Como estamos ya a las puertas de la Navidad, vamos a hacer una introducción general para todo este tiempo litúrgico. La mayoría de los textos que vamos a leer estos días, están tomados de lo que se llama "evangelio de la infancia". Es importante tomar conciencia del sentido no histórico ni científico de estos textos. El anuncio del nacimiento de un hijo de dios, el nacimiento de una madre virgen, el nacimiento en una gruta, los pastores adorando al niño, el intento de matar al niño, la huída después de un aviso, la muerte de los inocentes, el anuncio por medio de una estrella, la adoración de unos magos, etc.; todos son relatos míticos ancestrales y ninguno es original del cristianismo.
El decir "mítico" no quiere decir "mentira". Este es el primer error a superar. El mito es un relato que intenta desvelar una verdad radical que atañe al hombre entero, y que no se puede explicar por medio de discursos científicos. Al decir que estos relatos son míticos, no estamos devaluando su contenido, sino todo lo contrario; nos estamos obligando a descubrir el significado profundo y vital que tienen. Lo nefasto es haber considerarlo los relatos míticos como crónicas de sucesos sin mayor alcance vital. Todo esto lo ha descubierto la exégesis hace muchas décadas. No acabo de comprender por qué existe tanto miedo a que el pueblo conozca la verdad. ¿No nos dice el mismo Jesús que la verdad os hará libres? ¿O es que lo que nos asusta es esa libertad? Es verdad que la explicación del sentido profundo de estos textos no es sencilla, pero es precisamente esa dificultad la que debería espolearnos. He visto a la gente abrir ojos como platos cuando han comprendido la profundidad del mensaje. En las lecturas de hoy destaca el contraste entre la actitud de David, que después de hacerse un palacio, decide hacer un favor a Dios, construyéndole un templo para que habite; y la actitud de María que ve solo la gratuidad de Dios para con ella. La humildad de María hace posible el acercamiento a Dios. La soberbia de David, aleja de Él. La lección es clara: Nosotros no podemos hacer nada por Dios, es Él, el que lo hace todo por nosotros. Ni siquiera tenemos que comprar su voluntad a partir de sacrificios y oraciones. El texto evangélico que acabamos de leer, es uno de los más densos y ricos del NT. Lo que Lucas nos propone, es una teología de la encarnación entendida desde el AT. Casi todas las palabras del relato hacen referencia a situaciones del AT. El evangelista acaba de narrar la concepción de Juan, que tiene como modelo la de Isaac. Para la concepción de Jesús, Lucas toma como modelo la creación de Adán. Como Adán, Jesús nace de Dios mismo, sin intermediarios; y como él va a ser el comienzo de una nueva humanidad. No es uno másde los grandes personajes de la historia de Israel. Esta es la clave de todo el relato. Ángel=mensajero, no tiene, en el AT, la misma connotación que tiene para nosotros. No debemos pensar en esos seres al servicio de Dios, sino en la presencia de Dios de una manera humana para que el hombre pueda soportarla. El pueblo de Nazaret no es nombrado en todo el AT; es algo completamente nuevo. Galilea era la provincia alejada del centro de la religiosidad oficial, que era Judea y el templo. Quiere decir que la intervención divina en Jesús rompe con el pasado y va a constituir una auténtica novedad. Todo va a suceder lejos del templo y los ambientes de la religiosidad oficial. La escena se desarrolla en una casa sencilla de un pueblecito desconocido. A una virgen= doncella, no ligada a la institución, sino completamente anónima. Ni tiene ascendencia ni cualidad alguna excepcional. De los padres de Juan acaba de hacer grandes elogios, de María, ninguno. Virgen no debemos entenderla según nuestro concepto actual. Se trata de una niña aún no casada. Alude a la absoluta fidelidad a Dios, por oposición a la imagen del pueblo rebelde, tantas veces representado por los profetas como la adúltera o prostituta. María representa al pueblo humilde, sin relieve social alguno, pero fiel. Alégrate, agraciada, el Señor está de tu parte. Alusión también a los profetas: "Alégrate hija de Sión, canta de júbilo hija de Jerusalén". Es un saludo de alegría en ambiente de salvación. Cercanía de Dios a los israelitas fieles. Dios se ha volcado sobre ella con su favor. La traducción oficial, "llena de gracia", nos despista, porque el concepto que nosotros ponemos detrás de la palabra "gracia", se inventó muchos siglos después. No se trata de la gracia, (un ser divino) sino de afirmar que le ha caído en gracia a Dios. Al contrario que en Mateo, José, descendiente de David, no tiene papel alguno en el plan de salvación anunciado en Lc María misma impondrá el nombre a Jesús = Salvador. No será hijo de David, sino del Altísimo. Ser Hijo, en el relato mítico, no significa generación biológica, sino heredar la manera de ser del padre, y tener por modelo al Padre. No será David ni cualquier otro ser humano, el modelo para Jesús, sino Dios. Jesús no puede tener padre humano, porque en ese caso tendría la obligación de obedecerle e imitarle. El Espíritu Santo y la fuerza del Altísimo son lo mismo. Cubrir con su sombra hace referencia a la gloria de Dios que en el Génesis se representaba por una nube que cubría el campamento. Santo=Consagrado, Hijo de Dios, son designaciones mesiánicas. Consagrado hace referencia siempre a una misión. El rey ungido era desde ese instante, hijo de Dios. El Espíritu no actúa sobre el cuerpo, sino sobre el ser de Jesús, dándole calidad divina. "De la carne nace carne, del Espíritu nace Espíritu", dice Jn. No es la carne de Jesús la que procede del Espíritu, sino su verdadero ser. Claro que Jesús 'fue engendrado' por obra del Espíritu, pero de un modo más profundo de lo que pensamos. Aquí esta la esclava del Señor. La encarnación de Dios no depende de la perfección de la persona en que se encarna. Hemos insistido tanto en los privilegios de María como preparación para la encarnación, que hemos convertido en impensable la encarnación de Dios en alguien, que no sea perfecto. Pablo nos habla del misterio escondido y revelado. El misterio mantenido en secreto por generaciones, es que Dios es encarnación. Dios salva desde dentro de cada persona, no desde fuera con actos espectaculares ni siquiera con la muerte de su propio Hijo. La buena noticia es una salvación que alcanza a todos los hombres. Misterio que está ahí desde siempre, pero que muy pocos descubren. No es que Dios realice la salvación en un momento determinado, Dios no tiene momentos. Fijaros como cambia el concepto de Dios para el evangelista. El Dios que a través de todo el AT se manifiesta como el poderoso el invencible el dador de la muerte y la vida, pide ahora el consentimiento a una humilde muchacha para llevar a cabo la oferta más extraordinaria en favor de los hombres. Ese formidable cambio de la manera de concebir a Dios no siempre lo hemos comprendido los cristianos. Una y otra vez, hemos querido volver al Júpiter tonante, que está a nuestro favor y en contra de nuestros enemigos si cumplimos su voluntad; pero no dudará en estar contra nosotros si le fallamos. No queremos comprender que Dios se hace presente en los acontecimientos más sencillos. Seguimos esperando portentos y milagros en los que se manifieste el dios que nos hemos fabricado. Ningún acontecimiento espectacular hace por sí mismo, presente al verdadero Dios. Al contrario en cualquier acontecimiento por sencillo que sea, podemos descubrirlo. Somos nosotros los que ponemos a Dios allí donde lo vemos. Pascal dijo: "Toda religión que no predique un Dios escondido, es falsa". Los budistas repiten: "Si te encuentras al Buda, mátalo". Todo dios que percibimos viniendo de fuera, es un ídolo. Meditación-contemplación "Hágase en mí según tu palabra". La disponibilidad de María es la clave del mensaje. Dejar hacer a Dios es descubrir lo que está haciendo. Él lo está haciendo todo en cada instante. ..................... Descubrir esta presencia activa, es la esencia de toda vida espiritual auténtica. No tienes que hacer nada ni conseguir nada. En ti está ya la plenitud, que quieres alcanzar. ............... Si la energía de Dios no te ilumina, es que tienes el interruptor en "off". Si la fuerza del Espíritu no te atraviesa, es que tienes colocada una coraza.
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Los llamados "relatos de la infancia" aparecen únicamente en Mateo y Lucas, no así en Marcos ni en Juan. Parecen ser construcciones tardías, elaboradas con posterioridad al resto del evangelio. Aun reconociendo el profundo "peso" que tales relatos han tenido en la tradición cristiana y en la devoción de tantos creyentes, se trataría de relatos legendarios –"mitos", en el sentido original del término-, con los que transmitir un mensaje que consideraban fundamental.
