentiles que vinieron a adorarlo -como celebrábamos el domingo pasado- hoy es la voz misma del cielo, una nueva epifanía que desde los cielos abiertos proclamen: este es mi Hijo amado, en Él está mi fuerza divina de salvación. El mundo tiene que conocerlo porque sólo en él hay salvación. EL BAUTISMO, EPIFANÍA DE LA REALIDAD MESIÁNICA Entendemos por bautismo tanto el de Cristo como nuestro bautismo cristiano. Por eso divido en tres pensamientos esta idea del bautismo como epifanía, como manifestación de la realidad mesiánica en el mundo. 1. El bautismo es un signo sacramental. 2. En Cristo descubre su realidad mesiánica que ya tiene (ese bautismo, ese signo). 3. En los cristianos es signo de la participación en la realidad mesiánica de Cristo (ese signo sacramental). Tratemos de desarrollar esto y cuando estemos terminando de ese bautismo de Cristo participado a su pueblo, veremos la responsabilidad de este pueblo de bautizados aquí en El Salvador como en cualquier parte del mundo, de ser protagonista de la salvación de su pueblo, precisamente por ser un pueblo que participa la realidad mesiánica, salvadora que Cristo trajo al mundo. 1. EL BAUTISMO ES UN SIGNO SACRAMENTAL Quiero ante todo que tengamos una idea, que la recordemos, porque supongo que todos como cristianos deben conocerla. ¿Qué cosa es el bautismo en general? a) Tomamos pie de la frase de San Juan en el Evangelio de hoy: "Yo os bautizo con agua pero Él os bautizará con el Espíritu Santo". b) Y luego describe: Por entonces llegó Jesús de Nazaret de Galilea a que Juan lo bautizara en el Jordán... Aquí tenemos unos gestos sacramentales, pero al mismo tiempo vemos la diferencia entre uno y otro bautismo. c) El bautismo del centurión Cornelio. Todavía hay un tercer bautismo que aparece en la segunda lectura de hoy. Pedro, que es llamado a la casa del centurión romano -por tanto, un gentil- para que le administre el bautismo. Tenemos también pues, el bautismo de un hombre que no es Cristo, ni cristiano, que pertenece a un mundo aparte del judío. ¿Qué significa entonces el bautismo? - Dos elementos de todo sacramento. Aquí vemos cosas visibles. En todo sacramento hay dos elementos. Un elemento visible que es como la materia del sacramento. Vemos a un hombre que se acerca a otro hombre para que este hombre le eche agua en la cabeza y diga unas palabras. Vemos a otro hombre que se acerca a una familia gentil y le va a echar agua también en la cabeza. Esta es la parte material del signo. - El contenido lo pone la intención de quien es dueño de ese contenido. Todo signo tiene que significar algo. El sacramento si sólo se recibe por su realidad visible se torna una cosa insípida, una cosa aburrida y, por eso, para muchos los sacramentos han perdido su sabor. Queremos recuperar para los sacramentos lo principal: el significado de ese signo. ¿De qué sirve llevar un niño a la pila bautismal de una Iglesia elegante y llevar allá a los padrinos también elegantes y después ir a celebrar una fiesta donde el bautismo es lo menos que se toma en cuenta y más se tiene en cuenta la relación social? Esto es quedarse con el caparazón, con el envoltorio, como si hoy no descubriéramos en las lecturas bíblicas lo que significaba ese hombre que se acerca a otro hombre en el Jordán. ¿Qué significa entonces? Miren cada bautismo de los tres tipos que hoy aparecen, son distintos según sea el contenido, a veces el mismo signo exterior. - Diferencia de los dos bautismos: el de Juan y el de Cristo. En Juan Bautista él dice: "Yo os bautizo en agua" es un bautismo de penitencia, es un llamamiento a la conversión. Yo no puedo bautizar en Espíritu Santo, porque yo no poseo los dones mesiánicos. Yo preparo los caminos del Mesías. Y los que se acercaban a Juan, no eran como los cristianos que hoy van al bautisterio. Aquí están muy equivocados nuestros hermanos protestantes, cuando dicen que hay que bautizarse como Cristo a la edad de 30 años. Se olvidan que es muy distinto el bautismo de Juan al bautismo de Cristo que iba a darle un sentido más alto. El bautismo de Juan era preparación para el segundo bautismo que luego llega. Ahora sí, llega Cristo. El no era pecador, El no necesitaba bautismo. Por eso, quererse comparar con Cristo y esperar la edad de Cristo para bautizarse, es un acto de soberbia. Creerse inmaculado como Cristo, como si no tuviéramos necesidad de redención desde que nacemos, es soberbia. - Diferencia de los dos bautismos: el de Cristo y el de los cristianos. Y así nace el bautismo cristiano. El bautismo de Cristo no es el mismo bautismo de nuestros niños. Cuando Cristo manda a los apóstoles, es a repartir, bajo el signo del agua, de las oraciones, del rito del bautismo, la riqueza mesiánica que Él va a dar. Él se acerca hoy al Jordán no como necesitado Él del bautismo, sino para darle a las aguas la fuerza de ser conductoras del germen de esa vida divina que Él trae. Él se mete en las aguas del Jordán, no para lavarse de sus pecados que Él no tiene. Él se puede enfrentar al mundo y decirles a todos: ¿quién me puede echar en cara un pecado? Él no tenía pecado original, y, por tanto, no necesitaba bautismo. Él no había cometido pecados personales y, por tanto, no tenía necesidad de ir a golpearse el pecho con todos los pecadores que Juan absolvía con su bautismo de penitencia. Él era el Santo que traía santidad a esta tierra y su bautismo es para enriquecer ese signo que todavía está vacío, que solamente es una preparación, pero desde aquí en adelante sí será el bautismo que Juan ha dicho: "Él los bautizará en Espíritu Santo". Miren, hermanos, cómo el sacramento del bautismo lleva un signo de una realidad que nuestra fe tiene que descubrir. Por eso se está insistiendo mucho en la catequesis de los sacramentos y ya que están aquí presentes los representantes de nuestro querido presbiterio, yo quiero pedir a todo el pueblo, en apoyo a los sacerdotes que están cumpliendo con su deber, que secunden las disposiciones que ya daba nuestro querido predecesor Monseñor Chávez: "que no se dé el bautismo sin cultivar la fe por medio de una catequesis". ¡No evadan ese compromiso! Ya sé que algunos dicen: nos vamos a tal parroquia porque allá no nos piden las pláticas". Ni el sacerdote que no pide pláticas, ni los fieles que van buscando una cosa más fácil, están cumpliendo el deber y en eso están diciendo ¡qué poca fe tienen!. Les interesa más la limosna del bautismo, les interesan más las relaciones sociales del signo sacramental. ¡No es eso lo que interesa! Aunque no nos paguen nada -ni es cobro-, es una limosna y si no la quieren dar, no la den. Y los pobres no tienen porqué darla, pero que vayan a lo principal: a ver qué nos da el bautismo. Este don mesiánico. ¡Qué pocos lo comprenden! Y por eso tenemos un pueblo de bautizados pero sin conciencia de ese compromiso tan serio, de esa dignidad tan alta que nos dio Dios aquel día en que nacimos como nueva criatura en la pila bautismal. ¿Comprenden ahora, queridos hermanos, el gesto de aquellos santos que no celebran el día de su cumpleaños, porque entonces nacimos hijos de la carne nada más, sino que celebran el día del bautismo? Van el día de su bautismo como a celebrar el nacimiento en una nueva cuna, a besar la pila bautismal donde nacimos bajo el signo del agua y del Espíritu a esta realidad que Cristo nos descubre en su bautismo. 2. EL BAUTISMO EN CRISTO DESCUBRE SU REALIDAD MESIANICA QUE YA TIENE a) ¿Qué descubre Cristo? Como les digo, Cristo no va a recibir algo que no tenía. Y en esto es falso querer esperar la edad de Cristo para ir a bautizarse. Nosotros no tenemos lo que Cristo ya tenía. Cristo va a las aguas del Jordán a una epifanía, a descubrir lo que lleva y por eso escuchamos el precioso Evangelio de San Marcos, que toda su obsesión es como presentarnos la persona de Cristo, aunque no hable. Cristo es el mensaje eterno del Padre y en el Jordán no habla, pero habla el Cielo: "Apenas salió del agua, vio rasgarse el cielo y al Espíritu bajar hacia Él como una paloma. Se oyó una voz del cielo: Tú eres mi Hijo Amado, mi preferido". Ésta es la epifanía del bautismo de Cristo: Tú no te haces hoy Hijo de Dios. Tú ya eres Hijo de Dios y tu bautismo manifiesta lo que eres. b) Profecía del "Siervo de Yahvé". En la primera lectura, y para comprender esa frase de Dios en el Jordán, nos tendríamos que remontar a una larga historia de la que no tendríamos tiempo aquí de contar ahora, pero que Isaías nos la sintetiza hoy. - Ciro, Rey de Persia; conquista de Babilonia, Fin del destierro. Isaías, en su lectura de hoy, nos da una síntesis en un personaje histórico: Ciro, rey de Persia. Está ya presionando la libertad del cautiverio de los judíos en Babilonia. Babilonia va a caer bajo la presión de Ciro y los pobres desterrados de Babilonia miran a Ciro como un rey que trae un poder salvador: "Cuando Babilonia caiga bajo el poder de Ciro, nos dará la libertad; retornaremos a Jerusalén, se levantará esta opresión". Y por eso la Biblia llama a Ciro: casi un mesías. - Trasciende a Ciro; cualidades del Mesías. Esa figura se transforma en una figura poética que Isaías llama el siervo de Yahvé, el siervo de Dios. Ya no es simplemente un rey de Persia, ya no es simplemente un hombre con poderes humanos salvadores, es alguien misterioso y es entonces cuando la profecía de Isaías nos ha dicho esta mañana: "Esa mezcla de triunfo y de dolor; de grandeza y de humildad; ese siervo de Yahvé que va a vencer y sojuzgar a todas las naciones del mundo, no es hombre que grita por las calles iracundo, impasible, violento; es manso y humilde. -Fígense en esta figura-. No acaba de quebrar la caña que ya está quebrada, no acaba de apagar el pabilo que aún está humeante". ¡Qué figura más bella para decir cómo es la misericordia de esta redención! Aunque un hombre ya esté quebrado, aunque un pueblo se sienta como candil que se va apagando, aun cuando nos sintamos con un sentimiento profundo de frustración por nuestros pecados, por los pecados de las clases sociales, por los abusos de la política; un pueblo que se ha hecho digno de su nombre, un pueblo que no merece ya la misericordia de Dios, dice hoy la profecía que nos llena de esperanza: "Él no acabará de quebrar esa caña que ya se está acabando de quebrar. Él no acabará de apagar esa mechita que todavía echa señales de fuego". En el Salvador todavía hay capacidad de rehacernos. Todavía puede encenderse la lámpara de nuestra fe y de nuestra esperanza. Y está aquí nuestra esperanza: ¡El siervo de Yahvé, Cristo, Divino Ciro que viene a liberarnos de toda clase de esclavitud, Él es nuestra esperanza! - El Viejo Testamento evoluciona el concepto del Mesías. - A partir de David, Rey Salvador. El Viejo Testamento nos presenta como ungidos: a los reyes, a los sacerdotes, a los profetas, a los patriarcas. Gestos simpáticos como aquel del sacerdote Samuel que inspirado por Dios se va a una familia de Belén y Dios le va a señalar a quién debe ungir. Samuel lleva el depósito de aceite para que cuando Dios le diga: "ese es futuro Rey", lo unja, le eche aceite. Y aparece el jovencito David y a David lo unge Samuel como sacerdote. Desde aquel momento sus hermanos -que todos eran mayores que él- lo respetan como ungido y la historia le da razón, ¡el más grande rey de Judea: David!. Que va a dar también nombre al Mesías, Hijo de David, porque en ese rey se caracteriza el Rey Salvador, el rey grande que da unidad al pueblo, el rey que eleva al pueblo a cantarle alabanzas a Dios. De ese rey mesías, desciende el Mesías Rey, y es Cristo cuyo Reino no tendrá fin. ¡Qué hermoso cuando los leprosos y los paralíticos le gritan a su paso: "¡Jesús, Hijo de David!" Era decirle: "¡Mesías, ten compasión de nosotros!". Qué hermoso cuando la Samaritana, sedienta ya de esa agua misteriosa, a la pregunta de Cristo si conoce al Mesías, le dice: "sé que ha de venir". Era la esperanza: ¡Ha de venir! "Soy yo", le dice Cristo. Qué epifanías más bellas cuando Cristo se presentaba así: ¡Soy yo! Yo tengo ya esos poderes anunciados por los profetas y por los reyes y por todas las figuras del Viejo Testamento. Los ungidos, no eran más que figuras de Cristo, del Ungido por antonomasia, del Cristo que lleva en sí la plenitud de las riquezas y de las fuerzas que Dios quiere traer al mundo para enriquecer a los hombres, para salvarnos del pecado. - El Nuevo Testamento lo precisa: Cristo rehuye un mesianismo terrenal. Por eso Cristo tiene mucho cuidado en precisar en su predicación, cómo es su mesianismo. Porque había muchas equivocaciones y este momento en que Cristo hace su epifanía en medio del pueblo es muy parecido, queridos hermanos, a este momento de 1979 en El Salvador. Y así como entonces había movimientos populares que buscaban en ese Mesías una salvación temporalista, política, y creían que ese Cristo anunciado era el que iba a sacudir el yugo del poder romano; había, también, quienes tenían el concepto verdadero del Mesías. Y Cristo cultivaba este concepto verdadero. Por eso dice cuando lo querían hacer rey con estos ideales de mesianismo político, que Él se huía a la montaña porque no era esa la salvación que Él traía. La Iglesia también tiene mucho cuidado de señalar a los movimientos salvadores de hoy, lo mismo que a los afanosos de calumniar a su Iglesia al decirle que Ella está pretendiendo el poder, que está azuzando movimientos guerrilleros, ¡mentira!. La Iglesia está predicando el mismo mesianismo de Cristo, pero de ese Cristo que quiere decirle a los movimientos populares de su tiempo: no me busquen como rey temporalista, no me busquen como un rival de Poncio Pilato o de Herodes. Allá ellos tienen que dar cuenta al Rey divino de sus gestiones como gobernantes civiles de su pueblo. Y será duro el Señor en pedir cuenta a esos ungidos, que también tienen el deber de respetar la voluntad de Dios para bien del pueblo y no para opresión ni para ultrajar a los hombres. Cristo les dice que su Reino no es de este mundo. Y esto no quiere decir -explica el Papa Pío XI, cuando proclamó la fiesta de Cristo Rey- que Cristo está marginado del poder y de las riquezas de la tierra. Lo que está diciendo es que Él juzgará, desde otra dimensión religiosa, las conciencias de los políticos y de los ricos y de los pobres también, desde unas perspectivas escatológicas, de reino de los cielos, de trascendencia. Pero todo este poder -Cristo lo ha dicho- será juzgado por Él, porque Él es Mesías y Rey universal de las naciones. Él quiere definir, pues, ese mesianismo auténtico, para que en Él encontremos siempre la crítica de todos los sistemas políticos. Por eso da risa, cuando dicen que la Iglesia está propiciando un sistema socialista. La Iglesia no se enfeuda con ningún sistema social. Y supongamos que nuestra democracia se transforma mañana en socialismo, la Iglesia siempre será el juez que criticará las actitudes injustas de ese socialismo, así como anima hoy en la democracia, lo bueno que tiene la democracia. La Iglesia está siempre como una luz desde afuera, iluminando esa realidad. Cristo quiere ser ese Mesías que ilumina el caminar de la historia. Los pueblos son libres para darse el régimen que ellos quieran pero no son libres para hacer sus caprichos. Tendrán que ser juzgados en el sistema político o social que ellos escojan por la justicia de Dios. Y Dios es el juez de todos los sistemas sociales. El Evangelio, como la Iglesia, no puede ser acaparado por ningún movimiento social ni político. Ninguna organización social o política puede llamarse que ésta es la Iglesia y por aquí hay que ir. El cristiano es libre para sus opciones concretas. Y ¡por favor!, ninguna organización política oficial o popular, se arrogue el abuso de querer llevar una comunidad de base, un grupo cristiano, solamente por su opción política. En su trabajo de evangelización, en su reflexión de grupo cristiano, respétese la libertad de cada cristiano. Si alguien quiere pertenecer a otro grupo, respétesele su opción; si no quiere pertenecer a ninguna, respétesele su opción. Que crezca en su fe, que se prepare para dar cuenta a Dios de cómo trabajó en el mundo, por convertir un mundo en un mundo mejor. ¡De esto sí nos pedirá cuenta el Señor! Por eso decíamos en nuestra Carta Pastoral: "que un cristiano puesto en una organización política-popular tiene que hacer prevalecer, ante todo, los criterios de la fe. Y si en un momento dado hay conflicto entre su fe cristiana y la organización, que se decida: O sólo político con la organización o siempre cristiano, con o sin organización". Unción. ¿Qué es unción? Hoy en la segunda lectura nos dice: "Jesús de Nazaret ungido por Dios con la fuerza del espíritu Santo". Esto es lo que ha hecho de ese hombre de Nazaret, que no sea simplemente un hombre, sino que sea también fuerza de Dios, Jesús de Nazaret, como hijo de aquel taller de carpintería, no era más que un hombre como cualquiera de nosotros. Cuántas veces me impresiona a mí esta realidad de que si Cristo viviera hoy en 1979, tuviera 30 ó 33 años. Estuviera allí confundido con ustedes los hombres, como un hombre de 33 años, nadie lo distinguiría, tal vez venido de un cantón; allá vive con su mamá, es la Virgen. Nadie lo conocería, tal vez estaría aquí entre nosotros también. De modo que en cuanto hombre como todos nosotros dice la Sagrada Escritura, menos en el pecado. Porque lleva por dentro una realidad antípoda, es decir antagonista, reñida absolutamente con el pecado. Es lo que estoy llamando yo hoy: "la realidad mesiánica". Es el Mesías, es el Cristo. - Cristo – Mesías - Jesucristo Es esa palabra: Mesías, lo que da el título a Cristo porque no es más que la misma cosa, Mesías en lenguaje oriental, en arameo, o hebreo; Cristo, en griego. La misma cosa que viene a significar "ungido". Llegó a ser tan común esta palabra: el Ungido, el Cristo, el Mesías, que ya es corriente para nosotros, no llamarlo simplemente Jesús, sino que le agregamos Cristo. Jesucristo, es la expresión completa del nombre que Dios le señaló: "Le pondrá por nombre Jesús", y este otro nombre que se lo venía dando la esperanza de los pueblos: el Ungido, el Mesías, el Cristo. Eran cristos, pues, para el pueblo todos esos hombres ungidos por la fuerza de Dios para desarrollar en el mundo una misión. - Unción de Cristo. Triple dignidad... Por eso, queridos hermanos, este Cristo que nos presenta una realidad mesiánica, que la podíamos concretar en esas tres categorías de ungido: profeta, sacerdote, rey. Eso es Cristo, esa es la realidad mesiánica de Cristo: Verdadero sacerdote, el único sacerdote. Todos nosotros obispos y sacerdotes no somos más que pequeñas epifanías, manifestaciones del único sacerdote que consagra el mundo a Dios: Cristo Eterno Sacerdote. Él es Profeta. Profeta quiere decir el que habla en nombre de otro. Mi doctrina no es mía sino de aquel que me ha enviado. Y nosotros, predicando en nuestros púlpitos, con nuestra limitación, con nuestras deficiencias, no somos más que pequeños ecos del Gran Profeta que es Cristo Nuestro Señor. Nuestro cuidado está en ser fiel eco a esa voz de Cristo, el único que debe hablar al pueblo y a la conciencia. Cristo es rey. Cuando Poncio Pilato le pregunta: -fíjense, el poder civil más grande del mundo, el Imprerio Romano, representado en Poncio Pilato- ¿Tú eres rey? -no tiene miedo- "Sí, yo soy rey". Para eso he nacido, pero mi reino es el reino de la verdad, no de la mentira, no de la intriga, no de la opresión, no del ultraje, no del odio, no de la calumnia, mi reino es la verdad, por eso todo aquel que ama la verdad es mi Reino. Y Cristo rey, profeta y sacerdote inventa un medio para darnos a nosotros esa triple dignidad. 3. EL BAUTISMO EN LOS CRISTIANOS ES EL SIGNO DE LA PARTICIPACIÓN DE LA REALIDAD MESIÁNICA DE CRISTO Yo les invito, en esta mañana del bautismo de Cristo, que cada uno de nosotros recordemos -quizá muchos no lo recordamos- dónde nos bautizaron. ¿Qué sacerdote fue el ministro que nos dio esta gracia? ¿Dónde está la humilde pila del bautismo? En aquel pueblito que lo debo de amar no sólo porque allí di los primeros pasos jugando con los niños de mi pueblo sino, sobre todo, porque allá está en la Iglesia parroquial, la pila del bautismo donde unos padres cristianos me llevaron ayudados por unos padrinos buenos que todavía recuerdo con cariño a incorporarme al Cuerpo de Cristo. Me parece el gesto de unos padres cristianos que llevan un vaso de oro pero vacío, para que lo llene con su sangre y sus dones jerárquicos y carismáticos: El Señor. Aquel día yo me hice miembro de ese Cuerpo de Cristo, aquel día se hicieron mías las riquezas mesiánicas del Salvador. Desde aquel día yo soy miembro del pueblo de Dios. a.) Comentario de Pedro al bautismo de los gentiles Es hermoso cómo San Pedro comenta hoy, en la segunda lectura, el episodio del bautismo de una familia que era pagana. Lean Uds. íntegro el Libro de Los Hechos de los Apóstoles, en el capítulo que hoy hemos leído y encontrarán cómo está Dios visible en esta historia. Pedro está rezando en una terraza de Joppe. Y allá lejos, junto al mar de Galilea, en Cafarnaún, un centurión también ora a su modo porque es pagano -pertenece al ejército romano- y le dice su inspiración que mande llamar a Pedro. Pedro, que en ese momento está en oración tiene otra inspiración que significa: vendrán a llevarte, vete. Y se hace aquel encuentro por inspiración de Dios. Una familia pagana que quiere recibir el bautismo cristiano, que quiere recibir esta riqueza mesiánica. Y Pedro comenta en el discurso de hoy, precisamente hablándole a esa familia -miren como había homilía del bautismo-, cómo había preparación para el bautismo. ¿De qué le hubiera servido al centurión que Pedro echara el agua sobre la cabeza de sus niños y de su esposa, y de su gente si no hubiera explicado para qué ese sacramento? Esa charla pre-bautismal es la que nos ofrece la segunda lectura de hoy- "He comprendido que Dios no hace diferencia entre las personas, que para Él los hombres de cualquier pueblo y civilización con tal de que obren la justicia y lo busquen con sinceridad lo encontrarán. Y por eso, en el nombre de ese Dios que tu sientes que te llama, yo voy a incorporarte aquí con toda su familia a este nuevo pueblo de Dios. Ya no serás pagano porque ya no hay diferencia entre pagano ni judío: solamente hay una diferencia: tener fe y bautizarse, y no tener fe y quedarse fuera del pueblo de Dios". b.) Él os bautizará con Espíritu Santo En este otro ejemplo vemos que la realidad del bautismo cuando Juan Bautista, hablando de Cristo que pide el bautismo, les dice a sus penitentes: "Yo os bautizo con agua, pero ahora viene El que os va a bautizar en Espíritu Santo". Está declarando la función del bautismo cristiano. - Nos participa la unción que lo hizo Hijo de Dios. Rey, Sacerdote y Profeta. El bautismo nos hace partícipes de esa unción de Cristo. Cristo fue ungido no en el Jordán, sino en el mismo instante de su concepción, en las entrañas de María Santísima. Por eso, el ángel cuando le dice a María que va a concebir un ser misterioso, le dice: "Lo santo que nacerá de ti, será llamado Hijo de Dios, porque el Espíritu Santo es el que ha operado ese milagro de hacerte Madre, dejándote Virgen, y que el producto de tus entrañas no sea simplemente un hombre sino un ungido, un rey celestial en envoltura de carne humana: el Mesías". Ahora, por eso la Iglesia se compara con María, porque así como María da a luz a un hombre que es al mismo tiempo un Dios, nuestra Madre Iglesia siempre fecunda da a luz en el bautismo. Y por eso les decía: el misterio de la pila bautismal es el lecho donde nuestra Madre Iglesia me dio a luz, donde me hizo hijo de Dios, participante de la unción que Cristo traía para ser sacerdote, profeta y rey. Por eso somos hijos de Dios, Pueblo Sacerdotal, Profético y religioso. ¿Cuál es el resultado, queridos hermanos? El resultado es esta Catedral llena de cristianos. El resultado es una diócesis -muchas comunidades me están escuchando en este momento-. Pienso en Uds., queridos cristianos, hasta del más apartado rinconcito de la diócesis, el resultado del bautismo son Uds., comunidades cristianas que pueden decir con toda verdad: estamos ungidos, somos partícipes de Cristo, profeta, sacerdote y rey. Y por eso la Iglesia, son sus obispos, sacerdotes, religiosas, colegios católicos, organizaciones, instituciones, familias, es la Iglesia sacerdotal, profética, real. Somos familia de reyes, somos descendientes de ungidos, somos participantes del sacerdocio. Nuestra misión, entonces, como pueblo es enraizar estas tres cosas en nuestra familia, en el trabajo, en la oficina, en la política, en la sociología, en la profesión, en el mercado. Donde quiera que va un bautizado, tiene que ser ahí realidad mesiánica que Cristo lleva hasta ese ambiente y, como Cristo, lleva el compromiso de hacer presente esa dignidad salvadora que Él trajo al mundo. Ceremonia de la unción Cuando sacan al niño de la pila bautismal, el sacerdote ungiéndole con aceite que se llama crisma -quiere decir Cristo, unción; aceite de oliva mezclado con perfume de bálsamo, cuanto más precioso sea es mejor, porque debe significar la realidad mesiánica que está recibiendo esa criatura - le dice llenándole de aceite la coronilla de su cabeza: "Dios todo poderoso, Padre de Nuestro Señor Jesucristo que te ha liberado del pecado -porque el bautismo lo ha limpiado del pecado original- y te ha dado nueva vida -la vida de Cristo el Ungido- por el misterio del agua y del Espíritu Santo, te consagre con el crisma de la salvación, para que entres -hoy mismo- a formar parte de su pueblo y seas para siempre miembro de Cristo sacerdote, profeta y rey". ¡Qué hermoso es contar con un pueblo, con una Iglesia que va tomando día a día la conciencia de esa unción de su bautismo! HECHOS DE LA SEMANA Por eso, queridos hermanos, es aquí donde sintiéndonos pueblo de Dios, pueblo de ungidos, pueblo de sacerdotes, miramos en este día a Cristo el bautizado, que no tenía necesidad de bautismo pero para darnos el principio de un bautismo que todos nosotros íbamos a necesitar, para incorporarnos a Él que es la cabeza, y como miembros que van naciendo en la historia y en la geografía llevando la presencia, la vida, la circulación, el mensaje, la valentía con que Él predicó el reino de Dios y denunció las injusticias, quiero explicar la función de esta Iglesia que como decía el P. Plácido al principio: "es una Iglesia que va sintiendo el aleteo del Espíritu Santo". EN NUESTRA ARQUIDIÓCESIS Desde esta Iglesia que trata de ser fiel a su mensaje, quiero anunciarles que, en ese esfuerzo por la unidad, se va a celebrar en nuestra Arquidiócesis la Semana de la Unidad. Se está preparando por protestantes y católicos y tendrá lugar del 18 al 25 de enero. Va a comenzar el jueves próximo 18 de enero en la Primera Iglesia Bautista. Ahí se irán diciendo las otras iglesias protestantes y católicas donde todos los cristianos iremos, pidiéndole al Señor lo que Él pidió antes de morir: Que todos los que creen en Él y siguen su Evangelio, sean una sola cosa. Recuerdo que mañana se celebra en varias partes de nuestra Arquidiócesis, la fiesta del Santo Cristo de Esquipulas: en San Bartolomé Perulapía, en Colón, en Aguilares, también en el Mercado Central. Pero yo quiero advertir que vayamos a esas romerías con verdadero afán de cristianos; ni la propaganda ni las piedades que se hagan con afán de lucro o con afán interesado de otras cosas son auténticas. Solamente a Cristo se le ama y se le sigue en espíritu y en verdad como el bautismo que nos ha comprometido con Él. Quiero agradecer las múltiples manifestaciones de solidaridad que me han llegado con motivo de lo que dije el domingo pasado: de cierta noticia de peligro contra mi vida. Yo no le quisiera dar más importancia a este asunto, porque estamos en las manos de Dios. Quiero agradecer también al Sr. Presidente de la República, desde luego, la atención de escuchar mis homilías. Porque dicen que cuando los periodistas le preguntaron si sabía de esta amenaza, dijo que lo había sabido por escucharlo en mi homilía. Muchas gracias Señor Presidente, por escucharme. Pero también quiero agradecerle el haber ofrecido proporcionarme protección si yo se la solicitaba. Se lo agradezco pero quiero repetir aquí mi posición: de que no busco yo nunca mis ventajas personales, sino que busco el bien de mis sacerdotes y de mi pueblo. Y ese ofrecimiento se lo quisiera aceptar para que procurara desvirtuar esas calumnias a los sacerdotes de que ya se hacía alusión al principio, y se procuren evitar -Ud. lo puede hacer- esas campañas de calumnia en nuestros medios de comunicación social, que se sienten tan seguros de decir cosas tan horribles que no hay duda que hay una connivencia, que era fácil conjurar. Quiero decir también, que antes de mi seguridad personal, yo quisiera seguridad y tranquilidad para 108 familias y desaparecidos..., para todos los que sufren. Un bienestar personal, una seguridad de mi vida no me interesa mientras mire en mi pueblo un sistema económico-social y político que tiende cada vez más a abrir esas diferencias sociales. Lo que yo quisiera del Supremo Gobierno, fuera un esfuerzo por garantizar esa verdadera paz que todos anhelamos pero que no se puede conseguir con represiones y con atropellos sino con justicia social, que es lo que más urge entre nosotros. Quisiera decirle que en su aclaración hay algo que me preocupa cuando dice -el Presidente dijo-: "Lo que pasa es que algunos clérigos han sido sorprendidos por las autoridades en sitios en donde no deberían estar. Y esto ha ocurrido en todas partes del mundo en donde algunas mentes enfermas que parecen sanas, se dejan arrastrar por doctrinas y principios que no son los cristianos". Creo yo que aquí está el peligro: en asegurar las cosas que no se prueban. Se nos expulsó a muchos sacerdotes, se nos capturó y se nos torturó a sacerdotes; y cuando Monseñor Chávez y su indigno sucesor han pedido explicaciones, razones, no se han dado y se dan las cosas como hechos consumados. El caso más ambiguo podía ser el de nuestro querido hermano el P. Neto Barrera, pero de él tampoco podemos hacer nada más que lo que hicimos: delatar que si los Cuerpos de Seguridad asesinaron al único testigo que podía dar fe y explicación del problema, ¿cómo vamos a hacer nosotros para asegurar que es verdad o mentira lo que el Sr. Presidente dice acusando a los clérigos de estar en lugares donde no debían estar?..... Esta situación también nos ha preocupado mucho en torno a los secuestrados extranjeros: dos ingleses y un japonés. Ya que gracias a Dios, tuvimos información que el Dr. Bonilla ha sido puesto en libertad. Hemos dado gracias a Dios y nos unimos a la alegría de su familia. En cambio la Comisión de Derechos Humanos, en la cual me incorporaron para esta mediación, ha estado tratando con interés humano esta dolorosa situación de los secuestrados. Yo aprovecho para hacer un nuevo llamamiento a fin de que llegue pronto la libertad a estos pobres hermanos secuestrados. La Cámara de Comercio pide también un ambiente de seguridad y calma pues el empresario -dicen- sufre una serie de presiones de diversa índole. Yo quiero decir que es justo reconocer tales presiones, pero también quisiera decirles que es justo buscar soluciones en las cuales no se favorezca solamente una parte. ¿Qué ofrece el empresario para poner las bases que propicien una verdadera paz sobre las bases de justicia social? La verdadera paz dinámica, de progreso y bienestar, tiene su precio y ese precio son los mutuos sacrificios. Yo, pues, así como pido a los obreros evitar presiones injustas, pido también a los empresarios buscar soluciones justas y que haya justicia en esas relaciones tan vitales en el país. En cuanto al Año del Niño, también nos hemos solidarizado con los pensamientos e iniciativas que buscan con sinceridad un mejor bienestar del niño, reclamando sobre todo la responsabilidad de los adultos. Es espantoso leer que un Estudio en Estados Unidos, arroja que de la población mundial un 40% está privada de los derechos humanos. Familiares y amigos denuncian la captura, sin saber los motivos, del Sr. Rigoberto Jovel por parte de la Guardia Nacional, el viernes de esta semana. Me preocupa el caso porque sé que el Sr. Jovel tiene amputada la mano derecha, no puede mover la izquierda, ha sufrido varias operaciones abdominales y tiene una hernia, lo que hace muy peligroso un maltrato en esa situación. Yo suplico, en nombre de la humanidad y de la caridad, que se le consigne pronto a los tribunales o que se le conceda la libertad. También