BLOG DE TEOLOGIA
  • Blog
  • Escritos de Teólogos
    • + Mons. Romero
    • Leonardo Boff
    • David Guadalupe EJ
    • Jose Maria Castillo
    • José Arregui
    • Felix Struik OP
    • José Antonio Pagola
    • Sor Lucia Caram OP
    • Hans Kung
    • Jesus Bastante
  • Poemas
  • Preguntas
  • Envía tu escrito
  • Información
    • Contactenos
    • Centro Humanístico
    • Términos y Condiciones de Uso
    • Política de Privacidad
    • Derechos de Autor
  • Languages
    • Francés
    • Italiano
    • English
  

Del miedo a la alegría por: Enrique Martínez Lozano

4/21/2012

0 Comentarios

 
En los relatos de apariciones del Resucitado, al miedo inicial sucede la alegría. El primero va asociado a cerrazón, repliegue y oscuridad. La segunda, a la presencia innegable. Tan innegable para ellos, que necesitan plasmar su certeza en un relato que –rompiendo todas las leyes de la física- presenta al resucitado comiendo, como si de un ser corporal se tratara. Era su modo de insistir en la intensidad con que percibían su presencia.

Del mismo modo, teniendo que dar razón del hecho de que Jesús hubiera sido crucificado por paganos, recurren a textos de su Libro Sagrado en los que todo ello habría sido previamente anunciado. De ahí que presenten lo ocurrido como algo que respondía a lo que “estaba escrito”. Se trata, de nuevo, de un recurso literario con el se busca comprender el escándalo de la cruz.

En tanto que catequesis –como todos los relatos de apariciones-, el texto lee también nuestra vida.

Nosotros somos también invitados a pasar del miedo a la alegría. De algo que tenemos (o podemos tener: miedo) a lo que realmente somos(alegría, gozo).

“Hemos olvidado cómo aparecería el mundo a los ojos de una persona que no hubiera conocido el miedo”, escribía Martin Heidegger. Todos hemos conocido el miedo y nos hemos sentido sumamente vulnerables. A partir de esa experiencia, hemos podido construir defensas, más o menos artificiosas, que nos mantuvieran a salvo de una sensación tan desagradable.

Sin embargo, mientras permanezca nuestra identificación con el yo, el miedo será inevitable. Además de su indisimulable inconsistencia, el yoposee una información terrible: sabe que, si tiene suerte, está destinado a envejecer, enfermar y perder todo lo que ha amado. Y que después morirá. No es extraño que diga que la “vida” es absurda. El miedo es un compañero inseparable del yo.

El paso a la alegría, por tanto, no puede darse mientras permanezca esa identificación. Podrán vivirse también experiencias alegres y de bienestar porque, en realidad, lo que somos aflora incluso a pesar nuestro. Pero se tratará de una realidad siempre acompañada de su polo opuesto, la tristeza o el miedo.

La Alegría a la que me refiero aquí forma parte de nuestra identidad profunda y, como en un abrazo no-dual, es capaz de englobar tanto sentimientos de alegría como de tristeza. Como en el océano, en un nivel más superficial, puede darse un oleaje con apariencia incluso amenazadora. Sin embargo, en el nivel profundo, permanece la calma.

Todo depende de la respuesta que, vitalmente, hemos dado a la pregunta sobre nuestra identidad. ¿Quién soy yo? Si la respuesta me reduce a un objeto, los altibajos serán inevitables, así como la confusión y el sufrimiento.

Esa es la respuesta que viene de la mente. Se trata de una respuesta reductora y, en ese sentido, equivocada, porque la mente se encuentra con dos problemas:

·         por un lado, es solo una parte de lo que soy; por tanto, no puede decirme quién soy;

·         por otro, la mente no puede operar sino delimitando lo que quiere conocer, es decir, objetivando.

Ambos límites dan como resultado que, para la mente, solo soy un “yo individual” o ego, un “objeto” separado del resto. Dado que donde hay “yo”, hay soledad, miedo y ansiedad, mientras crea ser lo que mi mente me dice, me será imposible salir de ese laberinto.

Por eso, el yo se ve impelido a buscar la alegría –la felicidad- en el futuro, alimentando el sueño de que “más adelante será mejor”. Pero, mientras se embarca en ese propósito, se olvida del presente, el único lugar de la vida y de la felicidad. Se olvida, se confunde y se frustra.

Y cae en una trampa sutil. Porque, como dice André Comte-Sponville, “estamos separados de la felicidad por la misma esperanza que la persigue”. Al perseguirla, no la encontramos en el único lugar donde está, en el Ahora.

Pero la única respuesta sobre nuestra identidad no es la que viene de la mente. Incluso antes de abrirme a esa otra respuesta, algo se me va haciendo patente: no soy nada que pueda ser observado –delimitado, objetivado-, sino, en todo caso, Eso que observa.

Por otro lado, tengo conciencia de ser sujeto. Y el sujeto no puede ser conocido como objeto.

Queda claro que la mente no es una herramienta adecuada para decirme quién soy. Es decir, no voy a conocer mi identidad a través de un proceso intelectual, ni como resultado de un trabajo de conceptualización.

Tengo que acercarme, más bien, de un modo experiencial, no mediado por la mente, acallando el pensamiento. Cuando eso ocurre, cuado se silencia la mente, puedo percibir mi identidad.