Al decir que pertenecen al género mítico, se indica que revisten un carácter especial: a través de imágenes legendarias quieren transmitir un contenido valioso. El mito no es algo falso, sino simplemente narrado o escrito en otro nivel de consciencia, diferente del estrictamente "racional". En el caso de los evangelios, así como de otros escritos sobre personas célebres, el objetivo de tales "relatos de infancia" era solo uno: ofrecer al lector, desde el inicio mismo de la obra, un "retrato" del personaje biografiado. Las imágenes que el mito utiliza están patentes: ángel – diálogo con María – la virgen que concibe sin intervención de varón – la idea de un Dios separado e intervencionista para el que "nada hay imposible"... El contenido al que apunta el relato que comentamos es rico, sobre todo cuando somos capaces de leerlo desde una perspectiva no-dual. La figura del "ángel" simboliza el nexo de unión entre lo "divino" y lo "humano": todo es Uno, aunque podamos distinguir "dos niveles" de identidad. Nosotros mismos somos, a la vez, "humanos" (nuestro yo individual) y "divinos" (el Ser único e ilimitado). Cuando reconocemos nuestra verdadera identidad, nos sentimos uno con todos y con todo: lo que nace entonces es el "Hijo de Dios", la humanidad nueva. Pero ese nacimiento requiere que nuestro ego haya presentado, previamente, su acta de defunción. Y eso lo hace cuando nos alineamos con el presente y nos rendimos completamente a la Sabiduría mayor que rige todo: "Hágase en mí según tu palabra". La oración puesta en labios de María aparecerá más tarde en boca de Jesús, durante la angustia previa a su pasión: "Que no se haga mi voluntad, sino la tuya" (Lc 22,42). Realmente, parece la única "oración" acertada: que sea lo que tiene que ser, amo lo que es, me rindo a la Sabiduría mayor que guía todo el proceso. Y entonces, en una paradoja admirable, al amar lo que es, haremos –como María, como Jesús- lo que debamos hacer. Por lo demás, es innegable que el parto virginal es un mito que se extendía en la antigüedad desde Egipto hasta la India. Horus, en Egipto, nace de la virgen Isis (tras el anuncio que le hace Thaw); Attis, en Frigia, de la virgen Nama; Krishna, en la India, de la virgen Devaki; Dionisos, en Grecia, y Mitra, en Persia, de vírgenes innominadas... Por cierto, de prácticamente todos ellos se dice que nacieron un 25 de diciembre, en el solsticio de invierno –en el hemisferio Norte-, justo cuando el Sol vuelve a "nacer", venciendo a la noche. Pero la profundidad del texto es extraordinaria. María es virgen porque deja actuar al Espíritu en ella, viviendo en una disponibilidad total: "Hágase en mí según tu palabra". La "virginidad" es la desapropiación del yo, que permite que Dios (la Vida, el Misterio) pase a través de nosotros, de nuestra "forma" individual, que es cauce o canal por el que se expresa. La virginidad tiene poco que ver con lo biológico; es, más bien, sinónimo de disponibilidad. Su sentido queda expresado en una de las expresiones más hermosas que he leído: "Jesús es lo que acontece cuando Dios habla sin obstáculos en un hombre" (Jean Sulivan). La amenaza más grande que tiene la humanidad actual son las compañías multinacionales de los países ricos, que son la causa de la pobreza de muchos millones de pobres y de la misma Madre Tierra. Las Multinacionales están declarando la guerra a la humanidad porque, en connivencia con los gobiernos, la policía y los militares de países pobres, están arrasando con las materias primas de naciones enteras en Latinoamérica, en África y la India, sumiendo en la extrema pobreza a millones de personas, incluidos, con la crisis que deliberadamente provocaron, los pobres de los países desarrollados. Hay multinacionales Petroleras, Farmacéuticas, Bancarias, Industriales, de Alimentación, de Ropa, de Comunicaciones, etc. y Militares que sin ser multinacionales como tales están al servicio de estas.
De las 100 unidades económicas más grandes del planeta, 49 son países y 51 corporaciones multinacionales, que ya están pasando por encima de los Estados. Las corporaciones multinacionales son la fuerza que toma las decisiones hoy en día. No están preocupadas por los derechos humanos, ni por la vida, ni por la gente que trabaja para ellas. Solo les preocupa acaparar cada vez más poder económico y con él el político para ponerlo al servicio de su economía. Los gobiernos deciden cada vez menos pero gobiernan cada vez más al servicio de ellas, en función de lo que ellas les piden, pues algunas tienen un presupuesto más grande que algunos Estados. Así General Motors y otras compañías automovilísticas venden más que el PIB de Turquía, Tailandia o Noruega; los almacenes Walmart van por delante de Arabia Saudí, Grecia, Portugal, Venezuela o Filipinas; Ford más que Sudáfrica, IBM más que Venezuela, Nestlé más que Egipto. De las 200 multinacionales más grandes del mundo, el mayor número está en EE.UU. Le siguen por este orden: Inglaterra, Japón, Alemania y Francia. Y de las 50 más grandes del mundo, el 70% (35) son norteamericanas. Suponen el peligro más grande para la humanidad, porque no solo arrasan con el hombre sino también con la naturaleza. Los transgénicos de la multinacional Monsanto cada vez invaden más el mundo adulterando la composición primigenia de la naturaleza, que no sabemos a dónde nos conducirá. Destruir o adulterar un árbol, una planta, una semilla, una especie, es adulterar a toda la comunidad que los rodea. Después de nacer, el primer alimento que necesitamos es el aire y a continuación el agua. Veamos, pues, lo que está pasando y pasará con las multinacionales del agua viendo las declaraciones del presidente de la multinacional NESTLÉ: Fecha: 6-11-14.- "El presidente de Nestlé, Peter Brabeck-Letmathe, aseguró que las grandes empresas del mundo deben privatizar el agua del planeta y comercializarla. Señaló que la población no debería disfrutar de ella si no la paga y "cuanto más agua consumas, mayor debe ser el precio". Según Corporate Watch, una organización de investigación sin fines de lucro, Nestlé tiene inmensas ganancias por la venta de botellas de agua, lo cual causa graves daños al medio ambiente. "Con la producción de agua mineral Nestlé implica un abuso de los recursos hídricos vulnerables. En la región de Serra da Mantiqueira de Brasil, el bombeo excesivo ha provocado daños y agotamiento a largo plazo". No es la primera vez que Brabeck-Letmathe hace esta polémica declaración. Además, el encargado de la mayor fabricante de productos alimenticios del mundo también defendió la seguridad de los productos químicos de Monsanto y aseguró que nunca ha habido "enfermedad alguna" causada por el consumo de organismos genéticamente modificados. ¿Por qué lo dice? Ver respuesta bien clara en archivo adjunto. Natural Society, una organización informativa sobre salud, afirmó que Monsanto "está trabajando duro para asegurarse de afianzar su monopolio sobre nuestros cultivos básicos y más allá". Pero volvamos al agua: "Nestlé es el líder mundial en la venta de agua embotellada, la cual representa el 8 por ciento de sus ingresos totales, que en el 2011 ascendieron hasta los 68.580 millones de euros (unos 85.000.000.000 (ochenta y cinco mil millones de dólares)". Coca Cola, Pepsi Cola, Danone, Nestlé... quieren tener cada vez mayor acceso a los recursos hídricos, para lo cual están impulsando la privatización tanto de los cursos de agua como los acuíferos a nivel mundial. El marco en el que opera y obtiene justificación la industria del agua embotellada se circunscribe a la consideración del agua como una mercancía digna de apropiación y mercantilización. Esta consideración del agua como un producto de propiedad privada es promovida por organizaciones internacionales como el Banco Mundial (BM), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Organización Mundial del Comercio (OMC), fomentando y manteniendo el poder de las grandes corporaciones que quieren privatizar el agua del planeta, frente a las demandas sociales que plantean la necesidad imperiosa de considerar el agua como un Derecho Humano. El consumo de agua embotellada está creciendo a un ritmo del 12 % anual, cuyos envases son una enorme plaga para el medio ambiente. El mercado de agua embotellada se estima en 288 mil millones de litros vendidos en 2011. La estimación actual se aproxima a los 350 mil millones. Dado el hecho de que el agua del grifo está considerada como mejor para el usuario que la variedad embotellada y sujeta a unos controles de seguridad más estrictos y que en España, en concreto, este porcentaje de la calidad del agua se sitúa en el 99,6%, según esto, ¿por qué insistimos en comprar algo que cuesta hasta 1.000 veces más? Sencillamente porque somos víctimas de la propaganda, de la ingenuidad, de la falta más elemental de conciencia crítica para analizar la realidad. En una palabra: somos víctimas del neoliberalismo para el que todos y todo somos pura y simple mercancía que quiere que trabajemos cada vez más por menos dinero y aceptemos las condiciones más viles de trabajo. REFLEXIONES FINALES: PRIMERA: Si la política y la economía son los dos principales pilares en que se apoya el mundo, y teóricamente deba ser la política la que gobierne la economía porque es la que representa la voluntad popular, sin embargo muchas veces no es así porque detrás de la pantalla de los gobiernos, incluso salidos de las urnas, son los poderes económicos, los que en la sombra rigen los destinos de los pueblos: el poder económico de los grandes bancos, las multinacionales y los grandes financieros, con el apoyo explícito del BM, el FMI y la OMC. Con frecuencia un número importante de parlamentarios y gobernantes estuvieron o están vinculados, antes o después a grandes bancos, compañías o multinacionales, como en Alemania a la Bayer, y en España mismo tenemos claros ejemplos de ex presidentes de gobierno, ministros y parlamentarios, que salieron de ellas o a ellas fueron a parar. Hasta ahora la gran mayoría de los ciudadanos no estamos políticamente maduros, porque la política de un pueblo políticamente maduro no puede consentir que el poder económico-financiero castigue a los pueblos, sobre todo del tercer mundo, de la manera tan cruel y salvaje como lo está haciendo en este momento. Pero, no solo en el tercer mundo: también entre nosotros, porque ese poder tiene en sus manos la llave para provocar crisis y cerrar miles de empresas en las que millones de personas realizan su vida y de las que dependen miles y miles de familias. SEGUNDA.