quiero unirme al dolor que vi en estos días de la esposa del profesor Efraín Arévalo, a quien busca desesperadamente desde el 5 de noviembre de 1977, cuando el Prof. Arévalo vino a San Salvador en busca de su hijo José Efraín a quien habían dejado torturado en la sala de emergencia del Hospital Rosales. Yo creo que la Guardia Nacional, entrando en una fase de más humanismo, tendrá cuenta de estos sufrimientos. Varios problemas laborales se ventilan en nuestro Socorro Jurídico y lo pueden escuchar en nuestros programas radiales, sobre todo el jueves a las 5'30 de la tarde. Sólo quiero mencionar que el problema surgido en la Oficina de Cáritas Arquidiocesana, fue solucionado con las debidas indemnizaciones legales. Quiero decir que de ninguna manera ha habido presiones por parte del sindicato que falsamente se quiere atribuir este mérito. El mismo Ministerio de Trabajo es testigo de la legalidad y de la espontaneidad con que Cáritas de la Arquidiócesis ha resuelto el problema. Quiero anunciarles también que para servicio de nuestra comunidad se ha abierto una oficina de difusión de Publicaciones Pastorales aquí en la Catedral, al costado poniente. Ahí pueden adquirir esta literatura que estamos ofreciendo, entre las cuales van a ir apareciendo ya publicadas las homilías de la Catedral. Quiero agradecer a las personas que se han interesado para que este pensamiento, pues, a pesar de sus deficiencias sea más divulgado ya que no tengo otra intención que dar a conocer el verdadero mensaje de Nuestro Señor Jesucristo. SOBRE EL PAPA El Papa es el objeto de un entusiasmo inusitado en nuestra América y esta homilía que nos está hablando de este pueblo profético, sacerdotal y real, nos da gusto ver a la cabeza de ese pueblo a un pontífice, que al venir a América, como que abre la puerta de esperanza, de alegría, de entusiasmo. Su magisterio en esta semana ha sido muy fecundo: recordó a las mujeres que la maternidad es la vocación que las distingue. Es simpático el Papa cuando reunido, con un grupo de barrenderos antes de entrar al Vaticano, les dice: que le agradaba más estar allí con los barrenderos que allí en el Vaticano. El Papa rechazó una religión que sea opio del pueblo. Aquí, nuestros periódicos lo han publicado con mucha complacencia, naturalmente, porque creen que el Papa sólo se refiere al Comunismo. El Comunismo es el que ha dicho que la religión es opio del pueblo, nosotros hemos estado continuamente diciendo que eso es mentira. Y el testimonio más bello es nuestra Arquidiócesis, donde se va sintiendo una Iglesia que, precisamente cuanto más cristiana y comprometida es, es menos opio, está más despierta, y por no estar dormida es por lo que sufre persecución. Nos alegra cómo el Papa, con su mediación entre Chile y Argentina, ha logrado evitar una guerra. Y esto nos lleva también a la esperanza de que esa confianza que la Iglesia despierta, Dios no la puede dejar fracasar. ¡Confiemos en la Iglesia!, ¡Acuerpemos esta Iglesia solidaria con el pueblo! También Bolivia ya está pensando en pedir la mediación del Papa para lograr una salida al mar. SOBRE PUEBLA Hermanos, yo les quiero pedir mucha oración en estos días en que Puebla es el centro de la pastoral de América Latina. El 27 se inaugura. Pero ya están llegando allá muchas personas. Quiero recordarles, a este propósito, que el acontecimiento de Puebla no es cosa de nuestro tiempo. Ya en 1582 -en el siglo XVI- se tuvo el primer Concilio Provincial en Lima, Perú; en 1585, en México, se reunieron también pastores de América Latina, naturalmente eran tiempos muy distintos de los de hoy; pero ya en nuestro tiempo, el Papa León XIII, a fines del siglo pasado llamó a todos los obispos de América Latina a Roma para celebrar el Primer Concilio Plenario de América Latina, para transmitirles la doctrina y la disciplina del Concilio Vaticano I que se celebró en el Vaticano en 1870. Y ya más cercano a nuestro tiempo en 1958, en Río de Janeiro, la primera Conferencia General Latinoamericana que ya responde a esta vida actual del CELAM - Consejo Episcopal de América Latina-. La segunda, como todos lo recuerdan, en 1968 en Medellín. Es lástima que ya pasaron más de diez años y para muchos sigue siendo algo desconocido. Ya estamos a las puertas de la tercera que será en Puebla en estos días. Toda la historia, pues, desde los inicios de nuestra evangelización hasta el momento actual que toma como tema "La evangelización en el Presente y en el Futuro de América Latina", nos debe llevar a darle gracias a Dios, que haya siempre pastores preocupados de una evangelización que se va poniendo al día con las necesidades de nuestro tiempo. Es bueno recordar aquí que entre los documentos tan numerosos que están llegando a los obispos que se van a reunir en Puebla, está una carta simpática de los Guaraníes que alaban una religión cristiana que ellos van conociendo, que ya no es aquel conformismo que antes se les predicaba, y que tampoco es una revolución; pero que es un despertar de una conciencia crítica, que desde el evangelio saben que no puede ser voluntad de Dios esas desigualdades tremendas sociales: entre unos que lo tienen todo y otros que se deben conformar con no tener nada. Entonces decimos: que tanto el comunismo como ese capitalismo que quiere adormecer al pueblo, quieren una religión que sea opio del pueblo. Y que cuando el Papa dice: "una religión que no sea opio del pueblo", está denunciando tanto al comunismo que quiere apartar el sentido religioso de la vida, como el capitalismo que quiere manipular la Iglesia para sus cosas y sus intereses. También entre las sugerencias y documentos que han llegado a Puebla tenemos uno muy interesante de los obispos de Ecuador, que por falta de tiempo no voy a leerles, pero que se refiere al peligro de la Seguridad Nacional patrocinada por regímenes militares, que los militares están siendo una nueva casta privilegiada en nuestros pueblos, que Puebla no puede tener al margen este problema sino, que debe tenerlo en cuenta para sus grandes problemas de la evangelización. Aquí en nuestro país quisiéramos advertir a tiempo para que los militares no formaran esa casta privilegiada sino que, teniendo en cuenta la situación de la mayoría del pueblo y que la mayoría de los militares también proceden de ese pueblo pobre, se preocupen más bien para poner su prestigio, su fuerza, su inteligencia, al servicio de una sociedad hecha según el corazón de Dios. PENSAMIENTO FINAL Hermanos, esta Iglesia va naciendo para vivir de verdad no en una forma cobarde, anónima, ambigua, un bautismo que no se supo para qué fue, sino que va tomando conciencia que ese bautismo vive entre nosotros y nos está reclamando actitudes más comprometidas con este pueblo en el cual estamos enraizados. Pasemos al altar, entonces con estos sentimientos de que somos un pueblo bautizado en el cual Cristo nos ha hecho participantes de su dignidad mesiánica para hacerla resplandecer en medio de los grandes problemas sociales de nuestro país..... Así sea. Queridos hermanos, estimados radio-oyentes:
El evangelio que acaban de escuchar, centra la atención de los cristianos en la imagen bellísima de una virgen embarazada junto a la cuna donde va a dar a luz esta misma noche. La Virgen se llamaba María. Y junto al pesebre de Belén, María es la figura más hermosa del Adviento que ya se va convirtiendo en Navidad. Es la imagen de una historia que arranca del "secreto de los siglos eternos... " y que se comenzó a manifestar con el principio de la historia, de una historia que se preparó a lo largo de todo el Viejo Testamento y que llega ya a la "plenitud de los tiempos". Litúrgicamente: paso de Adviento a Navidad. Desde cuatro domingos la Iglesia ha recogido ese largo periodo de esperanzas, de preparaciones, de promesas, de anuncios, y le ha llamado el Tiempo de Adviento. Todo el Viejo Testamento se ha hecho presente en nuestra consideración de estas preparaciones navideñas; por eso, la que mejor representa hoy todo ese Viejo Testamento grávido, embarazado de Cristo como para dar a luz ya en esta misma noche, la mejor figura de todo un periodo largo de siglos que viene gestando poco a poco una figura misteriosa que se va acercando, es María. Qué encanto poder unirnos con cariño filial a la Madre de Cristo que se ha hecho también nuestra Madre. Sea esta liturgia del cuarto Domingo de Adviento, que ya es vigilia de Navidad, un homenaje entusiasta, cariñoso de todo el pueblo de Dios a nuestra Madre la Virgen Santísima. MARIA, SIGNO DE LA PLENITUD DE LOS TIEMPOS 1. El secreto de los siglos eternos. 2. Las preparaciones divinas en el Viejo Testamento. 3. La plenitud de los tiempos simbolizada en María grávida de Cristo. Veremos como, si la redención se opera en esa larga historia, Dios quiere seguir el mismo estilo: salvando en la historia. Por tanto, la predicación del evangelio tiene que ser una prolongación del proyecto salvífico de Cristo, una aplicación a nuestra historia, a nuestro pueblo, a nuestra realidad. Una predicación, lo mismo que una celebración navideña, que solamente fuera un cuentecito romántico de hace veinte siglos y que no tuviera que encarnarse con el proyecto salvífico de Dios en las vicisitudes trágicas, dolorosas o esperanzadoras de nuestra historia, de nuestra realidad, no sería un cristianismo auténtico. ¡Dios sigue salvando en la historia! Por eso, al volver a este episodio del nacimiento de Cristo en Belén, no venimos a recordar el nacimiento de Cristo hace veinte siglos, sino a vivir ese nacimiento pero en el siglo XX, en 1978, en nuestra Navidad aquí en El Salvador. Por eso es necesario que a la luz de estas lecturas bíblicas, prolonguemos toda la historia del pensamiento eterno de Dios hasta los hechos concretos de nuestros secuestrados, de nuestros torturados, de nuestra propia triste historia. Es allí donde tenemos que encontrar a nuestro Dios. 1º. EL SECRETO DE LOS SIGLOS ETERNOS a) En el Hijo que se anuncia a María hay un secreto eterno. Remontémonos primero al secreto de los siglos eternos. Se le dice a María, atónita ante el saludo inaudito de un Arcángel que en nombre de Dios le viene a dar el verdadero nombre que debemos reconocer en Ella: " ¡Salve la agraciada!, ¡Salve la llena de gracia!, ¡Salve la mujer exaltada entre todas las mujeres!, la que encontró gracia a los ojos de Dios, ¡la escogida! "Atónita ante esta embajada de lo celestial a lo terreno", María entabla un diálogo de aclaración que no es rebeldía sino que es el tomar conciencia de la tremenda responsabilidad que se le está ofreciendo: "¿Cómo puede ser ésto?". Pero el ángel revela que en ese Cristo viene todo un pasado desde el secreto de los siglos eternos: "Es Dios quien te escoge". b) Es el misterio de Cristo que San Pablo menciona hoy "Misterio escondido en los siglos eternos": Que se revela en Cristo y en el Evangelio que yo les predico; que ese Cristo, como lo ha anunciado el ángel a María, es obra del poder del altísimo. Se llamará Hijo de Dios, será grande, tendrá un trono que no tendrá ocaso, un rey inmortal de los siglos, salvador de las esperanzas de la humanidad. Uno de los más elocuentes cantores de este movimiento: San Bernardo -el doctor melífluo-, imagina a la Virgen silenciosa, reflexionando si dice "si" o "no". Y le dice: "Habla María, di que sí. En tus labios está pendiente la suerte de toda la historia. De tu consentimiento, que Dios te pide, depende nuestra esperanza." Pero María, la virgencita prudente, siente que la fe se ilumina. Lo que San Pablo nos ha dicho en este domingo: Que es un misterio que Dios quiere salvar al mundo en Cristo. Que esa historia de salvación, que va a comenzar en sus mismas entrañas, tiene como cimiento al Hijo de Dios. Un origen divino y una grandeza que el evangelio lleva consigo anunciando la salvación que de sólo Dios puede venir. San Pablo describe hoy a este Dios de la historia de la Salvación: el que puede fortalecernos, el Dios único sabio, a Él la gloria por los Siglos. De Él depende todo, toda la iniciativa está allá en el pensamiento escondido de Dios. Si Dios no hubiera revelado en Cristo su amor infinito que nos tiene nos amaría mucho pero no lo conoceríamos. Fue necesario valerse de una mujer que encarnara ese pensamiento y ese amor: María. Por eso la llama Dante en la Divina Comedia: "Oh Virgine Madre. Figlia del tuo Figlio -Hija de tu hijo-. Termine fisso d'eterno consiglio -Tu eres el punto concreto de un consejo eterno-" Hace siglos, antes de que existieran las cosas, Dios pensaba en tí. Tú mujer bendita, llena de gracia, eras el puntito blanco, en el pensamiento de Dios. Como un enamorado piensa en su novia continuamente, Dios te amaba y te amaba porque tú ibas a ser la colaboradora de esta encarnación, de su pensamiento. Te necesita, te ama, eres bendita. "Término de eterno consejo"..., María no se da cuenta en su humildad y en su pequeñez desde qué siglos eternos ha pensado Dios en Ella. Y en este momento en que el Verbo Eterno, por quien fueron hechas las cosas, comenzará a ser feto, y después niño, y después hombre crucificado en el Calvario para salvar al mundo. Necesita las entrañas purísimas de esa mujer. Por eso, en este pensamiento secreto, eterno. escondido en Dios, ¡qué dulce es pensar: ya estaba María! Como estábamos también nosotros, pero nosotros como objeto de lástima, como objeto de redención. María si también como objeto de redención porque es criatura, hija de Adán, pero al mismo tiempo, como colaboradora sacada de la misma masa de pecadores para hacerla santa y purísima, y valerse de ella para darnos en su propio seno al Hijo de Dios hecho hombre. c) Lo eterno no es lejanía. Está presente en la historia Todo arranca de Dios. En la primera lectura es Dios quien manda al profeta a un rey, al más grande de Judea. En el Evangelio es Dios quien manda al Arcángel a tratar con María. Y en este momento de 1978, en esta Navidad actual que nosotros celebramos, es el mismo Dios con su mismo amor, con sus mismos objetivos, quien manda a María a Belén. Es el pensamiento de Dios que se hace ternura, que se hace adoración, esperanza; es Dios que viene a nosotros en María. No olvidemos ésto hermanos: toda la salvación de nuestra historia, la salvación de cada uno de nosotros, el problema personal que me parece que nadie lo conoce y que nadie lo comprende, si hay quien lo comprenda. Dios te ame desde toda la eternidad, tú eres también un detalle de esa historia que Dios quiere hacer para gloria suya. Por eso San Pablo dice a ese Dios que tiene ese secreto eterno: "la gloria por los siglos de los siglos"... Esta es la alegría del cristiano: sé que en Dios soy un pensamiento, yo por más insignificante que sea, el más abandonado de los seres, en quien nadie piensa. Hoy cuando se piensa en hacer regalos de Navidad ¡Cuántos marginados en quien nadie piensa! Piensen ustedes los marginados, ustedes los que se sienten que no son nada en la historia: "sé que en Dios soy un pensamiento". Ojalá mi voz llegara a los encarcelados como un rayito de luz, de esperanza de Navidad; para decirles también a ustedes los enfermos, a ustedes los ancianitos del Asilo Sara, a ustedes los enfermos del hospital y de los hospitales, a ustedes los de las champas y de las barrancas, a ustedes los cortadores de café que están tratando de recoger su único ingreso para todo el año, a ustedes los torturados, que en todos ustedes ha pensado el consejo eterno de Dios. Los ama, y como María, encarna ese pensamiento en sus entrañas. Tienen ustedes también una madre como yo siento la alegría de tener en Navidad una madre que me enseña el camino hacia mi hermano Jesús, la Virgen María. Sintámosla así queridos hermanos, hermanos de verdad, porque todos estamos sin distinción ni categorías sociales, sin hombres de primera clase y de segunda clase, a la altura del corazón de Dios, todos a la altura del corazón de la Virgen. Nos ama y pensó en nosotros. Y ese consejo eterno, escondido en los siglos eternos va a comenzar a revelarse. 2º. LAS PREPARACIONES DIVINAS EN EL VIEJO TESTAMENTO María continúa en el pensamiento de Dios cuando comienza la creación. Dios quiere salvar en la historia. Si ese secreto de los siglos eternos va a comenzar a realizarse, Dios quiere que se realice en la historia. a) La profecía de Natán es el primer eslabón de las profecías sobre María... el Hijo de David David, que es el objeto de la primera lectura, donde Dios por medio del profeta Natán le dice que va a descender de su dinastía un rey cuyo reino no tendrá fin. Es el primer eslabón de los anuncios de que Cristo será también, mesías y rey. Cuando pasa frente a los leprosos, frente a los ciegos, frente a los necesitados, le gritaremos los angustiados del tiempo: ¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mi! b) Concepto de la Biblia acerca de la "historia de la salvación" Nos va a costar un poco entender cómo Dios quiere salvar en la historia, y como los tiempos son elementos necesarios para la salvación. Se me ocurre en este momento pensar como cuando un pintor está inspirado para hacer un cuadro: "Pero ¿Dónde lo hago?" Lo primero que hace es extender un lienzo en blanco. Eso hizo Dios al crear: un lienzo en blanco... Los tiempos que comiencen a correr. Los tiempos, porque es en el tiempo a donde voy a pintar el cuadro precioso de la salvación. c) El concepto de tiempo en la Biblia y el concepto de tiempo occidental Según el concepto israelita que se refleja en la Biblia es muy distinto del concepto occidental que tenemos de tiempo. Nosotros medimos el tiempo y por eso llevamos un reloj, un calendario, porque para nosotros el tiempo es algo matemático, como que las cosas se miden por el tiempo. En cambio, para Israel el tiempo es la experiencia, el tiempo es la vivencia, y allí tenemos la Biblia: "Tiempo de llorar, tiempo de reír". Y los astros aparecen dividiendo las noches y los días donde los hombres trabajan. El tiempo en el concepto bíblico es el lienzo blanco donde Dios con los hombres están pintando la historia. Y esa historia será bella si se pinta según el proyecto eterno. El secreto de los siglos eternos se realiza en este lienzo de la historia en colaboración con los hombres: tenemos la historia de la salvación. Si en cambio ese lienzo blanco que Dios ha tendido para que Él y sus hijos pintemos la historia, la maltratamos, hacemos nuestro capricho, no los secretos eternos de Dios sino la pasión del hombre: la política del hombre, el egoísmo del hombre, el abuso del hombre, entonces, ¿Qué resulta?: la historia que tenemos. Como si pusiéramos al alcance de un niño travieso un precioso lienzo que está pintando un gran pintor, entonces vendríamos a encontrarlo todo manchado, todo deshecho. Eso somos para Dios, niños malcriados que le hemos trastornado sus proyectos eternos. Pero he aquí que hay, gracias a Dios, alguien que sí ha sido el proyecto realizado a perfección: aquella que en el Evangelio de hoy aparece diciendo: "He aquí la esclava del Señor, hágase en mi según su palabra". Esto no es alienación. Alienación es la del que dice como Satanás: "No te serviré, voy a ir a hacer mi capricho", porque éste se hunde en las tinieblas de su nada. El hombre cuando peca, dice el Concilio, "Se esfuma rompe el hilo que lo une con su creador y se deshace". O lo que decía Cristo: "Cuando se corta la rama de un árbol ya no sirve más que para secarse". Todo pecador es una rama cortada. En cambio María le dice al Señor, como la rama pegada al tronco: "No me quiero separar de ti. Quiero llevar fruto, el que tú me das, el de tu savia, el de tu pensamiento. Hágase en mi según tu palabra". Esta es la historia de la Salvación. d) La Providencia divina se revela en el tiempo Según la revelación bíblica el primer capítulo de la salvación de los hombres, la primera realización de esa salvación que Dios quiere operar con la humanidad, el primer capítulo de la historia de las relaciones de Dios con los hombres, es la creación. La creación es el principio del tiempo. Esto hay que tenerlo muy en cuenta: la creación, el orden natural, lo que Dios ha creado, la inteligencia que le ha dado el hombre, las riquezas del oro de la tierra, los productos que Él ha hecho los ha hecho Él. Porque así comenzó la historia de la salvación, el primer capítulo es la creación: "Háganse la luz, háganse los mares, háganse los minerales, háganse los ganados, hágase todo". Dios le dice al hombre: lo he creado para tí, nadie puede poseerlo con un derecho absolutista, todo es para la felicidad de la familia que Yo creo en el mundo. Es aquí donde el Concilio Vaticano II, recogiendo en breve síntesis esa historia de Dios, nos comienza a decir en el documento de la Divina Revelación. "Queriendo abrir el camino de la salvación sobrenatural, se reveló personalmente a nuestros primeros padres ya desde el principio". Ya comenzó la creación y ahora comienza ese orden de salvación eterna. Y esos primeros padres comenzaron por desobedecer a Dios. "Después de su caída los levantó a la esperanza de la salvación con la promesa de la redención, después cuidó continuamente del género humano para dar la vida eterna a todos los que buscan la salvación con la perseverancia en las buenas obras". Aquí la literatura del Nuevo Testamento al referirse a esos siglos anteriores a Abraham, desde Adán, desde la creación cuando empezó a poblarse el mundo de los hombres y a poseer la tierra, lo llama el tiempo de la ignorancia como el tiempo del infante, como el tiempo en que el papá y la mamá comienzan a ver que su niño hace los primeros pinitos; comienza a pedir, todavía no tiene uso de razón, el tiempo de la ignorancia. "Hasta que llega el momento -dice-, llamó a Abraham para hacerlo padre de un gran pueblo -aquí comienza la historia de una salvación que va concretándose en un pueblo, como modelo de todos los pueblos; el orbe que sólo encuentra en Dios que lo ha creado la salvación que todos esperamos- al que después de los Patriarcas instruyó por Moisés y los Profetas para que lo reconocieran Dios único, vivo y verdadero, Padre providente y justo juez, y para que esperaran al salvador prometido..." Esta fue la misión de Moisés, cuando Dios le encarga sacar a los judíos del cautiverio de Egipto y conducirlos por el desierto hacia una tierra prometida, está realizando en una figura histórica, la salvación que Dios quiere hacer con todos los pueblos: sacarlos de la esclavitud. Necesita Dios Profetas que le anuncien al pueblo su dignidad: "No tienes que ser esclavo de nadie, tienes que buscar la libertad que Dios te está ofreciendo". El Éxodo es el libro precioso de todos los pueblos para que aprendan qué es la dignidad del hombre. Todavía estamos en el ámbito de la creación: el hombre. El hombre no ha nacido para ser esclavo para ser oprimido por nadie. La libertad es la que nos hace iguales a Dios: "hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza". Y lo que distingue a Dios es la libertad por encima de todas las criaturas. El hombre tendrá una libertad relativa porque consistirá en obedecer libremente a su creador, pero sólo a su creador: "No tendrás otros dioses ajenos a mí. Yo soy tu Dios, tú eres mi pueblo". Esta santa libertad la van sembrando Moisés y los profetas, los cuales denuncian con lenguaje terrible todo conato de opresión, todo pecado de abuso, todo aquel que desfigura la dignidad del hombre. Lean hermanos, los libros preciosos de los profetas y encontrarán que lo que ahora se dice es una tenue sombra de lo que debíamos de decir en nombre del Dios que es celoso de su libertad que la ha hecho reflejar en el hombre y en la sociedad. Nos da más valor el valor de los verdaderos profetas para llamar por su propio nombre a los que asesinan, a los que esclavizan, a los que idolatran, a los que apartan de la figura del verdadero Dios la imagen de Él en la tierra que es el hombre desde que comienza a ser concebido en las entrañas de una mujer. "... y de esta forma -continúa el texto del Concilio- a través de los siglos fue preparando el camino del Evangelio". ¡Que bella expresión para leerla en Navidad y ver en María, embarazada ya para dar a luz, esta palabra. Ella es como la síntesis de las preparaciones eternas a través de los siglos. Lo que va a dar a luz esta noche María es la revelación de todo este amor infinito de Dios que se ha ido preparando, desplegando, manifestándose a través de los siglos, a través del pueblo predilecto. e) María, preñada de Jesús, figura del Viejo Testamento Refiriéndose a María el Concilio habla de esta mujer bendita que iba en el pensamiento de Dios preparando el Evangelio, dice el Concilio al hablarnos de María, Lumen Gentium No. 55; "Los libros del Antiguo Testamento narran la historia de la salvación en la que, paso a paso, se prepara la venida de Cristo al mundo" ¿No les parece a ustedes que al ir leyendo en estos cuatro domingos las lecturas de los profetas como que se sentían los pasos divinos de alguien que se va acercando?. Eso es el Viejo Testamento, preparando la venida de Cristo al mundo. "Estos primeros documentos tal como se leen en la Iglesia y tal como se interpretan a la luz de una revelación ulterior y plena, evidencian poco a poco de una forma cada vez más clara la figura de la mujer, Madre del Redentor. Bajo esta luz aparece ya proféticamente bosquejada, en la promesa de victoria sobre la serpiente hecha a los primeros caídos en el pecado". Ya aparece María en el principio de la historia. Cuando Adán y Eva avergonzados son echados del paraíso ya la figura de una mujer que aplastará la cabeza de la serpiente engañadora nos presagia a María que va a traer la victoria sobre el pecado. "Así mismo ella es la virgen que concebirá y dará a luz un hijo que se llamará Emmanuel". Es la profecía de Isaías, cuando los ejércitos invasores de tierra Santa hacían temblar al mismo rey de Jerusalén. El profeta anuncia que Dios está con Israel y como una señal de esa protección anuncia que vendrá un tiempo en que una virgen, sin perder la gloria de su virginidad, concebirá y dará a luz un hijo que se llamará Emmanuel que quiere decir "Dios con nosotros". Es hermoso leer en la noche de la Navidad esa profecía de la Virgen grávida; ella va a dar a luz, va a ser madre, pero seguirá siendo virgen. Y esta es la señal de que como nos ha dicho el Evangelio de hoy, para Dios no hay nada imposible". Si hizo posible que una anciana estéril como era Elizabeth, concibiera y diera a luz al precursor Juan Bautista, así le dice a María: tú seguirás siendo virgen y no perderás tu virginidad, por obra del Espíritu de Dios vas a concebir y vas a dar a luz en la Navidad y tu cuerpo quedará en el secreto de la virginidad". También éste fue un presagio de los viejos tiempos que ya preparaban esta noche santa. "Ella, sobresale entre los humildes y pobres del Señor, que confiadamente esperan y reciben de Él la salvación". Toda la aspiración del Viejo Testamento, toda el hambre de Dios: ¡Ven señor a salvarnos!; toda la angustia del pueblo llevado cautivo a Babilonia necesitado de un salvador, toda la angustia de los profetas que le piden a Dios que mande ese Salvador que ha prometido todo ésto está palpitando en el corazón de la Pobre de Yahvé, la Virgen. Y repetimos aquí lo que del primer domingo de Adviento hemos venido diciendo: que nadie podrá celebrar la Navidad auténtica si no es pobre de verdad. Los autosuficientes, los orgullosos, los que desprecian a los demás porque todo lo tienen, los que no necesitan ni de Dios, para esos no habrá Navidad. Sólo los pobres, los hambrientos, los que tienen necesidad de que alguien venga por ellos tendrán a ese alguien, y ese alguien es Dios, Emmanuel, Dios con Nosotros. Sin pobreza de Espíritu no puede haber llenura de Dios. Si Dios no hubiera encontrado el vacío inmenso de María por la humildad, no hubiera venido al mundo, no hubiera habido quien lo captara. Gracias a Dios, y esto hemos de agradecerle a la Virgen, Dios la escogió para ser madre suya, porque era santa en la humildad, porque nadie como ella expresó la pobreza de Israel, porque nadie como María expresó el ansia de todos los pueblos. María es la expresión de la necesidad de los salvadoreños, María es la expresión de la angustia de los que están en la cárcel, María es el dolor de las madres que han perdido a sus hijos y nadie les dice dónde están. María es la ternura que busca angustiada una solución. María está en nuestra patria como en un callejón sin salida pero esperando que Dios ha de venir a salvarnos. Ojalá imitáramos a esta Pobre de Yahvé y sintiéramos que sin Dios no podemos nada, que Dios es esperanza de nuestro pueblo, que sólo Cristo, el Divino Salvador puede ser el Salvador de nuestra patria. "En fin, con ella -continúa el Concilio-, Hija excelsa de Sión, tras la prolongada espera de la promesa se cumple la plenitud de los tiempos y se instaura la nueva Economía, al tomar de ella la Naturaleza humana el Hijo de Dios a fin de librar al hombre del pecado mediante los misterios de la humanidad". 