Esa identidad profunda sabe a Quietud, Presencia, Plenitud, Consciencia… Pero es imposible de ser delimitada ni de ser pensada, porque no es un objeto. Sólo la puedo ser, y al serla, la conozco.

Soy aquello que me acompaña siempre, como consciencia de ser, presente en cualquier momento de mi vida, y que se expresa como “Yo soy”, sin otro añadido: la Consciencia ilimitada y atemporal.

Dentro de ella, mi “yo” es sólo un objeto en el que aquélla se expresa de una forma transitoria. La identificación con él se debe solo a un error de percepción.

Esta Consciencia es Gozo, que no desaparece por el hecho de que, en otro nivel superficial, aparezca tristeza o miedo. Por eso decía más arriba que solo podremos vivir en la Alegría si nos desidentificamos del yo y de sus inseparables miedos.

Es cierto que la presencia de miedos puede requerir un trabajo psicológico que los atenúe o erradique. Pero existe un miedo que es consustancial al yo y que únicamente la percepción de nuestra verdadera identidad hace que desaparezca.

Todo nos remite, por tanto, a un trabajo de autoconocimiento que, como dice Mónica Cavallé, es “una práctica espiritual”.  

0 Comentarios



Deja una respuesta.

    Picture
    Ayuda al Blog que publica todos los días diferentes áreas, queremos seguir publicando

    EL BLOG

    El blog es uno dedicado al análisis en general de muchos puntos desde la ópica teológica. La meta es impulsar el estudio amplio y profundo de la fe y de la razón, siendo ambos elementos fundamentales de la vida.

    Picture
    Picture
    Picture
    Picture
    SABES QUE PUEDES HACER COMENTARIOS A LAS REFLEXIONES O ENSAYOS TEOLOGICOS QUE APARECEN EN EL BLOG, SI PUEDES INTENTALO...

    Archivos

    Enero 2021
    Diciembre 2020
    Noviembre 2020
    Octubre 2020
    Septiembre 2020
    Agosto 2020
    Julio 2020
    Junio 2020
    Mayo 2020
    Abril 2020
    Marzo 2020
    Febrero 2020
    Enero 2020
    Diciembre 2019
    Noviembre 2019
    Octubre 2019
    Septiembre 2019
    Agosto 2019
    Julio 2019
    Junio 2019
    Mayo 2019
    Abril 2019
    Marzo 2019
    Febrero 2019
    Enero 2019
    Diciembre 2018
    Noviembre 2018
    Octubre 2018
    Septiembre 2018
    Agosto 2018
    Julio 2018
    Junio 2018
    Mayo 2018
    Abril 2018
    Marzo 2018
    Febrero 2018
    Enero 2018
    Diciembre 2017
    Noviembre 2017
    Octubre 2017
    Septiembre 2017
    Agosto 2017
    Julio 2017
    Junio 2017
    Mayo 2017
    Abril 2017
    Marzo 2017
    Febrero 2017
    Enero 2017
    Diciembre 2016
    Noviembre 2016
    Octubre 2016
    Septiembre 2016
    Agosto 2016
    Julio 2016
    Junio 2016
    Mayo 2016
    Abril 2016
    Marzo 2016
    Febrero 2016
    Enero 2016
    Diciembre 2015
    Noviembre 2015
    Octubre 2015
    Septiembre 2015
    Agosto 2015
    Julio 2015
    Junio 2015
    Mayo 2015
    Abril 2015
    Marzo 2015
    Febrero 2015
    Enero 2015
    Diciembre 2014
    Noviembre 2014
    Octubre 2014
    Septiembre 2014
    Agosto 2014
    Julio 2014
    Junio 2014
    Mayo 2014
    Abril 2014
    Marzo 2014
    Febrero 2014
    Enero 2014
    Diciembre 2013
    Noviembre 2013
    Octubre 2013
    Septiembre 2013
    Agosto 2013
    Julio 2013
    Junio 2013
    Mayo 2013
    Abril 2013
    Marzo 2013
    Febrero 2013
    Enero 2013
    Diciembre 2012
    Noviembre 2012
    Octubre 2012
    Septiembre 2012
    Agosto 2012
    Julio 2012
    Junio 2012
    Mayo 2012
    Abril 2012
    Marzo 2012
    Febrero 2012
    Enero 2012
    Diciembre 2011
    Noviembre 2011
    Octubre 2011
    Septiembre 2011
    Agosto 2011
    Julio 2011
    Junio 2011
    Mayo 2011
    Abril 2011
    Marzo 2011
    Febrero 2011
    Enero 2011
    Diciembre 2010
    Noviembre 2010
    Octubre 2010
    Septiembre 2010
    Agosto 2010
    Julio 2010
    Junio 2010
    Mayo 2010
    Abril 2010

    Categorias

    Todos

    Fuente RSS

    Dirigido por:
    Picture
    Centro Humanistico
Centro Humanístico © Derechos Reservados 2010-2021
  • Blog
  • Escritos de Teólogos
    • + Mons. Romero
    • Leonardo Boff
    • David Guadalupe EJ
    • Jose Maria Castillo
    • José Arregui
    • Felix Struik OP
    • José Antonio Pagola
    • Sor Lucia Caram OP
    • Hans Kung
    • Jesus Bastante
  • Poemas
  • Preguntas
  • Envía tu escrito
  • Información
    • Contactenos
    • Centro Humanístico
    • Términos y Condiciones de Uso
    • Política de Privacidad
    • Derechos de Autor
  • Languages
    • Francés
    • Italiano
    • English