- Todo ser humano y más los cristianos por seguir a Jesucristo debemos ser testigos, como Juan, de la luz de Jesucristo para cada momento histórico en el que nos toca vivir, como Jesús lo fue para las gentes de su tiempo. De lo contrario no estaríamos respondiendo a la misión que nos corresponde cumplir en coherencia con Jesús de Nazaret. Debemos ser capaces de diagnosticar las causas y los causantes de lo que está pasando en el mundo, sobre todo los sufrimientos, angustias y males que sufren millones de seres humanos y la naturaleza, víctimas de otros seres humanos, y ser desde ahí mismo conciencia crítica y política capaz de abrir los ojos de todos, porque solo todos juntos seremos capaces de hacer frente a un poder tan grande de las multinacionales que nos están introduciendo en una tercera guerra mundial, poniendo en peligro el futuro de la humanidad. El neoliberalismo nos moldea la conciencia y la voluntad a su gusto, incluso jugando con nuestros instintos más primarios, como si fuéramos un amasijo de barro en manos de un alfarero. No nos destruye porque le hacemos falta como consumidores pero destruye nuestra voluntad y nuestra capacidad de decisión y elección, nos anula, nos animaliza, nos impide decidir para imponernos sus decisiones, y lo hace de tal forma que nos hace creer que somos libres, aunque nos manipula como a una masa informe. Ejemplo: A las multinacionales farmacéuticas, aunque puedan, no les interesa producir medicamentos que curen, sino que cronifiquen la enfermedad para asegurarse consumidores de por vida. El neoliberalismo es una máquina de matar. Por tanto es evidente que tenemos que deshacernos del neoliberalismo; si no, nos lo quitará todo, incluida nuestra libertad y capacidad de decisión, dejando a muchos millones de personas caídas en la cuneta de la vida, víctimas de una muerte injusta y prematura, contraria a la dignidad del hombre y por tanto contraria a Dios. Las religiones deberían ser la conciencia crítica de la sociedad humana mundial, pero se han convertido en profesionales de la religión, en vez de ser testigos de la luz para la liberación integral de todos y de todo, allanando los caminos de Dios, como pide Juan, para que todo ser humano y toda la creación pueden vivir dignamente. "Estamos en Adviento ¡Que rápido se fue el año!, ¿No le da miedo Yolanda?" Exclamó una de mis compañeras en una de las sesiones de catequesis en nuestra comunidad parroquial en días pasados...
¡Adviento! Como catequista inmediatamente pensé en el tema, en extraerle todo el sentido práctico al prepararlo, sin palabras vacías o falsas promesas alejadas de la realidad cotidiana de esos padres de familia que me miran ansiosamente a los ojos, esperando que esta semana también les dé un motivo para seguir creyendo en Dios en medio de todo este sinsentido, en el Dios que les propuse desde el inicio de nuestras sesiones: el Dios de la vida que camina con nosotros. Así que hice una rápida revisión en mis archivos mentales: El Jesús que vino, El que viene actualmente, y El que vendrá. Adviento es espera, y la espera carece de sentido en esta época de Internet de alta velocidad. Adviento es esperanza, y la esperanza no es nada pragmática. Adviento es anhelo de Utopía, y la Utopía es "lo que no está en ningún lugar". Adviento es parusía, y la parusía es el advenimiento glorioso de Jesús al final de los tiempos... suena tan lejano. ¿Cómo hablar entonces de Adviento? ¿Es realista hoy proponer que renazca la esperanza y además esperarla durante cuatro domingos? Me pregunté. Luego recordé la frase de un tal Ebeling: "Lo más real de lo real, no es la realidad misma, sino sus posibilidades"... Soy mujer, las mujeres sabemos muy bien sobre la posibilidad de esperar y convertimos además la espera en una causa de alegría. Así que les hablé a los padres de familia de sembrar y esperar. Les propuse sembrar a Dios en nuestra carne para que florezca y una vez florecido en nosotros, llevarle esa felicidad, ese amor y esa luz que vienen de Él, a las personas que sufren. Comenzando con los de nuestra familia y los de nuestra comunidad. Aceptaron, y mientras hacíamos la corona de Adviento, les miré a cada uno: sonreían, tenían los ojos llenos de entusiasmo y esperanza. Mi reino por un caballo" gritaba tembloroso Ricardo III mientras se perdía en las tinieblas. Ahora, sus huesos encontrados y venerados como reliquias preciosas, su reino tiembla otra vez por la maldita genealogía.
¿Y si su semilla se hubiera perdido o hubiera regado campos prohibidos e ignorados? Que no tiemble nadie, la corona de Inglaterra no peligra, a pesar de la maldita genealogía. Todos tenemos una genealogía que rastrear, pero no lo hacemos porque no conduce a nada o porque no queremos sorpresas que alteren nuestra identidad. Hay mentiras que mejor es ignorar que repetir. Hoy, en esta sociedad tecnológica en la que todo cambia vertiginosamente, hasta los niños nacen sin necesidad de sexo y de genealogía. Los bancos de semen han eliminado al, en otros tiempos indispensable, macho procreador. La maternidad y paternidad no es ya cuestión de sexo sino de laboratorio. "¿Cómo puede ser eso pues no conozco a varón?", pregunta que seguimos leyendo, desde hace siglos, en el evangelio de Lucas. Pregunta incomprensible y sin respuesta racional. María es un vientre alquilado ¿y su hijo tendrá una genealogía? Si hay un texto aburrido en los evangelios de Mateo y de Lucas es el de "engendró a". Lista interminable de nombres que a los mortales de hoy, desconocedores de esta saga milenaria, ni les suena ni les interesa. Cuando proclamamos esta retahíla de "engendró a"... recomponemos un puzzle en el que las piezas no encajan, ponemos el oído en off y sentimos ganas de hacer trampas y esquivar unos cuantos "engendró a", nadie los va a echar en falta. El evangelio de Mateo comienza con "El libro del origen de Jesucristo". Parábola, más que exacta, literariamente bien estructurada. Si se bucea en este Libro y se curiosea un poco la vida de las cuatro mujeres que menciona: Tamar, Rajab, Rut y Betbasé, les aseguro que se puede pasar un buen rato leyendo las aventuras de estas mujeres no israelitas, nada castas, con escapadas sexuales que hoy calificaríamos de pornográficas. La genealogía de Jesús lo conecta con un pasado judío, pero interesa más lo nuevo que lo viejo. Lo nuevo desemboca en José, engendrado por Jacob, "el esposo de María de la que nació Jesús". Jesús tiene madre, pero no tiene padre. La Navidad, ignorada por Marcos y Juan, parece necesitar también la maldita genealogía. Mateo y Lucas, cada uno a su manera, la convirtieron en literatura. La ficción siempre supera la realidad. María es la niña escogida por Dios para ser fecundada milagrosamente. Jesús, el personaje histórico, interpretado y reinterpretado durante siglos, representado con mil rostros diferentes, pintado con todos los trapos de la moda del momento, se ha convertido para muchos en personaje de ficción. La genealogía de Mateo y Lucas, bien pensado, sobran, sólo el padre es el verdadero dador de la identidad del hijo. Jesús, para unos, es el hijo de Dios, para otros, Jesús es el hijo de los hombres, el hijo de José y de María. La maldita genealogía sigue siendo hoy un problema insoluble como lo fue en un ayer lejanísimo. La Navidad, con o sin Jesús, con genealogía real o ficticia, sigue llenando el mes de diciembre. La Navidad ya no es un día, es una larga temporada de rebajas, regalos y comidas. La Navidad, cosa llamativa, improvisa el más fantástico y absurdo decorado del año: luces en las calles, en los grandes y pequeños almacenes y sorprendentemente las ciudades y naciones que saben poco o nada de Jesús, Japón y China, son las más luminosas y lucen las mejores decoraciones del globo. ¿A qué huele la Navidad? A oro, incienso, mirra, canela, turrones, abeto, pino... Huele a todo menos a Jesús. La mía quiero que huela a paja del establo, a lágrimas de alegría, a José y a María y sobre todo a Jesús. El hecho es muy bueno. Una abuela estaba a las puertas de un supermercado pidiendo limosna, precisamente cuando se estaban recogiendo los alimentos donados por los particulares (no por las empresas que ¡vaya negocio que hacen!) para una operación kilo. Varios compradores le entregaron parte de su compra como limosna. Cuando ya había acabado el tiempo, ella cogió todas las bolsas que le habían entregado y se las dio a los voluntarios de operación kilo.