3º. MARIA SIGNO DE LA PLENITUD DE LOS TIEMPOS a) Cuando llegó a la plenitud de los tiempos envió Dios a su hijo nacido de mujer Y llegó así a la plenitud de los tiempos. Según el concepto que hemos analizado del tiempo según Dios, el lienzo tendido por Dios tenía un punto central como el dibujante que traza un proyecto y hay un punto culminante de su cuadro. Ese punto culminante se llama aquí la plenitud de los tiempos. Es este momento precisamente, en que el Verbo se hace carne en las entrañas de María y con esa vida de Dios que viene a una humanidad que debía de estar preparada por los siglos de preparaciones del Viejo Testamento, viene toda la vida de Dios. Viene todo el proyecto y la riqueza de un Dios que nos quiere elevar, nos quiere santificar. El Concilio dice entonces: "El misterio del hombre ya no se puede explicar más que en el misterio del Dios que se hizo hombre". Si un hombre quiere ver su propio misterio: el sentido de su dolor, de su trabajo, de su angustia, de su esperanza, póngase junto a Cristo. Si realiza lo que Cristo realizó: hacer la voluntad del padre, llenarse de la vida que Cristo da al mundo, ese hombre está realizándose corno verdadero hombre. Si al compararme con Cristo, encuentro frente a Él que mi vida es una antítesis, un revés, mi vida es un desastre. Ese misterio no lo puedo explicar más que volviéndome a Cristo el cual le da la fisonomía verdadera al hombre que quiere ser hombre auténtico. b) La Iglesia encargada de conservar y adaptar esa verdad y esa gracia La salvación solamente se dará en Cristo. Y por eso en Cristo viene todo lo que Él le confía luego a su Iglesia: "Todo poder se me ha dado en el cielo y en la tierra. A ustedes mis apóstoles que los he escogido como mis confidentes, a los que les he enseñado el secreto de los siglos eternos, el designio de Dios de salvar a todas las naciones, de someter a todos los pueblos a la fe cristiana, Yo los mando: ¡Vayan, prediquen este Evangelio! El que creyere se salvará, y el que no creyere se condenará". Desde entonces la Iglesia es la misionera de Cristo, la que lleva el tesoro de la salvación. c) Responsabilidad de los hombres es conservar y adaptar esa verdad y esa gracia Ahora aquí yo siento el inmenso honor de que a través de mi pobre palabra, aunque muchos la desprecien y se rían de ella, haya un vehículo de salvación. Es el vehículo que lleva la verdad que salva, los designios de los secretos eternos, el llamamiento a conversión. El crear un reino de Dios entre los hombres de El Salvador, el hacer de nuestra Arquidiócesis una Iglesia que corresponda los designios de los secretos eternos del Señor, ese es mi trabajo, como también el trabajo de todos mis hermanos sacerdotes, de los catequistas, de las religiosas y de todos los que viven la realidad de esta Iglesia que no quiere ser otra cosa que Cristo, plenitud de los tiempos. Plenitud de los tiempos son los sacramentos que Cristo ha traído para transmitir su vida a los hombres, plenitud de los tiempos es la esperanza de la resurrección eterna que se siembra en el corazón de los cristianos, plenitud de los tiempos es el grito que ustedes van a decir dentro de poco: "Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección, Ven, Señor Jesús". Cristo está presente desde el momento en que dice San Pablo: "Cuando llegó la plenitud de los tiempos el Verbo de Dios fue concebido por una mujer y dado a luz. Y en ese Cristo que nace de María, se revela el secreto escondido en los siglos eternos". Conocer a Cristo es conocer la única verdad de la historia. Pintar con Dios la historia verdadera se puede hacer sólo incorporándose a este Cristo que es la imagen del Dios invisible la realización del secreto eterno del Señor. d) Así comprenderán, mis queridos hermanos, por qué en la homilía del domingo el Arzobispo se preocupa de encarnar el mensaje del secreto de los siglos eternos en la realidad concreta de la historia. Comprenderán entonces, aunque no les guste, que esa luz de la eternidad ilumine los trazos mal hechos de nuestra historia y los denuncie para decir: "No se debe hacer así la historia". Y en cambio, para decir a los que están trabajando bien: "Así se debe hacer la historia". Por eso a la luz de este Dios que llega a la Navidad bajo la presencia dulcísima de María, signo de la plenitud de los tiempos, analicemos nuestra realidad hermanos, junto con María que es la que mejor vive la realidad de nuestro pueblo. Porque ese fue su oficio: encarnar a Cristo en la historia. Y María se hace salvadoreña y encarna a Cristo en la historia de El Salvador, y María se hace del apellido de ustedes y de mi apellido para encarnar la historia de su familia, de mi familia en la vida eterna del Evangelio. María se identifica en la vida eterna del Evangelio. María se identifica con cada uno de nosotros para encarnar a Cristo en nuestra propia vida individual. Dichosos si de veras en éso hacemos consistir la devoción a la Virgen. Por eso el Concilio avisa a los predicadores que se cuidaran mucho de fomentar la falsa idea de la devoción a la Virgen que lamentablemente nos ha separado de los protestantes, porque algunos católicos han llegado a hacer de la Virgen una idolatría, una mariolatría. Pero la verdadera doctrina es que María no es un ídolo. El único salvador es Dios Jesucristo, pero María es el instrumento humano, la Hija de Adán, la Hija de Israel, encarnación de un pueblo, hermana de nuestra raza, pero que por su santidad fue capaz de encarnar en la historia la vida divina de Dios. Entonces, el verdadero homenaje que un cristiano puede tributar a la Virgen es hacer como Ella el esfuerzo de encarnar la vida de Dios en las vicisitudes de nuestra historia transitoria. e) Anuncio de la Navidad del Señor según el Martirologio Romano Al hacer este recuerdo concreto, y para que vean que ha sido el esfuerzo de la Iglesia de todos los tiempos, tenemos que antiguamente este día 24, al medio día, en los comedores de los monasterios, lo mismo que aquí en el ambón de la Catedral, se proclamaba el Martirologio Romano que va señalando cada día las celebraciones del año litúrgico. Y en este día, en una forma solemne decía el lector: "Día veinticuatro de diciembre, del año de la creación del mundo, cuando en el principio creó Dios el cielo y la tierra, cinco mil ciento noventa y nueve años; del Diluvio, el año dos mil novecientos cincuenta y siete; del nacimiento de Abraham, el año dos mil quince; de Moisés y la salida del pueblo de Israel de Egipto, mil quinientos diez años; desde que David fue ungido Rey, el año mil treinta y dos; en la semana sesenta y cinco según la profecía de Daniel; en la Olimpiada -ven como se encarna en la historia profana- ciento noventa y cuatro; de la fundación de Roma, el año setecientos cincuenta y dos; del Imperio de Octaviano Augusto el año cincuenta y tres; estando todo el orbe en paz, en la sexta edad del mundo, Jesucristo Eterno Dios e Hijo del Eterno Padre, queriendo consagrar el mundo con su misericordiosísimo advenimiento concebido del Espíritu Santo y pasados nueve meses -también tiempo- de su concepción, nace en Belén de Judá, de la Virgen María, hecho hombre". ¡Qué preciosa síntesis de la historia! Desde la creación, Abraham, David, etc. Y es que Cristo viene recogiendo toda esa historia que en el Martirologio se leía en una forma tan solemne en este día en que va a nacer alguien, alguien que no es un hombre como todos los hombres, sino que viene recogiendo una larga historia desde los secretos de los siglos eternos de Dios. HECHOS DE LA SEMANA Cae, entonces, que el último capítulo de esa historia la hemos vivido esta semana, distinta de otros pueblos. Hemos oído que el Papa vendrá a Puebla el 27 de enero. Esto nos ha llenado de inmensa alegría, porque ir a Puebla será ahora, ir a encontrarse con el sucesor de Pedro y confrontar con Él la Pastoral que se está realizando. El Papa dijo en el saludo de Navidad, una frase que congenia bien con nuestra Arquidiócesis: "No puede haber paz donde se conculcan los derechos humanos". El Papa también, buscando esa paz, ha enviado un mediador para el conflicto Argentina-Chile. El Arzobispo de Managua tuvo expresiones de su preocupación pastoral. Ustedes las leyeron en La Prensa esta semana, y queremos aprovechar esta circunstancia para mostrar nuevamente nuestra solidaridad como Arquidiócesis, con la Arquidiócesis y Jerarquía de Nicaragua. Estamos con ellos y vivimos lo que ellos viven. Para un cristiano todo lo humano es propio. EN NUESTRA ARQUIDIOCESIS Vida de nuestras comunidades Domingo 17 (dic.). - Estuvimos en Rosario de Mora donde hubo confirmaciones y Primeras Comuniones. En la noche dando posesión al nuevo párroco de San Sebastián, Ciudad Delgado, el P. Juan Antonio Gutiérrez. Tuvimos oportunidad de vivir esta vida de reflexión y de sacramentos en aquella comunidad. Lunes 18 (dic.). - Estuvimos celebrando a la Virgen de los Remedios que es como lo que hemos dicho hoy, una devoción que acerca en el amor a la Virgen a los cristianos para celebrar la Navidad. Estuvimos en La Vega donde hay una bonita tradición de San Salvador, honrar ahí a la Virgen de los Remedios. Agradezco al Capellán P. Raúl Flores por haberme invitado y participar en esa bonita celebración. Lo mismo que el P. Roberto Crespín que me llevó a participar en otra celebración de la Virgen de los Remedios, en el Cantón de San Laureano de Ciudad Delgado. Martes 19 (dic.). - Fui a San José Guayabal completando esta reflexión de preparación navideña. Yo sentí que era una gracia poder celebrar en San José Guayabal al Patrón San José que aquí lo celebran el 19 de diciembre lo mismo que en Quezaltepeque donde el Patrono es San José y se celebra en el ambiente de Adviento y de Navidad. Miércoles 20 (dic.). - Muy pintoresca fue la visita al pueblecito remoto de Potonico. Fui a presidir un desagravio eucarístico, ya que allá se habían robado las especies sacramentales. Acto muy simpático. A la llegada del pueblo, un grupito de niños que se presentaron a mí como Comité de Solidaridad con los Niños Huérfanos de Chalatenango. Dicen que se ha formado para solidarizarse con los hijos de padres asesinados, desaparecidos y presos. Consideran que miles de niños se debaten en la miseria, en la desnutrición y la angustia de saber que sus padres se encuentran tras las rejas soportando tal vez torturas, o tal vez están ya bajo tierra. Recibí una carta muy bonita que no la puedo leer entera pero que me dice del sentimiento de estos niños cuando han sido enseñados de que el dolor de los otros no debe ser ajeno a nosotros y a vivir una Navidad sin olvidarse, en medio de la felicidad de nuestro hogar, de la angustia de tantos otros hogares. Les aviso que la audiencia que me piden con gusto se las concedo y pueden venir el día y hora señalada. Felicito a las religiosas de la Asunción y al nuevo párroco de aquella población de Potonico, P. Luis Recinos, por la gran labor pastoral que están tratando de desarrollar. Viernes 22 (dic.).- Estuve también en la comunidad de Soyapango para confirmaciones, Primeras Comuniones y matrimonios. También me llenó de mucho consuelo la visita a los ancianos y enfermos del Asilo Sara, porque junto con el trabajo del director y de los colaboradores, vi el espontáneo esfuerzo de jóvenes estudiantes. Muchas señoritas del Sagrado Corazón, de la Sagrada Familia, del Liceo Salvadoreño. Esto me llevó a hacer un llamamiento a los jóvenes: que así se vive el cristianismo, empujando sillas de ruedas de enfermos, de ancianos; llevando consuelo a los que tal vez no tienen jóvenes que los consuelen. ¡Que hermoso gesto de la juventud en medio de una ancianidad necesitada! Sea también un llamamiento, como los niños de Chalatenango, a que la juventud se entregue a esa caridad de nuestra religión. Sábado 23 (dic.). - Ayer celebramos con las religiosas franciscanas cincuenta años de trabajos franciscanos aquí en el país. Espectáculo bello era la Iglesia de Ntra. Señora de Fátima en los Planes de Renderos. La Superiora General de la congregación de México, cuatro provinciales y más de trescientas religiosas que llenaban por completo el templo. ¡Cómo las bendice Dios en sus vocaciones! Solamente les pedí que como fidelidad a su vocación y a su carisma, trataran de adaptarse plenamente al trabajo de las Iglesias locales, que en eso manifiestan también las religiosas la fidelidad de su vocación. No resguardarse y apartarse sino meterse de lleno con su Pastor, con sus preocupaciones pastorales, a las necesidades de nuestro pueblo. Que hermoso, entonces, contar con ese ejército de franciscanas trabajando, sin traicionar su carisma, pero al servicio de un pueblo que tanto las necesita. Domingo 24 (dic.).-Y este día estaremos a las 11 A.M. en Amatepec y a las 4 de la tarde en Colonia Bernal celebrando allá también la Navidad. Nuestra Navidad aquí en Catedral la celebraremos a las 7 de la noche, lo mismo que el 31 de diciembre. Hagan lo posible de venir a honrar la Noche Santa en que Jesús nace de las entrañas de María. Un recorrido por nuestras comunidades nos da también la idea de la historia de nuestra Iglesia. El domingo recién pasado, en el Colegio Guadalupano cerca de mil católicos pertenecientes a comunidades eclesiales de base o movimientos laicales, celebraron un encuentro de Navidad. Y han escrito un pronunciamiento en el cual se comprometen a seguir trabajando esta obra indispensable de nuestra Iglesia: crear comunidades, hacer grupos pequeños donde se pueda reflexionar más a fondo el Evangelio. Yo aprovecho este momento para decir a todos que traten de incorporarse o de hacer pequeños grupos, y que si alguien sospecha de estos grupos está muy equivocado. Son simplemente células de la Iglesia, comunidades eclesiales de base, para vivir en una forma más íntima, familiar, la reflexión del Evangelio que culmina en la Eucaristía, en los sacramentos. A este propósito quiero agradecer a Orientación, el comentario que ha hecho de la Instrucción Pastoral sobre los sacramentos, diciendo: "Reestructurar la vivencia de los sacramentos de la Iglesia es potenciarla, desde lo más profundo, para que sea sal, fermento y luz... Muchos han reducido los sacramentos a rito o ceremonia y los han prostituido; otros han realizado una labor concientizadora desde la fe y han prescindido de la celebración, dejando a la gente sin capacidad de expresarse en la fe pascual, sin decir su palabra de fe, con el riesgo de desconocerse como cristianos, de pérdida de identidad". En el número de Orientación se publica una parte de esta instrucción y lo que dice aquí, el comentario, es lo que yo pretendo: Que ni sólo reflexión bíblica, ni sólo sacramentos, sino las dos cosas unidas. Reflexión bíblica que nos descubra el sentido de los sacramentos, y sacramentos que hagan celebración y vida, la fe que profesarnos de la Biblia. Una Biblia sin sacramentos sería Protestantismo, unos sacramentos sin Biblia sería lo que muchos hemos tenido: unos ritos que han perdido todo su sentido. Gracias a Dios, en estas comunidades que voy mencionando, se esta tratando de recuperar esa preciosa conjugación de la Palabra de Dios y de la vida sacramental. Quiero apoyar plenamente la campaña que ustedes habrán visto por los medios de comunicación a favor de Cáritas Arquidiocesana. Para muchos Cáritas es un nombre que suena mal porque lo hemos descompuesto gracias a nuestros descuidos, negligencias, y quién sabe si también pecados; pero queremos descubrir la bella imagen de esa palabra ¡Cáritas! Quiere decir caridad, amor, y queremos entonces darle a nuestra Cáritas de la Arquidiócesis el sentido de una verdadera escuela de la caridad, escuela del amor. No vamos a esperar que nos vengan dones de E.U. y solamente nos vamos a contentar con repartirlos, sino que vamos a procurar que nosotros mismos cumplamos lo que dice el slogan de esta bonita propaganda: "Que cada quien dé lo que pueda, pero que nadie deje de dar". Simplemente una sonrisa, una colaboración valiosa para el amor. Hoy en la catedral habrá una segunda colecta que se dedicará a este fin de Cáritas. Ya están por aquí las personas encargadas y les suplico colaborar con ellas. Lo mismo que a todas las parroquias y comunidades. Esas comunidades donde en este momento, a través de la radio, están en comunión con su Obispo, designen allí alguna persona que recoja algo, aunque sea algo muy modesto. Y lo hagan llegar a Cáritas Arquidiocesana. No es una imposición sino simplemente una invitación. "Que cada uno dé lo que pueda, pero que nadie deje de dar". Acerca del problema de la Universidad que todos saben. La derogación del CAPUES y el decreto de la Asamblea Legislativa en orden a normalizar la vida y la actividad del Alma Mater de El Salvador ha despertado muchas esperanzas y ha venido a dar un respiro navideño a tan intrincado problema. Queremos hacer nuestras las inquietudes de todos aquellos que se quieran comprometer a trabajar dentro de las normas recientemente dictadas por la Asamblea Legislativa para restituir a ese centro superior su carácter de centro de cultura. Esperamos que lo hagan todos con un alto espíritu académico y con un sentido de bien común. Dentro del espíritu del reciente decreto de la Asamblea Legislativa está que este problema tienen que resolverlo los mismos miembros de tan alta institución docente: profesores y alumnos. Ha llegado, pues, la hora de ponerse a trabajar para lograr lo que todos anhelamos. No es hora de revanchismos ni de demagogias, no es hora de maquinaciones tendenciosas a entorpecer la buena marcha de las gestiones que se hagan para solventar la situación difícil. La paz verdadera la forjan los hombres de buena voluntad. Está claro que ni sólo los profesores, ni sólo los alumnos, ni sola la Universidad puede resolver un problema que es de todo el país. Profesores y alumnos deben conjugarse en la resolución y deseamos que ellos den amplia participación a los sectores auténticos del país. Creemos que en el diálogo de todos los grupos del país está la solución de nuestra patria. También tengan en cuenta que no es el número, sino la calidad la que cuenta en los momentos de las grandes responsabilidades. No vayan a entorpecer las gestiones de normalización por empedernidos y demagógicos criterios de participación masiva. Estoy seguro que como la Iglesia, otras instituciones de esta patria quieren colaborar a iluminar los caminos de solución. Abocarse a estas instituciones y a estas personas es un deber para los miembros de la Universidad puesto que el problema es un problema nacional. Nuestro apoyo como Pastor de la Iglesia, será siempre dentro de la honestidad, la lealtad y la justicia. Por eso también anunciamos que con toda claridad levantaremos nuestra voz cuando en su proceder actúen desatendiendo el bien común. Tuvimos invitación para participar en la toma de posesión de la nueva directiva de la Conferencia Unitaria de Trabajadores Salvadoreños. A este propósito queremos reafirmar el propósito de la Iglesia, de hacerse presente con su misión evangélica en el campo de los obreros. Decimos a todos los obreros que la Iglesia está plenamente con todas las justas reivindicaciones, así como rechazará también todos los atropellos de la dignidad, de la libertad, y de los derechos del obrero. Ustedes saben que existe en la radio un programa que se llama "La X en la Cosecha" donde se han leído muchas denuncias que han sido orientadas hacia el Ministerio de Trabajo. Queremos poner, pues, a la orden de los campesinos este programa que se puede oír a las 5:30 de la tarde todos los jueves. Queremos decir que en esta Navidad nos preocupa enormemente la situación de tantos campesinos. Cuando los pobres no tienen dónde reposar sus cuerpos y sus niños huyendo del frío no encontrarán más que hamacas improvisadas, entre sembrados, cafetales, etc. nosotros hemos de pensar que la Buena Nueva de El Salvador es para todos: la felicidad del Señor que nos ha creado para realizar su salvación es de todos. La Comisión de Derechos Humanos de El Salvador visitó nuevamente al reo Isabel Rodríguez Barrera, hospitalizado en el Hospital Rosales. Esta persona no tiene causa judicial, como lo hemos dicho y lleva ya más de 100 días restringido de su libertad. Se tiene el temor de que vaya a ser sacado del Hospital en estas fechas de Navidad. Esta persona está siempre custodiada por detectives de la Policía. El jueves 21 fue expulsado de Guatemala el sacerdote Carlos Stetter. Lo remitieron hacia nuestro país entregándolo a las autoridades de nuestro gobierno. Se repite la situación: de El Salvador a Guatemala, de Guatemala a El Salvador. ¿Qué acuerdo existirá? Esta semana partieron hacia Venezuela dos asilados, que estaban en la Embajada de ese país: Reynaldo Cruz Menjívar y Vinicio Avalos. Ya nos hemos referido al caso de Menjívar y nos alegramos que esté, ojalá, fuera de peligro. Lamentamos la muerte de dos vigilantes de la Y.S.U. Es doloroso para sus familias. También el día jueves 21 por la noche las autoridades militares capturaron a dos periodistas de esa radio. El comunicado de los periodistas llama a esa acción: "arbitraria". Después relatan cómo fueron fichados en la Policía. Me alegro que los periodistas hayan denunciado con tanta valentía los atropellos hechos a un colega. Y ahora comprenderán por qué un Pastor denuncia también cuando se atropella a un campesino. Ojalá que con la misma elocuencia y diligencia con que los medios de comunicación ven el atropello de un periodista miraran también por la justicia en favor de nuestros campesinos. Ha aparecido en nuestra Secretaría de Medios de Comunicación del Arzobispado un boletín llamado el Testimonio de un Desaparecido. Las declaraciones de Francisco Baltazar Campos Mendoza ex-reo político que se asilo en la Embajada Mexicana. Relata torturas, los interrogatorios, los presos con quienes platicó y la forma como pudo escapar. El que desee este boletín lo puede obtener en nuestro Arzobispado. La intención de esta misa, sugerida por las madres de los desaparecidos, en víspera de la Navidad, es para todos aquellos hombres que son víctimas de secuestros, de desaparecimientos. También para solidarizarnos una vez más con los que sufren y hacer un llamamiento a los que todavía pueden hacer una Navidad sin presos políticos y sin secuestrados. Los cuatro secuestrados: dos ingleses, un japonés y un holandés todavía no pueden regresar a su hogar. Quiero repetir que la Comisión quiso mediar. Pidió audiencia a Casa Presidencial y se le negó. De esto tenemos un acta firmada por los cuatro miembros de la Comisión. Ante esta imposibilidad de la Comisión, y también de las familias, y de las empresas que representan esos secuestrados, queremos decir que toca al Gobierno informar sobre el paradero de los cinco reos que se les pide: Lil Milagro Ramírez, Carlos Madriz, Jorge Luis Zelayandía, Gonzalo Parada, Sonia Estela Ramírez. La Comisión quisiera hacer más, y las familias ¿qué no quisieran hacer por rescatar a sus seres queridos?. Esperamos, pues, que el gobierno informe qué se puede hacer ante una condición que no depende de las familias. Y a los que tienen en su poder a estos señores les suplicamos devolverlos mediante negociaciones que estén al alcance de las familias, de las empresas o de la Comisión, la cual está dispuesta a ayudar de cualquier modo que esté a su alcance. Pero más allá de los cuatro secuestrados nos preocupan 108 desaparecidos, 72 presos políticos. Muchos están en las cárceles de Gotera; muchos exiliados, y muchos campesinos durmiendo en las montañas. Ante esta situación queremos decir lo que hemos venido gritando a los responsables, a los que pueden hacer realidad ésto: hagamos una Navidad sin presos políticos y sin secuestrados. Todavía es tiempo. Quiero pedirles una oración por Alejandro Quinteros, alias El Apache. Su nombre, como elemento de la Policía y de la tortura es muy conocido. Murió -un diario dice- que de derrame cerebral; otro dice que de ataque al corazón, embrocado sobre el timón de su carro. Pedimos que Dios lo haya perdonado, pues la Iglesia, al denunciar sólo desea la conversión y la salvación de los hombres aunque sean sus verdugos y se le hayan declarado gratuitamente sus enemigos. Gracias, a Dios, vamos a terminar con notas de alegría y de optimismo, la Navidad inspira sentimientos buenos en los corazones. El domingo 14 la Sociedad de Artistas y Periodistas de Radio y Televisión presentó un show en el Teatro Libertad a beneficio de quemados del Hospital Rosales. Hemos sabido también de muchas visitas de coros, de estudiantes, etc. a los que sufren, a los enfermos, a los encarcelados. ¡Bendito sea Dios que hay bondad en el corazón de los salvadoreños! Solamente queremos recordar lo que dice el Concilio: "Que no se dé como limosna lo que ya se debe de justicia. Y que antes de hacer caridades baratas, regalitos, piñatas, etc. revisemos nuestra justicia social, que no puede haber paz de Navidad si no hay verdadera justicia en las relaciones de los salvadoreños ". ¡Es esa la Paz que anhelamos! Desde esa perspectiva de paz en la justicia, yo digo con todo cariño a todos: ¡FELIZ NAVIDAD! Queridos hermanos, estimados radio-oyentes:
ESPÍRITU DEL ADVIENTO El espíritu de este tiempo llamado de Adviento desde hace ya tres domingos, tratamos de concretarlo en estas tres actitudes: 1.- Fe y vigilancia. Porque se acerca el Señor y queremos esperarlo. Y sentimos que el Señor está cerca, necesitamos fe para sentir la cercanía de Dios. 2:- Hambre y pobreza espiritual. No se puede desear comer cuando no se tiene hambre, no se puede tener necesidad de Dios cuando se es orgulloso, autosuficiente. Sólo los pobres, sólo los que tienen hambre serán saciados. Este es el espíritu de pobreza del cual María, la Virgen cuyo cántico hemos repetido hoy en el salmo responsorial, expresa, en nombre de toda la humanidad, la necesidad y el hambre de Dios que tenemos. Dichosos los que ven venir la Navidad como el hambriento ve venir algo que comer. No se puede anhelar la liberación, la libertad, si no se tiene conciencia de estar esclavizado. 3.- Es una actitud positiva. Una actitud de presencia y de misión en el mundo. Virtud o actitud misionera: hacer presente lo divino que el mundo necesita. Yo quiero que subrayemos en nuestra reflexión de hoy esta tercera actitud: la presencia. Porque, precisamente, las lecturas que acaban de escuchar subrayan el misterio de la Encarnación que es el que celebramos. La Encarnación es el misterio que le da sentido, le da mística, le da unidad a toda esta expectativa de la Navidad. Y la Navidad no se comprenderá, si no se tiene fe en el gran misterio de la Encarnación. La Encarnación es la presencia de Dios en las realidades del mundo, hecho Él un hombre que se llama Cristo. EL VERBO SE HIZO CARNE Y HABITO ENTRE NOSOTROS 1º. Cristo es el Verbo de Dios que se hizo carne. 2º. La Iglesia prolonga en la historia ese misterio de la Encarnación de Cristo. 3º. Dios se ha hecho hombre para que nos hagamos Dios. 1º. CRISTO ES EL VERBO DE DIOS QUE SE HIZO CARNE A.- Naturaleza divina de Cristo: el Verbo a) Testimonio de Juan Bautista: testimonio de la luz El Evangelio de hoy nos habla de que ese Cristo, del cual habla un gran testigo junto al río jordán, Juan Bautista, no es un hombre cualquiera. Hay en Él una naturaleza misteriosa, divina. Juan Bautista -cuando lo describe el Evangelio de San Juan- dice "Hubo un hombre enviado por Dios para dar testimonio de la luz, no era él la luz, pero daba testimonio de la luz". Quien lee el Evangelio de San Juan se da cuenta cómo juega con esos simbolismos preciosos. Por ejemplo, en este caso, la luz es Dios. Y Juan presenta su Evangelio como la luz que vino al mundo y que provocó dos reacciones: en unos la fe, los que la siguieron; y en otros, el rechazo. Prefirieron las tinieblas a la luz. Cuando viene un testimonio de ese hombre Cristo -de Juan- a decir que éste es la luz, está diciendo: "Este es Dios". Ante Él van a reaccionar los hombres: o siguiéndolo como quien tiene necesidad de luz en la noche, o rechazándolo, hundiéndose más en las tinieblas como aquéllos a quienes la luz les molesta la vista. Por ese rasgo, la lectura de hoy nos dice que Cristo es Dios verdadero. b) Testimonio de Juan Bautista: niega ser profeta También otras palabras del Evangelio de hoy: "¿Eres tú Elías? -le preguntan a Juan-. ¡No soy! ¿Eres tú el profeta o el profetismo que ya desapareció en Israel? ¿Contigo ha vuelto acaso ese carisma de hablar en nombre de Dios, ser profeta? ¡No! -dice a secas Juan Bautista-, ¡yo no soy!". Quien tiene en cuenta el estilo de San Juan se encuentra con una presencia nueva de Dios en Cristo. Esa negativa de Juan Bautista: " ¡No soy!, ¡no!", nos está invitando a otra afirmación que pronto van a oír en el Evangelio de San Juan cuando buscan a Jesús, y Él simplemente se identifica: " ¡Yo soy! Yo soy la luz, yo soy el camino, yo soy el agua en la sed". Cuántas páginas bellísimas, místicas, evocadoras de lo divino, evocadoras de aquel "Yo soy" de Dios en la Biblia del Viejo Testamento; cuando Moisés le pregunta: "¿Quién eres para indicarle a los de mi pueblo que el Dios me manda?" -Le dirás: "Yo soy el que soy". Ese "Yo soy" es la afirmación de una presencia en la creación que no es creatura, que es creador; una presencia inconmovible, una presencia ante la cual todo lo demás es negación, Juan Bautista que dirá que no es digno de soltarle las correas de su sandalia, dice: "Yo no soy". ¡Nadie es, sólo Él es! ¡El que existía! c) Testimonio de Juan Bautista: la voz que clama Aquí viene la tercera proclamación de lo divino de Cristo cuando dice Juan Bautista: " ¡Yo no soy más que la voz que clama! " Qué hermosa consideración hace San Agustín: "La voz es el ruido que llega hasta el oído, pero en esa voz va la Palabra, el Verbo, una idea". En esta misma mañana esto está sucediendo aquí en Catedral y a través de la radio. Escuchan la voz, pero la voz, una vez que deja de emitirse, termina; es un ruido; pero queda una palabra, la palabra es la idea. Esta sublime filosofía, en el lenguaje de San Juan el Evangelista, quiere decir: todos los que predican a Cristo son voz, pero la voz pasa, los predicadores mueren, Juan Bautista desaparece, sólo queda la Palabra. La Palabra queda y este es el gran consuelo del que predica: mi voz desaparecerá pero mi palabra que es Cristo quedará en los corazones que lo hayan querido recoger. El verbo es el pensamiento del hombre. El verbo es una idea griega. La filosofía griega tenía del verbo el concepto de una emanación como la emanación de Dios es el Verbo de Dios, que en cristiano decimos el Hijo de Dios. Todo pensamiento es como un hijo de uno, por eso decimos: he concebido esta idea. Todo el que piensa está concibiendo; como una mujer embarazada concibe, el hombre que piensa, concibe. Y así, como una mujer da a luz lo que ha concebido en sus entrañas, el pensamiento también da a luz la palabra que lleva la voz. Cristo, entonces, es la emanación, es el Hijo de la substancia, la imagen de la substancia divina. No tenemos palabras humanas para describir ese misterio de Dios eterno pensándose a si mismo y ese pensamiento es su Hijo, el Verbo. Pronuncia esa Palabra y quedan creadas las cosas porque su Palabra es omnipotente, es poderosa. Todo cuanto existe ha sido creado por Él. Hermanos, ojalá que esta consideración no se haga árida como una filosofía meramente teórica, sino que lo hermoso es que ese Dios viviente, palpitante, piensa, pronuncia una palabra eterna que nos envuelve en amor a nosotros; y es su Hijo divino que se hace palabra encarnada. Por eso San Juan Bautista puede decir esta frase que es como la cima del testimonio de este domingo: "En medio de vosotros está uno que no conocéis. El que viene detrás de mí, existía antes que yo y al que no soy digno de desatar la correa de su sandalia". ¡Qué bella confesión de Juan!: "Antes de que yo existiera existía Él". Cristo lo va a decir un día ante sus perseguidores cuando le decían: "¿No tienes cuarenta años y dices que tú has construido este templo?" Decía Cristo: "Antes que Abraham vuestro padre existiera ya existía yo: antes que el mundo comenzara a ser, el Verbo de Dios ya existía" ¡Qué consistencia la de este Verbo, la de esta Palabra eterna de Dios! Por eso tenemos que, ahora, hacer un acto de confesión en esa anterioridad, en esa preexistencia del niño que va a nacer en Belén. Ya existía antes de que lo concibiera María en sus entrañas. Como dice la famosa poesía de La Divina Comedia: " ¡Madre de tu creador! ". Es la única mujer que puede decir: "He concebido en mis entrañas un hijo que ya existía antes que yo. Me creó a mí que soy su madre en cuanto lo humano, pero ya existía". Si perdemos esta perspectiva divina, eterna, omnipotente, amorosa a lo infinito de un Dios, perdemos el verdadero sentido de Cristo. Cristo es el que dice San Juan: "Antes que yo existiera, ya existía Él". d) Su Parusía Hoy, San Pablo nos habla de que nos hagamos dignos para el encuentro definitivo con Él, anuncia una existencia más allá de la historia que no tendrá fin. Y en ese caso tenemos que Cristo en cuanto Dios, no tiene principio, existía. Como comienza el hermoso prólogo del Evangelio de San Juan: "En el principio era el Verbo". Miren ese pretérito: "era", ya existía. Al principio, cuando Dios comenzó las cosas, ya existía, ya era. Y ahora, San Pablo nos dice: "Cuando termine tu vida, cuando termine tu historia, cuando termine la historia de la humanidad, ojalá sea digna de encontrarse con ese río eterno que es Cristo para seguir viviendo por toda la eternidad". Así sucede que la historia no es más que un trocito que comenzó y se acabará, pero Cristo en cuanto Dios, es el Señor de la historia porque existía antes de la historia y existirá después de los mundos. No tuvo principio ni tendrá fin. Este es el Verbo que se hace hombre. Esta es la Encarnación: se hace carne. B. Por obra del Espíritu Santo Hoy se anuncia el gran secreto que un día un ángel le vino a anunciar a la Virgen María. ¡Cuando la virgen le dice al ángel que ella, virgen, tiene el propósito de mantenerse virgen para su Dios: "¿Cómo puede ser eso de concebir y dar a luz un hijo?". Y el ángel le anuncia lo que ya había sido anunciado siete siglos antes en el profeta Isaías: "El espíritu del Señor está sobre ti, porque el Señor te ha ungido. Lo que vas a concebir no es obra de varón, será obra milagrosa, virginal del Espíritu Santo". a) En las entrañas de María: unión hipostática Cristo, en cuanto hombre, tendrá una madre mujer pero no tendrá un padre humanamente realizando su encarnación porque es prodigio del Espíritu Santo. ¿Cómo es esto de la unción del Espíritu Santo? Es necesario en esta hora del Adviento y de la Navidad, tener muy en cuenta lo que significa el Espíritu Santo, la potencia de Dios, el Dios -como dice sencillamente el catecismo- formó de la sangre de María un cuerpecito de sus entrañas, al cual le infundió como a todo niño un alma humana y además le infundió la segunda persona de la Santísima Trinidad: el Verbo. Y entonces, aquella mujer grávida, ya es madre de Dios. Cuando en la noche de Navidad, nueve meses después de este prodigio de la Encarnación en sus entrañas, recibe en sus brazos al niño Jesús, María sabe que es obra del Espíritu Santo, que el espíritu de Dios ha hecho el prodigio de un hombre Dios. El Espíritu Santo merece, pues, en esta mañana nuestro homenaje de adoración y de agradecimiento porque gracias a Él, hubo una mujer virgen que pudo juntar el honor de la virginidad con la maternidad y darnos el prodigio de un Dios hecho carne. Por eso la Iglesia toma hoy como salmo de meditación el Magníficat de María: "Mi alma glorifica al Señor". Imagínense ustedes -sobre todo jovencitas de 16 años-, jóvenes, ¿qué sentiría aquella jovencita de Nazaret al ser escogida para ser el instrumento virginal para darnos al redentor de los hombres? ¿Qué joven no iba a cantar, inspirada por ese mismo Espíritu que ya lo llevaba como un prodigio en sus mismas entrañas? Y sobre todo lleva en su alma santa, en su fe viva, el canto de acción de gracias: "Mi alma glorifica al Señor, porque ha hecho en mí cosas grandes el Poderoso". De veras que ha hecho cosas grandes el Hijo de Dios en las entrañas de María. b) En