Si algo esta creciendo con una velocidad que no hemos podido divisar es el secularismo en la vida consagrada. Desde que Concilio Vaticano II comenzó en esta dinámica de rejuvenecer el rostro de la Iglesia Católica Romana, las ordenes religiosas a nivel global entraron en una dinámica bien riesgosa. Con el pretexto de que estaban renovando y rejuveneciendo comenzaron a realizar cambios que a mi juicio han precipitado una serie de elementos que no son propios de la vida consagrada. No todo lo que el mundo vive o pretende vivir, la vida consagrada no lo tienen que vivir necesariamente. Con esto no pretendo decir que tenemos que ajustarnos y utilizar muchas cosas del modernismo para poder transmitir el mensaje de amor y paz; ni mucho menos pretendo plantear que vivamos en el antaño. Lo que quiero recordarles a mis hermanos y hermas consagrados (as) es que hemos sido llamados a una vida de desprendimiento, reflexión, oración, obediencia y el carisma impregnado por Dios al fundador(a). El pretender ignorar esos detalles nos hace infieles a nuestra consagración y nos hace tan culpables como aquellos que no siguen otros elementos que son considerados graves en las ordenes religiosas o para las Iglesias. Por ejemplo cuando en tu orden no permiten teléfonos celulares a los congregados y tu le aceptas a tus familiares un celular pensando que tienen razón que es para comunicarse con ellos inicias el proceso triste y doloroso de romper elementos sencillos que nos hacen religiosos. No es el hecho del aparato celular es el hecho de la desobediencia, de atarle a lo establecido por la orden, elementos peligrosos que contamina la orden que la hace vulnerables a los ataques del demonio. El no reconocer esos pequeños detalles hace que se muestre en vivo el fenómeno que describo, el riesgo a la secularización. El tratar de vivir una vida que no es la que libre y voluntariamente elegimos vivir es un riesgo increíble que el que no debemos permitir. Es responsabilidad de cada congregado y congregada el vivir a plenitud su vocación en todas sus facetas y desde ahí alcanzar la salvación.
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“Siendo propiedad del Señor Jesucristo a gran precio adquirida, no debemos ser esclavos de Satanás ni de hombre, sino señores verdaderamente libres que no sirven al pecado sino al Señor Jesús.” (Martin Lutero) ¡Alabado sea el Señor Resucitado! ¡Paz y Bien! Mis hermanos y hermanas, que alegría el poder escribirles en esta Hermosa celebración de la fiesta de fundación de nuestra amada Orden. Desde el primer día de fundación Dios ha ido marcando cada año como unos particulares. Nuestros proyectos se han ido multiplicando, como a su vez las personas que se unen al proceso de evangelización que llevamos demostrando que el amor es la razón de existir. Ya pasados varios años es hermoso poder compartir, ahora con una familia misionera, el gran don que Dios nos regalo de la fundación de una Orden religiosa en el siglo XXI. Creo oportuno en esta ocasión aprovechar mi mensaje para que dentro de esta alegría de ver como crecen proyectos alrededor del mundo, veamos de que tenemos que advertir a todas las personas de los riesgos que estamos experimentando en este siglo con todo el desarrollo tecnológico y de ampliación del modernismo y la globalización. Ahora que el mundo se puede conectar mas fácil vemos como nos cuesta trabajo conectarnos con nosotros mismos y de una manera particular con Dios. Estamos inmersos en una situación tan difícil en la que se nos olvida hasta ir a ofrecer alabanza, culto y adoración al Dios de la vida en comunidad; y con comunidad me refiero a aquellos que no estamos en la vida religiosa y que nuestra comunidad es la la familia y la Iglesia en donde asistimos. Decia muy bien la Madre Dominga OP: “familia que reza unida, permanece unida”. Vamos cuando nos acordamos o cuando queremos por que caemos en la falsa creencia moderna de que “creemos en Dios y el esta dentro de mi y yo me comunico con El directamente”. Aunque es cierto tenemos una situación muy particular de que no sabemos en muchos casos comunicarnos con Dios. Tenemos el deber de congregarnos por que ese fue el ejemplo que dieron los apóstoles. Vivian en comunidad y se congregaban, en conjunto a las personas que les rodeaban para meditar la palabra y reflexionarla. Además es importante darle la adoración publica que merece por que es el Dios que nos regala la vida y nos permite vivir día a día con nuestros seres queridos. No basta la practica tan sencilla que llevamos en la sociedad moderna. Nos pesa ir a dar la adoración que Dios merece por que es el dador de todo. Es ahí querida familia misionera donde debemos de profundizar. Ya el hombre no escucha a sus lideres religiosos escogidos por Dios, por que sencillamente son “hombres” o “mujeres”; se nos olvida que Dios fue el que eligió a esas personas con defectos y virtudes para guiar a su rebano. Aun así reconozco que existen lideres religiosos que no se comportan como tal, que no llevan su vocación como Dios pide y pastorean mal, es verdad. Como quiera Dios enviara pastores sabios que asuman las riendas de su rebano y los lleve a buen termino. Doy gracias a Dios por este hermoso regalo de la fundación, doy gracias a los que durante todos estos años han puesto su granito de arena para levantar una Orden religiosa diferente, con un carisma particular, llena de esperanza en un mundo que padece tantas dolencias. Oremos al Señor para que nos siga guiando y fortaleciendo en el caminar. Dado hoy trigésimo día, del quinto mes, del año dos mil once; en la Casa General de los Misioneros y Misioneras del Amor Sacramentado. Quedo unido a ustedes en sus oraciones, Rev. P. David Guadalupe EJ Superior General Querido Obispo:
Debo seguir escribiendote por que las situaciones que veo me obligan por moral a pastorearte al lugar que entiendas lo que tu pueblo necesita, o mas alla lo que Dios esta exigiendo como respuesta a tu pueblo. La respuesta no es muy diferente a la de hace siglos para aquellos que asumieron el rol de Pastor. La respuesta inicia con una sencilla pregunta ?Cumplo la voluntad de Dios? De ahi partimos a ver cuan cercanos estamos a la realidad del pueblo. El pueblo esta desesperado, caminan como ovejas sin pastor. La desesperacion es tal que estan matando, robando y blasfemando, levantan la ira de Dios y la respuesta pastoral no ha sido la ideal. No dudo que haya habido una respuesta, lo que sucede es que lo tradicional no funciona. No funciona el quedarnos con elementos del pasado, debemos cruzar la frontera de lo conocido para retar a esta nueva generacion y llevarla al nivel correcto. No el nivell que el mundo le ha dicho que es el correcto. La seriedad con que necesitamos dar respuestas, nosotros los pastores, es urgente. Dios nos esta exigiendo evaluar nuestra respuesta en base a nuestro llamado. Si no vemos nuestro llamado lo ideal es renunciar. Es mejor que llegue otro Pastor que escuche a Dios, que pueda responder. La clave que quiero compartir contigo hoy es la respuesta. Sigo orando por ti. En Cristo, Tu hermano. Querido hermano Obispo:
Estoy frente al ocaso de una hermosa playa caribena y he creido pertinente el dirigirte unas letras antes de que la noche caiga. Te las escribo a ti que las necesitas, a ti que no has escuchado la palabra. Te digo ya la Palabra se hizo carne, ya la Palabra acampo con su pueblo. El Dios vivo del que creemos tener la obligacion de anunciar a los pueblo ya esta en medio del pueblo. Estamos en el siglo 21 y nuestro llamado es a redefinirnos. Debemos hacernos cuestionamientos tan validos y tan presentes; como que nos pasa, llegamos a las gentes, somos buenos pastores, la gnte nos escucha, entiende el mensaj, nos conformamos con pastorear a algunos y a otros que se queden como estan. Mi hermano Obispo, tenemos una responsabilidad que no podremos delegar, tenemos que amar hasta el cansancio y aun cansados seguir amando. Tenemos la responsabildad y el deber de amar con intensidad como el nos amo. Pero cual es la definicion de como el nos amo? Son tantas interrogantes que surgen sobre el deber del Obispo. Como definiria Cristo el rol del Obispo, se conformaria con lo que hacemos ahora. Se conformaria con esperar a que hagamos un enceuntro para que nos repitamos en que no nos podemos bajar del pedestal donde la sociedad nos ha puesto, donde la sociedad nos pone como eminentes teologos, grandes administradores, perfectos pastores? Creo que no... Hoy es el dia, debemos empezar a liberarnos, nos debemos liberar de la opresion y eso no siginifica de los pecados tradicionales, significa que antes de meternos a protestar o criticar otra cosa veamos el desastre de la casa los problemas pastorales que tenemos, la poca presencia del evangelio e el pueblo; y el pueblo no siginifican mil o diez mil siginifica todo el pueblo... Lo estamos haciendo bien? Si es asi salgamos a la calle y veamos la respuesta del pueblo sobre sus pastores... Te dejo por ahora ya comenzo a llegar la hermana luna y quiero meditar junto a ella... Quedo en tus oraciones, como tu en las mias. NOTA(Esta carta o serie de ellas van dirigidas a los Obispos y pastores en general no ha nadie en particular) La libertad mas allá de un derecho, es un deber. Creemos ciegamente que el ser humano debe ser libre por naturaleza, pues no; el ser humano tiende a la libertad al descubrir la grandeza del misterio de Dios. Desde el misterio, un misterio que no busca comprensión, radica la amada libertad. Solo el pensamiento y la búsqueda infinita del amor pueden entender que la libertad no es un objeto sino la creencia firme y sincera de hacer la voluntad de Dios. Pero no basta con hacer la voluntad de Dios… En el ejercicio del combate, para poder alcanzar, defender y sostener la voluntad de Dios se mantiene la vigencia infinita de esa libertad.
La libertad mas allá de ser un derecho, es un deber. Es un deber del que tenemos que rendir cuentas en algún momento a Dios. Cuentas de si nos sostuvimos desde esa libertad y la perseguimos en el afán de la plenitud. No es necesario buscar el origen de esa libertad, sino el destino de esa que llamamos libertad. Si ella tiende a Dios es entonces la repuesta real de nuestra vida. Si esa libertad nos aleja de lo pasional y nos enciende la pasión de entregarnos en amor es ahí donde vemos su esencia. La libertad no es el objeto preciado u el trofeo de la guerra, ni tampoco es el resultado o la consecuencia de ella; es la maravillosa acción del espíritu en respuesta a nuestro amor. La libertad mas allá de ser un deber, es un derecho. Es un derecho el acercarnos a Dios. El derecho de que nada ni nadie nos aleje de nuestra verdad absoluta; Dios. Un Dios que me pide amar y servir, un Dios que me pide que combata contra la injusticia y la sed de venganza un Dios que me invita a ser parte de la lucha diaria para devolver el amor a su pueblo. Por eso desde mi libertad y hacia mi libertad es que soy Misionero del Amor Sacramentado. Vivo desde ese amor en libertad, tiendo hacia ese amor desde mi libertad y emano libertad desde el triunfo del Amor Sacramentado… |