Me tiene intrigado el ambiente de solidaridad que nos dicen que vivimos. Porque nos ha comentado el papa Francisco, que la solidaridad, para ser auténtica, ha de ser dolorosa. Vaya, que nos duela el bolsillo y la cartera. Dar lo que me sobra o me cuesta poco, puede ser bueno, pero ¿somos capaces de más? Y puesto a reflexionar, me voy a fijar en algo que no cuesta dinero. Algo más profundo. Siento y percibo que cuando hablamos de los parados, discapacitados, presos, toxicómanos, alcohólicos... solemos juzgarlos como culpables de alguna forma de su situación. Somos un poco jueces. ¿Sería positivo que tratemos de empatizar, de entrar en sus sentimientos sin juzgar, simplemente escuchando, gozando con lo bueno y sufriendo con su sufrimiento? Y para ello intentar compartir tiempo con ellos. Y si es casa, comida, presencia, mucho mejor. Siempre decimos: "no es porque sea mi nieto, pero es más majo..." Eso, que los veamos y sintamos como familia. Y entonces, igual cambiamos de sentimientos y de actitud. En Belén no se enteraron de quiénes eran aquellos 'jovenzuelos' que pedían posada. Tan joven ella y en estado... Qué poca responsabilidad. Vaya, que compartiendo sentimientos, igual no necesitamos cueva. Desde que dejamos de hablar de recesión o desaceleración y empezamos a hablar de crisis, muchas son las personas que han visto como sus condiciones de vida se precarizaban a marchas forzadas año tras año.
Desde 2008 hasta la fecha, hemos ampliado nuestro vocabulario con conceptos infames como “deuda pública”, “prima de riesgo”, “burbuja inmobiliaria”, “subprime”, “tarjetas black”, “mercados financieros”, “preferentes”, “austeridad” (¡pobre palabra!, ¿qué te han hecho?), “rescates bancarios”, “recortes”… La lista de vocablos continúa creciendo, la de afectadas/os, también. Entre toda esa terminología intrincada, hay dos cosas que desde el principio sonaban a hecatombe aunque no todos tuviéramos claro a qué se referían exactamente: Reforma laboral y Expediente de Regulación de Empleo (ERE). Como no soy experta en la materia, para ahondar en las consecuencias de las reformas laborales llevadas a cabo en los último años en el Estado español, os recomiendo leer a Julia López, catedrática de Derecho del Trabajo de la Universitat Pompeu Fabra, así como a Eduardo Rojo y Joan Coscubiela, catedrático de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de la Universidad Autónoma de Barcelona y ex secretario general de CCOO de Cataluña y diputado en el congreso por Iniciativa per Catalunya, respectivamente. Yo solamente quiero pasar de puntillas sobre algunos datos arrojados por CCOO a fecha del 28 de febrero de 2014 que nos dicen lo siguiente: “durante el periodo 2008-2013, se han registrado 128.056 procedimientos que han afectado a un total de 2.207.030 personas. Cuando se han cumplido dos años de vigencia de la reforma laboral aprobada por el Gobierno, el empleo se ha recortado en el entorno de 1.350.000 puestos de trabajo, de los cuales aproximadamente 150.000 personas, lo que equivale a un 11% del total, vieron extinguido su contrato como consecuencia de expedientes de extinción colectiva”. Se dice pronto… y se sufre a largo plazo. Se sufre a largo plazo porque esas cifras se traducen en otras más crueles, si cabe: – Un total de 11,7 millones de personas (3,8 millones de hogares) están afectadas en España por distintos procesos de exclusión social, lo que supone 4,4 millones de personas más que en 2007 (un incremento del 60,6%). – 5 millones de personas se encuentran ya afectadas por situaciones de exclusión severa, un 82,6% más que en 2007. – La incidencia de los problemas de exclusión del empleo se multiplican por 2,5 y los de salud se duplican. Nada parece indicar que la implementación de la reforma laboral haya contribuido a la creación de empleo –que ha seguido destruyéndose después de su puesta en marcha – ni a la reducción de la temporalidad de las nuevas contrataciones. – Los problemas de vivienda, que partían de un nivel relativamente elevado, se incrementan un 36%. Y mientras tanto, Mariano Rajoy sale tan campante a decir por enésima vez que estas serán las últimas Navidades de la crisis –y yo por enésima vez pienso: “será en su casa…” –. Porque al parecer hace mucho que a nuestros gobernantes se les olvidó que detrás de los números hay personas que pasan hambre, que ni llegan a fin de mes ni al día 15, que pierden sus hogares porque no pueden pagar la hipoteca o el alquiler; personas a las que les castañean los dientes porque no pueden asumir los costes de calentar su casa; personas con vidas precarizadas a las que les han robado también los derechos sociales más básicos y a las que –encima– se amordaza para que no protesten; personas que viven permanentemente en frontera, al límite; personas dejadas en la cuneta por orden del capital (ya lo decía Ellacuría), de la eficiencia económica, de Europa, de los mercados, de ese sistema gore –en palabras de Sayak Valencia– que nos convierte en mera mercancía. Y si bien es cierto que mantenemos la esperanza (y el trabajo) para invertir ese orden, todavía me resuenan las palabras de Teresa Cavero, de Intermón, cuando en septiembre de 2013 afirmaba: “Se están sentando las bases de una sociedad tremendamente injusta”. Me resuenan porque si esto son las bases, ¿cómo será el castillo de desigualdad que pretenden construir a nuestra costa? Me da miedo solo pensarlo. Ojalá despertemos antes. El informe del Vaticano sobre las religiosas de vida activa en EEUU por: Rocío Lancho García12/14/2014 La investigación duró tres años, incluyó 341 institutos y unas 50 mil religiosas. Para las superioras religiosas la iniciativa ‘ha dado resultados sorprendentes’. Puertas abiertas para quienes no colaboraron
CIUDAD DEL VATICANO, 16 de diciembre de 2014 (Zenit.org) – La Congregación del Vaticano para los Institutos de Vida consagrada y las Sociedades de Vida apostólica ha presentado este martes los resultados de la visita que ha realizado a las religiosas de la LCWR (Leadership Conference of Women Religious) y CMSWR (Council of Major Superiors of Women Religious) en Estados Unidos, investigación que llevó tres años, más otros dos para recopilar y estudiar toda la información. Para presentar dicho documento, se ha contado con la presencia en la Sala de Prensa de la Santa Sede del cardenal João Braz de Aviz, prefecto de dicha Congregación; del arzobispo José Rodríguez Carballo, O.F.M., secretario del dicasterio; de Sor Mary Clare Millea, A.S.C.J., directora de la Visita Apostólica realizada en Estados Unidos; de Sor Sharon Holland, I.H.M., presidenta de la “Leadership Conference of Women Religious” (LCWR); de Sor Agnes Mary Donovan, S.V., coordinadora del “Council of Major Superiors of Women Religious” (CMSWR). También ha estado el padre Thomas Rosica, C.S.B., asistente del comité de la visita. La visita tuvo lugar del 2009 al 2012 e inició, tal y como ha explicado el purpurado, por la toma de conciencia de que “la vida religiosa apostólica en los Estados Unidos estaba experimentando retos difíciles”. Por ello el cardenal Braz de Aviz ha precisado que el informe final “está dirigido a las religiosas de los Estados Unidos, así como a los pastores y fieles de la Iglesia”. Además de dicho documento, el dicasterio enviará informes individuales a los institutos que recibieron una visita en su sede y a aquellos institutos cuyos informes individuales mostraron áreas de interés. Asimismo, enviarán cartas de agradecimiento a los institutos que participaron en las dos primeras fases de la Visita. Entretanto el cardenal ha reconocido que la Visita Apostólica “fue vista con aprensión por algunas religiosas, así como la decisión de algunos institutos, de no colaborar plenamente en el proceso”. De este modo ha aprovechado la ocasión para “expresar nuestra voluntad de entablar un diálogo respetuoso y fructífero con los institutos que no cooperaron plenamente con la Visita”. El purpurado ha explicado que el Papa Francisco ha pedido a su dicasterio, en estrecha colaboración con la Congregación para los Obispos, que actualice el documento curial Mutuae Relationes relativo a la colaboración entre obispos y religiosos, ”de acuerdo con la voluntad de la Iglesia de promover la comunión eclesial que todos deseamos”. Finalmente el prefecto ha asegurado que la Congregación se compromete a colaborar con la intención del papa Francisco de que ‘el genio femenino’, encuentre expresión en los diversos lugares donde se toman las decisiones importantes, tanto en la Iglesia como en las estructuras sociales. Por su parte, el arzobispo José Rodríguez Carballo, O.F.M., ha afirmado que ésta era una visita