la vida de Cristo, conducido por el Espíritu Santo Ese niño va a crecer, va a dar su vida por la redención del mundo y el Espíritu de Dios lo conducirá. Y gracias a que ese Espíritu de vida eterna lo resucita de entre los muertos, esa resurrección del hombre de Nazaret que es Cristo, obra del Espíritu Santo, se dará también como arras, como principio de fe y de esperanza para la resurrección de todos los que crean en ese Cristo. "El que cree en mí aunque muera vivirá". Porque ese Espíritu que me hizo a mí, anima también la vida del pueblo de Dios, de los cristianos, que se les ha dado por el bautismo a todos los que creen en Jesucristo. C. El Verbo se hizo carne a) Sentido bíblico de la palabra "carne" San Juan usa también otra palabra de inmenso sabor bíblico y también de filosofía griega: "carne". La carne es el hombre concreto, la carne somos los que estamos aquí: hombres en los cuales se puede ver la marca del tiempo, el niño que comienza a vivir, el joven ya robusto, el hombre viejo que está terminando, la carne va siendo marcada por el tiempo. La carne es la situación concreta del hombre, del hombre en pecado, del hombre angustiado por sus situaciones, del hombre que es patria con una historia que parece que se ha metido en un callejón sin salida. La carne somos todos los que vivimos encarnados. ¡La carne! Esa frágil carne, esa carne que tiene principio y se acaba, que se enferma y muere, que peca, que se hace desgraciada o feliz, según su obediencia a Dios. Eso se hizo el Verbo, se hizo carne. b) Redención integral: individual y social, espiritual y corporal Un día explicábamos aquí una palabra que traté de analizarla: la kénosis. Recordarán, la kénosis es la humillación, es el anonadamiento, es el deshacerme, el desaparecer. Con esa palabra se quiere expresar este acto de humildad del Dios que es infinito y eterno y se encierra en el vientre de una virgencita para hacerse carne. El niño que vamos a adorar a Belén es carne, frágil carne de niño. Pero en esa frágil carne como en un envoltorio de papel ordinario, está un gran regalo: ¡El Verbo se hizo carne! Lo más bello de Cristo no es su carne, pero sin carne no es Cristo. Carne que quiere asumir en sí todo lo que es carne nuestra: "en todo parecido a nosotros menos en el pecado", dice la teología de San Pablo. Y cuando en los nuevos tiempos el Concilio Vaticano II dice que el misterio del hombre no se puede entender sin el misterio del Verbo encarnado, nos dice: "En Él, la naturaleza humana asumida, no absorbida, ha sido elevada también en nosotros a dignidad sin igual. El hijo de Dios con su encarnación se ha unido, en cierto modo, con todo hombre. Trabajó con manos de hombre, pensó con inteligencia de hombre, obró con voluntad de hombre, amo con corazón de hombre. Nacido de la Virgen María, se hizo verdaderamente uno de los nuestros, semejante en todo a nosotros, excepto en el pecado". Es para llorar de alegría y de gratitud, saber que ese Dios infinito se hizo carne como yo, y habitó entre nosotros. Si Cristo hubiera realizado su encarnación hoy, y hoy en 1978 fuera un hombre de 30 años, estuviera aquí en Catedral y no lo distinguiéramos entre todos ustedes. Un hombre de 30 años, un campesino de Nazaret, aquí en Catedral como cualquier campesino de nuestros cantones estuviera el Hijo de Dios hecho carne y no lo conociéramos: ¡Todo semejante a nosotros! c) María no puede ser omitida en el Misterio de la Navidad María no puede hacerse a un lado en este tiempo de Adviento y de Navidad. Nadie como María nos enseñará el espíritu de adoración ante el Cristo que es Verbo de Dios hecho carne, nadie sintió la experiencia tan viva, de que en sus propias entrañas el Verbo se hiciera carne. Ella le ofreció en nombre de toda la carne humana el pequeño seno virginal, donde Cristo se encarna para asumir en sí como nos acaba de decir el Concilio: todas las manos de los trabajadores, todos los cerebros de los pensadores, todos los corazones de los que aman, todas las angustias de los que sufren, todas las esperanzas de los hombres, todas las alegrías humanas. Nada humano es ajeno a Jesucristo, porque Él se ha hecho carne, ha querido asumir todo lo que significa la carne en su dignidad de Hijo de Dios. Hermanos, Yo los invito que durante los días de Navidad prolonguen esta meditación: quién es ese Niño que nace en Belén. Y en vez de pensar tanto en regalos, en comilonas y en tarjetas de Navidad, y cosas que hacen perder el tiempo y no dejan meditar, mediten esto. Esto es lo principal de Navidad, no dejemos que la comercialicen, no dejemos que la profanen, que la paganicen. Recojámosla con el espíritu respetuoso y venerémosla en nuestro hogar, en nuestra pobreza. Cuanto más pobres y enfermos, mejor. Yo soy la carne que Cristo ha asumido. ¡Bendito sea Dios que quiso hacerse parte de mi vida al hacerse carne como yo! 2º. LA IGLESIA PROLONGA EN LA HISTORIA ESE MISTERIO DE LA ENCARNACION DE CRISTO Esa encarnación prodigiosa no se quedó allá hace veinte siglos, como un recuerdo. Lo bello es que esa encarnación la ha querido prolongar el Señor en su Iglesia. Voy a leerles también aquí otro pensamiento sublime del Concilio Vaticano II sobre la Iglesia: "Esta sociedad que se llama Iglesia, provista de sus órganos jerárquicos y el Cuerpo místico de Cristo, la asamblea visible y la comunidad espiritual, la Iglesia terrestre y la Iglesia enriquecida con los bienes celestiales, no deben ser considerados como dos cosas distintas, sino que más bien forman una realidad compleja que está integrada de un elemento humano y otro divino. Por eso se la compara, por una notable analogía, al misterio del Verbo encarnado, pues así como la naturaleza asumida sirve al Verbo divino como de instrumento vivo de salvación unido indisolublemente a Él, de modo semejante la articulación social de la Iglesia sirve al Espíritu Santo, que la vivifica, para el acrecentamiento de su cuerpo". Todo el número 8 de la Constitución Lumen Gentium, explica ese misterio de la encarnación que es Dios hecho carne prolongándose en la Iglesia que es también "Cuerpo de Cristo en la Historia". Fue el título, como ustedes recuerdan, de mi Segunda Carta Pastoral: "La Iglesia, Cuerpo de Cristo en la Historia". Quiere decir que nosotros ahora, hombres de 1978, asumidos por el bautismo al cuerpo de la Iglesia, somos la carne de Cristo aquí y ahora. Nadie está excluido de esa dignidad, sólo aquel que se quiera excluir y traicionar esta Iglesia manchándola con tantas calumnias, olvidándose de que "quien escupe al cielo le cae en la cara". Todos los que están escupiendo a la Iglesia en esta hora se están escupiendo a si mismo. Son ellos, como nosotros, bautizados, miembros vivos que integramos el Cuerpo de Cristo. Y Cristo se vale de este organismo humano que es la jerarquía: el Papa, los obispos, los sacerdotes, la institución Iglesia, contra la cual muchas veces nos expresamos tal vez con mucho desprecio. Sepamos que es la carne de Cristo, y como decíamos antes, carne en su situación concreta de pecado. No nos asuste que en la misma jerarquía, en el mismo sacerdocio, en los mismos matrimonios que se dicen cristianos, tengamos que llamar la atención de ser santos porque somos cuerpo de Cristo. No nos extrañe, digo, que en todos los estamentos humanos de la Iglesia exista el pecado porque la carne está necesitada de conversión hacia el verdadero Dios. Y si Cristo se hizo carne fue para redimirla. Esta Iglesia, carne de Cristo en la Historia, necesita redención en todos los tiempos. Y en 1978, obispos, sacerdotes y fieles, todos, necesitamos redención; somos carne putrefacta, somos carne frágil, somos carne de Cristo en la Historia. Nadie puede decir que puede tirar la primera piedra cuando todos somos pecadores. Por eso decíamos que si la Iglesia tiene la valentía de denunciar los pecados del mundo, no es porque ella se crea impoluta, sino porque "el que denuncia está también dispuesto a ser denunciado", y tiene la obligación de convertirse y de corregirse para Dios, como nos va a decir hoy San Pablo. La comunidad de Tesalónica como toda comunidad, es obra del Espíritu Santo y prolonga "la voluntad de Dios en Cristo Jesús". La segunda lectura de hoy, precisamente nos habla de una comunidad: la de Tesalónica, como podría ser la de San Salvador, la de cualquier parroquia nuestra -y la Iglesia es comunidad-. Donde San Pablo dice cuáles son los secretos para que ese espíritu de Dios que le dio carne al Hijo de Dios hecho hombre y le sigue dando vida y consistencia a esta Iglesia, prolongación de Cristo en la Historia, sea verdaderamente una comunidad que honre a Cristo. a) Virtudes y actitudes: alegría..., oración..., acción de gracias... Yo les invito a que en esta semana, en estas horas en que El Salvador parece que no tiene lugar para la alegría, escuchen a San Pablo como nos repite: "Hermanos, estén siempre alegres. Sean constantes en el orar. En toda ocasión tengan Acción de Gracias: esta es la voluntad de Dios, en Cristo Jesús, respecto de ustedes". El cristiano, la comunidad cristiana, no debe estar desesperada. Si se muere alguien en la familia, no debemos llorar como hombres sin esperanza. Si en la historia de nuestra patria se han entenebrecido los cielos, no desesperemos. Somos una comunidad de esperanza y como los israelitas en Babilonia, esperemos la hora de la liberación: ¡llegará! "Llegará porque Dios es fiel, dice San Pablo". Y esta alegría tiene que ser como una oración: "El que les ha llamado es fiel y cumplirá sus promesas". Esta comunidad Iglesia es la que canta en la primera lectura de hoy: "Desbordo de gozo con el Señor, y me alegro con mi Dios porque me ha vestido un traje de gala, y me ha envuelto con un manto de triunfo -miren qué comparación- como el novio que se pone la corona o la novia que se adorna con sus joyas". Cosa bella es ver un hombre y una mujer joven que se aman y van al altar vestidos con su mejor ropa. Van a entregarse al amor. Esa es la comparación que usa Cristo hoy, es Dios en el viejo Testamento para decir este pacto del Dios que nos quiere salvar y el pueblo que necesita salvación. Y la comparación se hace todavía más poética: "Como el suelo hecha sus brotes, como un jardín hace brotar sus semillas, así el Señor hará brotar la justicia y los himnos ante todos los pueblos". Me imagino yo que el que siembra un jardín, de la tierra espera que surjan las flores. Pero es él, el que ha puesto las semillas. Esto es lo que ha hecho Dios en la redención cuando dice: "Me ha enviado a evangelizar a los pobres, para anunciar la buena nueva a los que sufren, para vendar los corazones desgarrados, para proclamar la amnistía a los cautivos, y a los prisioneros, la libertad". ¿No les parece que es la voz de la Iglesia aquí en El Salvador gritando: ¡amnistía! ¡libertad! Gritando: ¡no más torturas!, ¡no más dolor! Es la voz de Dios que quiere sembrar bonanza, bien en la tierra. Y esta tierra florecerá. Lo ha prometido el Señor y no fallará. ¿Cuándo? No lo sabemos, esperemos. Como el agricultor que no se impacienta porque sabe que a su hora reverdecerá el jardín. "Yo tengo fe que todo cambiará", dice la bonita canción de los jóvenes ahora. ¡Cántenla con toda alegría! "Yo tengo fe que todo cambiará", ciertamente porque Dios ha venido, el Verbo se ha hecho carne y quiere vivir no en individuo. Esto, por favor, tengámoslo muy en cuenta que es causa de un conflicto muy grande en la Iglesia de hoy: el cambio de una piedad individualista a una piedad comunitaria. Ya no es tiempo de decir: "yo traté de salvarme, no me importan los demás". Porque si no te salvas con otros, puede ser que no te salves tú solo. La salvación que Cristo ha traído es en comunidad, es Iglesia. b) No despreciemos la ayuda del Espíritu Santo En la segunda lectura de hoy hay también unos pensamientos que yo les voy a decir ahora, con toda confianza de Pastor con su pueblo. Son como las normas que quieren ser en mi pastoral lo que San Pablo les dice a los tesalonicenses: "No apaguéis el Espíritu. No despreciéis el don de la profecía. Examinadlo todo quedándoos con lo bueno". ¿Qué quiere decir esto: "no extingáis el Espíritu"? Yo siento esta palabra, como Obispo y Pastor, con una tremenda responsabilidad. Porque yo sé que el Espíritu de Dios, que hizo el cuerpo de Cristo en las entrañas de María y sigue haciendo la Iglesia en la Historia aquí en la Arquidiócesis, es un espíritu que está -como dice el Génesis- aleteando sobre una nueva creación. Yo siento que hay algo nuevo en la Arquidiócesis. Soy hombre frágil, limitado y no se que es lo que está pasando, pero sí se que Dios lo sabe. Y mi papel como Pastor es esto que me dice hoy San Pablo: "No extingáis el Espíritu". Si con un sentido de autoritarismo yo le digo a un sacerdote: ¡no haga eso!; o a una comunidad: ¡no vaya por allí! Y me quiero constituir como que yo fuera el Espíritu Santo y voy a hacer una Iglesia a mi gusto, estaría extinguiendo el Espíritu. Pero sí, también, me dice San Pablo: "Probadlo todo, examinándolo y quedándoos con lo bueno". Esto le pido mucho al Espíritu Santo: lo que se llama el don del discernimiento. Hermanos, yo les invito, y cuanto más edad tengamos más les invito, a este sentido tan difícil del discernimiento. Cuanto más viejo es uno, le parece que sólo lo de uno es verdadero y lo de los jóvenes parecen locuras, novedades: "no hay que hacerles caso ". ¡Mucho cuidado!, "no extingáis el Espíritu, examinadlo y quedáos con lo bueno". Claro, que de los jóvenes no vamos a aprender a fumar marihuana, de los jóvenes no vamos a aprender el libertinaje, del mundo no vamos a aprender los vicios. Pero en ese mundo de vicios y de marihuana, y de defectos... el Espíritu de Dios está aleteando. Y por eso digo en mi Carta Pastoral: "La Iglesia tiene que ir con Cristo sin tenerle miedo que le digan que está comiendo con publicanos y prostitutas". La Iglesia es Cristo encarnado en la carne real, concreta; y esa carne que hoy puede ser carne de una prostituta, mañana puede ser la carne arrepentida de una santa como fue la Magdalena. Y esa carne que hoy es carne de un San Agustín, en devaneos mundanos y libertinos, que le parecía que no se podía ser casto, mañana puede ser la carne de San Agustín el pecador arrepentido. A los muchachos de hoy, y a las comunidades que tienen tal vez hasta sus cosas estrambóticas, les digo: seleccionemos lo bueno. Ayúdenme queridos sacerdotes, queridos catequistas, queridas religiosas, a ser comprensivos y a pedirle al Espíritu Santo el don del discernimiento, para descubrir en esta Iglesia bella de la Arquidiócesis, los verdaderos valores. ¡El Espíritu no se repite! Dice una frase bíblica muy significativa: "El Espíritu hace nuevas todas las cosas". Nosotros somos los que envejecemos y queremos que todos se haga según nuestro patrón de viejos. El Espíritu nunca es viejo, el Espíritu siempre es joven. Ayer que daba la confirmación a un grupo de jóvenes, en la Colonia Santa Lucía, les decía esta frase. Qué gusto me dieron aquellos jóvenes recibiendo el Espíritu Santo con tanta conciencia. Uno de los jóvenes dijo: "nos hemos comprometido con el Espíritu Santo, queremos sele fieles". Esta es la Iglesia que prolonga la encarnación de Jesucristo, esta Iglesia que es encarnación y en la cual, por tanto, hay mucho de bueno y hay mucho de malo. Fíjense en una frase que nos revela mucho del Concilio Vaticano II: "La vocación del hombre es única, es una vocación divina. Por eso debemos creer que el Espíritu Santo ofrece a todos la posibilidad de que, en forma de sólo Dios conocida, se asocien todos los hombres a este misterio Pascual". Es una frase también para mí muy reveladora cuando pienso que no sólo en los límites de la Iglesia Católica, mucho menos en los más estrechos límites del sacerdocio y del episcopado o de la vida religiosa, sólo allí, estuviera lo bueno; y que todo lo demás es malo. ¡Mentira! Aquí nos acaba de decir el Concilio que: "fuera de la Iglesia Católica, siendo que todos los hombres son llamados a esta vocación divina, el Espíritu Santo se las arreglará -dice- por caminos que sólo Él conoce para hacer participante de este misterio de Cristo, a los hombres aunque no sean cristianos". Qué vergüenza cuando uno piensa que tal vez hay paganos, gente que no tiene fe en Cristo, pero que tal vez son más buenos que nosotros y están más cerca del Reino de Dios. ¿Se acuerdan cuando Cristo recibió la visita de un pagano centurión? Y cuando Cristo le dijo: "Voy a ir a curar a tu siervo". El centurión, lleno de humildad y de confianza le dice: " ¡No, Señor! No soy digno de que vayas allá. Dí una sola palabra y mi siervo quedará sano". Cristo se admira -dice el Evangelio- y dice: "En verdad no he encontrado tanta fe en Israel". Yo digo: Cristo dirá también de esta Iglesia: fuera de los límites del catolicismo tal vez hay más fe, más santidad. Por eso no tenemos que extinguir el Espíritu... El Espíritu no es monopolio de un movimiento, de un movimiento cristiano, de una jerarquía, ni de un sacerdocio, ni de una congregación religiosa. El Espíritu es libre y busca que los hombres, donde quiera que se encuentren, realicen su vocación de encontrarse con Cristo. El que se hizo carne para salvar toda carne humana. Eso sí, queridos hermanos, y yo sé que a la Catedral llega también gente que hasta ha perdido la fe o no es cristiana: ¡Sean bienvenidos! Y si esta palabra les está diciendo algo, yo los invito a reflexionar en la intimidad de sus conciencias porque, como Cristo, les puedo decir: El Reino de Dios no está lejos de tí, el Reino de Dios está dentro de tu corazón, búscalo y lo encontrarás. 3º. DIOS SE HA HECHO HOMBRE PARA QUE NOS HAGAMOS DIOS Dios se ha hecho hombre y ha asumido esta carne concreta de crímenes, de violencia, de zozobra. Todo eso es la carne, mezcolanza de justicia y de atropello, de inocencia y de pecado. Todo eso lo ha asumido Cristo para redimimos del pecado y obtener la vida de Dios, para que nos convirtamos y participemos en su vida divina. Cristo sigue hoy encarnándose en nuestra vida diaria, asítenemos los siguientes hechos. HECHOS DE LA SEMANA Yo, desde mi Iglesia, dirijo la mirada al centro de este catolicismo que es el Papa. Y encuentro con alegría, rasgos que vienen a confirmar nuestra pastoral: El Santo Padre, escribiendo a las Naciones Unidas, al celebrarse los 30 años de los Derechos Humanos, invoca con tristeza: "Aunque no se puede ignorar que ha habido ya algún progreso. Nos vemos obligados a observar una, aparentemente, creciente divergencia entre las significativas declaraciones de las Naciones Unidas y las a veces generalizadas violaciones de los Derechos Humanos en todas partes de la sociedad y el mundo". Con su palabra seria, comprueba que hay gobiernos y muchos Estados donde los Derechos Humanos están siendo pisoteados, y hay muchos abusos de poder. Juan Pablo II se mantiene, también, preocupado por la situación de Nicaragua; con palabra firme, pero respetuosa, le dijo al Embajador de ese país: la libertad que la Iglesia debe tener y el respeto a los Derechos Humanos que las autoridades de un gobierno deben tener para su pueblo. -Exhorta a Chile y Argentina a superar su diferendo. -Con su anuencia, se escogió como tema para el Sínodo Mundial de 1980: "Las tareas de la familia cristiana". En Santiago de Chile hubo un simposio que se clausuró el 25 de noviembre. Yo tuve una amable invitación del Cardenal de Santiago de Chile. Pero preferí, por la situación de mi país, quedarme siempre con mi pueblo que será el mejor testimonio que mejor se pueda dar. Pero desde allá tienen la bondad de notificarme la asistencia: Cardenal Silva Henríquez, Cardenal Arns de Brasil, y de otras personalidades del mundo diplomático, protestantes, etc. Entre las declaraciones del Simposio, declaran: "... que muchos gobiernos han impuesto sistemas que relativizan el valor de la persona y en que la razón de Estado es pretexto suficiente para ejercitar las más variadas formas de violencia institucionalizada y tortura". Exhortan a los creyentes del mundo entero a unirse en un esfuerzo común de creación y de acción, de modo que impulsados por la fe, busquen valerosamente la verdad y la justicia, y realicen un renovado esfuerzo por recrear la solidaridad de los grupos, pueblos y naciones. Se refieren, bastante detalladamente, al atropello de las libertades, de la justicia, de la vida de muchos países, sobre todo en nuestro continente. Las relaciones Iglesia-gobierno están seriamente lastradas por los conflictos del gobierno con el pueblo. La Iglesia pide concretamente informes sobre 650 desaparecidos. Como siempre, también allá, cuando la Iglesia toca intereses del gobierno o del capital, se la tilda de comunista. En nuestra Arquidiócesis, alegrémonos también con los hechos de nuestra casa: Bodas de oro de haber llegado al país, de las Hermanas Franciscanas. - Bodas de Plata de vida religiosa de las Hnas. Angela Cáceres, Elena de Jesús Cáceres y Josefina Núñez. -Partieron de la Ceiba, religiosas Somascas para iniciar trabajos pastorales en Brasil. Quiero agradecer el apoyo público que se ha dado a mi persona por parte del Senado Presbiteral, de movimientos populares y del "Eco de Oriente" -semanario de San Miguel-. También, unas palabras que me han llenado de ánimo. Los Cardenales: Fr. Marty, de París; Basil Hume, de Inglaterra; Josef Suenens, de Bélgica; en una carta inesperada, por lo grandioso que significa para mí este apoyo. Dicen, entre otras cosas: "Nos recuerda esta lucha por los derechos humanos que cada hombre es una imagen visible del Dios invisible. En realidad en cada hombre o mujer nos tropezamos con el mismo Dios y con su llamado en favor de la justicia y del amor. Las violaciones sistemáticas de los derechos humanos son en sí mismas una cruda negación de la fe cristiana en la Encarnación. Nos duele que el testimonio profético de Ud. se vea afrentado con ataques públicos a la Iglesia. Hemos leído con gran tristeza como, por medio de la prensa y otros medios, se lanza una campaña de vilipendio que trata de desprestigiar su liderazgo. Queremos en esta oportunidad asegurarle nuestra solidaridad fraternal". Me alegra, no por ser a mí esta solidaridad, sino por ser en favor de este sentimiento de la encarnación de Dios en nuestra dignidad humana. Me alegra de que todo esto que estamos haciendo, aunque sea mal visto por algunos, por parte de Dios y a la luz de su palabra que hoy hemos reflexionado sea su Encarnación. Veamos de qué cosas es capaz el amor de Dios cuando ama esta carne que ya podría merecer todo el desprecio y, sin embargo, nos sigue amando hasta la locura de hacerse niño en la cuna de Belén. En Potonico, Chalatenango, se robaron las hostias la semana antepasada. El 20 de diciembre a las diez de la mañana, vamos a tener un acto de desagravio, para el cual invito a todos los pueblos vecinos de Potonico. Quiero felicitar a la Parroquia de Candelaria de Cuscatlán y a su párroco el P. Interiano, por su fiesta patronal de Dulce Nombre de María y por el agrandamiento de su Escuela Parroquial. Felicito al párroco y a la Parroquia de San Rafael Cedros, que el 16 de diciembre tuvieron su sexta promoción de la Academia San Rafael. Vida de nuestras comunidades -Domingo 10: Hubo en San Rafael Cedros una reunión de laicos de todo el Departamento de Cuscatlán. Yo estuve en Potrero Grande, Aguilares. -Lunes 11 -. Tuve una entrevista con gente que conoció muy a fondo al P. Neto Barrera y ellos expresaban con verdadero agradecimiento y hasta con lágrimas, el cariño para un sacerdote que les enseñó a amarse. Me decían: "Antes éramos muy egoístas, sólo buscábamos lo nuestro; pero él comenzó a decirnos que nos comprendiéramos, que nos ayudáramos". Yo creo que si un árbol se conoce por sus frutos, este fruto está diciendo de la labor sacerdotal del P. Neto. Ratifico, con esta ocasión, la posición de la Carta Pastoral, la cual afianza su apoyo a todo lo justo donde quiera que se encuentre. Así como rechaza todo lo injusto y abusivo donde quiera que se encuentre. -Martes 12: Día de la Virgen de Guadalupe, por lo menos unas 60.000 personas desfilaron peregrinando ante la Morenita del Tepeyac. -Yo celebré en Dulce Nombre de María. Saludé a los nuevos Párrocos, Padres de Maryknoll y a las Oblatas del Sagrado Corazón que trabajan allá. -Por la noche, celebré en la Colonia de Las Delicias, Sta. Tecla, y me reuní con un grupo juvenil y P. Aguilar. -Lamento no haber podido asistir a la invitación del P. Eleodoro Orellana, en la Colonia Guadalupe de Soyapango. -Miércoles 13: Día de Santa Lucía, Patrona de Suchitoto, estuve allá. Fue nombrado el Párroco, P. Jorge Venavides. Saludé a la Sociedad de Jesús Nazareno y tuve el gusto de estar con todos los sacerdotes de la Vicaría de Cuscatlán. El P. Moreno estaba enfermo, espero esté mejor. -Un grupo de señores de la Colonia Santa Lucía me llevó el producto de sus reflexiones sobre la Carta Pastoral. -Siento no haber atendido a la invitación de Apastepeque, de otra diócesis . -Jueves 14: Asistí a la fiesta patronal de la Inmaculada en San Pablo Tacachico, preparada por la parroquia y el P. Jorge Salinas y otros sacerdotes de la Vicaría. Hubo reunión de agentes de Pastoral . -Sábado 16: En la Colonia Santa Lucía un grupo de Primera Comunión y Confirmación, preparado durante un año por el P. Astor. Los padres de familia aceptaron trajes sin ampulosidades. -También en la Iglesia de El Calvario, hubo Primeras Comuniones y Confirmaciones. Hoy Domingo 17: Está celebrándose en el Colegio Guadalupano una convivencia de comunidades eclesiales de base y movimientos laicales. Habrán unas mil personas y el tema de reflexión es "La Comunidad". -Esta tarde estaremos en Rosario de Mora, donde las hermanas Oblatas al Divino Amor, han preparado Confirmaciones y Primeras Comuniones. -A las 8 de la noche estaré en la Parroquia de San Sebastián, huérfana por el asesinato del P. Neto, va a recibir su nuevo Pastor P. Juan Antonio Gutiérrez. Una confirmación más consciente. Quiero invitarles a secundar estas iniciativas. Se ha puesto como norma una edad mínima de 8 años, pero los párrocos prepararán grupos de edad mayor para que la reciban con más conciencia. Aquí en Catedral seguiremos confirmando con esas condiciones hasta Semana Santa. De Semana Santa para allá, no habrá más confirmaciones en Catedral. Las confirmaciones se van a organizar en las vicarias y parroquias porque es un sacramento que debe de tener mucho sentido de comunidad y de parroquia. Estos ensayos que hemos hecho en las diversas comunidades me han dicho lo rica que es la confirmación bien preparada en comunión con su párroco y su comunidad. De modo que yo les invito a todos los que tienen niño o jóvenes de confirmar que vayan organizando con sus parroquias y con sus vicarías este sacramento de tanta importancia. En la página de solidaridad, en "Orientación", quiero invitarles a leer las declaraciones de Francisco Baltazar Campos Mendoza, hoy asilado en la Embajada de México. Son unas declaraciones autorizadas ante abogado, donde narra las horribles torturas de que fue objeto y cómo se le quiso dinamitar con otros tres torturados. Pero él, por puro milagro, pudo ponerse a salvo al despertar de una inyección misteriosa que le habían puesto mientras los otros quedaron hechos pedazos cuando estalló la dinamita. En su declaración menciona que en las cárceles habló con Pedro Arístides Pineda, José Victoriano Arévalo Romero, Domingo Chávez Martínez, Jorge Vitelio Martínez y Lil Milagro Ramírez, la cual le contó haber hablado en la Guardia hace mucho tiempo con el Dr. Carlos Madriz quien a su vez vio a Jorge Luis Zelayandía. Una comisión que ha estudiado la declaración de Campos Mendoza ha sacado estas conclusiones: 1.-Es una prueba más de que existen presos políticos en las cárceles de los cuerpos de seguridad a pesar de que estos lo nieguen sistemáticamente. 2.-Demuestra que en nuestro país es ineficaz el recurso de exhibición personal. 3.-Confirma el uso ilegal de crueles torturas durante los interrogatorios realizados por los cuerpos de seguridad. 4.-Revela el ilegal uso de droga durante estos interrogatorios. 5.-Deslegitima las declaraciones extrajudiciales presentadas a los tribunales por los cuerpos de seguridad para acusar a un reo. 6.-Manifiesta lo injusta y arbitraria que es la disposición del Art. 496 del Código Procesal Penal que reconoce como prueba suficiente para decretar detención provisional, la confesión extrajudicial rendida ante los cuerpos de seguridad en presencia de testigos nombrados por éstos. 7.-Desenmascara varias maniobras de los cuerpos de seguridad para hacer desaparecer definitivamente a algunos de sus capturados. 8.-Viene a ser el clamor de un pueblo oprimido y torturado que invita a todos los hombres de buena voluntad a colaborar para que en El Salvador: cesen las torturas, se derogue la Ley de Defensa y Garantía del Orden Público, se libere a los desaparecidos y presos políticos, haya verdadera justicia social que fundamente una paz duradera". Los cuatro secuestrados es una triste noticia que también sitúo en este campo. Los Señores Fritz Schuitema, Ian Massie, Michael Chatterton y Takakasu Susuki, siguen secuestrados. Con las tres empresas y familiares he tenido relaciones personales en mi sincero deseo de ayudar pastoralmente. Y quiero decir, hasta donde llegue esta voz, que las dos condiciones políticas puestas para liberar a los secuestrados son la libertad de cinco reos: Lil Milagro Ramírez Huezo, Manuel Rivera, Juan Gonzalo Parada, Jorge Luis Zelayandía y Sonia Estela Ramírez. Y la segunda condición: la publicación del manifiesto de la FARN en periódicos del país. Estas dos condiciones no dependen de las familias ni de las empresas. La misma comisión para ayudar e interceder en estos secuestros quedó integrada, pidió audiencia al Sr. Presidente y no se le ha concedido. Está dispuesta a poner toda su colaboración en cuanto esté a su alcance; las familias y empresas también están dispuestas a negociar la libertad de estos cuatro señores. Y, por tanto, en nombre de la Iglesia, yo quiero recordar aquí lo que el Papa mismo dijo en estos días hablando al final de su audiencia de la semana: "... el secuestro es una plaga que provoca mucho sufrimiento y es indigna de los países civilizados. En el nombre de Dios -dijo textualmente- apelo a los responsables para que liberen a las personas que mantienen cautivas por rescate y también deseo recordarles que Dios es el vengador de las acciones de la humanidad". Me alegro de que este pensamiento del Papa apoye lo que yo supliqué en "Orientación", también: Una Navidad sin presos políticos ni secuestrados. Si estas letras llegaren a conocimiento de quienes tienen en su poder a hermanos víctimas del desaparecimiento o del secuestro, sepan que junto con mi solidaridad para con el sufrimiento y el dolor de las víctimas y sus familias quiero manifestar también a Uds. mi súplica encarecida, inspirada en el amor y la justicia cristiana, de que respeten la vida y la dignidad humanas de sus cautivos y no sofoquen el derecho humano que ellos, al igual que ustedes, tienen a la libertad. Recuerden que la misma lucha por el bienestar o las reivindicaciones justas del pueblo que ustedes dicen profesar, pierden su eficacia y su simpatía cuando las empapan y afean otras injusticias y violencias. Celebremos con el esfuerzo de todos una Navidad feliz, una Navidad sin desaparecidos, sin reos políticos, sin secuestrados, una Navidad que congregue a toda la familia sin dolor y sin miedo en el hogar. El pensamiento que nos lleva ya al altar. En esta mañana hemos concretado aquí en nuestra comunidad y en nuestra patria las realidades de la carne que vivimos; toda esta carne, la ha asumido Cristo. Pero llena de alegría la Jerusalén que se libera, mira que ha de brotar de esta tierra la justicia y el amor. Y San Pablo nos exhorta: "Que el mismo Dios de la paz os consagre totalmente y que vuestro ser, alma y cuerpo, sea custodiado sin reproche hasta la Parusía de Nuestro Señor Jesucristo. Así sea... Nota: El Dr. Roberto Lara Velado habló, unos minutos antes, en nombre de la Comisión de los Derechos Humanos para El Salvador en el XXX Aniversario de su Declaración Universal. Expresó el agradecimiento y la unión de la Comisión con nuestro Pastor Mons. Oscar A. Romero y con todo el pueblo salvadoreño. También manifestó la disposición de la Comisión de hacer todo el esfuerzo que sea necesario para que en nuestro país se vivan y se respeten los derechos humanos, concluyendo: "Ese es nuestro pequeño y humilde grano de arena para cumplir el nobilísimo mensaje de Cristo Nuestro Señor".
