BLOG DE TEOLOGIA
  • Blog
  • Escritos de Teólogos
    • + Mons. Romero
    • Leonardo Boff
    • David Guadalupe EJ
    • Jose Maria Castillo
    • José Arregui
    • Felix Struik OP
    • José Antonio Pagola
    • Sor Lucia Caram OP
    • Hans Kung
    • Jesus Bastante
  • Poemas
  • Preguntas
  • Envía tu escrito
  • Información
    • Contactenos
    • Centro Humanístico
    • Términos y Condiciones de Uso
    • Política de Privacidad
    • Derechos de Autor
  • Languages
    • Francés
    • Italiano
    • English

Esperando al papa

11/8/2010

0 Comentarios

 
Falta menos de una semana para que el papa Benedicto XVI vuelva a España. Y ya se está caldeando el ambiente. Desde los que hablan con entusiasmo sobre el magno acontecimiento que se nos avecina, hasta los que se quejan o incluso protestan de la suntuosidad y el despilfarro que la visita papal va a suponer, precisamente ahora en tiempos de crisis económica. Aunque no faltan los que aseguran que la visita del Pontífice a Barcelona le va a proporcionar a la ciudad condal unos ingresos que van a superar los treinta millones de euros. En todo caso, y como parece lógico, las protestas más airadas provienen de grupos o instituciones que, como es el caso de “Europa laica”, propugnan un laicismo sin recortes. Todo esto, naturalmente, da mucho que hablar y genera no pocos acaloramientos. Por eso me ha parecido que puede resultar pertinente hacer algunas observaciones que quizá ayuden a encontrar algo de luz y poner cierto orden en esta enmarañada situación.
Ante lo que va a suceder el próximo fin de semana, en Santiago de Compostela y Barcelona, lo primero que convendría tener en cuenta es que la visita del papa se va a llevar a cabo tal como está programada. Adoptar una postura de sano realismo ante este hecho, que va a suceder como está pensado, me parece una postura sensata. Lo cual no quiere decir que nos identifiquemos con lo que se va a hacer y tal como se piensa realizar. Se trata simplemente de tener los pies en el suelo. Y tener también muy claro que es bueno respetar a quienes ven en la visita del papa un acontecimiento que les reconforta en sus convicciones religiosas. Como también considero razonable que, si es que queremos sinceramente una Iglesia más coherente y evangélica, el camino para conseguir eso no es organizar protestas de última hora, que no llevan a ninguna parte.
Esto supuesto, me parece que también sería conveniente aprovechar esta visita del papa para iniciar y promover un gran movimiento de reflexión, entre los católicos, para analizar y encontrar caminos de solución a esta pregunta: ¿Qué ha ocurrido en el cristianismo y su teología para que hayamos llegado a vivir en un modelo de Iglesia en el que es posible y se ve como una cosa lógica un acontecimiento como el que se va a vivir en España el próximo fin de semana? Esta pregunta tiene su razón de ser en una contradicción que habría que estar ciegos para no verla. Se trata de la contradicción entre lo que representa y simboliza la institución del papado actual y lo que tendría que simbolizar y representar quien pretende presentarse como “testigo del Evangelio de Jesucristo” en este mundo, en nuestra sociedad y en la España actual.
Yo veo las cosas de esta manera porque me parece que el problema más serio, que tendríamos que afrontar los católicos, no es el problema del dinero que cuesta la visita del papa. Ni el problema del Estado laico y sus consecuencias. Todo eso, por muy importante que sea, no es le problema de fondo que habría que resolver. Me refiero a la coherencia entre el papado actual y el Evangelio de Jesús. ¿Pensamos que lo uno es coherente con lo otro? ¿Estamos de acuerdo, no digo ya con este papa, sino con este modelo de papado? Y, lo mismo si estamos que si no estamos, ¿por qué hemos adoptado la postura que cada cual ha asumido? ¿Es que pensamos que ésta es una cuestión que no merece nuestra atención? ¿Pensamos, quizá, que este asunto no vale la pena, ni tiene entidad para que en ello nos calentemos la cabeza?
Sinceramente pienso que, mientras no tengamos la claridad mental y la limpieza de corazón para responder a estas preguntas, todo lo demás serán parches y cataplasmas, a las que les concederemos toda la importancia y la urgencia que queramos. Pero, a fin de cuentas, eso: parches cataplasmas. Y digo yo: ¿no es disparate querer curar a un enfermo comatoso con parches y cataplasmas? No sé lo que realmente pasa en otros continentes. Pero, al menos en Europa, esta Iglesia que preside el papa presenta síntomas de preocupante gravedad para su futuro. ¿A dónde vamos por este camino de alarmante pérdida de vitalidad y credibilidad? ¿Qué está ocurriendo realmente en la Iglesia? Ésta es - creo yo - la cuestión que a todos nos urge afrontar.

0 Comentarios



Deja una respuesta.

    Picture

    Jose M. Castillo

     

    Archivos

    Diciembre 2018
    Julio 2018
    Abril 2018
    Enero 2016
    Diciembre 2015
    Agosto 2014
    Julio 2014
    Febrero 2014
    Enero 2014
    Noviembre 2013
    Octubre 2013
    Septiembre 2013
    Mayo 2013
    Marzo 2013
    Septiembre 2012
    Agosto 2012
    Junio 2012
    Mayo 2012
    Abril 2012
    Marzo 2012
    Febrero 2012
    Enero 2012
    Diciembre 2011
    Noviembre 2011
    Octubre 2011
    Septiembre 2011
    Agosto 2011
    Julio 2011
    Junio 2011
    Abril 2011
    Marzo 2011
    Febrero 2011
    Enero 2011
    Diciembre 2010
    Noviembre 2010

    Categorias

    Todos

    Fuente RSS

Centro Humanístico © Derechos Reservados 2010-2021
  • Blog
  • Escritos de Teólogos
    • + Mons. Romero
    • Leonardo Boff
    • David Guadalupe EJ
    • Jose Maria Castillo
    • José Arregui
    • Felix Struik OP
    • José Antonio Pagola
    • Sor Lucia Caram OP
    • Hans Kung
    • Jesus Bastante
  • Poemas
  • Preguntas
  • Envía tu escrito
  • Información
    • Contactenos
    • Centro Humanístico
    • Términos y Condiciones de Uso
    • Política de Privacidad
    • Derechos de Autor
  • Languages
    • Francés
    • Italiano
    • English