sin precedentes. Se trataba de 341 institutos de religiosas que se dedican al ministerio apostólico y que tienen un generalato, una casa provincial o un programa de formación inicial en los Estados Unidos. Tanto los institutos diocesanos como los de derecho pontificio, a los que pertenecen aproximadamente 50 mil religiosas en los Estados Unidos, formaron parte de la Visita. Cada provincia de institutos que tuviera más provincias en Estados Unidos se consideró como una unidad independiente, por lo cual la Visita tocó 405 entidades. Asimismo ha recordado que el dicasterio nombró a una religiosa estadounidense, Madre Mary Clare Millea, ASCJ, como Visitadora Apostólica, otorgándole las facultades para proyectar y llevar a cabo la Visita. Y ella, además, eligió un grupo de colaboradores religiosos americanos que la ayudó durante todo el proceso. La Visita, que se realizó entre el 2009 y el 2012 y se dividió en cuatro fases. En la primera fase, 266 superioras generales (78 por ciento del total ) entablaron un diálogo personal con el Visitador o Visitadora. Posteriormente, se pidió a todas las superiores mayores que completasen un cuestionario con datos concretos e informaciones sobre la calidad de la vida espiritual, comunitaria y apostólica del Instituto. Las visitas in situ –ha explicado monseñor Caraballo— se realizaron sobre una muestra representativa de 90 institutos religiosos (aproximadamente la mitad de los institutos religiosos femeninos de vida activa en Estados Unidos). En la última fase, la Visitadora presentó al dicasterio un informe general sobre las principales cuestiones y tendencias en la vida religiosa de las mujeres en los Estados Unidos A continuación, ha precisado que este documento presentado hoy “es la respuesta de la Congregación al Informe General de la Visitadora”. En él se describe la razón de ser y se ofrece una visión general del proceso de la Visita. Se tratan además las principales cuestiones evaluadas. Y sobre cada uno de estos temas se da un punto de referencia como una breve exposición de la enseñanza actual de la Iglesia sobre el tema examinado. Sigue un resumen de la evaluación global de la Visitadora sobre la realidad. La tercera parte de cada sección contiene las recomendaciones de la Congregación para los institutos religiosos con respecto al tema en cuestión. Finalmente, monseñor Carballo facilitó las páginas web donde se puede leer el informe completo: www.vatican.va, www.uisg.org, www.vidimusdominum.org, www.lcwr.org, www.cmswr.org, www.usccb.org Por su parte, la Visitadora, Sor Mary Clare Millea ASCJ, ha afirmado que la Visita había proporcionado muchas oportunidades ”para la reflexión, el diálogo y la comunión entre las religiosas en los Estados Unidos, así como con los pastores de la Iglesia y los fieles laicos”. Las superiores de las congregaciones –ha precisado– incluyendo las que inicialmente habían expresado resistencia a esta iniciativa, estuvieron de acuerdo en que el proceso ha dado resultados positivos sorprendentes. De este modo ha indicado que tales resultados son: “la confrontación honesta con el poder transformador de la Palabra de Dios”, “las conversaciones espirituales profundas con nuestras hermanas acerca de la vida, el testimonio y el mensaje de nuestras fundadoras y fundadores”, “la profundización en los documentos de la Iglesia sobre la vida consagrada”, “el incremento de la solidaridad entre las religiosas y el renovado deseo de ir más allá de las actitudes que nos impiden estar en comunión unos con otros”, “una maravillosa gratitud expresada a las religiosas por obispos, clérigos y laicos, que se ha traducido en nueva fuente de energía y recursos entre nosotros y ha despertado un renovado interés en la promoción de las vocaciones a la vida religiosa”. Léalo en línea | Envíe a un amigo | Comentario en línea ********************************************* Relación final de la Visita Apostólica a las religiosas en los Estados Unidos Martes 16 Dic 2014 | 11:14 am Presentación de la Relación final ver más Ciudad del Vaticano (AICA): En la Oficina de Prensa de la Santa Sede se presentó la Relación Final sobre la Visita Apostólica a los Institutos Religiosos femeninos en los Estados Unidos de América. Presidió la presentación el cardenal João Braz de Aviz, prefecto de la Congregación para los Institutos de vida consagrada y las Sociedades de vida apostólica. Monseñor José Rodríguez Carballo OFM, secretario de la misma Congregación, tras aclarar que “hemos preparado esta relación final en sintonía y con el aliento del papa Francisco”, indicó que “cualquier resumen oral de la Visita Apostólica durante esta conferencia de prensa correría el riesgo de empobrecer su contenido” por lo que sugirió encontrar el texto completo en los principales sitios web católicos. Como por ejemplo en www.vatican.va, www.uisg.org, www.vidimusdominum.org, www.lcwr.org, www.cmswr.org, www.usccb.org. En la Oficina de Prensa de la Santa Sede se presentó la Relación Final sobre la Visita Apostólica a los Institutos Religiosos femeninos en los Estados Unidos de América. Presidió la presentación el cardenal João Braz de Aviz, prefecto de la Congregación para los Institutos de vida consagrada y las Sociedades de vida apostólica. Monseñor José Rodríguez Carballo OFM, secretario de la misma Congregación, tras aclarar que “hemos preparado esta relación final en sintonía y con el aliento del papa Francisco”, indicó que “cualquier resumen oral de la Visita Apostólica durante esta conferencia de prensa correría el riesgo de empobrecer su contenido” por lo que sugirió encontrar el texto completo en los principales sitios web católicos. Como por ejemplo en www.vatican.va, www.uisg.org, www.vidimusdominum.org, www.lcwr.org, www.cmswr.org, www.usccb.org. Participaron, además, de la presentación de la Relación final, la hermana Mary Clare Millea ASCJ, directora de la Visita Apostólica en los Estados Unidos; hermana Sharon Holland IHM, presidenta de la “Leadership Conference of Women Religious” (LCWR); hermana Agnes Mary Donovan SV, coordinadora del “Council of Major Superiors of Women Religious” (CMSWR); y el padre Thomas Rosica, CSB, asistente del comité de la Visita. El cardenal Braz de Aviz, explicó que la Visita se inició debido a la toma de conciencia de que la vida religiosa apostólica en los Estados Unidos estaba experimentando retos difíciles y que a pesar de que sabían que una iniciativa de esa envergadura no estaría exenta de límites, deseaban conocer más profundamente la aportación de las mujeres religiosas a la Iglesia y la sociedad, así como las dificultades que ponían en peligro la calidad de su vida religiosa y, en algunos casos, la existencia misma de los institutos. “Nuestro informe final sobre la Visita está dirigido -agregó- a las religiosas de los Estados Unidos, así como a los pastores y fieles de la Iglesia. Además de la publicación de este informe general, nuestro Dicasterio enviará informes individuales a los institutos que recibieron una visita en su sede y a aquellos institutos cuyos informes individuales mostraron áreas de interés. También enviaremos cartas de agradecimiento a los institutos que participaron en las dos primeras fases de la Visita. Somos conscientes de que la Visita Apostólica fue vista con aprensión por algunas religiosas, así como de la decisión, por parte de algunos institutos, de no colaborar plenamente en el proceso. Si bien para nosotros fue motivo de amargura, aprovechamos ahora la oportunidad para expresar nuestra voluntad de entablar un diálogo respetuoso y fructífero con los institutos que no cooperaron plenamente con la Visita”. El purpurado reveló a continuación que el papa Francisco pidió a su dicasterio, en estrecha colaboración con la Congregación para los Obispos, que actualice el documento curial Mutuae Relationes relativo a la colaboración entre obispos y religiosos, “de acuerdo con la voluntad de la Iglesia de promover la comunión eclesial que todos deseamos”. Y concluyó manifestando su alegría por las muchas y recientes declaraciones de Francisco sobre la contribución indispensable y singular de las mujeres a la sociedad y a la Iglesia. “Les aseguro -dijo- que esta Congregación se compromete a colaborar para que la determinación de Francisco de que “el genio femenino” encuentre expresión en los diversos lugares donde se toman las decisiones importantes, tanto en la Iglesia como en las estructuras sociales. Vamos a seguir trabajando para que las religiosas competentes participen activamente en el diálogo eclesial con respecto al posible lugar de la mujer allí donde se toman decisiones importantes, en los diversos