Queridos hermanos: INTROITO Y ORACION DEL DIA Ese aplauso de ustedes a la expresión del pueblo auténticamente libre y digno que se ha escuchado en los labios del Dr. Roberto Lara Velado esta mañana, con ocasión de celebrarse hoy un aniversario más de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, constituye el mejor respaldo a nuestra fe en esta Palabra de Dios, desde la cual iluminamos inconveniencias políticas, sociales o económicas, siempre desde la perspectiva auténtica del Dios que creó a los hombres; es el trabajo por esa dignificación que la Iglesia asume como un compromiso sagrado. Yo le agradezco al Dr. Lara Velado haber puesto, en esta mañana, no un granito de arena sino un poderoso respaldo, con su palabra, a esta palabra que quiere seguir siendo fiel en la interpretación del mensaje de Dios. Y ese mensaje de Dios, que vamos tratando de tomarlo de la sagrada Biblia y del lenguaje que la Iglesia hace su vivencia de plegaria, se llama la Liturgia; en estos domingos preparatorios de la Navidad nos llenan de esperanza y de alegría. El domingo pasado decíamos: Adviento, el Tiempo de la Alegre Esperanza; y hoy la Sagrada Liturgia se inicia con un grito de alegría y de esperanza: ¡Qué salgamos al encuentro! ¡Qué el Señor viene! Y en la plegaria le hemos pedido a Dios que quite todos los obstáculos que puedan estorbar ese encuentro con Él. EL SEÑOR VIENE, PREPARÉMOSLE EL CAMINO 1º. La venida de Dios 2º. Los caminos por donde Dios llega al hombre 3º. Cristo es el camino 1º. LA VENIDA DE DIOS PARA SALVARNOS a) Sentido litúrgico de Adviento La venida de Dios para salvamos es el sentido litúrgico de la palabra que le da estilo y unidad a esta temporada densa de la preparación navideña bajo el sugestivo nombre de "adventus", el Adviento, la venida, la preparación para un encuentro. ¿Quién no ha tenido en su vida una psicología de adviento? La preparación para recibir al amigo, al hijo, a la esposa, a la mamá que viene de lejos; se le prepara la casa, se le prepara una bienvenida, una fiesta tanto más cordial cuanto más se le ama. Eso indica algo, lo que quiere infundir la Iglesia en este tiempo: una preparación cariñosa. b) Sentido teológico La venida de Dios para salvarnos. Hay un sentido teológico que lo expresa así el Concilio Vaticano II cuando habla de la dignidad del hombre, que nos acaba de recordar el Dr. Lara Velado: "La razón más alta de la dignidad humana consiste en la vocación del hombre a la unión con Dios. Y sólo se puede decir que vive en la plenitud de la verdad cuando se confía por entero a su Creador". (G.S. 19). "Nos hiciste para tí -dice aquel gran humanista San Agustín-, nos hiciste para tí y nuestro corazón está inquieto hasta descansar en tí". Hay un atractivo mutuo entre el Dios que nos creó para Él y los hombres que hemos recibido inteligencia, libertad y muchas capacidades; no para malbaratarlas ni para abusar, sino para encontrar su plenitud en ese objetivo de su naturaleza, en ese principio y fin de su ser. c) Las tres lecturas revelan este destino del hombre que corresponde al deseo de Dios Por eso, las tres lecturas que quieren darle espiritualidad a este domingo y a esta semana de los cristianos, nos hablan precisamente de ese destino del hombre que corresponde al deseo de Dios. Y cuando el corazón del hombre expresa toda la nobleza de lo más íntimo de sus sentimientos, habla; como acaban de escuchar a un hombre del mundo, a un seglar, el ansia de parecerse a Dios. Reclama la dignidad de ser imagen de Dios, y siente el hombre que no está satisfecho mientras no se encuentre con ese Dios que también anhela el encuentro del hombre. PRIMERA LECTURA a) Del destierro a la Patria Corresponde a los finales del destierro de Babilonia. Son aquellos capítulos que se llaman del segundo Isaías. Un profeta anónimo inspirado en las esperanzas de Isaías ve que ya se acerca el final del castigo de Dios. ¡Ya se levantará este destierro! ¡Ya volveremos a la patria! Y entonces escucha, como un mandato de Dios: "¡Consolad, consolad a mi pueblo dice vuestro Dios! ¡Hablad al corazón de Jerusalén y gritadle que se ha cumplido su servicio y está pagado su crimen!" b) La epifanía del desierto "Una voz grita en el desierto: ¡preparad el camino del Señor!". Y se comienza a describir en forma de una procesión, como una epifanía, una manifestación de Dios que va a brillar entre las arideces del desierto el caminar de un pueblo que vuelve del destierro, con la alegría de encontrarse otra vez con su patria. Dicen los beduinos del desierto que cuando el viento produce un ruido extraño que parece un gemido, un gemido humano -como son poetas a lo oriental-, ellos mismos se preguntan y contestan: "¿Oyes hermano cómo gime el viento?... Es el desierto que se lamenta y llora porque quisiera ser pradera". Cuando uno ha conocido un desierto ¡Qué cosa más espantosa! ¡Arenas, polvo, sol, aridez! De veras que la mente del oriental siente el ansia de convertir esas arenas en jardín, en praderas, en bosque. Fue lo que sintió Isaías y quiso expresar en esa transformación de la aridez del desierto en un jardín, la esperanza de un pueblo que retorna de la esclavitud, del castigo de la opresión, a los brazos de la libertad, a la alegría de sentirse pueblo digno, autónomo. c) Sentido redentor: ya está pagado el pecado Toda la primera lectura involucra un sentido redentor. El profeta no calla que todo esto ha venido por los pecados, por las idolatrías, por las injusticias sociales, por los abusos de los reyes en el poder. Y por eso Dios ha castigado a su pueblo, pero dice el profeta: "Ya está Dios satisfecho". No es que Dios se complazca en hacer sufrir a los hombres aunque sean pecadores. Es que Dios quiere hacer sentir al hombre que no puede encontrar en las cosas de la tierra la alegría que Él le ha dado, sino que sólo puede llenarlo sólo Él. Dios es celoso de llenar el corazón del hombre y por eso hace sentir el vacío cuando los hombres se apartan de Él. SEGUNDA LECTURA a) La consumación del encuentro No confundir cercanía teológica con cercanía cosmológica. La segunda carta de San Pedro, también se orienta en este sentido de un encuentro con Dios. Y nos viene a decir San Pedro, como en términos modernos: no confundamos una cercanía teológica con una cercanía cosmológica. Voy a explicarme. Había en tiempo de los apóstoles una preocupación: si la venida de Cristo que había sido prometida para juzgar al mundo iba a ser ya, si la iban a ver ellos; y cuando se morían, muchos de su generación se afligían porque los enemigos se reían: " ¡pobres ilusos, esperando una esperanza que nunca llegará! " Entonces San Pedro escribe para consolidar esa esperanza: "Tengan paciencia, un día ante Dios es como mil años, y mil años es como un día". Para Dios no valen las categorías cronológicas: el tiempo. b) Lo que interesa a Dios es salvar Para Dios lo que vale es una preocupación más honda "Tengan paciencia, porque la paciencia de Dios esperando, es para que sus hijos se conviertan". Él lo que quiere es encontrarse con los hombres. Puede que llegue a la hora tardía, cuando ha pasado la vida y en la ancianidad no se recogen más que los frutos podridos de una juventud mal vivida. Todavía, entonces, está esperando Dios con paciencia. Pueda ser en la juventud, y tenemos en esta hora, jóvenes que han encontrado la alegría en su Dios. En fin, para Dios el tiempo es como la comparación de mil años con un día. Para Dios hay algo más profundo: su obra salvadora, su encuentro con el hombre, sea niño, sea joven, sea viejo; sea en la edad presente, o sea en el futuro. Lo que espera es que toda esta familia creada por Él en el mundo, sea para compartir con Él la alegría, la felicidad, la vida divina. "Nos hiciste para tí" c) Destino del hombre y de los pueblos... cielos nuevos y tierra nueva Por eso la segunda lectura nos habla de ese destino de los hombres y de los pueblos, caminando hacia una tierra nueva y hacia unos cielos nuevos, para que no nos quedemos de rodillas idolatrando los bienes de esta tierra, que dice que se van a consumir. d) Lo presente tiene validez relativa La segunda carta de San Pedro es la que expresa con lenguaje más apocalíptico, la destrucción de los elementos. Tomado, sin duda, de apocalipsis contemporáneas no precisamente cristianas que intuían un fin de las cosas materiales, y hablaban de un cataclismo y de unos incendios del cielo y de los elementos. No es necesario tomarlo al pie de la letra. Lo que nosotros hemos de captar en ese lenguaje oriental, fantástico, de incendios y apocalipsis, es una gran realidad: lo que existe en el tiempo tiene un valor relativo con el tiempo, se acabará. Sólo los cielos nuevos y la tierra nueva que Dios tiene prometidos, son el verdadero paraíso. Donde se estabilizará para siempre el encuentro de Dios con los hombres. ¡Hacia allá caminamos! Desde aquí, desde la tierra, en un encuentro que ya lo hemos de hacer nuestro, en nuestro propio corazón, en nuestra propia vida, en nuestro propio hogar. ¡Ya debe de ser un dios que se encuentra! Queridos hermanos, quién pusiera elocuencia de profeta a mis palabras para sacudir la inercia de todos aquellos que están como de rodillas ante los bienes de la tierra. Aquellos que quisieran que el oro, el dinero, las fincas, el poder, la política, fueran sus dioses inacabables. ¡Todo eso se va a terminar! Sólo quedará la satisfacción de haber sido un hombre en la política o en el dinero, fiel a la voluntad de Dios. Hay que saber manejar, según su voluntad, lo relativo y transitorio de las cosas de la tierra. ¡No absolutizarlas! Sólo hay un absoluto: el que nos está esperando en los cielos que no pasarán y en la tierra que no pasará. " Sólo hay un Dios y no hay otros dioses fuera de mí", decía con celo divino, Dios. Para que no adoraran a nada sobre la tierra, sino que en la tierra y en la eternidad supieran que el hombre había sido hecho para Dios. Y sólo en Dios se encuentra su satisfacción. Esto quiere ser el mensaje de Adviento: el Señor que viene y el hombre que quiere salir a encontrarlo; la Iglesia que está preparando a su comunidad para la Navidad, para celebrarla no como una fiesta profana de comercio, de vicios, de comilonas, de negocios. Qué triste es que la Navidad se haya comercializado y se haya profanado y no hayamos comprendido que la Navidad es este anhelo de Dios por encontrarse con el hombre y del hombre que no estará feliz mientras no se encuentre con Dios. 2º LOS CAMINOS POR DONDE DIOS LLEGA AL HOMBRE Por eso quiero responder a una segunda pregunta, a un segundo pensamiento. ¿Por qué caminos viene Dios a la historia? ¿Por qué caminos voy a encontrar yo concretamente a ese Dios que viene a salvar? ¿Por qué caminos El Salvador, en esta encrucijada, en este callejón sin salida, va a encontrar la salvación en ese Dios? ¿O es que se van a reír de nosotros como se reían de los cristianos a los que escribió San Pedro? ¡No, hermanos! no es ilusión, Dios viene y sus caminos son bien cercanos a nosotros. Dios salva en la historia, en la vida de cada hombre que es su propia historia, allí sale Dios al encuentro. Qué satisfacción saber que no hay que irlo a buscar al desierto, no hay que irlo a buscar a tal o cual punto del mundo. Dios está en tu propio corazón. "El Reino de Dios está en vuestros corazones", decía Cristo. Allí están los caminos de Dios, son los caminos de la historia, son los caminos concretos de nuestra vida nacional, familiar, privada. a) Reminiscencia de los caminos que se preparaban a dioses y reyes Es hermoso como describe hoy el profeta Isaías los caminos de Israel: "¿Por dónde saldrá Dios a nuestro encuentro, nosotros pobres desterrados, humillados, oprimidos por un poder invasor que nos quitó la libertad y nos hizo cautivos?". Quién les hubiera dicho, que precisamente por esos mismos caminos por donde caminaron sus invasores para ir a humillar la tierra santa, por allí iban a venir triunfantes, cantando la alegría de volver. "¡Qué alegría cuando me dijeron, vamos a la casa del Señor!". Jerusalén era la vida del judío, y sin Jerusalén se sentía como muerto. Recuerden aquel hermoso salmo de los ríos de Babilonia: "Nos pedían nuestros opresores que cantáramos un canto a nuestro Dios. ¿Cómo vamos a cantar un canto en tierra ajena? ¡Que se me pegue la lengua al paladar y se me seque la mano si me olvidara de tí, Jerusalén! " ¡Qué sentido patriótico! Yo creo que el sentido patriótico se aviva en el destierro. En el destierro, sobre todo, cuando se vive una esperanza de volver, la patria no se ha perdido. Dios se vale de estas humillaciones para darme más alegría cuando retorne convertido. Nos cuentan las historias de los tiempos de Isaías que cuando iban a llevar la imagen de un dios, o un emperador, o un rey a visitar una ciudad, le preparaban caminos como también ahora se preparan los caminos para una visita de una persona importante. Y así es como de allí, de esa imagen, toma Isaías cuando dice: "Preparen una calzada para el paso del Señor. Que las llanuras sean terraplenadas. Que se hagan rectos los caminos tortuosos. ¡Se verá la gloria del Señor! ". Este pasaje de Isaías, tiene el privilegio de haberle dado a la vida de cada hombre, la comparación del camino. b) La vida es el camino de cada uno. Su conducta El camino por donde Dios se encuentra con el hombre, es su propia vida y por eso se llama el camino de la vida. Más que todo, la conducta por donde llevo mi vida. Si es una vida mal conducida no va por el encuentro de Dios, si es una conducta conforme a la ley y a la voluntad de Dios me voy encontrando con Dios. El encuentro con Dios, con un pueblo, también será lo mismo. Como sea la historia de El Salvador, así será el encuentro de Dios con nuestra patria. Si está mal conducida, si se ha hecho materialista y en ella abunda la injusticia, no son esos los caminos del Señor. "Enderezad los caminos", esta es la voz de Adviento, la voz de los profetas que resuena plena en Juan Bautista, la última flor de los profetas: "llega el Señor. Preparadle los caminos". SEGUNDA LECTURA El Señor es paciente, no quiere que perezcamos, sino que nos convirtamos. La Iglesia, cuando San Pedro nos habla en la segunda lectura de hoy, también nos dice que: "... el Señor tiene mucha paciencia con vosotros, porque no quiere que perezca nadie, sino que todos se conviertan". ¡Estos son los caminos!. EL EVANGELIO El Evangelio es precioso. Yo less suplico que este año en que la lectura básica será San Marcos, sepamos escoger de ese secretario de San Pedro, la expresión más bella del Evangelio. Porque Marcos, como San Pablo, nos dice que el Evangelio no es contarnos la vida de Cristo. El Evangelio es la misma fuerza, la misma presencia divina de Cristo que ha venido al mundo. Por eso se oye solemne ya, en el primer versículo de San Marcos en este domingo: "Comienzo del Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios". Como quien dice: Todo está en conocer a Cristo, no importan las historias, los milagros; lo que importa es descubrir su identidad, Dios que ha venido a la historia de Israel, en ese humilde hijo de la Virgen de Nazaret. Y así se encontrará también en cada vida que se haga cristiana, Cristo se hará encontradizo de cada pueblo y de cada hombre en la medida en que lo sepamos escoger. a) El Evangelio, síntesis de todo el kerygma El Evangelio de San Marcos, resume hoy toda la predicación de San Juan Bautista, de Cristo y de la Iglesia, en una palabra: "¡Preparadle el camino al Señor! ". b) Juan: vida-testimonio... vida, camino para el pueblo La figura de Juan es un camino, un hombre hecho camino. Eso debería de ser cada cristiano: un hombre que se hace camino, que se hace luz, que se hace testimonio; que con su integridad, con sus virtudes, como San Juan Bautista, predica no sólo cuando levanta y señala al cordero de Dios, sino con su mismo porte de austeridad, de pobreza, de sinceridad, de sencillez, de valentía, de enfrentamiento, aunque sea el rey que le va a quitar la cabeza: "No te es lícito". Y grita la denuncia aunque cueste la vida. Juan Bautista es el modelo del camino. Sólo esos hombres son el faro que señalan caminos. Sólo esos hombres pueden decir, con la grandeza que tienen, que el pueblo los sigue. Y sin embargo, dicen: "Detrás de mí viene otro más poderoso que yo. Yo no merezco agacharme para desatarle las sandalias. Yo no hago más que señalar al que salva el mundo. Yo no soy salvador". El cristiano tiene que ser tan transparente como Juan Bautista para señalar que existe un poder que salva al mundo: ¡Dios que se hizo hombre, Jesucristo! Y como Juan Pablo II, en la solemnidad de su inauguración pontificia en plena Plaza de San Pedro y frente al mundo, grita el mismo grito de Juan: "Ábranle las puertas a Cristo, no tengan miedo. Y lo digo a todos los campos: los de la política, los de la economía, los de los hombres del mundo; no le tengan miedo. Sólo Él tiene palabras. Si, sólo él tiene palabras de vida eterna". Esta es la misión de la Iglesia, por eso cada uno de nosotros, que somos Iglesia, si de verdad queremos hacer honor a este pueblo de Dios que nos integró por el bautismo, tenemos que hacernos lo más transparentes posibles a la presencia de Cristo, salvador de los hombres en el mundo; y no creer en otras salvaciones, sino predicar al único Salvador; y no confundir esta liberación integral de Cristo, con otras liberaciones parciales de la tierra. Estos son los caminos. 3º CRISTO ES EL CAMINO Y EL ENCUENTRO DE DIOS CON LOS HOMBRES Mi tercer pensamiento es Cristo. Es el gran camino y el encuentro con Dios. Pero antes de terminar con este pensamiento, yo quiero detenerme aquí, porque si esto: nuestras vidas, la historia de nuestro pueblo son los caminos concretos por donde Dios está saliendo hoy en 1978, a salvar a los salvadoreños, es necesario conocer estos caminos. Por eso es mi preocupación de que esta predicación del Evangelio no se desencarne, que la predicación de este domingo ilumine las realidades de nuestra semana. Esto que hago yo aquí, desde una perspectiva bien incompleta, porque nuestra historia es mucho más compleja y cada familia, y cada uno de nosotros como individuo tiene su propia historia, no es más que poner un ejemplo de cómo tenemos que hacer un esfuerzo por meditar la Palabra de Dios: iluminando la realidad de nuestra historia, de nuestra vida. Cada uno, cada familia, tiene que iluminar la historia de su propio hogar, de su propia conciencia en la luz del Evangelio que es la única que ilumina y salva. HECHOS DE LA SEMANA En esta semana recojo reverente y agradecido la palabra y el magisterio del Papa. Y fíjense cómo el Papa también se preocupa de las realidades concretas que está viviendo la semana. Pidió a las Naciones Unidas que ayudaran a los fugitivos de Vietnam. Denunció que son muy pocos los países que quieren recibir a esos pobres prófugos. Pidió para que unos secuestradores italianos liberaran a una señora que estaba 55 días bajo su poder. Habló de Nicaragua concretamente: reclamó la libertad de los hombres y del pueblo, señaló la religiosidad y la fe y la esperanza de los nicaragüenses; y los invitaba a perseverar fieles a esa inspiración cristiana y a no desfallecer. Envió al Cardenal Berttolli para que mediara en la crisis del Líbano. Miren como el Papa vive las realidades de la tierra. ¡Si es Pastor que camina iluminando como Moisés en el desierto, las realidades de un pueblo que tiene sed, que tiene hambre, que murmura, que se puede perder! EN NUESTRA ARQUIDIOCESIS Quiero felicitar al grupo de sacerdotes de esta Arquidiócesis que celebraron esta semana sus ejercicios espirituales. Miren cómo los sacerdotes buscamos realizar nuestra identidad, porque sabemos que cuando más difícil es el mundo en que tenemos que realizar este sacerdocio, y más propenso es ese mundo para calumniamos y desfigurarnos, tenemos que ser más fieles a esta identidad sacerdotal. En este ambiente sacerdotal, yo tengo pena de referirme a una cosa que hubiera querido que quedara privada, pero como se ha echado al público y con cierta malicia, tengo que aclararlo también en público. En la Prensa Gráfica ha salido varias veces con una pregunta y una sospecha: de por qué fue privado de su cargo de Vicario General, Mons. Revelo. Era una nota privada que debía entregársele a él privadamente. ¿Cómo ha aparecido en público? No la ha mandado la Curia Diocesana. Y ha salido la mala interpretación de que entre el Señor Obispo Auxiliar y yo no hay un entendimiento de carácter político; como si él no quisiera seguir mi línea "dura", como dice textualmente el periódico. Eso es falso. Ustedes saben que respeto la opinión de cualquiera, con tal de estar en comunión con la Iglesia. ¿Qué ha pasado entonces? Solamente el cumplimiento de estos cánones de la Ley de la Iglesia. La Ley o Canon 366 dice: "Es nombrado el Vicario General libremente por el Obispo, que puede también removerlo cuando le parezca". Y el Canon 369 manda: "Que el Obispo Auxiliar debe dar cuenta al Obispo de los principales actos de la Curia, e informarle de las medidas que se hubieran adoptado o convenga tomar para mantener la disciplina en el clero y en el pueblo. Guárdese -manda el Canon al Vicario General de hacer uso de sus poderes contra la mente y la voluntad de su Obispo". Quienes conocieron el episodio del cambio de estatutos de Cáritas de El Salvador, pueden tener la explicación suficiente. Un abuso de poder que no se toleraría en ningún ministro, en ningún vicepresidente de la República, es lo que ha motivado, en último término, esta destitución. Por lo demás seguimos en comunión y él seguirá trabajando como Obispo Auxiliar, que esto depende directamente de la Santa Sede. A propósito del problema de Cáritas de El Salvador, les aviso también, que se ha elevado una denuncia jurídica ante el Ministerio del Interior, porque todos los juristas están de acuerdo en la ilegalidad con que se atropelló la autoridad del Arzobispo, que es el único que puede autorizar el cambio de estatutos. Y se cambiaron a espaldas de él. Acerca de este caso del P. Ernesto Barrera Yo también quiero hacer unas aclaraciones, ya que las publicaciones de estos últimos días no dieron cabida a los comunicados de la Secretaría del Arzobispado y sí se prestaron con todo lujo de detalles y de escándalo a hacer eco de unas publicaciones de las FPL. Acerca de esto podemos decir que: 1º) Esperamos la comprobación de que sean comunicados auténticos de las FPL. 2º) Pero aún cuando fueren auténticos, quiero declarar que acerca de la supuesta militancia política del P. Ernesto Barrera como perteneciente, según quieren decirlo, a las FPL ratifico lo mismo que dije el domingo pasado: No he recibido directamente ninguna información al respecto y sólo conozco el caso por lo que se ha publicado en los periódicos. 3º) No me consta tampoco de la veracidad ni autenticidad de tal información, pero con ocasión de esta difusión de tal noticia, quiero aprovechar para ratificar la posición de la Iglesia en la Arquidiócesis, que creo está bien definida en mi Carta Pastoral de la Iglesia y las organizaciones políticas populares, y que puede resumirse en estos pensamientos: "-Que en cualquier labor pastoral que les pidan a los sacerdotes las personas, los partidos, o las organizaciones, los sacerdotes deben tener siempre como primer objetivo ser animadores y orientadores en la fe y en la justicia que la fe exige, según los grandes principios cristianos. -Le corresponde -al sacerdote principalmente mantener viva la norma evangélica de pensamiento y acción. Recordar como Jesús el amor del Padre a los hombres y urgir el seguimiento de Jesús hacia la implantación del Reino de Dios entre los hombres. -Si en un caso excepcional, a un sacerdote concreto se le pidiere una mayor colaboración en los mecanismos concretos del que hacer político, además de considerarlo como caso excepcional porque actuaría en un papel supletorio, que no le corresponde como algo normal a la vocación y ministerio sacerdotal, tocaría al Obispo en diálogo sincero con ese sacerdote, a la luz de la fe, hacer un discernimiento cristiano sobre el valor apostólico de dicho trabajo. 4º) Que todas las veces que yo dialogué con el P. Ernesto Barrera, hablamos sobre la importancia y los retos que se le presentaban para ser animador en la fe y en la justicia que la fe exige dentro de una pastoral obrera, pero que nunca me comunicó que él estuviera, como en un caso excepcional, prestando una mayor colaboración en mecanismos concretos del quehacer político. Ni que para ello se hubiera incorporado a las FPL ¡No me consta! No hubo nunca una información sobre esto. 5º) Pero si fuera verdad que pertenecía a esta organización, lo hizo sin que lo supiera el Arzobispo. Y esto quede como un aviso para todos los agentes de pastoral; que la línea del Arzobispado está clara y definida y no se cambiará. Sí quisiera decir algo más sobre lo inoportuno que resultan a veces estas apropiaciones de ciertos grupos. Por eso dije que fueron inoportunas las porras cuando en el entierro de Neto Barrera gritaban los del Bloque reclamando venganza. Es una palabra ajena al lenguaje de la Iglesia. Ahora también que las FPL quieren adjudicarse la pertenencia de Neto Barrera. A este propósito la emisora Y. S.A. X. comentó: " ... la orientación Pastoral es clara... Hacen un flaco servicio a la Iglesia, al Arzobispo y a la causa de los pobres, tal como ésta es definida por su Arzobispo, los posibles sacerdotes que estén relacionados orgánicamente con grupos como las FPL, ERP, FARN, o cualquier otro. Y las FPL hacen un flaco servicio a la Iglesia cuando se vanaglorian de que un sacerdote pertenece a sus filas. Pero por lo menos dejan en claro que ellos no miran por la Iglesia, que les tiene sin cuidado la forma cuidadosa como la Iglesia predica en El Salvador el Reino de Dios; que les tiene sin cuidado el daño que puedan causar a la Iglesia, porque cualquier observador agudo de la situación se dará cuenta que si alguien quiere hacer daño al Arzobispo en este momento, el mejor modo de hacerlo es decir que el P. Barrera pertenecía a las FPL. Tan es así que queda abierta la sospecha de si el comunicado no es falso, de si el comunicado está hecho por las FPL o por agentes de extrema derecha que quieren dañar al Arzobispo. Pero este mismo daño se convierte en bien. Debe quedar claro, después de esto, no sólo que el Arzobispo no está con las FPL sino que las FPL no están de ningún modo con el Arzobispo. Si lo estuvieran, hubieran buscado proteger la imagen, respetando su buena intención". Tampoco quisiera que se dijera que es ingenuidad del Arzobispo, que sacerdotes como el P. Barrera estuvieran a sus espaldas haciendo este papel. La Iglesia, téngalo muy en cuenta, no tiene sistema de vigilancia interna como lo tiene la Fuerza Armada, cometen toda suerte de fecharías, pensamos, que sin saberlo las autoridades. Hoy mismo los periódicos nos hablan de un Mayor perteneciente nada menos que al Estado Mayor, sorprendido en un atraco a mano armada para robar 25.000,00 colones... Pero quiero que quede también claro que, lo que yo he visto y en lo que he acompañado al P. Neto Barrera, mucho más en la hora de su muerte, y en que la comunidad lo acompaña en su dolor junto a su familia, es debido a que había muchas cosas buenas en él. Muchos conocían cosas sacerdotales muy buenas del P. Neto. Las pruebas abundan... y precisamente, su ejercicio frecuente del sacerdocio ministerial, quitaba toda sospecha de cualquier compromiso prohibido por el Arzobispo. Y recuerdo que en una de sus últimas intervenciones, pedía solidaridad con el Arzobispo y esto es lo que pone en duda la autenticidad del comunicado que no se puede aceptar como definitivo hasta que sea absolutamente comprobado. Quiero recordarles que la comisión de investigación no ha terminado su trabajo y que irá dando el resultado de sus comprobaciones. Tengan paciencia como nos ha dicho hoy San Pedro, "porque mil años de Dios son como un día para nosotros". Las impaciencias de los que quieren calumniar, deben de ceder ante la paciencia de la verdad que se va abriendo paso con más majestad que sus turbulencias del odio y de la inquina. De parte de la Colonia Amatepec quiero invitar a los jóvenes, para que hoy acudan a la convivencia o encuentro juvenil que se está celebrando desde las ocho de la mañana en el Colegio Cristóbal Colón de la Colonia Centro América. Allá los espera el P. Luis Burguet. El mismo padre, encargado de Amatepec, avisa que la bendición de la Iglesia y las confirmaciones que se habían preparado para el próximo domingo, se trasladarán al domingo 24, cuando tendré también la felicidad de estar con esta comunidad. Quiero avisar que la Comisión de Laicos ha preparado para el próximo domingo 17, una concentración de comunidades eclesiales de base y movimientos laicales bajo el tema de estudio "La Comunidad". Tendrá lugar en el colegio Guadalupano. Allá invitamos a todos los católicos que pertenezcan a comunidades eclesiales de base, para tomar nueva conciencia de este modo de pastoral de pequeños grupos, donde se profundiza mejor el sentido bíblico de nuestra fe. El 8 de diciembre día de la Inmaculada Concepción, varias comunidades celebraban a la Virgen, como los 25 años de vida religiosa de las Oblatas del Sagrado Corazón; Sor Angela María Cáceres, en Dulce Nombre de María. Como las Hermanas del Buen Pastor que también homenajearon a la Virgen con mucho entusiasmo. Y en la Comunidad de Cojutepeque, donde hay una reliquia histórica de gran valor. Allí se venera la imagen de la Purísima Concepción que fue coronada con motivo de la definición dogmática en 