ámbitos de la Iglesia”. A continuación el padre José Rodríguez Carballo OFM, precisó que los dicasterios de la Santa Sede autorizan regularmente visitas apostólicas, que implican el envío de uno o varios visitadores para evaluar una entidad eclesiástica con el fin de ayudar al grupo en cuestión a mejorar la forma en que se lleva a cabo su misión en la vida de la Iglesia. “Sin embargo de alguna manera, esta visita apostólica no tenía precedentes -matizó- Se trataba de 341 institutos de religiosas que se dedican al ministerio apostólico y que tienen un generalato, una casa provincial o un programa de formación inicial en los Estados Unidos. Tanto los institutos diocesanos como los de derecho pontificio, a los que pertenecen aproximadamente 50.000 religiosas en los Estados Unidos, formaron parte de la Visita. Cada provincia de institutos que tuviera más provincias en Estados Unidos se consideró como una unidad independiente, por lo cual la Visita tocó 405 entidades. Nuestro dicasterio nombró a una religiosa estadounidense, Madre Mary Clare Millea ASCJ, como Visitadora Apostólica, otorgándole las facultades para proyectar y llevar a cabo la Visita. Ella, por su parte, eligió un grupo de colaboradores religiosos y americanos que la ayudó durante todo el proceso”. La Visita se llevó a cabo entre 2009 y 2012 y se dividió en cuatro fases. En la primera fase, 266 superioras generales (78% del total ) entablaron un diálogo personal con el Visitador o Visitadora. Posteriormente, se pidió a todas las superiores mayores que completasen un cuestionario con datos concretos e informaciones sobre la calidad de la vida espiritual, comunitaria y apostólica del Instituto. Las visitas in situ se realizaron sobre una muestra representativa de 90 institutos religiosos, cerca de la mitad de los institutos religiosos femeninos de vida activa en Estados Unidos. En la fase final, la Visitadora presentó al dicasterio un informe general sobre las principales cuestiones y tendencias en la vida religiosa de las mujeres en los Estados Unidos. Sin la presunción de aplicar esas tendencias a cada instituto, las mismas fueron lo suficientemente significativas para justificar su mención en el informe. Monseñor Rodríguez Carballo señaló asimismo que el citado documento, “después de una breve introducción, describe la lógica y ofrece una visión de conjunto del proceso de la Visita. Afronta luego brevemente los temas principales que fueron considerados en el curso de la misma Visita: datos relevados, carisma e identidad, vocaciones y formación religiosa, oración cristocéntrica, vida de comunidad y apostolado, gobierno y gestión financiera, colaboración en la misión evangelizadora de la Iglesia y comunión eclesial”. “Para cada uno de estos temas se ofrece un punto de referencia bajo forma de una breve exposición actual del magisterio de la Iglesia sobre los temas examinados. Sigue un resumen de la evaluación de la Visitadora sobre la realidad. La tercera parte de cada sección contiene las recomendaciones de la congregación a todos los institutos religiosos con respecto al tema relacionado”. Al concluir su intervención, monseñor Rodríguez Carballo señaló que “la Iglesia en los Estados Unidos está fuertemente enriquecida por la miríada de experiencias y de dones de sus actuales cincuenta mil religiosas y por la multitud de mujeres consagradas que las han precedido”. E invitó a rezar al Espíritu Santo para que “siga guiándolas a lo largo del camino de renovación interior como parte de la misión de la Iglesia de llevar la Buena Noticia de la salvación a todos”. Por su parte, la Visitadora, hermana Mary Clare Millea ASCJ, dijo que la Visita había proporcionado muchas oportunidades “para la reflexión, el diálogo y la comunión entre las religiosas en los Estados Unidos, así como con los pastores de la Iglesia y los fieles laicos. Las superiores de las congregaciones, incluyendo las que inicialmente habían expresado resistencia a esta iniciativa, estuvieron de acuerdo en que el proceso ha dado resultados positivos sorprendentes, tales como: la confrontación honesta con el poder transformador de la Palabra de Dios, las conversaciones espirituales profundas con nuestras hermanas acerca de la vida, el testimonio y el mensaje de nuestras fundadoras y fundadores, la profundización en los documentos de la Iglesia sobre la vida consagrada, el incremento de la solidaridad entre las religiosas y el renovado deseo de ir más allá de las actitudes que nos impiden estar en comunión unos con otros, una maravillosa gratitud expresada a las religiosas por obispos, clérigos y laicos, que se tradujo en nueva fuente de energía y recursos entre nosotros y despertó un renovado interés en la promoción de las vocaciones a la vida religiosa”.+ Poder sobre las almas, poder sobre las conciencias, poder sobre los cuerpos
No todas las llamadas telefónicas son ociosas e ineficaces. Hay algunas que logran sus objetivos y tienen efectos inmediatos. Los han tenido las que el papa Francisco hizo al joven profesor granadino que le escribió una carta informándole de los abusos sexuales que él y otras personas menores de edad sufrieron desde la infancia por parte de algunos sacerdotes y seglares. Francisco le llamó en dos ocasiones para pedirle perdón, mostrarle su apoyo, comprometerse a investigar el caso y decirle que lo pusiera en conocimiento del arzobispo de Granada, quien, a decir verdad, no mostró la misma diligencia que el papa, ya que tardó en responder a las llamadas del joven agredido sexualmente. El arzobispo solo tomó medidas sancionadoras bajo la presión del papa, más solícito en la solidaridad con la persona herida y en el castigo del delito que el propio pastor diocesano. Es algo que viene repitiéndose últimamente. Los obispos encubren las agresiones sexuales de los clérigos y llegan a comprar el silencio de las víctimas y de sus familias con dinero. El papa, empero, toma la iniciativa de la denuncia y sanciona a los propios obispos retirándolos de sus funciones pastorales por la indignidad de su inmoral comportamiento. Las llamadas de Francisco contrastan con el largo silencio de Juan Pablo II y del cardenal Ratzinger, durante su presidencia de la Congregación para la Doctrina de la Fe, ante situaciones similares. Fue un silencio cómplice con los abusos sexuales producidos contra víctimas indefensas en numerosas instituciones eclesiásticas: parroquias, seminarios, noviciados, colegios, cometidos por cardenales, arzobispos, obispos, sacerdotes, formadores religiosos, educadores, padres espirituales, y conocidos por la citada Congregación por las numerosas denuncias que llegaban hasta ella. Esta, lejos de tramitar e investigar los casos denunciados y ponerlos en manos de la justicia, imponía silencio a las víctimas para que no trascendiera el escándalo de tamaña agresión, y, para disuadirlos de que revelaran o denunciaran las agresiones sexuales, los amenazaba con penas temporales y eternas, que generaban total indefensión e incluso culpabilidad en la persona objeto de los abusos. ¿Sanción para el pederasta? Hasta hace poco tiempo, ninguna. A lo sumo, el obispo ordenaba el cambio de destino pastoral al religioso pederasta sin informar a la nueva feligresía de la razón de dicho traslado. Así, el pederasta podía seguir cometiendo las agresiones sexuales con total impunidad. La permisividad del delito, el silencio, la falta de castigo, el encubrimiento, la complicidad y la negativa a colaborar con la justicia convertían la pederastia no solo en una agresión sexual individual, sino en una práctica legitimada estructural e institucionalmente –al menos de manera indirecta- por la jerarquía eclesiástica en todos sus niveles en una cadena de ocultamiento que iban desde la más alta autoridad eclesiástica hasta el pederasta, pasando por los eslabones intermedios del poder religioso. La raíz de tan abominable práctica se encuentra, a mi juicio, en la estructura patriarcal de la Iglesia católica y en la masculinidad hegemónica que convierte al varón en dueño y señor en todos los campos del ser y del quehacer de la institución eclesiástica: organizativo, doctrinal, moral, religioso-sacramental, sexual, etc. Y no cualquier varón, sino el clérigo -en sus diferentes grados: diácono, sacerdote, obispo, arzobispo, papa-, que es elevado a la categoría de persona sagrada. La masculinidad sagrada se torna condición necesaria para ejercer el poder, todo el poder, todos los poderes. Lo domina y controla todo, absolutamente todo: el acceso a lo sagrado, la elaboración de la doctrina, la moral sexual, los puestos directivos, la representación institucional, la presencia en la esfera pública, el poder sagrado de perdonar los pecados, el milagro de convertir el pan y el vino en el cuerpo y la sangre de Cristo, el triple poder de enseñar, de santificar y de gobernar. Este poder empieza por el control de las almas, sigue con la manipulación de las conciencias y llega hasta la apropiación de los cuerpos en un juego perverso que, como demuestran los numerosos casos de pederastia, termina con frecuencia en las agresiones sexuales más degradantes para los que las cometen y más humillantes para quienes los que sufren. Se trata de un comportamiento diabólico programado con premeditación y alevosía, practicado con personas indefensas, a quienes se intimida, y ejercido desde una pretendida autoridad sagrada sobre las víctimas que se utiliza para cometer los delitos impunemente. El poder sobre las almas es una de las principales funciones de los sacerdotes, si no la principal, como reflejan las expresiones “cura de almas”, pastor de almas”, etc., cuyo objetivo es conducir a las almas al cielo y garantizar su salvación, conforme a una concepción dualista del ser humano, que considera el alma la verdadera identidad del ser humano e inmortal. El poder sobre las almas lleva derechamente al control de las conciencias. Solo una conciencia limpia, pura, no contaminada con lo material, garantizaba la salvación. Por eso la misión del sacerdote es formar a sus feligreses en la recta conciencia que exige renunciar a la propia conciencia y someterse a los dictámenes morales de la Iglesia. Se llega así al grado máximo de alienación y de manipulación de la conciencia. Pero aquí no termina todo. El final de este juego de controles es el poder sobre los cuerpos, que da lugar a los delitos de pederastia cometidos por clérigos y personas que se mueven en el entorno clérico-eclesiástico, que son el objeto de este artículo. Quienes ejercen el poder sobre las almas y sobre las conciencias se creen en el derecho de apropiarse también de los cuerpos y de usar y abusar de ellos. Es, es sin duda, la consecuencia más diabólica de la masculinidad sagrada hegemónica. Cuanto mayor es el poder de las almas y más tiránico el control de las conciencias, mayor es la tendencia a abusar de los cuerpos de las personas más vulnerables que caen bajo su influencia: personas crédulas, niños, niñas, adolescentes, jóvenes, personas discapacitadas, etc. Y un efecto perverso más para intranquilizar las conciencias de las personas creyentes, e incluso de quienes no lo son, y para impedir el disfrute gozoso de la sexualidad: la masculinidad hegemónica se presenta como hetero-normativa y construye la homosexualidad: a) desde el punto de vista religioso, como pecado que debe ser condenado; b) desde el punto de vista jurídico como delito que debe ser castigado –y de hecho lo es en numerosos países hasta con la pena de muerte; c) y, desde el punto de vista médico-sanitario, como una enfermedad que hay que curar. Las religiones nunca se han llevado bien con los derechos humanos. Unas y otros han estado en permanente conflicto. Pero han sido las religiones las que más resistencias han opuesto a los derechos humanos por considerar que eran contrarios a los derechos divinos o, al menos, entraban en competencia con el reconocimiento que se le debía a Dios. Las declaraciones de los derechos humanos, empero, no ha reaccionado de la misma forma, sino que han demostrado un respeto escrupuloso hacia las religiones, ya que uno de los derechos que con más celo ha respetado es el de la libertad religiosa.
Pues bien, hoy la actitud de las religiones hacia los derechos humanos es hoy uno de los criterios decisivos para reconocer su relevancia o irrelevancia social, su significación o insignificancia ética, su aceptación o rechazo en la sociedad. En este artículo analizaré, primero, las dificultades y los problemas de las religiones con la teoría y la práctica de los derechos humanos, para, a continuación, mostrar las aportaciones que las religiones pueden hacer a los derechos humanos a partir del testimonio y del mensaje de algunos de sus líderes. 1. Problemas de las religiones con los derechos humanos Antropología pesimista . Las religiones tienden a considerar a los seres humanos dependientes de su creador, sin autonomía en su modo de ser, pensar y de actuar. La persona es pecadora a los ojos de Dios y necesita redención. La imagen que las religiones tienen del ser humano suele ser pesimista y negativa. Este difícilmente puede ser portador de dignidad y sujeto de derechos. Más bien lo es de deberes y obligaciones, expresados en los distintos códigos religiosos en forma de prohibiciones y de castigos, no sólo temporales, sino también eternos. Para que las religiones reconozcan a los seres humanos como sujetos de derechos tienen que cambiar de concepción antropológica. De lo contrario, seguirán estando en las antípodas del paradigma de los derechos humanos. Fundamentación El fundamentalismo religioso contrapone el derecho divino a los derechos humanos y reconoce a aquel: a) superioridad, al haber sido revelados por Dios; b) inmutabilidad en razón de su origen divino; c) plenitud, ya que posee todos los elementos necesarios para la consecución de sus fines; d) universalidad, ateniendo al carácter universal de la revelación. Jerarquización de los seres humanos en función de las creencias Las religiones tienden a establecer diferencias entre los seres humanos en función de las creencias; diferencias que, a la postre, desembocan en desigualdad y generan procesos de discriminación y exclusión. Se distingue entre creyentes de la propia religión y creyentes de otras religiones. Los primeros son considerados elegidos por Dios y gozan de todos los privilegios que la divinidad tiene reservados a sus fieles. Los miembros de otras religiones son tenidos por inferiores y son objeto de castigos. Las diferencias se tornan más acusadas todavía entre creyentes y no creyentes, llegándose a afirmar que estos se encuentran en el error y no pueden ser sujetos de derechos, conforme a la lógica agustiniana: “el error no tiene derechos”. Otra tendencia es a establecer rígidas jerarquías en el seno de las religiones entre las autoridades. que dicen representar a Dios y los fieles creyentes, que deben acatar sumisamente y poner en práctica de manera escrupulosa las directrices emanadas de lo alto. Los primeros gozan de todos los derechos; para los segundos todos son deberes. Conflictos en el plano institucional En el plano institucional se producen permanentes conflictos entre el poder legislativo y las autoridades religiosas, que tienen por inmodificables determinados principios morales que, a su juicio, pertenecen a la ley natural. Las autoridades religiosas suelen oponerse a leyes sobre el divorcio, la interrupción voluntaria del embarazo, el matrimonio de homosexuales, la investigación con células madre embrionarias, al tiempo que no reconocen legitimidad a los representantes del pueblo para legislar sobre esas materias. Transgresión de los derechos humanos en el interior de las religiones Las religiones se resisten a defender a reconocer los derechos sexuales y reproductivos y a practicar los derechos humanos en su seno alegando que deben obedecer los preceptos emanados de sus respectivos textos sagrados, que expresan la voluntad de Dios, y no tienen por qué someterse a declaración humana alguna de derechos. La mayor dificultad de las religiones para con los derechos humanos está en su propia organización, que no es democrática, sino jerárquico-piramidal, hasta el punto de transgredir constantemente los derechos humanos en su seno alegando, en el caso de la Iglesia católica, que a) es de institución divina, b) se mueve en el terreno espiritual, y no político, y c) y su funcionamiento no es equiparable al de otras instituciones civiles. Yo me pregunto: ¿Cómo puede querer Dios la democracia y los derechos humanos en la sociedad y no en las instituciones religiosas? Concepción homófoba de los derechos humanos Las religiones tienen una concepción homófoba de los derechos humanos. Ponen límites al amor entre personas del mismo sexo. Reducen el modelo de pareja, de familia, de matrimonio al modelo heterosexual Rechaza Ponen límites a las identidades sexuales: No reconoce la identidad bisexual, ni la transexual, ni la homosexual. La única orientación conforme a la ley divina y a la ley natural es la heterosexual. Concepción patriarcal y androcéntrica de los derechos humanos Para las religiones Dios es el fundamento de los derechos humanos. Y Dios es representado como varón: sus atributos son varoniles; sus cualidades son masculinos; sus sentimientos, los propios del