1854. Se acerca también otra fiesta de la Virgen muy evocadora, la de la Virgen de Guadalupe. Desde ahora saludamos a la comunidad de la Ceiba y a todas las parroquias que veneran a la Virgen Morena, lo mismo que a toda las personas que llevan el nombre de la Virgen. Vida de las Comunidades Nos referimos con alegría pastoral, a las diversas comunidades que hemos visitado. Jueves 7 de diciembre: Fui a Tonacatepeque en su fiesta patronal, el día de San Nicolás. He visitado la comunidad de Plan del Pino, para consolar a una viuda, a unos huérfanos y a la parroquia. Viernes 8 de diciembre: En La Libertad tuve el gusto de ver una comunidad muy viva, donde los padres norteamericanos de Cleveland, las religiosas también norteamericanas de Maryknoll, las Vicentinas y Ursulinas están trabajando una comunidad muy viviente. Se creaba precisamente esa mañana de la Inmaculada, el Consejo Pastoral de la Parroquia. En la tarde del 8 de diciembre, tuvimos una convivencia ecuménica con hermanos bautistas adonde acudió el Hermano Charles Harper del Consejo Mundial de Iglesias. Traía tanto del Consejo Mundial de Iglesias como del Simposio de Derechos Humanos que se celebró en Chile, un saludo y una admiración para la comunidad de la Arquidiócesis que se hace sentir allá. ¡Gracias a Dios!, por su testimonio evangélico. Sábado 9 de diciembre: Principalmente quiero mencionar hoy, la parroquia de San Sebastián en Ciudad Delgado, donde se ha celebrado un novenario muy piadoso, en sufragio por el eterno descanso del P. Ernesto Barrera. Domingo 10 de diciembre: Esta tarde a las 4, estaremos celebrando la fiesta patronal de Potrero Grande, en Aguilares. En el Cantón La junta en Comalapa, Parroquia de Nueva Concepción de Chalatenango, lamentan otro robo sacrílego: las hostias y los vasos sagrados. Hemos tenido visitas muy importantes: Como fue la del domingo pasado: de los parlamentarios ingleses que entregaron la nominación de mi persona como candidato al Premio Nobel de la Paz, junto con 118 firmas. Yo les agradecí en nombre de todo el pueblo con quien comparto este honor de la postulación para un honor tan grande... Uno de los parlamentarios -lo digo no por vanidad, porque como he repetido, mi persona queda muy al lado de este honor que es para ustedes-, me dijo: "Ahora que he conocido la realidad en que ustedes viven, no sólo una vez sino dos veces pediría el Premio Nóbel para usted"... Mostraron su preocupación sobre la violación de los Derechos Humanos en el país. Creo que llevan bastante información al respecto. También analizaron el secuestro de estos últimos días, principalmente de los ingleses. Tuve el honor de recibir la visita del Señor Reymond Chevaley Delegado Regional del Comité de la Cruz Roja para Centro América, quien está con toda su buena voluntad al servicio de nuestras dificultades, así como ha estado trabajando en Nicaragua. Hablamos también de los secuestros y vimos qué se podía hacer. Quiero mencionar, y dejarlo para último no quiere decir último lugar sino gran preocupación, los secuestros: un holandés, el Sr Fritz Schuitema, secuestrado desde el 24 de noviembre por las FARN; dos ingleses, Srs. Ian Massie y Michael Chatterton, secuestrados el 30 de noviembre, también por las FARN; y últimamente un japonés, el Sr. Takakasu Suzuki, secuestrado el 7 de diciembre, aún no se sabe por quién. Quiero expresar con ellos, con sus familias , mi solidaridad más cordial y mi disponibilidad a ayudar en lo que esté al alcance de mi ministerio pastoral. Y si esta voz está llegando hasta el lugar del secuestro, yo quisiera hacer oír la súplica de toda una Iglesia, para decirles a quienes quieren componer las situaciones del mundo con violaciones a los derechos: de la libertad o de la vida, que no ese el camino, que hemos proclamado que apoyamos todo lo justo de las reivindicaciones del pueblo pero que no podemos apoyar de ningún modo, los atropellos a la dignidad humana. Y suplicamos, por tanto, que hagan lo posible de ponerlos en libertad para que esos hogares no se vean privados de la alegría de esos seres queridos en la Navidad. Yo quisiera hacer llegar un grito a todo El Salvador que dijera: NAVIDAD SIN PRESOS POLITICOS Y SIN SECUESTRADOS... Finalmente, la voz de los pobres siempre encuentra eco cuando se oye. Un campesino del caserío de Pinar de Metapán, me pedía a la entrada de la Iglesia, que pidiera a ustedes una oración por su esposa muerta el 24 de octubre, Esther Martínez. Él con su familia están aquí, y quiero decirle, hermano, que todos los dolores, sobre todo de los que sufren y pobres, encuentran eco en el corazón de la Iglesia. Y con mucho gusto estamos orando por su esposa. PENSAMIENTO QUE NOS LLEVA AL ALTAR Y terminamos nuestra homilía invitándoles a pasar espiritualmente al altar, donde mi tercer pensamiento es ya una realidad como San Marcos en su Evangelio, que no pretende tanto contarnos una vida de Cristo, sino decirles: "Aquí está con nosotros el Dios que se hizo hombre". Y es el único Evangelio que comienzo con esa frase tan sublime: "Comienzo del Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios". Cuando vino Cristo, Hijo de Dios, los hombres sintieron que todos los caminos de su vida y de su historia se encontraban con el Gran Camino: "Yo soy el Camino, nadie viene al Padre sino por mí". Allí está la salvación en Cristo Jesús. Las tres lecturas nos hablan de ese Cristo anunciado por Isaías como un ser salvador en medio de las catástrofes de los pueblos; y la segunda lectura anunciándolo como en su venida cercana, esperando la conversión de los hombres. Y en la teología profunda del evangelio de San Marcos, Cristo mismo está presente entre nosotros. Hagámonos encontradizos, hermanos, porque no está lejos. Cristo vive en su pueblo, Dios salva en su historia, la zona donde Dios se encuentra con cada hombre es Cristo. Encontrarse con Cristo es encontrarse con Dios. Poner en Cristo la esperanza de la patria y de la situación es decir Dios viene a salvarnos!". Así sea... Queridos hermanos, estimados radio-oyentes.
COMIENZA EL AÑO LITURGICO. Hoy es año nuevo en la Iglesia. Hoy es año nuevo en la Iglesia. Hoy comienza el año litúrgico con este domingo que se llama Primer Domingo de Adviento. Siento la impresión, al compartir con ustedes esta primicia del año litúrgico, que vamos a comenzar un nuevo ciclo en esta escuela de la liturgia. Yo les invito a que todos los que estamos en esta reflexión de este momento, que sintamos la impresión del alumno que va a comenzar un nuevo curso. ¡Con qué entusiasmo el alumno siente que va a dar un paso más en el progreso de su formación!, ya sea profesional en una universidad, ya sea el niño pequeño que da también un pasito más en el segundo grado. Pero que de verdad este entusiasmo signifique para nosotros la alegría de un curso nuevo. Me ha gustado mucho el comentario de alguna persona que dice que esta misa de Catedral y mi palabra de Maestro en la fe, es una verdadera universidad; y que son muchos los que van estudiando no sólo intelectualmente su religión sino también en una forma vivencial. Porque la liturgia no es simplemente una fe intelectual sino ante todo una vida. El Concilio, hablando del año litúrgico, lo define: "... en el círculo del año, la Iglesia, desarrolla todo el misterio de Cristo, desde la Encarnación y la Navidad hasta la Ascensión, Pentecostés y la expectativa de la dichosa esperanza y venida del Señor". Aquí está, a grandes rasgos, lo que vamos a recorrer a partir de hoy en que nos preparamos para la Navidad, la reflexión del gran misterio de la Encarnación, de una humanidad que espera un Redentor y que vendrá entonces a salvar a este mundo. EL EVANGELIO DEL AÑO: SAN MARCOS Y así como en un curso nuevo, hoy también se abre un libro nuevo: el eterno libro del Evangelio. Pero el texto de este año que hoy comienza, según la organización de las lecturas bíblicas, es el evangelio de San Marcos. Ténganlo en cuenta para que en sus hogares ustedes en sus biblias, lo consideren como el libro de texto litúrgico de este año: el evangelio de San Marcos. Me da gusto saber de un testimonio que se remonta nada menos que a los principios del siglo II -recientemente, pues, la historia de Cristo-. Un tal sacerdote llamado Papías cita y comenta otro testimonio más antiguo en que describe cómo fue escrito el Evangelio de San Marcos. Dice que un presbítero les solía contar: "Cuando Marcos actuó como intérprete de Pedro, puso cuidadosamente por escrito, aunque no con orden, todo cuanto éste recordaba de lo que hizo y dijo el Señor". Entonces comenta Papías por su cuenta: "Pedro acostumbraba a adaptar su enseñanza a las necesidades del momento pero sin establecer un orden en los oráculos del Señor..." Lo que les decía el domingo pasado hablando del Papa actual, Juan Pablo II, que decía: "Yo soy el sucesor de Pedro, traigo toda una historia de Papas, de Pontífices pero soy el Obispo de hoy y trataré de iluminar las realidades de hoy". ¡Eso es la homilía, precisamente! La homilía, es decir, esa palabra eterna se aplica hoy a las circunstancias. El mismo San Pedro, según este testimonio del Siglo II, era lo que hacía. No predicaba ordenadamente la vida de Cristo, sino que de la predicación de Cristo sacaba enseñanzas según las necesidades del momento. Así se explica que el secretario de Pedro que era Marcos, escribiera un evangelio del cual dice Papías: "... no con orden, todo cuanto éste recordaba... " No era un orden de quien escribe una biografía. El evangelio hay que leerlo no como una biografía de Cristo, hay que leerlo como una vida, y esto es típico en el Evangelio de Marcos. Cristo más que predicar era presentarse, hacerse presente. Él es la Luz, Él no necesita hablar, Él basta que esté presente como la luz que no habla y está iluminando realidades. Tendremos, pues, como texto este año el ejemplo del primer Papa: San Pedro; hablando del Evangelio y de Cristo no en una ordenada teoría sino en una vivencia práctica que ilumina las realidades de El Salvador, de nuestra semana a semana que va pasando aquí tan densa de episodios, de injusticias; también de cosas bellas. Trataremos de imitar a Pedro, hermanos, y no tomen a mal que el Obispo use la cátedra del Evangelio para predicar el Evangelio. Pero no desencarnado sino encarnándolo, iluminando la realidad de nuestro tiempo. ¿Quién de ustedes no espera hoy una palabra de Evangelio que ilumine la muerte de nuestro querido hermano el P. Ernesto Barrera? ¡Tengo que decirla! ¿Quién de ustedes no espera hoy que se hable también del secuestro de un holandés y de dos ingleses en nuestra Patria? ¡Hay que decirlo también!. Y eso no es dejar el Evangelio para meterse en política, eso es llevar el Evangelio, como Pedro, a las necesidades de los que le escuchaban. ADVIENTO, EL TIEMPO DE LA ALEGRE ESPERANZA Hoy voy a tener la oportunidad de predicar, sacando de las lecturas de la Biblia, sobre los sentimientos que un cristiano debe tener en este tiempo de Adviento. Para eso se predica en la Iglesia, para hacer una orientación cristiana, para cristianizar la vida de los que escuchan. Yo no tengo otra pretensión, no soy más que un predicador de la Palabra de Dios y sé que el éxito está en ustedes: en la buena voluntad con que reciben el mensaje de Dios y tratan de hacerlo vida. También yo trataré de vivir estas cuatro semanas de Adviento, de preparación para la Navidad, en la alegre esperanza; pero viviendo estas virtudes que ahora nos señala la Palabra del Señor: 1. Pobreza y hambre de Dios. 2. Vigilancia y fe. 3. Presencia cristiana y activa en el mundo. ¡Esto es Adviento! ¡Este es el mensaje de la alegre esperanza del Adviento! Como ven, la palabra del Evangelio nos trae alegría, nos trae optimismo sin salirnos de la realidad dura que vivimos; en el corazón del cristiano hay alegría, hay esperanza, hay fortaleza; nada nos puede quitar la alegre espera del Señor. 1.- POBREZA Y HAMBRE DE DIOS Adviento es un llamamiento al espíritu de pobreza y del hambre de Dios. a) Tiempo de conversión. Adviento, preparación de Navidad, es tiempo de conversión. El que se convierte, busca a Dios. Pero, ¿cómo va a buscar a Dios el que no reconoce que tiene necesidad de Dios? También, nadie desea la libertad si no se da cuenta que está encadenado, esclavizado a alguna situación. No se puede desear la liberación si no se tiene conciencia de ser oprimido. Por lo tanto, la pobreza es cabalmente eso. Cuando hablamos de la Iglesia de los pobres no estamos haciendo una dialéctica marxista, como si la otra fuera la Iglesia de los ricos; lo que estamos diciendo es que Cristo, inspirado por el espíritu de Dios, dijo: "Me ha enviado el Señor a evangelizar a los pobres". -Palabras de la Biblia-, para decir que para escucharlo es necesario hacerse pobre. La pobreza del Adviento consiste en un hambre de Dios. El pobre tiene hambre y el hambre que el Adviento quiere excitar es la que han escuchado en la primera lectura. b) Situación de regreso del destierro. La primera lectura, de Isaías, describe una situación social y religiosa de los judíos que volvían del destierro pero al llegar a Jerusalén se encontraban con el templo abandonado, se encontraban con un vacío. No encontraban lo que era y debía de ser su comunidad humana: calor, alegría; le faltaba mucho. Entonces, un hombre piadoso de los que regresan del destierro al mirar esa soledad, esas calles abandonadas, esos despojos de una opresión extranjera que ha deshecho la ciudad, se mira así mismo, mira también a los supervivientes que están volviendo del destierro y los mira pesimistas y a muchos de ellos, pecadores. ¡No han aprendido la lección! ¡Dios nos ha castigado por nuestros pecados! Surge entonces -lean enteros los capítulos 63 y 64 de Isaías donde aparece esta bella plegaria de la cual hoy solo se ha sacado un fragmento: "Tu Señor, eres nuestro Padre, ¿por qué nos extravías de tus caminos y endureces nuestro corazón? Vuélvete por amor a tus siervos y a las tribus de tu heredad -y brota aquí una plegaria que es propia de la liturgia de Adviento-. Ojalá rasgases los cielos y vinieras y se derritieran los montes en tu presencia apocalíptica". ¡Esta es el hambre de Dios! El hombre que siente el vacío que se contrapone al hombre autosuficiente; y en este sentido, rico quiere decir el hombre orgulloso, rico quiere decir aún el pobre que no tiene bienes pero que se cree que no necesita de nadie, ni de Dios. ¡Esta es la riqueza abominable a los ojos de Dios, la que dice la Virgen humilde pero enérgica: "Despidió vacíos a los ricos -a esos que creen que lo tienen todo-, y en cambio, llenó de bienes a los hambrientos -a los que necesitan de Dios-" Esta es la primera virtud del Adviento, hermanos. Y yo les suplico que tratemos de vaciarnos de nuestras propias autosuficiencias, que sea una virtud muy propia de esta preparación de Navidad. Hay que esperar el regalo de Navidad no de las riquezas de la tierra, hay que esperarlo todo del único rico: de Dios que viene a llenar el vacío que no lo puede llenar todos los regalos de Navidad cuando hay orgullo y vanidad en el corazón. Examinemos nuestro corazón a ver si tenemos sentimientos de pobre, si de verdad estamos haciendo honor a la Iglesia de los pobres, de los pobres que tienen hambre de Dios, de los que sienten que sin Dios todo es vacío, todo es impuro. Cuando dice el salmista: "Todos éramos impuros, nuestra justicia es como un paño manchado, todos nos marchitábamos como follaje, nuestras culpas nos arrebataban como el viento" ¡Qué hermosa plegaria para que fuera la oración de los salvadoreños! ¡Cuánta paz nos hace falta, cuánta sangre, cuánto crimen, cuánto terror! Y cuando decimos terrorismo no sólo pensamos en aquellos que persiguen los uniformados, sino también en el terrorismo uniformado que también es horroroso y mata, y llena de miedo... c) El motivo de nuestra esperanza: la fidelidad del Señor. La segunda lectura nos habla del motivo de nuestra esperanza, de esa hambre de Dios. ¿Por qué lo esperamos todo de Dios? ¿Será alienación?, como los materialistas nos quieren criticar: ustedes no luchan en la tierra porque lo están esperando todo de Dios. ¡No! Trabajamos, pero lo esperamos todo de Dios porque fiel es el Señor, nos ha recordado San Pablo hoy. Y todo viene de allá arriba la vida la inteligencia, las cualidades de los hombres que pueden hacer una patria mejor, la inteligencia que muchos están ocupando para destruir y oprimir, para enriquecerse egoístamente y no para ser instrumento de Dios en la felicidad de los demás... Por eso la primera virtud de este tiempo es una actitud de esperarlo todo de Dios, pero también actitud que trabaja y pone de su parte lo que como humanos tenemos que hacer. 2. VIGILANCIA Y FE Vigilancia activa La segunda virtud que aparece hoy en las lecturas bíblicas es la que Cristo nos la dice nada menos que en el Evangelio de San Marcos. Aquí con todo respeto nos inclinamos ante el libro nuevo del año con una página que es como el inicio y la síntesis de lo que nos va a decir, a lo largo de todo el año, San Marcos, el Evangelio más breve porque breve es la Palabra única y necesaria: "Mirad, vigilad; pues no sabéis cuándo es el momento. Es igual que un hombre que se fue de viaje y deó su casa y dió a cada uno de sus criados su tarea, encargando al portero que velara. ¡Velad, entonces!". Esto es lo que os digo a todos, velad. Esta es la palabra de orden del Adviento: ¡Velad! ¡Adviento! fíjense bien que aquí les voy a explicar el sentido litúrgico de esta hermosa palabra. a) Adviento es venida Adviento se le llama a estas semanas de preparación de Navidad porque el espíritu es una espera del que vendrá. San Pablo, en la lectura de hoy, nos habla que estemos preparados para la venida. Y adviento recuerda la primera venida de Cristo que presagiaron los profetas del Viejo Testamento anunciando un Dios que venía a salvar en el dolor y la humildad. Adviento recoge todas las páginas de los profetas. Adviento actualiza en el hambre de Dios de los hombres de hoy, todos los suspiros de los profetas: "¡Ojalá vinieras, Señor, a salvar al pueblo!". Adviento es celebrar la venida de salvación que Cristo realizó hace veinte siglos, pero no es historia, es futuro. Adviento significa también la segunda venida de Cristo cuando vendrá a juzgar, cuando va a venir a comenzar su obra. Ahora estamos trabajando esta obra en la Iglesia haciendo el Reino de Dios. Fuera de la Iglesia también, todo hombre que lucha por la justicia, todo hombre que busca reivindicaciones justas en un ambiente injusto, está trabajando por el Reino de Dios y puede ser que no sea cristiano. La Iglesia no abarca todo el Reino de Dios. El Reino de Dios está más afuera de las fronteras de la Iglesia y, por lo tanto, la Iglesia aprecia todo aquello que sintoniza con su lucha por implantar el Reino de Dios. Una Iglesia que trata solamente de conservarse pura, incontaminado, eso no sería Iglesia de servicio de Dios a los hombres. La Iglesia auténtica es aquella que no le importa dialogar hasta con las prostitutas y los publicanos como Cristo con los pecadores; con los marxistas, con los del Bloque, con los de las diversas agrupaciones, con tal de llevarles el verdadero mensaje de salvación. Cristo viene también a salvar al hombre donde quiera que se encuentre. Quiere salir a todas las encrucijadas y quiere salir este Cristo en su Iglesia, en sus cristianos, a la espera del juicio final, cuando se va a consumar la historia, cuando se creen los cielos nuevos donde no habrá injusticias y se aparten las injusticias en el lugar que les corresponde, porque la última palabra la dirá el Señor. b) Presencia de Cristo en el mundo actual Vigilancia y fe, una vigilancia que ya hace presente en medio del mundo actual a ese Cristo que está operando los cielos nuevos. El cristiano no es un hombre que lo espera todo en el futuro, el cristiano sabe que Cristo ya hace veinte siglos que está trabajando en la humanidad y que la humanidad que se convierte a Cristo es el hombre nuevo que necesita la sociedad para organizar un mundo según el corazón de Dios. La restauración del mundo ya está iniciada, dice el Concilio solemnemente: "Desde que Cristo vino trayendo la vida de Dios a injertarla en el corazón de la historia, ya puso la levadura divina en la humanidad, y dichosos los que la encuentren y se incorporen a ella". Por eso repugna, hermanos, que a una Iglesia que trata de hacer presente entre los pecados actuales, entre los errores, actuales, a ese Cristo, se la critica. Se quiere conservar un evangelio tan desencarnado que, por lo tanto, no se mezcla en nada con el mundo que tiene que salvar. Cristo ya está en la historia, Cristo ya está en la entraña del pueblo, Cristo ya está operando los cielos nuevos y la tierra nueva y el trabajo de Adviento es precisamente esa vigilancia y fe: descubrir a ese Cristo que está viniendo continuamente. c) Adviento: vida de la Iglesia El Adviento no son sólo las cuatro semanas preparatorias de Navidad, sino que Adviento es la vida de la Iglesia. Adviento es la presencia de Cristo valiéndose de sus predicadores, de sus sacerdotes, de sus catequistas, de sus colegios católicos, de toda la obra que quiere realizar el verdadero Reino de Dios, para decirle a los hombres que la profecía de Isaías ya se cumplió: ¡Emmanuel, Dios con nosotros!. Y en este marco de una fe que siente presente a Cristo, yo les invito a todos los que están en misa en Catedral y vienen como comunidad cristiana a crecer en su fe, que a eso venimos a misa a la liturgia de la Iglesia que no es otra cosa que hacer presente el misterio de Cristo a través de los sacramentos, a través de la vida litúrgica. Cuando la Iglesia habla del Año Litúrgico dice: "... que repitiendo año con año el misterio de Cristo que se despliega durante todo el año ante la meditación de sus cristianos, no está siendo simplemente un recuerdo" -como cuando el 15 de septiembre recordamos el 15 de septiembre de 1821, fecha que pertenece a la historia y el 15 de septiembre no es más que un recuerdo-. La liturgia no es historia, no es recuerdo, la liturgia tiene la facultad de hacer presente todo el misterio de Cristo. Por ejemplo, esta temporada de Adviento significa para nosotros católicos, que todo el espíritu de Cristo que viene a salvar al mundo se quiere hacer presente, esperanza, fuerza en el pueblo salvadoreño; y puede salvarnos el Señor hoy, porque todo su misterio salvador se está haciendo presente si lo supiéramos aprovechar. Por los sacramentos, la liturgia hace presente a Cristo entre nosotros. Hay una página bella de un protestante que se hizo católico y dice en su diario íntimo: "Yo no era católico por los sacramentos, yo pensé que eso era invención de los hombres y que estorbaba mis relaciones directas con Cristo. Quería creer en Cristo sin la Iglesia, pero cuando comprendí que los sacramentos son acciones de Cristo, le doy gracias a Dios de que haya una Iglesia que realice en nombre de Cristo, la redención de Cristo". Así hay que mirar los sacramentos. "Cuando me voy a confesar -decía el escritor italiano Manzzonni-, yo no sé si el sacerdote que me da el perdón está más necesitado que yo de ser perdonado, pero en ese momento yo sé que en su palabra y en su gesto: "Yo te absuelvo de tus pecados", no es él, sino que a través de él, es Dios que me perdona". Cristo está presente en la vida de la Iglesia por sus sacramentos, y esto es uno de los matices espirituales de nuestro Adviento, una vigilancia de ese Señor que vendrá un día, o mejor dicho, se descubrirá que ya vivía entre nosotros y no lo conocimos. Y se descubrirá: "Todo lo que hiciste con uno de mis pobres hermanos, conmigo lo hiciste". ¡Qué cerca ha estado Cristo y qué poco lo hemos conocido!. El Adviento debía de llamarnos la atención para descubrir en cada hermano que saludamos, en cada amigo al que le damos la mano, en cada mendigo que me pide pan, en cada obrero que quiere usar el derecho de organización en un sindicato, en cada campesino que va buscando trabajo en los cafetales, el rostro de Cristo. No sería capaz de robarle, de enseñarle, de negarle sus derechos, es Cristo y todo lo que haga con Él, Cristo lo tomará como hecho a Él. Este es el Adviento, Cristo que vive entre nosotros. 3. PRESENCIA CRISTIANA Y ACTIVA EN EL MUNDO a) El misterio del hombre sólo se esclarece en el misterio del Verbo encarnado Finalmente, hermanos, Adviento es presencia cristiana en el mundo. Celebremos la Encarnación, no se olviden. Celebramos el gesto infinitamente amoroso de Dios que de tal manera amó al mundo que le dio a su propio Verbo, su propia palabra, su propio Hijo, para que se hiciera hombre en las entrañas de María. María debe ser un personaje central en el Adviento. Gracias a esa mujer purísima, Dios encontró el seno de una mujer santísima donde el santísimo Verbo de Dios se hiciera hombre. Pero fíjense, Cristo se hizo hombre de su pueblo y de su tiempo: vivió como un judío, trabajó como un obrero de Nazaret y desde entonces sigue encarnándose en todos los hombres. Si muchos se han alejado de la Iglesia, es precisamente porque la Iglesia se ha alienado un poco de la humanidad. Pero una Iglesia que sepa sentir como suya todo lo humano y quiera encarnar el dolor, la esperanza, la angustia de todos los que sufren y gozan, esa Iglesia será Cristo amado y esperado, Cristo presente; y eso depende de nosotros. b) Nosotros somos enriquecidos en Cristo: profusión de carismas Nosotros somos los que vamos a hacer presente a Cristo. Y aquí invoco la segunda lectura de San Pablo escribiéndole a los cristianos de Corinto. Quien conoce la historia del tiempo de Pablo y lo que era Corinto, una ciudad libertina, sabe que hasta era el dicho que a las mujeres cortesanas las llamaban corintias; y al hombre que se iba a gozar, a darse gusto sin rienda, le llamaban un verbo muy típico: se fue a corintear. Para que tengan una idea de qué sociedad más libertina era donde Pablo fue a ponerla semilla cristiana. ¡Y allí nace una comunidad! para que no tengamos miedo de los ambientes difíciles; y cuanto más difíciles que Corinto sean, más deberíamos de trabajar para poner fermentos en esa sociedad. Entonces San Pablo les dice a los corintios que le da gracias a Dios, y que los tiene presentes en sus oraciones, pues: "... por Cristo habéis sido enriquecidos en todo, en el hablar y en el saber, porque en vosotros se ha probado el testimonio de Cristo. No carecéis de ningún don, vosotros aguardáis la manifestación del Señor". Es como decirle a un grupo de muchachos en San Salvador, aunque miren a sus compañeros libertinos, divirtiéndose en prostitución y en droga: "Ustedes han encontrado la plenitud de la felicidad, sigan viviendo esa alegría íntima. A ustedes les ha dado plenitud de alegría el Señor". Adviento es un llamamiento para decir que aún en el mundo más podrido se puede vivir la alegría más íntima y se puede ser testimonio de Cristo ante una sociedad corrompida. Ante un mundo que necesita transformaciones evidentes sociales, ¿cómo no le vamos a pedir a los cristianos que encarnen la justicia del cristianismo, que la vivan en sus hogares y en su vida, que traten de ser agentes de cambio, que traten de ser hombres nuevos? Porque como dice Medellín: "De nada sirve cambiar estructuras, si no tenemos hombres nuevos que manejen esas estructuras". Hombres con los mismos vicios, con los mismos egoísmos... si se cambian las estructuras, si se hacen transformaciones agrarias y demás, pero vamos a ocuparlas con la misma mente egoísta, lo que tendremos serán nuevos ricos, nuevas situaciones de ultraje, nuevos atropellos. No basta cambiar estructuras, es esto del cristianismo y en esto he insistido. Por favor, entiéndanme que el cambio que predica la Iglesia es a partir del corazón del hombre. Hombres nuevos que sepan ser fermento de sociedad nueva. HECHOS DE LA SEMANA En la Iglesia Universal Ahora, hermanos, precisamente en ese papel de hacer presente a Cristo en la sociedad, deber grave de todo cristiano, reclamo de Adviento y Navidad, es donde yo sitúo todas las semanas este pequeño noticiero que es a la luz del Evangelio. Es desde aquí desde donde yo les digo que nuestra Iglesia goza y sufre. El Papa habló sobre los que son perseguidos por ser fieles a la verdad y a la justicia. Dijo que sus sufrimientos eran iguales a los de Cristo. Mencionó circunstancias muy parecidas a las de nuestras comunidades, aunque Él se refería, según comenta el periódico, a los países tras la Cortina de Hierro. Para que vean que no es el anticomunismo lo que mueve a muchos cuando ese anticomunismo se hace a veces hasta más cruel que el mismo comunismo. Supimos por los periódicos que el señor Ministro de Relaciones Exteriores de El Salvador, fue recibido por el Papa actual. Siguiendo la línea de Pablo VI cuando le habló a nuestro Embajador Don Prudencio Llach, recordó Juan Pablo II al Señor Ministro, que en nuestro país es necesario dar libertad a la Iglesia y corregir las evidentes injusticias de nuestro orden social. La Iglesia chilena está presionando al Gobierno, para que aclare la suerte de centenares de personas desaparecidas. Nos unimos a la angustia del Arzobispo de Managua, el cual está haciendo esfuerzos por superar la crisis política de su país por medio de fórmulas pacíficas. Se cumplió el aniversario de la Declaración de los Derechos del Niño. Y da mucho dolor cuando pensamos que estos derechos son para nosotros pura utopía, como cuando dice el principio Nº. 4: "El niño debe gozar de los beneficios de la seguridad social, tendrá derecho a crecer y desarrollarse en buena salud. Con este fin deberán proporcionarse tanto