hombre. A es ál a quien le corresponde la visibilidad, la autoridad, la racionalidad, la representatividad La masculinidad de Dios como fundamento de los derechos humanos convierte a éstos en derechos masculinos, de los que las mujeres son remedo e imitación. A ellas las religiones no suelen reconocerles como sujetos morales, políticos, jurídicos. Solo lo son por delegación del varón, y en la medida en que se sometan a la concepción patriarcal de los derechos humanos. Líderes religiosos en defensa de los derechos humanos. Pero esta es solo una cara de las religiones. Hay otra que se traduce en la defensa de los derechos de los empobrecidos y excluidos por mor de la globalización neoliberal y de cuantas personas y colectivos son marginados por razones de género, religión, etnia, cultura, clase social, identidad sexual, etc. No pocos de los líderes que trabajan en defensa de los derechos humanos y de la justicia social en el mundo pertenecen a distintas tradiciones religiosas y espirituales y, con frecuencia, basan su lucha en las creencias religiosas que profesan. En el cristianismo destacan personalidades como Martin Luther King, Desmond Tutu, Oscar A. Romero e Ignacio Ellacuría. Luther King asumió la resistencia no violenta contra la discriminación racial y la defensa sus derechos civiles. Lideró la marcha de 29 de agosto de 1963 a Washington, donde pronunció su emblemático discurso Tengo un sueño, en el que llamó a luchar por la justicia y por todos los derechos de los seres humanos y contra la pobreza en que vivían las personas negras. En 1968 fue asesinado. Para Desmond Tutu, la base del igualitarismo de la Biblia radica en la idea de que todo pertenece a Dios y de que todos los seres humanos tienen igual dignidad. A partir de ese principio protagonizó la lucha contra el apartheid y por la igualdad de derechos de blancos y negros en Sudáfrica. Monseñor Romero denunció los abusos del gobierno salvadoreño que legitimaba la violencia hasta convertirla en uno de los pilares del Estado y mantenía a las mayorías populares en una situación crónica de pobreza estructural. Condenó a los escuadrones de la muerte, al Ejército y a los gobernantes (católicos) por la represión llevada a cabo contra la población campesina. Defendió un cambio de estructuras que permitiera un mejor reparto de la riqueza e hizo constantes llamamientos a la reconciliación. El 24 de marzo de 1980 era fue asesinado. Ignacio Ellacuría fue uno de los principales teóricos de los derechos humanos de la teología de la liberación y uno de sus más comprometidos defensores en El Salvador. Los derechos humanos son algo debido a toda persona y vienen exigidos por la unidad real de lo humano. Su disfrute o carencia condicionan sobremanera el desarrollo de cada persona. La liberación integral de las mayorías populares constituyen el ámbito de su defensa y ejercicio. Murió asesinado, junto con cinco compañeros jesuitas y dos mujeres salvadoreñas en 1989. En el islam son numerosos los líderes religiosos comprometidos en la defensa de los derechos humanos desde el interior mismo de la fe musulmana. Muhammad Jatami, presidente de la República Islámica de Irán (1997-2005) aboga por el diálogo de civilizaciones y considera que los derechos humanos son uno de los mayores logros del mundo actual, que la democracia no tiene significado sin su reconocimiento y que deben ser respetados los valores religiosos y culturales. En la defensa de los derechos humanos, especialmente de las mujeres, destacan también Fátima Mernissi y Shirin Ebadi: la primera, por sus investigaciones históricas sobre el origen de la misoginia en el islam y por su crítica de la discriminación de las mujeres en el mundo musulmán; la segunda, por su compromiso con los derechos humanos, especialmente de los niños y niñas, y por la liberación de las mujeres en Irán desde el interior del islam. Dentro de la tradición hindú brilla con luz propia Gandhi, que defendió los derechos humanos a través de la resistencia cívica y de la no violencia activa teniendo como fundamentos de su lucha el deber y la fe en Dios. La obediencia a la ley divina exige resistir a las leyes injustas. La protección de los derechos humanos es, para él, inseparable de la de derechos de la naturaleza y de los animales. Fue asesinado en 1948. La vieja tradición de la hospitalidad y de proteger a la viuda, al huérfano y el extranjero sigue viva hoy en el judaísmo y se expresa a través de movimientos que luchan contra la ideología discriminatoria del “pueblo elegido” y la “tierra prometida”. y de mujeres judías que lideran la lucha por su emancipación en el movimiento feminista. En el budismo hay movimientos y personas que reformulan sus principios éticos en el horizonte de los derechos humanos, siguiendo la tradición del Buddha, que defendió la igualdad de todos los seres humanos y se opuso a la estructuración de la sociedad en castas. Dos ejemplos luminosos son el monje vietnamita Thich Nhat Hanh, que sensibiliza a sus seguidores en la conciencia de la fraternidad y el Dalai Lama, uno de los principales referentes mundiales en el trabajo por la paz y el diálogo interreligioso. Leer los textos sagrados de las religiones a la luz de los derechos humanos Las religiones deben ser las primeras interesadas en luchar contra las tendencias fundamentalistas instaladas en su seno, ya que el fundamentalismo no es inherente a las religiones, sino que constituye una de sus más graves patologías, al tiempo que es el factor que más las desacredita. Por eso, es necesario leer los textos sagrados a la luz de los derechos humanos, desde la perspectiva de género, en clave ecológica y con el compromiso y la voluntad de trabajar por la paz y la justicia. Esta lectura hermenéutica de los textos fundantes de las religiones constituye el mejor antídoto contra los fundamentalismos. Las religiones deben subordinar sus textos legales: Libro de los Muertos, Vedas, Cuatro Nobles Verdades, Tao, Torá, Talmud, Sermón de la Montaña, Corán, Shari’a, etc., a unos mínimos éticos de los seres humanos y de la naturaleza. De lo contrario, y por mor de la preservación de la pureza de su lenguaje, de su doctrina, de sus cultos y de su moral particular, lejos de ser patrimonio de la humanidad por la regla de oro formulada en todas ellas, se convertirán en enemigas de la humanidad y de la naturaleza1. Una lectura fundamentalista de los textos “sagrados” de las religiones constituye la más crasa negación del mensaje que quieren trasmitir. El literalismo textual desemboca derechamente en falseamiento de sus enseñanzas para hoy. Me parece importante aplicar el principio de reciprocidad, compartido por las grandes tradiciones religiosas: trata a los demás como te gustaría que te trataran a ti. Los derechos humanos, la diversidad cultural, la defensa de la naturaleza, la justicia y la solidaridad: he aquí el horizonte en el que deben interpretarse los textos religiosos. Sin olvidar la libertad, pues como dice El Quijote “no hay en la tierra contento que se iguale a alcanzar la libertad”. A su vez, la teoría y la práctica de los derechos humanos deben estar abiertas a las aportaciones creativas de las religiones, no ciertamente en sus tendencias fundamentalistas, sino a partir de sus mejores tradiciones humanitarias y ecológicas. No se olvide que las actuales declaraciones de los derechos humanos surgen en el horizonte de una tradición religiosa, la judeo-cristiana, tienen sus raíces en las filosofías griega y romana y están formuladas conforme a una tradición cultural, la occidental-humanista. Tradiciones todas ellas que tienden a subrayar con mayor intensidad la dimensión personal e individual que la social y comunitaria, y suelen descuidar la dimensión ecológica. + Es necesario incorporar los valores de las demás tradiciones religiosas: el vivir conforme a la naturaleza del taoísmo; la ética de la alteridad y de la reciprocidad en el trato humano del confucionismo; la armonía con el todo del hinduismo, la compasión, la interdependencia y el camino medio del buddhismo; la defensa de la tierra, el respeto a la naturaleza y la ética del buen vivir de las religiones indígenas, etc. Sin olvidar la esperanza y el recuerdo de las víctimas del judaísmo, la opción por los excluidos y la ética liberadora del cristianismo y la hospitalidad y los deberes sociales del islam. Juan José Tamayo es autor de “Religiones y derechos humanos”, en id., Fundamentalismos y diálogo entre religiones, Trotta, Madrid, 2009, 2ª ed., pp. 3205-273; y director de Diez palabras clave sobre derechos humanos, EVD, Estella (2005). |
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