a él como a su madre, cuidados especiales, incluso atención prenatal y postnatal. El niño tendrá derecho a disfrutar de alimentación, vivienda y servicios médicos adecuados". EN NUESTRA ARQUIDIOCESIS Promulgación de la Instrucción Pastoral sobre los Sacramentos. Yo les anuncio ahora, solemnemente, que en esta fecha he promulgado una Instrucción Pastoral sobre los Sacramentos. Ya saldrá publicada, pero en esta hora solemne de la iniciación del Adviento les llamo, hermanos a que aprovechemos esos tesoros que se llaman los Sacramentos y de los cuales dijo el Papa Pablo VI: "Nunca se insistirá bastante en el hecho de que la evangelización no se agota en la predicación y en la enseñanza de una doctrina porque aquella debe conducir a la vida, a la vida natural, a la que da un sentido nuevo gracias a las perspectivas evangélicas que le abre y a la vida sobrenatural que no es una negación, sino una purificación y elevación de la vida natural. Esta vida sobrenatural encuentra su expresión viva en los siete sacramentos y en la admirable fecundidad de la gracia y santidad que contienen. Pero si los sacramentos se administran sin darles un sólido apoyo de catequesis sacramental y de catequesis global, se acabará por quitarles gran parte de su eficacia". Esto es lo lamentable entre nosotros, que hemos acostumbrado a nuestro pueblo a recibir sacramentos sin conciencia. El domingo pasado -y Yo tengo que lamentarlo también-, aquella muchedumbre de gente que traía niños a confirmar, eran más de dos mil niños, y por puro milagro no se asfixió nadie. Alguien comentaba: " ¡Cómo que era el día del juicio!". Se regó la noticia de que ya no se iba a confirmar más. Lo que he dicho es que no vamos a confirmar niños chiquitos que no se den cuenta. Vamos a esperar niños que, ya siquiera de ocho años para arriba, puedan tener uso de razón y saber un poquito, a la medida de su alcance pero con conciencia, recibir el don del Espíritu Santo. Y lo que estoy diciendo de la confirmación lo digo también del bautismo. Es cierto que hay que bautizar a los niños inconscientes, porque "el que no renaciere del agua y del espíritu, no puede entrar al reino de los cielos", sin embargo es obligación de los padres de familia educar en la fe a ese niño. Y sólo en atención a que el padre de familia se compromete a educar en la fe a ese niño, se le bautiza. Pero si un padre de familia no tuviera conciencia del bautismo, ni siquiera el bautismo se le puede dar a un niño porque los sacramentos no se deben botar sino que son sacramentos de fe; y lo que decimos del bautismo lo decimos también del matrimonio. Vamos a exigir con más rigor a los sacerdotes la obligación que ya dejó mi venerado predecesor Monseñor Chávez, de obligar las charlas presacramentales, instrucciones donde el hombre tome conciencia de qué es lo que va a recibir. Que no se casen las parejas como por una aventura, por unos cuantos años para después separarse. No, el matrimonio, el bautismo, la confirmación son sacramentos de fe, y en los sacramentos se hace presente Cristo Nuestro Señor. Quiero avisar que el 8 de diciembre es la fiesta de la Inmaculada Concepción. Un misterio que en nuestros pueblos se celebra con tanta alegría. No tanto como en Nicaragua, aunque este año quizás la pobre Nicaragua no tendrá las alegrías de sus Purísima. Honrémosla aquí en El Salvador lo mejor que podarnos. Principalmente me han invitado a que les haga propaganda las religiosas de Citalá, que están promoviendo peregrinaciones de los cantones, para culminar el 8 de diciembre con una gran celebración. En Plan del Pino, de donde era uno de los que murieron con Neto Barrera, Valentín Martínez también se está celebrando el novenario a las siete de la noche. Un matrimonio me ruega recordar que su hijo Oscar Roberto Orellana Martínez, ya va a cumplir dos años el 3 de enero, de haber sido capturado en la Colonia Guadalcanal, junto con el campesino Julián Pérez, ambos jóvenes de 20 años. Por versiones de otros prisioneros que han podido escapar, saben que están vivos. En la carta, textualmente me dicen: "Mi pobre esposa está tan grave que sólo la que no es madre no la comprende. ¿No les parece que dos años de ausencia y sufrimientos ya es bastante? Y piden al Gobierno que se les dé libertad o que se les ponga a la orden de los tribunales. Yo me valgo de esta circunstancia para repetir el deseo de la Iglesia: Una Navidad sin presos políticos. Una Navidad que vuelva paz a tantos hogares desasosegados por tantos hijos, esposos, hermanos desaparecidos. Quiero agradecer las múltiples manifestaciones de solidaridad con la petición que miembros del Parlamento Inglés hicieron, para mucha honra mía, de hacerme candidato al Premio Nóbel de la Paz. De manera especial ha habido pronunciamientos apoyando esto: de la CUTS, de la C.T.S. y de otras organizaciones y muchas personas particulares que considero de criterio muy firme y muy sólido. Yo quise agradecer estas muestras de solidaridad escribiendo un articulito como lo hago todas las semanas en La Prensa Gráfica, pero quizá no hubo lugar esta semana, espero que la próxima me lo publiquen. Pero de todos modos, a través de la radio, que gracias a Dios tenemos bastante audiencia, creo que llegará a todos mi agradecimiento. Y quiero decirles que se trata solamente de una candidatura que yo agradezco al Parlamento Inglés. Sé que hay otras personas con muchos mayores méritos que yo. Pero no obstante, sin la pretensión de llegar a obtener ese premio internacional, la voz del Parlamento Inglés ha sido para mí un respaldo muy poderoso que yo agradeceré siempre. ¡Muchas Gracias!... También quiero agradecer las muchas condolencias que han llegado por la muerte violenta del P. Rafael Ernesto Barrera, Párroco de San Sebastián, en Ciudad Delgado. Quiero contarles que el funeral fue verdaderamente impresionante. Creo que fue la voz del pueblo que ama a sus sacerdotes. Lamento, sí, que el Bloque Popular Revolucionario no fue muy oportuno en sus porras y gritos; y en la Iglesia, lugar de oración, más impresionaba el canto cristiano de quienes oraban y recibían el mensaje de esa muerte. Quiero felicitar al P. Plácido porque cumple hoy, primer domingo de Adviento, diez años de trabajar en El Minuto de Dios. Un programa que se pasa por TV Canal 2, todos los domingos a las 9 de la mañana. El otro día me decía que yo le he hecho una competencia desleal, pero creo que él tiene siempre mucho auditorio. El bien que se hace es grande, yo me alegro y le doy gracias al Señor y felicito al sacerdote. Quiero unirme al dolor de la familia del joven José Ricardo Duran, de la Colonia Miramonte, muerto en un accidente de tránsito esta semana. Y lo recuerdo con cariño porque era del fruto espiritual más grande, quizá, del P. Alfonso Navarro a quien asesinaron el año pasado. También me uno al dolor de la religiosa superiora de las Madres del Colegio de la Sagrada Familia, la Madre Carmen María Scaglietti, cuya mamá murió en Costa Rica. En la parroquia de Santa Lucía sucedió una cosa dolorosa pero también noble. Allá el P. Astor presta su Iglesia a los pobres que no tienen donde velar sus cadáveres y estaban velando un difundo cuando aparecieron dos agentes uniformados disparando. Ante el reclamo de la gente, insolentes, insultaron. El Padre que se dio cuenta que pertenecían al cuerpo de vigilantes de la Cárcel de Mujeres, se dirigió allá al comandante, el cual muy noblemente le dio explicaciones y le prometió destituirles. A los pocos días le fue a decir: "Padre, todo está arreglado, ya aquellos hombres han sido destituidos". Yo creo que es un ejemplo, una lucecita en las tinieblas. ¡Qué hermoso fuera que todos esos atropellos de los hombres uniformados, fueran sancionados debidamente! También ellos son ciudadanos y no es lícito que por tener armas se insolenten contra sus paisanos que no las tienen. Lamentamos y nos solidarizamos con los que han sufrido incendios en sus haberes. Y seguimos invocando a quienes deben de investigar qué esta pasando con estos crímenes o estas desgracias que se quedan sin explicación. Queremos unirnos también, a los dos banqueros ingleses. Aún no se han responsabilizado de su secuestro ningún grupo. Pedimos para ellos la libertad a que tienen derecho. En el secuestro del Gerente de la Philips, también nos unimos a él. Ya se responsabilizó la FARN. Vida de nuestras comunidades: DOMINGO 26 (nov.): Gozamos llevando a los sacerdotes de Maryknoll que van a trabajar con nosotros en los pueblos de Dulce Nombre de María y San Francisco Morazán, Departamento de Chalatenango. Fui a San Marcos a dar la confirmación a un grupo de jóvenes que manifestaron su compromiso de querer ser fieles a Cristo que les da su fortaleza. MIERCOLES 29 (nov.): En el Paraíso se tuvo una evaluación donde yo tenía que estar, pero con las circunstancias de la muerte del P. Ernesto Barrera no pude asistir. Fui a San Sebastián, la parroquia del P. Neto, a dar pésame al hogar huérfano. Con gran parte del Presbiterio celebramos los funerales del P. Neto Barrera en la Parroquia de Mejicanos. VIERNES 1 (dic.): Por la noche me encontré con una comunidad donde ciertamente falta y se llora al Párroco, pero es una comunidad viva y cristiana. No crean que es un grupo de revolucionarios, es un grupo de cristianos que atienden con ternura y tratan de seguir lo que les enseñó el P. Barrera, que puso su inquietud juvenil de sacerdote allí en la Parroquia de San Sebastián, Ciudad Delgado. Alguien me decía: "¿Por qué para el P. Neto no se hizo una misa única como cuando mataron al P. Grande?" Les dije: "Son cosas que son muy graves y no me atrevería a decidirlo, pero sí les invito a que hagan un buen funeral al fin del novenario". Yo invito a todos para que el próximo sábado, en la Parroquia del P. Neto, celebremos un sufragio por su eterno descanso. Me contaron en San Sebastián que esa mañana el P. Neto había salido con Valentín Martínez a buscar madera para hacer pupitres para la Escuela Parroquial y no volvieron... Y que en las crónicas, que han tratado de echar tanta tierra, no se menciona para nada el dinero que llevaba el P. Neto, que era bastante para comprar madera SABADO 2 (dic.): Participé en el éxito de un grupo de jóvenes que se graduaban en Corte y Confección en Mercedes Umaña. En San Rafael Cedros también se graduaron otro grupo parroquial. En la noche fui a la parroquia de San Martín, donde robaron las hostias consagradas. El pueblo es muy eucarístico -anoche lo constaté-, se volcó sobre la Iglesia parroquias para hacer este acto de desagravio al Señor. Felicito a la Parroquia y auguro que este golpe de haber perdido su depósito eucarístico los haga más fervorosos. Ayer, también, estuve con otro equipo de sacerdotes de Maryknoll que va a trabajar en la diócesis de Santiago de María en Ciudad Barrios. Una Comisión Investigadora nombrada para investigar las muertes trágicas del P. Barrera y sus acompañantes ha emitido ya dos boletines. El primero se mandó a los medios de comunicación social pero no fue publicado en su integridad y algunos hasta parece que quisieron torcer un poco la información. En él, la Comisión de Investigación ha encontrado evidentes contradicciones. Por ejemplo: en El Diario de Hoy, "... la policía perseguía al conductor del automóvil placa tal..., quien al bajarse del vehículo lo dejó atravesado en la calle frente a la casa". Este vehículo, según el comunicado oficial, "... estaba en el garaje de la casa". Otra contradicción, un medio de información habla de un grupo de "5 jóvenes", La Prensa Gráfica habla de "unos 28 hombres". La Prensa Gráfica informa que "según los jefes del operativo, los que estaban en la casa los recibieron a balazos". Y según versión de testigos presenciales, dicen "... que cada vez que los cuerpos de seguridad disparaban, desde dentro de la residencia, se escuchaban silbidos". El comunicado Oficial y El Diario de Hoy mencionan "cuatro hombres", y La Prensa Gráfica "unos 28". El comunicado oficial es el único, y esto es lo más importante, que menciona con ciertos detalles el caso de José Isidro Paz. El comunicado oficial señala que "... estaba gravemente herido, en trance de muerte". Y según La Prensa Gráfica "... estaba lesionado y abandonó la casa en un descuido de sus demás acompañantes". El mismo periódico publicó una foto en la que aparece saliendo por su propio pie; así lo transmitió también la televisión, donde no daba la impresión de estar tan grave; después El Diario de Hoy informó que salió con las manos en alto. Con respecto a la muerte del Sr. Paz, el comunicado oficial dice: "... que estaba en trance de muerte en un centro hospitalario". Y el Diario de Hoy dice que: "... según fuentes oficiales, murió cuando era trasladado a un centro hospitalario". Y según el boletín del Departamento de Relaciones Públicas de la Policía Nacional, dice que: "... Portillo Paz falleció en el enfrentamiento". El Boletín de la Comisión Investigadora concluye: "Hay razones bien fundadas para dudar de la veracidad de las distintas versiones hasta ahora publicadas". Por eso emitió un segundo boletín en el cual, lo más grave es esto: " 1º) Existen pruebas contundentes de que el Sr. José Isidro Portillo Paz, uno de los cuatro muertos en el incidente del martes 28 de noviembre, fue capturado vivo y salió por sus propios pies de la casa. Después de haberse presentado a los reporteros y televidentes, fue asesinado por los mismos Cuerpos de Seguridad, cuando estaba en su poder, a consecuencia de un balazo en el cráneo que le destruyó la masa encefálico según el informe del médico forense". Salió por sus pies y el médico forense da un dictamen de ese hombre con el cerebro destrozado por una bala. "2º) El hecho de que los cuerpos de seguridad lo hayan asesinado, es motivo suficiente para creer que lo eliminaron para evitar que ante un tribunal libre de coacciones, hubiera revelado la verdad de los hechos y desenmascarado las maniobras de los cuerpos de seguridad". Hermanos, la Iglesia no cuenta tampoco con mayores medios, pero este hecho no lo olvidemos, y desde nuestros reclamos de los derechos humanos queremos culpar a los cuerpos de seguridad de este asesinato, de un hombre que se pudo salvar y al que se le quitó la vida destrozándole la masa encefálica. "3º) El hecho de que el médico forense no especifique como debería haberlo hecho, si los cadáveres presentaban rigidez cadavérica, ni cuánto tiempo tenían de muertos, nos impide determinar si los otros tres, entre los cuales está el P. Ernesto Barrera, murieron durante el supuesto enfrentamiento o antes. Por esta razón, no nos sorprende que haya personas que aseguren que los habían matado antes del tiroteo." "4º) En cuanto al sacerdote hay fuertes indicios que nos llevan a la presunción grave de que fue torturado y que los tiros mortales le fueron hechos a corta distancia." "5º) Nos parece poco verosímil que cuatro personas con sólo una escuadra Colt automática, calibre 45, y un revolver Smith Wesson 38 cañón largo, se hayan podido enfrentar durante cinco horas en contra de cerca de 150 miembros de los cuerpos de seguridad armados de bazocas, escopetas 12, carabinas Ml, granadas incorporadas en los G3 y pistolas de 9 milímetros, con las que dejaron los cuartos de la casa con infinidad de orificios de proyectiles, los muebles destruidos por los impactos de las balas." "6º) También nos consta que ese mismo día, como a las 7 p.m., fue capturado por los mismos cuerpos de seguridad el joven José David Ramos García, cerca de la casa donde se tuvo el operativo militar. Lo capturaron al estar llorando con evidentes síntomas de un ataque de nervios. Este joven está bajo tratamiento médico psiquiátrico, por lo que no ofrecen credibilidad las declaraciones que haya podido dar". Y en nombre de los derechos humanos, también, digo: es justo que se le deje libre a un pobre enfermo. En cuanto a la filiación y a las actividades políticas del P. Ernesto Barrera, que se han tratado de difamar, yo les digo con toda sinceridad: no tengo conocimiento personal. En todo caso, mi pensamiento lo conocen todos, en la Tercera Carta Pastoral: La Iglesia y las Organizaciones Políticas Populares. Hablo de cual es el papel del sacerdote, y esa es la norma que se exige a todos: "Es normal y frecuente que los mismos sacerdotes y sus más íntimos colaboradores laicos, precisamente por interesarse en una evangelización encarnada y comprometida, sientan al vivo los problemas políticos y como personas y ciudadanos sientan más simpatías por un partido u organización popular que por otros; incluso es comprensible que cuando se les pida que colaboren en orientar cristianamente la dirección de actividades políticas de los cristianos en favor de la justicia, colaboren. Pero es nuestro deber recordarles y pedirles que en cualquier trabajo sacerdotal, en cualquier labor pastoral que les pidan las personas, partidos u organizaciones, tengan siempre como primer objetivo, ser animadores y orientadores en la fe y en la justicia que la fe exige, según los grandes principios cristianos que aquí hemos recordado". También quiero recordarles, a quienes quieran mezclar a la Iglesia con acciones terroristas, los pensamientos que en la Pastoral ya manifesté: "la violencia que algunos llaman "revolucionaria" pero que preferimos calificarla como terrorista o sediciosa, ya que el término "revolucionario" no siempre tiene un sentido peyorativo como el que aquí deseamos definir. Se trata de aquella violencia que Pablo VI llamó "las revoluciones explosivas de desesperación". Esta violencia suele organizarse e intentarse en forma de guerrilla o terrorismo y equivocadamente es pensada como último y único modo eficaz para cambiar la situación social. Es una violencia que produce y provoca estériles e injustificados derramamientos de sangre, lleva a la sociedad a tensiones explosivas, racionalmente incontrolables y desprecia por principio toda forma de diálogo como posible instrumento de solución para los conflictos sociales". Y también, he condenado la violencia fanática, esa que: "...hace "mística" o "religión" de algunos grupos o individuos. Endiosan la violencia como fuente única de justicia y la propugnan y practican como método para implantar la justicia en el país. Esta mentalidad patológica hace imposible detener la espiral de la violencia y colabora a la polarización extrema de los grupos humanos". Aquí tenemos, hermanos, el pensamiento claro de lo que la Iglesia piensa cuando se trata de mezclarla en esas actividades peligrosas de las cuales la Iglesia no es garante ni responsable. PENSAMIENTO QUE NOS LLEVA AL ALTAR Como ven, es lo que nos dice el sacerdote Papías cuando habla del Evangelio de San Marcos. Es desordenado porque trata de copiar la predicación de San Pedro, que más que teorías quería iluminar con esta palabra de Dios las realidades de su tiempo, de su Roma, de su imperio de Nerón. Y así se explica que las páginas del Evangelio, también para nosotros, deben ser eso: luz que ilumina los caminos de la justicia y del bien; y desde las cuales se ve y se rechaza también, lo malo de las injusticias, de los atropellos. Les invito a entrar en el Adviento, en esta preparación espiritual de Navidad con ese sentido que les he dicho: hambre de Dios, seamos pobres de espíritu, necesitados de Dios. Vigilemos, estemos atentos a la presencia de Cristo en el pobre, en nuestro amigo, en el hermano, para no tratarlo como no trataríamos a Cristo. Y finalmente, la presencia comprometida de cristianos, en una sociedad donde tenemos que ser heraldos del Reino de Dios. Así sea... Queridos Hermanos:
Estamos al fin del año litúrgico y este último domingo la liturgia lo consagra a Cristo Rey. Esta fiesta de Cristo Rey, que antes se celebraba el último domingo de octubre, hoy en una forma más lógica se ha dejado como una bellísima corona para todo el año eclesiástico. Ese misterio de Cristo que se ha ido desplegando desde Adviento, que nos preparó para recibir al Niño Dios, y ese Niño Dios que crece y luego se nos presenta adorado por los magos en la Epifanía; y crece hasta la edad de un hombre que puede cargar sobre sus espaldas una cruz, toda la Cuaresma, llamando a la humanidad a sentirse solidaria con El para ser redimida, muere en una cruz y resucita. Y la Pascua, que llenó cincuenta días de nuestro calendario litúrgico, es el sol que ilumina toda la liturgia de la Iglesia. Los domingos venimos a Misa en una pequeña pascua. Cada domingo es pascua. Cada domingo es el encuentro con el viviente eterno. El dijo que convenía que se fuera, porque su presencia física en el mundo ya era un pequeño estorbo, en cambio, sentado a la diestra del Padre -expresión bíblica para decir participando del poder y de la gloria de Dios- envía desde el cielo su espíritu. Celebramos Pentecostés, la venida del Espíritu Santo. Es el espíritu de la redención, es el espíritu del arrepentimiento de los pecados; es el espíritu heroico de mártires y de cristianos, de religiosos, sacerdotes; de todo ese pueblo selecto que se llama el pueblo de Dios. Alimentado con el espíritu de Dios. Es presencia de Cristo vivo, viviente, resucitado, anunciando esperanzas a la humanidad. Fueron los largos domingos que culminan con este último. Ese misterio con Cristo, pues, que lo empapa todo en el año, hoy como que se resume y se resalta en una figura que bien se llama así: Cristo Rey. Es hermoso como ese Cristo, Rey inmortal de los siglos, vive en la historia concreta de cada pueblo. Yo me alegro de encontrar el pensamiento de ese Cristo encarnándose en nuestros días en la homilía del Papa, cuando tomó posesión de Letrán y se presentó a Roma como el Obispo de Roma. Recordó él la larga historia de Roma que se remonta hasta los orígenes del cristianismo; recordó el origen de esa Basílica de San Juan de Letrán dedicada el precursor San Juan, para decir toda esa historia, todo eso antiguo, todo eso bíblico, no es un museo, sino que es viviente. Y el nuevo Obispo de Roma viene a enmarcarse a esa tradición larguísima, pero para ser el hombre de hoy. Y así les dijo: "En el marco de este maravilloso encuentro de lo antiguo con lo nuevo, hoy, como nuevo Obispo de Roma, deseo dar comienzo a mi ministerio para que con el pueblo de Dios, de esta ciudad y de esta diócesis, que por la misión de Pedro ha llegado a ser la primera en la gran familia de la Iglesia, es la familia de las diócesis hermanas". Y mencionando hechos concretos que le tocan vivirlos a él, hombre de 1978; aunque encadenado a una historia de siglos que lo remonta hasta San Juan Bautista, decía él: "Con cuánto agradecimiento he seguido estos últimos días los muchos episodios, la televisión me los ha hecho cercanos -Juan Bautista, Pedro de Galilea no conocieron la televisión, el nuevo Papa sí es hombre de televisión, pero el espíritu de Pedro y de Juan y de los antiguos está aquí en el hombre que hoy mira televisión y que en esa televisión ve los acontecimientos históricos de la semana, del día-. En esos acontecimientos he visto como a consecuencia de falta de personal en los hospitales, muchos se ofrecieron voluntarios, adultos y jóvenes en especial, para servir con generosidad a los enfermos. Hechos de la semana que él está viviendo, y tiene su valor la búsqueda de la justicia en la vida profesional, tanto más atento debe estar al amor social; por tanto, deseo para esta nueva diócesis mía, para Roma, este amor que Cristo ha querido para sus discípulos. El amor construye. Sólo el amor construye". Digo que para mí es una satisfacción ver esa sintonía de lo que he querido sea, en mi pequeñez, también, para la querida Arquidiócesis. Yo también me siento ligado a mis antecesores, Monseñor Chávez, a Monseñor Belloso, a Monseñor Pérez y Aguilar, y no necesito que me vengan a comparar quién será mejor que yo. Lo que necesito es quién me ayude a vivir este momento presente. La Iglesia no es recuerdos, no es espejo retrovisor nada más. La Iglesia va caminando hacia adelante y necesita también perspectivas nuevas. Demos gracias que toda una tradición nos ha traído a este momento en que hay fe en el pueblo. ¡Benditos sean nuestros antecesores!, pero sepamos ser hombres del momento y sepamos reflexionar en lo de la semana, en lo del momento. Es que a muchos les interesa que no se ponga el dedo en la llaga, que no se mire lo presente; y así quisieran vivir de museos, de recuerdos, de comparaciones con obispos antiguos. El Papa habla, pues, de su momento y yo quiero hablar cada semana del momento que nos toca vivir. Por eso, queridos hermanos, en esta última semana del Año Litúrgico -yo no puedo apartarme de la realidad actual- esta fiesta de Cristo Rey evoca un hermoso recuerdo sacerdotal: ¿Cuántos sacerdotes se ordenaron en las fiestas de Cristo Rey del último domingo de octubre que hoy se pasa esta fecha?. Nada menos ayer platicaba con un joven salesiano que me decía: Somos tres ordenados en Cristo Rey: Héctor Joaquín Mejía, German Escamilla, Napoleón Mejia. Podemos mencionar aquí cuántos recuerdos del Cristo Rey que ha vivido en nuestro pueblo en comunidades, en organizaciones de hombres que lo aman al Señor. En esta semana también yo quiero recordar dándole gracias a Dios la vida religiosa. Hablaba de los salesianos y es por que precisamente esta semana han estado muy numerosos venidos de toda Centro América en Ayagualo. Los saludo y les agradezco todo el bien que hacen a nuestro pueblo. Que el espíritu de Don Bosco siga haciendo tanto bien entre nuestra juventud y entre nuestras familias. También tuve el gusto de saludar a la Madre Superiora General de las Pasionistas, que dirigen aquí los colegios de la Divina Providencia, el Santa Gema de Santiago de María y nos ayudan en la pastoral directa, allí en el pueblo de San José Villanueva, donde hoy debían estar celebrando su fiesta patronal, pero por haber sido víctimas de un robo sacrílego se ha suspendido. Y con un sentido de pastoral, las Hermanas y el Párroco han organizado más bien actos de desagravio y de protesta, porque este latrocinio parece que es algo más que un simple latricinio. También me alegro con ustedes los laicos. El domingo pasado tuvimos una convivencia de representación de laicos. Y yo les decía que lo más grandioso de la Iglesia son ustedes: los que no son sacerdotes ni religiosas, sino que en la entraña del mundo, en el matrimonio, en la profesión, en el negocio, en el mercado, en el jornal de cada día, ustedes son los que están llevando el mundo y de ustedes depende el santificarlo según Dios. Gracias al Señor que este espíritu de santidad laical va despertando cada día más en la conciencia de nuestro Seglares. También en el mundo seglar, saludamos a la Ultrella Nacional de Cursillos de Cristiandad que se está celebrando en Guatemala. Una gran representación de nuestra Arquidiócesis llevó mi mensaje para decirle a Cursillos de Cristiandad que no queremos de ellos metodologías o religiosidades alineantes, desencarnadas, sino que queremos que ese método maravilloso de promover el cristianismo en el hombre de hoy que se llama Cursillo de cristiandad haga de verdad los hombres nuevos que necesita el continente latinoamericano para transformar nuestra sociedad de pagana en cristiana. Deseamos que sea un éxito esa Ultrella donde se reunirán cursillistas no sólo de Guatemala, sino también de otros países centroamericanos. Y también en este sentido les anuncio ya desde ahora que el domingo 17 de diciembre los laicos van a promover una convivencia de Comunidades Eclesiales de Base y Movimiento Laicales. Hay muchos en nuestra diócesis. Y yo les invito a todos aquellos que no pertenecen a movimientos o a una Comunidad de Base que traten de conocerla y de vivirla, porque el cristianismo se vive así, en comunidad, una amistad que se llama comunidad cristiana. Visitando las comunidades esta semana también llevé el saludo filial de la Arquidiócesis a la Reina de la Paz el lunes 20. Quise hacer una Misa muy ítima y privada a los pies de la Virgen, me acompaño Mons. Rivera; y las dos diócesis allá representadas por sus obispos creemos que le hemos rendido un homenaje filial, verdaderamente sincero a la Virgen patrona de El Salvador. El Domingo pasado estuve en Chiltiupán. Quiero felicitar a las hermanas Dominicanas y al Padre Benjamín Rodríguez, porque aquel lugar tan pintoresco (que yo creo que muchos de ustedes no conocen, un verdadero mirador a los horizontes del mar) más que todo vale por el espíritu religioso y comunitario que la pastoral está sembrando allá. He participado también en los proyectos, en los estudios pastorales de la Vicaría de Soyapango. Y ayer una alegría muy íntima en el Cantón María Auxiliadora de la Parroquia de Tenancingo, para confirmar jóvenes. Yo quiero destacar el sentido de los niños. Una niña me dice en su discurso al llegar: "Permítanos que los niños y los jóvenes lo saludemos como a un buen amigo". Les dije: "No me han dicho una palabra más bella, quiero ser el amigo de ustedes y me duele que en estas regiones haya quienes envenenen el alma sembrando y desfigurando la figura del Obispo". Me dijeron: "Escuchamos sus homilías y hemos ofrecidos varias flores espirituales, preparando su visita, como actos de obediencia y trabajo". Las catequistas me informaron de su trabajo y las animo a que sigan adelante. También otro gusto de esos que llegan muy hondo en el corazón la carta de los niños del Cantón El Rosario, Dulce Nombre de María, para decirme que ya está libre su maestro que se habían llevado preso. Y en su carta dice: "Bendito sea Dios que ya salió nuestro maestro y nos pudimos examinar los finales. Pedimos a las Madres Religiosas que nos ayudaran a darle gracias a Dios". En la Parroquia San Marcos, esta tarde a las 5, tendremos una hermosa ceremonia de confirmación de jóvenes. También quiero referirme no sólo a cosas agradables, sino desagradables, el incidente que todos conocen en la iglesia del Rosario con los músicos de la Sinfónica. Yo creo que todo fue una falta de comunicación. El responsable de organizar estas cosas debe de estar más enterado en el momento en que se va a celebrar, para no pasar desapercibido o confundido algo que puede traer alguna trascendencia. De todos modos, de parte de la Iglesia, por esta falta de comunicación yo les quiero pedir perdón a los queridos amigos filarmónicos. También cosas tristes, lo que ya dije de San José Villanueva, robo sacrílego, se ha perpetrado también en Talnique, en Tamanique y el Párroco de Panchimalco también me dice que por no preocuparme más no me lo había dicho, pero que ha habido también allá un robo. También de Tenancingo tengo noticias de que ha habido atropellos de la propiedad de la Iglesia. Pero lo más grave, hermanos, quiero que se fijen. En San Martín no solamente robaron los vasos sagrados, sino que se robaron el Santísimo, no encontramos las hostias consagradas. Esto duele, porque el que tiene fe sabe que en la hostia consagrada está presente el Señor. Ojalá que esta voz llegue a quienes perpetraron un sacrilegio más horrendo, y se trata de la presencia eucarística del Señor. Que lo respeten, que lo devuelvan a la adoración de su pueblo. Y para que todos participemos en un desagravio a la presencia del Señor se ha organizado para el próximo sábado, 2 de diciembre a las 7 de la noche, un acto eucarístico en la Iglesia de San Martín. Allá estaremos y ojalá que el mayor numero de fieles que amen al Santísimo Sacramento se encuentren allá. Ojalá para entonces podamos dar noticias de que han aparecido las hostias. La promoción cristiana entre nosotros va a tener esta semana manifestaciones muy bonitas como es la de Fe y Alegría, el próximo sábado; y la de corte y confección en Mercedes Umaña, donde han tenido la bondad de invitarme. Quiero agradecer también los comentarios que se están haciendo a la Carta Pastoral por parte de la Revista Justicia y Paz que, en este número comenta la violencia. Está a la venta y lo pueden tener como un comentario que trata de hacer muy sencilla la doctrina. También trata de popularizar, de divulgar esta doctrina, una serie de cuadernos de la colección popular El Guanaquito, de UCA, que en seis números va a presentar mi carta pastoral al alcance sencillo del pueblo campesino. Les agradezco, ha sido un esfuerzo muy bello de que una doctrina que interesa a los campesinos se trate de asimilárselas lo más posible. Pueden conseguir también estos cuadernos en la UCA. Quiero pedir una oración también, en esta comunidad de hoy, por el eterno descanso de doña Aminta de Osegueda, esposa de un gran amigo y periodista, director del Diario de Oriente de San Miguel, ya fallecido también. <`P>También prometí a la mamá de Marisela Guadalupe González Flores, que iba a cumplir 15 años y se ahogó en las playas de San Diego, una oración, pues, para que sus 15 años que ha celebrado en la eternidad sean también consuelo para la familia que la llora. Quiero mencionar también, hermanos, en este marco de la comunión de nuestra Iglesia, un sincero agradecimiento al Reino Unido de Inglaterra, que ha tenido ese gesto para mí verdaderamente sorpresivo, de postular mi pobre nombre para el Premio Nobel de la Paz. Han llegado muchas felicitaciones y quiero hacer, pues, a todas estas personas una manifestación sincera de gratitud. Entre las felicitaciones, quiero decirles un pensamiento de la del Colegio de Profesionales de las Ciencias Jurídicas, que dicen entre otras cosas que esta postulación es un aval de parte de las autoridades y gremios auténticamente representativos del pueblo inglés y que ella sola ya es una respuesta de la opinión pública internacional a los detractores de la línea del Arzobispado. Así lo veo, hermanos, como un apoyo que yo agradezco profundamente y quiero aclarar para algunas personas que lo confunden, no se trata del Premio Nobel, simplemente es una postulación, una candidatura. Yo sé que eso es muy difícil, llegar a tener el Premio Nobel; y quiero que sepan que yo soy el primero en comprender que hay otras personas que lo merecen mucho más que yo y que estaré muy alegre si al llegar la adjudicación del premio no se tiene en cuenta esta postulación de Inglaterra, sino que se dará según justicia al que honor merece y me rendiré con cariño, como candidato del Premio Nobel, al que tenga el honor de merecerlo... (aplausos). ¡Qué más quiero que ese aplauso de ustedes!, ni tampoco es porque el aplauso sea una profanación del templo, sino porque es una expresión libre y espontánea de un pueblo que siente, lo que no puede decir con los labios lo dice en esa forma simpática. Yo, pues, quiero agradecer porque todo esto significa que la línea pastoral y evangélica a la que trato de ser fiel no es una locura ni es una subversión sino que simplemente es la humilde fidelidad al mandato del Señor que ahora vamos a reflexionar. También como solidaridad del extranjero quiero anunciarles muchas cartas y cablegramas y diversas formas que llegan de Amnistía Internacional, refiriéndose a nuestra situación y apoyándonos en todo esto. En estos días se han recibido 92 aerogramas, 38 cartas, en todas ellas tratan contra ORDEN y contra su hacer que atropella al campesinado. Son cartas en favor de los derechos humanos, especialmente entre los pueblos de San Pedro Perulapán y Cinquera, en favor de la libertad de los presos políticos; también sintiendo el dolor de nuestro pueblo por su desnutrición infantil. Solidarios también con las luchas reivindicativas de las organizaciones de nuestro pueblo, denuncian capturas concretas completas, hasta de un sacerdote viene, que trabaja en medio de médicos, abogados y miembros de la Acción Cristiana que se pronuncian contra la tortura. Todas estas cartas que están en nuestro archivo son verdadero respaldo, pues, de que la línea de la Iglesia por los derechos humanos es legítima, es sensible en el mundo entero. Quiero alegrarme también con la solidaridad que manifestó la Primera Asamblea de las Iglesias de América Latina -Iglesias Protestantes reunidas en Oaxtepec, México- que en una carta muy bonita dirigida al CELAM se solidarizan con esta línea liberadora del evangelio. Dicen: "Nuestro continente - son palabras del mensaje- necesita desesperadamente del mensaje liberador del evangelio. La defensa de la vida, el ministerio a los Quebrantados, la lucha por la justicia, la afirmación de la dignidad del hombre, la proclamación encarnada y la esperanza del reino son dimensiones esenciales de las buenas nuevas que estamos llamados a proclamar". Yo me alegro porque el protestantismo, que aquí entre nosotros también tiene una rama que simpatiza mucho con nuestra Iglesia, debe de comprender de no dejarse engañar e instrumentalizar el evangelio al servicio de la política, sino al servicio de lo que el Señor quiere, como lo acaban de decir los protestantes de Oaxtepec. Se recibió también -con profunda alegría lo digo- una carta de una religiosa contemplativa que ofrece todo su sacrificio, toda su santidad, por nuestra Arquidiócesis. Y en esta línea de revisión de nuestra semana, desde el punto de vista religioso, todos hemos estado consternados por ese suicidio en masa, que ya cuenta más de 800 muertos para decir, hermanos, un alerta contra la ignorancia religiosa. Estudiemos nuestra religión. Hoy hay una especie de euforia de sectas, allá andan los gnósticos, por allá andan también aquéllos -ni sé como se llaman, pero con unos vestidos muy raros, un corte de pelo también bien estrambótico- todas estas cosas, ¿adonde nos llevan? Miren que la libertad de creer es un derecho humano, la libertad de creer, y el Concilio Vaticano II tiene un documento sobre la libertad de creer; pero dijo el Observatore Romano, periódico oficioso de la Santa Sede, la libertad de creer no exime al hombre de la obligación de buscar la verdad y de aceptar humildemente la fe. La fe cristiana que Dios nos ha revelado cuando se llega a descubrir, el hombre libremente la acepta. Ninguno de los que hoy llenan la Catedral está aquí a la fuerza, esta es la verdadera libertad, libertad de creer, libertad para ir a profesar la verdad que se encontró, la verdad de nuestra fe. Una libertad que lleva a aberraciones tan espantosas como ese suicidio en masa, ¿cómo va a ser la verdad? Es así, hermanos, como vamos ahora a analizar este Año Litúrgico que termina en la última página, también, del evangelio de San Mateo. No es la última página del evangelio, sino el último discurso de Cristo, el discurso escatológico. Como que San Mateo, organizando su evangelio, nos ofrece hoy el resumen más bello, lo más esencial del mensaje que Cristo quiere dejar a los hombres. La escena del juicio universal no debemos de confundirla como que si así va a ser al pie de la letra. Se trata de una reflexión eclesial para presentar en una forma que gane nuestra fantasía, el mensaje de lo esencial del cristianismo. Por eso, en esta fiesta de Cristo Rey, a la luz de las lecturas, yo podría presentar la homilía con este tema: Su reino no tendrá fin, como decimos en el credo. Y hoy meditemos en esa palabra: Su reino no tendrá fin, que yo lo desgloso en estos tres pensamientos sacados de las tres lecturas: 1º) ¿Por qué no tendrá fin el reino de Cristo? Porque Dios es su fundamento. De Dios arranca y hacia Dios va y se realiza en la voluntad de Dios. 2º) ¿Por qué no tiene fin el reino de Cristo?, porque su ley es el amor. Y nos acaba de decir el Papa: sólo el amor construye. Todo reino que se funde en represión, en violencias, en odios, no puede persistir. Su reino es del amor y por eso será un reino eterno. 3º) ¿Por qué el reino de Cristo es reino sin fin?, porque su rey es Jesucristo, el eterno viviente. Digamos aunque sea unos cuantos pensamientos que ahora se me agolpan en la mente, porque lo más bello de este momento de reflexión es esto, meternos de lleno en la palabra de Dios, implicado sí en nuestra historia sin olvidar que tenemos los pies en la tierra y que vamos caminando aquí en El Salvador con estas historias concretas, pero nos metemos de lleno a este reino de Dios, aquí salvadoreños de nuestro tiempo para que nos ilumine... Dije en primer lugar que es un reino que tiene en Dios su fundamento, su origen. En el evangelio de hoy, cuando Cristo llama a los bienaventurados, les dice esta palabra: "Venid, benditos, a poseer el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo". No es un reino improvisado. Miren como la historia comienza por una voluntad de Dios. La historia, si es cierto que los hombres tenemos mucha participación en ella, Dios es el Señor de la historia. La historia arrancó de la voluntad de Dios. La creación fue el primer gesto de Dios, no existía nada, y cuando comenzó a existir, ya tuvo en su mente un reino suyo. Los príncipes de esta creación, los hombres, van a llegar a desembocar en el reino de la salvación, en el reino de la gloria; por eso es eterno el reino de Cristo, porque no ha sido inventado por los hombres sino en la mente de Dios tuvo su origen. Y cuando la segunda lectura de hoy nos dice que Cristo, como un rey que ha conquistado todo bajo su manto, le va a decir al Padre eterno la bella palabra, la satisfacción suprema del hombre que ha cumplido el deber, como lo dijo en la cruz " consumatum est"- todo se ha cumplido-, al fin de los tiempos, me imagino a Cristo, rey universal de las cosas conquistadas por la redención: misión cumplida. Y dice San Pablo: "Entregará su reino al Padre para que Dios sea en todo, en todos". ¿No les parece hermanos que será una gloria muy hermosa, yo criatura de este reino de la creación ser un átomo siquiera en aquel reino que Cristo entregará al Padre y que no perecerá nunca? ¿Quién está solo en la historia ?, ¿quién es un átomo que se pierde en la distancia? Todo está previsto, hasta el niño más chiquito, hasta el campesino cortador de café que no encuentra el aprecio de sus hermanos, hasta el más chiquito encontrará su puesto en este reino que el Cristo entregará al Padre y será todo en todos, sin excepción. ¿Quién será grande en ese reino de los cielos? El que se haya llenado más de Cristo. Si Dios es el origen de este reino y por eso no tendrá fin, Dios es la meta. Dios es la meta. Cuando el Cristo entregue este reino al Padre, comprendemos entonces, ya desde ahora, que sólo Dios es lo absoluto y que todo lo demás es relativo. No se olviden de esta palabra, sólo Dios es el absoluto, sólo Dios abarca la historia desde el principio hasta el fin; y antes del principio ya vivía y después del fin seguirá viviendo. La historia no es más que un pequeño episodio como que Dios está jugando. Cuando termine la historia y Cristo le entregue la historia al Padre, seguirá viviendo este reino como un adorno, como un vestido, como un palacio, como un templo de Dios eternamente. Somos piedras vivas -decía San Pedro- edificando ese reino eterno de Dios. En la primera lectura de hoy aparece como Dios es celoso de esa propiedad de su reino. Yo mismo, al mirar la triste figura de los malos pastores que no saben interpretar la voluntad de Dios para conducirle a su pueblo; pastores que se apacientan así mismo y no a su rebaño; gobernantes y pastores del reino civil y del reino eclesiástico que hacen consistir el reino en una egolatría. No es eso lo que Dios quiere. Y entonces, ese pueblo castigado por la mala conducción de los pastores, "volverá del destierro, -dice Dios- y yo mismo voy a recoger las ovejas que se dispersaron en la tormenta, las voy a cuidar y las voy a entregar a mi hijo el Mesías". Si lo que está pasando hoy en la Iglesia, hermanos, es que el Padre eterno nos ha escogido y nos ha entregado a su Hijo para trabajar su reino. Acuérdense en la última oración de Cristo el Jueves Santo: "Padre, te doy gracias por este grupo de discípulos; son tuyos pero Tú me lo has dado, y te los devuelvo y no se me ha perdido ninguno más que el hijo de la perdición". Se puede perder también el hijo de la perdición, el judas, el que no supo recibir este reino de Dios. Hermanos, yo no quisiera que hubiera un solo Judas en la Iglesia y que todos nos salváramos con Cristo. SU LEY ES EL AMOR Es el reino, pues, que tiene a Dios por fundamento. Y segundo lugar, un reino que tiene el amor como ley. No lo olvidemos y precisamente todo el mensaje de la lectura del evangelio de hoy es esto. San Juan de la Cruz tiene un verso preciosísimo, cuando dice: "Y en la tarde de tu vida te examinarán sobre el amor". Sobre esto nos examinarán. No me examinarán a ver si ganaste mucho dinero, a ver si ganaste muchos aplausos, si fuiste grande según el mundo, si te aplaudieron. Nada de esto. Todo eso pasa. Te examinarán sobre el amor. La esencia del mensaje de Cristo está en la página del juicio final, como nos lo presenta hoy San Mateo: "Tuve hambre y me distéis de comer, Tuve sed y me distéis de beber". No es que San Mateo renuncia a la fe, la fe es el primer impulso del hombre para acercarse a Cristo; pero una fe que no cuaja en el amor práctico, de obras, es una fe muerta. Y cuántos hay que dicen: si yo ya lo conozco a Cristo, yo trato de rezarle. Sí, le rezas como el sacerdote del evangelio que dejó herido al pobre samaritano, al pobre judío porque tenias prisa de ir a rezar. La fe no basta. Muchos se han querido envalentonar cuando el Papa, en esta semana, ha dicho a los religiosos que no se radicalicen en política. Ya ven que el Papa dice que no se metan en política. Fíjense bien, ya les he dicho sean críticos en oír. El Papa lo que condena es la radicalización. Si un sacerdote o un religioso solamente se hace horizontalista, solamente luchas por las cosas de las redenciones temporales, sí ha traicionado su vocación. Lo que el Papa ha dicho es lo que yo humildemente digo también en mi carta Pastoral, cuando les digo a los sacerdotes que la mejor misión que la liberación de los hombres espera de ellos es motivarlos con esta alta liberación de Cristo. Pero el Papa no excluye, si acabamos de oír su homilía en San Juan de Letrán donde él dice que como Obispo nuevo de Roma se solidariza con estas reivindicaciones del pueblo que él tiene que apacentar. El ha dicho que la lucha por los derechos humanos es una tarea actual de la Iglesia; pero radicalizarse en política sería, según la página del evangelio de hoy, dedicarse sólo a dar de comer a los que tienen hambre, dedicarse de dar agua al que tiene sed, dedicarse sólo al hombre. Pero lean todo el pasaje de hoy cuando los que se van a salvar, admirados de que nunca han visto a Cristo y él dice: "tuve hambre y me disteis de comer", le pregunten, ¿cuándo, Señor? El va a decir esta palabra, y esto es lo interesante: "Siempre que lo hicisteis con uno de mis hermanos chiquitos, conmigo lo hicisteis." Lo horizontal se hace vertical cuando nuestra caridad la motiva el verdadero amor a Dios. Por eso, cuando despreciamos al pobre, al cortador de café o de caña o de algodón, al campesino que hoy va en caravanas buscando el sustento de todo el año, pensemos, hermanos, no lo olvidemos, es el rostro de Cristo. Rostro de Cristo entre costales y canastos de cortador; rostro de Cristo entre torturas y maltratos de las cárceles; rostro de Cristo muriéndose de hambre en los niños que no tienen que comer; rostro de Cristo, el necesitado que pide una voz a la iglesia, ¿cómo se la va a negar la Iglesia, si es Cristo que le está diciendo habla por mí? Yo no quiero estar aquella hora del juicio final a la izquierda "apártate maldito al fuego eterno, porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve necesidad y no me atendisteis". Te precisó más la pureza de tu ortodoxia; te precisó más el tiempo tranquilo de tu oración; te precisó más tu congregación, tu colegio, para no contaminarte con los miserables; te preocupó más tu prestigio social y económico y político, y por eso despreciaste al que era yo pidiéndote socorro. Este es el criterio con el que Cristo nos va juzgar. Su reino es el amor, un amor que construye. Qué sorpresas nos llevaremos en aquella hora. Cómo trastorna esta página del evangelio lo que nosotros creemos necesario. Yo oí esta semana un comentario del discurso del Papa: Ya ven que el Papa ya está poniendo las cosas en su puesto, les ha dicho a los religiosos que usen su hábito. Si eso es bien secundario, lo que el Papa les ha dicho sí, que sean orgullosos de su hábito; pero el hábito no hace al monje, lo que hace al monje es el amor, es el amor a Cristo que se traduce en beneficencia y en amor al prójimo. Por más acicalado que vaya un sacerdote o una religiosa, si es el sacerdote que abandona al herido en el camino no es buen sacerdote aunque se vista bien. Yo tampoco estoy defendiendo la secularización de algunos, sino que estoy diciendo lo esencial del evangelio, ¡no lo accidental!. Y digo que en aquella hora nos vamos a llevar sorpresas, cuando veamos que lo que yo creía que era necesario Cristo ni le hará caso y lo que yo no creía necesario, será lo que Cristo está examinando. ¿Cómo trataste al hambriento, al sediento.. al que me representaba? Y en estos países Cristo está tan profusamente presente, queridos hermanos, que sería una lástima haber vivido como saturado de la presencia de Cristo (porque estamos saturados de pobres) y no haberlo conocido. Haber vivido tantos altos, tal vez en las comodidades, en las riquezas, en el bienestar político y no nos preocupamos de aquel Cristo que estaba a nuestras puertas o que lo encontrábamos en las calles. Yo le pido perdón a Dios en esta mañana por no haber sido siempre el cristiano que Dios va a examinar a la hora de la muerte. Y quiero reparar mi falta para decirle a todos ustedes, mis hermanos, con quienes comparto la responsabilidad de ser Iglesia, Reino de Dios, que de veras hagamos del Reino de Dios que somos, como ley, el amor. SU REY ES JESUCRISTO, EL ETERNO VIVIENTE Y, finalmente, el reino de Cristo será eterno porque el rey es Cristo. La segunda lectura es preciosa en este sentido. Pero fijémonos en el evangelio. Es original San Mateo cuando dice, llamando a Cristo: un nombre que no se lo dio Cristo y que lo rehuyó el mismo. Cuando lo quisieron hacer rey, huyó. Pero San Mateo, ya con los primeros cristianos, sí lo consideran un rey, no en el sentido temporal en que lo quedan los judíos, sino el rey verdadero. Entonces dirá el Rey, convocando a todas las naciones de la tierra, cuando venga en su gloria y se sentará en el trono, dirá el Rey, -con esta imagen se describe lo que les decía los domingos pasados-, tres palabras que han hecho clásica la espera de los cristianos: parusía, palabra griega que en la antigüedad usaban para designar cuando un gobernante iba a llegar a un pueblo, era la parusía. O la palabra Epifanía, que significa la manifestación, cuando se va a presentar un rey, cuando va a ser coronado un Papa, su Epifanía. O la palabra Apocalipsis, también significa revelación, manifestación. Estas tres palabras son las que tenía en mente San Mateo al describirnos: "Cuando venga el Rey entre sus ángeles y se siente en el trono para convocar a todas las naciones. Esa sí que será la gran parusía, la Epifanía, el Apocalipsis de Cristo". Tiene, según la segunda lectura o todavía en el evangelio, los tres poderes de un rey, no es un rey de burla, no es el rey que ante Poncio Pilato es objeto del ludribio de los soldados que lo coronan de espinas y se ríen de él. Será distinto aquel rey; es el mismo, pero no vendrá para sufrir sino para juzgar. Y en el evangelio de hoy aparece con los tres grandes poderes de toda autoridad: Poder legislativo, poder judicial y poder coactivo. Legislativo, el poder de dar leyes. Judicial, el poder de aplicar esas leyes, de hacer un juicio a los hombres que violan las leyes. Y el poder coactivo, la facultad de castigar a los rebeldes. Cuando Cristo juzga según la ley del amor, es legislador y es juez, y apartará a unos para condenar y a otros para salvar. El Juez Supremo. Entonces resplandecerá la verdadera justicia que hoy es tan ridícula hasta en los más altos tribunales. Este sí será el alto tribunal ante el cual no habrá sobornos. Y el poder coactivo no porque se tengan armas en las manos, sino porque se tiene el poder de la razón y del derecho y de la fuerza, podrá hacer que su palabra se realice: "Id malditos al fuego eterno", y así será porque el evangelio de hoy termina: "E irán estos pobres al castigo eterno, mientras que los otros irán al reino que no tiene fin". San Pablo nos presenta hoy este reino con una amplitud cósmica, es toda la creación la que Dios ha querido poner bajo el imperio de Cristo. Quiso instaurar todas las cosas en Cristo, El es la clave de la creación. Por eso la llama San Pablo también hoy primicia. Es una palabra también muy bíblica, muy litúrgico que significa lo primero de una cosecha. Cuando se trae al templo las primeras mazorcas, las primeras cosas que produjo la siembra, es la primicia. Y la cosecha a que se está refiriendo aquí es la cosecha de la resurrección. La resurrección de todos nosotros está garantizada, como cuando se garantiza la cosecha con la primicia. Si así produjo las primeras mazorcas, que milpa la que vamos a tener. Si esta cosecha de resurrección es tan espléndida, Cristo resucitado, ¡todos vamos a resucitar! Cabeza de la humanidad, porque si por un hombre vino la muerte al mundo, si hoy morimos todos, es porque la sentencia de muerte dada al primer padre Adán se sigue cumpliendo en toda su descendencia. La muerte es un misterio de solidaridad. Así también, la resurrección y la vida eterna es solidaridad con un segundo Adán que se vino a hacer cabeza del género humano por la redención. La importancia del bautismo. Por el bautismo un niño se incorpora a esta cabeza de la redención. Por eso decia Cristo: "Si no renacen ustedes del agua y del Espíritu Santo, no pueden entrar en el reino de Dios". La necesidad del bautismo. La confirmación no es tan necesaria como el bautismo, es una confirmación del bautismo. Por eso se está dejando para cuando ya los niños se den cuenta. El otro domingo, primer domingo de Adviento, no vamos a confirmar niños chiquitos que no se den cuenta. Sí seguirá urgiendo la obligación de bautizarlos cuanto antes, porque el bautismo si es incorporar al niño a la redención de Cristo, y esperemos que tenga uso de razón para que esa incorporación la ratifique con su propio conocimiento, entonces se confirmará. Es inmortal y de una victoria absoluta. San Pablo nos presenta hoy que serán aniquilados los principados, los poderes, las fuerzas; y que los enemigos de Cristo serán constituidas escabel, alfombra de sus pies. Es un rasgo bien pintoresco para que toda la soberbia y audacia que hoy se envalentona contra la Iglesia de Cristo: a la persecución, el odio, la difamación, éste será el destino. "Pondré a tus enemigos por escabel de tus pies". Y cuando hayan sido dominadas todas las potestades, entregará el reino al Padre. Este es el liberador auténtico, la liberación de todas las esclavitudes. Por eso, cuando anunciamos aquí este reino de Cristo no nos estamos apartando de nuestra historia, estamos diciendo también que estas páginas de violencia que estamos viviendo será sometida al Reino de Dios y quienes han sido culpables serán escabel de sus pies, si no se convierten a tiempo. Por ejemplo, han continuado los incendios. Por lo menos 5 ó 6 en estos últimos días. ¿Y por qué se quedan en el misterio? ¿Y por qué no se refleja ya la justicia de Dios, frente a tantas manos que pueden ser criminales? También hemos lamentado estos días dos secuestros: el gerente de Televisión y el gerente de la Phillips de El Salvador. También recibimos hoy una voz a través de la Amnistía Internacional, y aquí en el país, que insisten en la amnistía de los presos políticos. Allá en Argentina se dijo una frase muy bonita: "Una Navidad sin presos políticos". Hoy cumplen dos años de desaparecidos Lyl Milagro Ramírez, Manuel Alberto Rivera Vázquez, capturados por la Guardia Nacional el 26 de noviembre de 1976. También cumplen un año de desaparecidos el profesor Efrain Arévalo Ibarra y el jornalero Alfredo Mendoza, y llegan noticias de atropellos de Cinquera. Por esto hermanos, esta voz de libertad, "una Navidad sin presos políticos", prescindiendo de las motivaciones que puedan tener quienes la pidan, como Iglesia de Cristo soy solidario con esa voz. La Iglesia se sitúa en esta perspectiva que hemos meditado hoy. Estuve en la cárcel y no hicisteis nada por mí. Yo le diré al juez Supremo: Señor hemos hecho todo lo posible, pero las fuerzas del mal han sido poderosas, hasta que Tú las pongas por escabel de tus pies. Mientras tanto, yo invito a todas las fuerzas nobles de El Salvador ¡que reaccionen! Y fíjense lo que pido: la libertad de quienes están sufriendo injustamente. Que sean puestos a los tribunales para que se les juzgue o que se les dé libertad. También en El Salvador queremos hacer una Navidad sin estas torturas y tormentos de las Cárceles Secretas. Nuestra emisora (YSAX) va a presentar todos los jueves, de las 5:30 a las 5:45, un programa dedicado a la defensa de la justicia y de la ley en este sector que hoy necesita tanto, de los trabajadores del campo. No es que vamos a ser voces de falsas denuncias, sino que vamos a informar sobre las quejas que se hayan presentado al Ministerio de Trabajo y los resultados que hayan obtenido de esa intervención del Ministerio. Comprendemos que el Ministerio de Trabajo es el responsable de la situación laboral del país. El carga con esa situación de huelgas, de descontentos en las fábricas o en las cortas de café y demás campos de trabajo. Decimos, pues, que hay que recurrir allí. Y la YSAX se hará eco de ese recurso y de las noticias que salgan también de ese Ministerio de Trabajo. Esperamos, pues, que esta publicidad estimule un poco el cumplimiento de unas leyes que no se cumplen. Y finalmente, les pido un sentimiento de solidaridad con Nicaragua. Está viviendo momentos muy difíciles. Yo recibí una copia de un telegrama que las asociaciones y grupos católicos han dirigido al Papa, apoyando a su Obispo Monseñor Obando Bravo; y también señalando que el Señor Nuncio no lo ha sabido apoyar debidamente y pidiendo que el Santo Padre mire con justicia y apoye al Pastor que ellos sienten muy cerca de su situación. Pidamos para todas estas situaciones del país y del mundo, que son muchas más, pero que en un día de Cristo Rey nos hace ver la necesidad de esta celebración. Pasemos al altar, donde Cristo se hace presente, todavía oculto, pero somos su pueblo, somos su reino y tengamos fe. Vivamos esta fe en Cristo, vivámosla manifestándola en el amor a nuestros hermanos. Que en la tarde de la vida, el juez Supremo de la historia y de cada uno de nosotros, nos juzgará sobre el amor. Sepamos trabajar, ya desde ahora, aquel juicio que va a ser definitivo. Así sea. Creemos en un solo Dios, Padre todopoderoso... |
Monseñor Óscar Arnulfo Romero y Galdámez Ciudad Barrios, El Salvador; 15 de agosto de 1917 – † San Salvador, (Id.), 24 de marzo de 1980) conocido como Monseñor Romero,[1] fue un sacerdote católico salvadoreño y el cuarto arzobispo metropolitano de San Salvador (1977-1980). Se volvió célebre por su predicación en defensa de los derechos humanos y murió asesinado en el ejercicio de su ministerio pastoral. Archivos
Agosto 2021
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